El Cuaderno de Arena

Las justificaciones de este gobierno a la nueva ley del aborto delatan lo que sienten y piensan estos Bobo-astutos que han conseguido cabrear incluso a sus coreligionarios de la vieja guardia: esa que creía en la socialdemocracia y no se dan cuenta que su partido va por otros derroteros, más cercanos al leninismo que al "humanismo", como muy bien lo ha exprasado "Bibiana con B".
-Bibiana con B ha dicho: "un feto es un ser vivo, pero no un ser humano." ¿Qué quiere decir? ¿que le falta el alma? No por supuesto: ¡por favor, un alma! Le falta ¿What? No se sabe, lo están pensando "metafísicamente" como dice el ministro de educación.
-Por su parte, Zapatero ha dado una explicación aún más terrible: "que las adolescentes de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres para evitar que éstos tengan una "interferencia determinante" en una decisión que, insistió, debe ser "libre e íntima". ¿A una chiquilla de 16 años se la incentiva a que prescinda de su madre en una situación así? y lo dice un "engendro" que tiene dos "seres vivos" crecidos. ¿Qué entienden por humano, romper a la familia, separar a los hijos de los padres?
Todo esto no es más que la decadencia que nos envuelve, de la que no nos damos cuenta porque la gente no sabe ligar sus actos y decisiones con las consecuencias sociales. Y la consecuencia social del aborto libre, a los 16 años, sin autorización paterna, es una ruptura revolucionaria con los valores que hemos heredado, es decir, con lo valores tradicionales.
Ignoro si detrás hay una estrategia intencionada o no, pero que hay un camino recto a la decadencia, no lo dudo.
Ye he dicho que mi objeción al aborto es, como me enseñó Julián Marías, católico practicante, la certeza de que se trata del mayor ataque a NUESTRA civilización, que se ha basado -por razones religiosas, obviamente- en la exaltación de la vida. La duda de que la vida valga la pena, es la base de todas estas decisiones demoledoras contra la civilización (aborto, eutanasia, exaltación de la homosexualidad, propagación entre los menores de una ideología sólo hedonista, etc...  Desde el momento en que cometemos la "racionalidad" de sopesar si la vida es o no estimable según las circunstancias, estamos dinamitando las creencias sobre las que vivimos. Y las creencias son el último soporte, la única fuente de vitalidad, independientemente de su origen religioso o no (aunque la mayoría lo son). Claro que las cosas cambian y hay que permitir ciertas actitudes, como la homosexualidad, pero no creo necesario entronizarlas y permitir su mal ejemplo entre la infancia.  
Pero todo esto es siembra de años pasados, por lo que no nos debe extrañar que la gente acepte sin rechistar estas desviaciones: desde el escepticismo sembrado en la escuela, al cine español, empezando por Almodóvar (tan alabado en todas las televisiones), todo es un ataque a lo que veíamos como natural, pero un ataque sobredimensionado, de inversión de valores hacia el estrrmo opuesto: ahora el Homo no es uno como los demás, sino el "nuevo Adán", el principio de una nueva sociedad basada en Lo opuesto a lo de antes, de lo cual no debe quedar NADA. Un pecado de "fatal arrogancia", como diría Hayek.     
 

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