"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 10 de enero de 2016

¿Qué es ser superficial?

Superficial es básicamente ser español. El español es el ser que más rigurosamente se toma la vida a chirigota. Solo cree en la tragedia individual, nada en la colectiva. Va con paso firme hacia el precipicio, beodo y riéndose de la última gracieta que ha soltado alguien. Solo se amarga cuando su equipo de fútbol no va bien. Lo demás, tenga transcendencia o no -es decir, vaya a afectar a sus vidas y las de los suyos o no-, se la trae al pairo. No es que sea estólido ante la adversidad; eso ni hablar. Es capaz de culpar de sus malos pasos al lucero del Alba, y poner a fuego la calle, y ya puestos, es capaz de votar a un partido de alucinados para que le gobierne.
Da igual que estos alucinados sean un equipo de demolición que va a dejar a España como un solar; y sus cosas, familia, patrimonio, futuro. Lo importante es es reírse, el partido del domingo, que la comunión del niño sea esplendorosa, endeudarse para la boda se la niña. ¿Y el coche? El coche tiene que ser un Cayenne, por lo menos, o un BMW. En Madrid circulan más coches de importación de última hornada que en cualquier capital europea.
Infinidad de escritores y pensadores han descrito este estado de cosas, pero hoy me he encontrado con un párrafo casi perfecto de Enric González,
 

"CONOCÍ hace unos años, en Roma, a un sacerdote suramericano especializado en la confesión. Impartía cursillos a otros sacerdotes sobre un sacramento en crisis. En el sur de Europa, decía, los curas percibían con alarma que cada vez menos fieles acudían al concesionario, pero estaban encantados cuando alguien lo hacía. A veces les resultaba hasta divertido, y no necesariamente por los detalles relativos al sexo, en general amenos; el católico latino, según este sacerdote, afronta la confesión con un punto razonable de superficialidad y espera del sacerdote, sobre todo, que sea comprensivo y que administre sin más demora que la necesaria el perdón de los pecados. Los curas de los países nórdicos, en cambio, consideraban la confesión una de sus tareas más penosas. Explicaban que el creyente del norte se les planta delante y les expone dudas existenciales y angustias metafísicas, con el resultado de que el perdón acaba siendo secundario: sacerdote y feligrés abandonan el confesionario con mal cuerpo y con la sensación de no haber estado a la altura."

Será el catolicismo español la causa de esa superficialidad, o será al revés, el español es el origen de un catolicismo de andar en zapatillas? Qué más da. Algo de imbricación profunda hay entre ambas facetas, porque casa muy bien con el catolicismo español la nula preocupación de españolito por el futuro. El futuro, para el español, es un cosa enrevesada que da dolor de cabeza. Ortega y Gasset decía que el español es hombre-masa, en el sentido de que está convencido de que el mundo, tal como es hoy, ha sido así siempre y lo será en el futuro. Es "masa" porque no es consciente de lo que ha habido que hacer para llegar hasta aquí. Finalmente, Josep Pla, decía que "el español es un ser bondadoso, demasiado bondadoso, no tiene ni un ápice de sentido del maquiavelismo en política. Obviamente para defenderse de él.
 
El caso es que Cataluña ha alcanzado el máximo nivel de ridículo posible, han asaltado un parlamento que va a declarar la independencia, y nos importa un bledo. Incluso la gente de allí no nacionalista dicen que no pasa nada. ¿Cómo no lo van a decir, si es lo que transmite el presidente del Gobierno?

 
Yo no digo que los españoles se pongan ahora a inquietarse por cuestiones metafísicas, no. Simplemente que vean que unos malévolos están a punto de quitarles su tranquilidad, su futuro, el de sus hijos. Que para seguir la juerga hay que tener un mínimo de estabilidad.
 
Hay cada vez más siniestros paralelismos con lo que está pasando y el fin de la Republica española II. En algunas cosas, como Cataluña, creo que se ha llevado más lejos en estupidez y dejadez. Y en el Gobierno que viene, tenemos la amenaza de un PSOE que se quiere comportar tan destructivo como entonces. Entonces, se rebeló y dio un golpe contra su propia Republica, en 1934, con el único voto en contra de Besteiro, al parecer el único que tenía dos dedos de frente. Querían deshacer esa "Republica burguesa" y establecer una de los trabajadores, dictadura del proletariado incluida. Inflación Prieto fue el principal instigador de aquel adelanto de la guerra civil. Todos por el el 33 habían perdido estrepitosamente las elecciones, y había ganado la derecha (no la extrema derecha, ojo) que dijo aceptar las reglas de la República. Eso era el peligro: que lo hicieran bien y se consolidaran.
 
En el presente, el PSOE ha actuado, por otros medios, igual de fanático con el PP, tanto que parece que su único objetivo es aislarlo como apestoso con un "cordón sanitario". Para ello se ha enredado con partidos mucho más peligrosos, nacioalistas incluidos, y ahora con Podemos en Ayuntamientos y Autonomías. Sería muy raro que ahora diera un giro de 180% y se aliara con el PP para salvar a España de su destrucción. Muy improbable.
 

3 comentarios:

Miguel E. dijo...

El giro de 180° no va a pasar. Es imposible. Presidirá Sánchez y gobernará Iglesias.

De no ser así lo poco que queda del PSOE desaparecerá, y Sánchez lo sabe. Y Susana Díaz también.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Exacto, lo único que se puede esperar es un giro de... 360 grados!

Pablo Bastida dijo...

Si fuese solo un pacto Iglesias-Sánchez nos podríamos dar con un canto en los dientes, es un Iglesias-Sánchez-Oltra-Beiras-Junqueras y que se yo cuantos más, y en ese escenario es el PSOE el que desaparecerá... y España también.