"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 26 de enero de 2011

Supongamos

que soy muy rico. Tengo en propiedad tierras, fincas, inmuebles, acciones, bonos, y divisas, repartidos por países de medio mundo. Tengo tanto, y tan diversificado, que cuando una cosa baja la otra sube, así que no sufro. Mantengo un estrecho tramo del total en líquido, para pagos habituales.
Un día, me encuentro conque necesito, imprevistamente, un buen paquete de liquidez. He hecho una compra que me ha dejado la cuenta bancaria baja, y debo hacer un pago. Con la riqueza que tengo, no hay problema, no debo vender nada: voy al banco, le digo que necesito dinero líquido, y me hace un préstamo al tipo de interés oficial más un margen, no muy alto dada mi solvencia. El préstamo es a corto, digamos 1 mes, y renovable, por si al cabo del mes necesito alargar el préstamo. Mientras, mis activos han mantenido su valor, unos han subido, otros han bajado, por razones ajenas a mí. Las cosas van también que sigo manteniendo el estrecho colchón de liquidez de siempre. Si veo que el pago se va a repetir regularmente, aumento el espesor del tramo de liquidez.  He tenido un problema de liquidez y lo he solucionado. Punto.
Ahora supongamos que otros como yo, los ricos de este mundo, tienen el mismo problema que yo: todos a la vez van al banco a pedir liquidez. Si cuando yo iba al banco apenas se notaba una arruguita en el mercado interbancario, ahora, todos los ricos a la vez, pidiendo a la vez liquidez en su banco, se notaría algo más que una arruguita. Obligaría a la banca a recurrir al banco central a pedir liquidez al tipo oficial, y eso ya supondría un aumento de la demanda de liquidez general.
Supongamos ahora que un imprevisto, como una crisis económica como la crisis asiática & rusa en 1997-98, produzca inquietud en determinados círculos, no sólo personales, sino en ciertos bancos y casas financieras. No sería raro -de hecho se produjo- que hubiera una demanda general de liquidez como cobertura de posibles imprevistos. Supongamos que suben algunos tipos del mercado interbancario, y que algunos bancos en posiciones menos líquidas, den pruebas de dificultades; supongamos que eso mosquee a más gente, y que por reacción natural, la bolsa caiga sensiblemente y el valor de la renta fija también. Supongamos que las noticias sobre la lejana crisis se complican y se agravan, y se empieza a saber, sin mucha certeza, que hay bancos pillados en unas inversiones en los países en crisis. Inmediatamente, esos bancos tendrán una perdida de confianza en todos sus niveles: sus acciones caen, encuentran más difícil financiarse, y el mercado interbancario de la liquidez se le encarece o incluso se le cierra. Si se sospecha que este banco podría poner a la venta determinadas acciones que posee de otro banco, este otro e contagiará del problema: antes de que efectivamente el primero pusiera a la venta las acciones del segundo, las acciones caerían.
Si el Banco Central no suple la liquidez cuya demanda se ha disparado y no asegura que tendrá sus ventanillas abiertas, el contagio a todos los mercados se acelerará, y lo que ha empezado por una crisis de liquidez ase convertirá rápidamente en un problema de solvencia: los activos que cubren los pasivos (solvencia) de despeñan, mientras que los pasivos no se despeñan.
La gravedad de la crisis dependerá del grado de apalancamiento de los bancos y no bancos: familias y empresas. Sí, como en 2007, el grado de apalancamiento era el más grande de la historia, una pequeña duda pondría en marcha el mecanismo acelerado de desinflación de activos. La huida hacia la liquidez, que en 1998 no fue desdeñable, en condiciones como las de 2007 fue inconmensurable.
La caída de los activos puede transmitirse a los bienes, como sucedió en 1929-33, 4 años en que la Reserva Federal se negó a suplir la liquidez que el público sacaba de retirada de sus bancos, que, como no encontraban contrapartida en la FED, quebraban en cadena.  Por eso la deflación se trasladó al nivel de precios de bienes, que cayeron, y no tanto a los salarios, por lo que el paro fue lo que aumentó vertiginosamente. (Nunca los salarios se ajustan a la velocidad de los precios, antes lo hace el empleo).
Moraleja: un problema individual de liquidez no se convierte en un problema individual de solvencia. Un problema colectivo de liquidez se convierte siempre en un problema de solvencia.
En Europa estamos en ambos problemas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿CCómo es eso de que tu puedes llevar el burro al abrevadero, que si no quiere beber... Liquidez hay, en el propio BCE acumulada otra vez para asegurar el pago de vencimientos. El money no circula, no tiene "velocidad"

www.MiguelNavascues.com dijo...

No has aprendido que un aumento de la demanda de dinero es = una caída de la velocidad???
la liquidez disponible es la Oferta - la Demanda, y si la demanda sube y la oferta no sube, NO HAY LIQUIDEZ. y Ud NO ES ECONOMISTA. Deje de hacer el ridiculo.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Deje de ser el mamporrero de Rallo, que flaco favor le hace

www.MiguelNavascues.com dijo...

Y por lo menos deje de aparecer como anónimo, tenga la mínima inteligencia de inventar un Nick. impresentable.