"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 6 de enero de 2015

Confusionismo

Hay un experto por ahí - McCoy- que se considera un "profeta en el desierto" que al fin le están haciendo caso (¿?). En esta artículo recomienda "prudencia" - una palabra banal para la que se podía haber ahorrado el prolijo análisis que hace. Análisis que es un soufllé de variopintas cosas, unas sin pie y otras sin cabeza.

Pero lo que querio destacar es la siguiente frase, que no tiene ni pies ni cabeza,

Como único contrapeso de relevancia la posibilidad de un full QE en Europa, lo cual nos conduciría a una situación a la japonesa dadas las similitudes entre ambas en términos demográficos o de ausencia de reformas estructurales. La similitud entre sus respectivas estructuras temporales de tipos de interés da miedo (vid infra).
Es decir, si el BCE hace una política al fin antídeflación , nos veremos abocados a una situación a la japonesa, pero, ¿y si no lo hace? ¿A qué llama una situación a la japonesa? Al estancamiento secular de Japón, con una deuda del 250% de PIB, o a la recuperación actual gracias a la política expansiva?
Para apoyar su argumento -que parece que sabe de oídas- pone el siguiente gráfico, que demuestra "dadas las similitudes entre ambas en términos demográficos o de ausencia de reformas estructurales. La similitud entre sus respectivas estructuras temporales de tipos de interés da miedo".

Yo no sabía que la similitud de problemas, como tendencia poblacional y ausencia de reformas, queda probado por un gráfico de curvas de interés, my dear. Vayamos por pasos. Japón tiene un problema poblacional. Europa tiene un problema de gobernanza. Pero Japón no tiene un problema estructural, al menos similar al deu Europa, como indica que su tasa de paro es tres veces inferior a la de la UE.

Este gráfico no demuestra nada de Japón sobre Europa; si acaso de Japón y Alemania, y además de posición cíclica, que es lo que pueden demostrar la curvas de rendimientos, nada de largo plazo.

Supongo, por lo que le he leído, que McCoy está en contra de un posible QE del BCE. Según él, porque nos llevaría a una situación a la japonesa. ¿Supone un problema para el espero McCoy la deflación? parece ser que no.

Pero lo más importante señor McCoy, es el contexto institucional: Japón es un país con UN gobierno y UN Banco Central. Europa es una Unión sin Un Gobierno pero con UN Banco Central. Donde acaban los problemas del primero empiezan los del segundo. Tenga en cuanta esto, que es de suma importancia, McCoy, y déjese de tecnicismos que no sirven para nada fuera de contexto.



Doña Fátima saca pecho

Me refiero a Fátima Bañez claro, que esta mujer va a estallar un día de tanto sacar pecho por las cifras de empleo y paro.

Pero algo ocultan los "brillantes" logros, que no son de doña Fátima, por supuesto (el Ministerio de Trabajo NO ha creado nunca empleo). En El Mundo de hoy es divertido ver un artículo de Fátima poniéndose medallas en el pecho hasta decir basta, y justo al lado un excelente análisis de Francisco Muñoz desmontando todos ese brillo que sólo ve doña Fátima.

Rectifico: después de leer el análisis de FM, es claro que las medallas son merecidas: han inventado una tupida red de tipos de contratos a cual más falso que son la verdadera razón de la mejora. Me explico, con la ayuda de Francisco Muñoz:

- Me llama la atención, primero, que el 47% de nuevos afiliados sea en el campo. El resto están muy ligadas a la campaña de Navidad, como es obvio. Esto para empezar resta credibilidad a la tendencia que pretende sacar doña Fátima. El campo, un sector trufado de ayudas estatales y de la QUE, y de estacionalidad, es lo menos competitivo y significativo que hay.

- Se han hecho más contactos temporales que en diciembre del año pasado, en contra del boato y butafumeiro que se echa encima doña Fátima. "Menos paro, más empleo, y empleo estable y de calidad".

- Proliferación de contratos por horas en contraros indefinidos, lo cual es el colmo de la mendacidad, llamar indefinido a eso. ¿Es eso estabilidad y seguridad en el salario?pr eso dice Muñoz: "Por ello, el Gobierno no facilita dato alguno de la calidad contributiva de los 417.159 afiliados nuevos en todo 2014."

- "se ha prolongado hasta marzo la tarifa plana para una contratación indefinida por dos años, que permite cotizar por 50 euros al mes en los empleos fijos por horas y que, según los datos de Empleo, representaron en diciembre el 42% de los 99.853 contratos fijos que se hicieron en diciembre."

En otras palabras: se está subvencionanso un tipo de contrato que se cataloga de indefinido pero que no es más que un contrato basura, eso sí, por dos años. Démonos golpes en el pecho por la suerte que tienen los que han conseguido ese trabajo.

- y aquí viene algo bueno: "Así, a pesar de que en este mes se hicieron 84.000 contratos temporales más que hace un año (43.000 de ellos a tiempo parcial) y de que los casi 1,3 millones de contratos sólo sirvieron para emplear a 906.000 trabajadores (se hicieron 1,42 contratos por persona y 1,45 en el caso de los hombres), ya le sale al Gobierno que, con un aumento similar de cotizantes en 2015 , tendrá la misma masa laboral que cuando llegó a La Moncloa (17,2 millones).Pero la calidad del empleo no es la misma y los salarios tampoco.

¿Que quiere decir que se hicieron 1,42 contratos por persona? Esa es la flexibilidad laboral del PP. Si dividen el número de contraros (que es la cifra de empleo) por 1,42, tendrán el número de personas que han trabajado: 1,3 millones de contratos han dado empleo a 906 mil personas. Es decir, la gente se ha hecho experta en un galimatías de contraros que se tiene que saber al dedillo para saber en cualquier montee not si le conviene rescindir y reconté atar más tarde, si le conviene un dijo por horas que uno temporal, o a tiempo parcial indefinido, o... O lo que dice el analista a continuación:

- "Así, resulta curioso el vaivén de salidas, y también de entradas, de cotizantes a lo largo del mes. Por ejemplo, en el primer día (lunes uno), aparecieron 254.673 altas de golpe y se produjeron 211.969 bajas al mismo tiempo. Este fenómeno se reprodujo todos los lunes ya que los viernes crecen los despidos por internet para ahorrar cotizaciones de fines de semana y festivos. Y, a medida que se aproximaron las fiestas navideñas, abundaron las bajas.

En los días hábiles entre el día 19 y 30 de diciembre se produjeron 734.000 bajas por tan sólo 529.000 altas. Lo que confirma que el empleo que se creó fue muy volátil y estuvo ligado a la estacionalidad del comercio por la Navidad, el campo (el 47% de las afiliaciones se realizaron en este sector) y a las administraciones, que vuelven a alimentarse de más nóminas ante la proximidad electoral.

¿Ven ustedes la seguridad y la calidad por alguna parte? Han disfrazado la inseguridad y temporalidad con nuevos ropajes, y encima muchos les creen. De paso, han reducido drásticamente los ingresos de seguridad social, pero sobre todo los gastos de ayuda al desempleo y a la formación. Fátima no tiene derecho a sacar pecho.

