"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 3 de marzo de 2018

Robotización vs Factor empresarial y Animal Spirits

Cada vez se habla con más frecuencia sobre las consecuencias de todo orden que tendrá la robotización creciente. Una cierta angustia nos invade pensado en un mundo desconocido, que puede dejarnos inertes para el trabajo y la creatividad si resulta que las nuevas máquinas serán capaces de superarnos en todo. 
No sé cuánto falta para eso. Podemos inferir que algunas ventajas obtendremos, como la inevitable subida de la productividad que nos libere de los trabajos más pesados y tediosos. Pero, ¿a cambio de qué? ¿Vender nuestra alma al diablo? 
En el mundo de la economía es difícil imaginar que un día seremos sometidos al dictamen de las máquinas, aunque en ciertas áreas como la contabilidad, las matemáticas - incluso las financieras - habrá una invasión creciente del automatismo sobre la creatividad humana. Pero ahí está el punto de inflexión: el paso de la mecanización al de la decisión entre dos o más alternativas de futuro que incorporan una información no plenamente disponible, como suele suceder en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en el mundo empresarial. 
Este punto crucial de inflexión es el que Keynes llamó el punto de los Animal Spirits, el punto de la decisión irracional porque, simplemente, no hay información suficientemente precisa y segura sobre una serie de contingencias futuras. Un empresario que va a inmovilizar una gran cantidad de capital en un proyecto no puede pretender conocer de antemano cómo van a ser las circunstancias decisivas en un futuro de diez años. 
El empresario se enfrenta a la decisión ineludible de optar entre comprar otra empresa que le hace la competencia, para lo que necesita endeudarse, o bien ampliar su capacidad emitiendo acciones para ampliar su capacidad adquiriendo bienes de equipo de un incierto tiempo de vida, o bien por el contrario adelgazar su empresa, despedir N trabajadores, para dar un gran salto adelante en otro país donde se le ofrecen ventajas fiscales tentadoras... 
Si una máquina puede tomar esas decisiones sin equivocarse, realmente el mundo sería muy distinto. Pero no logro imaginar una máquina definiendo los contingentes con precisión, sin error, o menos error que el hombre o mujer que dirige la empresa. Todo lo más imagino las máquinas ayudando a agudizar el proceso de decisión, a eliminar consideraciones inútiles, pero no a decidir, elegir entre las estrategias planteadas. Pero resulta que lso contigentes son cambiantes, y el cambio de uno hace cambiar a los demás. Lo que antes parecía improbable se hace cierto, y eso a su vez cambia los para,estros que se habían tenido como los más probables. Es inútil pretender ser muy preciso en la predicción, porque entonces no se tomaría decisión alguna. 
Porque la máquina tampoco sabrá con certeza si las desgravaciones fiscales a nivel conjetural se concretarán o no, si factores como el clima no van a influir en la inversión (imaginen una plataforma petrolífera), cual va a ser la evolución del tipo de interés de la deuda (las invenciones financieras de las últimas décadas dan una idea de la sed de certeza que hay en este campo, nunca satisfecha), ¿y cual será el precio del producto que saldrá dentro de 7 o 10 años, y su volatilidad? En suma, ¿como se puede esperar que la máquina elimine lo contingente? Necesitará una reducción de la ambigüedad, una eliminación de datos inciertos... como hasta ahora. 
En suma, o la máquina sustituye al empresario experimentado con ventaja, o nunca llegará a dirigir la unidad económica, sea ésta familia o empresa. 
Hasta ahora no hemos tenido en cuenta el factor emocional. La contingencia origina que las decisiones se tomen en base a los “Animal Spirits”, que es una expresión que comprende lo emocional, el mimetismo, el espíritu manada, etc. El mimetismo y el espíritu de manada son muy importantes, están muy arraigados en el corazón de hombre. Cuando un producto o un activo empieza a subir de precio, no pasa mucho tiempo sin que los que no han entrado en el mercado se angustien por “estar perdiendo la oportunidad de su vida”, y pierdan los nervios por mérese cuanto antes, adquirir lo que sea de ese trozo de pataleta que alguien sobrehumano ha puesto ahí para que todos lo que lo aprovechen se enriquezcan. De ahí nacen las burbujas, sobre todo si los costes de financiación - tipo de interés - están al alcance. Es una invitación a acortar el horizonte temporal de previsión y dejarse llevar por las seguras ganancias a corto plazo. 
Téngase en cuenta que este factor mimético no es sólo de los palurdos analfabetos. En la crisis de 2008, la burbuja inmobiliaria se vio alentada por la necesidad de los bancos de meterese en ella si no querían correr el riesgo de ser derribados por la competencia. Es una típica situación de Animal Spirits, en la que el CEO ha de decidir entre la Prudencia y ser conservador, o ser más arriesgado ¡para no perder tamaño ante los demás! Ambas decisiones comportan sus riesgos, unos más cercanos que otros, pero a los que no se puede dar la espalda. 
Todo este paquete de consideraciones que condiciona decisivamente la racionalidad de las decisiones, es el punto de divergencia entre la economía clásica y la keynesiana. La primera se basa en la certeza absoluta en las decisiones, la segunda en la incertidumbre, la cual lleva a unas fases de euforia inversora, seguida de otras de desconcierto que pueden durar mucho tiempo, lo que Keynes llamaba “Equilibrio con desempleo”. Éstas fases se caracterizan por una insuficiencia de demanda, por un pesimismo empresarial sobre su futuro volumen de ventas, lo que atenaza la inversión y por tanto la creación de empleo. Según Keynes, no hay ninguna fuerza endógena de los mercados que que garantice que gracias a la caída de precios y salarios, se va producir un  aumento de las ventas y de las contrataciones. Tiene que ser una fuerza exógena, el estado, quien asuma la dirección de la economía supliendo el déficit de demanda, ayudado por un banco central que aumente la oferta monetaria y ayude a contener los tipos de interés. De hecho, si observamos bien el aumento de las deudas públicas y la gran expansión monetaria, no de otra forma hemos salido de la crisis...
Lo que sí es altamente probable es que el aumento de la Inteligencia Artificial traiga un aumento de la productividad, lo que vendrá muy bien ante la decadencia demográfica. Como dice Kenneth Rogoff, en Project Syndicate,

