"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 20 de abril de 2025

Vargas Llosa

 Me he leído unos 20 artículos, los más favorables y empáticos con la figura y la obra de Vargas Llosa. Algunos son encomiables, otros como un poco forzados por la necesidad de probar, “eh, que yo estuve allí”, lo que desde luego no critico. Están todos bien o muy bien. Claro, no he leído el centón que le ponen a parir por sus ideas liberales, que en estos tiempos lúgubres se llaman “fachismo”. No por nada, sino por que no los he encontrado, ni buscado. Aunque según testimonios, los hay. 

Eso sí, me ha sorprendido mucho que todos citen sus mejores obras por aluvión, es decir todas, sin hacer una selección natural que destaque una sobre las demás. No académicamente, sino porque no todas te habrá llegado al corazón con la misma intensidad. 
A mí no. Respeto mucho la labor de los críticos, pero no al pie de la letra, como orientación. Pero entre las obras de Vargas Llosa que he leído hay una que me llegó al corazón: “Conversación en la Catedral”, ese inmenso despliegue de sabiduría, experiencia personal, es palimpsesto urdido que mezcla con verdadera sapiencia la vida de los personajes - personajes palpitantes- con la decadencia de una sociedad ¡que bien podría ser una de este tiempo!
A partir de la primera frase, frase-flagelo, frase luego mítica, “¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita?”; (que Zavalita, protagonista de la novela, se pregunta a sí mismo), el autor ya te ha puesto en la pista de salida de un largo recorrido de múltiples sucesos personales, imbricados con gran habilidad del autor en el escenario de una sociedad en la que ya nadie cree, a la que va edificando poco a poco a través de la vida de los avatares personales. Grandeza, Vitalidad, Hermosura… resultado de la gran cultura de Vargas Llosa, sobre todo  en los grandes novelistas franceses del XIX, Balzac, Flaubert, etc, que Vargas Llosa conocía a fondo. Vargas Llosa era un lector devorador de clásicos, y de ello se valió para componer una gran novela coral y a la vez de personas palpitantes. 
Eso es la admiración que siento por esta gran novela, una de las cumbres del Siglo XX. No las mayor, ¿pues dónde pondría “El gatopardo”, o “La montaña mágica”, o “El extranjero”? No me arrepiento de haberla leído tres veces, y me estoy planteando la cuarta. 
Habrán intuido que yo tengo la opinión de que cada gran autor tiene una dos obras cumbres. No es desprecio por las otras, es que con éstas he sintonizado más con el autor. Como decía años ha, me atañe más personalmente. A veces, no siempre, mi opinión ha coincidido con los de la academia. No es una opinión objetiva ni lo pretendo.

2 comentarios:

Pablo dijo...

A mi la que más me conmovió fue la primera que leí, La ciudad y los perros. Un país entero, odiado y amado, está condensado ahí.

www.MiguelNavascues.com dijo...

No la desdeño, ni las otras. Pero Conversación… fue para mí descubrir un nuevo método de conocer.