lunes, 5 de enero de 2015

Buenísimo

UN NEGRO DE VERDAD


SE han recogido decenas de miles de firmas reclamando que en la cabalgata de Reyes de Madrid desfile un negro de verdad encarnando al rey Baltasar, en lugar de un concejal embetunado. Este prurito verosimilista de los firmantes es perfidia y ganas de tocar los cojones, muy rebozaditas de farfolla filantrópica; pues, ya de puestos a ser verosímiles, habría que solicitar que el hombre que encarnase al rey Baltasar no sólo fuese «negro de verdad», sino también rey de verdad. Pero ¿dónde encontramos un rey negro de verdad? Ni siquiera nos habría servido Haile Selassie, emperador de Etiopía y descendiente de la reina de Saba, que según especificaba Julio Camba era de raza amhárica, «una raza que, a lo largo de los siglos, ha ido tostándose poco a poco en el horno etíope». Definir los contornos de la raza negra depende, como todo en la vida, del color del cristal con que se mira: para los ingleses, por ejemplo, toda la humanidad, de Calais para abajo, es negra; y buena prueba de ello es que un amigo africano que tenía Camba en Londres, cuando quería ir a cenar a algún restaurancillo italiano o griego del barrio de Soho, le decía: «¿Quiere usted que vayamos a un restaurante negro?».
Y si un restaurante mediterráneo valía para el amigo africano de Camba como restaurante negro no se entiende por qué demonios un concejal de Chamberí no puede valer como rey negro para los firmantes de esa petición, que para cualquier habitante de la pérfida Albión serían más negros que Haile Selassie. Por lo demás, no sabemos si los tres Reyes Magos eran tres o veinticuatro (se dice que fueron tres porque tres fueron las ofrendas que hicieron al Niño); y sabemos que no eran reyes ni tampoco magos, no al menos en la acepción de brujo o prestidigitador aceptada por el vulgo. En Persia, de donde seguramente procediesen, se llamaba «magos» a los sabios de una casta sacerdotal; y pruebas diversas de su sabiduría las hallamos en la narración evangélica: eran enormemente despistados y hacían cosas que no se le ocurrirían ni al que asó la manteca, como ir a preguntar al felón de Herodes por el recién nacido; y, aunque despistados (como todo sabio que se precie), eran también prudentes, pues después se volvieron por otro camino, para no dejarse utilizar por el felón de Herodes. Si en lugar de sabios hubiesen sido intelectuales no sólo habrían vuelto por el mismo camino e informado al felón de Herodes, sino que se hubiesen puesto de inmediato a su servicio.
Tal vez los firmantes que pedían «un negro de verdad» no lo hicieron por un grotesco prurito verosimilista, sino para consolarse de no poder pedir un sabio, porque en España, donde hay intelectuales a porrillo, es mucho más difícil encontrar un sabio que un negro. O tal vez los empujase aquel sentimentalismo teológico de Antonio Machín cuando pedía al pintor de su bolero que pintase angelitos negros; pero este sentimentalismo teológico, desde que Juan XIII canonizase a San Martín de Porres, es perfidia y ganas de tocar los cojones. Yo a los firmantes que han reclamado que a Baltasar lo encarne «un negro de verdad» les concedería, a modo de consuelo, que albergasen en su casa a un negro de verdad de los que cruzan la valla de Melilla. Tal vez entonces estos firmantes dirían, parafraseando al filántropo de «Los hermanos Karamazov»: «Amo a la negritud; pero, para gran sorpresa mía, cuanto más amo a la negritud en general, menos amo a los negros en particular». Que una cosa es poner a un negro a desfilar en una cabalgata, para exhibirlo y de este modo exhibir nuestra filantropía, y otra muy distinta sentarlo a la mesa. Y es que el signo distintivo del filántropo es amar mucho al prójimo, pero a distancia.

Por qué la Unión Monetaria Europea es deflacionista

(Post conjunto con Stuart Medina)

La Unión Europea ha creado una Unión Monetaria Europea (UME) dotada de un diseño institucional peculiar en el que la política monetaria se desliga completamente de la política fiscal. Cuando un estado es monetariamente soberano, el Banco Central gestiona la política monetaria mientras que el gobierno gestiona la política fiscal. Sin embargo ambas suelen estar coordinadas. Son las decisiones de gasto de los gobiernos las que ponen el dinero en manos del público y de las instituciones financieras. Mediante los impuestos los gobiernos retiran liquidez del público. A su vez los bancos centrales juegan un papel clave en la determinación de los tipos de interés y la gestión defensiva de las reservas de dinero en el sistema financiero. Esta coordinación será fundamental si, por ejemplo, el mercado decidiera que no quiere comprar las emisiones de deuda pública en cuyo caso el banco central puede jugar el papel de prestamista de última instancia.
La UME crea un Banco Central Europeo (BCE) en el que se integran como brazos operativos los bancos centrales de los países miembros. En cambio los estados miembro retienen sus tesorerías nacionales. Pero éstas y el BCE no coordinan sus políticas monetarias y fiscales. De hecho el BCE tiene prohibido apoyar a las tesorerías nacionales acudiendo a sus emisiones o comprando su deuda en operaciones de mercado abierto.
Solo excepcionalmente el BCE podrá compra emisiones en el mercado secundario bajo la condición de un programa de rescate que obligará al estado en dificultades a aplicar programas de austeridad. Por la puerta de atrás, a través del sistema Target 2 y las líneas de liquidez abiertas a los bancos privados, el BCE ha permitido que éstos adquieran deuda pública. Sin embargo el mecanismo de respaldo de la deuda pública es difícil de gestionar y, por tanto, propenso al caos.
En realidad la UME deja a los estados en una situación similar a la de una administración regional sin capacidad de emitir dinero y obligada a limitar su gasto a su capacidad de recaudación de impuestos y de endeudamiento. El Tratado de Maastricht impone además limitaciones al porcentaje de deuda máxima en el que puede incurrir un estado (60% del PIB) y de déficit público (3% del PIB). Estos límites obligan a los estados a recortar el gasto público en situaciones recesivas. Incluso durante un ciclo económico al alza se cercena la capacidad de los estados para asegurar el pleno empleo. Es casi seguro que alcanzar un objetivo de pleno empleo obligaría a superar los umbrales de Maastricht lo cual está prohibido.
Para un país como España endeudarse en euros supone, de facto, ponerse a merced de los mercados y esto le obliga a actuar con extrema cautela y prudencia fiscal. Estos límites institucionales crearon las condiciones para la monumental crisis financiera de 2011 que estuvo a punto de expulsar de la zona Euro a varios estados miembro y que no se calmó hasta que Draghi pronunció sus famosas “trece palabras”. Además puso a los gobiernos de Italia y España en una situación de impotencia.
Tritchet pudo chantajearlos impunemente condicionando la ayuda del BCE a la imposición de una agenda política de diseño neoliberal. Las imposiciones del anterior gobernador del BCE pretendían acabar con la negociación colectiva, abaratar el despido y retrasar la edad de jubilación, entre otras medidas de difícil justificación que no revelan otra lógica económica que el predominio de la doctrina neoliberal en las instituciones comunitarias y que poco o nada tenían que ver con la infame prima de riesgo. Lo que sí tenía la agenda impuesta por Tritchet y servilmente aplicada por Zapatero y Monti en sus respectivos países era un fuerte sesgo deflacionista.
Como explica Ian Kregel[1], el euro se fundamentaba en una “cultura de la estabilidad” de precios y salarios, objetivos que priman sobre el de pleno empleo. Se pretendía favorecer el crecimiento creando una sobreoferta de empleo conseguida merced a políticas estructurales liberalizadoras. Primaba tener la capacidad de competir con los países emergentes. Los promotores del proyecto de la moneda común pensaban que era posible crear crecimiento económico gracias a las políticas de oferta sin necesidad de aumentar el gasto público y la oferta de dinero. Los padres fundadores del Euro, formados en la época de la “estanflación”, creían que la estabilidad de precios era la condición necesaria y suficiente para asegurar el crecimiento económico. Obviamente esto se ha demostrado falso pero los prejuicios ideológicos muestran una gran resistencia a aceptar la evidencia que los refuta.
Randall Wray explicaba que el estado determina el valor del dinero mediante sus programas de gasto público. Si el estado decide comprar bienes y servicios a precios superiores a los de mercado generará inflación ya que pujará los precios al alza. A la inversa, el estado puede decidir inducir una deflación pagando bienes y servicios a un precio inferior al de mercado. El mecanismo es un poco más complejo que lo que sugiere la frase anterior. Requiere un paso previo de implantación de políticas de austeridad que drenen liquidez y reservas del sistema, generen desempleo y finalmente produzcan caídas de salarios y precios. Pensemos en el efecto que tuvo la congelación de los salarios de los funcionarios y la eliminación de las pagas extraordinarias de diciembre en 2011. Estas decisiones pusieron menos dinero en manos del público y provocaron un hundimiento del consumo desencadenando el proceso deflacionista que experimenta nuestro país actualmente.
Al sesgo deflacionista por diseño de la UME se agrava con la asimetría descarada del BCE en el tratamiento de la inflación, una actitud heredada del Bundesbank. Si bien esta entidad marca un objetivo de inflación inferior pero cercana al 2%, reconozcamos que no actúa con la misma contundencia cuando se supera el objetivo que cuando no se alcanza. En los dos últimos años el BCE no ha sido ni siquiera capaz de acercarse a su objetivo explícito.
En un post de su blog Miguel Navascués nos cuenta como la política de relajamiento cuantitativo (QE) que buscaba expandir la oferta monetaria ha sido incapaz de aumentar el balance del BCE y de inducir una expansión de la oferta monetaria entre otras causas, por la falta de credibilidad en que el objetivo de oferta monetaria vaya a ser permanente.
En conclusión la UME es deflacionista debido a la cultura de estabilidad de precios que imprime carácter a sus instituciones, a la asimetría en la respuesta del BCE por encima o por debajo del objetivo del 2% y a los límites institucionales al pleno empleo. Reconozcamos asimismo que el camino hacia la creación del Euro marcaba unos objetivos de convergencia que obligaron a los estados que deseaban integrarse en la UME a elevar los tipos de interés, limitar la oferta de dinero y recortar el gasto público. El Euro, criatura de la estanflación, nació con vocación deflacionista.
La UME ha facilitado la generación de burbujas especulativas y las subsiguientes crisis de deuda como la que están experimentando los países europeos actualmente en crisis (los despectivamente llamados PIIGS). La UME limita la capacidad de creación de dinero de los estados pero no el de las instituciones financieras privadas que escapan al control y supervisión de sus estados nacionales. La acumulación de deudas en el sector privado en países como España o Irlanda desencadenó el “momento Minsky” que sigue a las burbujas especulativas y la “recesión de balance” tan certeramente descrita por Richard Koo. Pese a las limitaciones del Tratado de Maastricht, el deseo de los particulares por desendeudarse ha llevado a un crecimiento acelerado de la deuda pública en un proceso que ya explicamos en un post anterior. La tardanza en crear una unión bancaria además contagió los riesgos asumidos por el sector privado a la deuda soberana limitando la capacidad de respuesta de los estados al ciclo recesivo.
Salir de esta crisis de deuda es más complicado con deflación. Una inflación moderada erosiona el valor real de las deudas y permite acelerar el proceso de apalancamiento; en cambio, la deflación aumenta el valor real de la deuda y de los costes financieros. La situación es más grave si cabe pues la receta propuesta por la UE para salir de la crisis se basa en reformas estructurales. La premisa de Bruselas es que éstas aportarán ganancias de competitividad a los países deudores a fin de que mejoren su balanza de pagos hasta tornarlas positivas.
Si lo que se pretende es que los costes laborales unitarios de los trabajadores portugueses, griegos o españoles desciendan más rápidamente que los de los alemanes o los holandeses este proceso sería facilitado si en Alemania la inflación fuera del 3% ó el 4% y en los PIIGS del 1% ó el 2%. Sin embargo la inflación de la zona Euro no supera el 1% lo cual no solo retrasa el proceso de ganancia de competitividad sino que además ha llevado a las economías de la periferia a situaciones de deflación y destrucciones de empleo mucho más intensas. La deflación, acompañada de sus secuelas de desempleo y miseria, será duradera pese a las albricias con las que RTVE, Guindos y Rajoy reciben cualquier dato económico mínimamente positivo.
Esto no ha dejado de tener un efecto negativo sobre las deudas de los sectores público y privado, como se puede ver en el gráfico adjunto. Pese a la austeridad propagada, la verdad es que las deudas no hacen más que aumentar, tanto frente a acreedores internos como externos (datos del BdE). La deuda total entre 2011 y 2014 ha aumentado en 200 mm, pero la deuda externa ha empeorado en 300mm de €. La deuda pública ha pasado de 818 mm a 1290 mm de €; la deuda exterior pública aumenta hasta los 464 mm. Sin embargo, eso no ha servido para liberar deuda privada frente al exterior, que sigue aumentando.


