"Pero en Europa sí que los resultados vuelven a defraudar un trimestre más. Del Eurostoxx 600 ya han publicado 172 compañías. El saldo total de beneficios ha corregido nada menos que un 33.8% respecto al mismo período del año pasado y las ventas un 7.94%. Es verdad que los beneficios del sector energético y financiero han corregido más de un 60% y esto está lastrando claramente el total del índice. En pantallazo del bloomberg podemos ver, aunque la caída es muy abrupta, el número de compañías que ha mejorado ventas y resultados (en verde) es igual que el que ha dado cifras inferiores.
Las cifras son malas, muy malas. Pero la pregunta es si el mercado contaba ya con ello. Si analizamos las sorpresas respecto a lo que estimaba el consenso del mercado vemos que las ventas han caído más de lo esperado, pero el beneficio de momento está superando previsiones. En definitiva, en Europa seguimos teniendo el mismo problema, y es que las ventas no terminan de repuntar. Los beneficios siguen llegando más por la contención del gasto que por repunte de los ingresos.
En cuanto a la macro, pasa algo similar. Aunque los datos no son espectaculares, sí que están mejorando las expectativas del consenso, que era demasiado pesimista. En el siguiente gráfico vemos cómo desde principios de marzo el índice de sorpresas macro elaborado por Citi está repuntando en Europa, China e incluso Japón. En EE.UU. comenzó a repuntar en febrero, pero en las últimas jornadas está corrigiendo."
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
jueves, 28 de abril de 2016
Las empresas en Europa, primer trimestre
miércoles, 27 de abril de 2016
Gobierno en funciones. Ya nada será normal. The "new normal" se acaba
"Nadie era optimista ante la posibilidad de un pacto en el último momento, pero durante unas pocas horas flotó en el ambiente la remota posibilidad de que una propuesta de Compromís pudiera acercar al PSOE y Podemos para alcanzar un acuerdo que evitara las urnas. El PSOE había aceptado 27 de los 30 puntos de una oferta de Compromís y Sánchez proponía presidir un Gobierno con independientes y someterse a una cuestión de confianza en el plazo de dos años. Pero Podemos rechazó el planteamiento de Sánchez, acusándole de torpedear todos los intentos de entendimiento entre las dos formaciones, mientras el líder socialista hacía responsable a Iglesias del fracaso de un Gobierno para desalojar a Rajoy del poder."
martes, 26 de abril de 2016
Helicopter Money: Desde luego que Friedman era keynesiano
Un trozo de historia y de vida
En verano de 1968 el mercado negro estaba en su auge. Una libra de arroz costaba 18 centavos en los comercios; en negro, 3 pesos; una onza de café: 0,95/5,00; un filete de ternera: 1,00/25,00; unas medias de nailon: 2,00/12,00. Por mis gafas Polaroid me ofrecieron treinta pesos. Había trabajadores vendiendo zapatos cosidos a partir de tapicerías de coches viejos y de cuero robado de la fábrica. En el puerto se desmontaban y destripaban las máquinas de importación para conseguir las piezas de recambio que faltaban por doquier.Ese trasiego se vio favorecido por una «ofensiva revolucionaria» pregonada por el gobierno en el verano de aquel año: cierre de loterías, bares y tabernas; expropiación de los últimos pequeños comerciantes, peluquerías, lavanderías, empresas artesanales y restaurantes privados. Ante la pizzería nacionalizada la cola se alargaba cada vez más. Aparecieron los «turneros» profesionales, dispuestos a esperar vez a cambio de un cigarro o terrón de azúcar para que al día siguiente uno pudiera volver a ocupar su puesto en la fila. Se prohibió la recepción de paquetes procedentes de familiares en el extranjero. Las raciones de tabaco fueron reducidas drásticamente. Todo ello respondía al lema de ¡LUCHA CONTRA EL EGOÍSMO!Las consecuencias fueron devastadoras. Viviendo en uno de los países más fértiles de la tierra, los cubanos de pronto no tenían suficiente para comer. Ya no había fruta ni apenas carne. Pero todavía debió de costarles más renunciar a lo superfluo: el tabaco, el café, el ron. Como la crítica no estaba permitida y era imposible una resistencia abierta, el pueblo se defendió con el estraperlo, el nepotismo, el robo y el soborno. Se había iniciado un nuevo círculo vicioso: cuanto menos había para comer, más policía había, y cuanto menos tenía la policía para masticar, tanto más corrupta se