"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 12 de febrero de 2024

De aquí y allá

https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-02-12/waterloo-feijoo/

Efectivamente. Feijóo es como la dulce Penélope: desteje de noche lo que teje de día. ¡Pero no hay un Ulises que venga a rescatarle! Efectivamente, Feijóo es un torpe sin rumbo, obcecado con los siete votos de Puchimon, sin ver que esos siete votos los tiene más a mano y mucho más limpios al otro lado. Pero es que está obsesionado con limpiar su imagen de fachoesférico que Sánchez le ha pintado. Parece mentira, una palabra, qué efecto... dicen que le han visto por ahí, insomne, tarareando la canción de “Zorra”, a ver si se le pega...

Feijóo debería de librarse del hechizo sanchesco, y escuchar otras voces cercanas - aunque sofocadas por su guardia pretoriana de imbéciles que le llevan al precipicio-. Si no lo hace, perderá votos que ya tiene por un espejismo, y saldrá de la escena por la trampilla. Lo malo es que dejará un vacío que no sabemos quién ocupará.


Por otro lado, Y qué pensar, qué decir, qué palabras usar ante los que gozaban del espectáculo de Barbate:

“Los guardias civiles asesinados por una narcolancha […] morían entre la RECHIFLA de una ESCORIA humana que disfrutaba con la impunidad de los criminales y la indefensión de las fuerzas del orden…”

(Federico Jiménez LOSANTOS, El Mundo)

Qué mundo vivimos? Escoria es poco. Injustificable. No es la hora de los buenistas… estamos yendo hacia un mundo de Hobbes, sin estado y todos contra todos. Algo que no podía imaginar.

sábado, 10 de febrero de 2024

La caridad o el amor

San Pablo hablaba en estas líneas del amor. No sé la razón de que la Iglesia lo haya cambiado por caridad. Puede dar lugar a confusión. Pero reconozcamos que es una idea del amor radicalmente distinta a la discurre hoy por la calle...

Epístola a los Corintios
Aunque yo hable la lengua de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe*. 2 Y aunque tenga (don de) profecía, y sepa todos los misterios, y toda la ciencia, y tenga toda la fe en forma que traslade montañas, si no tengo amor, nada soy*. 3 Y si repartiese mi hacienda toda, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, mas no tengo caridad, nada me aprovecha*. 4 El amor es paciente; el amor es benigno, sin envidia; el amor no es jactancioso, no se engríe; 5 no hace nada que no sea conveniente, no busca lo suyo*, no se irrita, no piensa mal; 6 no se regocija en la injusticia, antes se regocija con la verdad; 7 todo lo sobrelleva, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta*8 El amor nunca se acaba

Una de las más sensibles palabras que he leído nunca. 

Leyendo

Soy conservador, como ya dije en mi post anterior. La verdad es que lo he venido siendo poco a poco, liberándome gracias a mis lecturas, azarosas lecturas, de los grilletes que te ponen en “la edad de la razón”, para encauzarte en la vida hacia el “progreso sin fin” que es la aventura humana. 
El objetivo es que, gracias a esos grilletes mentales, te encajes en la vida, te cases, tengas hijos en los que proyectarte, trabajes, y veas con optimismo el presente y el futuro. Y cuando ya mayor eches la vista atrás, veas satisfecho lo que has hecho (sea lo que sea lo que el mundo ha hecho de tí) y tu herencia, tus hijos. Aquí cabría un punto de melancolía, pero sí tienes suerte y crees en el más allá, es que sabes que hay vida después de la muerte: llegarás pronto a un mundo mejor. Gran consuelo si la vida te ha tratado mal, en todo caso. El gran invento del cristianismo (San Pablo, por cierto).
Con muchas variaciones sobre este fondo, es el método bajo el que ha funcionado el Mundo desde que el Hombre fue lanzado a él. Desde que el Hombre es hombre, ha contenido sus pasiones irracionales gracias a esta cantinela, las ha sofocado, se ha uncido un yugo (que algunos han llamado “dulce”) bajo el cual ha tirado para adelante con mayor o menor fortuna. En general, la historia ha sido muy cruel con el hombre hasta hace muy poco. 
El Imperio de la Razón desde los griegos hasta la ilustración ha consistido en esclavizar nuestra parte más irracional. 
Pero resulta que la parte reprimida y sofocada es fuente de placer y (engañosa) felicidad. Por eso Freud hablaba de “El malestar de la cultura”: para soportarnos socialmente debemos refrenar mediante la Cultura (en sentido amplio) lo que nuestros viejos antepasados llamaban “los instintos”. 
Había que actuar así por razones sociales, pero como era más fácilmente imbuir la disciplina por razones personales, se tuvo que poner una recompensa personal a la represión: el cielo a cambio del infierno.
Como decía Schopenhauer riéndose de todo esto,”El mundo es Voluntad y Representación”. 
La Representación es la manera condicionada en que nosotros conceptuamos el mundo. El mundo es todo lo que percibimos ajeno a nosotros: el mundo exterior. Kant estableció que no podemos conocer ese mundo más que imperfectamente; nosotros tenemos una mente que es como una cámara fotográfica y, como tal, tenemos instalado una percepción espacio-temporal de las cosas. Puede que sea la cámara más perfecta que se conozca, pero no deja de imponer limitaciones a aprehender el mundo en su totalidad; lo “conocemos” imperfectamente a través del dispositivo espacio-temporal que tenemos, que no deja de ser un condicionante  apriorístico. 
No es que el mundo no existiera - como afirmaron algunos, como Fitch-, es que no podemos comprenderlo totalmente, sino por signos, pruebas, medidas, que son indicios probatorios de algunas características, no del “Ser-En-Sí, como decía Kant. Evidentemente esto no refuta el avance del conocimiento científico mediante análisis, observaciones, contrastes... Pero si nos fijamos bien, la ciencia es lo único que sigue avanzando mediante su humilde método de formular hipótesis que puedan ser refutadas y sustituidas por una mejor: de Newton a Einstein, de éste a Planck, y ahí se acaban mis conocimientos...
Pero reitero: la verdad de la ciencia es humilde y efímera (aunque pueda durar siglos), como dejo establecido Kant; no puedes decir absolutamente nada creíble del más allá, de la religión, de la moral... Kant dijo, al final de su vida, “que no había nada que le subyugara más que el concierto de los astros y la existencia de un código moral en el alma humana”. Esto le redimía de habérse cargado la sofistería tomista y jesuítica de las demostraciones racionales de la existencia de la Santísima Trinidad. Cosa que, por cierto, ya remachó Lutero al refundar el Cristianismo sobre la Fe (en la estelar de san Agustín), piedra angular de la nueva religión libre de toda sofistería. 
Schopenhauer dio un paso más al establecer que la razón, supuesta fuente de sabiduría desde Platón, no era más que más una sierva de la Voluntad, con lo que querían englobar todas las pasiones ciegas, que son las que nos gobiernan. Sería demasiado proceloso desmenuzar el camino que sigue Schopenhauer para llegar a la Voluntad; el caso es que ésta nos arrastra a todo tipo de concupiscencia que nunca queda saciada, nos hace infelices, y de paso a los demás, aunque al final la sierva razón viene a racionalizar a posteriori nuestros actos. La única solución personal que da Schopenhauer es cultivarnos, amar y servirnos del Arte con mayúsculas, alejarnos del mundo indomable, y contemplar serena y lucidamente, desde fuera, la acción de la Voluntad sobre los demás. No sé si estaba pensando en El Bosco y su cuadro “El jardín de las delicias”.
Para terminar: este repaso por mis ya viejos viajes por la literatura y la filosofía me llevan a pensar que todos tienen en parte razón. En especial Schopenhauer, en que la razón por sí sola es una sierva, poco fiable además, de nuestras tensiones internas (difícilmente conceptuales), que han sido mejor intuidas por los literatos que por los filósofos profesionales (a los que Schopenhauer detestaba olímpicamente en unas sabrosas páginas de su inmensa prosa).
Schopenhauer es uno de mis Conservadores favoritos. Como consecuente que era, fue un escéptico, y por lo tanto fiable cascarrabias. No creía en nada, salvo en lo absurdo del mundo (el primer filósofo occidental en decirlo). Solo recomendaba, como buen gobierno, que el estado debía emplearse nada más que en “La defensa interna, la defensa externa, y la defensa de la defensa”. Qué lejos estamos de eso... Que entregados a la fuerza ciega de los placeres inmediatos y la incultura, que nos somete a la pasión de otros por el Poder...