[1] Véase el artículo de Jan Kregel, Currency Stabilization through Full Employment: Can EMU Combine Price Stability with Employment and Income Growth? Publicado en Eastern Economic Journal, Vol. 25, No 1, Winter 1999.




Los ocho libros (im)prescindibles

En estas fechas se juega a estas cosas. Hay gente que se atreve a decir a la gente los ocho libros, (por qué ocho, no diez?), que debe leer. En este caso, deben leer esos ocho libros las "personas inteligentes". ¿O que se creen inteligentes? Yo no conozco a nadie inteligente. Quiero decir con al inteligencia suficiente para no ser esclavo de sus pasiones y para comprender el mundo perfectamente y sin errores. Las personas inteligentes o, peor, que se creen inteligentes, son peligrosas, o al menos desagradables. Estar con ellas es una tortura.

No estoy de acuerdo con la lista que ofrece este señor. Ni las razones por las que dice son imprescindibles esos libros. No conozco libros imprescindibles. Conozco libros para cada etapa de la vida, y conozco libros que me gustan y me han influido pese a a prescendibilidad manifiesta. Yo voy a ofrecer mi lista, una lista totalmente subjetiva, de libros que me han abierto puertas a mi interior que sin ellos no hubiera conocido. Para mí, un libro debe ser sobre todo eso, una llave al interior. Luego hay libros informativos que se pueden considerar imprescindibles, pero como la mayoría no los lee, pues no son decisivos. Sin embargo, mi octavo libro es informativo.

Mi lista es, además de subjetiva (me han impactado a mí) muy reciente: los he leído en la madurez.

1) La Biblia, AT y NT. En eso estoy de acuerdo con en autor del artículo. Al leer el AT encontré resonancias de porque éramos culturalmente así y no de otra manera: por ejemplo Indues o musulmanes, o japoneses.

2) Proust: me eseñó a leer, me descubrió qué haces cuando lees, sobre todo cuando lees a un autor muerto. Yo sólo suelo leer autores muertos.

3) Shopenhauer. Un descubrimiento que recomiendo a los amantes de la lectura (todos estos libros son para ellos, no para los que leen para pasar el rato). Me dio una visión metafísica, la única, profunda y comprensible del mundo y de la vida. Además, es la mejor prosa que he leído. Siento no saber alemán sólo para leer a Shopenhauer en alemán. Traducido es sin embargo una esperiencia única. Su prosa majestuosa avanza como un paqueboque en un mar alborotado, lleno de "ruido y de furia" (Shaskepeare), recorriendo distancias siderales que están dentro de nosotros.

4) Shaspekeare, ya que lo he citado arriba. El mejor psicológico de la historia. Freud le odiaba, porque sabía que era mejor y más brillante (Harold Bloom). Siempre me ha gustado releer "Coriolano". Brutal. Maquiavelo es prescindible si lees Coriolano.

5) "Del sentimiento trágico de la vida y de los pueblos", de Unamuno, es una cosa personal mía, que no recomiendo, como no recomiendo ninguno de los otros. Su poesía es capa de alcanzar ni pieles estratosféricos (para mí).

6) "Diario íntimo" de César Gonzales Ruano es una extraña pieza en esa etapa del franquismo que dice que fue una etapa anómala en la historia de España, cuando lo anómalo ha sido la estabilidad democrática. Pero no lo cito como testimonio de una época, sino como una pieza literaria de rara perfección.

7) "El cuaderno gris" de Josep Pla es un compendio de literatura, de belleza, de vida y sabiduría, escrito por esa persona esquinada que hacia brotar belleza, interés, de las piedras resecas del camino o de un anécdota trivial.

8) Podría seguir en el mismo tono, pero supongo que también son de interés los libros informativos. Voy a citar dos: el primero, un clásico imprescindible que debería ensañarse en España: "Leviatan " de Hobbes". Lo que dice de la naturaleza del poder ha asió para la eternidad. Ya de paso un poco de Maquiavelo vendría muy bien.

Y para el que quiera comprender la crisis, sigo recomendando el libro de Krugman, "Acabad con esta crisis ya!" En inglés mejor, porque me temo que en español está recortado. Lo escribió en 2009, creo, y el tiempo le ha dado la razón.

Faltan muchos, pero es que me he limitado a ocho. Ahora ya saben. No me hago reponga le, estas son opiniones subjetivas.

domingo, 4 de enero de 2015

Patinazo de Mario Draghi

Aquí:

... In the euro area, stability and prosperity anywhere depend on countries thriving everywhere. So there is a strong case for sharing more sovereignty in this area – for building a genuine economic union. This means more than beefing up existing procedures. It means governing together: shifting from coordination to common decision-making, and from rules to institutions.

The second implication of the absence of fiscal transfers is that countries need to invest more in other mechanisms to share the cost of shocks. Even with more flexible economies, internal adjustment will always be slower than it would be if countries had their own exchange rate. Risk-sharing is thus essential to prevent recessions from leaving permanent scars and reinforcing economic divergence.

A key part of the solution is to improve private risk-sharing by deepening financial integration. Indeed, the less public risk-sharing we want, the more private risk-sharing we need. A banking union for the euro area should be catalytic in encouraging deeper integration of the banking sector. But risk-sharing is also about deepening capital markets, especially for equity, which is why we also need to advance quickly with a capital markets union.

Still, we have to acknowledge the vital role of fiscal policies in a monetary union. A single monetary policy focused on price stability in the euro area cannot react to shocks that affect only one country or region. So, to avoid prolonged local slumps, it is critical that national fiscal policies can perform their stabilization role.

To allow national fiscal stabilizers to work, governments must be able to borrow at an affordable cost in times of economic stress. A strong fiscal framework is indispensable to achieve this, and protects countries from contagion. But the crisis experience suggests that, in times of extreme market tensions, even a sound initial fiscal position may not offer absolute protection from spillovers.

This is a further reason why we need economic union: markets would be less likely to react negatively to temporarily higher deficits if they were more confident in future growth prospects. By committing governments to structural reforms, economic union provides the credibility that countries can indeed grow out of debt.

Es realmente desolador oir a una máxima autoridad de la UME decir que mientras el BCE se encarga de los precios (cosa que no ha sido capaz de cumplir), los déficits fiscales podrían jugar un papel estabilizador diferenciado, como si las crisis no han sido -y serán para siempre- de todos, y además monetarias. ¿Cómo, si el dinero no llega a todos los rincones?

Potenciar una política fiscal nacional en una unión monetaria es completamente iluso. Más en la UE, donde hay reglas constitucionales de límites al déficit y a la deuda. Esos límites se pueden reformar, pero no quitar. No sería aceptable para Alemania, y con razón. Me pide imaginar a Alemania aceptando una quita de deuda griega, pero no o citarle despedís a que se endeude otra vez.