volvía.Cuando aquí quisimos explicarlo recurrimos al viejo tópico del subdesarrollo. Pero parece que nadie sabe exactamente en qué consiste ese fenómeno. Creo que el término se refiere más a un modo de existir que a un concepto abstracto. El mecanismo económico es todavía el aspecto más fácilmente susceptible de ser definido con claridad. Porque se remonta, sin lugar a dudas, a la colonización. Pero más difícil resulta descifrar las formas mixtas que emanan de ahí: la textura marmórea de la autoconcepción de las personas, su idea del poder, de la componenda y de la corrupción.Es en La Habana donde ese conglomerado de elementos se pone particularmente de manifiesto. No sólo porque allí la riqueza y la pobreza se dan la mano en una misma calle. También síntomas tales como el machismo generalizado tienen algo que ver en este contexto. Las referencias a los testículos son constantes. Se trata de tener «cojones». El propio Castro se considera a sí mismo modélico en dicha materia. Es evidente que el rechazo y la persecución a los homosexuales hunde sus raíces en esta cuestión. Asimismo, la peculiar forma de racismo con la que uno topa en el Caribe proviene de la historia colonial. Existe una terminología más rica para los matices en el color de la piel que en otras partes del mundo. Así se explica que un mulato se sienta muy superior a un negro, aunque nadie lo reconozca. Nadie asocia esto a la retórica antiimperialista que, como cualquiera sabe, convierte lo que cualquiera sabe en blanco de su negación. Del tantas veces proclamado objetivo de abolir la prostitución cabe decir algo similar. Y también forman parte del subdesarrollo en sentido nato aquellas transacciones cotidianas en las que la lealtad se trueca por recompensa y la obediencia por indulgencia.
Para acabar de una vez con la deuda española
lunes, 25 de abril de 2016
si al bailout!
Análisis del oro
China: La cuestión de la deuda.
Las bolsas se ha desentendido de China, y han dado por bueno el discurso oficial de ese país. Ensimismadas, han vuelto a su falsa seguridad, sin tener en cuenta que las bolsas están dominadas por la macroeconomía mundial, como se ve en eta gráfico:
Es decir, el riesgo de spillover ante cualquier evento -no sólo chino- es real. Lo que pasa es que China, como veremos, es de los paises más endeudados, desde luego el emergente más endeudado, y sobre todo el que a más velocidad lo ha hecho. Por su parte, China, mientras, está intentando convencer al mundo que está muy bien, que ha crecido un 6,7% en el primer trimestre, y que sus deudas están controladas.
Sin embargo, la actualización de los datos de deuda por parte de varios organismos (ver Wildau-FT), dicen que China tiene una deuda del 247% de PIB. Es una deuda normal para un país avanzado, pero desmesurada en comparación con los paises de su nivel de renta.
J
China lleva décadas escondiendo deuda debajo de la alfombra (metiéndola en los activos de los grandes bancos públicos) y generando nueva deuda para forzar el crecimiento. Sin embargo, ese crecimiento es tres veces más lento que el aumento de deuda. Obsérvese que la mayor parte de la deuda es de corporates, lo que la hace en principio menos segura. Además, una buena parte de esa deuda es externa, créditos bancarios extranjeros que han crecido a gran velocidad, según el GFSR del FMI.
Growth in cross-border banking in the past ve years has been striking, and if the recent pace keeps up, China will emerge as a major global banking
hub in the medium term. Bank lending is the main channel of financial linkages between China and the rest of the world. During 2010–15, cross-border bank lending to Chinese entities rose more than five times, to more than $1 trillion, and Chinese bank lending abroad increased three times, to about $600 billion (Figure 2.1.1 and April 2015 GFSR, Chapter 2). As Chinese firms continue their overseas expansion, Chi- nese banks are likely to follow.
En el gráfico de arriba también se ve que, en 2009, China forzó la máquina: dio un gran impulso a la deuda para contrarrestar la crisis, lo que consiguió, pero para mantener la dinámica tuvo que seguir generando deuda. El año pasado creció un 15%, mientras el PIB crecía un seis y pico.
En el siguiente gráfico, se ve como el impulso dado a la deuda en aquel año, hizo que subiera a velocidades siderales, desde una posición controlable del 150% de PIB al 250% actual.
