"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 29 de enero de 2019

La izquierda y la tecnología. Los luditas

La izquierda tiene un problema con la tecnología desde que al gran Dios Marx se le olvidó meterla en su modelo. La plusvalía y la explotación sólo son posibles cuando no hay avance tecnológico. En todo caso no incluyó las consecuencias de éste. Su ejército de parados es consecuencia del estancamiento económico, no de la conspiración de los empresarios. 
A los empresarios no les importa más la famosa explotación sobre los salarios que aumentar las ventas  gracias a la reducción de costes por los aumento de escala e introducir la mejora en los métodos de producción. Pagará los salarios en función de eso, y del volumen general de producción. 
A la izquierda, a la española en particular, no le gusta el avance tecnológico. Tenemos un ejemplo en la guerra del taxi, que quiere no dejar entrar a otros métodos de ofrecer el servicio, mejorar la calidad de éste. Sin embargo es un pequeño avance, después del cual vendrá otro, que gracias a internet puedas pedir un Uber o Cabify que te recoja en tu casa o donde estés, te lleve a destino sabiendo el precio de antemano, y te trate con educación, cosa que en el taxi de siempre brilla por su ausencia. La prueba es que quieren, los de la mafia del taxi, entorpecer esa mejora intentando imponer una distancia mínima entre el cliente y el oferente, con lo que se desbarata toda la ventaja para el consumidor. Se puede decir que son Luditas, como se llamaron a los agricultores del XIX que saboteaban las primeras mecanizaciones del campo y la industria. Leemos en Wikipedia, en la voz Ludismo:

El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses en el siglo XIX, que protestaron entre los años 1811 y  1816 contra las nuevas máquinas que destruían el empleo. Los telares industriales y la máquina de hilar industrial introducidos durante la Revolución Industrial amenazaban con reemplazar a los artesanos con trabajadoras menos cualificadas y que cobraban salarios más bajos, dejándolos sin trabajo.

Aunque el origen del nombre ludita es confuso, una teoría popular es que el movimiento recibió su nombre a partir de Ned Ludd, un joven que supuestamente rompió dos telares en 1779, y cuyo nombre pasó a ser emblemático para los destructores de máquinas.[1][2][3]​ El nombre evolucionó en el imaginario general ludita Rey Ludd, una figura que, como Robin Hood, era famoso por vivir en el bosque de Sherwood.[4]​ El historiador Eric Hobsbawm ha considerado a este movimiento de destrucción de máquinas como una forma de "negociación colectiva por disturbio", lo que sería en esta formulación una táctica utilizada en Gran Bretaña desde la Restauración, ya que la diseminación de fábricas a través del país hizo que las manifestaciones a gran escala fueran poco prácticas.


¿Qué hubiera pasado si se hubieran salido con la suya? pues que todavía estaríamos gastando la mayor parte de nuestras rentas en pan. Internet no existiría, y habría hambrunas periódicas por insuficiencia de alimentos. En general, la oferta sería parecida a la de entonces, lo que implicaría grandes jornadas de trabajo y escasa producción, baja renta, y nivel de subsistencia. Eso conllevaría grandes diferencias de renta entre los escasos ricos y los demás. L historia económica es en gran parte la lucha entre los innovadores y los rentistas, sean éstos nobles hereditarios o mafiosos que sobornan al poder. 
Es lógico que los grupos del taxi que tienen ventaja comparativa no deseen la entrada de competencias nuevas e innovadoras, que les obligaría a renovarse y a un gasto adicional de inversión. Prefieren seguir bajo el yugo de las licencias porque, mientras exista el mercado negro, éstas son un activo revendible con plusvalía. Sin embargo, los que trabajan sin licencia por cuenta ajena no son unos privilegiados, tiene jornadas de más de doce o catorce horas nada envidiables, resultado de una regulación del Estado ineficiente, lesiva para muchos trabajadores y para el cliente. Sin embargo, la entrada de estas nuevas ofertas en el mercado demuestra que hay demanda para todos si se adaptan. Una mínima regulación sería suficiente. 
Tristemente, da la sensación que las autoridades, nada menos que tres (Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno), van a ceder en su defensa del cliente en favor de los Luditas. Están calculando qué palos en las ruedas les ponen a los nuevos oferentes, para que los Luditas no sufran tanta competencia. 
Lo cual demuestra que la estamentación de poderes - que no la división - es una triste consecuencia para el bienestar de los españoles y un freno muy serio en el avance tecnológico. España, rota más que otra cosa por tanta y ninguna autoridad, será cada vez más pasto de la izquierda, porque nos mola en el fondo que nos reglamenten. 
La izquierda es ludita por naturaleza. Romper la nueva oferta es un símbolo de rebelión. Sin embargo, el mundo sigue rodando. Su guerra está perdida desde hace siglos. 

domingo, 27 de enero de 2019

España en su textura

La guerra del Taxi demuestra vivamente la textura, o composición, estructura social si se quiere, de este país. Por una parte, que semana hemos vivido con esto mezclado con la angustia del niño Julen, explotado hasta las heces por las televisiones. ¡Que bien se solidariza uno con el fantasma de un niño muerto en el mullido sofá, a través de Tv! Han llegado a mantener la falsa esperanza que después de trece días Julen, pobre, podía estar vivo, hablando de “rescate”, cuando la verdad es que las esperanzas se habían esfumado desde el primer día, tras una caída de 70 metros o 30 pisos. 
Una textura social dada a la compasión desde el sofá y a la solidaridad, por llamarla del algún modo, con, el Taxi, aunque Taxis son todos, si lo miramos bien. 
Ayer tenía una cita en el centro de Madrid, a la que no podía acudir en coche, obviamente, ni en taxi de los de antes, por estar en huelga indefinida. Tuve que coger un Cabify. ¿Debería perdón a los taxistas de siempre? Pues no. Estuve hablando con el conductor, y no me pareció más que un trabajador que intenta ganarse la vida. Si un día Garrido (ignoto presidente de la Comunidad) y Carmena, alcaldesa, hacen la barrabasada que están pensando, este señor se quedará sin trabajo y se irá a la calle. Punto. 
Aparte de eso, la calidad y el detalle del servicio me parecieron de primera, en comparación con los malos modales que se gastan los taxistas de siempre, la falta de higiene y de limpieza, que es como  como se muestran en huelga, con sus expertos matones asustando a la gente. Se creen muy graciosos, pero no lo son.
Un país que se pone del lado de los oligopolistas, es un país que tiene el sentido de la solidaridad torcido. Luego, eso sí, muchas editoriales de los medios alabando la solidaridad - manipulada - del pueblo español con Julen, el niño perdido y hayado en un pozo ilegal, hecho por un sujeto al que habrá que pedir explicaciones. 
Así que hemos tenido una semana movidita, muy española, en la que nos hemos sentido todos los tiernos y solidarios, con Julen y el Taxi. Aunque este último está empezando a tocar las narices de un sector cada vez más grande. 

El famoso “recorte” de los gastos sociales

Manuel Lagares ofrece en un artículo un análisis convincente que corrobora lo que decía yo en mi post anterior: los gatos públicos sociales, como pensiones y sanidad, no sólo no se han recortado, desde el comienzo de la crisis y desde que gobernó en PP, sino que han aumentado enormemente. Esto anula el argumento de los grupos de presión callejeros - movilizados por quien todos sabemos -, con el alibi de que tienen que recuperar poder adquisitivo, excusa de la que se ha apoderado el gobierno para presentar unos presupuestos para 2019 estrambóticos, a demás imposible de cumplir y llevarnos con alta probabilidad, a un aumento de la deuda que nos pesará cuando realmente tengamos que hacer frente a la recesión que está asomando por el horizonte. 
Del extenso y completo artículo de Lagares me gustaría reseñar los dos párrafos que aluden al problema, ya que ofrece datos adicionales sobre el problema.

“Otra respuesta que puede esperarse -y es a la que ha recurrido el Gobierno frecuentemente- mantiene que el aumento de gastos responde a una idea de justicia social porque se destinará a revertir los recortes experimentados por los gastos de bienestar social durante los Gobiernos anteriores, recortes que, según este planteamiento, han dejado sin protección a los más desfavorecidos de la sociedad española. Sin embargo, los datos disponibles en términos de Contabilidad Nacional en cuanto a gastos por funciones (COFOG) señalan que, tanto en términos de precios corrientes como en términos de precios constantes, el valor del gasto público por habitante ha aumentado visiblemente entre 2006 -último año antes de la crisis- y 2017, que es el último para el que por ahora se dispone de esos datos. Ese aumento del gasto total por habitante ha sido en tal periodo de un 15,7% en términos nominales y de un 8,4% en términos reales. No parece, por tanto, que haya habido recortes en el volumen total de gasto público por habitante en el periodo considerado. En cuanto al gasto de bienestar social por funciones y por habitante resulta que, en términos reales -es decir, en valor monetario constante-, los de protección social (enfermedad, incapacidad, vejez-pensiones, desempleo y otros similares) han aumentado nada menos que en un 33,8% frente a su cifra en 2006; los de salud en un 8,7% y los de educación en un 3,6%. Valores parecidos se obtienen en el caso de gasto nominal por habitante. No ha habido, pues, recortes en las funciones básicas del gasto en bienestar social y sólo los de vivienda, ocio, cultura y religión han disminuido en ese periodo. Hay que añadir que la disminución del gasto en vivienda está más que justificada por el exceso de oferta y la caída de precios de esos bienes durante los años de crisis. No parece, por tanto, que hayan existido recortes que obliguen a restituir a su nivel inicial las partidas de gasto social, pese a la dureza de la crisis. 