La unión política que se da en una nación es inalcanzable hoy en Europa. No es posible que los países como Alemania acepten que los estados puedan endeudarse sin límite y que esa deuda sea comprada por el BCE sin límite cuando las cosas se pongan feas. Imposible. Es los que puede suceder en un país con moneda propia. No es imaginable que lleguemos a eso si no es por una unión política previa. Y esa unión política previa está más lejana que nunca: es utópica.

Por eso no me ha gusta nada como empieza Draghi su artículo:

There is a common misconception that the euro area is a monetary union without a political union. But this reflects a deep misunderstanding of what monetary union means. Monetary union is possible only because of the substantial integration already achieved among European Union countries – and sharing a single currency deepens that integration.

If European monetary union has proved more resilient than many thought, it is only because those who doubted it misjudged this political dimension. They underestimated the ties among its members, how much they had collectively invested, and their willingness to come together to solve common problems when it mattered most.

¿deep misunderstanding? Es que ha visto Draghi muchas uniones monetarias trasnacionales? Que me lo diga, porque yo hice un estudio, y publiqué un libro sobre ello, y todas fracasaron si no había una unión política previa. Lo cual quiere e decir que esa unión política se conseguía por la guerra, como en el caso de la Unificación monetaria de Alemania de 1870 por Bismarck, una proeza bélica.

Draghi quiere sortear el escollo insalvable de la unión política a base de sofisma y medias verdades. Es verdad que ha demostrado que el BCE puede estabilizar los mercados, pero nada más que circunstancialmente, y no se traduce en crecimiento y empleo. El BCE hoy por hoy no puede hacer una política antidepresiva - como demuestra su fracaso hasta ahora contra la deflación- porque no tiene un Gobierno y unTesoro que le respalde. Es propiedad de 18 gobiernos, pero sólo uno dicta sentencia. Y ese uno tiene ideas contrarias a las de los demás países, sean ideas erróneas o no. Yo creo que no: simplemente defiende sus intereses nacionales y está apoyado por la inmensa mayoría de los alemanes. Esas ideas nos sientan a nosotros como una patada en los higadillos, pero es que políticamente somos un cero a la izda.

Pero esa es la lógica perversa del euro. No es mala leche, es que por consecuencias avisadas por muchos, a los que no se quiso oír, el euro iba a servir más a Alemania que a nosotros.

Y no es que la unión política sea suficiente -con ser inviable. Es que es sólo una condición necesaria que no se salva con la unión financiera (por la que Draghi parece buscar un poder inmenso en el BCE), ni con la política de estabilización fiscal de los estados miembros.

¿De qué hubiera servido autonomía fiscal en una crisis global? De hecho Zapatero se tomó la libertad de aumentar el déficit al 11% de PIB ¿de qué sirvió? De lo mismo que sirven ahora los déficits del PP: de aparentar que vamos mejor. De hecho, que no de derecho, Bruselas ha decidió permitir más déficit a ciertos países, pero no a otros, como a Francia. Pero todo esto no es más que circunstancial, no responde a una visión clara, sino a la gasto a de aflojar el dogal por un lado y apretarlo por otro.

Sólo una Tesoro de la zona permitirá hacer un política de estabilización completa. Es decir, una unión política.

Velezuela y Grecia, aparentemente distintos...

 Frances Copolla nos habla de Venezuela y de Grecia (tengase en cuenta que para nada es sospechosa de derechismo):
Venezuela is currently in Phase III. There are pervasive shortages, inflation is over 65% and rising, and foreign reserves are declining sharply despite Venezuela's trade surplus. The budget deficit is currently at 17% and rising. The economy is demonetizing rapidly as more and more transactions are done on the black market. To make matters worse, the US government has imposed sanctions on Venezuela for suppressing dissent. So far, the government has resisted devaluation and subsidy cuts, but it cannot do so for much longer. Maduro - never as popular as his predecessor - is resorting to bribing the population with unsustainable fiscal expenditures, but this will only hasten the economic collapse that now appears inevitable. Venezuela is headed for default, hyperinflation, disorderly regime change and a wrenching fiscal adjustment. And the people who will suffer - indeed are already suffering - are the poor that Chavez and Maduro set out to help, just as the poor in Chile and Peru suffered.
Alexander Guerrero's warning about Venezuela seems all too prescient:
To put it in few words, our fiscal situation is similar with the Russian one in 1989 at the fall of communism in Europe. It means we have to go for a unlimited privatization process, I know that politically there is no way to get it, but we are driving to that point, I just beg God, that everything happens in peace, I doubt it any way!.
Poor Venezuela.
But this is not wholly a Latin American story. Much of what is described here also applies to Greece. The only difference is that Greece is in the Euro, so hyperinflation is impossible and all the adjustment must come from brutal fiscal retrenchment and sharp falls in real incomes. But if it were to leave the Euro, or worse, be thrown out for non-compliance with Troika demands.....
No me parece acertada del todo la comparación con Grecia. Son dos situaciones antitéticas: Venezuela es víctima de un gobierno tipo Podemos, con su banco central dedicado a financiar el déficit público, que llega a la "atonishing" cifra de 17% de PIB, u la inflación anda por el 76% anual. Una crisis cantada.
Grecia en cambio está en depresión, por culpa del euro... Pero, ¡atención! Son situaciones que en la historia se han sucedido en el tiempo. Es muy probable que Grecia salga del euro y se engolfe en una política del tipo Syrisa, es decir, Maduro, es decir, Podemos, y acabe dentro de poco igual que Venezuela: inflación y déficit público desbocados, cortada la financiación exterior, huida de capitales, y su nuevo Dracma por los abismos infernales...

El estallido de Venezuela, ineludible, será otro reclamo adverso para las intenciones de Podemos. Venezuela será más escándalos todavía que Grecia, porque habrá cambios de régimen: Maduro no puede recibir ayuda del FMI.

Yo resumiría la situación de ambos países como víctimas de una política monetaria errónea, una en una dirección u otro en la contraria. Venezuela va hacia una desagradable intervención exterior para poder recibir financiación. Grecia va hacia el default y la expulsión del euro, que es el causante de su situación, cierto, pero su salida no será bien gestionada. Ya es difícil gestionar una situación así en países bien gobernados, así que en Grecia, con un gobierno de extrema izquierda... Aunque así no fuera, Grecia lo va pasar mal, y no por su culpa.

El imperio del dólar

Aquí, Miguel Otero Iglesias, nada menos que investigador del Instituto Juan Sebastián Elcano ( a título de qué, me pregunto), predice que el dólar subirá poco tiempo, porque EEUU está en decadencia interna y externa. Además au poder militar ya no es lo que era. Es un argumento apenas camuflado de izquierda antiyankee. Está bien porque en España somos todos anti yankees. Debe ser porque tenemos muy reciente 1898. Por eso ganó las elecciones Zapatero, por tirarse un cuesco cuando pasaba la bandera americana (en realidad no es que no quisiera levantarse, es que tenía un apretón).

Curioso como coinciden la izquierda salvadora con la derecha redentora en sus odios y sus fobias. Recuerdo un articulazo del sin par Manuel Llamas diciendo que el dólar era una porquería que iba a ser sustituido por una moneda emitida por Arabia Saudí ligada al oro, porque estaban hasta los webs los de la la OPEP de poner el precio del barril en una moneda tan mediocre.

Ahora el dólar rompe barreras hacia arriba, porque es la única economía que empieza a carburar y tiene pinta de seguir haciéndolo.

El error de estos fuertes ideólogos que se dejan llevar por sus oscuras pasiones, es que sacralizan el valor simbólico de la divisa. Ello es por la manía periodística de mitificar palabras, con expresiones como "el imperio de dólar" frente "al imperio de marco", o el imperio del yen, - ahora el imperio del euro, y así.

Bobadas. Las monedas no son imperios. Son el resultado de un mercado de divisas, en el que cotizan una heterogénea demanda y no menos heterogénea oferta de de divisas frente a divisas. Para simplificar, se utiliza una unidad de cuenta, que resulta ser el dólar. Es decir, todas las monedas se miden el dólares, y el recio cotizado de dos divisas, por ejemplo, el, yen frente al peso mexicano, se expresa a través de su precio en dólares. Hay mucha gente que confunde ese papel de unidad de cuenta con fortaleza del dólar. Pero ese papel no le da fortaleza al dólar, porque éste sube y baja según la demanda y oferta finales de dólares frente a las demás divisas.

La demanda de una divisa, como toda demanda de dinero, tiene un componente de transacción para comprar cosas, como importaciones, o para comprara activos, físicos o financieros, y un componente especulativo, de reserva temporal de valor en previsión de una transacción futuro, o simplemente como apuesta a que va a subir de precio en x días o semanas.

