"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 15 de marzo de 2016

Keynes, el ahorro y la liquidez (I)


Entre la publicación de su "Treatise on Money", en 1932,  y su "General Theory...", Keynes cambió radicalmente de opinión sobre el juego entre la variable ahorro y la variable inversión. A juzgar por sus palabras de su correspondencia, ese cambio fue en realidad un cambio de visión de la economía: 

"On my view, there is no unique long-period position of equilibrium equally valid regardless of the character of the policy of the monetary authority. On the contrary there are a number of such positions corresponding to different policies. Moreover there is no reason to suppose that positions of long-period equilibrium have an inherent tendency or likelihood to be positions of optimum output. A long-period position of optimum output is a special case corresponding to a special kind of policy on the part of the monetary authority."

Es decir, frente a la visión mayoritaria de que a largo plazo toda la economía tiende al óptimo, y por lo tanto al pleno empleo (pese a los ciclos de excesos y recesiones), Keynes se da cuenta que está vislumbrando que a largo plazo, una economía en permanente óptimo, es un caso especial debido a una forma especial de política por parte de la autoridad monetaria. 
Por lo tanto, lo que ocurre a largo plazo no es independiente de lo que haga el banco central. Una visión ciertamente heterodoxa, cuando la empezó a formular entre 1933 y 1936, y hoy mismo, en que incluso los llamados Neokeynesianos (asimilables a un monetarismo friedmaniano) parten de la base de que, a largo plazo, "todo vuelve a su ser". La política monetaria solo es requerida en los ciclos, para regresar antes a la posición óptima, que se ha perdido por la rigidez de las reacciones de los agentes y la ilusión monetaria, que, momentáneamente, no deja ver las cosas claras.  Otro texto de esa época de transformación entre el Treatise y la General Theory aclara un poco más lo que piensa del equilibrio definido mediante la igualdad del Ahorro y la Inversión. No hay tal igualdad, es una mera identidad, un truismo que siempre se cumple, a cualquier nivel del tipo de interés.

"For the community, aggregate saving and investment must be equal. One ‘can’t discover where a point is by having two names for it’. Saving and investment balance at any rate of interest, therefore any analogy with demand and supply analysis doesn’t work. The analogy is like trying to deduce the price from the equality of buyers and sellers . . . The ordinary theory of interest is the one which I was brought up on, and I think I taught it once, a certain number of years ago, but it doesn’t hold one drop of water. It is the idea that the rate of interest is determined by the point of intersection of two supply and demand curves, that of Saving and that of Investment . . . But we have just seen that these curves run parallel, or rather are coincident, because Investment and Saving are merely two names for the same thing. You cannot find were a point lies merely by having two names for it. The curves rise and fall together, not in opposite directions. (Rymes, 1989, pp. 121–2).

El debate en ese intermedio entre las dos grandes obras de Keynes siguió con más o menos intensidad en las revistas de economía más prestigiosas, y mientras Harrod se alineaba con Keynes, en el sentido  de que la igualdad ahorro e inversión era una identidad, Roberston criticaba la posición de ambos con las siguientes palabras, llamándola la Gran Tautología Monetaria:

"Mr. Harrod seems to me . . . to have succumbed to the charms of the Grand Monetary Tautology, which, long found useful by bankers as a cloak for their misdeeds, is now being rediscovered with alarming frequency by theoretical economists. The bank’s balance-sheet always balances: alias Savings always equal Investment: alias all money which is anywhere must be somewhere. (Robertson, 1934, p. 473) 
At the end of the short piece, he articulated his main concern that one should not build a theory on this foundation: But the preservation of what I will still venture to call equilibrium between real Saving and Investment is, at the least, one consideration among others . . . But I feel pretty sure that we shall get no way at all if all kinds of progress are to be smothered up together in the blanket of the Grand Tautology! (ibid.)