“En cuanto a los ingresos, la respuesta es que, desde que se dispone de las Cuentas de las Administraciones Públicas con la metodología actual (1995), sólo en los años 2004 a 2008, en pleno boom de la construcción y de crecimientos nominales del PIB por encima del 7%, los aumentos de los ingresos por impuestos superaron las tasas de crecimiento que hoy se proyectan. Ante unadesaceleración evidente de la coyuntura económica como la actual, y sin el apoyo que en esos años la construcción ofreció a la recaudación tributaria,pocas ilusiones pueden hacerse respecto al importante aumento estimado para los ingresos, pese a las reformas en los impuestos que pretenden introducirse. En conclusión, los aumentos proyectados de gasto carecen de una justificación racional suficiente y las previsiones sobre ingresos se parecen mucho a las ilusiones del conocido cuento de la lechera.”

Decir estas cosas no resulta demasiado popular, pero es que hay que saber, cuando vengan mal dadas, cuál fue el origen de nuestras limitaciones. Nos dirigimos a una situación de nuevo difícil para el nuevo gobierno que sustituya a éste: le dejará una situación imposible de necesarios recortes y aumentos de impuestos. Lo que redundará a su favor más, obviamente, si moviliza la calle de nuevo para agudizar las contradicciones, que diría Lenin. 

miércoles, 23 de enero de 2019

Todo es mentira. Los pasivos han ganado poder adquisitivo

Como se puede leer en un artículo de Luis Garicano - de la London School of Economics, y quizás futuro ministro de economía en España -, es absolutamente falso que las percepciones de pensionistas y gastos sanitarios hayan perdido poder adquisitivo. En sus propias palabras:

“El debate presupuestario en España está dominado por una imagen falsa de lo que ha sucedido en los últimos 10 años. Los españoles estamos convencidos de que los gobiernos han sido forzados por Bruselas a realizar profundísimos recortes. España ha sido víctima, según esta equivocada hipótesis, de un austericidio y para evitarlo hay que quitarse las ataduras con los nuevos Presupuestos.

“La realidad es muy diferente. El ajuste en España ha sido más suave que en los demás países. Durante la crisis, la Comisión Europea abrió un procedimiento de déficit excesivo contra un total de 26 países —solo Estonia y Suecia se libraron—. ¿Cuántos países quedan en el procedimiento? Solo uno: España.

Veámoslo en los datos. Comparado con el momento inicial de la crisis, el Reino Unido tiene ahora un nivel de gasto público per cápita solo un 3% superior (vean lo que supone una verdadera austeridad en el gráfico), los EEUU un 13% superior y España un 15% superior (excluyendo intereses), de acuerdo con el cálculo hecho en una entrada reciente en el blog económico NadaEsGratis por los economistas José E. Boscá, Rafael Doménech y Javier Ferri. En el Gráfico 1 se compara la evolución del gasto público corriente per cápita, neto de pago de intereses, en España, Estados unidos y Reino Unido, tomando como referencia el periodo 2007 como último año pre-crisis. Se aprecia claramente la reacción expansiva de la política fiscal en los primeros años de la crisis y la posterior corrección, que en España resulta especialmente evidente durante 2012, coincidiendo con el periodo más delicado de la crisis de deuda soberana. Llama la atención que, incluso en los momento más duros de la corrección del gasto público, éste se situó todavía un 10% por encima del observado en el último año de expansión. A finales de 2018, las previsiones de la Comisión Europea sugieren que el gasto público corriente per cápita (en términos reales) superará en más de un 15% el nivel anterior a la crisis, por encima de EE.UU. y Reino Unido.”

Gasto público  % per capita.(Gasto público corriente en términos reales y per cápita, excluyendo intereses, 2007-2018 (2007=100). Fuente: Elaboración propia a partir de AMECO, con las previsiones de otoño de 2018.j



Es decir, en el Reino Unido ha habido un verdadero ajuste fiscal, pero en EEUU y España, no. 
Ahora viene la segunda parte: ¿a donde ha ido ese desproporcionado aumento de gasto? 
Veamos lo que dice Garicano:

“A qué partidas se ha dirigido este fuerte aumento del gasto? Aunque las recientes manifestaciones hagan difícil creerlo, en primer lugar, a las pensiones. El pensionista medio tiene un poder de compra un cuarto (23%, para ser preciso) mayor a finales de 2018 que a finales de 2007. ¿Por qué? En gran parte porque las pensiones de los nuevos pensionistas son mucho más elevadas.

“En segundo lugar, el aumento del gasto se dirigió a pagar por el desempleo, que en los cuatro años peores de la crisis alcanzó los 30.000 millones de euros.

“En tercer lugar, se dirigió a mantener el gasto en sanidad y en educación. De acuerdo con los cálculos de Boscá, Doménech y Ferri, incluso en el momento peor de la crisis el gasto per cápita en sanidad y educación nunca fue menor que el de 2007, y ahora es un 8% superior.”

Todo esto significa que la realidad que hemos vivido, convulsionada por manifestaciones más o menos pacíficas de los grupos interesados, han sido manipuladas sobre la base de una gruesa mentira. Ni el gobierno anterior ni el actual han hecho el más mínimo esfuerzo para explicarlo a los españoles que pagan los impuestos. Probablemente las manifestaciones del taxi estarán igual de forzadas y manipuladas. Pero fíjense con qué miedo las autoridades se pasan la patata caliente de enfrentarse con las manifestaciones y poner coto a la violencia. 
Para sostener estas mentiras y no “enmendalla”, el gobierno se ha visto forzado a subir los impuestos, a pesar de lo cual la deuda pública neta sigue aumentando. 

“Las medidas de los PGE propuestas para 2019 solo buscan recaudar más para gastar más, sin reducir el déficit estructural. El déficit no solo es una pesada mochila sobre los hombros de las familias, también es una bomba de relojería aguardando una crisis para estallar. El Gobierno pone en riesgo a todos los españoles con nuevos compromisos de gasto que harán más difícil el ajuste futuro —una vez aumentados, las prestaciones y subsidios son muy difíciles de reducir—.”

Cuando España destaca por su deuda pública del 100% del PIB, y por una tasa de paro la más elevada del mundo, no se puede argumentar que esta política fiscal es una política keynesiana que se retroalimentación a sí misma, cuando el crecimiento inducido por el gasto fiscal cubre con suficiencia el aumento del déficit. Para que funciones una política de esta índole - que puede funcionar si miramos a Suecia - es absolutamente necesario ahorrar en los tiempos de auge, para cubrir y dejar en cero el déficit intertemporal, que es el que nos importa. 
Gastar en gastos de consumo por ceder a la presión de la calle no se puede llamar política keynesiana. Una cosa es hacer un esfuerzo para mantener el poder adquisitivo y la calidad de la oferta sanitaria, otra muy distinta es mentir a todo el mundo y, peligrosamente, fomentar la idea de que la presión es rentable, porque el país acaba, sino lo está ya, en manos de un gobierno débil dominado por los grupos de fuerza. Otra cosa muy distinta hubiera sido si el aumento de déficit y deuda hubiera ido dirigida a rebajar cargas fiscales que contraen o limitan la productividad, porque lo que necesita España es más empleados y más  por empleado. Esta propuesta, acompañada con una reforma estructural de la carga fiscal sobre el trabajo y, por transferencia, sobre la empresa, de las más altas del mundo, es lo que le falta imperiosamente a la economía española, caracterizada por su baja productividad, como se puede ver en el gráfico de renta per capita comparada: 





En el que aquí edito, se ve el PIB per capita de varios países desde 2002. España es el de línea punteada. Los valores a precios constantes están en dólares, lo que creo que no afecta a la reflexión. 
Lo primero que sobresale es la diferencia notable de nivel entre España y los demás. Esto me lleva a aquella frase estúpida y bochornosa de Zapatero en 2008, presumiendo de que iba a igualar a Francia y superar a Italia, ¿en qué? Sólo tendría sentido si fuera en renta per capita, y lo dijo justo antes de que estallara la crisis, que a diferencia de los demás países, nos hundió en un prolongado bache del que justo ahora nos hemos repuesto, recuperando el nivel de 2008 (parecido al de Italia).
Por lo tanto, otra cosa a reseñar es la diferencia notable de la crisis de España respecto a los demás países del gráfico, que pusieron proa a la salida mucho antes que España. 
En todo caso arrastramos un déficit permanente en nivel personal de renta, pese que en 1975, al morir el régimen anterior, nos las prometíamos muy felices con la democracia y sus efectos taumatúrgicos sobre la economía. ¿No estábamos todos tan cerca unos de otros en 1965? 
Pues sí, pero la brecha se ha ido agrandando, por variadas razones, la primera de las cuales es la productividad. La renta per capita es una medida aproximada, aunque no exacta, de la productividad (ésta es la cantidad de PIB por trabajador, la otra es la cantidad de PIB por población, pero es evidente que cuanto mayor sea la primera, más recursos hay para sostener un nivel de población).
La productividad, a su vez, depende de la innovación tecnológica, que aumenta el producto obtenido por trabajador, lo cual aumenta el Valor Añadido por empresa y, por ende, el beneficio y el salario. 
Mi reflexión es que el bache creciente es un fracaso de la economía española. Por mejor decir, de régimen institucional desarrollado desde la Constitución, que yo achaco personalmente al fracaso sin paliativos de las autonomías. Sé que hay muchos defensores, ¡todavía! de esta forma de sangría, y que tardarán años en cambiar. Pero me temo que mucho son chupóteros de una u otra forma de los miles de agujeros que hay en las tuberías del Estado. 

