Siempre hay algo que nos perturba. Un día sin agobios internos y externos es difícil de concebir, tan dificil como un hombre feliz. El hombre es un ser en permanente tensión, teniendo que hacer un esfuerzo para relajarse. Ese esfuerzos de voluntad, ese recurrir a filosofías y técnicas, como el yoga, demuestra que en posición natural estamos en tensión, salvo raros momentos.
Podría decirse que en la tensión frente al exterior y a nosotros mismos (si es que eso existe y no es una ficción que nos dicta nuestra naturaleza), es como estamos "naturales". Sólo actuando nos olvidamos de nosotros. Por eso un día en que nos sentimos en paz sin tener que hacer nada es digno de reseñar. Una invitación del exterior a estar alegres, ligeros, como sin peso, porque hace un día soleado, pero sin calor, con un aire suave que viene del mar, que pone el temblor justo al aire y mece sin estridencias las ramas de los pinos, si eso nos borra las constantes tiranteces entre nuestra consciencia (hecha de pasado deforme) y el futuro (hecho de ansiedades), podemos decir que es un día perfecto, aunque no lo sea en su totalidad, porque la sensación de plenitud no dura más de un instante.
Es tan raro un día así! Además, si todos los días fueran así, no serían perfectos. Son perfectos en comparación con el resto del año.
El ruido parece amortiguarse en un día así. No hay botelloneros emborrachándose a pleno sol, haciendo ruido para no oírse a sí mismos. O no los vemos, o sentimos menos rencor que cuando caen 40% a la sombra y cualquier moscardón nos irrita. ¡Botelloneros a pleno sol, no es vuestro el día! ¡Hoy no veré vuestros orines en la acera, marranos! No tendré que ver vuestras chichas contorsionándose al sol de mediodía, sudando alcohol que cada cinco minutos tenéis que evacuar en la vida pública ¡guarros! ¡No hay niños berreando pidiendo otro helado! ¡No hay moteros acelerando como asesinos! ¡No hay vecinos!!!
El día invita a pasear, beber vino, coger la parienta por la cintura, y echarse la siesta. Luego ya se verá lo que viene. Lo que venga tendrá que venir, que es lo que pasa siempre. Olvidémonos de nosotros, pensemos que somos juguetes de poderes ocultos que nos han regalado un día sin afán, para engañarnos, seguramente. Hagamos como que les creemos, como que nos creemos agradecidos por su don, y a lo mejor se duermen.
Vaya, ya han vuelto los vecinos. La Tv a toda bocina, los niños berreando, la madre que no puede más lo grita estentoreamente, para que no sólo se entere el marido, en la piscina hacen ruido como si fuera un campo de pruebas de bombarderos. Ha vuelto la normalidad. Llegan más vecinos, cada cual mas afogado. Esta claro que se han enterado que estaba soñando. El hombre ha nacido para hacer ruido, joder. Mucho ruido. Maldita piscina. Maldita música. Malditas máquinas. Maldita civilización. Maldita especie. Hijos de puta.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)
11 comentarios:
Es una mutacion degenerativa que convierte al Homo Sapiens en Homo Acusticus.
O irritadisimus
En todo caso es una evolución hacia atrás
No estoy seguro,yo tuve un vecino aficionado a la caza del jabali a cuchillo y con perros.Normalmente increpaba a sus canes con gran profusion de blasfemias y voces.Un dia de caza ,los animaler hicieron una presa y armado de el cuchillo corrió al remate pero se tropezó profiriendo las acustumbradas voces y blasfemias lo que provocó la huida despavorida de los perros y la broma casi le cuesta un disgusto
Jajajajaja, ud vivía en un Castillo feudal, y su vecino era el marques, jajajajaj
No era en un pueblo de Guadalajara y el vecino un vecino mas, eso si dueño de una reala
Jajajaja, La Paz del campo, la vida relajada de l provincia, muy bueno. ¿No se le comieron sus perros, como a veces leemos?
Pues ahora que lo dice no le he vuelto a ver
Pies seguro, qué liberación!
Cierto, no en vano el silencio es tambien una anotacion propia de una partitura..
Sí, es la base de todo...
Publicar un comentario