"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 3 de marzo de 2025

Europa se reinventa dando piruetas

Europa ha mostrado signos de enorme desconcierto ante el choque entre Trump y Zelensky, lo que ha interpretado erróneamente como su oportunidad para salir al escenario y demostrar que, pese a no contarse con ella en el reparto de la Tragedia, ella es muy capaz de ser la protagonista. 
Aquí les dejo con una selección de párrafos de un analista (https://open.substack.com/pub/yaschamounk )que conoce bien a Europa  - y sus meteduras de pata -, en los últimos años, en todos los foros. Europa no ha comprendido todavía cómo Trump gana en EEUU y que éste ya no es el aliado más fiable…

En el otoño de 2016, fui miembro junior de la Academia Transatlántica del German Marshall Fund, un puesto que da una idea del ambiente general que prevalece en las respetables, aunque un tanto formales y poco imaginativas, instituciones que se dedican a garantizar el buen funcionamiento de la alianza occidental. Unas semanas antes de que Donald Trump se enfrentara a Hillary Clinton, hicimos un viaje por carretera para reunirnos con los principales responsables de las políticas en Berlín.
En cada reunión, nuestro sherpa, Stephen Szabo (un hombre con un comportamiento típico del Middle West tan plácido que es fácil pasar por alto lo incisivas que suelen ser sus preguntas) presionaba suavemente a nuestros interlocutores sobre sus planes para una posible administración Trump. Y en cada reunión, las respuestas de los Verdes y los Demócratas Cristianos, de los Liberales y los Socialdemócratas eran casi idénticas: Trump no puede ganar, 
pero ¿y si lo hace? 
La política exterior estadounidense seguramente no cambiará tanto, pero ¿y si lo hace? 
Las cosas volverán a la normalidad después de Trump. 
Pero ¿y si no lo hacen? Silencio. Encogimiento de hombros. Y luego, en pocas o muchas palabras, el estribillo implícito: Tienen que hacerlo. Porque cualquier otra cosa sería impensable.
Esto marcó el tono de lo que Europa hizo (o más bien, no hizo) durante los siguientes ocho años. Aunque los líderes del continente estaban profundamente desconcertados por la victoria de Trump, trataron su presidencia como una pesadilla única de la que todos despertaríamos eventualmente, con las leyes del mundo que nos rodea mágicamente restablecidas a la “normalidad”. Aceptaron consejos sobre cómo estrecharle la mano a Trump durante las cumbres. Intentaron apaciguarlo con modestos aumentos de sus presupuestos militares o espectáculos suntuosos durante las visitas de Estado. Esperaron el momento oportuno y esperaron a que los estadounidenses entraran en razón eligiendo a alguien como Joe Biden. Y luego, por supuesto, eso fue exactamente lo que hicieron los estadounidenses, aparentemente demostrando que la inacción europea (en realidad nacida de una total falta de imaginación) fue un golpe de genio táctico.
La misma negación de las realidades inminentes ha dado forma a la respuesta europea desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022. En todas las conferencias de seguridad, los expertos y los estrategas militares se preocuparon por el grado en que el apoyo a Ucrania se estaba convirtiendo en un juego político en Washington. ¿Leyó usted acerca de los congresistas republicanos que votaron en contra del último paquete de ayuda?, diría un experto. ¿Ha visto la última publicación de Truth Social sobre Zelensky que Trump envió desde su exilio en Mar-A-Lago?, susurraría otro estratega militar.
Pero la creciente preocupación nunca se tradujo en acciones reales. Si bien Europa ha hecho una contribución significativa a la defensa de Ucrania en los últimos años, los líderes políticos del continente nunca desarrollaron un plan sobre cómo podrían contener a Rusia si una nueva administración en Washington realmente los dejara a su suerte. De hecho, algunos de los mismos políticos que ahora parecen genuinamente conmocionados por la traición de Trump han traicionado a Ucrania por razones políticas. Por ejemplo, ante una ardua lucha por la reelección como Canciller de Alemania, Olaf Scholz promocionó repetidamente su renuencia a hacer más por Ucrania como una muestra de su criterio superior, insinuando que la posición más agresiva adoptada por su principal rival, Friedrich Merz, correría el riesgo de incitar a una Tercera Guerra  Mundial.
Un término que les gusta especialmente a los políticos  europeos es el “efecto Bruselas”.
Según esta idea, repetida hasta el cansancio en discursos y conversaciones privadas durante la conferencia, la verdadera superpotencia de Europa es su capacidad para liderar el mundo en materia de regulación (no es broma). Si la Unión Europea adopta un nuevo conjunto de reglas, las empresas lejanas de Asia o América del Norte que quieran mantener el acceso a uno de los mercados más grandes del mundo tendrán que acatar los deseos de los burócratas de Bruselas. Incluso cuando se trata de tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, insistieron los otros miembros de mi panel, Europa sigue siendo una fuerza con la que el mundo tendrá que contar.
Un problema de esta visión es que demuestra una pobreza de ambición escandalosa. Pensar que el papel que le corresponde al continente que inventó la imprenta y la máquina de vapor, el automóvil y la World Wide Web es convertirse en el regulador en jefe del mundo es (como ya he escrito antes) una reminiscencia del sueño de un niño de crecer para ser vigilante de un pasillo. El otro problema de esta visión es que es un ejercicio de ilusiones. Si bien esta ambición puede ser desalentadoramente modesta, el estado actual del continente la hace completamente irreal.
Tomemos el caso de la IA. Cuando pregunté a los miembros de la audiencia de la conferencia si tenían ChatGPT instalado en sus teléfonos, casi todos levantaron la mano. Cuando pregunté quién tenía DeepSeek, aproximadamente una cuarta parte de la audiencia levantó la mano. Cuando pregunté sobre MistralAI, la tecnología más avanzada de Europa en este ámbito, solo vi una mano. (El ex vicepresidente de la Comisión Europea me señaló con orgullo que no había notado que una segunda persona también había levantado la mano).
Durante la Guerra Fría, los países europeos que estaban sujetos a la esfera de influencia de la Unión Soviética terminaron siendo dictaduras comunistas, todos y cada uno de ellos. Los países europeos que formaban parte de la esfera de influencia de Estados Unidos terminaron convirtiéndose en democracias, todos y cada uno (prácticamente). Tarde o temprano, los estados clientes suelen llegar a parecerse a sus patrocinadores.
La última opción es que Europa haga lo que sea necesario para volver a ser un actor histórico por derecho propio, pero eso exigiría mucha más imaginación y un esfuerzo mucho mayor de lo que casi todo el mundo en Europa parece dispuesto a reconocer. Los europeos tendrían que invertir mucho más dinero en reforzar sus fuerzas militares para poder proporcionar seguridad a su propio continente de manera creíble, por supuesto, pero también tendrían que reconocer que su capacidad para valerse por sí mismos es totalmente incompatible con su resignación implícita a ser el continente de los museos, los monumentos y la mediocridad.
La necesidad más urgente que tiene Europa ahora es invertir en su propia defensa. Después de dos terribles guerras mundiales, países como Italia y Suecia, comprensiblemente, prefirieron gastar dinero en escuelas y planes de pensiones en lugar de en soldados y aviones de combate. Y como Estados Unidos emergió de la primera mitad del siglo XX con vastos recursos y un compromiso permanente con la alianza occidental, pudo externalizar gran parte de su seguridad al Tío Sam.
La era en la que los europeos podían externalizar con fiabilidad su seguridad a Estados Unidos ya ha terminado.