lunes, 21 de enero de 2019

Nuevas perspectivas geoestratégicas con el Brexit

El final de la II Guerra Mundial configuró el nuevo orden, que más o menos ha durado hasta hace poco. EEUU era la gran potencia, y los paises europeos occidentales eran sus aliados naturales; todos ellos se unieron formalmente en torno a la OTAN. EEUU hizo lo posible para reforzar esa alianza y a Europa, por ejemplo con el Plan Marshall, que la URSS desdeñó y obligó a desdeñar a los demás países del Este. La Comunidad Europea, luego la UE, tiene parte de su sentido estratégico en su alianza con EEUU en la OTAN, organismo de defensa que protegía a los paises europeos del aliento de la URSS en nuestro cogote. 
La caída del muro de Berlín y de los paises comunistas quitó casi todo su sentido a la OTAN, que ha venido sobreviniendo más mal que bien, gracias a la voluntad expresa de los paises europeos, sobre todo los nuevos miembros provenientes del antiguo comunismo, huyendo de los horrores del comunismo sovietico impuesto desde Moscú. 
La integración de estos países del Este - antiguo Pacto de Varsovia -, en la OTAN sentó muy mal en Rusia, que tras unos años titubeantes con Boris Yeltsin, llegado Putin se ha convertido en un poder militar hostil a Occidente, probablemente por el estrechamiento de su franja fronteriza que le permitían éstos países en torno a ella. 
La emergencia reciente de China no ha venido más que a complicar las antiguas alianzas estratégicas, y más desde que Trump está en La Casa Blanca. Trump no engaña a nadie y ya ha dicho que no se fía de los europeos, a los que desdeña como aliados - lógico si se tiene en cuenta que sólo Reino Unido ha mantenido un poder tecnológico-militar brillante, y que hay altas posibilidades de que salga de la UE. Reino Unido se alinearía con EEUU, como factor negociador de las nuevas alianzas, y Europa se quedaría en una posición totalmente decadente, por muchos esfuerzos que hiciera para construir un entranado militar suficiente. Países del Este como Polonia y Hungría se sentirían más a gusto junto a EEUU que en su posición actual en una OTAN a la que Trump está deseando darle la patada. 
Si eso llega a suceder, sobre todo si el Brexit sigue adelante, nos encontraríamos con una UE descompuesta y tironeada desde todos sus rincones, sin ningún valor fundamental para nadie, y con un triunfo de los grupos y partidos que están deseando romperla. La fragilidad de la Unión aumentaría exponencialmente.
EEUU se sentiría más libre para negociar un status quo a tres bandas con China y Rusia: una, como dice Enrique Navarro, nueva guerra fría a tres polos. Nosotros (Europa, pero especialmente España) no pintaríamos nada. Y no me vengan con vocación de neutralidad. Suiza es neutral porque le conviene a las potencias mundiales, no depende de la puerilidad de uno. 
 Ya dije ayer que la posición internacional de un país es básica para su tranquilidad y bienestar internos. Lo lógico es pensar que España se quedaría en satélite de no sé quién, porque la orientación de Estado en uno u otro sentido no está clara. Las palabras no bastan, y decir que pertenecemos a Occidente son palabras huecas si no hay hechos detrás, pero me temo que ni a los hunos ni a los otros les importa un pimiento la cuestión. Nunca nos ha importado la política exterior, y menos ahora que estamos ensimismados con las Autonomías, Andalucía y sus elecciones (¡creen ha cambiado algo!) y las próximas elecciones autonómicas y locales de mayo. 
Es lógico que cuando el poder se dispersa el interés común disminuya. Pues eso. No se ha sabido compartir autonomías con intereses de todos, y así nos va. 
En todo caso, se acerca un mundo bien distinto al que conocemos, y para nosotros, en nuestra esquina europea, será un mundo - creo, y ojalá me equivoque - decadente. No me canso de repetirlo: Ojalá esa decadencia sea lenta. 

domingo, 20 de enero de 2019

¿Son necesarios los políticos?

Los políticos que tenemos son mentirosos, cortoplacistas, verborreicos, estúpidos si juzgamos por lo que dicen... no se angustien, pasa en todas las partes del mundo desarrollado, en mayor o menor medida. 
Pero podemos preguntarnos si son necesarios. 
Si hay políticos, tal como los he definido, es que hay democracia, si no, es que hay un señor dictador que asume todos los poderes. Ergo, si queremos democracia, tiene que haber políticos. Podemos mejorarlos un poco con una ley electoral más adecuada, que obligue a elegir personas, no paquetes de personas. También mejorarían reduciendo la enorme y dislatada capacidad de decisión que tienen las autonomías. 
A mí me gustaría menos actos solemnes, donde a los políticos se les calienta la boca y se van por los cerros de Úbeda, pero creo que es lo único que les gusta a ellos. Inauguraciones, encuentros con políticos extranjeros, o de otras Autonomías a falta de ello, y viajar mucho, inútilmente, porque luego en la conferencia de prensa conjunta apenas hablan de lo que han acordado. Generalmente acuerdan seguir hablando en un futuro próximo, sin más concreción. 
Una parte de este panorama se debe a que la gente confunde a los políticos con estrellas de cine y Tv, que no tiene nada que ver. También tienen la culpa los periodistas, que son todos miembros de una escudería que les compele a tener la mente nublada y defender sin fisuras a unos políticos y atacar ferozmente a los otros. No esperen otra cosa. 
Este machihembrado político-periodista es muy característico de España. Así se van formando las firmes mesnadas de cada escudería, que difícilmente cambia su voto por razones de orden práctico, que debería ser el objetivo principal. 
Se podría mejorar, pero ya digo que lo más importante sería desligar el voto de unas siglas y votar a personas a quien se les pudiera exigir responsabilidades, y más coordinación del Estado Central con las Comunidades, con éstas siempre supeditadas a la política nacional. 
En España, siempre ha sido característico que a los votantes y sus políticos les importe una higa la política exterior, cuando la verdad es que la posición de la nación en el concierto internacional es clave para el bienestar interno. El respeto a una nación está en relación directa con lo que sienten sus ciudadanos de sí mismos y de su bienestar. El particularismo local, que llamaba Ortega y Gasset, es muy fuerte en España y crea una fuerza centrífuga muy fuerte, en contra del interés por el exterior. 
Podemos decir que en España los políticos son demasiado localistas, los partidos cerrados y cerriles, consecuencia de la centrifugación estimulada por el diseño territorial... Esto ha dado lugar a una confrontación explícita de unas entidades contra otras, por encima del interés nacional, aparte del separatismo que definíamos en el post anterior como nuestro talón de Aquiles, que no es sólo Cataluña: Val Nivardo y Baleares están haciendo una política de inmersión lingüística “fuerte”, que exige a sus médicos saber la lengua local, cuando éstabnunca ha sido prioritaria. 
Pero la verdad es esta: los políticos verborreicos son una consecuencia de la democracia, y la ausencia de una dictadura. Luego podemos decir que son inevitables si deseamos lo uno y no lo otro. Para refinarlos, dependemos de ellos, lo cual levanta un fuerte escepticismo sobre qué se pueda hacer. Ellos tienen la sartén por el mango, con la que se arrean granos sartenazos, pero prefieren eso a un orden más racional. Es difícil que haya nunca unas elecciones tipo Francia, cuya finalidad es elegir a una persona. Pero esto lo impuso un dictador benévolo, De Gaulle, al crear la V República que remplazó a la IV, una partiticracia parecida a la nuestra de ahora. Es decir, las cosas estaban tan mal que todos se pusieron de acuerdo para recurrir a él y su patriotismo y pusiera las cosas en orden. Hubo como una suspensión de los políticos transitoria, tras la cual se pusieron otra vez a hacer política pero con nuevas reglas. La V República lleva desde 1958 funcionando correctamente, sin grandes cambios. 
Así que a veces hace falta suspender el orden seudo democrático, y que un dictador benevolente arregle las cosas con el consenso de todos, porque ellos por sí solos no son capaces: las propias reglas vigentes les empuja a enfrentarse en temas con una visión cortoplacista, de ganar elecciones que se encadenan una a otra con menos de cuatro años vista. 


viernes, 18 de enero de 2019

Nuestro talón de Aquiles

Recomiendo encarecidamente el artículo de Gabriel Tortella con ese título, en ElMundo, que es un retrato bien plasmado de nuestra España hoy, especialmente respecto al secesionismo. Tortella cifra la causa de tan grave daño en le actitud de PSOE. Destacó su último párrafo, aunque bien vale el placer de leerlo entero.