Ya no se puede dar otra "patada a seguir": esa deuda, en la medida que sea interna, podria ser absorbida por el PBoC (Banco Central), es decir, convertirla en deuda pública a plazos y tipos más benignos, pero la parte que sea externa habrá que pagarla al vencimiento. Pero da la impresión de que China no crece lo suficiente para rectificar sus desequilibrios. Por lo tanto, no queda más remedio que moderar el crédito, lo que se traducirá, casi irremediablemente, en un menor crecimiento (Michael el Pettis hace un modelo de control de la deuda con un recorte mínimo del crecimiento, aunque reconoce que es muy optimista. La ley de "hierro" de la historia es que moderar el crédito hace tambalear la economía real).
¿Muere la ética en manos de la estética?
domingo, 24 de abril de 2016
The Great Moderation: por qué el monetarismo ha muerto
The Instability of Moderation
Brad DeLong writes of how our perception of history has changed in the wake of the Great Recession. We used to pity our grandfathers, who lacked both the knowledge and the compassion to fight the Great Depression effectively; now we see ourselves repeating all the old mistakes. I share his sentiments.
But watching the failure of policy over the past three years, I find myself believing, more and more, that this failure has deep roots – that we were in some sense doomed to go through this. Specifically, I now suspect that the kind of moderate economic policy regime Brad and I both support – a regime that by and large lets markets work, but in which the government is ready both to rein in excesses and fight slumps – is inherently unstable. It’s something that can last for a generation or so, but not much longer.
By “unstable” I don’t just mean Minsky-type financial instability, although that’s part of it. Equally crucial are the regime’s intellectual and political instability.
Intellectual instability
The brand of economics I use in my daily work – the brand that I still consider by far the most reasonable approach out there – was largely established by Paul Samuelson back in 1948, when he published the first edition of his classic textbook. It’s an approach that combines the grand tradition of microeconomics, with its emphasis on how the invisible hand leads to generally desirable outcomes, with Keynesian macroeconomics, which emphasizes the way the economy can develop magneto trouble, requiring policy intervention. In the Samuelsonian synthesis, one must count on the government to ensure more or less full employment; only once that can be taken as given do the usual virtues of free markets come to the fore.
It’s a deeply reasonable approach – but it’s also intellectually unstable. For it requires some strategic inconsistency in how you think about the economy. When you’re doing micro, you assume rational individuals and rapidly clearing markets; when you’re doing macro, frictions and ad hoc behavioral assumptions are essential.
So what? Inconsistency in the pursuit of useful guidance is no vice. The map is not the territory, and it’s OK to use different kinds of maps depending on what you’re trying to accomplish: if you’re driving, a road map suffices, if you’re going hiking, you really need a topo.
But economists were bound to push at the dividing line between micro and macro – which in practice has meant trying to make macro more like micro, basing more and more of it on optimization and market-clearing. And if the attempts to provide “microfoundations” fell short? Well, given human propensities, plus the law of diminishing disciples, it was probably inevitable that a substantial part of the economics profession would simply assume away the realities of the business cycle, because they didn’t fit the models.
The result was what I’ve called the Dark Age of macroeconomics, in which large numbers of economists literally knew nothing of the hard-won insights of the 30s and 40s – and, of course, went into spasms of rage when their ignorance was pointed out.
Political instability
It’s possible to be both a conservative and a Keynesian; after all, Keynes himself described his work as “moderately conservative in its implications.” But in practice, conservatives have always tended to view the assertion that government has any useful role in the economy as the thin edge of a socialist wedge. When William Buckley wrote God and Man at Yale, one of his key complaints was that the Yale faculty taught – horrors! – Keynesian economics.
I’ve always considered monetarism to be, in effect, an attempt to assuage conservative political prejudices without denying macroeconomic realities. What Friedman was saying was, in effect, yes, we need policy to stabilize the economy – but we can make that policy technical and largely mechanical, we can cordon it off from everything else. Just tell the central bank to stabilize M2, and aside from that, let freedom ring!
When monetarism failed – fighting words, but you know, it really did — it was replaced by the cult of the independent central bank. Put a bunch of bankerly men in charge of the monetary base, insulate them from political pressure, and let them deal with the business cycle; meanwhile, everything else can be conducted on free-market principles.
