"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 26 de octubre de 2018

Francia, EEUU. El malestar del euro

 Krugman tiene un post donde demuestran cómo influyen los factores extra económicos (sobre todo culturales) en los resultados económicos. Esos factores determinan más de lo que se quisiera en la tendencia económica de un país, que por algo es una nación con sus elecciones particulares. 
En el primer gráfico, tenemos la comparación de la productividad total (de todos los factores) entre EEUU y Francia. Es claro que no hay diferencias apreciables en tan importante concepto, salvo que Francia creció mucho en productividad durante la “época prodigiosa”, 1955-75, logrando superar a EEUU. Nótese, de pasada, que esa época fue definida por la V República pergeñada por De Gaulle, que ha durado hasta hoy (anteriormente Francia era un poco como hoy España), y por el gran acierto de EEUU en el plan Marshall, que dio un gran impulso a los países europeos (y al que renunció el Pacto de Varsovia por venir del núcleo del capitalismo). 
¿Por qué entonces las diferencias que vamos a ver en los siguientes gráficos?



En PIB o volumen de producción, realmente hay una gran diferencia. No sólo Francia nunca ha alcanzado a EEUU, sino que éste se aleja más y más en su crecimiento. Mientras el primero triplica su PIB en 40 años, Francia sólo lo multiplicó por 2,4. Si las diferencias en productividad no son tan marcadas, es obvio que la diferencia en las trayectorias del PIB se deben a que se trabaja más en EEUU. Como dice Krugman, la gente en Francia se jubila antes, tiene más vacaciones, y “goza” de más paro, como veremos en el siguiente gráfico. 



En efecto, en este gráfico, vemos la tasa de paro comparada de ambos países, y no hay color. Salvo en lo más profundo de la crisis pasada, el paro en Francia bajo del 9% sólo durante la burbuja, y siempre ha estado muy por encima del de EEUU. Esto en parte refleja la diferencia de crecimiento del gráfico dos, pero no refleja, desde luego, el buen comportamiento de Francia en la productividad. Observes, por cierto, que la innovación tecnológica no produce paro.



¿Elección meditada, costumbres, culturas de trabajo diferentes? De todo un poco. Francia es un país hedonista, qué duda cabe. EEUU es un país que antepone otras cosas, y en el que la gente, en general, está orgullosa de su trabajo, al que considera una parte de su vida personal. Además, en Francia, obviamente tienen problemas de financiación de las pensiones, del gasto público, y de una deuda no explosiva pero considerable. El placer no es gratis, y trasladar su pago al futuro ya sabemos lo que trae. 
Esto cabe ampliarlo a la convergencia de los países ricos y pobres, y parece difícil que algunos países converjan alguna vez definitivamente con los paises ricos, aunque otros lo han  hecho con gran éxito, como Corea. Pero no hay duda que hay factores culturales que han favorecido esa convergencia y otros que la han frenado; factores que influyen en la política, y en a quien vota la gente, y que nivel de exigencia ejercen sobre sus instituciones políticas...
Ahora en España se difunde desde el poder el hedonismo, sino la vagancia, el placer casi como obligación, y un desdén por el trabajo al que se trata de desprestigiar cada vez más. Hace poco leíamos que en Navarra se va a obligar a los niños en los colegios a tener relaciones sexuales desde los 6 años. ¿Qué pensarán del sexo y del trabajo cuando lleguen a la edad de maduración? Espero que los padres luchen contra eso. 
No se trata de imitar a EEUU. Se trata de poner la verdad por delante. 
Y la verdad por delante es que el ejemplo que hemos puesto, Francia y EEUU, lo tenemos mucho más cerca, si en vno z de EEUU ponemos Alemania. Bueno, Alemania & co, o Europa del Norte y Europa del Sur. 
Ahora ha salido un país problemático en la UE, Italia. Pero no es el primero y no será el último. Los anteriores, Grecia y Chipre, fueron fagocitados con problemas de digestión por la UE, pero su tamaño permitía aplastarlos desde el Eurogrupo (antes la Troika). Italia es, por el contrario, “Too Big to Fail”.
En Wolfgang Münchau tenemos un análisis acertado de lo que puede pasar y no pasar con Italia y el euro. 
Italia tiene un gobierno populista, que es como se llaman ahora a los que no comulgan con el diktat de la UE, es decir, Alemania. Sin embargo, Alemania tiene una parte de la culpa con el “malestar europeo” que ha llevado a todos los paises, todos, incluido España, al borde del enfrentamiento que ahora mismo mantiene Italia con la UE. En efecto, Alemania mantiene un superávit exterior a todas luces excesivo, y además incumple las normas de la UE sin que nadie se atreva a ponerles los pinto sobres las íes. Ese superávit no tendría mayor importancia que el que tiene el estado de Nueva York con Kansas, si Europa fuera un estado nacional como EEUU. Pero no lo es. Lo que consigue Alemania con ese esceso de ahorro  - No otra cosa es el superávit exterior - es llevar a los demás países que no pueden ajustar su tipo de cambio a un déficit, que Alemania achaca a la baja productividad. Y eso exige medidas de ajuste interno para aumentar el ahorro de los demás países, como Italia, y no menos españa, han cumplido. Pero es fácil comprender que si todos los paises tuvieran la ya de ahorro de Alemania, Europa se hundiría en una economía ineficiente y depresiva por insuficiencia de inversión. 
He citado a España porque tarde o temprano, aunque la Comisión ha hecho oídos sordos, España está a punto de firmar un presupuesto en ¿rebeldia? ¿insumisión? que saldrá a la luz dentro de un par de años como problemático como lo es ahora para Italia. 
Italia ha presentado un presupuesto con un déficit previsto del 2,4% del PIB, frente al 0,8% acordado por el anterior gobierno con el Ok de la Comisión. Lo que pasa es que la Comisión no se cree la cifra que dan los italianos del crecimiento del PIB - como España, parte del supuesto, falso de que el déficit ayudará a conseguir esa tasa de crecimiento. 
Italia, dice Münchau, no tiene una estrategia, pero le quedan varias salidas, todas ellas fatales para el euro. Una de ellas consistiría en imponer un control de capitales para que no hubiera fugas, y un incentivo fiscal para invertir en bonos públicos (lo que se conoce como “represión financiera”). Esto se hizo en Grecia y Chipre, pero con el permiso de Europa. No había más remedio. Es difícil creer que un país tan grande como Italia, impusiera controles de capital sin afectar a la estabilidad del euro, que no es una unidad de cuenta, sino un pacto de cumplir una serie de reglas que se irían al garete, un país detrás de otro, en cuanto Italia jugará a eso. Como dice Münchau, 

