"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 3 de diciembre de 2018

¿Quién teme a Vox?. De ultras a ultras

Todos los medios hablan del surgimiento de Vox con avisos de cautelas, no vaya a ser que no nos demos cuenta que es un partido de “ultraderecha”. Así, El País en su Editorial  aunque quizás sea más significativo la columna de Rubén Amón, en su afán de desvelarnos que Vox es la extrema derecha pura y dura. 
Pero este análisis, sin tener en cuenta los antecedentes, me parece completamente inválido. Vox es un partido-reacción a la deriva de España hacia su disolución, con muchos implicados por activa y por pasiva en el proceso. ¿Quién hubiera pensado hace un par de años que Cataluña iba a estar como está, destrozada por sus propios patriotas-nacionalistas, habiendo tensionando la cuerda del odio entre ellos y los españolistas? Hubiera sido muy extraño - ha sido, de hecho, muy extraño -, que no saliera un Vox, cuando desde el mismo gobierno nacional se conspira, se manipula la justicia, para acabar con un pacto político con los ultranacionalistas catalanes.
Pues sí, esto va de ultras, y los primeros en aparecer y destrozar el panorama fueron los ultras catalanes, mientras el gobierno dejaba en la indefensión total a los otros catalanes. Que, por cierto, son mayoría. 
Vox será de extrema derecha, bien. Pero de qué es, como catalogar, a Torra y su gobierno? Dictatorial desde luego, peligroso para la unión nacional evidentemente, aunque esto, hasta ahora le importaba un huito a los poderosos medios de comunicación, como El País, y no solo él. 
No hay más remedio que interpretar el surgimiento de Vox con esa clave, clave nacional, lo que lleva a concluir que su subida proseguirá mientras los demás partidos se pierden en su jungla de votos. Como ha pasado en el resto de Europa, por cierto. 
Así que Vox es una anomalía, pero una anomalía que responde a otra anomalía, que no es más que la desidia, cuando la complicidad, del gobierno central de derechas y de izquierdas con los ultracatalanistas. La gente siente una asfixia cuando los poderes no responden a sus anhelos, y si un anhelo es que no se rompa España, aunque sea por un confuso instinto, pues cada uno se defiende como puede. Votando a Vox. 
Del Ultras a Ultras prefiero a Vox, obviamente. Los unos representan un final irreversible y guerracivilista, Vox, de momento, no, salvo la reacción a aquello y todo lo relacionado, como Podemos ¿Hubiera sido más elegante que los partidos que dicen ser constitucionalistas hubieran cogido el toro por los cuernos? ¡Ay! la elegancia, es que no es un producto que se venda en El Corte Inglés, y siempre pasa lo mismo. La gente se salva como puede, o cree que se salva. Luego vendrán otras reacciones, como la apelación de Pablo Iglesias a frenar a Vox “como sea”, y por ahí hay cuatro manifestaciones de cientos de personas... si ésta es su especialidad, desde luego no se les da bien. 
Ayer vi a Abascal en su alocución tras las elecciones, y me dio la sensación de tipo sólido, que sabe lo que quiere y lo dice. Y, oh casualidad, lo que dice hoy agarra a la gente. Su mensaje prende. Ya era hora. 

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