And this worked for a while – roughly speaking from 1985 to 2007, the era of the Great Moderation. It worked in part because the political insulation of central banks also gave them more than a bit of intellectual insulation, too. If we’re living in a Dark Age of macroeconomics, central banks have been its monasteries, hoarding and studying the ancient texts lost to the rest of the world. Even as the real business cycle people took over the professional journals, to the point where it became very hard to publish models in which monetary policy, let alone fiscal policy, matters, the research departments of the Fed system continued to study counter-cyclical policy in a relatively realistic way.
But this, too, was unstable. For one thing, there was bound to be a shock, sooner or later, too big for the central bankers to handle without help from broader fiscal policy. Also, sooner or later the barbarians were going to go after the monasteries too; and as the current furor over quantitative easing shows, the invading hordes have arrived.
Financial instability
Last but not least, the very success of central-bank-led stabilization, combined with financial deregulation – itself a by-product of the revival of free-market fundamentalism – set the stage for a crisis too big for the central bankers to handle. This is Minskyism: the long period of relative stability led to greater risk-taking, greater leverage, and, finally, a huge deleveraging shock. And Milton Friedman was wrong: in the face of a really big shock, which pushes the economy into a liquidity trap, the central bank can’t prevent a depression.
And by the time that big shock arrived, the descent into an intellectual Dark Age combined with the rejection of policy activism on political grounds had left us unable to agree on a wider response.
In the end, then, the era of the Samuelsonian synthesis was, I fear, doomed to come to a nasty end. And the result is the wreckage we see all around us.
Kessler. Sexo, Poder, Posesión
La mítica desigualdad de renta en España: causas verdaderas
En definitiva, la mayor desigualdad en España está asociada con el menor nivel de empleo atenuado, sólo parcialmente, por el importante impacto redistributivo de las prestaciones por desempleo. Y esta mayor desigualdad se agrava por el menor nivel educativo, las dificultades de integración de la reciente ola migratoria, y el escaso impacto redistributivo de los impuestos y de la mayoría de prestaciones sociales. Además, le tenemos que agradecer a la peculiar estructura demográfica y al importante impacto de las pensiones en hogares activos que la desigualdad no sea aún mayor.
sábado, 23 de abril de 2016
La energía solar: no tan renovable como se cree. Como la eólica
Inanidad de las instituciones europeas
De Econbrowser, saco este curioso y brillante gráfico de Charkes Wyplosz para ilustrar la absoluta inqnidad de las instituciones europeas, BCE incluido, en los peores momentos de la crisis.
El gráfico representa las primas de riesgo de los países más castigados con la crisis de los bonos, crisis que, como ya se ha demostrado hasta la saciedad, no fue culpa de los paises emisores, sino de la pésima política del BCE (condicionada por la ceguera de los políticos y funcionarios alemanes). Las barras color canela son las sucesivas ccumbres y más cumbres europeas para intentar frenar la caída a plomo del Euro. Es claro que no sirvieron para nada: la crisis se sujetó al llegar Draghi, en junio 2012, y pronunciar las mágicas palabras "whatever it takes": los mercado le creyeron, y la crisis se desinfló como un sufflé.
Ahora el gobierno nos quiere hacer creer que ha sido mérito suyo, por haber controlado el déficit, cuando en realidad desde entonces ha incumplido sistemáticamente sus objetivos. Ha sido Draghi, con su determinación de hacer el papel de "Prestamista en última instancia" y luego con su política de QE (con aspectos discutibles, como dije en un post anterior) lo que ha mantenido controlados los spreads de los bonos.
Es más, la crisis de los bonos fue desatada en toda su virulencia por las dos subidas de los tipos decretadas por Trichet, en 2011, como se ve en el gráfico siguiente, en el que se compara la evolución de los tipos oficiales de la FED, Banco de Inglaterra, y BCE.
Por si alguien tiene duda de la relación causa efecto de Trichet y la virulencia de la crisis, vean el siguiente gráfico, en el que se señala con dos barras negras las fechas de las subidas de tipos y sus efectos, sobre todo la segunda, sobre las primas de riesgo de Italia (roja) y España (negra).
El BCE ha conseguido una libertad temporal bajo fianza del gobierno alemán. Pero las demás instituciones siguen poniendo palitos en la ruedas. No se ha avanzado nada en política fiscal, que sigue centrada en un esquema falso de austeridad sin coordinación que no se puede cumplir. Así, han soterrado y sofocado a Grecia, que explotará tarde o temprano: su deuda no se puede pagar, y menos en fuerte recesión.