Si es así, tal vez deberíamos estar mucho más preocupados por las implicaciones éticas y sociales del crecimiento material que es más rápido de lo que los humanos pueden absorber espiritualmente. La angustia sobre la IA se centra principalmente en la desigualdad y el futuro del trabajo. Pero como los escritores de ciencia ficción nos advirtieron durante mucho tiempo, las amenazas potenciales que surgen del nacimiento de las formas de "vida" basadas en el silicio son realmente aterradoras.  Es difícil saber quién tiene razón: ni los economistas ni los científicos tienen una gran trayectoria en lo que respecta a hacer predicciones a largo plazo. Pero en este momento, y dejando de lado la posibilidad de una batalla existencial entre el hombre y la máquina, parece bastante plausible esperar un repunte significativo en el crecimiento de la productividad en los próximos cinco años. Considérese que los principales componentes del crecimiento económico son el aumento de la fuerza de trabajo, el aumento de la inversión (tanto pública como privada) y la "productividad", es decir, el producto que puede producirse con una cantidad determinada de insumos, gracias a nuevas ideas. En los últimos 10-15 años, los tres han sido tristemente bajos en las economías avanzadas. El crecimiento de la fuerza de trabajo se ha desacelerado bruscamente, debido al descenso de las tasas de natalidad, y la inmigración no ha compensado incluso antes de Trump America. La afluencia de mujeres a la fuerza de trabajo jugó un papel importante en el impulso del crecimiento en la última parte del siglo XX. Pero ahora eso se ha cumplido en gran parte, aunque los gobiernos podrían hacer más para apoyar la participación femenina en la fuerza de trabajo y pagar la equidad. Del mismo modo, la inversión global se ha derrumbado desde la crisis financiera de 2008 (aunque no en China), lo que ha reducido el crecimiento potencial. Y el crecimiento de la productividad medido ha disminuido en todas partes, cayendo aproximadamente a la mitad en los Estados Unidos desde el boom tecnológico de mediados de la década de 1990. No es de extrañar que las tasas de interés reales mundiales sean tan bajas, con altos ahorros posteriores a la crisis que se traducen en un suministro más pequeño de oportunidades de inversión. Aún así, la mejor opción es que la IA y otras nuevas tecnologías eventualmente tengan un impacto mucho mayor en el crecimiento de lo que lo han hecho hasta ahora. Es bien sabido que a las empresas les puede tomar mucho tiempo reimaginar los procesos productivos para explotar las nuevas tecnologías: los ferrocarriles y la electricidad son dos ejemplos destacados. Es probable que la recuperación del crecimiento mundial sea un catalizador del cambio, generando incentivos para que las empresas inviertan e introduzcan nuevas tecnologías, algunas de las cuales sustituirán a la mano de obra, lo que compensará la desaceleración en el crecimiento de la fuerza de trabajo. Con las secuelas de la crisis financiera desapareciendo, quizás la IA comience a ganar impulso, y la tendencia del crecimiento de la producción estadounidense puede mantenerse fuerte durante los próximos años (aunque, por supuesto, también es posible una recesión). El probable aumento correspondiente en las tasas de interés globales reales será complicado para la guia de los banqueros centrales. En el mejor de los casos, podrán "montarse en la ola", como hizo famoso Alan Greenspan en la década de 1990, aunque es probable que esta vez haya más inflación. La conclusión es que ni los responsables de las políticas ni los mercados deberían apostar por el lento crecimiento de la última década que lleva al próximo. Pero eso podría no ser del todo bienvenido. Si los científicos tienen razón, podemos lamentar el crecimiento que tenemos.

Rogoff no hace mención de un problema que ha surgido con las nuevas tecnologías, y por supuesto la IA. Se trata de que la proporción de capital intangible es inevitablemente más difícil de captar por la contabilidad, por lo que cabe sospechar sin riesgo que una buena parte de la productividad no se computa en el PIB; ergo, la productividad, que es PIB / empleo (horas trabajadas o personas), está cada vez más infravalorada. Eso explicaría por qué los salarios no despegan: porque la productividad aparente tampoco lo hace. Un problema parecido al que se enfrentó Alan Greenspan en los noventa, cuando descubrió que el sector servicios estaba deficientemente computado, porque era - y es - difícil de captar su valor añadido. Cuando la Vontabilidad Nacional se encuentra con este tipo de problemas, tira por la calle de en medio y elige el empleo como indicador de volumen de producción, lo que sesga  el cálculo de la productividad a la baja.
Volviendo al tema moral del Hombre frente a la Máquina: Uno de los factores de producción, aparte del trabajo y el capital, es el factor empresarial, el factor cuya retribución no depende no de la propiedad del capital, sino de la capacidad de la mejor decisión. Es difícil pensar que esa última ratio sea un día una máquina. 

