"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 6 de agosto de 2016

Río, no Madrid. La maldición olímpica de los JJOO

Todos sabemos que si no es por la torpeza de Gallardón, Ana Botella y sus cohortes de mediocres, la Olimpiada de Brasil podría haberse celebrado en Madrid. 
Menos mal que no ha sido así, como nos cuenta John Authersen el mismo artículo que citaba ayer.

Olympics, the award of the games to an emerging world city tends to be a sign that a watershed has been reached. Rio is the fourth emerging city to be awarded the games. Like its three predecessors — Mexico in 1968, Seoul in 1988 and Beijing in 2008 — it won the games aftéer a long period of sustained growth. The games recognised that growth. And in every previous case, the Olympiad was the cue for that growth to stall or slow, followed in Korea and Mexico by crises, and in China by what look like desperate measures to avert one.

In this way, the Olympics function like magazine covers. Just as an appearance on Sports Illustrated’s means that an athlete has peaked, or on a business magazine means a stock has topped out, so winning the games signals that the period of growth is “in the price” and it is time for a decline.

In Brazil’s case the hex seems to have applied when it won the games, in October 2009. That was almost the exact top of the Brazilian stock market. Over the seven prior years, Brazil’s Bovespa index had outperformed the FTSE All-World index by more than 300 per cent. In the six-plus years since then, it has underperformed by almost 70 per cent, as commodity prices have turned down, and the inefficiencies in Brazil’s economy have been cruelly revealed. Now the anger among Brazilians suggests catharsis and a market bottom.

Los Juegos Olímpicos son un regalo de reyes para los politicos que están y van a estar en el poder, y un regalo envenenado para las poblaciones ilusionadas que creen que vienen los  Reyes Magos. Pero los políticos bien saben que los Reyes no existen, y que por eso hay que espabilarse para llevarse la pasta que hay que repartir entre tanto corrupto de mano tendida. 
A Río se le premió por haber crecido tanto entre los paises emergentes, dice Authers, pero hay una maldición que manda que la concesión sea la cola final de esa prosperidad ficticia, y que luego venga el llanto u crujir de dientes de las deudas que hay que devolver. ¿Se imaginan España, con la deuda que ya tiene del 130% del PIB, añadida a una deuda olímpica que, como tal, decreta la maldición de los dioses del Olimpo, que como decía Homero "urden guerras entre los hombres para poder divertirse, tomar partido, y apostar"?
Pues estaríamos seguramente intervenidos, como lo fue Grecia, que anda que no le subió la deuda con sus olimpiadas. En el gráfico, la deuda de las Grecia y Brasil, ofrece pocas dudas 

 

Sobre la maldición olímpica, que los dioses ya no tienen sed de sangre, sino de pasta, corrupción, y desgobierno. Anda que no se lo pasan bien viendo nuestros avatares políticos. A veces pienso que son ellos los que mandaron en un tren sellado a Pablo Iglesias desde no sé dónde, como hicieron los alemanes en la I guerra mundial con Lenin para revolver el gallinero ruso. Y vaya si lo lograron. 
Los JJOO son una maldición, demasiado tentadora para los politicos de cualquier catadura para poder resistirla. Ya sólo con estar en las candidaturas supone gastar dinero a espuertas, estar en el "candelabro", y de paso olvidarse de los problemas municipales, que son un coñazo. Mejor tener a la ciudad levantada, llena de obras y cascotes, mientras la plebe discute ilusionada sobre cómo su ciudad va a ser el centro del mundo para siempre. Salen voluntarios hartos debajo  de los cascotes, como idiotas a ofrecerse a trabajar duro para que los politicos se forren en sus despachos. 
Todo un sinsentido salvo para los dioses que por un tiempo no bostezarán. Hijos de puta. Como gozan viendo a los humanos necesitando masificarse para sentirse algo, masas y ríos de gente en la calle que sin eso estarían deprimidos, excitados por oler el sudor de las axilas de los demás. Lean Sapiens, de Harira.

3 comentarios:

Pablo Bastida dijo...

Me lo acabo de terminar (Sapiens), excelente recomendación. Gracias.

www.MiguelNavascues.com dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
www.MiguelNavascues.com dijo...

Hombre, me alegro. Hay gente que no le ha gustado, pero es que creo que ha que leerlo sin ideas preconcebidas. Por ejemplo, a un socialista le gustó la primera parte, pero la segunda no tanto, porque, claro, no dejaba en buen lugar cualquier ideología. La cabra tira al monte, el Forofo de fútbol a su equipo, y el español a su partido político dl alma. Que es como su segundo equipo.