"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 1 de agosto de 2015

La cuisine y la decadencia de la civilización

No sé lo que piensan ustedes, pero yo estoy hasta el badajo de tanto cocinillas. De repente hemos decidido que el futuro tecnológico de España pasa por formar cocinero/as a mogollón, y que con eso conquistaremos el mundo.

Quizás no sean malas personas, pero cuando veo todos los días programas de televisión dedicados a concursar, a darse premios, besos y abrazos, y a manipular cosas indefinibles y con pinta asquerosa en la cocina, con el resultado de una montaña de mierda repulsiva, inidentificable, que lo mismo puede ser un moco de un caracol regando el solomillo de un mandril cazado en celo, cuando estaba inseminando a su novia, adornadas con una hojitas de cilantro (odio esta cosa que no es mas que perejil de snobs insoportables)... me llevan los demonios. La parte más importante de los telediarios es esa:

Además, que no hay tantos restaurantes para tantos cocineros! Se van a comer los mocos si no ponen números clausus.
Innumerables vocaciones se han descubierto en esta nueva "frontera tecnológica", con becas que ríete tú de las Erasmus esas. Ahora niños menores de edad se van a intercambiar fluidos de lombriz con colegas chinos, y dentro de poco no habrá restaurante en el que puedas pedir algo que no sea vomitivo.

Sí, confieso que odio todo eso, que me machaquen las meninges hora sí hora también con la nueva vuelta de tuerca de una cosa que esta pasada de vueltas desde al menos décadas. Desde que Ferran Adriá se exhibió en la boda del SM el rey con su Tortilla desestructurada. Odio a Ferran Adriá. No digo mas nombres de estos nuevos dioses del Olimpo culinario porque no los recuerdo. Me importan un bledo.

Ahora que es tán difícil tomar una buena tortilla de patata, por eso de la huevina, o bien un chuletón en su punto, hemos pasado del riesgo de la gastroenteritis, tan saludable porque te dejaba limpio para nuevas mesas llenas de amigotes y botellas, al de el anisaquis, que ya solo saber que lo puedes coger con esa cosa cruda no indentificable es que hay que estar chaveta para metérselo en la boca.

Porque una cosa que es especialmente repelente para mí son los restaurantes japoneses. La comida japonesa, no es un secreto, se compone de "crudités" con agua de mar. No hay más. Cosas crudas regadas con agua con sal. Eso si, con unos moldeados (como todo es blandurrio se le puede dar la forma que quieras) que me recuerdan a los moldes con los que yo hacía figuras en playa.

Ahora comprendo que mis hermanas y mis padres se negaran a probar ese bollito que yo había hecho, y me llevara un cachete pro intentar metérselo a mi hermana a la fuerza en la boca. Ella lloraba y yo recibía el tortazo. Injustamente, porque mi hermana lloraba mucho antes que le pudiera meter algo en al boca, lo que le sirvió toda la vida para derrotarme en cualquier conflicto familiar.

¡Pues ahora se paga por comer moldeados de gambas vacías rellenas de arroz salado! Y unos daditos de algas marinas que si las hueles y no estas loco, sales corriendo.

Crudités. Lo siento, pertenezco a una cultura de las cosas en su punto, y el huevo frito con puntillitas. Considero las patatas fritas como una de las cumbres de la civilización, y además no te tiras el día hablando de ellas. Defiendo esa cultura amargamente, porque la veo desaparecer a grandes velocidades. Lo digo porque dentro de poco los huevos fritos serán, dentro de nada, un artículo de lujo que valdrá un ojo a la cara.

No se rían. Por una ley económica no escrita, cuando algo baja de precio, poco después deja de estimarse. La caída de la demanda lleva a la desaparición de la oferta. No sé si se ha dado cuenta la baja estima social de ese manjar, por culpa de los médicos, que durante cincuenta años lo demonizaron. ¡El alimento más completo de la tierra, y el mas sabroso! me refiero a un buen huevo de gallina, que ahora cada vez más se sustituyen por un huevo de cordoniz, algo patético e insípido.

A largo plazo, el huevo de gallina se irá extinguiendo, mientras que meterán a las codornices en jaulas para hacerlas ponedoras de sus putos huevos asquerosos. Así, se acabara la caza de la codorniz - como no monten matanzas sangrientas en las mismas granjas ponedoras, de lo que son muy capaces.

¿Comprende ahora mi pesimismo sobre la civilización? Pascual tenía razón. El hombre no puede estarse quieto, siempre tiene que andar enredando.

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