viernes, 2 de marzo de 2018

Por qué España sí está saliendo de la crisis - según JM Rallo

Según el eximio Rallo, España está salido de la crisis porque se están cumpliendo sus vaticinios. Nos había advertido de que sólo un cambio de rumbo radical permitiría eso, cambio que se concretaba en una especie de liquidacionismo de los sectores malignos - construcción -, un desapalancamiento del sector privado, y un ajuste del mercado laboral. Según él, eso y sólo eso ha sido la causa de la recuperación de la economía. 
Lo que no dice Rallo, es cuál ha sido el mecanismo que ha permitido que parte de esas cosas pudieran suceder. Porque, efectivamente, el sector privado se la desapalancado, pero no ha sido por un esfuerzo de voluntad. Por mucho que diga Rallo, ha habido una política keynesiana que ha facilitado esas cosas, sobre todo una política del BCE con una expansión monetaria tremenda, que se ha conjugado con une política fiscal expansiva que ha absorbido las deudas privadas. 
Primero, España iba muy mal hasta que en 2012 llegó Draghi al BCE. Recuérdese la tasa de paro en España cuando llegó el PP al gobierno. Antes, Trichet casi había liquidado al euro con su política antiinflacionista, subiendo los tipos dos veces y contrayendo el crédito. Esto desencadenó la crisis de los bonos - la subida de las primas de riesgo - Hasta que casi obligan a suspender el euro o se rompe por la situación insostenible, que veíamos ayer en este gráfico. 



Aparte de las barras marrones, que señalan las fechas de las innumerables cumbres europeas para atajar el problema, se muestra la malignidad de Trichet- apoyado por los alemanes - y la inanidad de Europa ante el problema. Sólo una política monetaria hiper expansiva, comenzada en la segunda barra negra del gráfico, dio la confianza a los mercados que el BCE actuaría cómo prestamista de última instancia - Como recomendaba Bagehot - y no dejaría quebrar a ningún país miembro. 
Claro que Rallo, increiblemente, aplaudió sin vergoña la política de Trichet en vergonzosos artículos (“Ya era hora” se titulaba el primero), que ahora se calla. 

En este sentido, hace bien Trichet en comenzar a subir los tipos de interés. Al margen de esa inflación de las materias primas que está generando Bernanke y que bien debiera convertirse en la tumba del monetarismo, hay una razón de mucho peso para subirlos: los tipos bajos no sólo promueven el endeudamiento de los agentes solventes, sino que también frenan el desapalancamiento de los insolventes. Ahora somos una sociedad mayoritariamente insolvente, por lo que necesitamos de tipos de interés altos para incentivar la amortización anticipada de una deuda con la que se han financiado inversiones que nunca volverán a ser rentables (si digo “suelo”, los promotores inmobiliarios –y las cajas– me entenderán).

Jajaja. Calla  Rallo, calla, que nadie se va a molestar en comprobar tus vergüenzas. Pero con tal de no reconocer la aportación imprescindible de Draghi, con tal de no reconocer que la política monetaria es necesaria, eres capaz de las más grandes falsedades. 
Bien, pero hay más. Efectivamente, la bajada de tipos imprimida por Draghi, la devolución de la confianza a los mercados en que había un Banco Central que ejercía de prestamista de última instancia “What ever it takes” (Graghi dixit), se vio acompañada de una expansión de la deuda pública que ayudó a absorber la deuda privada. 
En 2012, la deuda pública era del 104% del PIB, en 2017, 130%. (Ver cuadro 2.3a de las cuentas financieras del BdE.)
En 2012, la deuda privada era del 200% del PIB, en 2017, 166%. Se corresponden casi exactamente la disminución de la privada con el aumento de la pública. Si no fuera así, ahora estaríamos raspando como Grecia. 
Es decir, todo lo contrario de lo que preconizaba Rallo. Las deudas de una nación son la suma algebraica de las deudas de los distintos sectores, incluido el exterior. El inmenso crecimiento de la deuda pública española, hasta el 130% del PIB, permitió la absorción de la deuda privada y la exterior vía expansión de la demanda interna, que aumentó el beneficio de las empresas  y del empleo, lo que se tradujo en mayores facilidades para el consumo y la inversión. Cosas de la Macroeconomía que Rallo nunca reconocerá, pero no por otra cosa que sus creencias, su Fe en el libertarianismo, se lo impiden. Sin embargo, la aritmética no miente: no puede. 
En suma, una innegable política keynesiana que ahora necesita “sólo” saber cómo se reduce la deuda pública que se ha cosechado. Necesita un tipo de interés menor que la tasa de crecimiento nominal, para que Deuda/PIB baje. Fracasará o no, pero de momento le debemos lo que tenemos. 
La mentira siempre vence en España. Rallo se engaña a sí mismo, porque sólo habla de lo que le conviene. Sin la gran caída del coste financiero, y la convicción de los mercados que Draghi no iba a dejar quebrar a ningún país, más la transformación de deuda privada en pública, nunca España estaría ahora creciendo al 3%. Lo malo es que España necesita un periodo de bajos tipos de interés - más bajos que la tasa nominal de crecimiento - para ir reduciendo la deuda pública, pero  eso no depende de ella. El BCE ha dicho que se acabó el guateque, que poco a poco hay que subir los tipos, y eso pondrá en peligro las cifras de deuda/PIB. Pero eso Rallo no es capaz de comprender - o reconocerlo. 
Todo esto lo digo no sólo por desenmascarar una mentira que viene renovándose sin cesar por un autor mitómano, sino por demostrar una vez más que en el euro no dependemos de nosotros mismos. España ha sido siempre un pequeño país al socaire de las tormentas, dependiente de los demás, pero mucho más ahora que está integrada en el BCE. También lo hago para que la gente vaya comprendiendo lo que es la Macroeconomía, que existe. 
Que nadie se haga ilusiones. Draghi se irá el año que viene, y vendrá Weidmann, que dará un vuelco a la filosofía del BCE. Y lo pasaremos muy mal. 

