"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 25 de julio de 2010

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1) "Normal y no normal". Decir que el hetero es normal y el homo no lo es, es una descripción, no una valoración. Es más, es una cuestión de estadística. Hay más de lo primero que de lo segundo, por ahora. Y si hay una objetividad científica, de cromosomas y cosas así, entonces la posición relativa va para largo.

2) Otra cosa es decir: "Afortunadamente". Esto sí es una valoración moral, que creo que Pío no ha hecho... Pero que yo además suscribo por motivos personales. Imaginemos un mundo al revés, en el que la mayoría fuera la otra, la homo (que es lo que sueñan con conquistar los de la "mafia rosa"). Bueno, pues no me gustaría, como a ellos no les gusta lo que hay. Comprendo que es molesto ser minoría, pero siempre lo es. Yo soy minoritario en muchas cosas, y me he sentido desasosegado muchas veces, y comprendo, comprendo. Pero el mundo no es perfecto, y no se arregla intentando cambiar las posiciones sociales. Cada uno ha defender su yo interior como pueda, pero no le servirá de nada asociarse con otros para fastidiar a los demás. Individualmente es más bonito y satisfactorio. (Por supuesto que han tenido que asociarse para lograr la legalización total.)

3) Si esa posición se le asigna un calificativo: "desgracia", como hace Pío Moa, me parece que ellos mismos debían estar de acuerdo, pues no hacen más que recordarlo y querer cambiarlo. No es más que una palabra castellana, que los esplugas de turno quieren ver insultante. Y no sólo ellos: FJL, también. Pero sospecho que éste está defendiendo el "Fondo de comercio" de LD, y hace bien. Lo que pasa es que hay otras maneras, me parece.

4) Creo que nunca en la historia han estado en una posición tan envidiable. Deberían disfrutarla, porque estamos en una sociedad decadente, y no sabemos cuánto puede durar. Eternamente no, desde luego. Cuanto más poder consigan, más decadente será la sociedad. Esto tampoco es una valoración moral, es una simple predicción basada en la historia. Es lo que yo digo: quienes ganan, a la larga pierden. como decía Montaigne, "La vie est ondoyante".

3 comentarios:

Carlos Díez dijo...

Creo que lo primero es desbrozar el campo terminológico en el que se mueve el debate. Si para cada uno, las palabras claves significan una cosa, como las dilogías que propone ventajistamente Moa, entonces no hay manera de debatir ni de conversar. Algo al respecto he intentado hacer en mi blog http://desde-el-laberinto.blogspot.com/2010/07/homofobia-libertad-normalidad-y.html, no sé si lo habré logrado.

Sobre lo que indicas, Luis, siguiendo tus propios puntos:

1) Si por normal entiendes lo "habitual", como se deduce de que lo ligas a la estadística, entonces, ciertamente, la heterosexualidad es lo normal o al menos más normal que la homosexualidad. Como le he dicho a Daniel Ballesteros, con ese criterio, tú, yo y el propio Daniel, somos bastante menos "normales" que cualquier heterosexual, ya que tenemos un núcleo de creencias comunes mucho menos frecuentes de lo que es la condición de homosexual en la población.

2 y 3) Moa sí ha valorado moralmente la homosexualidad al catalogarla como desgracia, cuando esa desgracia casi siempre ha sido achacable no a la condición de homosexual tanto como al entorno, de la misma manera que para muchos judíos, el serlo ha sido una desgracia en muchos tiempos y lugares. Obviamente, tras esa valoración cabe deducir que para Moa es mejor el ser heterosexual, lo que no supone que por serlo uno no pueda ser muy desgraciado, claro.

4)Completamente de acuerdo. Salvo en la Grecia Clásica, concretamente la Grecia Doria, tebana y espartana, es difícil recordar otro momento donde la homosexualidad gozara de tanto respeto. Pero, ¿significa eso que no sigue existiendo discriminación negativa? No creo que sea una cuestión de conformarse mientras aún se pueda mejorar.

No creo que la sociedad sea más decadente porque los homosexuales tengan más poder. Lo será si cualquier grupo de presión (homosexual, zoofílico, nacionalista, sindical, etc) tiene más poder. La prosperidad es una cuestión de libertades, cuando un sector social acapara muchas e perjuicio de los demás, esa sociedad es menos libre de inmediato y menos próspera al medio plazo. Pero da igual si quienes acaparan poder son heterosexuales, homosexuales o juran y respetan el celibato.

Si te dijas, Luis, sigues hablando indistintamente de lobbys gays y de homosexuales. En todas las críticas (o casi todas) a los primeros, estoy de acuerdo con vosotros. Pero considero imprescindible diferenciar igual que hacemos, por ejemplo, entre trabajadores y sindicalistas.

Saludos.

tatinoco dijo...