El PSOE cuenta con el apoyo de simpatizantes de indudable valía intelectual. ¿Dónde está la crítica amiga que trate de fortalecer el fuste ideológico de un partido que parece ir a la deriva y que puede terminar como su homólogo francés? El largo mandato de Zapatero fue ya un ensayo general del naufragio que amenaza al socialismo español. La aventura de Sánchez puede acarrear el hundimiento definitivo del partido, y la desmembración de España. Puede resultar nuestro talón de Aquiles.

Terribles palabras premonitorias que suscribo plenamente. Nos negamos a creer lo que cada vez es más evidente, y es que vamos corriendo marcha atrás hacia el abismo. Que España se rompe, Cataluña se nos va, y probablemente el Pais Vasco también. Que las consecuencias pueden ser tremendas e incalculables. Todo Garcías a un gobierno frívolo, a diferencia del anterior, que fue débil, y al anterior, igual de frívolo. 

miércoles, 16 de enero de 2019

Brexit contra Europa

Lo único razonable que he leído sobre este peliagudo asunto que, francamente, me ha derrotado, es el artículo de Paul Krugman  nada sospechoso de estar a favor del Brexit. Todo lo demás, son prejuicios a favor o en contra de Inglaterra, Pérfida Albión, o del proyecto europeo, como si tuviera algún futuro que no fuera errante, pues nació - como Lee Marvin en aquella magnifica película de buscadores de oro (“La leyenda de la ciudad sin nombre”), “bajo una estrella errante” -. (O aquí. )
Europa está bajo una estrella errante, aparentemente dirigida por unos hombrecillos que saben lo que hacen. Esos hombrecillos sólo saben joder a los demás, como se ha demostrado en este caso que nos ocupa: el Brexit, cuanto peor para Inglaterra, mejor. Que se jodan. Pero la verdad es que Europa tiene tanto o más que perder. Mucho que perder si un país tan importante dice que se quiere ir del tinglado. 
Del otro lado, del lado de Reino Unido, lo único que ha habido es una prevención de décadas contra el poder desmedido de una burocracia que no representa a nadie, y un intento de librarse de ella por las buenas. Ahí ha intervenido una mediocridad infame, May, pésima dirigente - No es Margareth Thatcher, obviamente -, que estaba mal elegida para el trabajo, pues ella votó no al Brexit. Tenía que haber dejado su puesto a otro. 
En todo caso, en este póker Reino Unido lo ha hecho tan mal que está a merced de los burócratas, encantados de que la soga este en el cuello del oponente. Solo Merkel se ha mostrado comprensiva y ha pedido un plazo más largo para negociar. 
Yo, parafraseando a Marx - Groucho por supuesto - “No quiero pertenecer a un club donde no soy libre para irme”, y eso es lo que ha pensado Inglaterra, cuyo único error fue entrar por un complejo que hace doscientos años llevó a sus “progres” de entonces a declararse napoleonistas y desear la victoria de éste en Waterloo. ¿No llevamos algunos haciendo lo mismo con la URSS y Stalin desde hace un siglo? 
Todos somos esclavos de nuestras ideas, generalmente errantes, como la estrella de Lee Marvin. Pero él lo reconoce y toma el camino contrario a la caravana de paletos. Ésta va detrás de los burócratas, que les canta nanas para que sigan su destino de paletos. 
Se me puede acusar de tener preferencias por Inglaterra. Sí, las tengo. Inglaterra tuvo un papel fundamental durante los dos primeros años de la II Guerra Mundial, resistiendo a Hitler y a los derrotistas que querían pactar con Hitler. Sólo Churchill supo convencer al país de que negociar con ese maniaco acabaría con Inglaterra, como se demostró después en el continente. Las tengo porque además es donde nació la democracia que intentamos en Europa imitar pálidamente. 
Hay que leer 1984 de Orwell para saber a donde nos llevan. 

viernes, 11 de enero de 2019

Un fantasma recorre Europa

Un nuevo fantasma recorre Europa, pero al contrario del que anunciaba Marx en su “Manifiesto comunista (1848)”, no es el Comunismo. Es una nueva derecha que recoge la hartura de mucha gente contra el europeismo decadente, burocrático, impotente, que no ha podido vencer a las fuerzas latentes de las soberanías nacionales. Ahora estas fuerzas explotan en todos los países, incluso en España, donde había estado durmiente cuarenta años. Por primera vez en décadas, ya no se orientan a la izquierda. El factor de más peso es el soberanismo. 
La crisis ha hecho mucho por despertar esta fuerza, obviamente. Europa se ha dormido frente a la crisis, no ha sabido ofrecer soluciones. Se ha dejado llevar por la impotencia. Mientras EEUU, una Nación, con todos los ingredientes de nación, puso en marcha fuerzas poderosas que vencieron a la crisis, Europa se ahogaba en la impotencia. Ni soluciones ni ayudas; sólo reproches a sus propios miembros mientras les obligaba a no ceder ante las peticiones de los más necesitados. 
El resultado parecía que iba a ser un resurgimiento de la extrema izquierda, pero no ha sido así. De Norte. Sur, de Este a Oeste, lo que puja por salir y aliarse es una nueva extrema derecha. 
Quizás, quizás, si se hubiera hecho caso a De Gaulle con su proyecto de la “Europa de las Naciones”, las cosas hubieran sido bien distintas. Pero se prefirió una Europa burocrática e ineficiente, de la que se apoderó Alemania con el malhadado Masstricht al ser la única que no sufrió las desventuras de euro, todo lo contrario. El euro la hizo más fuerte que nunca, la hizo la única nación mundial más acreedora que China, gracias a que el euro la impidió apreciarse, y esa devaluación frente al resto de Europa potenció su competitividad “natural”. 
Hasta Maastritch la Comisión era el ejecutivo de Europa. Desde entonces, ha pasado a ser un mero subalterno de Alemania. Alemania, con su dominio de los votos del Consejo europeo, y su potencia económica exultante (y de dudosa legalidad, pues su excedente exterior es demasiado grande a criterio de la Comisión) no tiene problemas para imponer sus preferencias. 
Pero a la vez que surgían los nuevos movimientos nacionalistas de los miembros de la UE, Alemania ha dado muestras de flaqueza ante el empuje de su propio nacionalismo interno. Las próximas elecciones alemanas ya no darán la victoria a una Merkel, y ya veremos la fuerza de los nuevos partidos nacionalistas. Sólo podemos esperar que sean nacionalistas a secas, no nazionalistas
Vox pertenece a ese movimiento, tardío en España, como siempre. 
Europa se ha convertido en el problema, cuando sigue anunciando orgullosa y ridículamente que es la solución. No es la solución porque no se ha enterado de que ya no le queda ningún poder para imponer un criterio que ya no tiene. Está desorientada, y como un viejo carcamal, sólo sabe enrabietarse y amenazar inútilmente. Antes era donante de frutuosas ayudas que se recibían en los paises del Sur y del Este como promesas de un flujo continuo y creciente de donaciones, que eran bendecidas tanto más cuánto el pais recipiente era más pequeño, caso de Irlanda, por representar la donación un mayor porcentaje de la población. 
Pero ya no sirve. La crisis ha encogido esas donaciones, y además Europa ha exigido a los paises que se aprieten el cinturón, en un momento de crisis cuando lo que convenía era una política keynesiana de endeudamiento. Pero no existían estructuras políticas para organizar eso centralizada y ordenadamente, pues Alemania se opuso. Impuso su “Ordoliberalism”, una forma de economía particular e intransferible, sólo conveniente a ella. Sigue sin haberse reformado políticamente Europa para que actuara como una nación, cosa por otra parte que se antoja imposible. Ergo, Europa ha alcanzado sus límites. De ahí el fuerte movimiento de la derecha y extrema derecha contra la burocracia socialdemócrata, pero inane, europea, cada vez más hueca. 
Dentro de poco, será Europa la que exija más dinero de los paises, pero éstos estarán gobernados por partidos francamente hostiles. Lo más que se puede esperar es una vuelta a la idea De Gaulliana, de una Europa de la Naciones que comparten intereses comunes. Eso exigiría cambios profundos en las instituciones, vaciamiento de las existentes y nuevas formas de poder. En todo caso, de nuevo se pondrá de manifiesto que las fuerzas soberanas serán las que manden, pero de forma distinta y con alianzas desconocidas hoy. 
Parece que al señor Yaveh no le ha gustado nunca el proyecto europeo, demasiado Mason y orgulloso, como la Torre de Babel, que deshizo de un manotazo y desde entonces confundió a los hombres con lenguas distintas, para que no pidieran ponerse de acuerdo. De Gaulle debía saberlo, y por eso nunca quiso arrimarse demasiado a la idea de una Europa totalmente unida. Simplemente, no se lo creía...
Nada será igual. Vayan haciéndose a la idea. No esperen cambios civilizados. Algunos de éstos movimientos no los prometen. ¿El Euro? Quien sabe, pero más bien en la cuerda floja. Su futuro dependerá de otros, no de Merkel u Macron. Éste, por cierto, ha fracasado e sus planes de más Unión. Lo menos malo e incierto sería quedarnos como estamos. Pero no parece probable. 
Permítanme, para terminar, que me sonría de las teorías conspirativas, que ven todas estas cosas dirigidas por la masonería internacional, ésta en manos de Putin, Trump, Soros, Valls, etc. El problema que veo a esta interpretación es que es facilona, porque ciertamente pueden existir estas conspiraciones, pero de ma misma manera los conspiradores seguramente van unos contra otros. 
La masonería internacional dominante, ¿está a favor o en contra del separatismo catalán? Lo digo porque Valls es masón, y sin embargo en sus manifestaciones es decididamente españolista, aunque es anti Vox, ya expliqué por qué. Vivimos tiempos de confusión, no creo que haya un plan clarividente en favor o en contra de Europa. Hay varios planes seguramente, tantos como partidos de derecha nacionalista, que se pondrán de acuerdo en un pacto de mínimos, pero no de máximos. 
Podemos contar sin dudarlo con una fuerza pro europea, que es la de que tienen activos en euros, y lucharán por la UE hasta el pitido final. Esta fuerza está unida, y de momento las guerras anti están desunidas. ¿Se unirán? Hay que tener en cuenta que cuando lleguen al poder se volverán conservadores respecto al euro, si su país tiene activos en euros, y al revés, si tienen deudas. En esto Alemania no ha medido sus fuerzas, y se puede encontrar con impagos de su enorme riqueza exterior. ¿Cómo penalizará a los paises díscolos? 
En fin, Europa se mueve económicamente en límites muy estrechos, y cuando parecía despegar, de nuevo se acerca a la recesión. Esto en realidad lo lleva haciendo desde Maastritch y el euro. 


