Todos los domingos disponemos del artículo semanal de Wolfgang Münchau, que llevo leyendo desde antes de la Union Monetaria. Su desengaño actual es tanto más significativo por cuanto ėl era un convencido militante del euro. Por eso sus columnas son tan acerbas, porque descubre todas la semamas qué falla en la UE para que funcione, y llega a la conclusión de que es imposible que lo remedien.
Por qué? Porque los problemas se enfocan con la perspectiva de los "busybodies", que son los funcionarios Bruselianos y de Francfurt que preparan la agenda de cualquier decisión. Y su perspectiva no es económica, sino la que se implanta en Bruselas, es decir, que el problema sea cual sea, se reconvierte en uno leguleyo, de encaje en los Tratados de la Unión.
Por qué? Porque los problemas se enfocan con la perspectiva de los "busybodies", que son los funcionarios Bruselianos y de Francfurt que preparan la agenda de cualquier decisión. Y su perspectiva no es económica, sino la que se implanta en Bruselas, es decir, que el problema sea cual sea, se reconvierte en uno leguleyo, de encaje en los Tratados de la Unión.
One problem here is what optical engineers would describe as perspective distortion. If you work in Brussels, you get obsessed with those inter-institutional dogfights – the European Commission versus the European Council versus the European parliament. In the policy circles of Brussels, the economic depression is not near the top of your to-do-list. You are more likely to be obsessed with the question of who is going to be the next president of the commission, and whether it can make up the political ground it has lost under its current head, José Manuel Barroso.
Y si algo no va bien, se achaca a un problema estructural, que depende del país, no de la cúpula burocráctica. Las decisiones las toma el Consejo, pero Bruselas diseña el camino.
No sé si algo funciona, pero lo fundamental no. Piensen en una cosa: el euro iba a ser la segunda, incluso la primera moneda mundial, lo que ofrecía una ventaja para los países miembros: estaría más aislados de las fluctuaciones exteriores (como EEUU lo está gracias a la fuerza del Dólar). Gracias al euro, y a la confianza en él, nos costaría menos endeudarnos, podríamos tener un tipo de interés que nos protegiera de los choques monetarios, etc.Instead of rebooting monetary and fiscal policy, everybody is wasting precious time with cynical programmes to deal with youth unemployment – notwithstanding that all the empirical and theoretical evidence tells us that such programmes are a waste of time and money if not supported by macroeconomic policy.
Entonces, qué ha fallado con la crisis? Porque algo ha ido jodidamente mal: pagamos más por nuestra financiación, los mercados tiene menos confianza en nosotros, las Agencias de calificación nos rebajan todos los días (el otro día Francia, nada menos). Lo curioso es que casi nadie se lo pregunta. Es decir, se lo preguntan pero partiendo de la base fija de que gracias al euro no nos ha ido peor. Como dice Münchau, la visión oficial está más extendida de lo que podríamos sospechar:
Es decir, en toda Europa se piensa qué venturoso es estar dentro del euro. ¿no está Polonia pensando en meterse, pese a lo bien que le ha ido fuera? Supongo que hay muchos puestos politicos y funcionariales por ocupar.Depending on the extent that your university institute or think-tank enjoys funding from European institutions, national governments or central banks, that would be your official view as well.
No creía yo que estos rotundos fracasos tuvieran tanta inercia. Pero claro, supongo que lo primero que se pregunta un funcionario de Bruselas es lo mismo que se preguntaba un funcionario soviético antes de la caída del muro: si esto se para, ¿quién me paga? Y al fin y al cabo, ¿qué responsabilidad tengo yo?
En suma, el mensaje de Münchau es: cuando Bruselas acepta una nueva tarea, lo que hace es vaciar las palabras de contenido. Por ejemplo, ya ha aceptado oficialmente lo que negó siempre: que hace falta una Unión Bancaria. Pero entonces
Y los problemas de verdad se van dejando de lado:
It is the same with banking union. European officials now accept what they denied for a long time – that a monetary union cannot function without a joint banking system. But the way they have been doing it was to think up a catchy headline first – banking union – then allocate jobs, and then have a long and tedious debate about the legal and institutional aspects, who does what to whom.
Münchau advierte que el riesgo actual de una deflación (del que hablé aquí no hace mucho) será tratado probablemente igual, es decir, negando o minimizando el problema y aplicando una cataplasma:
But in all of this, they sidestepped the most important point. There will be no common fiscal backstop. Why even bother with a banking union if you are not prepared to accept any form of joint liability or joint insurance? The €60bn allocated to the European Stability Mechanism for the purpose of bank recapitalisation is pure deception. As the chief spokesman of the eurozone finance ministers admitted in an interview last week, these funds are a political signal only; in other words, a pot to be seen, not to be used.
Es el espíritu de la UE, el espíritu de Bruselas que, me temo, ha alcanzado a los gobiernos nacionales, por lo menos al nuestro. Bruselas manda más de lo que parece. O impide mandar más de lo que parece.
I bet the eurozone will also deal with the problem of deflation in a similar way. This is probably the clearest and most present threat to the economy right now. The right response to an anticipated deflationary threat would be for the ECB to get interest rates down to zero, and to start buying bonds immediately. But unfortunately, there is no consensus in the ECB’s governing council, which was only able to agree on a commitment not to raise interest rates for an extended period. Appearance has once again triumphed over substance.
3 comentarios:
Aún voy por la calle casi todos los días con mi camisa bien ceñida al cuerpo y con todos los botones abrochados. Pero algunos días que me siento valiente me desabrocho el primer botón. Y los días que estoy pletórico llegan a ser dos…
Jajajaja
¿No es una tragedia ver que la burocracia de la UE se asemeja a una sociedad cerrada dirigida por una casta sacerdotal (sin voto de pobreza, por supuesto) dedicada a la exaltación de la verdadera fe, donde no hay cabida para los disidentes/herejes? Con todos los medios de control de la opinión pública que tienen a su disposición, no tenemos autos de fe porque todavía no se les ha ocurrido. Igual que nos pasó a nosotros a partir del siglo XVI, el miedo llevará a la esclerotización cultural, para acompañar a una población en rápido envejecimiento, un coctel letal para las viejas (en todos los sentidos) naciones de Europa.
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