sábado, 3 de febrero de 2024

Por qué soy conservador

Soy conservador porque en el alma del hombre existen fuerzas destructivas que, cuando se apoderan del escenario, se llevan todo a su paso. El juego escénico de las ideologías no son más que máscaras que ocultan pasiones altamente destructivas. No hay más que saber un poco de historia, siquiera cronológica, para saber lo que digo. Lo único que frena un poco - y sólo a veces -, este espíritu de destrucción, es el pausado y errático avance de la civilización. ¿La cultura? Los nazis escuchaban a Shubert después de organizar la Solución Final. 

Pero, como decía Josep Pla, ¡cuán débil es la civilización! En momentos críticos pierde la batalla y no hay garantías de que gane la guerra. Millones de muertos yacen bajo la aparente civilización. 

Ningún partido ni institución tiene la clave de la verdad: tarde o temprano son cáscaras vacías. Las guerras se presenta arrasadoras pese a que nadie las quiere. Ángels, en su “Gran Ilusión”, profetizó que no estallaría la Primera Gran Guerra porque nadie estaría tan loco para poner en juego el gran bienestar alcanzado. Falló. Luego vino la Segunda. Ambas se consideraron guerras que acabarían con todas las guerras. La razón apenas llega a los umbrales de este sino.

Sí, soy conservador porque soy escéptico sobre la naturaleza humana. Tendrá una chispa divina, pero en medio de otras cosas letales. Por cierto, san Agustín fue uno de los primeros en vislumbrar esto. Bueno, eso sí, después de los griegos.

miércoles, 31 de enero de 2024

El efecto Milei

Como se lee aquí (https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-01-30/invalidez-constitucional-la-justicia-argentina-tumba-la-polemica-reforma-laboral-de-milei_3821092/), Milei ya está desencadenando todos los demonios económicos que le pronostiqué. El problema Milei es que le han vendido una escuela económica que en realidad es un dogma: el ultraliberalismo, o dogma de la santísima Trinidad del patrón oro, Libertad total de mercado, y el más pequeño estado. El más conspicuo representante de este dogma es Murray Robarth, un loco que solo respetaba la propiedad privada sobre cualquier otra consideración. Por ejemplo, los padres son propietarios de sus hijos, y por ende los puede vender. El único derecho es la propiedad, y no hace falta que lo defienda el estado. El propietario debe defenderlo con las armas. 
De ahí que hoy en día veamos a los militantes de esta iglesia defender a Milei sin tregua: JR Rallo, jefe de la secta, y demás conmilitones. Lo característico de ésta secta es que no reconoce sus errores, echánde la culpa al empedrado. El empedrado para ellos es la falta de su tríada: si no hay patrón oro, habrá ineluctablemente inflación y o ¡deflación! (Si, son así de mendrugos). Si no hay Libertad financiera hay crisis financieras! Hoy en día hay libertad financiera total (gracias al loco de Trump), y siempre estamos amenazados por una crisis. Si hay estado protector de los más débiles, es necesariamente corrupto e inservible. 
Yo creo que la historia demuestra otra cosa. Primero, estado siempre ha existido. No hay periodo de la historia en que, desde la tribu hasta la sociedad actual, el hombre no se haya protegido del - o de los - más fuertes. Esto es una verdad empírica, no muy reconocida por la cantidad de ideologías y religiones que parten de que el hombre es bueno por naturaleza, y le corrompe la sociedad (Rousseau, al que Bertram Russell consideraba la puerta de entrada al estalinismo). 
En el fondo, los ultraliberales de Milei deberían reconocer que creen en la simpleza de Rousseau - o de sus antecesores los Pelagianos -. Pero no; Ellos quieren, y consiguen, ser únicos. Desde luego que son únicos en no contrastar sus ideas...

viernes, 26 de enero de 2024

Por qué ganó Trump y volverá a ganar

I- Por qué Trump ganó y volverá a ganar

El caso de Steve que acabó de leer.

“— Entonces ¿votarás a Trump en noviembre? —le pregunté a Steve en el verano de 2016—. ¡Si es milmillonario! ¿Qué sabe él de la gente corriente o qué le importa? Además, es un payaso. 

Steve sacó un cigarrillo de un paquete de Marlboro y lo encendió. —No es eso.  Voy a votar a Trump, pero... El problema son las élites progresistas que han estado hundiendo este gran país. A esa mujer [Hillary Clinton] solo le importa que los banqueros conserven su riqueza. Dice que los «deplorables» como yo somos el problema. ¿Yo y el «privilegio blanco»? Menudo chiste. Los auténticos supremacistas blancos son los consejeros delegados de las megaempresas, el 90 por ciento de los cuales da la casualidad de que son hombres blancos. Pero resulta que los medios corporativos no ven lo que no quieren ver. No, no me creo lo que nos cuentan los demócratas y los medios progresistas. Al menos Trump dice en voz alta lo que pensamos todos.