Esto es grave para nosotros, porque España, huidiza de sus deberes, se ha recostado sobre Europa, y Europa no se sostiene a sí misma.
Informe de prensa sobre el "macarra totalitario"
Ramón Cotarelo, El profesor de Iglesias: "Va quedando claro que este hombre es narcisista, prepotente y tonto"
"Enfrente, algunos medios electrónicos eran bastante menos críticos. En eldiario.es, Íñigo Sáenz de Ugarte explicaba a Iglesias que los malos no son los reporteros, sino los directores de los medios, pero también aleccionaba a los reporteros que asistieron a la andanada del líder podemita: «Algunos periodistas decidieron irse de la sala, una actitud absurda. Si tuviéramos que abandonar en el ejercicio de nuestro trabajo todos los sitios donde se nos considera el enemigo, casi no podríamos salir de la Redacción». Y en Público.es, Jorge Moruno decía que lo «realmente grave» son la precariedad y las presiones que aquejan al oficio de periodista."
"Hace tres años le preguntaron en Zaragoza si educación o propaganda y respondió: "sin lugar a dudas, propaganda". Puesto a elegir entre información y propaganda, le pasa lo mismo. Lo demostró ayer en un acto de la Complutense, en el que recurrió a burlas y descalificaciones contra un gran periodista y gran persona, Álvaro Carvajal, de 'El Mundo', en particular y contra la prensa en general. "Veo miedo en los ojos de los periodistas", dijo donde hubo más bien desdén, porque los periodistas presentes se marcharon en aquel momento. Invocó el espacio universitario como licencia, la misma que negó a Rosa Díez cuando le montó el escrache en la misma complutense.""Él trabaja para una televisión que le han puesto los clérigos iraníes, lo que justificaba con estas palabras: "A los iranís (sic) les interesa que se difunda en América Latina y en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos?". Y cree que todo es así, que quienes critican a su partido, lo hacen para complacer a sus jefes, como él. Y este maestro Ciruela da lecciones de lo que debe ser la prensa independiente. O sea, estatal."Su problema es que al menor descuido le aflora el macarra totalitario que lleva dentro. Y la carga genética, que de casta le viene al galgo, ya lo cantaba Paco Ibáñez: "Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá"."
"El PSOE, IU, Podemos y PNV no han querido firmar una carta enviada a Martin Schulz por dos erodiputadas víctimas de ETA para expulsar a Otegi del Parlamento europeo si hace apología del terrorismo."Dos eurodiputadas víctimas del terrorismo de ETA han pedido a sus compañeros españoles en la Eurocámara que firmen una carta con la que solicitan al presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, que expulse al dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi de la institución si hace apología del terrorismo, pero los del PSOE, IU, Podemos y PNV no han firmado la misiva."
viernes, 22 de abril de 2016
España, que tristeza
jueves, 21 de abril de 2016
Mario Draghi se enfada con Alemania. Tiene razón, pero no toda la razón
The business models of German financial institutions depend critically on the presence of positive nominal interest rates. The International Monetary Fund noted in its latest Financial Stability Report that the pre-tax profits of German and Portuguese banks are most affected by negative rates.
German life insurers are also vulnerable. They have to guarantee a minimum rate of return, which is now 1.25 per cent a year. This is hard to do when the yield of the 10-year German government bond is only 0.13 per cent. Germany and Sweden are the two EU countries where life insurers face the biggest gap between market rates and guaranteed rates. To achieve the promised returns, the insurers have to take on more risk, for example by buying corporate bonds or tranches of complex financial products. If, or rather when, the next financial crisis arrives and triggers a change in the valuation of these assets, we may find that sections of the German financial sector are insolvent.
Of the German banks, the Sparkassen and the mutual savings banks are most affected. They are classic savings and loans outlets in that they lend locally and fund themselves through savings. Credit demand is more or less fixed. So when savings exceed loans, as they now do in Germany, the banks deposit their surplus with the ECB at negative rates — known as “penalty rates” in Germany. They cannot offset the losses by cutting interest rates on savings accounts because of the zero lower bound. Savers would switch from accounts to cash in safe deposit boxes.