jueves, 1 de marzo de 2018

Reflexión

De Joyce Carol Oates, “Puro fuego”

Ahora rememoro aquel primer año que fue la época más dichosa de Foxfire aunque por entonces no lo sabíamos, una nunca lo sabe cuando le está pasando.
Vivir es algo inmediato, una navega a toda vela, avanzando febrilmente. Hasta que todo está a salvo y consumado y muerto y una puede decir, como si despertara de un sueño: «Sí entonces era feliz, sí ahora que todo está acabado veo que entonces era feliz.» ¿Quizá sea ésta la ventaja de morirse?

Una gran prosa

De Josep Pla, no me resisto a poner esta selección de sus Diarios. (A quien no le guste que se joda).

De junio de 1976. Segundo viaje al Rosellón con mi amigo Mercader de Figueras. En su coche. Emprendemos la marcha a las once de la mañana. Muy caluroso. Insoportable. Pasamos la frontera de La Jonquera con la mayor facilidad. Antes de llegar a L’Enclusa —delante, mirando al norte—, conocida como El Suro dels Trabucaires87 (en el Rosellón, al corcho lo llaman siuro), nos desviamos a la izquierda del establecimiento sobre la carretera de Maurellàs y Ceret. Esta carretera atraviesa en esta época un auténtico paraíso terrenal: las viñas, los huertos y las hortalizas, los árboles frutales, las lechugas, las cosechas tempraneras, son una auténtica maravilla. La carretera es fresca y sombreada: las OP de este país han respetado todos los árboles. En nuestro país todo lo arreglan destruyendo; en Francia, conservando todo lo conservable. Durante el último viaje a esta zona, tuve ocasión de convencerme, una vez más, de que el Rosellón es un país mucho más tradicional que el mío —lo cual, solo de pensarlo, hace que se me caiga el alma a los pies—. El Rosellón es un país que aún está lleno de payeses, que cultivan la tierra de un modo admirable. En nuestras comarcas, dentro de poco, no va a quedar ninguno. Claro: el Rosellón posee un sistema de riqueza prodigiosa que proviene de las aguas que bajan de las montañas del Canigó, que florecen durante todo el verano, primavera y otoño. No existe ningún rodal de la Cataluña histórica que disponga de esta proyección de riqueza. Para nosotros, que vivimos en el norte de las tierras gerundenses, el Canigó es la llave de nuestro clima. Para el Rosellón, el Canigó no solo es la llave de su clima, sino el fundamento de su riqueza extremadamente consolidada y positiva. Los tres ríos del Rosellón: el Tec, la Tet y el Agli, que mosén Verdaguer, gran conocedor del Rosellón, comparó con las tres cuerdas de un instrumento de música. ¡Qué prodigio! La tradición, la riqueza, los payeses, ¡esto es un país! 
Pasamos Maurellàs, pueblecito agrario, muy agradable y limpio. Cuando pienso en los viejísimos pueblos del Ampurdán, tan abandonados, tan mal administrados, tan dejados de la mano de Dios, se me cae la cara de vergüenza. De Maurellàs vamos a Ceret: la carretera sigue siendo fresca y admirable: el pequeño paraíso terrenal prosigue. ¿Y si este paraíso tan pequeño fuera el grande? Quiero decir, todo lo que nos permite nuestra oscura inteligencia. «Quién sabe si todavía podremos comer dos o tres cerezas de Ceret», le digo al señor Mercader. «Podremos dar gracias... —me contesta—. Mire los cerezos del margen de la carretera y lo comprobará.» En efecto: ya quedan pocas. ¡Las cerezas de Ceret! ¡Qué delicia, Dios mío! Las cerezas de Ceret —las mejores de Francia—son ligeramente más gruesas que las nuestras, son algo más oscuras, pero tienen la fuerza de la piel y la carne, exquisita, de su interior. En esas llegamos a las afueras de Ceret. La población ha crecido mucho y muy bien. No hay ninguna casa con muchos pisos —la desgracia de la miseria de nuestro país. 