Como me decía un amigo, Europa se ha quedado en un mero parque temático, muy suspicaz cuando se le señala un fallo, y orgulloso de su sistema ordenancista que asfixia la creatividad y la innovación. Entonces parece poco creíble que, de repente, deprisa y corriendo, vaya a tomar las únicas decisiones que la salvarían de la insignificancia galopante que nos acecha. 
Es más, las locuras que están haciendo los últimos días - un verdadero absurdo que es un boomerang que nos va a estallar en la cara -, solo pueden interpretarse como meter palos en las ruedas de un proceso de paz que tenía escasas posibilidades, pero realmente el único que había, porque Putin (que tiene la sartén por el mango) solo confía en Trump. 
Putin tiene la última palabra decisiva porque en cualquiera momento puede dejar las conversaciones sin grandes daños a su economía, que ha florecido durante la guerra. Además, tiene una corte de consejeros no unánime sobre una paz: algunos querrían proseguir la guerra y ampliarla hacia el sur…
Me da la sospecha que Zelensky ya había acordado, previamente a su numerito, montar el pollo para que Europa tuviera una excusa y montar el espectáculo que estamos viendo, y que no lleva a ninguna parte salvo a una posible III WW. Por favor, UE, deja de soñar despierta y haz un acto de dignidad final, no propongas cosas para las que no estamos preparados, aparte de arruinados (lo que sabe todo el mundo). Deja de jugar a la guerra como un niño con una granada en la mano. Piensa seriamente un plan de rearme puramente defensivo, a nuestro alcance, y déjate ya de alharacas. Nos estás metiendo en un avispero que puede acabar con todos nosotros. 
Como dice  Pero el llamado de Sir Keir Starmer a que Europa haga el “trabajo pesado” para salvaguardar la futura independencia de Ucrania servirá de poco a menos que él y otros líderes europeos puedan persuadir a la administración Trump para que apoye su iniciativa. Como dice Con Coughlin , The Telegraph,

“Está muy bien que Starmer llame a una “coalición de los dispuestos” para proteger a Ucrania, que podría implicar el despliegue de tropas y aviones de combate británicos, pero esas promesas servirán de poco mientras los líderes europeos no aborden la cuestión fundamental de sus fuerzas militares, que carecen de recursos y fondos suficientes.”

domingo, 2 de marzo de 2025

España como final

¿Qué es España? Un país, una nación, un estado? No. España es una cueva de malhechores 👇👇👇. Eso sí, desmembrada.

Arcadi Espada

Artículo de Arcadi Espada. Imprescindible

(Ejercitar) Pasé parte de la semana reuniendo informaciones y comentarios de militares españoles sobre la defensa y la guerra. Uno de ellos acababa nuestra conversación con la famosa frase de Jean Monnet, en su Mémoires (Fayard, 1976): «Siempre he pensado que Europa se haría en las crisis y que sería la suma de las soluciones que se dieran a estas crisis». En efecto, Europa no ha sido nunca el resultado de un solo acto. El militar añadía: «O esta crisis se resuelve con un gran acto de creación o se llevará por delante a la Europa que conocemos y amamos». Y es de este final del que voy a partir.
Cuando acabó la Guerra Fría, Europa tomó una decisión racional: reducir su inversión en Defensa. Había caído el Muro y había acabado la Historia, según la vulgata que se hacía de Fukuyama. El nacionalismo, que causó las dos guerras mundiales del siglo XX, y el autoritarismo eran amenazas del pasado. La democracia liberal había vencido. Los ejércitos europeos siguieron siendo ejércitos, pero en miniatura. Lo dijo bien Josep Borrell: ejércitos bonsái. Desde principios de este siglo los recursos de la defensa europea han estado por debajo del 2% del PIB. Al fin de las amenazas seculares se unía la justificación de que los americanos acudirían siempre al rescate. Los europeos trataron de pagar la deuda acompañando a Estados Unidos en su transitorio afán de democratización del mundo. Acompañándolos, pero sin apenas muertos. Nadie como España llevó la desinversión en defensa hasta el extremo. En 2019: 0,9%. En 2020: 1%. En 2021: 1%. Hoy está en el 1,3%. Los militares suelen tener en la cabeza a Napoleón. Sus tres necesidades imprescindibles para la guerra fueron: «Dinero, dinero y un poco más de dinero». Pero uno de esos militares, Teodoro López, jefe del Estado Mayor de la Defensa, matizaba hace unos meses que el dinero debe gastarse en el clásico Si vis pacem: «Aunque mantener una disuasión efectiva sin duda es caro, en términos económicos el conflicto armado lo es mucho más. Pero si encima se pierde, es absolutamente inadmisible» (La Verdad, 14 de marzo de 2024). Europa observó perpleja, con ejércitos subfinanciados y una cultura de defensa casi inexistente, la Ucrania invadida. De repente se veía a sí misma como la vio el citado Borrell: «Una herbívora en un mundo de carnívoros». La perplejidad ante la guerra fue la sorpresa de no tener con qué hacer la guerra.
Los ucranianos, sin embargo, no tuvieron otro remedio que hacerla. Muchos militares españoles han estado y están en contacto con sus compañeros ucranianos. Allí. Pero también aquí: instruyéndose en las unidades y curándose en los hospitales. Las cifras que revelan son desoladoras. La población, la primera: ha pasado de 40 a 30 millones en apenas tres años. Ocho millones de ucranianos han huido al extranjero. Otro millón está combatiendo. Y el último que queda son heridos, prisioneros o forman parte de la población de los territorios ocupados. Es verdad que Rusia no ha ganado la guerra y el avance de sus tropas es mínimo. Pero Ucrania encara un grave problema de reclutamiento. Trump, ese canalla de reality, tenía razón el viernes ante Zelenski cuando le espetaba que ya no tenía soldados. El gap entre sus necesidades y lo que puede reclutar es aproximadamente del 30%. Esta falta de efectivos se ha compensado en parte con la tecnología. Solo en lo que va de año Ucrania ha usado más de 40 mil drones en el campo de batalla. A pesar de ello, hay una palabra que se repite en Kiev y en todos los que llegan de Kiev. Es colapso. La ayuda norteamericana no va a continuar. Y la ayuda europea es insuficiente para proseguir la guerra. Tiene razón el canalla show: solo de Estados Unidos depende cuánta derrota se añada a la paz. Europa no tiene armas. Ni tampoco tiene hombres capaces de morir por Europa. Desde 2022 todos los que han muerto por Europa son ucranianos: ahí acaban todas las declamaciones.
La cándida pereza europea no solo afecta a la inversión. Hay un problema profundo de mentalidad que aflora allá donde se excave. El Pacto Verde europeo, por ejemplo. Establecía regulaciones que excluían o limitaban la financiación a sectores que no se consideraban sostenibles o éticos. Entre ellos la industria de defensa. El resultado fue que bancos e inversores europeos abandonaron el sector o restringieron su financiación. Pero además de dinero hace falta investigación. Bastará este titular de hace 20 años del diario El País: «Once universidades renuncian a desarrollar investigación militar». Es muy instructivo leer los estatutos de la Universidad Autónoma de Madrid o de la de Barcelona. Esta frase, por ejemplo, del capítulo de contratación de la universidad madrileña: «Quedan excluidos aquellos contratos y cursos que sean de naturaleza bélica y cuyos resultados deban ser secreto militar». Y esta de los Principios de actuación de su homóloga barcelonesa: «La Universidad fomenta la cultura de la paz, el progreso social y la igualdad, y renuncia a la investigación directamente orientada a finalidades militares».
117.000 militares forman las Fuerzas Armadas españolas. De ellos, 75.000 pertenecen al ejército de tierra. No llenan ni donde Mbappé. La profesionalización de las Fuerzas Armadas –un resultado, por cierto, del Pacto del Majestic– coincidió con la austeridad a que obligó la adopción del euro. Lo que condujo a nuevas reducciones de unidades y personal, a la limitación del mantenimiento y a las dificultades de adquisición de nuevos materiales. El reclutamiento no funcionaba por las míseras condiciones económicas que se ofrecían en aquel tiempo de bonanza. Pero antes de mejorarlas se optó por una solución que lo dice todo, absolutamente: la reducción a 70 del coeficiente intelectual mínimo de los nuevos alistados. En las Fuerzas Armadas modernas queda poco lugar para estos coeficientes. Los medios son tecnológicamente complejos, incluso en primera línea de fuego. El reclutamiento mejoró a partir de 2006 con la Ley de Tropa y de Marinería y la crisis acabó haciendo el resto. Pero otra vez están surgiendo dificultades para completar la plantilla de las unidades que más sufren en combate. Y esto ocurre en tiempos de paz –relativa. Ahora cabe imaginar lo que sucedería ante una guerra, por limitada que fuera, en una comunidad de hijos únicos y perros ya con hermanitos. No es posible sostener un Ejército con la natalidad bajo mínimos. Otra vez Napoleón, ahora contemplando la inmensa línea de cadáveres franceses en Eylau: «Une nuit de Paris réparera tout cela».
La palabra ejército procede del latín exercitus, que significa «ejercitar mucho». La vida del Ejército no es la guerra, sino la preparación permanente para la guerra. En los últimos años se ha trasladado sin matices la legislación de la conciliación laboral a las Fuerzas Armadas. Un padre o una madre con hijos menores de 12 años está en su derecho de no acudir a maniobras. Se concilia. No se ejercita. Un inmenso despropósito. Valdrá el ejemplo imaginario de los bomberos, un servicio 24/7. El conductor concilia de 8 a 10, el responsable del grupo de presión de agua, de 13 a 14. Por lo que el turno de 8 a 15 solo está disponible para actuar de 10 a 13 y el resto de las horas no puede acudir al incendio. No solo un despropósito. Un fraude a la comunidad. Luego está la disciplina. España ha alineado su legislación militar disciplinaria con la de Europa. Para decirlo con suavidad: una legislación adecuada a la Europa postheroica en la que la cobardía es incluso un valor.
De modo que este es el escenario. Un protectorado abandonado por su protector. ¿Ejército europeo? Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, cifra en cinco años la formación de ese Ejército. Un brindis al sol, que en cualquier caso no ilumina la siniestra zona de sombra en Ucrania. Hay ejército cuando hay Estado. Sin Estado, solo hay mercenarios. Mis militares creen que la única salida realista es fortalecer el pilar europeo de la OTAN. Por ejemplo, Europa ha de tener sus propios Awacs, los aviones de detección temprana de amenazas, o sus propios Himars, el sistema de lanzamiento de cohetes de artillería que, aun con las limitaciones impuestas por Estados Unidos, usa Ucrania. Esto exige mucho gasto. Adquirir las capacidades del que las tiene, que son inevitablemente los americanos, ahora sometidos al canalla Survival, e invertir en I+D para desarrollarlas autónomamente en el futuro. Pero hay una condición: Europa debe unir sus industrias de defensa. Y eso lo pondrá difícil el nacionalismo. Los nacionalismos.
Los europeos quisieron expulsar a la guerra de la realidad. En estos casos se echa mano de una frase –mejorada– de Ortega, de La rebelión de las masas: «Toda realidad ignorada prepara siempre su venganza». Va bien aquí Ortega. Unas líneas después escribía: «Europa será la ultranación». A diferencia de tanto imbécil de nuestra época, sabía manejar el prefijo.
(Ganado el 1 de marzo, a las 12:21, enterado de que Donald Trump va a hacer del inglés la lengua oficial de Estados Unidos, porque este rústico provinciano ignora que el inglés es la lengua oficial del mundo).