Fascinación por el Conde Kessler
En la publicación The Heart of the Empire se encuentran observaciones muy interesantes sobre Londres, entre otras la constatación de que hay un nuevo tipo de hombre, el urbano, el cual, en numerosos rasgos, en cuanto hombre de ciudad, se diferencia por completo de tipos anteriores de raza inglesa. Se observa allí además que las aspiraciones a mejorar la situación material del obrero de fábrica, provenientes de Carlyle, Ruskin, Kingsley, Disraeli, Toynbee, han tenido éxito, pero han producido a la vez una concepción de la vida completamente nueva, corrompida, en estas amplias clases, cuyas notas son, de un lado, una cierta satisfacción y alegría animal, y, de otro lado, una renuncia completa a toda concepción más profunda o idealización de la vida. Mueren todas las alturas y profundidades del alma, mueren la religión y todo idealismo, también el de tipo terrestre, y en su lugar se introduce una convencional moral cotidiana, que no es baja, pero tampoco alta, es decir, una moral que de ningún modo ejercita o desarrolla las fuerzas del alma individual. Acerca de esa moral contiene detalles muy valiosos el Ensayo sobre el hijo de la ciudad, de Bray. No puede haber suficientes monografías de ese tipo sobre dimensiones morales que actúan de hecho; sólo de ellas podrá surgir más tarde una ciencia moral comparativa. Estudiar un sistema de moral es como intentar reconstruir la historia del arte a partir de las estéticas. Se imponen poco a poco determinados hechos generales de la vida londinense e inglesa. En Londres faltan muchas de las facilidades técnicas del tráfico, a las que estamos acostumbrados en el continente; hay pocos o casi ningún tranvía; no son ningún sustituto los metros, poco ramificados y relativamente escasos en número; falta por completo el correo neumático; hay que telegrafiar o enviar un mensajero; es muy escaso el número de conexiones telefónicas; la telefonía apenas desempeña todavía una función en la vida; los automóviles son raros en comparación con París, por más que los numerosos ómnibus podrían ofrecer un campo favorable para la aplicación del desplazamiento mecánico. Llaman además la atención las muchas intervenciones en la libertad económica; a pesar del clamor de los ingleses contra el gobierno paternalista, en ningún lugar como aquí, con excepción de América, hay regulaciones que se dejan sentir con tanta profundidad y frecuencia en cada uno a la hora de satisfacer las necesidades económicas. Todos los negocios, o casi todos, se cierran el sábado a las dos de la tarde, y muchos también el jueves; los restaurantes y cafés sólo están abiertos hasta las doce y media de la noche durante la semana, y los domingos están cerrados toda la mañana, y se abren de una a tres, y de seis a once treinta. Me gustaría saber qué diríamos nosotros si se nos impusiera ese horario. Además, los domingos no hay teatro; en los lugares de diversión reina la censura más rigurosa y, tal como hemos de conceder, exitosa y útil, etc. En las democracias de Inglaterra y América el ciudadano medio es mucho menos libre en el plano económico que en Alemania, y, de todos modos, en la democracia francesa es más libre. En cualquier caso la democracia por lo menos no es favorable ni desfavorable a la libertad económica y, si hubiéramos de pronunciarnos, diríamos que según parece es más bien desfavorable, también a la libertad moral. Por lo demás, ha de inventarse todavía la forma de gobierno que sea propicia a todas las formas de libertad individual. La democracia quiere asegurar la libertad política, pero no favorece la libertad moral ni la económica. El país donde el individuo es más libre en el plano moral, económico y religioso es Turquía, un país políticamente sometido al más duro despotismo. La intolerancia religiosa puede ir de la mano con la libertad absoluta en los asuntos morales, artísticos y económicos; y el despotismo político es compatible con la anarquía moral y la igualdad social. El antiguo concepto de “libertad” es insostenible; parece como si una forma de libertad excluyera las otras o determinadas otras. Encaja en este contexto la muy profunda observación de Pitt sobre Francia antes de la Revolución (Rosebery). En consecuencia, habría que decidir a qué formas de libertad queremos aspirar; y, por supuesto, las respuestas serán distintas según la concepción del mundo. La democracia significa el dominio de los periódicos; si el público cae en la indiferencia política, se produce la hegemonía del “patrón”, como en América. Hegemonía del patrón es cesarismo en pequeño y, si un pequeño hombre se hace patrón, también el cesarismo es de vuelo corto. Y en el cesarismo de hoy, puesto que los periódicos son el “pueblo”, la fuerza absoluta descansa en el artículo editorial. Dado que el hombre más rico puede pagar el mayor número de editoriales, la democracia y el cesarismo son revestimientos de la plutocracia. He comido con Tschudi. Los propietarios de los treinta o cuarenta periódicos más leídos de Inglaterra, si son medianamente hábiles, poseen más poder real que los “lores” y los “comunes” juntos; tienen más poder que la aristocracia y los propietarios del municipio antes de los proyectos de reforma. Por tanto, a través de las reformas el poder político ha pasado a menos manos, en lugar de pasar a más manos; ahora sirve a un número más pequeño de hombres; a consecuencia de la democratización, cada uno de los egoísmos particulares a los que obedece ese poder tiene a su disposición un número mayor de personas.