Steve se crio en el norte del estado de Nueva York, en una familia de clase media-baja. Su padre trabajaba como maquinista en una fábrica de productos para infraestructuras viarias. Ese trabajo le reportaba unos ingresos modestos pero constantes que permitían a la familia de Steve mantener su estatus de clase media. La madre de Steve no trabajaba, y la familia era propietaria de su propia casa y pudo permitirse enviar a la hermana mayor de Steve a una universidad local. En cuanto a Steve, decidió que la universidad no le interesaba. Sus notas de bachillerato no eran para tirar cohetes. Además, cuando su hermana se licenció en Ciencias y Humanidades, su título no tuvo ningún efecto visible en el tipo de trabajo que le ofrecieron ni en el salario que le pagaron. A los dos años de terminar la carrera, ella y su marido se mudaron a Carolina del Norte, donde los impuestos y el coste de la vida eran más bajos y las perspectivas de empleo de su marido, mejores. En vez de ir a la universidad, Steve se alistó en el ejército, que lo envió a Alemania. Pero solo cumplió un periodo de servicio. En aquella época, Estados Unidos estaba a punto de embarcarse en una serie de guerras en el extranjero en lugares como Afganistán e Irak. Steve no veía el sentido de jugarse la vida en guerras absurdas...”

... “Por el motivo que sea, la época de prosperidad para la gente común ha terminado y la ha sustituido una época de precariedad. No es justo que los hijos vivan peor que los padres.”


Steve ya no pertenece a la clase media ni el partido demócrata es el representante de esa antigua clase media. El partido del “Asno” es cada vez más elitista y exotérico. Cree en una serie de ideas identitarias y ni le importa ya la estabilidad del trabajo, ni el nivel salarial... para este partido, Steve pertenece a los «deplorables», según las célebres palabras que pronunció Hillary Clinton en 2016: «Racistas, sexistas, homófobos, xenófobos, islamófobos». Al parecer, no han sabido asimilar la lección elitista que ellos enseñan.


(“Final de partida”, de Turchin)


En fin, el Partido demócrata ya no representa a las clases medias... que ya no existen! Esto está pasando en todos los paises hasta hace poco ricos. En próxima entrega, intentaré explicar la causa de este grave problema.

miércoles, 24 de enero de 2024

La Democracia y su acoso

Algunos dicen que la democracia no es más que un escenario de cartón piedra que oculta la verdad descarnada, la opulencia de los oligarcas. Ortega & Gasset decía de la Restauración, única democracia en España previa a la (maltrecha) de hoy, que era una pura obra teatral de fantasmas. Ahí empezó su demolición.

La democracia eficiente es el método de que los grupos de presión se cedan el poder sin derramamiento de sangre, decía Karl Popper. Funciona cuando todos aceptan que les conviene vivir bajo lámina protección de la Ley.

Lo malo es su debilidad en tiempos apremiantes, en los que es secuestrada a la fuerza por el más populista y mentiroso, bajo el cual su cobijan los más gañanes sin escrúpulos. Así fue en los años 1930. Hitler llego al poder en las elecciones de 1933. No necesitó un golpe de estado. Como le enseñó Mussolini en 1922, no necesitó cambiar ni una coma de la ley.

La democracia, orgullo de Occidente hasta hace poco, faro de los países dictatoriales, está muriendo porque ya sólo una minoría de nostálgicos la añoran. Eso abre la puerta a que sujetos mal encarados, como Trump, como Sánchez, lleguen a la sala de mandos. Casi nadie se preocupa por esa “antigualla”. La falta de memoria histórica hace estragos.

sábado, 20 de enero de 2024

Turchin y las malas vibraciones

Me encuentro con este párrafo en la columna de Jorge Bustos de hoy
Vivimos en una comunidad política esquizoide, dividida, incomunicada. Podría coserse, pero el que manda acaba de incorporar su muro al ideario socialista, sustituyendo todo lo que había en él: ahora el único principio no sujeto a negociación y venta es el cordón sanitario al PP. Cada tribu abreva en noticias diferentes, se indigna por motivos opuestos, relativiza hechos objetivamente graves o aúlla por escándalos manifiestamente postizos. La conversación pública se atomiza, sorda al prójimo. Y una nación que ya no es capaz de sostener una sola conversación consigo misma no puede prevalecer.

Esto me hace recordar a Peter Turchin, con quien me he topado recientemente. Turchin practica una nueva rama de la historia: una historia que analiza tendencias históricas con la ayuda de modelos matemáticos. No es un mago de bola de cristal: él confiesa las limitaciones de su metodología, es poco pretencioso y afirma que no pueda más que predecir tendencias, no el momento exacto en que éstas van a chocar y acabar en crisis.
No he leído todavía su última publicación, 



pero los artículos que hablan de ella dicen cosas escalofriantes. Escalofriantes porque otros muchos analistas y observadores dicen algo parecido a lo que afirma Turchin.
Recojo algunos párrafos de los comentarios de Sergio del Molino (Ethic)

Antes de seguir hay que aclarar que Peter Turchin es un científico riguroso que trabaja en un campo pluridisciplinar aún nuevo, pero cada vez más aceptado entre historiadores, sociólogos, economistas y demás científicos sociales. La cliodinámica (por Clío, musa de la historia) utiliza grandes repertorios de datos históricos (registros demográficos, financieros, todo tipo de documentos cuantificables, etc.) y los mete en modelos matemáticos con algoritmos y ecuaciones para predecir el comportamiento de las sociedades complejas. A su manera, son augures informados, que aciertan mejor cuanto mayor es la calidad y la cantidad de los datos que procesan.”

Dice Turchin que las sociedades complejas (es decir, las organizadas en Estados, desde Mesopotamia hasta hoy) están sometidas a ciclos de unos doscientos años en los que se alternan períodos de estabilidad con períodos de turbulencia que se suceden cada cincuenta o sesenta años. Estados Unidos y el mundo occidental ha entrado en uno de esos períodos turbulentos, y la experiencia histórica dice que pronto estallará de algún modo.

Resumiendo la complejidad en un cuadro sinóptico, Turchin divide las sociedades en tres elementos: el Estado, las élites que controlan ese Estado y el pueblo. Cuando las élites y el pueblo mantienen un acuerdo que beneficia a ambos, la paz está asegurada, pero ese equilibrio es siempre inestable, y lo es aún más en las sociedades abiertas, libres y democráticas, pues también sabemos que la paz de las autocracias es la de los cementerios y de las cárceles: no hay voces alborotadoras porque las han acallado, no porque no haya motivos para alborotar. En una democracia, la agitación se expresa, y con ella, empieza la juerga.

