"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 3 de junio de 2014

De Alfonso XII a Juan Carlos I

Ahora va resultar que Juan Carlos I ha sido el mejor rey de España en 200 años (Raúl del Pozo). Me parece una ofensa a la historia de España. Este rey ha sido muy bueno, pero su bisabuelo, el rey Alfonso XII, fue, según he leído a muchos historiadores, un rey magnífico. En colaboración con Antonio Cánovas, un verdadero estadista, Alfonso XII estableció la Restauración, un régimen monárquico parlamentario que desde 1876 mantuvo la estabilidad y la prosperidad en España. Lo primero que tuvo que hacer el rey, un joven adolescente, fue cerrar la inumerables guerras que había abierto le primera República, especialmente el frente abierto de la guerra Carlista. No dudó en ir al frente a animar a sus soldados poniendo en riesgo su vida.
De la mano de Cánovas, con ese régimen, creado a semejanza de los que estaban en vigor en Europa, España se estabilizó y se homologó con los demás países del continente. Hasta  la muerte de Alfonso XII, el régimen funcionó perfectamente. Incluso después, gracias al sentido del estado de Cánovas y el jefe de la oposición, Sagasta, y de la Regente (madre del futuro Aldonso XIII)  acordaron el pacto de la Moncloa, ppr el cual, para afianzar el sistema debiera ser Sagasta el que tomara las riendas del gobierno. El gran sentido del deber de la Reina Mercedes hasta que Alfonso XIII fue declarado mayor de edad, también contribuyó.
Por añadidura, Alfonso tuvo una triste ventaja sobre Juan Carlos: murió joven y ni tuvo tiempo de hacer las romerías que ha hecho éste. 
Aquella restauración y la Transición nuestra tienen muchas cosas en común: ambas querían restablecer un régimen parlamentario en el que cupieran todos, republicanos también. Sin embargo, los,republicanos de entonces (Ruiz Zorrilla) rechazaron la invitación de Cánovas a participar en el régimen. Obviamente, no podía ser llamado democrático, pues el caciquismo y la compra del voto estaba a la orden del día. Pero también es verdad que Antonio Maura, el último gran presidentde de ese régimen, quiso generalizar el voto y acabar con el caciquismo. 
Aquella Restauración murió formalmente con el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923, pero en la práctica ya había sido dinamitado por sus enemigos. No pudo resistir la labor de demolición de las  nuevas fuerzas políticas: el marxismo mal asimilado había llegado a España, y peor aún el anarquismo, que propugnaba la violencia directa para establecer la sociedad perfecta, exactamente igual que los grupos anti sistema de hoy, que no se muerden la lengua al decir que la violencia indiscriminada está justificada.
No ja de olvidarse que la Restauración empezó a morir con las algaradas de la Semana Trágica, es decir, en la calle... 
En España siempre ha tenido un gran eco la fascinación por la violencia política. Los anarquista hicieron estragos antes de la llegada de Primo de Rivera. El PSOE durante la república se sublevó contra esta misma, pese a que él la había fundado. Ahora que ETA envaina las armas (aunque no ha renunciado a ellas) surgen nuevos grupos que se declaran con orgullo violentos. La crisis ha ampliado la llamada a la violencia, evidentemente, pero lo malo es que la respuesta institucional ha sido débil, com lo que es ley que la violencia no penaliza. 
Exactamente igual que no penaliza que presidentes de CCAA no cumplan las leyes dictadas por el Parlamento. Y que jueces hagan de la ley lo que quieren con ella, y se dediquen a perseguir a jerarcas de China mientras el desorden campea por las calles. 
Que ETA haya conseguido desafiar durante tantas décadas al poder establecido, no dice mucho de la eficacia de éste. Es un régimen trufado de simpatizantes de grupos violentos, aunque nadie lo reconoce. 
Hacer cumplir la ley es la primera obligación que se debe marcar un gobierno. Cuando no lo consigue, es un gobierno débil. Esa debilidad irá en aumento, porque los desafios crecerán con la impunidad. 
En ese proceso delicuescente estamos ahora. Unos piden la III República mediante referéndum; y suponiendo que se hiciese y perdieran, ¿se irían a sus casas? No, igual que los catalanes tampoco se irían a sus casa. Para los violentos las votaciones y las repúblicas son caminos para hacerse con el poder y someter el país a la revolución. Exactamente como hicieron los republicanos de la II República española, cuya bandera ondea hoy por las calles cada vez con más frecuencia, a la par de la supina  ignorancia de los que las portan.
En resumen, no es la primera vez que suceden estas cosas en España. Por eso decía ayer que si el nuevo rey supone una refundación, una recentralización necesaria si se quiere parar la deriva, debe priorizarse trasmitir a la gente que la normalidad y la ley está garanrizada en TODO el territorio español. Si no es así,el ese canto volverá a reinar.  