PIB Europa frente a EEUU

Pero los que tienen la manija, de momento, no quieren reconocerlo. La manija es la manija, y mientras la tienen unos, no la tienen los otros. Podríamos hablar del fantasma de la ineficiencia, de la soberbia, del cambalache, del despilfarro, de la mezquindad. Pero supongo que eso se sobreentiende. 

jueves, 10 de enero de 2019

Sesenta años de comunismo. Una reflexión moral

La Revolución marxista leninista cubana ha alcanzado sus sesenta años de historia. Los cubanos no deben de estar para dar saltos de alegría. Por cierto, esto demuestra que con la complicidad de unos y otros, el estado catatónico de Venezuela puede durar sesenta años más, o ciento sesenta, depende. Cuba no parece enderezarse ni sus mandatarios tener ganas de hacerlo. Gracias a Obama pueden seguir así de aquí a la eternidad. Están en ese nivel de subsistencia policial del que no se ve salida por ninguna parte. 




El otro día, en el post “breves reflexiones sobre un gráfico” exponía la defectuosa evolución de España comparada con otras economías de nuestro entorno. Aquí hago lo mismo, incluyendo a España, con Cuba y Corea. 
En el gráfico siguiente podemos ver la renta per capita de los tres países, expresada en dólares:



España, que el otro día salía bastante mal parada, hoy resulta la Reina del cotarro. Tampoco  hace falta comentar demasiado lo que ya se esperaba. Corea del Sur, hasta los ochenta, estaba al nivel de Cuba. Su gobierno decidió dar un gran salto adelante modernizador, y en treinta años se ha puesto a nuestro nivel de PIB o renta per capita. El éxito es indiscutible. 
Mientras, Cuba, Gracias a su ineficacia absoluta marxista leninista, sigue arrastrándose por el suelo. Ergo, no hay excusa ninguna para un régimen corrupto que sigue vendiendo ideología, que no le sirvió más que para vivir un poco mejor de la ayuda soviética, hasta que ésta se hundió, lo que se nota en el gráfico bastante bien en torno al año noventa, cuando dejaron de llegar las ayudas que la URSS ya no podía mandar. 
Cuba decidió seguir el camino opuesto a Corea del Sur, y el resultado es claro. En Cuba sabemos que faltan muchos suministros de bienes básicos, de medicinas a alimentación, pasando por educación y cientos de bienes asistenciales, a pesar de que presumen de que “no hay ricos”. Más les valdría que los hubiera, y de paso productividad. 
Detrás de esto hay una reflexión moral que nadie se hace. Quien no permite que un país aproveche su dotación de recursos, y lo mantenga sesenta años en la pobreza, comete un delito de lesa humanidad. Desgraciadamente, la historia y el presente están llenos de de ejemplos tan tristes. 
Otra reflexión: no se puede esperar que la ética social brille en condiciones de precariedad tan perentorias. 

miércoles, 9 de enero de 2019

Manuel Valls

Manuel Valls es un político fogueado. Por eso sabe que tiene que demonizar a alguien, y ese alguien es Vox. La política no es sutil, y la lucha por el voto es lo menos sutil de todo. Hacen falta consignas fuertes, en pro y en contra. No importa que Vox tenga entre su recetario medidas que vendría muy bien que otros partidos hicieran suyas. Pero Manuel Valls necesita alguien a quien escrachear porque se ha alineado sin una fisura contra el nacionalismo, y precisamente esa misma postura de Vox le viene muy bien para “consignar” que él es antinacionalista, pero distinto de esos “ultraderechistas”. 
En un artículo de Manuel Planas nos cuentan una anécdota significativa. Cedo la palabra al autor:

Poco antes de anunciar su candidatura a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls cenó con un grupo de notables catalanes en casa del empresario Mariano Puig. Al encuentro, en mayo del año pasado, asistieron entre otros Josep Oliu, Emilio Cuatrecasas, Antón Costas, Narcís Serra, el notario López Burniol, editorialista de La Vanguardia, y el director de dicho medio, Màrius Carol. Todos se mostraron muy críticos con el proceso y el deterioro político catalán, como suelen hacer en privado y jamás en público.

Cuatrecasas adujo que la culpa era de Madrid, otro clásico de la alta sociedad catalana, e indicó a Valls que si quería presentarse a la Alcaldía de Barcelona más le valía olvidarse de la bandera de España y de manifestarse con Sociedad Civil Catalana. En ese punto, el ex primer ministro francés, que no está acostumbrado a que le digan lo que tiene que hacer, pegó un bote en la silla y acusó a los presentes de pasividad, si no complicidad, con el proceso nacionalista que ha destrozado Cataluña y manifestó que él se iba a presentar "por Barcelona, Cataluña, España y Europa". Sin complejos catalanistas.

Es fama que la filípica fue de órdago, una retrato cruel de la tonta burguesía que ha llegado a cortar la Diagonal al grito de "Els carrers seran sempre nostres", que patrocina el sistema mediático separatista y financió todos los disparates de Pujol, Mas y compañía con bastante más que el tres por ciento. Tenéis lo que os merecéis, vino a decir Valls a los estupefactos comensales, que tampoco están acostumbrados a que les canten las cuarenta.

El chorreo vino a confirmar que a Barcelona le podía sentar bien un alcalde extranjero para liberar a la ciudad del secuestro del proceso. Claro que Valls no es un guiri propiamente dicho. Nació en el barrio de Horta y pasó los veranos de su infancia y juventud en la ciudad. Sin embargo, que se manifestara en contra del proceso le convertía a ojos independentistas en una especie de marciano, algo así como un delegado del Gobierno en Cataluña natural de Murcia.

No tardarían en llegar las campañas mediáticas y los escraches contra el candidato, las acusaciones de fracasado, de trepa o de traidor, la hostilidad y los boicots en los actos públicos. La presión nacionalista fue tan eficaz que Valls pasó de denunciar el proceso a esconder la bandera de España y arremeter contra VOX. Es tal su desconcierto que ha llegado a comparar al partido de Abascal con el grupo de Torra y Puigdemont y compra todo el material averiado sobre VOX de la izquierda, del nacionalismo y de esa doble desgracia que es la izquierda catalanista, como si el problema de Cataluña lo hubiera creado un pequeño partido que defiende la unidad de España. O como si no le llamaran facha antes de que VOX sacara doce diputados en Andalucía imprescindibles para el PP y Ciudadanos, el partido que avala su candidatura. 

Sí, amigos, los catalanes “buenos” son así, están tejidos con esos hilos cada uno de cada casa, y no pueden dejar de pensar torcidamente. Es una larga historia mamada desde la infancia, y si éstos son los catalanes “fieles”, imaginen los otros. Ante esto yo no puedo más que decir, Bravo Valls; no decaigas. 
Otra muestra de fidelidad a sí mismo fue en el premio Nadal, cuando el ganador - un nindundi desconocido - aludió a los pobres presos políticos y a los lazos amarillos. Valls se levantó y le dijo a la Delegada de gobierno, presente en el acto, si no iba a hacer algo, por lo menos marcharse, que es lo que hizo él. Esto fue hace dos días, así que no creo que haya cambiado su pensamiento mucho. 
Mi reflexión va por la pobreza de la política, inevitable, y por el peso que puede representar Valls, considerable si tenemos en cuenta su carrera. A Barcelona y a nosotros nos vendría bien un toro así en esa cacharrería que es Cataluña. 
Eso sí, yo no pongo la mano en el fuego por ningún político, salvo que éste muerto y se hayan olvidado sus meteduras de pata, quedando sólo su encaje en la historia y su capacidad para torcer su curso hacia el infierno. Churchill, bien, y Roosevelt y también Lincoln, De Gaulle, Adenauer, Margareth Thatcher. Pero eso depende de muchas cosas, por mucho que ellos hayan hecho, entre otras cosas de la suerte. 
¿Por qué será que me pasa lo mismo con los escritores, que prefiero a los muertos? Quizás porque un escritor vivo es inaguantable. Los muertos en cambio han dejado lo mejor de sí mismos, y leer a un escritor muerto es como hablar con el pasado, algo que inexorablemente se extingue. Se revive una época siquiera pálidamente, pero que nos trae recuerdos que están, no se sabe por qué, en nosotros. Eso es la filosofía de la reminiscencia, de Platón, por la que tengo un gran respeto. Aprender es recobrar recuerdos que están pálidamente depositados en nuestras almas. 
Ya sé que es discutible, pero no puedo prescindir de ella. 