Siempre ha sido difícil predecir el futuro. No es una ciencia, no se puede más que hacer comparaciones entre tiempos históricos diferentes y encontrar similitudes y diferencias cualitativas. Eso hicieron desde siempre los chamanes, como el brujo Nostradamus en la Edad Media, e historiadores (Arnold Thombee) o intelectuales (Oscar Spengler), que han buscado comportamientos de las sociedades más allá de la influencia los personajes eminentes, con más o menos fortuna. 
Pero aún sin acertar plenamente, han dejado resonancias de las que otros han recogido el testigo. El último en hacerlo es Turchin.
Turchin predijo en 2010, hace 14 años, que estos tiempos de hoy iban a ser difíciles, conflictivos y propensos a la polarización política, el último signo del posible estallido de una guerra. ¿Cuándo, dónde? Eso no lo pudo decir en 2010, pero hoy sí: en EEUU, 2024 será un año electoral, en un contexto de polarización y conflicto civil, escisión social, que augura que, gane uno u otro candidato, los perdedores no aceptarán el resultado y se sublevarán, como pasó en 1861 cuando Lincoln ganó las elecciones con la intención de liberar al a los negros. En 1865 estalló la guerra civil.
De todas maneras no hacen falta muchas matemáticas; basta con estudiar lo que pasó en los años treinta previos a la Segunda Guerra Mundial: insatisfacción, pobreza, hiperinflación... polarización y advenimiento de partidos políticos comunistas y su efecto, partidos fascistas (esto se lo debemos a Eichengreen). Al final, Guerra Mundial. El malestar y la insatisfacción crecientes las había predicho Keynes en su rechazo del Tratado de Paz de Paris, que decretó unos pagos de guerra a Alemania y sus aliados imposibles de cumplir. Por eso Alemania se vio inundada de hiperinflación y luego grave recesión, lo que desorientó tanto a la sociedad que ésta se echó en brazos de Hitler...
Hoy vivimos unas tendencias sociales corrosivas similares - cierto, aunque no iguales -. Pero las amenazas existen. Existe la desorientación, la entrega a nuevos grupos políticos radicales que reflejan la fragmentación moral de la sociedad, derivada en unas consignas sin fundamento, poliédricas, ofrecidas a la carta a una sociedad cada vez desorientada. Imposible formar así corrientes de opinión sensatas y estables. La polarización es el signo de nuestro tiempo. El malestar creciente por la caída económica, del empleo, y de la distribución son sus alimentos... y viceversa: la zafiedad creciente alimentan sin duda una economía precaria después de décadas de opulencia.
Esta es la base de Turchin, y debemos recibir su aportación como un avance sobre los anteriores intentos. No es que sus conclusiones fueran distintas, pero sí más intuitivas y menos rigurosas. Son como la culminación final de los intentos de leer en las estrellas, en las religiones y finalmente  en la historia, líneas de tendencias borrosas que Turchin las describe con mayor precisión. 

viernes, 19 de enero de 2024

La decepción Milei

Milei es muy aplaudido porque critica el populismo comunista invasivo de hoy. Yo también lo hago. Pero Milei está abducido por una secta que dice ser una escuela económica: el liberalismo. Yo no creo que eso sea economía. Más bien una alucinación esotérica.

Estos secta predica que cuanto más mercado y menos estado, mejor. Eso puede funcionar dentro de un límite. Primero, nunca ha existido algo así, y Segundo, está contrastado históricamente que cuando una sociedad ha estado cerca de eso (EEUU finales del XIX), había más crisis bancarias y económicas que ahora. 

Milei dice que va a bajar los impuestos y los gastos y va a cerrar el Banco Nacional de Argentina. Lo primero disparará a las nubes la deuda. Lo Segundo, la imposibilidad de emitir moneda, aumentará el pánico de los inversores a la deuda, que verán imposible cobrarla. Querrán desprenderse de ella, lo que hará subir los tipos de interés a las nubes. Esto acabará con cualquier signo de actividad, y vendrá una depresión dramática, tipo 1929. 

La ilusa tríada de: controlar la deuda, bajar impuestos, y perder la capacidad de emisión es IMPOSIBLE.

Se volverán a vivir escenas como en la buena película “Nueve Reinas” de 2000, pero pronto de rabiosa actualidad. 

Ah, y ojalá me equivoque!

viernes, 12 de enero de 2024

Josep Pla y Santiago Rusiñol

Josep Pla escribió un libro encantador sobre Rusiñol y su época. Tan encantador que lo releo al cabo de muchos años. Rusiñol amaba la vida bohemia, interminable, nocturna, de muchos amaneceres, con su pipa y su ajenjo siempre a mano. Era único en hacerse amigos. 
De ahí entresaco algunas frases de ese personaje, que debió insólito. 
- “La vida saludable es el arte de alargar la vida haciéndola insoportable.”
- “Las aguas minerales sólo curan cuando están de moda.”
- “Cuándo un médico cae enfermo y necesita un consejo de confianza jamas se llama a sí mismo.”
- “Para las beatas rezar es como hacer el solitario.”
- “Los obreros se alaban por serlo, pero todos quieren cambiar su estado.”
Por lo que cuenta Pla, era un hombre muy triste, pero feliz, como sus cuadros, impregnados de esa melancolía.





jueves, 11 de enero de 2024

Ho tornarem a fer

Ayer pasaron dos o tres cosas que muestran qué mal va el mundo. 

Antes se hablaba de “estado fallido” para señalar país cuyo estado era incapaz de cumplir sus funciones más básicas.

Ayer, en Ecuador (al borde del colapso, un estado incapaz de prestar la mínima seguridad), pero también en Francia (con un cambio de primer npminitro guiñolesco), y no menos España, mostraron lo que hay detrás del decorado de cartón piedra. Un estado de precariedad en manos de grupos de poder insolventes, incapaces de mantener siquiera las apariencias. 

En España, unas bandas de cuatreros nos dirigen a su arbitrio: se comprobó que ya no hay Congreso, sino un chantaje permanente de minorías separatistas que dominan al gobierno de España. Con ese chantaje, se va agrandando las brecha entre ciudadanos de primera y los demás. Esta forma de tomar decisiones a salto de mata, solo te permite ver un camino sembrado de minas para los españoles, que no se sabe cuándo terminará. ¿Cuando alcancen la independencia el País Vasco y Cataluña? 

No, no se conformarán con eso. Habrá más chantaje, porque ellos necesitarán financiación que no van a conseguir en otros sitios. Habrá que sangrar a los ahorradores españoles, pues los de otros lares cerrarán sus bolsas. Sí, seguirán. Seguirán robándonos. “Ho tornarem a fer”, incluso con independencia, como dicen ellos. Mientras quede un euro por robar, lo harán. Porque la independencia no será tal, si no una dependencia de nosotros españoles respecto a ellos, que nos marcarán el paso.