En ElMundo, hoy, una entrevista clave con Isabel Díaz Ayuso.
Isabel Díaz Ayuso: "Primero la amnistía y ahora la deuda catalana. Nos tratan como idiotas"@elmundoes
https://www.elmundo.es/espana/2025/03/01/67c33ffce9cf4ae1758b4570.html
Qué dice? Que hay un plan deliberado para acabar con España, forjado a tres bandas con Sánchez, catalanes y vascos. Los datos lo confirman. La condonación de la deuda catalana es demoledora. No es una condonación es una transferencia de esa deuda al resto de España.

sábado, 1 de marzo de 2025

En realidad Europa solo habla de unidad, pero no la practica

Europa no hace nada unida, aunque lo pregone, y en materia de defensa nada que no decidan los países vehiculados a través de la OTAN. 

Pasé los primeros años de mi carrera trabajando en política europea, y lo que vemos en este momento parece un déjà vu. Ya fuera la crisis de la eurozona, la anexión de Crimea o la crisis migratoria, el patrón nunca cambió: Europa habla de unidad, hasta que llega el momento de la decisión. Luego, cada nación mira por sí misma. 
Teníamos una frase para esto: proponer y fingir. Y todavía se aplica. Cada crisis se enfrenta con soluciones a medias, que se postergan hasta que la siguiente emergencia obliga a repetir lo mismo.

Nina Schick, ex-ayudante del Secretario General de la OTAN.

Y ahora que Trump está tensando todas las cuerdas que se encuentra por el camino, ¿quién ha ido a balbucear a La Casa Blanca como ovejitas?
Pues ha ido Macron por Francia, Stamer por Gran Bretaña, y se han postulado como parnerts de EEUU individualmente. 
Alemania ya está cayendo en un vacío energético (cerrando nucleares, postrándose ante el gas de Putin), y vacío industrial (menosprecio de la innovación tecnológica) creado por ella misma. Así que es difícil que se postule a EEUU para algo. No tiene nada que ofrecer, aparte de ser un bulto sospechoso por sus obligaciones con Putin. 
Claro que Francia ni GB tienen algo que ofrecer. 
A la vez, la UE quiere figurar en la foto finish del posible (aunque cada vez menos probable) Tratado de Paz Rusia-Ucrania. Trump se lo ha cargado y tiene difícil retomar el hilo… lo que aprovecha Europa para levantar la voz y dar palmaditas en la espalda al proscrito de La Casa Blanca: el inefable Zelensky. 
En realidad hemos sido una mierda suspendida en el aire y el cordel que nos sostenía se ha roto. ¿A qué seguir?

Desolación

De repente, en pocos días, mi sueño de una paz en Ucrania ha saltado por los aires. Ayer asistimos a un espectáculo nuevo, aunque hay que reconocer que muy acorde con la extraña época que vivimos, de niños caprichosos armados hasta los dientes con arsenal nuclear, riñendo en público ante el mundo en la sede de la gran democracia americana, de la que ayer, me temo, se oficializó la caída definitiva. 
No me cabe duda que la culpa de la ruptura entre Zelensky y Trump la tiene este último. Ya le conocíamos. Yo le había concedido un margen de esperanza porque, ahora mismo, es el único que podía lograr la paz en Ucrania. Pero, de repente, quiso basar su pobre argumentación en echar la culpa de la guerra a Zelensky, llamándole dictador y poniéndolo a los pies de los caballos de Putin - que debe estar frotándose las manos. Es como si Trump le dijera a Putin, “mira, te entrego al mierdecilla éste atados de pies y manos, y tú y yo vamos a acordar una paz en la que, por cierto, me quedo con la riqueza del subsuelo que tienen estos pringaos sin explotar. 
No se puede denostar e insultar más y mejor a una persona que, lo quieras o no, tendrá que figurar y firmar los papeles del Tratado. Puede que Zelensky sea un mequetrefe que nos ha engañado a todos (yo creo que tiene zonas turbias); pero si estás a cinco minutos de liquidarle sin mancharte, dejándole que represente su último papel de la muerte del cisne, se lo merezca o no… por lo tanto, no lo menosprecies; a mí no me extraña que ayer se enfureciera. De Trump ya sabíamos que no era un un demócrata, como dice acertadamente Gabriel Tortella. Ahora, que fuera un bocazas que pisotea sus escasas probabilidades de hacer historia y lograr una paz en una guerra que podría llevar a la “Tercera”, pues que quieren que les diga: es desolador, pero me lo tengo merecido, pies ya conocíamos de sobra el percal de estos críos maleducados que rigen el mundo.   
Por cierto, en Europa también. No creo que Europa vaya a alzarse con ese trofeo que menosprecia el bocazas de Trump, entre otras cosas porque ni estamos unidos, ni tenemos potencia, y además Putin lo lo permitiría, pies somos sospechosos de raíz por haber intentado meter en la OTAN todo país del cinturón de seguridad de Rusia. Y en eso tiene toda la razón Putin, por muy dictador que sea. 
Ahora sientes un escalofrío en retrospectiva al recordar el plan de Trump de hacer un resort de lujo en Gaza… es que, cuando los oyes, te das cuenta donde hemos caído todos. 