lunes, 7 de enero de 2019

Economía y animales de compañía

Esta mañana, volviendo a casa, he oído por la radio a un experto decir que España no llega al nivel de cariño a los perros y otros animales de compañía. “No llega, es así, y así hay que tomarlo”, - decía, para nada indignado, sino resignado, que es como hay que tomar estas cosas. 
No deja de ser curioso que junto a la diferencia de renta per capita que veíamos en el post anterior, haya esta coincidencia de menor aprecio por los animales de compañía. Hay estimación por lo que pueden aportar en servicios, como los perros de caza, pero no llegamos al nivel de los paises de renta per capita superior. ¿Curioso no, o es que hay una relación estrecha entre ambas cosas? 
A mí me gustan mucho los perros. Cuando voy a Francia he notado que en muchos restaurantes dejan entrar perros, al menos pequeños. También aquí nos pasamos en eso, porque la gente se empeña en tener perrazos y meterlos en restaurantes de 60 mº. También hay gente que tiene la funesta manía de tener perros peligrosos, incluso que matan personas, como ha sucedido hace poco. 
O sea, está todo manga por hombro. No hay una reglamentación precisa (además se incumple), pero no la hay seguramente porque a mucha gente le revienta el tema, por lo que sea. Por ejemplo, tenemos el argumento falaz, tipo catolico-progre, de que el dinero gastado en un perro se podría dar a los necesitados, sin tener en cuenta los puestos de trabajo que genera este sector. A mí no me han dejado entrar con mi perro por lo que podrían decir otros clientes. A veces yo prohibiría entrar a los niños, que ahora están más maleducados que nunca, chillan como bestias, y sales estresado.
El caso es que me ha chocado la voz resignada del especialista, “las cosas son así, “España no llega en el amor a los animales como en otros países”, y resulta que parece que hay una relación renta pc-simpatía por estos. Curioso, que el nivel de renta determine la estima de los animalitos. ¿O será al revés? No creo.
Yo tengo comprobado que el amor a los perros es espontáneo desde niños, a menos que a éstos se les haya influido para lo contrario. Por lo tanto, creo que hay un impulso emocional positivo dentro de nosotros por los perros y otros animales. Recomiendo la lectura de “Mi familia y otros animales” (y muchos otros libros del autor), de George, el hermano del famoso escritor Lawrence Durrell (inmerecida fama en mi opinión), para descubrir un mundo nuevo de relaciones con los animales. 
Es curioso contextalizar esto en el debate de los animalistas, que quieren acabar con los toros y otras tradiciones. Desde luego son dos sectores sociales radicalmente distintos, creo. Pero no quiero entrar en este debate porque estoy dividido: aprecio los toros por su belleza, pero me parte el corazón verlos sufrir, por mucho que me digan que sin la Fiesta no existirían. Además, no me imagino teniendo un toro en casa. 
Volviendo a lo de la Renta, recuerdo un comentario de aquel famoso político socialdemócrata sueco, Olof Palme, que paseando un día por Paris, vio que de una ambulancia bajaban a una anciana, y un mozo le llevaba el loro al lado, en una jaula. Reflexionó el político de izquierdas: “no alcanceremos una socialdemocracia verdadera mientras nosotros no seamos capaces de ingresar a una persona con su animal de compañía”. 
Naturalmente, sería inviable financieramente, como lo es todo sistema hoy en día. Pero no le faltaba razón en la reflexión estimativa. 
En resumidas cuentas, lo que llamo el decalage de renta del gráfico del post anterior (“Breves reflexiones sobre un gráfico”) tiene indefinidas relaciones con muchos aspectos, denostados o apreciados, y ahí están para condicionar lo demás, incluso el decalage de renta. ¿O es otra diferencia cultural que nos distingue? 

sábado, 5 de enero de 2019

Breves reflexiones sobre un gráfico

Es curioso lo que un gráfico puede enseñar y demostrar. En el que aquí edito, se ve el PIB per capita de varios países desde 2002. España es el de línea punteada. Los valores a precios constantes están en dólares, lo que creo que no afecta a la reflexión.




Lo primero que sobresale es la diferencia notable de nivel entre España y los demás. Esto me lleva a aquella frase estúpida y bochornosa de Zapatero en 2008, presumiendo de que iba a igualar a Francia y superar a Italia, ¿en qué? Sólo tendría sentido si fuera en renta per capita, y lo dijo justo antes de que estallara la crisis, que a diferencia de los demás países, nos hundió en un prolongado bache del que justo ahora nos hemos repuesto, recuperando el nivel de 2008 (parecido al de Italia).
Por lo tanto, otra cosa a reseñar es la diferencia notable de la crisis de España respecto a los demás países del gráfico, que pusieron proa a la salida mucho antes que España. 
En todo caso arrastramos un déficit permanente en nivel personal de renta, pese que en 1975, al morir el régimen anterior, nos las prometíamos muy felices con la democracia y sus efectos taumatúrgicos sobre la economía. ¿No estábamos todos tan cerca unos de otros en 1965? 
Pues sí, pero la brecha se ha ido agrandando, por variadas razones, la primera de las cuales es la productividad. La renta per capita es una medida aproximada, aunque no exacta, de la productividad (ésta es la cantidad de PIB por trabajador, la otra es la cantidad de PIB por población, pero es evidente que cuanto mayor sea la primera, más recursos hay para sostener un nivel de población).
La productividad, a su vez, depende de la innovación tecnológica, que aumenta el producto obtenido por trabajador, lo cual aumenta el Valor Añadido por empresa y, por ende, el beneficio y el salario. 
Mi reflexión es que el bache creciente es un fracaso de la economía española. Por mejor decir, de régimen institucional desarrollado desde la Constitución, que yo achaco personalmente al fracaso sin paliativos de las autonomías. Sé que hay muchos defensores, ¡todavía! de esta forma de sangría, y que tardarán años en cambiar. Pero me temo que mucho son chupóteros de una u otra forma de los miles de agujeros que hay en las tuberías del Estado. 

viernes, 4 de enero de 2019

Jorge de Esteban

Magnifico artículo de Jorge de Esteban  sobre los motivos urgentes que debe atender Sánchez para convocar elecciones ya. Todos los españoles se hacen una idea de esos motivos, cuando el setenta por ciento dice querer elecciones ya.
Sánchez está gobernando gracias al apoyo de Podemos y de los secesionistas, que quieren un gobierno lo más débil posible para así poder romper España. Podemos quiere echar al rey, pieza clave de la Constitución, y los secesionistas quieren una España rota para poder declarar la independencia. 
No es ninguna broma el riesgo que representan ambas intenciones. No solo para España, sino para Europa: la disolución de el Estado actual sería un problema explosivo para Europa. El rey no se puede ir sin provocar un enorme agujero en el entramado estatal. Probablemente, el resultado sería una República de extrema izquierda y una independencia después de Cataluña y el Pais Vasco, y lo demás, una total incertidumbre. Unos territorios querrían tomar trozos de otros, y sería difícil evitar una guerra “cantonal” como la de 1873. Pero esto es pura conjetura, salvo lo De la guerra, porque el conflicto civil sería inevitable. 
Artículo que merece ser leído minuciosamente porque Jorge de Esteban fue uno de los “Padres” externos de la Constitución, por las veces que fue consultado. 

jueves, 3 de enero de 2019

El movimiento Gilets Jaunes. Macron es idiota

He mirado la movida de París contra la subida de los precios de la gasolina como quien oye llover. Soy medio francés y sé que estas movidas son solo viento y ruido, o ruido de viento. Algo a lo que los gabachos son muy aficionados, a romper el mobiliario urbano por motivos diversos. 
También hay que tener en cuenta que para los periodistas del mundo es muy atractivo ser enviado a cubrir una noticia como ésta, a Paris, Mmmmmm, en este otoño tan soleado y donde los hoteles son tan caros, pagados por el periódico, anda jefe, porfi, le hago lo que quiera debajo de la mesa... ¡vive Paris, vive l’amour, ah, mon Ami, las gabachas... 
Así que todo se ha juntado. Pero esta vez los gilets jaunes (chalecos amarillos) tenían razón, ¡coño! 
Al idiota de Macron (ver https://youtu.be/EOVzKQU6aV0) no se le ocurre más que subir los impuestos de la gasolina cuando el petróleo está cayendo a plomo, para gran disgusto de la industria, como se ve en el gráfico:




Una subida de impuestos cuando el previo cae es imponer una subida y distorsionar el mercado, donde la demanda está cayendo. 
A quien se le ocurre si no es al chorlito éste que sólo sabe posar en las fotos y enfadarse con los periodistas. A ver, es que Sánchez I el torpe, ¿ha subido los impuestos de la gasolina? NO. Ha aprovechado la caída del petróleo para montar más en el Falcon, que es un placer. Y no ha dado el coñazo a nadie. Ha ahorrado a los españoles miles de euros, aprovechando la coyuntura favorable. Eso es actuar con cabeza (de chorlito, al fin y al cabo, pero cabeza).
Y eso obliga, también, a mandar al periódico noticias, que si hace falta se fabrican como demostré en “Distorsión malintencionada”. Paris era una fiesta. 