4 comentarios:

Herejes sin Fronteras dijo...

El problema, Miguel es que esos mismos violentos neoanarquistas, neo marxistas, violentos perrofláuticos y parásitos varios, ya están otra vez en el hall de la casa.
Es cierto que ni las desigualdades son hoy (por mucho que digan lo que digan) lo que eran entonces, el contexto internacional tampoco, la corrupción (a pesar de que la hay y mucha) no es ni el reflejo de lo que fue, y la sociedad en general es mucho más culta e ilustrada pero también las comunicaciones son mucho más rápidas y las manejan muy bien.
En cuanto a Alfonso XII puede ser que fuera un buen rey (tan pendón como su bisnieto, pero buen rey)pero duró poco, y eso ha sido lo malo hasta ahora en España, que lo bueno duróa poco y los Carlos IV, Fernando VII e Isabelita II duraron un huevo.
Como además es mucho más fácil destruir que construir.....
Ójala Felipe VI se el mejor de todos, falta nos hace

Miguel E. dijo...

Yo no entiendo por qué todos tenéis tanta confianza en Felipe VI y en que los violentos de izquierdas van a perder.

Que a Juan Carlos le saliera bien la jugada (GRACIAS a Suárez, que fue el verdadero artífice de la Transición, por mucho que digan que el mérito es compartido; yo lo único que le imputo al Rey es salir la noche del 23-F; y habría que ver si no tuvo algo que ver en la intentona) no quiere decir que a Felipe le vaya a salir bien.

Doy 3 argumentos de los que, de momento, nadie me ha convencido de que sean equivocados:

-No hay un Suárez para Felipe VI (¿quién sería?; ¿Susana Díaz?, ¿Eduardo Madina?, ¿Rajoy?...jajajaja).

-El PSOE ha ido evolucionando hacia posiciones más extremas desde la Transición (¿va a volver ahora de repente un poquito más hacia el centro cuando le comen el bocadillo por la izquierda y cuando a la mayoría de sus militantes, sobre todo a los más jóvenes, les mola el estilo Podemos?), lo que dificulta muchísimo un "pacto centrista".

-El imperio de la Ley (como comenta Luis en su post) ha desaparecido en gran parte de España. Si no se hacen cumplir Sentencias del Constitucional sobre la enseñanza en castellano en Cataluña (por ejemplo), ¿se va a prohibir el referéndum el día 9, que es algo más difícil? ¿Y cómo? ¿De no hacer nada Rajoy va a mandar al ejército directamente (imaginando que los Mossos se nieguen a retirar las urnas, etc.)? Ni de coña.

Volvemos a 1.931 cada día con mayor rapidez.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Joé. ps veo más pesimistas que yo, que ya es decir.
Tus argumentos me convencen, miguel E. Pero creo que hay todavía diferencias respecto a 1931.
La crucial: que creo que la casta no se va a dejar quitar el juguete como hizo entonces. Además, Europa no creo que lo permita.
Pero me puedo equivocar.

www.MiguelNavascues.com dijo...

Por lo demás, este post sólo quería frenar las idioteces que se suelen decir, como "el mejor rey de"...
Precisamente porque Alfonso XII se murió tan joven, no tuvo tiempo de hacer las tonterías que ha hecho éste.
Algo que corre a su favor.