Los de Ecuador, lo de Francia son ejemplos de que no hay unos u otros estados que fallen. Falla todo en nuestro alrededor.

domingo, 7 de enero de 2024

Estrechamiento del campo político

Es una obviedad que España está muy mal. Lo que pasa es que ahí no acaba la cosa: España va a estar mucho peor. En realidad es difícil establecer el límite de este proceso de cancelación de los espacios que hasta ahora ocupaba la Libertad. El aglomerado de partidos que llamaremos el Abusón, no ocupa ya sólo todo el terreno de juego, sino gran parte del aforo. El terreno de juego está inclinado y hay más jugadores de los suyos, como el doble que de los otros. Ahora tratará de ocupar rápidamente el aforo completo, mediante el expeditivo método de no dejar entrar a nadie más, pues pronto se habrán agotado las entradas a la venta: ya sólo entrarán los invitados honorarios. 
Estos invitados serán de variopintos colores políticos, menos del azul PP, pese a que este grupete se ha empeñado en hacer “política de estado” para, con este guiño cómplice, ver si le  regalan algunas pocas entradas para asistir, morbosamente, a su propia defunción anunciada. Les bastará que el número de entradas sea para los Máximos Cabecillas, que los demás ya lo pillarán en las Redes Sociales con su adobo de costumbre, pobres. 
Una vez consumado el acto de exterminación, ya no habrá más oposición que la necesaria para tacharla de “Extrema Derecha” - de hecho la única con la etiqueta de Extrema -: servirá de monigote espantapájaros para que los que no estén ahítos de sangre puedan tirar piedras y exabruptos, que siempre conviene tener en el armario un dispositivo de este tenor, por si acaso. No todo se juega en el escenario.
Al final, como dice Iñaki Ellacuría en El Mundo, por fin alcanzaremos el selecto grupo de países pobres, ahora llamados emergentes, en los que se celebran todos los horrores, pero emerger, no emergen. Y no emergen porque en ellos han sofocado todo brote de oposición, sobre todo demócrata, que es en realidad una cosa de burgueses trasnochados que Marx, Lenin, y Stalin se apresuraron a exterminar (físicamente). Hoy en día los grupos que detentan el poder tienen sus propios burgueses (llamados empresarios & consejeros públicos) para que mantengan encendidas las brasas de una cierta producción. 
Toda negociación del tipo que sea convergerá a la Moncloa, palacio de las decisiones finales...
El mal gusto está garantizado, ah y las sangre, obviamente.
 

lunes, 1 de enero de 2024

Noche vieja. Hecatombe del solsticio

Ayer, antes de la hora propicia, bajamos hacia el ponto, ya oscurecido, y preparamos nuestro homenaje a los dioses. Sacrificamos un buey, del que en el altar quemamos sus entrañas. El humo subió derecho hacia el cielo, señal de bendición de los dioses del Olimpo, mientras nosotros dimos buena cuenta del resto, bebiendo sin tasa el vino sazonado con miel y especias. 
La noche pasó en un mágico suspiro, y por el horizonte marino empezó a despuntar el divino sol, al que raudos acudimos con nuestras naves, a saludar el nuevo día. A Neptuno le entregamos humildemente los restos de la hecatombe. A la vuelta, ya con la luz divina rozando nuestros pies, regresamos todos a casa de Penelope, que seguía tejiendo en su telar mientras, incansable, esperaba a su Ulises, que nosotros dábamos por perdido. Un día más la cominaríamos a que eligiera quién de nosotros aceptaría por agraciado marido. Ulises no volvería, nos decíamos, los dioses no le han sido propicios. Pronto Itaca será nuestra. 
Pero los dioses nos engañaban. Por la casa merodeaba un sucio mendigo que, maldición, estaba aliado con Atenea, quien le había disfrazado perfectamente a nuestros cegados ojos. Penélope lo presentía y sonreía...

lunes, 25 de diciembre de 2023

Todos tenemos la culpa

¿Por qué el 53% de la población de Cataluña que no es separatista ha mostrado tanta sumisión a la política racista de inmersión lingüística?

Aquí García Domínguez ofrece un hipótesis. 

https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2023-12-25/nueva-cataluna-silenciada/

Yo ofrezco otra, compatible con la suya: porque el reiterado y perverso mal fue pasiva y vergonzosamente tolerado por el consentimiento del Gobierno español, que debería haber sido el defensor de los derechos básicos de los oprimidos. El gobierno español ha dado la espalda a su obligación más elemental: la igualdad de todos los españoles ante la ley. 

No se podía esperar que las demandas individuales, heroicas pero a un alto precio personal (además de sofocadas por los medios), fueran a revertir el estado de flagrante indefensión. ¿O qué esperaban, que los pobres ciudadanos catalanes de segunda salieran aireadamente a la calle? La democracia está para que no se necesiten héroes...

Lo que ha fallado durante décadas es la vergonzosa pasividad/complicidad del Estado, que disponía de unas magníficas instituciones que no quiso utilizar para disponer de una mayoría engañosa en el Congreso. 

Esa complicidad, cuando no sucia colaboración activa, nos ha traído a la oprobiosa situación actual de liquidación del Estado democrático por la abierta conjura del gobierno con los separatistas. Conjura por activa o por pasiva de todos los gobiernos de la Democracia. Recordemos el bochornoso pacto del Majestic de Aznar con Pujol en 1996, o los pactos del Tinell de la izquierda. Todos, a izquierda y derecha, no han asumido sus deberes. Que no vengan ahora ocultando sus graves fallos.

Fallos que irremisiblemente hacen de este estado un estado fallido. Como no tardaremos mucho en comprobar.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

Prosperidad o pobreza. ¿Por qué hay naciones pobres?

Acemoglu, prestigioso economista/historiador, hace un estudio sobre la razón de que haya naciones que no se han enganchado a la prosperidad. Oigamos sus argumentos. Por cierto, fue el primero (junto con su coautor Simon), en usar los términos inclusivos y extractivos. Han editado un libro que compila lo esencial de su gran obra: “Why the Nations Fail”, traducido al español como:




Escojamos algunos párrafos que ayudan a comprender el discurso.


“La prosperidad de un país determinado está determinada por su conjunto económico-institucional: los sistemas y regulaciones que dirigen el comportamiento económico dentro de sus fronteras. Ese panorama incluye las leyes de propiedad, la solidez de los servicios públicos y el acceso a las finanzas. Estas instituciones económicas se dividen en una de dos categorías: extractivas o inclusivas. Las instituciones económicas inclusivas estimulan el éxito económico y están diseñadas para fomentar la participación en actividades económicas. También fomentan la libertad económica. 