Claro que en este tema del crecimiento todo es muy relativo. Cuando decimos que Barcelona ha crecido ya podemos abrir el paraguas porque el pedrisco se nos viene encima, y crecer en estas monstruosidades urbanísticas significa hablar de cientos de miles de personas más. La pura locura. El crecimiento de Ceret, naturalmente, es más razonable. Las estadísticas dicen que en 1836 Ceret tenía 3.302 habitantes, y en el censo de 1968 aparecen 5.437 vecinos. Este crecimiento pausado da tiempo a todo: a conservar intactas las viejas calles y las plazas adorables, a mantener activos los árboles frutales y los ruiseñores, y a levantar con sensatez y mesura unas nuevas edificaciones muy bien vigiladas e incluso una pizca de la obligada industrialización. ¡Adorable Ceret! Tiene la coquetería de ser el primer productor pirenaico de cerezas con unas mil quinientas toneladas, y presenta una notable cosecha de vino, con una cooperativa de los pueblos de alrededor, que hacen el acreditado vino dulce de Sant Ferriol. 
Diríase que en Ceret se ha desarrollado el veraneo, tanto de Francia como de España —la línea de la frontera por Maçanet de Cabrenys está a un paso—. Debe de haber guías y todo, cicerones charlatanes que cuentan la historia vivida por Ceret. ¡Figúrense! La firma del Tratado de los Pirineos. En 1660 se reunían aquí los comisarios encargados de fijar la nueva frontera franco-española. Todo el Rosellón perdido por Cataluña, una de las jugadas más siniestras de la siniestra historia del Imperio español. Nos tomaron el pelo. ¿Es así como lo cuenta, bajo la fuente de los nueve chorros, el cicerone que da pan a las ocas turísticas? Hace más de cincuenta años que llegué a Ceret por primera vez, y recuerdo que andaba por la carretera solitaria con la maleta en la mano y me paraba de vez en cuando a escuchar el canto de un ruiseñor. ¡Qué entrada más buena! Fuimos al café a tomar un aperitivo para que el señor Mercader conociera el establecimiento en el que tantas horas pasaron Manolo Hugué, la Totote, el maire de la población, Aribau (la pronunciación era Aribó), Picasso, Sunyer, Derain y todo aquel grupo de artistas de París que durante la guerra del 14-18 se fueron a Ceret y convirtieron en famosa a la población. De todo aquel grupo de energúmenos hambrientos, quien mejor comía y quien vivía rodeado de envidias era el maire Aribó, que padecía de gota y en el café ponía siempre una pierna encima de otra silla. En Ceret hay una subprefectura que aún permanece en pie; en los años de aquella guerra —y siempre—el subprefecto sabía lo que pensaban y lo que decían los artistas: eran pacifistas, antimilitaristas, socialistas, comunistas. Gracias a Monsieur Aribó, el subprefecto se olvidó de aquellos personajes, que siguieron despotricando como de costumbre. Monsieur Aribó fue un radicalsocialista y un gran buen hombre. Manolo me había dicho muchas veces que a Monsieur Aribó, lo que decían aquellos artistas, todos premillonarios, le entraba por un oído y le salía por el otro —cuando le decían algo, se entiende. Al fondo del café veo a tres o cuatro personas mayores que todavía toman el aperitivo y tienen la amabilidad de dejarse interrogar. Todos se acuerdan de Manolo y la Totote —que son los únicos de aquella tropa que han dejado un vivo recuerdo en Ceret—. Eran realmente drôles, ¿comprende usted? ¡Pues claro que lo comprendo...! Luego pregunto: ¿dónde se puede comer algo en Ceret? Como no sea en casas particulares, no hay ningún sitio. De todas formas, habrá que comer... Vamos a Amélie o a Les Mes... El poeta Brasés, ¿está vivo o está muerto? Está vivo, pero ya no hace de barbero. Está jubilado. Ahora es el hijo quien hace de barbero... El escultor Vives, ¿está vivo o está muerto? Está muerto. Aribó debió de morirse hace muchos años... Sí, muchos años. Haviland, de Limoges, ¿está vivo o está muerto? Está muerto, se murió de miseria. Había sido muy rico; se murió más pobre que las ratas. ¿Y el pintor Brune, que hizo el museo? Se murió hace años. Y ustedes, ¿qué tal van? ¡Cómo quiere que vayamos, pardieu! Muy bien. Estamos jubilados. ¡Todo lo paga el Estado! ¡Es la cucaña! ¡Ya puede ir soplando la tramontana y nevando en el Canigú! De todas maneras, ya veremos los años que dura... 