De mi amigo Marcus Nunes:

Trump turned what was supposed to be a “photo op” preceding the private negotiating between the parties, which would be followed by a press conference and Q&A, into a TV show!

“Deal” (on taking possession of Ukraine´s rare earth minerals) was the most frequent word uttered by the President. And at the end he was happy to shout at Zelensky a version of his most famous meme; “You´re fired”! For being ungratedul and disrespectful in this “cherished Oval Office”.

Thanks for reading Money Fetish! Subscribe for free to receive new posts and support my work.

But this was not supposed to be a TV show. It’s real geopolitical diplomacy centered on a real war on the European continent with real implications for the stability of the Atlantic Alliance and the U.S.-led world order around the globe. 

There will be consequences, and they will almost certainly be negative for U.S. security and that of its allies.

The US economy will feel the pinch, and it won´t be painless.

If you have the stomach, watch the whole “episode”. If not, move to the last 10 minutes.

(De mi amigo Marcus Nunes:


Trump convirtió lo que se suponía que sería una simple foto previa a la negociación privada entre las partes, luego seguida por una conferencia de prensa y una sesión de preguntas y respuestas, en un ¡espectáculo televisivo!

La palabra más repetida por el presidente fue “acuerdo” (sobre la toma de posesión de los minerales raros de Ucrania). Y al final, fue feliz gritándole a Zelensky una versión de su meme más famoso: estas despedido por ser ingrato e irrespetuoso en este venerado Despacho Oval!

Pero esto no se suponía que fuera un programa de televisión. Es diplomacia geopolítica real, centrada en una guerra real en el continente europeo, con implicaciones reales para la estabilidad de la Alianza Atlántica y el orden mundial liderado por EE. UU.

Habrá¡ consecuencias, y casi con toda seguridad serán negativas para la seguridad de EE. UU. y la de sus aliados.

La economía estadounidense se resentirá, y no será indoloro.

Si tienes estómago, mira todo el episodio. Si no, ve directamente a los últimos 10 minutos.)

miércoles, 26 de febrero de 2025

El perdón de deuda de las CCAA

El anunciado perdón de deuda del Estado central a las comunidades es, por supuesto, un mero baile contable. No es distinto de lo que pasaba hasta ahora: una CCAA se endeudaba para financiar sus inversiones (con poca o ninguna coordinación con el gobierno; somos así de desmañados), y contabilizaba esa deuda como pasivo suyo. Periódicamente, el gobierno central le compraba esa deuda a la CCAA, ella la daba de baja del pasivo, y el gobierno la asentaba como activo. Como he dicho muchas veces, eso en sí ya es perverso, pues esos asientos de deuda no tienen valor de mercado. Si el gobierno quisiera vender ese activo para recuperar liquidez, descubriría (como bien sabe) que obtendría cero euros. Por lo tanto, salvo unos pocos casos especiales, el que financia al final a todos es el gobierno central, con cargo a impuestos y/o nueva deuda pública.
Y es lo que sucede e en esta caso. Al perdonar una cantidad de deuda a las CCAA, está haciendo lo mismo de siempre: pasarle al débil contribuyente la deuda contraída por una CCAA.
Con la diferencia que ahora reparte arbitrariamente la deuda perdonada a cada CCAA, con intención política aviesa. 
Antes, al menos, había neutralidad política, sin segundas intenciones: había un cierto pacto en la ley de financiación de las CCAA (2014), que obligaba a las CCAA a una especie de OK del gobierno sobre cuanto se podía endeudar. Ahora eso se ha roto, quiere beneficiar a Cataluña para que le vote sus trapisondas ERC, cuando ésta ya se ha gastado libérrimamente un porrón de deuda que el gobierno le va a quitar de encima. 
Es un acto nefasto, que augura que con este pendejo España está cada vez más rota sin que nadie se entere. Obviamente, Cataluña va a seguir gastando lo que le dé la gana y pasando periódicamente la factura a Madrid, mientras sigue apropiándose de servicios públicos centrales, lo que irremediablemente llevará a que cada vez paguemos más impuestos en favor de Cataluña. En otras palabras, Cataluña se esta apropiando de instalaciones y servicios centrales pero que seguimos pagando todos los demás.
Para consagrar este estado de cosas para siempre, se establecerá que Cataluña goce del sistema de cupo del que se beneficia el País Vasco. Claro, sería un desastre ya. Porque la economía vasca, creo, no llega al 6% del PIB español, pero Cataluña es un 20%. El palo económico que a va ser esto para el resto de España va romper España, a menos que se establezca una dictadura que queme la Constitución y su artículo que dice : “Todos los españoles son iguales ante la ley”. En todo caso, el conflicto entre autonomías entre sí y españoles con españoles va a ir in crescendo, que es lo que nos gusta a los españoles; eso sí, dejándolo pasar hasta que el conflicto llegue a su máximo enconamiento. Nos gusta ir a por todas. 

martes, 25 de febrero de 2025

La traición de España a España

Éste no es un país para viejos. Ni tampoco para gentes normales, trabajadoras, con familia y una hipoteca a 30 años. La sima en la que hemos caído hace normal que la mayoría de los jóvenes sean mileuristas, y se vean impelidos con fuerza a salirse de las líneas de la normalidad - normalidad cada vez menos normal. Todo tiene solución, que es adaptarse y aguantarse. Por ejemplo, compartir un piso con coleguis, con o sin la pareja, para poder tener un techo que nunca será tuyo. Tener hijos es una heroicidad.
La normalidad se terminó hace muchos años, cuando la globalización, bendecida por los popes de la política y economía, permitió a China, manipulando su tipo de cambio y sus salarios, disponer de una ventaja competitiva insalvable. China conquistó todos los mercados de bienes, hizo un agujero en las balanzas de pagos de, por ejemplo, EEUU, que no ha vuelto a estar equilibrada desde… vean imagen de la caída del déficit americano:



Además, gracias a sus excedentes comerciales logrados por una política mercantilista, China acumuló un gran patrimonio internacional frente al resto del mundo, un desequilibrio financiero creciente que fue el detonante de la crisis financiera de 2008. 
Los gobiernos de los países occidentales tendrían que haber amenazado a China con levantarle aranceles proteccionistas, como medida disuasoria, si no dejaba de hacer una competencia desleal. Se le permitió seguir con sus grandes excedentes de activos con los que compraba por el mundo, en la país fallidos, enclaves de gran interés geo estratégico. Es claro que los intereses de China son a largo plazo, posicionándose arteramente para pasar a ser la primera gran potencia. Todavía le falta, pero cada vez menos. De momento EEUU es el que le hace frente. Trump ha revuelto el escenario pisando fuerte. De momento a conseguido parar la guerra de Israel. Esperemos que lo haga con la de Ucrania, pese a que Europa está empeñada en ponerle bastones en las ruedas para no caer en la Nada. 
Y este simple esquema de intenciones se está Jugando nuestro próximo futuro, y lo que veo es que los analistas más conspicuos están empeñados en defender una causa que es una entelequia, como expliqué ayer. Hoy por hoy, el que tiene poder y capacidad para lograr la paz es Trump. Si no lo logra, tendrá que responder por ello, pero de momento es el único con recursos, con acceso a Putin, y que ha frenado las ambiciones de Zelensky, que sigue empeñado en meter a Ucrania en la OTAN, que sería  el primer disparo de la IIIª Guerra Mundial. 
Mientras, nuestro inefable líder se aprovecha del escenario convulsionado para ganar posiciones internas. Se hace pasar por el “único socialdemócrata que queda en Europa, un tipo que con su fiel Zapatero cubre a la dictadura de Maduro, el matón del subcontinente. Un tipo que concede una quita de deuda arbitraria a las CCAA, a favor de Cataluña sí, pero también a las demás, lo que va a llevar inevitablemente al enfrentamiento entre ellas. Ha sido lo bastante ladino para enmerdar el campo de juego repartiendo quitas de deuda que agraviarán a todos contra todos, no todos contra Cataluña. Imaginen, con los personajillos políticos que mandan en la comunidades, mirándose de reojo unos a otros por un supuesto agravio comparativo. Ah, claro, que esa quita de deuda no la regalan los reyes magos, sino, sorpresa, va a cargo de tus castigados bolsillos. Como dice Javier Portillo en Voz populi,