El carácter inglés, por un cosmopolita
No puede entenderse Inglaterra mientras en la reflexión sobre los asuntos ingleses se use la palabra “por tanto”, aplicándola como puente de transición entre la experiencia y lo abstracto, y de nuevo, desde lo abstracto a la experiencia; más bien, el inglés piensa siempre directamente, directamente, pasando de la experiencia a la acción; se apresura a tomar el camino más corto desde la percepción a la acción; no utiliza el rodeo a través de lo abstracto, universal, y por eso no se formula ninguna máxima. De ese enlace inmediato entre percepción y acción surge todo lo que en la vida inglesa se nos presenta como contradicción, incluida la “hipocresía” inglesa y la “sosería “ inglesa. El inglés permite que hombres se bañen desnudos, sin traje de baño, en medio de Hyde Park; y en otros casos es claramente lo que llamamos un “mojigato”; todo según las circunstancias prácticas; no tiene un “sistema” de decencia. El actor Shakespeare hacia 1600 tenía amistad con hombres de los círculos más elevados; el actor Garrick en el siglo XVIII fue inhumado en la abadía de Westminster, en la misma época en que Molière era enterrado por la noche en Francia y el cadáver de Adrienne Lecouvreur era arrojado a la fosa común.[ 33] Sin embargo, Burke, el mayor orador del Partido Liberal británico, no pudo ser ministro de ese partido por no pertenecer a la aristocracia whig que él representaba. La sociedad, la nobleza, en Inglaterra fue siempre muy abierta y a la vez muy exclusiva, abierta como “sociedad”, cerrada hasta la brutalidad y la estrechez de miras como casta dominante; se decidió y se decide de caso en caso; no hay allí ningún sistema. Podríamos multiplicar a placer estos ejemplos. Eso ha de tenerse siempre en cuenta también en el comercio libre, en la política inglesa, en el humanismo y liberalismo inglés; en todo ello no hay ningún sistema del que pueda seguirse algo en relación con el futuro; se trata siempre de decisiones, o de decisiones colectivas para series de decisiones, que han sido tomadas en cada caso en relación con una situación concreta. Pero es pueril hacer un reproche moral a los ingleses por esa forma de actuar que les es innata. Pese a Kant, no hay nada moral en actuar según máximas. Hay que entender a los ingleses de una vez por todas para no salir lastimado por causa de falsas expectativas. En todo caso el inglés llega a una teoría, pero no actúa nunca en virtud de una teoría. El inglés actúa, el francés habla, el alemán sueña; esas son las tendencias fundamentales; por eso, el placer fundamental del inglés es andar jugando, el del francés hacer de actor, el del alemán entregarse a un sueño. Y de ahí proviene también la posición muy especial que en Inglaterra ocupa la moral, y la manera específicamente inglesa de concebirla; el inglés no la busca como una colección de máximas abstractas, que tienen valor en virtud de un determinado enlace con especulaciones metafísicas, y así dan también a la acción el brillo de su palabra (Kant); más bien, entre los ingleses las orientaciones morales se entienden como medios para facilitar la acción, para tomar una decisión con mayor rapidez y facilidad, o sea, como un apoyo a su tendencia principal; de ahí el valor que se le concede instintivamente. Un hombre inmoral repugna al inglés porque vacila en la acción, porque actúa de modo más lento e indeciso que un hombre moral. Por eso, el inglés medio nunca ha sentido realmente repugnancia contra delincuentes petrificados y resueltos; éstos consiguen por otros caminos lo que él quiere y aprecia. En todas estas relaciones el escocés está entre el inglés y el alemán (quizá desde ahí se explica Kant en parte), y el irlandés se halla entre el inglés y el francés."