El señor Mercader considera que tenemos que ir a Amélie porque me quiere enseñar Palaldà, que yo no conozco. Amélie-les-Bains —dicen que las aguas son excelentes—es una ciudad magnífica. Ceret es mayor y más bonito. Amélie es más moderno. Hay algunos buenos hoteles, el Casino, el río que atraviesa la población, toda la parte modernísima. Una casa de arquitectura actual, de catálogo, extrañísima. «No comeremos en Amélie —le digo al señor Mercader—. Es demasiado lujoso, demasiado caro. No son mis precios.» Vamos a Palaldà, que está encima de Amélie, hacia el sur. Población curiosísima. Vieja pero muy bien conservada. Calles estrechísimas. Los nombres de las calles escritos en catalán —no de ahora, sino de hace muchos años—. Una iglesia muy vieja, con una torre, probablemente románica, restaurada equivocadamente, a mi parecer. La gente, amabilísima. ¡Qué pueblecito para quedarse en él, para vivir allí tranquilamente! Visto Palaldà, atravesamos de nuevo Amélie-les-Bains y Ceret y llegamos de este modo a Maurellàs. En esta población cogemos el camino de Les Illes. La carretera departamental es estrecha, admirablemente asfaltada, muy bien señalizada para transitar por ella por la noche, con unas curvas tan bien trazadas que no causan la menor molestia. De Maurellàs a Les Illes hay doce kilómetros. Nos hallamos ante una jungla vegetal prodigiosa, frondosísima. Es el bosque más espeso que he visto en el Pirineo de este país. Al principio es un bosque de encinas. Después, hasta la frontera española, es un extensísimo bosque de castaños. La soledad es total. Nada de tráfico. No se ve casa alguna en ninguna parte. Perdón: hay una gran casa, llamada el mas Blanca, que, si no ando equivocado, sirve para alojar subnormales. Nada más. Cuando la curva de la carretera pasa sobre una arroyada, la temperatura, filtrada por una vegetación adecuada, es una delicia. Vamos subiendo hasta casi seiscientos metros. Como todos los grandes bosques, el espectáculo es algo monótono y en este momento verdísimo, pero tanto la dignidad de las encinas, primero, como la calidad de los castaños, más adelante, forman un espacio magnífico. En un momento dado, sobre la divisoria, aparece un espacio pelado y abrupto. «¡ Debe de ser España!», dice el señor Mercader. En efecto. La frontera pasa por la divisoria. Llegamos a Les Illes. De Les Illes a La Vajol, que es el pueblo más próximo a la frontera, no hay mucha distancia, y el trayecto se hace en parte por carretera y en parte a pie. En Les Illes, en verano, habrá unos cincuenta habitantes, pero la localidad tiene dos hoteles. Nos acercamos al Hotel dels Trabucaires y pedimos de comer. La gente es amabilísima. Pasamos al comedor, que, para mi gusto, es un poco demasiado folclórico y abigarrado. En el comedor hay siete personas, que están comiendo. Comemos primero una lechuga fresquísima, con pimiento verde y tomate; después, unas truchas de río, con almendras, que tienen el defecto de haber estado en la nevera un día más de la cuenta; y finalmente un gigot d’agneau insuperable y un flan de la casa sin rival posible. Cuando ven que somos del otro lado, aparece uno de los recuerdos más vivos de la gente del hostal: el recuerdo del doctor Dalmau de Girona, que pasó allí buena parte de la guerra civil y ha dejado de su estancia una atracción vivísima. Su hijo, el doctor Dalmau, es hoy, después de una vida muy navegada, médico de Palamós y gran amigo mío. La gente del hostal me dice que el doctor Dalmau de Girona, que era diputado de Esquerra, hablaba siempre con el párroco de Les Illes. ¡Lo que han cambiado las cosas! Ahora hay mucha más hipocresía. 
Después de comer, emprendemos la marcha hacia Perpiñán, por Ceret. Al señor Mercader le aguarda allí mucho trabajo. Tiene que comprar unos kilos de buey, quesos, unas botellas de whisky Johnnie Walker para su restaurante. Como el calor, a medida que vamos bajando, se va volviendo insoportable y bochornoso, le propongo que al llegar a Perpiñán lleve el coche a un garaje subterráneo, con la seguridad de que no voy a moverme de su interior. Es lo que hacemos. El señor Mercader emprende su negocio y yo me quedo en el garaje subterráneo, si no fresco, pasablemente fresco, y sin gente. Cuando vuelve, vamos a cargar lo que ha comprado y emprendemos la marcha hacia La Jonquera y Figueras. Contrariamente a lo que ocurre la mayoría de los días de la vida, que uno los pasa adormilado, el de hoy ha sido vivísimo.