Al final de la escapada, el muro de la Deuda

El Fondo Monetario Internacional nos recuerda el dato más inquietante, ahora que los indicadores apuntan hacia abajo, a un enfrianiemto o una recesión: la deuda total acumulada en el mundo. Vean gráfico,



No tiene matices posibles. ¿Donde está el punto crítico? Cuando suba el tipo de interés hasta que esa deuda empiece a ser imposible de satisfacer. Cuando intereses y amortizaciones obliguen a vender activos para ello. Eso bajará el precio de los activos, lo que puede, en algún momento, disparar el pánico, que fue lo que pasó en 2008, según Ben Bernanke. 
Fíjense en lo que ha subido al deuda desde entonces. Quizás unos párrafos del FMI ayuden a completar la información: 

“La deuda global ha alcanzado un máximo histórico de $ 184 billones en términos nominales, el equivalente al 225 por ciento del PIB en 2017. En promedio, la deuda mundial ahora supera los $ 86,000 en términos per cápita, lo que es más de 2½ veces el ingreso promedio por -capita.
Las economías más endeudadas del mundo son también las más ricas. Puedes explorar esto más en la tabla interactiva de abajo. Los tres principales prestatarios del mundo, Estados Unidos, China y Japón, representan más de la mitad de la deuda global, superando su participación en la producción mundial.
La deuda del sector privado se ha triplicado desde 1950. Esto lo convierte en la fuerza impulsora detrás de la deuda global. Otro cambio desde la crisis financiera mundial ha sido el aumento de la deuda privada en los mercados emergentes, liderada por China, que superó a las economías avanzadas. En el otro extremo del espectro, la deuda privada se ha mantenido muy baja en los países en desarrollo de bajos ingresos.
La deuda pública global, por otro lado, ha experimentado una especie de reversión. Después de una disminución constante hasta mediados de la década de 1970, la deuda pública ha aumentado desde entonces, con las economías avanzadas al mando y, en los últimos tiempos, seguida por los países en desarrollo emergentes y de bajos ingresos.”

martes, 1 de enero de 2019

¿De verdad será China el sucesor de EEUU en el liderazgo mundial?

Parece natural una respuesta afirmativa, pero yo nunca lo he creído del todo, a pesar de las estadísticas prospectivas que afirman que sí. 
China es una gigantesca economía con pies de barro. Si miramos a la evolución de EEUU hacia su lugar privilegiado, desde luego China no se le parece nada. Para empezar, China se benefició del empeño de los americanos en contrarrestar a la la URSS con un nuevo aliado, y desde luego lo consiguió, aunque ahora no es tan aliado. En todo caso, el proceso al alza de China partió con esa ventaja. 
Pero es que China nunca se convirtió en un país capitalista, sino en uno estatalista, y cada vez más. Eso quiere decir que las decisiones económicas, macro y micro, se toman en el Comité Central, y por muy poco liberales que seamos, debemos reconocer, como decía Hayek, que los estados nunca tienen la información suficiente para saber cómo va a ser el futuro, lo que les impide decidir las cantidades y precios de cada bien y servicio producido, en cada momento, sin cagarla. Generalmente, cuando sucede eso no se rectifica, sino que se intenta tapar el fallo con un desacierto mayor, lo que lleva a una acumulación de desvíos del punto de equilibrio. 
Pero entonces, ¿por qué ha durado tanto el crecimiento cuantioso de China?
Yo diría, para empezar, que no me fío de las estadísticas producidas por el mismo centro de poder. Pero, aún dándolas por buenas, traslucen una serie de fallos de los que hablaba. Además, otra cosa que China hace es aprovechar su dictadura para ahorrarse un montón de gastos sociales que son inevitables incluso en un país tan capitalista como EEUU. Gastos, por ejemplo, contra la contaminación, con su industrialización sin tasa y sin control, que tarde o temprano pasará factura. Según me han dicho los visitantes de China, en Beijing no se puede respirar. 
Por ejemplo, Martin Wolf, escéptico también en esto, dice en el Financial Times, 

Hay dos argumentos poderosos por los que este punto de vista resultará erróneo: primero, China tiene un gran potencial para continuar la puesta al día en los niveles de productividad de los países más avanzados; y, segundo, tiene una capacidad probada para generar un crecimiento rápido sostenido... Al igual que en Japón en la década de 1980, las políticas de inversión ultra alta y rápida acumulación de deuda, que hicieron que China creciera tan rápido después de la crisis financiera de 2008, la hicieron vulnerable a una fuerte desaceleración.

De manera crucial, la tasa de inversión de China, del 44% del producto interno bruto en 2017, es insosteniblemente alta. Esta extraordinaria tasa de inversión mantuvo el crecimiento de la oferta y la demanda después de la crisis de 2008. Pero el stock de capital público de China ya es mucho mayor que el de Japón, con ingresos per cápita comparables. La desaceleración de la formación de hogares urbanos significa que ahora es necesario construir menos viviendas nuevas. No en vano, los rendimientos de la inversión se han derrumbado. En resumen, el crecimiento impulsado por la inversión [en zona de rendimientos marginales decrecientes] debe llegar a un final temprano.

Debido a su tamaño, China también se ha visto afectada por el crecimiento impulsado por las exportaciones, a un nivel de ingresos per cápita más bajo que otras economías de alto crecimiento de Asia oriental. La guerra comercial con Estados Unidos subraya esta realidad. La población china en edad de trabajar también está disminuyendo. Dado el enorme aumento de la deuda, sostener un rápido crecimiento será muy difícil.

Todo esto no es más que un reflejo de los fallos del dirigismo, mucho mayores de lo que se cree, cuando las empresas privadas son privadas sólo de nombre. Una cierta intervención macroprudencial del estado es ineludible, pero lo de China rebasa todas las líneas, lo que lleva al despilfarro. De ahí que no me crea por ejemplo las estadísticas de crecimiento y de productividad.
China y su éxito me recuerda al éxito de España en los años sesenta. Una economía dirigida que crecía con gran fuerza por una serie de factores. Es verdad que lo que consiguió aquella administración, mayormente dirigida por el Opus, fue prodigioso, pues puso el PIB per capita al nivel mayor de la historia respecto la media de la Comunidad Europea, que entonces eran los 6 países más prósperos, con un paro inexistente. Pero no podía ser eterno. Había que hacer de España un país más capitalista con menos fallos debidos al dirigismo, y eso ni fue fácil, ni exitoso, la verdad, como expliqué en mi artículo “Del franquismo a la Transición, ¿por qué del éxito a la mediocridad?”. Porque el problema no es el éxito económico del Franquismo, indisputable, sino el fracaso posterior, también indisputable. 
El dirigismo tiene sus límites, y China es un país centralista y dirigista. Esto supone manipulación de precios y cantidades, que no sirven de guía para los productores sobre dónde está el beneficio. Ese beneficio que sale en la contabilidad de China es mosqueante, y, como dice Wolf, su dependencia de las exportaciones retrasa sine die el aumento del PIB per capita. En suma, muchas, millones de decisiones, no pueden centralizarse sin cometer errores de bulto, y una confusión entre bienes privados y públicos que alguna momento pasará la factura, agigantada por una deuda que hasta ahora ha tapado esos fallos.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Judaísmo

Hay en El Mundo una entrevista con Jon Juaristi que trasciende los típicos temas del separatismo, aunque los trate. Se trata del judaísmo, de la visión que tiene de esa cultura. Según Juaristi, el judaísmo es la única religión atea del mundo, pues su centro es la Tora, la Ley (por supuesto dictada de Yaveh), pero siendo éste un ser indefinible. 
Yo siempre he sentido más simpatía por el antiguo que por el Nuevo Testamento, por cierto, como fray Luis de León, aquel enorme poeta de nuestra literatura, que tan grandes interpretaciones hizo del AT, como “La perfecta casada” y “De los nombres de Cristo”. Yo tengo para mí que Fray Luis no fue beatificado por ser considerado demasiado judaizante, razón por la que fue perseguido sañudamente por la Inquisición. La poesía de Fray Luis de León es una de las más altas glorias de España, y en el fondo agradezco que la Iglesia le haya mirado con suspicacia, al contrario que a Santa Teresa y San Juan De la Cruz. Aunque sólo sea por ese atisbo de heterodoxia que le sienta tan bien.
El caso es que el judaísmo es una religión de las más abiertas del mundo, porque los judíos tienen el derecho, casi la obligación, de indagar sobre ese ser llamado Yaveh que les dejó la Torá. Sin ningún límite ni cortapisa, cada uno puede tener y decir su visión de Yaveh. 
Esto les ha dado como etnia un gran afán de aprender y saber, de indagar, que se ha transmitido de generación en generación. Cuando los judíos dejaron de estar proscritos y perseguidos, demostraron una gran sensibilidad  y afán de siembra cultural. El cine americano, por ejemplo, es incuestionablemente judío, hecho por empresarios y artistas judíos. Creo que EEUU no sería igual sin los judíos, que probablemente han vivido allí su mejor momento cultural. Su aportación a la cultura de EEUU en múltiples aspectos es fecunda, gracias a lo cual la cultura del siglo XX está dominada sin duda por ese país, desde la música (sin menospreciar la música negra) a la literatura, pasando por el cine, y otros aspectos de la vida cotidiana en los que han influido significativamente, además de las ciencias, en las que han aportado grandes avances, que les ha valido muchos reconocimientos, premios Nobeles, por ejemplo. 
Por eso he considerado tan admirable el misterio que se esconde detrás de esa religión sin un Dios definido, practicada, como dice Juaristi, por muchos ateos. Sí, “practicada por muchos ateos”, bien dicho. Quizás la única en el mundo, aparte de esas religiones orientales, como la japonesa, o la China de raíz confuciana. 
Pero la creatividad del judaísmo es única, y me pregunto cuánto durará, pues el antijudaismo está latente en todo el mundo, confundiendo ese judaísmo con Israel. Israel no puede ser judío en ese sentido porque como Estado está amenazado y tiene que defenderse constantemente contra sus enemigos. Difícil que quede margen para la creatividad, aunque la tiene, ciertamente. 
Quizás los judíos sean más fructíferos integrados en otras naciones que les dejen suficiente Libertad para desarrollar su impulso a la indagación y la creatividad. Ahora bien, Israel desarrolla aquí un papel crucial, aunque intangible, de Faro para los judíos del mundo que, integrados en otras culturas, miran con Fe hacia sus raíces. 

sábado, 29 de diciembre de 2018

Inanidad del Parlamento

Una de las muestras de la inanidad de nuestro sistema político es la distancia cada vez mayor entre lo que piensan los políticos y la ciudadanía en el avatar de las pensiones en el Parlamento, que ya han tomado un rumbo decidido a romper con la razonable reforma de 2013 e ir a un sistema mucho más endeudado, o descapitalizado, que lógicamente tendrá sus días contados. 
Sin embargo, ahora todos los partidos, a cual más débil, se aferran curiosamente a lo mismo, para no desmarcarse lo más mínimo de los demás en cuestiones que pueden ser tabúes electoralmente. 
Uno de esos temas tabúes es el de las pensiones. El PP ya había roto él mismo con su reforma de 2013 (que iba en un sentido financiero más sostenible) al pactar con el PNV para sacar el PTO, operación que le salió rana con la moción de censura de Sánchez. 
Éste ha presentado su programa de pensiones para el año que viene que se ajusta a la última propuesta del PP. Deberían todos reflexionar de qué sirve rendirse ante los demás partidos que al final te hacen trizas y comerte tus propuestas. 
Si quieren una descripción asequible y detallada del tema les recomiendo el artículo de D. Soriano. Mi intención es destacar la aberración financiera creciente que supone aumentar el crecimiento de los gastos en pensiones, especialmente las no contributivas, (que aumentan un porcentaje doble que las contributivas), y una tasa media de revaluación cada vez menos relacionada con lo que se ha pagado, como se puede ver en el cuadro del artículo citado:


Como dice la cabecera del cuadro, las pensiones son cada vez menos contributivas en dos sentidos. Los aumentos de las propiamente no contributivas es cada vez más alto; ¿por qué? Porque es más progre, o más cristiano, a saber. Además, la distancia entre las máximas y mínimas se reduce por el efecto de que las maximas están cada vez más calculadas sobre una base más pequeña, como se puede ver en las filas naranjas. 
Esto, como dice Soriano, inducirá una reacción de los contribuyentes inevitable, 

Aunque los políticos esconden de forma sistemática este hecho (es imposible encontrar a alguno que haya explicado esta realidad en los últimos días), a empresas y trabajadores sí les afecta. Quizás no se den cuenta el primer día, pero poco a poco, unos y otros ven que los costes laborales (cotizaciones) suben, pero no lo hace ni el neto mensual que llega a la cuenta bancaria del empleado ni su posible pensión futura, que está capada por arriba. En Libre Mercado ya lo hemos explicado en otras ocasiones: los incentivos son muy claros y apuntan a desengancharse del sistema (vía trabajo por cuenta propia, cobrando parte del sueldo en especie, buscando trabajo en el extranjero para los trabajadores más cualificados…). Eso sí, si esto se generalizara, las consecuencias serían dramáticas desde el punto de vista de la sostenibilidad de las pensiones.

Por eso, no es de extrañar que este palo a las bases de cotización haya venido acompañado de un aviso a navegantes en forma de incremento de las multas para los falsos autónomos. Porque además, la subida de las bases mínimas no afectará a este colectivo. De esta manera, tanto por la parte de arriba de la escala salarial como por la inferior, se ha abierto un enorme incentivo para que empresas y trabajadores busquen opciones alternativas a la clásica relación laboral por cuenta ajena. A unas les sale rentable porque pagan menos; a los otros, porque cobran más y el derecho a una pensión futura que pierden cada vez está menos relacionado con lo que aportan (y eso sin entrar en los continuos cambios en las reglas de cálculo de esa pensión). Para solucionarlo, se amenaza con multas de 10.000 euros. Es el corcho con el que tapar una nueva vía de agua.

Efectivamente, de ahí viene la amenaza a “los falsos autónomos” que deberían crecer como estas dada la cada vez menor relación entre aportación y pensión. 
Todo esto no tiene sentido alguno, salvo el de un falso progresismo (o cristianismo periclitado), que amenaza todavía más la solidez del sistema, ya bastante descapitalizado si comparamos pasivos con activos futuros. 
Y todos los partidos, les guste o no, aceptan el dictamen porque se acercan elecciones, lo que hace al Parlamento bastante insustancial desde el punto de vista del sentido común. 
Habría que imaginar un Parlamento ideal que hiciera sus promesas de forma intertemporal, teniendo en cuenta las generaciones futuras. ¿Imposible, verdad?
Cabe preguntarse si está deriva hacia la demagogia es propia de España o se ve en todas partes. Me temo que es más general de lo que creemos, y suscita un pesimismo sobre el destino de un sistema electoral de de decisiones cada vez más incongruente con la realidad. No sé, la gente debe vivir un sueño. No se entera que el PP revalorizó las pensiones en términos reales. Los pensionistas se lanzaron a la calle como poseídos para que les revisen las pensiones “por el IPC”, que es la nueva vaca sagrada de nuestros días, porque “habían perdido poder adquisitivo”. Rotundamente falso. No saben que IPC hay muchos, tantos como se pueda manipular, pero ahí han lanzado un hueso que no soltarán los manipuladores de la calle. 
Cuando se acabe el crédito, habrá llanto y crujir de dientes. 

jueves, 27 de diciembre de 2018

¿Visto para sentencia?

A lo mejor no es para tanto, pero los mercados de renta variable están cayendo y temblando. ¿Que ha pasado? ¿Es el Armagedon esperado desde hace más de un año? 
La FED está retirando liquidez del sistema mundial a demasiada velocidad, como se puede ver en el gráfico. 50 mm de $ al mes en un sistema mundial muy endeudado, demasiado, con excesiva confianza en unas expectativas de “esta vez será diferente”.




En el siguiente gráfico, vemos los efectos en la oferta monetaria de EEUU, la M1, causados por esa restricción mensual de su balance y, por ende, de su base monetaria. 




Mientras, todas las economías, empezando por las emergentes, están más endeudadas que nunca. 
El patinazo, el subsiguiente pánico, y la caída en barrena están vistos para sentencia. ¿Ha llegado el momento?esto es difícil de decir y acertar. Hay listillos que hablan de que han visto un cisne negro, o dos o tres, cuando la definición de tal rara ave es que no se puede ver ni anunciar. Por definición un cisme negro es un riesgo oculto en un punto del sistema que sólo se ve cuando estalla. Los que los ven deberían recibir el premio Nobel.
Lo único que sabemos es que la FED y el BCE tensan la cuerda, que hay escasez de dólares, y sin embargo cada vez más instituciones recomiendan que se atesoren. No hay que ser muy listo para saber lo que pasa cuando una oferta se contrae y es demandada en demasía. 
Como nos recuerda Evans-Pritchard, Bernanke recomendó a sus sucesores dejar en paz el balance, que ya se iría amortizando poco a poco, y hacer política de tipos de interés:

“Ningún banco central ha intentado revertir la flexibilización cuantitativa en una escala tan grande. El ex presidente Ben Bernanke, quien bromeaba con el hecho de que QE parecía funcionar en la práctica, aunque no funcionaba en la teoría, aconsejó a sus ex colegas que dejaran el balance general en paz. Los técnicos creen que saben más.”

En economía NUNCA son simétricos un movimiento y su contrario. Expandir la oferta para contrarrestar la crisis es una cosa, querer devolver a la misma velocidad el balance a su nivel anterior, puede tener desagradables consecuencias. En economía cuentan las circunstancias. Las circunstancias actuales son que las deudas en relación al PIB se han multiplicado. Ergo, es mucho más difícil hacer frente a su amortización y pago de intereses, más si los tipos de interés suben, sobre todo los de corto plazo, lo cual lleva a la curva de rendimientos a aplanarse y hacerse eventualmente negativa = recesión. Por esa senda vamos. 
Visto para sentencia.