También mete un caballo de Troya en Génova, 13. No solo porque las comunidades gobernadas por el PP —la mayoría— tienen criterios e intereses distintos sobre el perdón de la deuda, sino porque con el mero hecho de obligarles a posicionarse con un mensaje pactado —e impostado— de "reestructuración" para no hacer suya la condonación que propone el Ejecutivo, Sánchez ya les ha ganado el dichoso relato. Por último, abona a María Jesús Montero, la titular de Hacienda recién elegida jefa del PSOE andaluz, el campo para disputarle a Juanma Moreno (PP) la bandera de los servicios públicos con la que hacer campaña. Y a Salvador Illa, presidente catalán, le abre el grifo de las políticas públicas para regar, con más recursos, su gestión al frente de la Generalitat.

Lean también, por favor, los comentarios de Daniel Lacalle en El debate,

El economista jefe de Tressis señala que todos sabemos que Cataluña es una de las regiones que más deuda ha aumentado, a pesar de que tiene unos impuestos altísimos y recibe enormes transferencias del Estado. «Quitar esa deuda a Cataluña y pasarla al resto de comunidades significa que, cuando esas comunidades tengan que alcanzar su máximo de gasto y déficit van a tener que reducir gastos para asumir el aumento de los intereses por esa deuda. Aquí no se está condonando nada. Esa deuda sigue asimilada dentro de las cuentas nacionales, que consolidan todas las cuentas de las administraciones del Estado».

Esto va a ser la muerte de España como entidad política reconocida. A nuestra endeblez tradicional, este tipo nos va a meter un chute de endeudamiento aniquilador. Yo veo claro que está encantado de hacer daño a España, cuanto más mejor. En eso y otras cosas, es digno discípulo de Azaña, Prieto, Largo Caballero, y todos esos alucinados que casi se llevan por delante a la Nación. Tras cuarenta años de dictadura y una Transición, nuestros enemigos mortales no son extranjeros, sino los mismos traidores que hace 90 años. 

lunes, 24 de febrero de 2025

El fuste torcido de Europa

Hay hoy un debate en el que unos y otros se empeñan en mantener los que ahora quieren resucitar a la UE como si acabara de empezar a torcerse ahora mismo. Así, Ana Palacio, según ella  experta en geopolítica, Jiménez Losantos, experto en lo que le echen, y otros mucho columnistas que suelen ser sensatos y aprovechables. 
Parte de un error básico, y es que Europa no se ha torcido ahora, sino ya al nacer. Nació como un niño torcido, deficiente, y luego se crió como una adolescente caprichoso. Nunca ha dejado de tener taras que han impedido el pleno desarrollo de una entidad (con)federal eficaz. 
Como siempre se ha tropezado con sus propios límites, se ha dedicado a erigir una burocracia que tapara las deficiencias y la imposibilidad del sueño de una Unidad política total, burocracia que ha servido para reforzar a los más fuertes, como la política agraria común (PAC), que ha obligado a los europeos a pagar una alimentación mucho más cara que si hubiera permitido importar alimentos mucho más baratos de país mejor dotados, aparte de que esos países se llamaban entonces subdesarrollados, y lo eran, y les hubiera venido muy bien vendernos sus competitivos bienes, tanto como a nosotros comer más barato y mejor. Pero la CEE, luego CE, y al fin UE, siempre ha sido un área protegida a favor de grupos de presión que se beneficiaban de precios más altos sin competencia.
Algo así como Cataluña, valga el ejemplo, se benefició de los sucesivos aranceles de Cánovas, Maura, Franco, que protegían los telares catalanes incompetentes de la manufactura mejor y más barata de Inglaterra. Parece ser que así se enfriaban los ánimos separatistas, lo que no creo, visto lo que pasaba entonces y pasa hoy. Yo creo que alimentaba intereses espurios que, a su vez, movilizaban permanente el chantaje nacionalista, epígono de aquel carlismo del XIX que tanta sangre derramó en guerras civiles atávicas. 
La UE es un engendro del que sospechan sus mismos miembros, a algunos de los cuales ha habido que aplacar mediante referéndum reiterados hasta que salía el sí deseado por los burócratas de Bruselas. El caso es que el Tratado de Lisboa, supuestamente la Constitución europea, no ha sido ratificada en algunos países; en otros, como Irlanda, les han montado tres referéndums hasta que tragaran el derecho al aborto que dictaron los masones europeos. Por cierto, es ilegible, porque está salpicada de cruces de citas a otros textos, y estos a su vez validados por otras leyes, que realmente es difícil saber si es una Constitución defensora de los derechos individuales de los europeos o lo que dictaminan los burócratas que son nuestras obligaciones. No es realmente una protección de los derechos y libertades…
El euro, que se implantó contra toda lógica económica, fue santificado con el noble propósito de impulsar la voluntad (o la sagrada Voluntad del cogollito) de acceder más rápido a la unión económica (siempre me ha parecido empezar la casa  por el tejado) y, sobre todo, la Unidad política… que se ha estancado por voluntad pertinaz de Alemania, cerrada en banda a convertirse la fuente de transferencias de capital al resto. Los países mediterráneos, al contrario siempre han soñado con llegar a la mendicidad total, fuera de Alemania o de quien fuera. 
Y así se ha ido conformando el monstruo de Frankenstein. Un cúpula todopoderosa nunca elegida en elecciones directas, sino negociado en salas oscuras sin representar mínimamente a los intereses ciudadanos. Un parlamento carísimo, que sirve por ello a financiar partidos marginales y mantenerlos vivos cuando deberían estar muertos por su insensatez absoluta, en el que se debaten temas que no tienen interés porque no se convierten en leyes, y que no tiene el control de las decisiones de la Comisión de Bruselas. Ésta, por su parte, como no tiene poder ejecutivo como tal (que se reserva el gran Consejo de Jefes de Estado y de gobierno), se dedica tocar los coullons a los demás. 
Como no hay una clara separación de poderes de signo democrático, hay montones de normas que no se cumplen, como las condiciones establecidas para que un pudiera entrar en el euro. Eran sencillas y razonables: deuda pública inferior al 60% del PIB; déficit público inferior al 3% (que se permitirá en caso de recesión); tipo de interés de la deuda en el 3%; inflación, creo recordar, menos del 3%. Estás reglas se han hecho estallar porque la economía, desde la crisis del 2008, va renqueando, cuando no directamente va mal. 
Además, las instituciones europeas han adoptado a ciegas las consignas de un ecologismo nada científico, lo que ha hundido la industria alemana, antaño el orgullo de Europa. Y lo peor, ha sido incapaz de imponer una política de inmigranción absorbible, lo que ha sido un alud incontrolable de entradas de inmigrantes que no se consideran los que vienen a cubrir las vanacantes de la clase trabajadora productiva, aparte de las dificultades invencibles a la integración según el origen. No hace falta entrar en detalles sobre el coste en seguridad que estamos viendo todos los días en las calles de Europa. 
Lo peor de Europa es que los gobierno nacionales se han escudado en ella para hacer mal sus deberes y justificar sus desatinos, que son muchos. Así, la Unión Europea se ha convertido en una clase parasitaria, sin contacto con la calle, que toma decisiones a democráticas, impuestas por los gobiernos nacionales que así ocultan sus desafueros. 
Este es el telar con el que quieren que nos enfrentemos a los mandarines del mundo, como Trump, Putin, Xi, etc. Pues mucho tiene que cambiar para que atine en algo.
Los europeos dan la sensación de poseer la Verdad moral, lo que les da derecho a intervenir en cualquier cuestión geopolítica, porque ellos y solos ellos han sido son, y serán el centro del universo. Lo fueron hace ya muchos siglos, y hace más de uno que eso se acabó. 
Hoy, el ridículo inconsciente de Macron entrando en La Casa Blanca… ¿por qué se cree que él representa. Europa, o es que resulta que Francia es taaannn grande que es más grande que Europa?
NOTA. Lean el artículo de Garcia Domínguez en TheObjective.