Joder...

miércoles, 28 de febrero de 2018

Según algún seudo economista, sí hay dinero para aumentar las pensiones

Los pensionistas, decía el otro día, son el único grupo que durante la crisis ha ganado poder adquisitivo. Como podemos ver en el gráfico que tomo del artículo de Javier G. Echevarría, tanto la renta como la riqueza de los pensionistas ha crecido durante la crisis 


En concreto, “La renta de un hogar formado por un cabeza de familia de 65 años o más era en 2014 más de un 10% superior al de 2008. Por el contrario, en el resto de hogares, el descenso ha sido de entre el 14% y el 28%. Es decir, el colectivo de jubilados ha sido el único que no ha sufrido los embates de la crisis.
Sin embargo, la gente en general prefiere la posverdad, o la mentira, o la propaganda. Y los hay además que tienen soluciones milagrosas. Por ejemplo, la escuela llamada Chartalismo, o Modern Market Theory, que parte de la base que el estado puede crear dinero cuando quiera. Lo cual de momento no discuto, pero luego puntualizaré. Según uno de los puntales de esta escuela, Stuart Medina

“Así pues, Sr. Eme Punto Rajoy, tiene más razón que un santo: no hay dinero. Pero igualmente Vd. nos está tomando el pelo. Porque Vd. tiene el poder de crear dinero. Le voy a explicar cómo puede crear dinero. El gobierno crea dinero cuando gasta. Basta con darle a un botón y -¡presto!- el gobierno ha creado el dinero. El 97% del dinero tiene forma electrónica; es un mero apunte contable registrado en un ordenador. Ese dinero se crea cuando un funcionario del Tesoro le da a una tecla de un ordenador. Supongamos que un jubilado tiene derecho a una pensión mensual de 1.000 euros. Todos los meses un ordenador de la Tesorería de la Seguridad Social genera una orden automática de transferir 1.000 euros desde su cuenta a la del jubilado. Ya ni siquiera es necesario que lo haga un funcionario, ya ve Vd., Señor Eme Punto. Lo que sale de la cuenta de la Tesorería son ceros y unos. Lo que entra en la cuenta del jubilado son ceros y unos. Lo siento por los tecnoutópicos del bitcoin. El dinero digital fue inventado hace décadas. ¡Y es más seguro que un Bitcoin! ¿Qué es lo que recibe ese jubilado? Un crédito fiscal que el jubilado u otra persona a la que le transfiera ese dinero del estado podrá utilizar para saldar sus impuestos en el futuro. Sí, Señor Eme Punto, es así de sencillo. Así que le voy a explicar cómo puede usted conseguir ese dinero para subir las pensiones. Vaya al Congreso de los Diputados y proponga una ley para acabar con ese engendro llamado "Factor de Sostenibilidad de las Pensiones". A continuación haga un decreto para que las pensiones suban al menos tanto como los precios.  ¿Ve como es fácil encontrar el dinero? Sólo tiene que reconocerles más créditos fiscales a los jubilados. El jubilado puede optar por ahorrar sus créditos fiscales (difícil, las pensiones no dan para tanto) o gastarlos y entregárselos a otro contribuyente que le deba más dinero a Hacienda. Cuando un contribuyente paga sus impuestos ese crédito fiscal se cancela, se destruye. ¡Abracadabra! Vd. tiene ese poder, Señor Eme Punto. Así que lo que ha dicho me indica dos posibilidades sobre Vd.: Vd. es un ignorante porque no sabe cómo funciona nuestro sistema monetario. Vd. es un mentiroso Lamentablemente me da la impresión de que Vd. es ambas cosas a la vez.”

Lo que no sé es quien puede creer en un mundo sin limitaciones, un mundo en el que los reyes magos vienen todos los días, o mejor, lo gobiernan. Así de fácil: el Gobierno y el Banco Central son ambos miembros del Estado, y nada impide que el gobieno emita deuda, se la coloque al Banco Central, y con el dinero recibido pague las pensiones que quiera. Naturalmente, y esto lo reconocen, hay un riesgo - único dicen - de inflación si se abusa de este mecanismo, por lo que lo único a vigilar es la inflación.
Supongamos que no se abusa y que, por lo tanto, no hay inflación. ¿Pero no hay un problema de mala asignación de recursos? Porque o se atienden todas las peticiones de los grupos de presión, y hay inflación, o se atiende a algunos de valor electoral más notorio y con más apoyo social, como los pensionistas en detrimento de los demás. 
De hecho, al haber conseguido éstos una revisión al alza de sus pensiones más generosa que los demás, como se ve en el gráfico, aunque no ha habido inflación (todo lo contrario), se ha producido una desviación del 10% hacia un grupo frente a los demás. No es esto una resignación de recursos arbitraria, más cuando el futuro de las pensiones está cada vez más negro? Las pensiones representan una deuda futura que no se podrá pagar - si no es por la magia potagia de los chartalistas - Lo que nos lleva a que la distribución presente en favor de unos y desfavor de otros representa una distorsión de la deuda futura.  
Curiosamente, resulta que la inflación hubiera garantizado una asignación más justa, al resarcirse los no beneficiados, Gracias al aumento de los precios, mientras los pensionistas se hubieran quedado teóricamente al mismo nivel de renta real: la subida de precios les hubiera anulado las ventajas recibidas.
En suma, me parece a mí que los chartalistas cometen un error de composición. Si hacen eso igual con todos los grupos, aumentará la inflación. Si lo hacen con algunos, actuarán injustamente. Aparte de otras consideraciones técnicas en las que no quiero entrar. 
Ergo, lo que proponen los chartalistas sólo sirve para un caso de deflación que conviene combatir de manera que no reasigne recursos entre grupos. No es más que la propuesta de Milton Friedman del Helicopter Money, que es una metáfora de cómo aumentar la masa monetaria en circulación proporcionalmente a todos. Si lo hacen para “compensar” a unos - pensionistas - frente a otros, ya hemos visto que los pensionistas han sido sobradamente recompensados más que los demás. ¿Quizás merecidamente? Pues bueno, parece que en todo caso no les ha satisfecho. 
Las pensiones es uno de los problemas más serios de España. Es un problema que cada año se agrava, en un horizonte de tiempo muy largo. Lo malo es que me temo que ni los pensionistas ni los trabajadores lo entienden bien, ni conciben las pocas soluciones que hay. 
Hay que decir que las soluciones deben pasar por un aumento del ahorro de los trabajadores, ello con las garantías que hay en otros países que no es dinero perdido ese ahorro. No hay más remedio que los trabajadores dejen de pagar las pensiones de hoy, que es el sistema actual. ¿Pero quién les explica lo que es por ejemplo la “mochila austriaca”, u otras alternativas? 
Pero España es España. 



martes, 27 de febrero de 2018

El famoso cuadro de ARCO

Este es el famoso cuadro presentado en ARCO por un amigo de Roures (Robles, en su original versión).



