"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 19 de febrero de 2016

Entre el capitalismo y la nada

Durante la crisis volvieron a surgir con fuerza las ideologías antisistema, como sucedió en la de 1929. Keynes en realidad escribió su "Teoría general... " bajo la urgencia de evitar un conflicto inminente, que además él había predicho en 1919, en las conversaciones de Paz de Versalles. Su majestuosos libro "Consecuencias económicas de La Paz" puede considerarse el único libro de economía que acertó con sus predicciones. Y no hay ni una fórmula matemática ni edonometrica en él.

Ahora, en España, estamos en esa tesitura en la que las convicciones son tan fluidas que podemos acabar en manos de los antisistema, como sucede en toda Europa, por cierto, menos en Inglaterra, una vez más. Algo debe querer decir que la democracia inglesa, ni entonces ni ahora, haya caído en la trampa de los partidos antisistema.

He encontrado una preciosa anécdota de Jorge Bustos, sobre lo que cree la gente qué es la economía:
"Hace no mucho Miguel Sebastián, de ronda promocional por los platós, me confesó que los jóvenes suelen preguntarle por qué no pinchó la burbuja, habiéndola identificado y ocupando un ministerio. «Me hablan de la burbuja inmobiliaria como de algo físico, pinchable», relataba consternado. Peor: le reclamaban mayor intervencionismo, en la infantil confianza de que la riqueza de las naciones la crea el Estado paternal. «Alguien en Podemos debe de creer que hay un cuadro de mandos en el Gobierno con un botón que pone creación de empleo», tuiteó John Müller tras examinar el prospecto del crecepelo morado. Lo más urgente es el rescate ciudadano, clama el populista, olvidando que el rescate de los ciudadanos lo pagan otros ciudadanos igual que el de Bankia: la misma rescatadora y sangrada clase media de siempre."
El sistema es el capitalismo. El capitalismo no es la arcadia feliz que describen los inhumanos austriaco-liberales, sino el resultado evolutivo de un sistema económico que respeta ciertas cosas, sobre todo la propiedad privada, física e intelectual. El antisistema es el comunismo. 

Entre ambos terrenos no hay más que una línea delgada: derechos de propiedad o derecho del estado a la expropiación. Todo lo demás son gaitas, teorías, apologías, utopías, y demás ías.

Dentro del derechos de propiedad cabe la social democracia, que mitiga los fallos del sistema puro, pero dentro del comunismo no cabe más que miseria, abuso de poder, terror, lo cual queda ampliamente demostrarlo por la historia del comunismo, su mejor aportación: Que no ha servido de nada más para crear infelicidad y tiranía, porque en la escuela no se ha enseñado eso, sino lo contrario: que el capitalismo es el peor de los sietes, que el empresario es un chupa sangres, etc. Los libros de historia y las toneladas de fuentes de documentos originales, lo demuestran.

En realidad, desde la Segunda Guerra Mundial, vivimos todos en una social democracia más o menos generalizada. La economía franquista fue un sistema semil estatal de distribución, pero los productores de riqueza eran privados. Eso queda demostrado por el peso del gasto del estado de consumo e inversión en el PIB nacional... En algunos países, como Francia con su 56%, excesivo.

Porque para que el sistema funcione se han de respetar límites. Límites de impuestos sobre los productos, limites de deuda privada y pública, y límites a ciertas operaciones de la banca, que es de donde viene toda la inestabilidad. Entre 1945, fin de la II gran guerra, y 1980, no hubo crisis como la de hoy porque la banca estaba regulada, y los movimientos de capitales estaban seriamente limitados. La desregulación trajo crisis cada vez más importantes y peligrosas, hasta la penúltima. 

Pero, ¡hay que  escoger! O economía con futuro pero con riesgos, o economía sin futuro, ni libertad, ni privacidad, donde solo una casta chupa sangres vive de los demás, que viven qterrorizados en su nicho angosto y se sabe vigilado hasta de lo que comenta con el kioskero. Cartilla de racionamiento, para las necesidades más básicas.


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