El debate se cierra, aparentemente, no por Keynes, sino por los keynesianos, al apoyarse en un comentario marginal del mismo Keynes, e introducir un variable intermedia a la que se ajustan el ahorro que la inversión que no es el tipo de interés: es el PIB. Los clásicos, argumentan los keynesianos, parten de la idea que a un nivel de PIB constante, el ahorro y la inversión se equilibrarán vía el tipo de interés. Pero lo más seguro es que el PIB no se quede quieto si cambia la inversión o el ahorro: la inversión arrastra al PIB, y eso modificará el nivel de ahorro. Nótese el paralelismo de este argumento con el modelo IS-LM. 

Sin embargo, la idea de Keynes era trasladar la teoría del interés a un terreno distinto, al de la preferencia por la liquidez, por una parte, y la expectativa de los inversores de la PMC, o del de beneficio esperado por una unidad extra de inversión. 
Con ello "robaba" a los clásicos su asidero del tipo de interés como variable intermedia entre la renta no consumida y la inversión deseada, y lo llevaba a otro terreno completamente distinto y novedoso: el de la demanda de liquidez como determinante del tipo de interés, y el de las (subjetivas) expectativas empresariales que, comparadas con ese tipo de interés, determinaban la inversión. 

Geoff Tily, de cuyo minucioso libro  "Keynes Betrayed" saco estas ideas, dice sobre la teoría de la preferencia de la liquidez: 

"Keynes turned his attention from money as a means of exchange to money as a store of value. His analysis led him not only to the theoretical treatment of uncertainty and expectation, but also to practical conclusions of the most profound importance. Ultimately, the theory turned classical analysis on its head."

Se piense lo que se piense de Keynes, hay que reconocer que su teoría del dinero como un activo capaz de guardar valor en el tiempo fue una revolución de la que no se ha podido volver atrás. El mismo Friedman tuvo que reconocerlo en su ensayo sobre "Keynes", en el que vino a decir que fue un gran economista monetario. Este simple cambio del dinero como medio de pago a un activo con un valor de especial calidad, muy especial en tiempos críticos, es de una importancia poca a veces igualada en la historia de las doctrinas económicas. Porque los clásicos estaban sometidos a la ley de Say, que dice que, como el dinero no tiene otra utilidad que ser cambiado por un bien deseado, "toda oferta crea su propia  demanda": todo dinero ingresado por un asalariado o empresario es inmediatamente gastado en un bien de consumo, o de inversión, o financiero. Esto es, el dinero es neutral, no tiene efectos reales en la actividad económica. No es demandado más que para intercambiar. Su demanda es proporcional a la actividad.  Pero si hay una demanda de dinero específica, y esta es sensible a determinadas circunstancias, como el pánico, juega un papel esencial en el nivel de actividad. La demanda de liquidez y su inestabilidad ya no puede ser obviada. 
Y¿qué quiere decir esto? Como dice Tilly, 

"Keynes argued that the rate of interest was not a reward for parting with savings but a reward for parting with liquidity ...
... Furthermore, it is a decision concerning the stock of savings –wealth –at any point in time rather than any new flow of saving alone. The rate of interest is hence not determined by the supply of and demand for (flows) of saving, but by the supply of and demand for assets into which holdings of (stocks) of wealth can be placed. In the theory of money as a store of value, money is one of these assets."

El tipo de interés no es la recompensa por dejar de consumir una parte de la renta y ahorrarla para consumirla en el futuro, sino la recompensa por no atesorar dinero. Y lo que es más, el centro ya no es una decisión de renta/ahorro, sino de stock de riqueza y  proporción que se desea mantener en líquido. La demanda de dinero es una demanda de stock. El tipo de interés de un activo de una cartera es el grado de iliquidez de ese activo respecto a la liquidez máxima del dinero. Es verdad que hay otras consideraciones de riesgo relativo entre activos, de pérdidas de capital, inflación, etc. Pero no se entendería el tipo de interés sin la pieza clave de la liquidez. 

No hay comentarios: