Economistas de raigambre, como Toribio, Tamames, Recarte, no se enteran: España no depende de sí misma para salvarse. Todos dependemos de todos, es lo que intento explicar. Las elecciones y el cambio por sí solas no van a bajar la prima de riesgo. Eso es así, está escrito. Por "muchos deberes" que hagamos, si no hay una gestión colectiva y generosa del euro, ni hay nada que hacer.
No es condición necesaria ni suficiente. La acumulación de deudas atascadas en los países del euro, la falta de salida hacia el crecimiento, y las dudas de los líderes europeos, hacen muy difícil que se llegue a una solución. Véase los casos de Grecia (re-rescatada) e Irlanda y Portugal, rescatadas y a punto de serlo de nuevo. La austeridad interna no basta. El nivel de deuda/PIB y los tipos de interés hacen que esos países tuvieran que crecer al 14% anual sólo para mantener su deuda actual. Hay que reconvertir esa deuda en una de tipo de interés normal (un bono europeo) y, al hacerlo, reducirla: convencer a los acreedores que les conviene cobrar menos, pero seguro.
El primer acreedor que debería cambiar sus esquemas es el BCE. ¿Tiene sentido subir sus tipos al 1,5% la semana pasada y ayer comprar deuda de los países que se estaban hundiendo? era una cosa que hacía muy probable la otra, y sin embargo se hizo: la estulticia de Trichet es inconmensurable. El BCE debe participar en la compra de deuda y su conversión, incluso aceptar su quita, que es lo que haría un banco central de un país cualquiera. SI esto significa más inflación, es lo menos malo que nos puede pasar.
Desgraciadamente esto no tranquiliza nada. Como tampoco lo hace la actitud cada vez más distante de Alemania. Alemania no es responsable, pero si desea conservar el euro, debe ser ella la que aúne voluntades. No es una cuestión moral: es una cuestión de elección. Y si quiere el euro, debe reconocer que lo que se ha hecho no ha servido para nada bueno. si acaso para agravar las cosas.
Así que lo siento, yo soy el primero en alegrarme de que el psoe pierda las elecciones, cuanto antes, pero eso no va a ser una fiesta. No dependemos de nosotros. No, desde el día que decidimos desprendernos de la soberanía monetaria. Recuperarla ahora es sencillamente imposible.
Cuando Rajoy llegue a la Moncloa, es posible, y probable, que la deuda real esté rozando niveles de intervención -si es que el euro existe todavía. El rendimiento de esa deuda estará al menos a su nivel actual del 6%. Luego no se vislumbra un panorama de giro al crecimiento y al empleo. Rajoy será visto como decepción y responsable, y tendrá un mandato cortito.
No tiene recursos, no los tenemos, si la UE no decide de una vez qué quiere.
NOTA: cuando hablaba de Recarte, me refería al debate de ayer en Intereconomía. Acabo de leer su artículo
aquí, en que afirma que la solvencia de la banca española está en vías de solución. El sabrá, pero quiero destacar este parrafito, que confirma lo que yo digo:
El drama que vivimos estos días, con la prima de riesgo disparada por encima de los 370 puntos, por la incapacidad de la Unión Monetaria Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en ponerse de acuerdo en cómo resolver la inevitable suspensión de pagos de Grecia, se torna cada vez más acongojante para España por la incompetencia de nuestros gobernantes.
Repito, no dependemos de nosotros. En cuanto a la solvencia de la banca, no entiendo tanto (ni la centésima parte) como Alberto Recarte, así que sólo digo que me alegro que no esté tan mal. Ahora bien, los beneficios de la banca se han logrado
sin aumentar el crédito, según dice, y además están muy concentrados en los dos grandes, Santander BBVA, cuyo negocio en España es un 15% para el primero y un 40% para el segundo, lo que enfría un poco el entusiasmo.
Además, dice que la banca se nutre de fondos exteriores por un billón de euros, la mitad en depósitos, lo que le confiere una notable fragilidad a su liquidez. Ya hemos visto aquí en un cuadro del banco de España lo poco que han aumentado esos depósitos, más bien han caído.
Así que la solvencia está muy bien, pero es un concepto que se quiebra en cuanto hay dudas de liquidez. Y eso es muy delicado, asustadizo.De todas maneras, el artículo ha de leerse.