"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 30 de septiembre de 2010

Regulación

Basilea III, la flamante MEGA Regla que dará mayor seguridad a los bancos, exigirá que éstos tenga un coeficiente de cobertura o ratio de capital sobre total de activos de 7%. Antes era del 2%. Suena guay, como si multiplicando por 3 la ratio, podríamos olvidarnos de las crisis durante 100 años... Pero el BCE, en un rasgo de sensatez, ha advertido que demasiada rigidez obligará a los bancos a endeudarse para cubrir las nuevas exigencias, y eso podría llevarles, dada la elevación de costes notable que van a sufrir (aumento del inmovilizado), a buscar más riesgos para mantenerse a flote y no ser comido por el vecino... justo lo que desencadenó la crisis. Los bancos estaban hiperregulados, y ahora lo van a estar más. Pese a las cortapisas a la libre competencia (no hay libre entrada de nuevos bancos) la competencia por el trecho de mercado es feroz. No crecer es no vivir, pues un tiburón al acecho puede comerse al más pintado BBVA, o Santander (hala, para que no se enfaden)...
Las normas de gobernación interna, las redes de seguridad, etc, nunca podrán evitar el riesgo sistémico. Éste viene cuando nadie confía en los bancos, los bancos no confían en ellos, y se colapsa el mercado de liquidez, lo cual convierte una cerilla en un incendio de insolvencia generalizada, pues todos los mercados de activos se van al carajo. Ya nadie tiene el patrimonio que creía tener.
Me temo que no hay regla en el mundo capaz de parar un riesgo sistémico antes de que se produzca. Sólo a posteriori cabe pensar en medidas de paliamiento. Esto tiene enormes consecuencias, pero hay que aceptarlo. Si no se quiere ningún riesgo, suprimamos los créditos. O politicémoslos, es decir, nacionalicémoslos. A ver, ¿que probabilidad tendría un empresario normal (nuestro amigo Hipona, sea el ejemplo) de obtener un crédito en la banca nacional Piticlín (por ejemplo) ante un pariente de Leire Pajín (sirva de ejemplo)?. Pues en las mismas condiciones, cero. Y en caso de mora? se le darían las misas condiciones de mora que al cuñado pariente o novio o lo que sea de Leire Pajín (o si quieren de Lola Cospedal??) Pueeessss no. En este país, la banca nacionalizada dependería de instituciones muy inclinadas a la familia... como don Corleone.

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