Además, en esa demanda pero una sola moneda se combinan distintos plazos, así que hay un dólar/día, dólar semana, dólar/mes... Es decir, un mercado a plazo en que se cotizan contratos de entrega a ese plazo a un precio fijado hoy.

Es fácil comprender que el tramo de la demanda que más pesa es el de expectativas, que es el factor determinante del precio de una divisa en cada momento. Las expectativas hoy son que la economía de EEUU se está fortaleciendo, porque ha tomado mucho hierro y muchas vitaminas (gracia a una política de inyección masiva de de una cosa que no es productiva, pero que tiene un peso innegable: dinero). Es simplemente eso: al fin los inversores reales de EEUU han recuperado la confianza y se ha lanzado a invertir: los beneficios y salarios despegan. La gente invierte en EEUU de todas las formas posibles, aunque sea comprando un depósito en dólares. Las demás zonas del mundo ayudan, sobre todo Europa, con su depresión.

Un inversión particular que ha tenido mucha importancia en este subidón del dólar (que, por cierto, a nosotros nos viene muy bien, por mucho que moleste a los talibánes de izquierdas y derechas) es que EEUU se ha convertido en el primer productor de petróleo y gas a precios por los suelos, y me temo que eso no se va a terminar de hoy para mañana. Para empezar se acabaron los déficits de balanza de pagos: más holgura financiera.

En fin, que las divisas un día suben y otro día bajan. No son determinadas por la política monetaria, como prueba que la política monetaria de la FED tiene el tipo de interés a cero, y sí embargo el dólar sube.



sábado, 3 de enero de 2015

España, cien años

Mi fascinación por Ortega y Gasset (OyG) no viene de sus aciertos políticos precisamente, y mucho menos de su pretensión casi ridícula de infabilidad. En realidad, su carrera como observador y movilizador político (fracasado) es un encadenamiento de errores a cual más patético, en el que se transparenta una falta de realismo tan acusado como el deseo frenético de ser el único en posesión de la verdad. Sus bandazos de uno a otro extremo de lo que él que vislumbra como una nueva España, le lleva a caer en brazos de los regionalismos, de los nacionalismos, del obrerismo sindicalista -al que luego intenta segregarlo del socialismo "verdadero"-, y poco después se apunta al golpe militar en cuanto se oyen "ruidos de sables".

Desde 1909, en que empiezan sus primeros vagidos contra la Restauración, hasta 1923 y el golpe de Primo de Rivera (que acoje con poco disimulado entusiasmo), no deja pasar ocasión de vilipendiar con fuertes palabras "lo viejo", "lo muerto", lo "agusanado", del régimen dinástico que instauró Cánovas, al que odia frenéticamente, y apostar por cualquiera de los movimientos "anti" que surgen, sean sindicatos, partidos, o incluso "ruidos de sables". Los cuales, por cierto, no le hacen ningún caso, lo que le lleva a la desmoralización y el retraimiento interior.

Pero hay que reconocer que si su diagnóstico es torpe, seguir su carrera de líder de opinión - cual un "Moacín" que llama a la oració desde su nuevo todopoderoso periodico, El Sol, que Urguoiti ha puesto a sus pies- , es una visión fascinante de una España en profunda desorientación - a la que él, desde luego, no aportaba mucha luz. (Por supuesto, detrás de este malestar y de la desorientación está el final de la Primera Gran Guerra, que había aportado a España suculentas rentas exportadoras como país neutral, truncadas con La Paz.)

Aquí, como muestra de esa España de hace un siglo, tan decadente y tan convulsa como hoy, unos párrafos del libro de Jordi Gracia "Ortega y Gasset". Lo más fascinante de estas voces enterradas - de ahí la transcripción del excelente libro de Jordi Gracia- es la resonancia casi ensordecedora en la España de hoy, pese a ser muy distinta en todos los sentidos... Menos en las bobadas que guiaban a la opinión pública, como ya vimos en el post (que versaba de lo años pre elíseos) del que éste es una continuación:
"... Al final del verano de 1919, en septiembre, Ortega escribe a Unamuno desde Zumaya muy desanimado. Se ha sentido «durante todo el año enfermo» y cree que «ha roto las pocas amarras que me sostenían a flor de sociedad», diagnóstico que es difícil compartir, pero que presta de nuevo otra lupa de aumento al interior de Ortega o cuando menos al relato que construye de sí mismo como alguien apartado de la vida pública y social o política.
"Pero Unamuno le cree, y ya por segunda vez insta a Ortega a dejarse «traquetear» o, con palabra más puramente unamuniana, a chapuzarse «en sociedad» en octubre de 1919— , «y más usted que quiere ser el hombre de la calle» (tiene buena memoria Unamuno, porque evoca el primer artículo de Ortega en El Sol, en diciembre de 1917). Lo propio es «aguantar los codazos de la muchedumbre callejera y las salpicaduras de barro de los coches», aunque Unamuno prefiere volver a verlo no en Madrid, sino en alguna «correría por tierras de nuestra vieja España», con esa manía excursionista que tienen todos.
"Y Ortega vuelve a dedicarse a lo que mejor sabe hacer, pedagogía, aclarar las cosas analítica y racionalmente. Frente a la confusión general sobre las ideologías obreras ofrece, en forma editorial, un intento de atraer hacia el socialismo al movimiento obrero sindical, de acuerdo con Urgoiti, y en pleno e incesante reguero de muertos en estos meses, con la abierta lucha entre el anarquismo sindicalista de la CNT y la patronal, entregada al pistolerismo gansteril. Pero esa serie sin firma titulada «Ante el movimiento social», de noviembre de 1919, cuyo objetivo final es prevenir al Estado ante su autodestrucción, se publica a las puertas del final de las complicidades entre la izquierda socialista y no socialista, materializado en diciembre de 1919, cuando el PSOE inicia una etapa de protagonismo más obrero que político, más sindical que ideológico, más Largo Caballero y UGT que Besteiro y Fernando de los Ríos. Y eso dura hasta las elecciones de abril de 1923, en que los socialistas obtienen sus mejores resultados y son diputados Pablo Iglesias y Besteiro, Fernando de los Ríos e Indalecio Prieto.
"Ortega va en el sentido contrario. Todas las huelgas han sido perdidas e inútiles, el «bolchevismo ha perdido rápidamente casi todos sus grados de verosimilitud en Alemania, en Inglaterra, en Francia y en España». Sería necesario que los obreros «se libertasen del torpe fanatismo con que siguen la irreal geometría de Marx. El Manifiesto comunista es una obra genial de captación e ilusionismo: pero nada más». La realidad se ha vengado de ella (III, 341). El gran enemigo de la «socialización evolutiva de la riqueza» siguen siendo, sin embargo, los hombres del pasado y la derecha, aquejados de la «eterna presbicia» (como Cambó). Han inducido la desconfianza hacia el Estado en la masa obrera con un ejercicio del poder despótico, arrojándola a un sindicalismo «antiestatista», antiliberal y antidemocrático, sin nada que ver con el socialismo, que sí es liberal y sí es democrático, y es lo que El Sol ha defendido siempre como conquista gradual «so pena de franca demencia». El Estado mismo, para su propia supervivencia, necesita que en el Parlamento tenga «la fuerza proletaria el peso que de hecho representa en la realidad viva del presente», aunque a estas alturas va a ser tan difícil convencerla de esa buena fe del Estado que habrá que llevarla a las urnas en coche (III, 274).
Ortega rechaza el extremismo obrero, pero también la brutalidad miope tanto de la derecha como del Estado. La «beatería obrerista» sigue a pies juntillas la doctrina de la huelga general, descartada en la izquierda europea como «mito inventado por el grafómano» y gran beato del obrerismo George Sorel. Frente a la «acción directa» anarquista, «un poco más de política» (III, 297), aunque esa acción directa del sindicalismo catalán sea hija de la violencia del Estado y del empresario, demasiado tentado siempre del uso del cierre empresarial («desaforado y extemporáneo» [III, 287]), y eso conduce inexorablemente a la huida de esas masas obreras de lo único que es «garantía de libertad», el Estado democrático.
"Hoy Europa sabe ya que el sueño del Estado soviético pertenece, «con los elefantes y la teocracia, a la fauna asiática» y es enemigo de la tríada que deben defender las izquierdas europeas: socialismo, libertad y democracia; es decir, un socialdemócrata casi de manual (III, 279).
Y como todo lo vivo es susceptible de empeorar, todo empeoró. Ortega empieza ya a no encontrar alicientes para seguir en la brecha, si es verdad lo que dice en febrero de 1920. Todo sigue como en junio de 1917 «pero peor», las instituciones del Estado caben «íntegras en un cuarto de banderas» y se vive con «asco ilimitado»; la chusquedad de un nuevo Gobierno, el de Allendesalazar, es «detectable, condenable, abominable», como una «comedia caricaturesca» dirigida por un hombre cuyo mayor talento está en recitar «las coplas más plebeyas». Y dos días después Ortega le endosa «La copla de rabalera» (III, 313- 317).
"La degradación del país no da respiro y otros dos días después interviene de nuevo para dictar, con lenguaje peligrosamente explícito, «La hora de Hércules» en otro editorial sin firma. «Ha llegado el momento de que avancen al Gobierno los militares, y ya que tienen el ejercicio del poder, tengan de él la responsabilidad». Es la única vía de solución de la «agonía sin grandeza de un cuerpo político», el actual Estado, en el que «todo es ficción, todo es mentira, hipocresía y todo ineficacia mortal» (III, 318- 319).
Empieza ya a ser preferible la suspensión de «la legalidad a verla burlada y escarnecida»; por eso El Sol pide «la constitución de un gobierno militar», para ser gobernados «por quien ilegalmente quiera imponérsele», si España sigue siendo incapaz del «gigantesco movimiento purificador» que lleve a unas Cortes Constituyentes. La desesperada salida de Ortega en febrero de 1920 hoy suena a fantasía, pero es más bien presagio cuando se interroga perplejo: «¿quién sabe?, ¿quién sabe si, a la postre, los militares, poco preparados para construir un cosmos nacional, lograran, en cambio, destruir el tinglado?