Carlos:
Lamento estar de nuevo en desacuerdo contigo.
"Salvo en la Grecia Clásica, concretamente la Grecia Doria, tebana y espartana, es difícil recordar otro momento donde la homosexualidad gozara de tanto respeto."

Los griegos, al contrario de lo que mucha gente piensa, no practicaban la homosexualidad, sino el amor de los efebos. Esto era así porque la mujer en Grecia estaba recluida en el gineceo, completamente postergada socialmente, por lo que no podía ser objeto de amor.

Dicho de otra forma, es probable que los griegos se diesen de vez en cuando por el ojete, pero esto era absolutamente compatible con el orden familiar, ya que cada griego tenía su hogar, con su mujer, sus hijos, etc...

En ningún caso se reguló un matrimonio entré personas del mismo sexo ni se equiparó el matrimonio con la relación homosexual. Vamos, que los griegos eran, si acaso, bisexuales, no homosexuales. Y desde luego esto no tenía impacto en el orden social y familiar.

Y en cuanto a otro comentario tuyo, no estoy de acuerdo en que lo que nos hace más libres nos hace más fuertes. Y no creo que seamos más libres cada vez, al revés, creo que cada vez somos más esclavos de una ideología socialista que pretende regular absolutamente todas nuestras relaciones sociales y familiares.

Yo tengo dos hijas de 3 y 5 años. El Gobierno está preocupado porque no coman demasiados bollos y vayan demasiado al Mc Donalds. Como no confía en mí como padre, pretende legislar para prohibir los bollos en los colegios y los menús infantiles en las hamburgueserías.

Sin embargo cuando cumplan 13 años un funcionario de ese mismo gobierno utilizará el dinero de mis impuestos para explicarles como pueden estimularse el clitoris de una forma más efectiva y las animará a mantener relaciones sexuales de todo tipo con cuantos chicos (y chicas) pueda (se le dirá que cuanta más experiencia mejor) antes incluso de ser mayor de edad. Por supuesto yo no tendré voz ni voto en esa educación.

¿Es eso ser más libres?¿Es eso conforme con nuestra Constitución?

Carlos Díez dijo...

Tatinoco, me reconocerás que la cuestión de la "programación sexual" (que no Educación) y la regulación de la alimentación infantil, poco tienen que ver con evitar la discriminación de los homosexuales. No sólo eso, al contrario, tanto el socavar la capacidad educativa de los padres (o anularla por completo) como la criminalización de la homosexualidad son dos ejemplos de gobierno hiperregulador que considera apropiado entrometerse en la vida de los ciudadanos, ya sea en su sexualidad o en su alimentación, y que considera la Enseñanza como un ariete contra lo que odia.
Pero no mezclemos temas. Considero que hay que diferenciar el tema de las libertades civiles del tema de la cultura ultrahedonista que ahora se promueve. ¿Es legítimo que no se discrimine al homosexual? Sí. ¿Es legítimo que se promueva la homosexualidad y la hipersexualidad de los púberes? No, y menos con dinero público, que si los padres quieren meter a los niños en un campamento privado donde saben a priori (y pueden por tanto elegir) que va a haber cursillos de educación sexual de tal o cual contenido, estarían en su derecho.

Sobre la antigua Grecia: hay que diferenciar entre la dórica y la del Peloponeso. En la segunda las prácticas homosexuales estaban peor vistas pero no se perseguían salvo cuestiones de escándalo público. En la primera, si bien no estaban reguladas, la norma consuetudinaria era que los efebos se iniciaran con treintañeros. Hemos de entender que el concepto de "Ley" distaba del actual y que esas costumbres tenían un rango normativo similar al que hoy puede tener prácticamente el Código Penal. La efebofilia, como bien has dicho, no alteraba por completo el orden social basado en la familia heterosexual pero esa homosexualidad "reglada" consuetudinariamente suponía casi una obligación, como una prueba de madurez para el ciudadano llegada su adolescencia. Esto es muy superior a la actualidad, donde por ninguna norma legal ni costumbre con fuerza de Ley un adolescente está mal visto si no es "amado" por un hombre maduro. Entiendo que la regulación del matrimonio homosexual te parezca ir más lejos, por lo que supone de sustitución del matrimonio heterosexual. Pero no es lo mismo, sinceramente. El paralelismo supondría obligar -vía norma o costumbre con fuerza normativa similar a la Ley- a la práctica homosexual "por el bien del ciudadano en proceso de formación". En cambio, durante mucho tiempo, los homosexuales sí se veían obligados por la moral dominante a contraer matrimonio con personas del sexo opuesto y procrear. Y es obvio que esa obligación desdibujaba el concepto de matrimonio y sí podía tener efectos espantosos en la felicidad de la familia y cada uno de sus miembros.

Saludos.