viernes, 21 de febrero de 2025

Como niños mal criados. El nuevo Orden Mundial

Europa se postula ante el poder de facto para que le concendan un sitio en la mesa de la Paz. Es lógico, porque la foto del evento pasará a la historia, como tantos otros tratados de paz. 
Da igual que dichos tratados fueran útiles o todo un desastre. Por ejemplo, el malhadado Tratado de Paz de la primera guerra mundial en Paris. Fue tan aplastante para las potencias perderdoras que, como advirtió Keynes (miembro de la delegación británica) en su obra (todavía viva) “Las Consecuencias Económicas de la Paz”, predijo que sería la causa de un nuevo conflagración mundial, como así fue al cabo de 20 años.
Resumiendo mucho, el camino a la II Guerra Mundial fue empedrado por el ánimo de venganza y la cicatearía de los vencedores y sus exigencias de pagos de reparación, especialmente a la acribillada Alemania. La enorme crisis económica y social fue el calvo de cultivo ideal para el rencor, que facilitó el camino de Hitler al poder en menos de 10 años. Ah, no se olvide que Hitler llegó a ser canciller con los votos de los desesperados alemanes…
También debe recordarse el fracaso de España en figurar en las negociaciones de paz de 1919, sin haber participado en el conflicto aparte de un servicio de socorro a las víctimas organizado por el rey Alfonso XIII en su afán precisamente de que España estuviera en el Tratado de Paz. Pero es que el rey no se manifestó mucho en favor de los vencedores…
La verdad es que en estos trances los vencedores no son precisamente generosos con los que pedigüeñan algo así, si no tienen nada de provecho que ofrecer a los que van a estar en la foto como vencedores. Y Europa no tiene nada que pueda interesar  a Trump, cuyos objetivos son no sólo hacerse la foto y pasar a la historia como el creador de un nuevo Orden, sino también extraerle a Ucrania una concesión para explotar sus riquezas minerales. 
Nuevo Orden  Que Trump está forjando sobre las ruinas del forjado por Rooselvet-Truman, Stalin y Churchill (¿donde se sentaba De Gaulle?), vencedores de la IIWW. Porque eso hay que reconocerlo: el viejo orden afirmado tras la segunda Guerra mundial ha muerto. 
En realidad Europa ha sido respetable, incluso envidiada, cuando así lo querían los americanos. Al terminar la segunda Guerra mundial, el comunismo estaba muy extendido en Europa, principalmente en Francia. Y EEUU necesitaban una “France Forte” y una Europa que no fuera víctima de una URSS potente. En otras palabras, EEUU fue muy generoso con su Plan Marshall de 1948, que puso la economía europea en marcha y propició diez años más tarde, en 1958, la primera piedra de la “Communiteé Européene”, con la trayectoria hacia el abismo con nuestra indiferencia más absoluta. 
(Toda hoy he leído un artículo de Ana Palacios hablando de la mejor época de Europa sin mencionar el aporte crucial de EEUU.) 
Lo primero no se suele mencionar cuando se habla del “éxito” de lo segundo, y sin embargo fue crucial. Sobre todo, como dice Barry Eichengreen, el Plan Marshall puso a Europa, que era una vieja maquinaria oxidada, en la economía moderna de mercado, liberándola de multitud de trabas que luego, afanosamente, se encargó la Communitée de restablecerlas. 
En todo caso, esta CEE inicial fue un éxito porque EEUU lo apoyó. Mientras, el que cargaba con los gastos de seguridad eran las bases y la sexta flota americanas, teóricamente compartidos en la OTAN, pero en realidad la gran partida del gasto era para los yankees. Lo cual les pagamos con un anti americanismo no disimulado, fomentado por los PC europeos y por los mismos mandatarios en el poder, con De Gaulle en cabeza, al que no había que animar mucho a manifestarse contra su protector porque, ¿cómo, mon Dieu, se atrevían a sugerir que ellos habían salvado a Francia, cuando todos los franceses sabían que fue la Resistence? De Gaulle no estuvo en el Tratado de Paz, lógicamente.
Europa tampoco estará en la Paz de esta guerra nefasta, iniciada por Putin y alargada por la mala gestión de Europa y EEUU en anteriores intentos de Paz, como se puede leer aquí (https://nuso.org/articulo/313-estancamiento-belico-y-paz-negociada-en-ucrania/ )👈 
Es significativo que en anteriores intentos la UE estuviera presente y no se llegara a buen fin, quizás porque Europa no quería oír hablar de “neutralidad” Ucraniana, lo que quiere decir para Rusia “fuera de la OTAN” (lo que ofrece lógico).
No hay duda que Trump tiene una visión totalmente opuesta, sobre Ucrania, sobre Europa y sobre la OTAN. Eso da nuevas posibilidades, aunque no hay garantías de que se llegue a una paz duradera. Europa puede salir perdiendo, pero no mucho si realmente sopesamos su levedad en el orden mundial. 
El Nuevo Orden es nuevo, pero ignoto. No se puede precisar sus contornos. Puede quizás adivinarse, esforzando los ojos de la mente, que Europa, que fue el centro del mundo durante un largo periodo, ya no va ir de la mano de América, a la que hemos despreciado como una chacha paleta tras cumplir con creces sus servicios. Por su parte, a Trump no se le puede limpiar de sospechas más o menos avaladas por los hechos, como que intentó un golpe de estado en 2020 por haber perdido las elecciones, hecho que se negó a reconocer. Está muy capacitado para dejar a EEUU y sus instituciones ejemplares (construidas paso a paso desde los primeros peregrinos de 1620) como un erial, una tierra desolada que puede ser imposible reconstruir. Entonces sí que todo será irreversible
En suma, se acaba la grandeza que tuvimos y que malgastamos como niños mal criados. Estos ciclos largos de grandeza y dolor suelen suceder en la historia. Todos nosotros somos invitados involuntarios. 

jueves, 20 de febrero de 2025

La incertidumbre económica se amplía

Estamos en una situación política tan fluida, cambiante todos los días, que es muy difícil asentar una predicción de futuro mínimamente fiable. Ya es bastante difícil en tiempos más normales, pero es que hoy estamos en uno de esos momentos keynesianos (fue el primero que rebatió el modelo clásico de emulación autónoma hacia el equilibrio perfecto) de imposible gestión del futuro en base a la probabilidad de riesgos; porque no hay riesgos alternativos acotados, cada uno con una probabilidad cuya suma es cero, pues los negativos se compensan con los positivos. La representante de Alemania en el BCE, Isabel Schnabel, sugiere cosas interesantes sobre lo incierto de lo que estamos viviendo y las consecuencias sobre la economía.  (https://www.eurointelligence.com/)👈 (trad ChatGPT)

“Isabel Schnabel señaló un cambio de política (económica) importante: es momento de que el BCE deje de señalar movimientos unidireccionales. Así que volvemos a la dependencia de los datos.