En países como Corea del Sur y Estados Unidos, por ejemplo, las reglas del mercado se derivan de las leyes de propiedad privada, así como de sectores bancarios desarrollados y sistemas sólidos de educación pública. Estas reglas permiten a las personas saber que pueden trabajar duro y ser innovadores, con la certeza de que sus esfuerzos serán remunerados y su riqueza será preservada. 

Por el contrario, las instituciones extractivas obtienen ingresos de grupos dentro de la sociedad para beneficio de otros grupos. En Corea del Norte, la familia Kim fundó un régimen que reprimió a la población, prohibió la propiedad privada y concentró todo el poder en una élite selecta. Al igual que las instituciones económicas, las instituciones políticas también pueden ser inclusivas o extractivas. 

La principal característica de las instituciones políticas inclusivas es el pluralismo. Esto significa que varios grupos en una sociedad determinada están representados políticamente y, por lo tanto, el poder se comparte entre ellos. 

Para que las instituciones sean verdaderamente inclusivas, también es esencial que estén centralizadas. La centralización del poder da como resultado el mantenimiento del estado de derecho; No hay necesidad de que estos diferentes grupos luchen entre sí por la superioridad. Si las instituciones políticas carecen de pluralismo o centralización, entonces generalmente se puede decir que son extractivas. El beneficio de las instituciones políticas inclusivas es que dan como resultado un poder compartido entre grupos. Esto conduce a la desaparición de las políticas económicas extractivas y, en consecuencia, a los beneficios económicos mutuos para todos los miembros de la sociedad.

Antes de seguir, observemos que España ha elegido seguir la ruta contraria: someterse a a una cúpula extractiva que amenaza con aumentar los impuestos más y más y nacionalizar toda institución que cree riqueza. Sigamos. A continuación, Acemoglu estudia el ejemplo de Inglaterra, primera nación en despegar económicamente.


“Esto plantea la pregunta: ¿por qué Inglaterra? Bueno, todo se redujo a las instituciones políticas ya existentes en el país, que dieron origen a instituciones económicas inclusivas. Las bases iniciales para el éxito se habían sentado mucho antes. La firma de la Carta Magna en 1215 había establecido un embrionario Parlamento inglés. Más crítica aún, sin embargo, fue la Revolución Gloriosa de 1688. Esto permitió a Guillermo III, que contaba con el apoyo del Parlamento, derrocar a Jaime II. A cambio de su apoyo, el ahora Parlamento británico recibió más poder, mientras que el de la monarquía se redujo. A diferencia de los monarcas, los miembros del Parlamento eran elegidos, aunque sólo por los terratenientes. Como resultado, el Parlamento elegido sirvió a los intereses de esta minoría y, al hacerlo, creó instituciones económicas inclusivas que alentaron la participación activa en la economía. En consecuencia, los derechos de propiedad legalmente exigibles quedaron consagrados en la ley, y leyes de protección más estrictas sirvieron para incentivar la inversión y la innovación. 

El Parlamento también reformó el sistema bancario. El Banco de Inglaterra se estableció en 1694. Uno de sus objetivos principales era proporcionar crédito para permitir a los súbditos británicos invertir. El sistema fiscal también fue objeto de reformas. Para fomentar la fabricación, se abolieron los impuestos sobre los bienes manufacturados. Fueron reemplazados por impuestos territoriales. 

Una burocracia estatal en expansión también permitió una recaudación más eficiente de impuestos especiales. La idea era reinvertir impuestos y así estimular la economía. Así fue que durante los siglos XVIII y XIX, la infraestructura del país mejoró radicalmente. Primero se construyeron los canales y luego también los ferrocarriles. Ambos sistemas de transporte permitieron el fácil flujo de mercancías y materias primas.”


Aquí hago un alto para discrepar marginalmente de Acemoglu & co. No pongo en duda su análisis principal, por otra parte no divergente de lo que di dijo Adam Smith, el gigante sobre cuyos hombros avanzamos. Pero me permito una observación: si se pregunta uno qué ha hecho posible el desarrollo de tales instituciones inclusivas frente a otras extractivas, no tengo más remedio que observar que estas instituciones positivas y benéficas han surgido antes y han crecido más en los países que tras la guerra de los 30 años - Guerra de religión entre católicos y protestantes que arrasó a Europa -, se declararon protestantes frente los que cayeron del lado católico. No estoy defendiendo una religión frente a otra. Estoy simplemente observando que los primeros países que alcanzaron un “pacto social” que llevó a la descripción de A & S son Inglaterra, Holanda, EEUU... 

A & S consideran que en la historia se producen por azar hechos decisivos que hacen tomar un giro propicio no no al desarrollo económico. Ponenel ejemplo de la peste negra, que hizo caer la población europea casi a la mitad. Esto, a su vez, encareció la mano de obra, por lo que los señores feudales yo no podían impedir que sus siervos emigraran a otros ligares, como las ciudades, más libres y con mejor salario, que ademas se empezó a pagar en moneda acuñada. Pero si este despertar alcanzó a la Europa occidental, no fue así en la del Este, que siguió penando con el feudalismo durante siglos . 

¿No es la Guerra de los 30 años un “hecho decisivo” que bifurcó el camino económico entre países protestantes y católicos?


domingo, 17 de diciembre de 2023

Solzhenitsyn en España hace 50 años

Hace casi 50 años este señor estaba hablando por TVE mientras yo estaba a punto de acostarme. De repente empecé a oírle, y escuché. Estaba diciendo que nosotros, en el franquismo, teníamos una cantidad de libertades civiles que en Rusia no existían ni en sueños. Por ejemplo, moverse libremente dentro y fuera de España. Por ejemplo, leer varios periódicos más o menos críticos con el gobierno. No ser perseguido por tus ideas. Etc. Léanlo. 

Luego vino la Transición y esos derechos balbuceantes se consolidaron. Ahora tratan de quitárnoslos. 

Ah, y los progres españoles, igual que como los de hoy, le cubrieron de improperios a cual más rocamboleco... hay cosas que nunca cambian!

¿Que diría hoy Solzhenitsyn?


Es conocida, aunque poco, la entrevista y sus consecuencias. La inconformista izquierda intelectual (?) española de entonces puso el grito en el cielo. Al denunciar Solzhenitsyn lo que denunciaba y opinar sobre nuestra situación todos los esquemas de esa izquierda se vinieron abajo.