Otra opción es una serie de políticas que caen dentro de la amplia categoría de represión financiera. Más allá de los incentivos fiscales para los ahorradores italianos a favor de los bonos del gobierno italiano, el gobierno podría imponer controles de capital absolutos, al obligar a los inversores con sede en Italia a mantener sus ahorros dentro del país. Grecia y Chipre introdujeron controles de capital en tiempos de crisis, pero fueron acordados por la UE.

¿Se puede admitir como hipótesis que una política fiscal expansiva se alíe con el crecimiento? Como dice Olivier Blanchard & al, del instituto Peterson, 

Sin embargo, podría haber excepciones [a esa hipótesis]. Y lo que está sucediendo en Italia podría ser una de esas excepciones. La razón es que el aumento en las tasas de interés de los préstamos gubernamentales en respuesta a las políticas expansivas del gobierno ha sido muy fuerte. Varios factores pueden estar en juego, incluyendo no solo el déficit más grande sino también el desafío resultante de las normas de la UE y la composición del presupuesto propuesto, que no ayuda al crecimiento a largo plazo. Quizás los mercados estén siendo injustos, pero para los efectos de evaluar el impacto del presupuesto en la producción, esto es irrelevante. La pregunta entonces es si los efectos directos de la expansión fiscal podrían ser compensados, o incluso más que compensados, por el aumento de las tasas de interés.

Y si ya antes de que hayan desplegado esta posible medida los tipos de interés han subido significativamente, es fácil imaginar que no han hecho más que empezar. El año 2012 no está tan lejos. 
Otra salida del gobierno italiano - estamos hablando de un gobierno que se ha declarado en insumiso ante el dictamen de la Comisión - sería emitir unos bonos líquidos (minibots) que con el tiempo sustituirían al euro. Otra medida, no hay que explicarlo, que dinamitaría al euro tarde o temprano. 
Insisto: el problema no es que Italia individualmente se rebele contra el euro, es que hay muchos países que tienen el mismo malestar y quién más quien menos está, aunque no lo sepan, en la frontera del descontento con el funcionamiento de Europa. 
Hemos visto en la primera parte que las diferencias culturales son, a veces, barreras insalvables para que dos países mantengan modelos económicos similares. Cuando se implantó el euro, tendrían que haber explicado que lo que se esperaba era que todos nos convirtiéramos en alemanes, o algo parecido. Como dice Isaiah Berlin, no hay verdaderos absolutas fuera de los modelos lógico-matemáticos fríos. Si se decide vivir con un estilo de vida incompatible con el modelo económico, tarde o temprano se pagará. Eso es lo que estamos viendo en Europa. Los resultados electorales no son más que una consecuencia, no una casualidad. ¿Cómo sería casual si sucede en todos los paises? 
Otra salida no descartable es que wuropa siga languideciendo a un atasa de crecimiento con la de hoy, del 1,2%, con el consentimiento de todos los grupos políticos. Demasiado utópico. 


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