Desequilibrios

Hace años publiqué un anexo en el que me preguntaba si Alemania y España no eran un ejemplo de la paradoja del ahorro. Esto es una reafirmación de aquella pregunta.
En el gráfico, los saldos de balanza de pagos por cuenta corriente, en % de PIB! de Alemania Francia y España:

Alemania ha mantenido un persistente superávit exterior entre el 6% y el 7% de su PIB. Francia no ha logrado equlibrar su saldo exterior, aunque se mantiene en un prudente déficit de 2-2,5%. España ahua lograos la hazaña de pasar de un déficit insostenible de del -10% de PIB a un equilibrio cero, aunque parece que la fuerza se ha agotado ¿por qué?

Porque la razón principal de ese esfuerzo ha sido la caída se la demanda interna, sobre todo de inversión. En cuanto los does últimos trimestres ha resucitado la inversión y el PIB, levemente, el saldo positivo del año anterior se ha esfumado.

La devaluación intena en realidad ha sido insignificante en su efecto sobre competitividad. Ese efecto ha sido más por la vía de la contracción de las rentas salariales -y la demanda- que por ganancias de competitividad. El otro componente de la competitividad, la productividad del trabajo, se ha logrado gracias a los enormes aumentos del paro, no al factor tecnológico.

En todo caso, el persistente superávit de Alemania frente al exterior y a los países de la Zona Euro significa un continuo proceso de acumulación de activos financieros frente al exterior: visto desde el exterior, la contrapartida es un continuo aumente de la deuda de exterior respecto a Alemania. Es decir, de nuestra deuda frente a los países acredores, sobre todo Alemania.

Cuando persisteen el tiempo un déficit de un país o una zona, es porque necesariamente hay otro país u otra zona que registra superávit: el saldo comercial total del mundo es cero. El euro es una zona relativamente cerrada, que además tiene un superávit exterior: mientras Alemania tenga superávits tan altos, los demás países difícilmente podrán equlibrar sus saldos por mucho que deflacten sus salarios y precios.

Y lo que es peor, mientras no puedan equlibrar a esos saldos, estarán acumulando más deuda frente a país acreedores que así vez acumulará más derechos frente a los demás.

La suma consolidada de la deudas de los sectores de un país es la deuda exterior. Alemania tiene una deuda negativa -es decir, un activo- del 100% de su PIB.

España tiene un deuda exterior en % se PIB creciente, y todos los sectores han visto aumentar su deuda frente al exterior. En el gráfico de arriba, las deudas totales por sectores, abajo, las deudas frente al exterior.

La deuda exterior total supera ya el 128% del PIB, a lo que contribuyen todos los sectores salvo las familias.

Como muestra Stuart Medina, las incongruencias algebraicas de la autoridades del Euro hacen que sus planes de reequilibrar la zona sean totalmente superfluos. Ahor parece que están pensando sancionar a Alemania por su excesivo superávit, lo que sería de traca.

Porque sólo hay dos formas de reequilibrar un saldo deficitario y su correspondiente saldo superávitario: o bien esos países tienen una moneda nacional que se ajusta devaluandose/revaluandose, o bien el país Acreedor aumenta su demanda interna para que absorba exportaciones del país deudor. Esto es puta lógica matemática.

Pero si los dos juegan individualmente a forzar el ahorro y contraer su demanda interna, el resultado es que el nivel de PIB de ambos bajará.



El "éxito" del gobierno Tory del RU, igual de patético que el de Rajoy

Krugman tiene un post demoledor sobre el cacareado éxito del RU saliendo de la crisis. La teoría que exibe el gobierno Tory es que gracias a la contracción fiscal se ha recuperado la economía. Es un éxito sospechoso, porque se basa en una caída pronunciada y luego un acierta recuperación. Ven gráfico:

Como dice Krugman, si te das de palos en la chola con un bate de béisbol cuando paras te encuentras mejor. Pero eso no es curarse.

El único país que puede sacar pecho es EEUU, aunque sólo sea porque ha superado el nivel previo a la crisis. Pero RU ha crecido el último año, pero depués de una caída monumental. Francia, tan criticada, lo ha hecho mejor, mucho mejor, aunque no ha conseguido alcanzar todavía el nivel previo de la crisis.

Ahora veamos España que, comparando los datos con la propaganda, es para morirse de tristeza: no sólo no hemos vuelto al nivel de 2007; es que no hemos vuelto a pasar por el nivel del bache de 2009... Patético los intentos de Rajoy de subirse su estima a base de tirarse de los pelos hacia arriba.

No sé si alguien cree todavia en ese trío de la bencina que forman Rajoy, Guindos y Montoro, pero si lo hay -alguien que crea en ellos (que seguro que sí, los conozco)-, van a tener un amarguisimo despertar.

 

 

jueves, 1 de enero de 2015

Informe del Banco de Venezuela

Ya sé como serán los informes del Banco de España cuando - sirva de ejemplo - Tania Sánchez sea gobernadora. Informe del Banco de Venezuela (cortesía de https://twitter.com/millueca/status/550598908943269888):


Ahora recuerdo que hace años, en el servicio de estudios  del BdE,  recibimos la visita de unos "jóvenes" economistas del Banco Venezuela, en viaje de prácticas. El más joven debía tener 70 años. Hacían una gira por cada departamento para luego "reportar"en su país lo bien que lo hacíamos (¿?). 
Al final tuvieron la amabilidad de regalarme, con gran pompa, un billete de ¿5? pesos emitidos por el BdV. Todo un detalle que no supe agredecer bien en mi perplejidad. Los guardé con mucho cariño. Luego los perdí. 

The current arrangements governing the euro are here to stay...

En. "Lo que harán B y B y el BCE", intentaba adivinar que harían las autoridades del Euro ante el riesgo de que Grecia se declare insolvente y desate una especulación contra el euro. Concretamente,

"Si repasamos lo que se hizo entre 2010 y 2012 para evitar la caída del euro (que estuvo en un tris de caer), lo principal fue hecho por la puerta de atrás (para no confesar que el euro es inviable): las operaciones especiales ELA, es decir, la posibilidad de los banco centrales de la zona pudieran endeudarse con el BCE, para inyectar la liquidez que salía por la otra puerta: por la balanza de capitales privados. En 2011 hubo una fuga de depósitos de España que no se notó gracias a esas operaciones, que llegaron a acumular un pasivo en el BdE frente al Sistema de 515 mm de €. Este saldo empezó a bajar cuando Draghi, recién llegado, dijo aquello tan famosos de "Whatever it takes", y los tipos de interés de las deudas de España e Italia empezaron a bajar cuando estaban a popurrí de liquidar al euro o ser rescatadas, tras la intervención en Grecia, Portugal e Irlanda. Aún así: el saldo sigue siendo o negarivo por 293 mm €.

De modo que si lo pensamos bien, hay dispositivos para parar una crisis, aparte de otros que puedan inventar. El ELA , que es un crédito ilimitado a interés cero, puede volver a activarse, aparte de que ya no está ellas o de Trichet para subir los tipos a contrapelo.

Eso es lo que intentarán, antes de ponerse a solucionar el poblema de verdad, que es la disfunción del euro y su mal gobierno. Es decir, actuarán para proteger las intereses creados, a ser posible sin reducir o restructurar la deuda griega. Recibirán presiones de EEUU para defender los intereses de sus bancos en la zona, y eso pasa porque sostengan al euro como sea."

En un artículo recién publicado George Soros dice algo similar:

"The current arrangements governing the euro are here to stay, because Germany will always do the bare minimum to preserve the common currency – and because the markets and the European authorities would punish any other country that challenged these arrangements. Nonetheless, the acute phase of the financial crisis is now over. The European financial authorities have tacitly recognized that austerity is counterproductive and have stopped imposing additional fiscal constraints. This has given the debtor countries some breathing room, and, even in the absence of any growth prospects, financial markets have stabilized."