<<Vuestros círculos progresistas se complacen en llamar al régimen existente “dictadura”. Yo en cambio, llevo diez días viajando por España, desplazándome de riguroso incógnito. Observo cómo vive la gente, lo miro con mis propios ojos asombrados y pregunto: ¿saben ustedes lo que quiere decir esta palabra, conocen ustedes lo que se esconde tras ese término>>.


<<No, vuestros progresistas pueden usar la palabra que quieran, pero “dictadura” no. ¡Si nosotros tuviéramos las libertades que tiene ustedes, nos quedaríamos boquiabiertos, exclamaríamos que es algo nunca visto.


Desde hace setenta años, no tenemos ninguna libertad>>.


Se le echó encima la democrática izquierda, cuando con rigurosidad criticaba lo de allí sin olvidar lo de aquí, un occidente colapsado moral y culturalmente. Hubo quien llegó a decir que  mientras existiesen gentes como Alexander Solzhenitsyn <<perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados a fin de que personas como Alexander Solzhenitsyn, en tanto no adquieran un poco de educación, no puedan salir a la calle>>. (Por cierto, el autor de esta frase fue Juan BENET, escritor ilegible y hoy casi descatalogado).


Fuente: https://generaldavila.com/2018/05/17/jose-maria-inigo-y-solzhenitsyn-un-secreto-sin-contar-rafael-davila-alvarez-general-de-division-r/

domingo, 10 de diciembre de 2023

Breve ensayo de la Democracia en la historia

La libertad no es un estado natural del hombre que se haya dado gratuitamente en ningún momento. La historia nos dice lo que decía Hobbes: el hombre natural sería un peligro para el hombre mismo si no hay un estado que marque normas y obligue a cumplirlas. 
La historia de la humanidad es la historia de la sociedad humana y su larga y tortuosa evolución. Desde luego no empezó en un paraíso idílico, de paz y amor, sin conflictos y necesidades. El que diga lo contrario nunca ha leído historia, que es una sucesión de conflictos entre sociedades y estados. 
Siempre ha habido estados, siempre ha habido gobernantes anhelantes de conquista, sea entre grandes estados o meras tribus. El hombre nunca ha cesado de pelear. 
Si somos conscientes de ello, debemos atribuir a una loca fantasía las repetidas llamadas de los filósofos más famosos a vivir en una comunidad inexistente, tan armónica como falsa, que los más sensatos han criticado como inalcanzable. Sus numerosos autores, desde Platón a Marx, pasando por Rousseau, no han dejado de dar la matraca debelando la sociedad real e invitarnos una y otra vez a a derribarla en pos de una utopía sin leyes ni policía, mediante el gobierno de unos sabios imbuidos de infalibilidad total.
La primera utopía que yo conozca fue la de Pelagio, que en los tiempos ariscos de la decadencia de Roma (400 d.d.c), pregonó que era falso lo que decía san Agustín y que el hombre era de nacimiento bondadoso y de natural  pastueño. San Agustín fue un padre de la Iglesia, de conversión tardía tras una vida juvenil ajetreada antes de su conversión. La primera parte de su vida transcurrió en Roma. Le gustaban las diversiones, el espectáculo circense y la lucha de gladiadores. Gracias a eso, era profundo conocedor del alma humana, de la sociedad y del gobierno. Un dicho famoso suyo decía: “Señor, conviérteme pero todavía no”. Luego vino su conversión, su ascenso en la curia y su obispado en su lugar de origen, Hipona, Africa, 
(Entonces el norte de Africa era parte de Imperio Romano, con pleno derecho de ciudadanía.)
En su mejor obra, “La ciudad De Dios”, escrita cuando cayó el Imperio, Agustín se lamentaba de esa caída del Estado en la anarquía. Se declaraba muy consciente de que el hombre debía prestar su atención a la “Ciudad De Dios” tras su muerte; pero en el peregrinar de este mundo había que aspirar a su buen gobierno, aunque no fuera más que una posada de tránsito. Su reflexión sobre el mundo real partía de un concepto básico: el Hombre era un ser imperfecto que nacía en pecado original: estaba muy alejado de la “Bondad natural” que predicaba Pelagio, al que persiguió sin tregua porque sabía que podía acabar con el cristianismo. 
En las luchas religiosas en esos primeros vagidos del cristianismo, Agustín fue un incansable perseguidor de esas doctrinas que aspiraban a imponerse a la entonces no muy sólida Iglesia. Su victoria - ignoró si justa o no injusta- fue ciertamente decisiva en la historia de occidente. 
Schopenhauer era ateo, pero vio claro la importancia del dogma del pecado original, y la imperfección del hombre, como uno de los fundamentos del Estado. Imposible un Estado sin concebir el Hombre como ser imperfecto.
Quien no lo vio tan claro fue el influyente Rousseau, padre de la Revolución francesa, que preconizó que el hombre nacía en la inocencia y era pervertido por la sociedad, empezando por el derecho de propiedad. Había que suprimir ese derecho para que floreciera La sociedad perfecta. Otro utopista que, según Bertram Russell, llevaba en línea recta a Marx y al Comunismo estalinista.
El problema, nunca solucionado del todo, ha sido conciliar la Libertad con la Seguridad. Sólo en el siglo XVII se empezó a vislumbrar esa conciliación, que llegó a despuntar en los Pactos Fundacionales de lo social primeros peregrinos que, huyendo de las persecuciones religiosas en Europa, llegaron a las Colonias americanas en 1620.
(Pero antes tuvo que producirse el grito y la rebelión de Lutero, con su Libertad de Conciencia.)
En el siglo XVIII nació la primera Constitución democrática, la americana - la única que ha pervivido hasta ahora -. (Inglaterra no tiene constitución escrita). El parlamentarismo posterior nació más o menos espontáneamente, sin una doctrina filosófica previa.
A partir del XIX se fue extendiendo la fórmula parlamentaria, que no fue ciertamente fruto de la Revolución Francesa, como piensan algunos insensatos. Dicha Revolución fue inestable y sangrienta, y su fruto real fue Napoleón, que saqueó Europa. Los países europeos nunca se guiaron por ella para sus primeros ensayos democráticos. Se guiaron por Inglaterra y EEUU, que había declarado su independencia en 1776. Esas democracias fueron en su mayoría monarquías, evolucionaron en profundizar la democracia, y así han llegado hasta hoy. Su doctrina apenas se ha resaltado en la Historia. Estos filósofos se llamaban los doctrinarios, y eran practicistas, los primeros estudiosos de la sociedad no utópicos. El más reconocido es Benjamin Constant, cuyos ensayos anti utopistas, anti napoleónicos, se leen todavía. Por eso  - y la desorientación occidental - es más reconocido Rousseau...
En suma, podemos colegir que la democracia no es un producto de la razón, sino una eventualidad histórica falible y, probablemente, efímera. Una vez vez conocida, se puede explicar por la razón. 
Los regímenes autoritarios que han existido han protegido, o tolerado, a veces, la libertad individual. Pero en la historia el Poder ha venido antes que la Democracia. La famosa democracia ateniense de Pericles no fue tal, sino un régimen asambleario en el que sólo tenían derechos los varones que eran propietarios. Además, Atenas fue un Imperio que vivía de sus colonias marítimas (Telasocracia), a las que dominaba con su potente ejército. Seguramente la vida era mejor que en la teocracia persa, o en su enemiga Esparta, pero la mujeres y los esclavos eran oprimidos. 
Los derechos humanos vienen de las mano de esta historia, como una cristalización de la Revolución Americana, que fue la primera en promulgarlos.