Sabemos que sabemos muy poco.” [Esto lo podría haber afirmado Keynes].

Esto contrasta con todos los analistas del BCE que creen saber mucho y que han estado tan seguros de que tanto la inflación como los tipos de interés se dirigen hacia una llanura baja (es decir, decisiones del BCE fáciles)

“Observamos que algunos  estos Watchers, expertos oráculos del BCE, estaban bastante desconcertados por la intervención de Isabel de ayer. Nuestras recientes discrepancias con el BCE se debieron principalmente a esto: una premisa de excesiva certeza en un entorno político y económico altamente incierto.”

Y el factor desestabilizador en el presunto lago de aguas tranquilas ha sido, desde luego, la política, concretamente el huracán Trump-Musk, que ha puesto patas arriba todos los supuestos que antes eran fiables. No es que hayamos empeorado; es que es más fácil predecir en un entorno conocido, aunque arriesgado, que subvertido casi cada hora. Keynes diferenciaba entre riesgo estimable en valor y probabilidad, y por otra parte incertidumbre, en la que es imposible una estimación aproximada, entonces los inversores se entregan a los animal spirits, con la alta posibilidad de que  los ánimos de unos se contagien y sea más alta la probabilidad de una crisis sistémica. Tanto más cuanto los mercados financieros han agudizado su apetencia por instrumentos cada vez más oscuros, lejos del alcance de los supervisores. Sigamos con Isabel Schnabel:

“La realidad sobre la política monetaria es, en efecto, que sabemos mucho menos sobre el futuro de lo que creemos. Pero al menos podemos ver nuestros datos actuales. Y vemos que no son muy alentadores. También vemos las presiones políticas a nuestro alrededor, todas apuntan hacia una mayor inflación: guerras comerciales, gasto militar, gasto en cambio climático, acumulación de inversiones pendientes.”


La segunda declaración más importante que hizo Isabel Schnabel fue:

“Los datos muestran que el grado de restricción ha disminuido significativamente, hasta el punto en que ya no podemos decir con confianza que nuestra política monetaria sigue siendo restrictiva.”

Ante los últimos alocados hechos, ciertamente no lo es. Una locura como una película surrealista proyectada en una pantalla rota, deshilachada y a cámara rápida. 
Solo en el día de ayer, Trump & Musk hicieron innúmeras declaraciones incendiarias para el mundo, imposible de catalogar económicamente, si ni es, en todo caso, como impulsoras de más deuda, más inflación, más aranceles, menos, o más, quién sabe, comercio, más estabilidad, caída de Europa en la categoría de subdesarrollo, etc…
En un art reciente de Paul Krugman (Némesis de Trump), nos alerta en dónde puede acabar EEUU si Trump sigue, en nombre de un absurdo ahorro de costes salariales ineficientes, cepillándose instituciones públicas que cumplían una labor de prevención sobre la salud, riesgos de incendios, de pandemias, de controles de calidad de las medicinas, etc, (y desde luego en eso EEUU ha sido modélico), que en poco tiempo sus votantes se volverán contra ellos. 👇👇👇


Krugman nunca ha ocultado que es demócrata y que odia a Trump. Pero sus argumentos merecen ser tenidos en cuenta. La verdad innegable es que esta pareja de ¿fenómenos? Está derribando al suelo instituciones seculares que son, o deberían serlo, la envidia del mundo. EEUU tiene 3 millón de funcionarios federales para 200 millones habitantes. España, que solo alberga 43 millones, tiene también 2 millones de funcionarios, para cuidar con amor a todos y cada uno de nosotros. En Europa es más de lo mismo.
La verdad es que EEUU ha sido capaz de mantener su seguridad y la de sus aliados, con un ejército competente, con tan solo una presión fiscal menor al 30% del PIB. En Francia, siempre orgullosa de la eficacia de sus servicios públicos (y hasta hace ocho era verdad) la presión fiscal es del 55%, solo comparable a los “años dorados” de la Suecia socialdemócrata…
En suma, que de momento Trump & Musk están derribando instituciones eficaces y necesarias, mientras en Europa seguimos aullando para que nos reconozcan que nosotros somos la Sal de la Tierra.
No sé el humo de la pólvora de los fuegos artificiales se podrá disipar pronto y podamos asentar un poco la visión de lo que nos espera. De momento no se puede descartar ningún evento, desde una paz duradera hasta un conflicto multiraleral, por muy raro que sea. Y lo que es seguro es un aumento de la frustración en todas partes. 


miércoles, 19 de febrero de 2025

La reconstrucción de Ucrania, ¿quíen la pagará?

Es un hecho que la guerra se ha acabado, como dice José G. Domínguez aquí. Y no hay duda que vamos que tener que ir pensando en la reconstrucción de Ucrania. ¿Quién la pagará?
Si leen un poquito el breve artículo, dice un dato muy interesante: Ucrania es el país más pobre de Europa; pero es que, además es tres veces más pobre que el siguiente de la lista, Bulgaria, que puede sacar pecho peor estar en la clasificación con una renta per capita tres veces mayor que Ucrania…
Es decir, sí, Ucrania era ya muy pobre antes de la invasión, una pobreza extrema para Europa. Los alucinados políticos europeos están ya hablando de meter a Ucrania en la UE, lo cual sería de discutible utilidad, tanto para ellos como para nosotros. Para nosotros . Porque tendríamos que aportar - además del 5% del PIB al que nos quiere obligar Trump para un ejército chimpúm -,  un % aún mayor para la reconstrucción. 
El único seguro que no lo va a pagar es el causante de la guerra, Putin. 
Cosas del “peso de la levedad del ser” de algunos… como nosotros. 

martes, 18 de febrero de 2025

El gran ridículo

Solo faltaba que los mandatario europeos mostraran sus llagas en público. Es lo que han hecho en Paris, cumbre informal, dicen. Pues hubiera sido mejor no hacerla, o hacerla en secreto. No entienden que son una pandilla de desnortados “Bons vivants” que han vivido de la subvención de los demás (nosotros).
Dicen que no se puede negociar una paz sin contar con ellos. Es perfectamente normal que Trump y Putin no cuenten con ellos, o sea, nosotros. Están negociando en función de la situación bélica en el escenario de guerra, no en función de los deseos de estos incompetentes de ser relevantes. Pues no lo son, y lo que deberían hacer es dimitir y ser un pelín más humildes. Le verdad desnuda es que el único que puede conseguir la paz es Trump, porque es al único que Putin va a escuchar con interés. Estas negociaciones son claves para la paz mundial,  a su vez mucho más importante - y más en peligro - que la demostración de que la UE es algo todavía. 
Además, la UE ha sido la que más ha puesto en peligro la paz en Europa cercando a Putin, acorralándole cuando Rusia estaba muy débil, sin saber qué hacer con sí misma tras la caída de la URRS. EEUU y Alemania se opusieron. Fue una insensatez jugar a meter países del cinturón de seguridad de Rusia en Europa y en la OTAN. Ahora eso es irreversible y ha sido la excusa perfecta de Putin para invadir Ucrania. 
Hace ya tiempo que USA no ve a Europa como aliada, pues no lo es. Europa tiene un superávit comercial con EEUU de 200 mil millones, gracias, en parte, al alto arancel que nos protege de la industria americana. Alemania y China, (como reconoce Eurointelligence), han estado durante décadas haciendo una política mercantilista de tipo de cambio imfradevaluado, provocando en EEUU un déficit comercial persistente. Ni Alemania ni China han dicho ni “mu” de la cuestión de su eterno superávit comercial, traducido en un ingente excedente de activos frente a EEUU y al resto del mundo. 
Uno se pregunta la razón de que España lleve años sin problemas de déficit. Pues ahí está la respuesta. Un euro favorable a la exportación y aranceles “invisibles” frente a USA).
Es pronto para saber si el vuelco de Trump al orden internacional va a acabar con esos desequilibrios persistentes. De momento puede llegar a una paz que estaba en vilo. 

domingo, 16 de febrero de 2025

Milei comienza a sembrar dudas cuando todavía está todo en el alero

Le hago una pregunta a ChatGPT sobre valoraciones de lo conseguido por Milei en su lucha, desde luego hercúlea, para limpiar los establos de Argentina. En resumen, me contesta esto:


President Javier Milei’s administration has undertaken aggressive economic reforms, including currency devaluation, austerity measures, and deregulation, to address Argentina’s longstanding economic issues. While these policies have led to some positive indicators, such as currency stabilization, they have also resulted in economic contraction and public dissent. The long-term success of these reforms remains to be seen, as the nation continues to navigate its complex economic landscape.