Grecia es un riesgo financiero mínimo, más cuando después de los dos rescates la deuda púbica es mayoritariamente frente a los gobiernos de la Zona. La deuda Grecia es enorme para los griegos: 150% de su PIB (gracias a una caída se éste de más del 25%). Pero el PIB de Grecia es una mínima parte del PIB de la zona, como se puede ver en la imagen, por lo que supone que para ésta, su pérdida no es traumática.


Es más, no es descabellado pensar que Grecia podría ser expulsada sin que los mercados se alteraran (salvo los griegos). Podria ser que la salida de Grecia -que se contempló durante la crisis, pero no se quiso correr el riesgo de que fuera interpretada como desinterés por el euro - tuviera un efecto estabilizador.
Por supuesto, esto no arreglará el problema de fondo. El euro tiene una fuerza que se tiende a olvidar, y es que su caida seria un fracaso para demasiados políticos que están comprometidos con el invento. Además, EEUU no tiene ningún deseo de que el euro tiemble, ya le costó lo suyo en 2011.

Sin embargo, sí puede alterar el panorama político de los países miembros, pues supondrá un revés importante para los partidos que, como Podemos, creen que la llegada de Syrizas es un impulso para ellos. Sigo diciendo que será todo lo contrario. Creo que BBB (Berlín, Bruselas, BCE) están bien preparados y con un arsenal mayor que en 2011. Además, no está el tonto de Trichet.

 

Candado 168

Ayer, en El Mundo, Joaquín Leguina ofrecía un excelente artículo en defensa de la Constitución, contra los que quieren romperla en mil pedazos.

No me cabe duda de que Joaquín Leguina es un talento desperdiciado en el PSOE y, por ende, para España. En este artículo lo demuestra. Si el PSOE no lo hubiera arrinconado en Madrid (seguramente por miedo a su talento), hubiera podido rendir grandes servicios. Es una persona brillante además de preparada, algo que escasea en estos días de exuberancia de la estulticia analfabeta. Como él, muchos otros han tenido que retirarse a la vida privada a ver pasar la procesión esde la grada, triste espectáculo.

En el artículo Leguina se erige defensor de lo que se llama "Candado" de la Constitución.

¿Qué es el candado? Se refiere al artículo 168 de la Carta Magna, que describe el procedimiento para cambiar algunos artículos fundamentales, procedimiento muy exigente, como lo explica Leguina:

1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara y a la disolución inmediata de las Cortes.

2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.

Es a este artículo al que motejan de «candado» los populismos felizmente reinantes en España, ya sean nacionalistas ya sean izquierdistas. También andan en este baile algunos denominados socialistas, como los del PSC.

Y cuales son esos contenidos tan delicados que protege el candado?

"Pues, en primer lugar, los derechos y libertades de los españoles que nadie puede arrebatarnos mediante una mayoría coyuntural en el Parlamento. Por ejemplo, se garantiza «la dignidad de las personas y los derechos inviolables (Art. 10)». «Los españoles son iguales ante la ley (art. 14 ), que también prohíbe discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal. El art. 15, que prohíbe la tortura y la pena de muerte. O el 16, que protege la libertad ideológica y religiosa. En fin, que allí, protegidos por ese «candado», están nuestros derechos, los de la Declaración Universal del Derechos Humanos y otros muchos. Derechos que nadie en su sano juicio dejaría al albur de la coyuntura política. Por eso el «candado» está muy bien puesto y en su sitio. Quiere evitar que en algún arrebato extremista (de derechas o de izquierdas) se nos arrebaten esos derechos. Quien quiera hacerlo, saltándose el artículo 168, tendrá que recurrir a la fuerza, es decir, a un golpe de Estado.

Pero la imaginación de los leguleyos al servicio de la causa «reformista» ha inventado que el «candado» en realidad no existe, pues el artículo 168 podría eliminarse con una simple votación mayoritaria en el Parlamento. Lo que proponen es un flagrante fraude de ley, pero qué importa cuando lo que pretenden es, simplemente, dañarnos haciendo trampas en el juego.

Claro que ese «candado» guarda algo más que lo ya dicho. Son asuntos con los cuales, a juicio de quien esto escribe, tampoco se debe jugar. A saber:

«La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado» y «la forma política del estado español es la Monarquía parlamentaria». También: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles» (Título Preliminar). En ese mismo Título Preliminar se lee: «El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla». También está allí el «temible» artículo 8: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional». ¿Pero es que existe algún Ejército en el mundo democrático que no esté para esto?

Estoy totalmente de acuerdo con Leguina. No sabía que existía esa trampilla, que el 168 -el mismo candado- se puede eliminar por mayoría simple, lo cual da pánico. Porque ya sabemos que Pablo Iglesias es seguidor admirativo de Cháves, que se instaló en el poder para siempre y nombro sucesor gracias a sucesivos cambios constitucionales. Estoy seguro que si Podemos llega al gobierno lo intentará. Que no me digan los ingenuos que estos chicos se están amoldando deprisa a las formas vigentes: lo llevan en los genes, como el escorpión que pica a la ranita aunque le suponga ahogarse.

Lo malo es que hay muchos voluntarios en el PSOE a favor de pactar con Podemos. Sería un suicido, y una catástrofe para los demás, pero qué le vamos a hacer, estamos dominados por sueños utópicos que nos hacen creer que nuestros problemas son causados por la Constitución. Tampoco esos problemas se deben a la corrupción, upy no es casual que los que lo dicen son los que quiern derribar el candado.

A eso Leguina responde:

"En otras palabras, si se quiere tocar la parte donde se define el Estado y están escritos nuestros derechos, el «reformador» tendrá que contar con el voto de los españoles en referéndum y conviene saber que somos muchos quienes no estamos dispuestos a ceder sin más. Vamos a defender nuestros derechos con uñas y dientes.

En fin, ni uno sólo de los problemas económicos y sociales que golpean hoy a los españoles tiene nada que ver con el texto constitucional. Y su solución tampoco. Enmiendas sí, pero «reformar» la Constitución o empezar de cero sería un despropósito que sólo traería consigo confusión y división. Esa división que con tanto esmero y dedicación cultivan los separatistas."

El escamoteado excedente del consumidor

Gracias a que gozamos los españoles de 17+1 gobiernos de taifas, hemos podido escuchar 17+ 1+1 solemnes discursos de Navidad o Noche vieja, solemnes majaderías.

El del rey -del que no me acostumbro que haya sustituido a Juan Carlos, lo siento- ya lo comenté con cierto respeto, y dije que me pareció vacuo. Menos respeto le guarda Roberto Centeno, que le llama "el discurso de la idiocia".

Pero en fin, hay que reconocer que en España hay unos grados competencia que no se encuentran en ningún otro sitio. En otras lides, como las económicas, no: no nos gusta la competencia. Por ejemplo, hemos echado de España a una compañía de taxis que había introducido más calidad del servicio donde actuaba. Pero los sindicatos del taxi han actuado con eficiencia y un juez (¡cómo no! Los jueces tiene a veces un poder omnímodo) les ha dado la razón. Bien! que se han creído esos yankees arrogantes.

En España nos gusta controlar la intermediación en los mercados y entre mercados. Luego nos quejamos que los márgenes de intermediación en cualquier producto sea escandaloso. Lo es porque legalmente hay un monopolio que controla el precio de compra y el precio de venta. El minorista, que sí soporta la competencia de otros minoristas, sólo puede añadir un pequeño margen, según el nivel de renta del barrio en el que venda. Aunque haya minoristas que tengan fuerza monosopnica en el precio de adquisición.

Cada vez que defendemos un corralito mediante ley hacemos felices al protegido, e infelices al protector inconsciente, que es el consumidor, que pierde capacidad de compra física de otros productos.

Es lo que antes, no sé ahora, se llamaba el "excedente del consumidor", que era la diferencia entre el precio que estaba dispuesto a pagar y el que paga gracias a la competencia de los mercados. Se mide por ese diferencial de pecio multiplicado por la cantidad comprada. En la gráfica,

El consumidor paga el precio de mercado P*, correspondiente al punto E, pero hubiera estado dispuesto a pagar P1, en F. Su excedente es el área E, F, P1, P*.

Por supuesto parte, el productor gana también la diferencia entre el precio al que hubiera estado dispuesto a vender P, y el precio de mercado P*. El área P, P*, G, E es el excedente del productor.

Claro que tiene que haber una cierta competencia en toda la cadena de producción y venta, si no el precio de cada transacción va distorsionandose u al final el excedente del consumidor es cero y se lo quedan los intermediarios y el productor. España es un gran país de grandes intermediarios y comisionistas. Es lo que mejor se nos da.