jueves, 7 de diciembre de 2023

In dubio pro reo

Como la actualidad no es precisamente alentadora, abro un libro de historia de Ian Kershaw sobre la segunda guerra mundial. Es un tema tan trillado para mí, que pasó las páginas rápidamente. De repente, me encuentro con estos comentarios sobre Hitler, que me sugieren algún parecido funesto con alguien.
Ya en febrero de 1938, los encuentros del Gabinete cesaron por completo, de modo que no existía ya ningún órgano colectivo de gobierno, algo que resulta ciertamente llamativo.  
Todo ello se vio intensificado por la inclinación de Hitler a crear cuerpos plenipotenciarios, que contaban con su apoyo personal y que eran a menudo híbridos partido-Estado, para superar bloqueos y obstáculos en el Gobierno al tiempo que dejaba intacto el esquema ministerial original.
Hitler disponía de un olfato sumamente desarrollado para reconocer la debilidad ajena. Sus éxitos en materia de política exterior hasta 1938 derivaban en su mayor parte de aquella intuición de bravucón, unida a su instintiva inclinación de jugador a realizar apuestas sumamente arriesgadas. 
El primer paso significativo de Hitler en la determinación del nuevo y decidido rumbo de la política exterior alemana (el abandono de la Conferencia de Desarme y de la Sociedad de Naciones en octubre de 1933),  
El dictador se sentía cada vez más seguro y se volvía con ello más audaz. En marzo de 1935 acertó al vaticinar que las democracias occidentales no harían nada si él las desafiaba vulnerando abiertamente el Tratado de Versalles y anunció la existencia de una fuerza aérea alemana y la introducción del servicio militar obligatorio para un Ejército de grandes proporciones. No consultó ni a los mandos militares ni a los ministros para tomar esa decisión[21]. 
A principios de 1936 volvió a adivinar que la debilidad de las democracias occidentales, puesta al descubierto por la crisis de Abisinia, ofrecía una excelente oportunidad para remilitarizar Renania (la zona pactada como neutra en La Paz de Versalles). 
Inglaterra y Francia se callaron.
Su triunfo dio lugar a la siguiente declaración, hecha con intenciones propagandísticas pero reflejo de una ahora ilimitada confianza en sí mismo:
«Camino con la seguridad de un sonámbulo por el sendero que trazó para mí la Providencia[22]».

En fin, destaco las expresiones más llamativas:
“olfato sumamente desarrollado para reconocer la debilidad ajena.”
“intuición de bravucón.”
instintiva inclinación de jugador”
“Audaz y cada vez más seguro”
“Se hizo con el poder absoluto sin tocar una coma de las leyes.”

¿Les suena? A mí sí, mucho. Es la descripción de un psicópata en su camino hacia el poder absoluto en el mundo. 
Es verdad, cada persona es irrepetible. Pero esos rasgos primarios reflejan una psicología en la que se hermanan varias pasiones (amor al riesgo, bravucón, jugador compulsivo, seguridad, medir la debilidad de contrario, etc), un perfil que lo mismo te da un especulador en bolsa, un violador en serie, un matón violento, o un político letal para la paz, la seguridad y la democracia.
In dubio pro reo, dicen. A veces, con personas con este perfil, es mejor apartarlos antes de que lleguen al poder. Pero ya es tarde ¿no?

viernes, 1 de diciembre de 2023

Por qué soy monárquico

Hola! Me llamo Miguel Navascués y no soy monárquico (ni republicano). Pero apoyo sin fisuras esta monarquía que por su iniciativa nos trajo la democracia. Tengo muchas razones para eso, pero sólo voy a  mencionar una que me parece muy importante.

En España, desde que cayó la monarquía absoluta, sólo hemos tenido dos breves períodos de democracia:

- La Restauración, 1875-1923, con Alfonso XII, la Regencia, y su hijo XIII,

- La Transición, 1975-2023 (!), con Juan Carlos I y Felipe VI. Obsérvese la coincidencia de las fechas con un siglo de diferencia!

El primero fue el principal protagonista de la Transición, pues fue su empeño desde el principio.

Es decir, en dos siglos y pico, España solo ha disfrutado de garantías constitucionales dos veces, menos de 50 años cada una. Para pensárselo! Sobre todo los que ahora le exigen al rey “que haga algo” respecto a Sánchez, cuando ellos han estado durmiendo desde 1975 y no se han manifestado, por ejemplo, por el castigo que tiene que sufrir el exiliado Juan Carlos I. 

A veces pienso que el rey Felipe es el único cargo público que es demócrata. A los demás sólo les preocupa su parcela de poder. Sin embargo, está solo, porque este país valora más otras cosas que su Libertad garantizada. Esta Libertad está garantizada por el rey Felipe VI, más que nunca en estos momentos. 

Por eso me uno a este grupo.

martes, 28 de noviembre de 2023

Viva la inflación!

Según leo en El Mundo, la Oficina de Prospectiva y Estrategia (Moncloa) dice que la inflación no es intrínsecamente mala. Cito textualmente:

“En nuestra historia reciente, ha habido períodos de crecimiento económico y de mejoras en las condiciones laborales de la ciudadanía en los que las tasas de inflación eran relativamente altas. Y viceversa: ha habido períodos de caídas intensas de la inflación que no podrían considerarse positivas (en contraposición al aumento reciente) ya que eran el reflejo de una crisis económica (reducción de la actividad y aumento del desempleo). Dicho de otro modo: las subidas y bajadas en la inflación no pueden interpretarse como "buenas" o "malas" de forma constante a lo largo de 40 años de historia. Por eso no sirve como indicador para la brújula", detallan.

Claro que es buena la inflación, sobre todo para ellos, pues supone un ingreso adicional mientras no corrijan los impuestos del efecto inflacionario! Ellos ganan más recaudación, pero nosotros menos renta real, y por ende menos poder adquisitivo!