A esto añadiría que Milei no se ha dejado llevar por la ortodoxia liberal, y ha intentado corregir las peores tendencias a largo plazo (déficit y deuda pública, inflación), sin ponerse intransigente en riegos a corto plazo como provocar un contracción de demanda que pudiese llevar a una depresión. Por ejemplo, lo primero que hizo fue devaluar la moneda un 50% para recuperar competitividad, pero no alimentó expectativas inflacionistas, modulando la emisión de liquidez para moderar la inflación, pero no cortarla de cuajo, lo que hubiera desencadenado una deflación. Es decir, a primera vista, bien por Milei al no seguir al pie de la letra el manual de instrucciones de liberalismo dogmático. Pero hete aquí que…
No ha hecho falta mucho tiempo para que el reconocimiento de Milei empiece a cuestionarse. Milei cometió el error, que no hace ningún político solvente (¿?) del mundo, de recomendar una inversión especulativa en una criptomoneda recién lanzada en una red social.

Se puede leer en La Nación de Buenos Aires:

Se estima que se transaccionaron 1500 millones de dólares y la criptomoneda llegó a una capitalización de 4000 millones de dólares. Se habla de unos 40.000 damnificados, según fuentes del Congreso de la Nación.

El jefe de Estado borró el tuit. Según pudo saber LA NACION, el 80% del circulante estaría concentrado en cinco billeteras y el dominio se creó el viernes mismo, lo que significa que su valor puede caer a cero con la misma velocidad al estar centralizado.

“No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet)”, escribió el Presidente en una nueva publicación.

Esos cinco grandes tenedores de activos, llamados “ballenas” en el mundo cripto, pueden tener entonces una influencia determinante en el precio. Por eso existe el riesgo de estrategias como el pump and dump, en la que se infla artificialmente el precio del token para luego desplomarlo.

Mientras tanto en la Cámara de Diputados avanza un pedido de juicio político contra el presidente libertario y varios diputados también piden investigaciones por posible estafa.

Los ditirámbos dedicados a Milei desde que alcanzó el poder venían de esa grupo de “pensamiento” (eso dicen) llamado el liberalismo de verdad, el fetén, el auténtico.
Hagamos un recorrido por esta ideología de carácter holístico (pretende explicarlo todo con más mercados y menos estado), con pretensión de sacra, el liberalismo fundado por Hayek y Mises, y luego degenerado por Murray Rothbard hacia una simplificación en la que ya ni se predica un modelo de sociedad, sino un individualismo radical defendido por una ley de derecho absoluto de propiedad que se defiende de los atacantes con sus propias armas, así que no ha necesidad de Leviatán, es decir, Estado cero. 
(Por supuesto, los hijos son una parte más de la propiedad individual, con derecho de compra/venta adherido a su piel cuando nacen. Un motivo más para demostrar que el Estado no es necesario.) 
El Estado no es necesario más que para promulgar el derecho absoluto de propiedad. Es el único derecho necesario para que surja un “Orden espontáneo” que se autoregulará autónomamente si cada uno se dedica a explotar sus recursos, disparando a quien se los quiera robar con todo el derecho del mundo. 
No me voy a extender más sobre este estrambótico personaje que liquidó lo poco de valor que tenía esta doctrina, por lo demás dogmática. La última pendejada de este grupo es haber tenido sueños húmedos con el Bitcoin. ¿Cuál es la razón? 
El bitcoin fue creado por un algoritmo cuya formulación fue destruida, de tal mal manera que los popes liberales, obsesionados con la vuelta del patrón oro, vieron en el bitcoin un renuevo de patrón oro, ya que su oferta estaba fijada por un algoritmo ciego que era insensible a las fluctuaciones de la demanda de dinero líquido.
Para los liberales, el patrón oro era una divinidad abolida por el capitalismo corrupto que había nacido después de la Primera Guerra Mundial. Dicha divinidad, suponen, había funcionado (divinamente, según ellos, a trancas y barrancas en realidad), durante la segunda mitad del XIX, hasta que estalló la guerra en 1914. Es más, según JM Rallo, paladín español de tal ideología, “la guerra había sido causada por los desarreglos monetarios anteriores” (sin cometarios). 
A trancas y barrancas porque el periodo deificado no dejó de tener reiteradas crisis monetarias, y más cuando no había bancos centrales. Pero ese tiempo es visto ppr llos liberales, mintiéndose a sí mismos, como un idilio sin crisis ni quiebras bancarias, por muy fija que fuera la oferta de liquidez ligada al oro. 
Y es que fijar la oferta de liquidez sólo garantiza que cuando haya una crisis de verdad no podías hacer nada para aliviarla, sobre todo si no tienes un banco central que te permita emitir liquidez cuando la demanda es infinita, para equilibrar cuanto antes el mercado. 
De ahí que el bitcoin pasara a ser reverenciado por esta panda de frickis indocumentados, que les permitía soñar con un patrón oro renovado y sin las suspicacias que el oro y sus fracasos históricos suscitaba en los demás…. Y Milei, cómo no, comulgaba con esa y otra ruedas de molino. Lo que pasa es que no es tonto, y hasta el momento no había hecho lo que predicaban los suyos, sino algo bastante sensato con el objetivo de dar confianza en los mercados que aportan capitales exteriores, vitales para un país arruinado.
Con su imprudencia temeraria que ha arruinado a 40 mil argentinos, no le van pasar un nuevo error. Un error de dictar sus pensamientos en las redes sociales; en primer lugar. Las malditas redes sociales son una trampa para cualquiera, pero sobre todo para un político que está intentando sacar a flote un estado fallido. A quién se le ocurre. Lo que ha hecho tendrá un coste, perfectamente estimable en lo que pase en el mercado del peso y en el tipo de intestino de la deuda. Lo único que puede conseguir es que la tormenta sea breve. Si recae en eso u otro error, el coste subirá hasta la traca final, como pasó en 1995 (otro intento fallido de crear una oferta fija de dinero mediante un currency board con el dólar USA).
El liberalismo ultra es una ideología con pretensiones de ciencia, exactamente igual que el marxismo, por cierto. Nació como una doctrina contra el comunismo, pero comparte con él su dogmatismo apriorístico: su falta absoluta de constatación con los hechos. Es lo que predicaba Hayek, uno de sus popes: Lo importante es un conjunto de axiomas veraces y, a partir de ellos llegar mediante la lógica veraz a una conclusión, que será verdadera gracias a la veracidad de sus axiomas. En otras palabras, a la realidad que le den morcilla. Un método que reiteradamente ha causado grandes males a la humanidad, desde Rousseau hasta Stalin y Mao, pasando por Marx. El liberalismo ultra no ha tenido opciones de gobernar seriamente, salvo cuando contribuyeron a acentuar la crisis de 1929 pidiendo, desde su torre de marfil, que se subieran los tipos de interés (consejo que siguió la Reserva Federal dando pie a la deflación; como lo hizo cien años después monsieur Trichet desde el BCE, casi matando el euro en la misma tacada). 
En fin, le deseo todo el éxito a Milei, pero que siga actuando con astucia y que no se deje enredar por asesores áulicos doctrinarios…