A mí me gusta coger taxis. No lo hago a menudo porque me resultan caros, pero me parece el mejor transporte de puerta a puerta, mucho más que el coche. Pero es un sector monopolista férreo, que decide él mismo la tarifa que ha de pagar el cliente. Al fijar la tarifa por encima de la que habría en competencia, la demanda potencial es mayor que la efectiva, así pueden mantener su escamoteo del excedente del consumidor.

Si Uber hubiera logrado introducir competencia, el precios el taxi hubiera tenido que bajar, y seguramente yo y otros como yo usarían más el taxi que, para una ciudad como Madrid, sería una bendición, porque habría menos coches particulares. Pero por instinto somo partidarios de la petrificación de las cosas, de que los taxistas son buena gente (lo son, realmente), y que si se ampliará el mercado bajarían sus ganancias. En realidad aumentaría el empleo en el sector, lo que queremos todos, no es así? Además, más competencia abriría las puertas para más autónomos.

Conclusión general: este caso demuestra que el gobierno es débil para defender con la razón el bienestar de los ciudadanos. Está en manos de contrapoderes que le sacan la lengua y consiguen imponer sus intereses monopolísticos. Contrapoderes que a veces surgen de esos 17 corralitos que nos dan lecciones de ética y alta política gratis.

 

miércoles, 31 de diciembre de 2014

¿Quién gobierna Europa?

El (des)gobierno económico de Europa está descontado en algunos círculos. Lo malo es que los gobiernos nacionales no están interesados en aventar esto demasiado, pues están enganchados a la droga de que lo que hacen de desagradable es obligado por Europa. Hace unas semanas, Wolfgang Münchau ofrecía una descripción muy acertada de los criterios con los que se gobierna Europa: la ley de "hierro" del comportamiento de las instituciones es que cuanto más arriba están en la escala de poder, menos poder tienen. Está ley insalvable se basa en unas instituciones mal diseñadas, que como no tienen competencias definidas ni responsabilidades asignadas:

"because everybody is constrained in terms of what they can do, they spend most of their time hectoring others. That is why Europe’s central bankers talk incessantly about fiscal policy and structural reforms, while the finance ministers are obsessed with monetary policy."

Algunos ejemplos de arriba abajo de la jerarquía nominal de poder:

-El Consejo Europeo dedica largas sesiones a debatir si el presupuesto anual debería pasar del 1% al 1,02% del PIB de la zona.

- En el siguiente escalón, el Consejo de ministros de finanzas dedica sesiones a discutir si los déficits de Italia o Francia sobrepasan en unas décimas lo que es norma de la UE en déficits máximos y déficits estructurales, pero escapa a su ciego radar si hay algún problema macroeconómico serio (ya se sabe: la macroeconomía no existe en Europa: todo es micro).

- Luego está la Comisión, que con el relevo de la presidencia ha querido marcarse un tanto con un programa fantasmal de estímulo fiscal, que no mueve ni un euro de las arcas: sólo pone 20 mm en garantías. Como dice Münchau:

"If you were a chief executive, the equivalent of such a programme would probably not lure you away from the golf course. You would delegate it to your chief financial officer, if only to avoid the many unpleasant technical details."

- Por debajo (teóricamente) está el BCE, al que descubrimos recientemente mandando cartas expeditivas diciéndole al gobierno de España como debe reformar el mercado de trabajo y cumplir el déficit fiscal, con un nivel de detalle de verdad humillante.

(Luego vendría esa pieza intercambiable que son los gobiernos nacionales, a punto de perecer por falta rotal de competencias)

¿A qué se refiere este último punto, el BCE decidiendo en política fiscal (y reformas laborales)? Se refiere a la carta conminatoria que en agosto de 2011 (en plena tormenta del mercado de bonos) envió Trichet, el entonces presidente del BCE, al presidente del gobierno de España, Rodríguez Zapatero, para que tomara medidas de reducción del déficit y de flexibilización de mercado de trabajo. Carta que iba co-firmada por el entonces gobernador del Banco de España Fernández.

Lo que es el colmo de la incompetencia en esta caso es que Trichet pretendía culpar al gobierno español de la crisis del bono español entonces, cuando el principal culpable era él mismo, que había desatado al tormenta subiendo los tipos de interés. La prueba es que los mercados se han calmado cuando Draghi demostró que el BCE no dejaría caer los mercados.

Veamos lo que opina un economista europeo tan destacado como Paul De Grauwe de esa infamia:

First,... In doing so, it substitutes itself to national governments in the formulation of national economic policies.

Second, it is striking to find that these policy prescriptions are based on an economic theory for which there is actually no serious empirical evidence. On the contrary, there is a strong empirical research suggesting that the degree of decentralization of wage bargaining should not go too far.

... The ECB is a public institution, which has been given a strong status of political independence... In doing so, she puts her own independence at stake.

The ECB has set itself the target of keeping inflation close to 2%. It is failing spectacularly in reaching that objective and as a result, creates a risk of deflation that today increases the debt burden of national governments.

The instructions the ECB gives in its letter to the Spanish government lead to an even more fundamental governance problem. The ECB consists of civil servants who bear no political cost of the decisions they try to impose on national governments. The latter bear the full political costs of these decisions. They risk to be thrown out of office when they implement policies forced upon them by the ECB. The civil servants of the ECB go home unharmed.

This is a governance structure that is unsustainable and that will be rejected. It is important that the ECB realises this and reduces its ambition to rule the politicians. Failure to do so will greatly harm the ECB.

Palabras tan precisas como contundentes que, sin embargo, no tendrán efecto. Esta confusión de las instituciones -este desgobierno europeo-, es la causa principal de que las sociedades europeas (porque no hay sociedad europea) se estén fraccionando peligrosamente. Es la causa de que Grecia vuelva a ser una amenaza para Europa, porque Syrisas, el partido tan temido (similar a Podemos), es el que ha recogido del vertedero lo que alegremente tiraron por la ventana las instituciones europeas y los gobiernos nacionales. Tarde o temprano iba a pasar: el desgobierno de Europa lo pagan, como dice De Grauwe, no los funcinarios cooptados que lo hacen mal, sino los gobiernos nacionales, únicos en presentarse a las elecciones. Estos son culpables de haberse subyugado a las directrices europeas, pero su caída electoral tendrá graves consecuencias no buscadas.

"Tacita a tacita" hemos creado, por activa y por pasiva, un monstruo incontrolable. Es difícil pensar que milagrosamente vayan a empezar a marchar las cosas bien sin un cambio institucional de arriba abajo. O lo hacen ellos, los europeístas, o lo hacen los partidos radicales emergentes anti europeos, de izquierdas o derechas. Lo malo de este galimatías es que ha atrapado a grandes cabezas intentando dotarle de lógica y de efectividad, logrando sólo, con su escrutinio de los detalles, ser incapaces de ver el bosque. No hay una lógica que pueda corregir el proceso de decisiones sin tocar el diseño global, pero la ideología europea ha calado tanto que pocos quieren ver que "el rey está desnudo".

Hay un aspecto especialmente importante que no puede corregirse por medio de ajustes parciales: la relación del BCE con los gobiernos a quién teóricamente pertenece. Este área vital, de la relación de un Banco Cental con su gobierno, se ha convertido en un campo de minas en el que cualquier decisión puede ser anulada por la influencia esterna del más fuerte. De hecho esta falla ha sido la que ha provocado la reacción en cadena de la crisis a la ruptura de la estabilidad política nacional.

Como dice Wren-Lewis, la teoría de la Independecia del BC se ha demostrado falsa con la crisis -para el que lo quiera ver- : no puede funcionar un banco central sin un gobierno nacional que lo justifique. En realidad el banco emisor opera con bonos públicos emitidos por el gobierno, y el gobierno, por su parte, recibe del BC no sólo el señoreaje por ser el principal accionista, sino la estabilidad monetaria y de su deuda. Una crisis grave como ésta impulsa al alza la el déficit y al deuda, cuando el gobierno necesita financiación a bajo coste para reparar las deudas privadas y rescatar al sistema financiero. En otras palabras, necesita coordinarse con el BC para que la crisis dañe lo menos posible al sector privado. Esa relación básica se ha roto en el Euro, lo que se comprobó en la crisis de 2011. Pero es que ni siquiera se pensó, cuando se diseñó el BCE, que podría haber una crisis como la de 1929, porque ingenuamente se daba por hecho que el BCE lo impediría.

No hay más que ver la conminatoria carta de Trichet a Zapatero, con la firma estampada, además, de nuestro gobernador, para darse cuenta del trastoque total de valores y criterios que ha originado Europa: se culpa de la crisis de los bonos a los gobiernos nacionales, cuando los hechos demuestran que países con mayores niveles de déficits y deuda, pero con un banco cental nacional, no sufrieron ataques especulativos en su deuda. Una teoría totalmente fallida, pero que desgraciadamente es todavía pregonada por los gobiernos nacionales y gran parte de la clase dirigente... Que están a punto de verse fuertemente revolcados por la revolución en ciernes que ellos mismos han alimentado.