Representa fotocopias pixeladas de procesados por golpistas contra el estado o etarras que dieron una paliza a unos guardias civiles de permiso. Gente sublime, vamos. 
Los melifluos se han rasgado las vestiduras en nombre de Arte y la Libertad de expresión. ¿Arte, Libertad de expresión? Y un cuerno. Ni eso se puede llamar Arte sin mentir, ni la libertad de expresión es absoluta. Como dice Boadella, que ha sido procesado y encarcelado por algunas de sus obras, “los artistas somos ciudadanos sujetos a las leyes, no estamos en un escalón superior de exonerados de las leyes”. 
Lo peor, las expresiones hipócritas del ministro de cultura, “que gran error” haber retirado el cuadro por parte del galerista. Señor Méndez, o Mendaz, baronet de Claret, ¡siempre se le ve tan satisfecho de sí mismo! mayor error cometió ud cuando retiró de su despacho el retrato de Unamuno por Solana, a saber por qué. Desde luego eso sí es una obra de arte, así que le sugiero que compre la obra polémica de ARCO y la coloque en su despacho. Todos saldremos ganando en expresión de la verdad que es este gobierno de paniaguados. Y de paso a lo mejor podemos los demás disfrutar de la obra de Solana en el museo Reina Sofía, de donde procede. 




ARCO es una gran mierda que todos los años trae polémica, curiosamente por razones políticas disfrazadas de artísticas, lo que es mentira. Naturalemente, es una feria con dinero público. Son las que invitan a molestar e irritar a los ciudadanos, que acaban viendo cero Arte. Los periodistas se ponen muy refitoleros y cursis para comentarla, “¡el Arte, el Arte!”. No todo es oro lo que reluce bajo el sol. 

lunes, 26 de febrero de 2018

El ajuste por medio del tipo de cambio, ¿inmoral?

He recibido un comentario a mi último post - que me dice que “devaluar es empobrecer, y que empobrecer es inmoral”. 
Ni lo uno ni lo otro. A veces es inmoral NO devaluar, porque se impide la recuperación económica de un país. 
Devaluar no es empobrecer, si con ello se recupera el reequilibrio de las variables fundamentales. Un país sobrevalorado es como un activo, una acción sobrevalorada. Se extiende la noticia de que la empresa no vale tanto, y la accion cae mucho más de lo que hubiera sido con transparencia de las cuentas. 
Un país es igual. Un país sobrevalorado recibe presiones totalmente naturales para depreciarse, debido a que no entran capitales y salen cada vez más. Esas presiones, si se intentan resistir mediante la venta de divisas, se intensifican. Al final, la depreciación es ineludible porque tarde o temprano el Banco Central se queda seco de reservas. La caída del tipo de cambio es tanto más amplia cuanto más se intenta resistir. 
Como se ve, aquí no hay nada moral o inmoral, salvo en el daño que pueda hacer el gobierno al intentar resistirse a lo inevitable. 
Ahora veamos qué macromagnitudes están en juego en este desequilibrio. La principal es el ahorro nacional en relación a la inversión. El Ahorro menos la Inversión podemos llamarlo Ahorro neto. 
Un país que tiene sistemáticamente un ahorro neto mayor en relación a otro, será víctima reincidente de presiones devaluatorias, y el otro país de presiones revaluatorias. (Obviamente, detrás de ese ahorro hay otras fuerzas que no voy a explicar aquí, como la productividad, sistema fiscal, etc.)
Como es fácil ver, aquí no hay juicio moral que aplicar. Ambos países han decidido posiciones de Ahorro-Inversión opuestas. El único sistema de ajuste a una situación que si no sería acumulativa, es un ajuste del tipo de cambio entre ellos, revaluar pagará el ahorrador, devaluar para el desahorrador.
En el mundo tenemos muchos ejemplos de países sistemáticamente ahorrativos o desahorrativos. Cuando había tipos de cambio libres, los primeros regularmente se apreciaban, los otros se depreciaban. Y no tenían más remedio que aceptar el juicio del mercado, o dicho de otra manera, los poseedores de capital, que se dirigían para invertir al país “serio” y se iban con su dinero del paises “no serio”. 
El hecho frecuente de no aceptar el juicio del mercado - resistirse a la devaluación o revaluación - Traía problemas tarde o temprano. 
Tenemos por ejemplo la Europa previa al euro. En ella, cada cierto tiempo había que aceptar una revaluación de marco alemán frente a las demás monedas, y una devaluación más o menos intensa de éstas contra las de más fuerza relativa. La fuerza no era más que la cantidad de capital que se quería dirigir a cada país, en función de la rentabilidad y el riesgo que los inversores apreciaban. 
Pero lo que se imponía eran negociaciones penosas entre los políticos tomando en consideración razones políticas. Los paises fuertes querían defender a sus exportadores limitando la revaluación, y los paises débiles, como España, querían contener el desprestigio político que suponía para el gobierno frente a la oposición. Recuérdese en los años noventa las 4 devaluaciones de la peseta con el gobierno del PSOE, el desgaste electoral que le supuso. 
Por ese juicio del mercado sobre la solvencia de cada país se produce que el tipo de interés vaya en sentido inverso a la fuerza del país. En Alemania los tipos de interés suelen ser los más bajos del mundo, porque invertir en ella es un riesgo mínimo, mientras que Grecia tiene los tipos de interés más altos de Europa. 
Hay por lo tanto una relación estrecha entre los tipos de interés y los tipos de cambio, con el riesgo y la rentabilidad esperadas de por medio. Dado que muchas veces los paises intervienen el tipo de cambio, no se puede decir que el diferencial de intereses sea igual y de signo contrario al diferencial de cambios. Lo que juega aquí es las expectativas, que se enfocan sobre todo a la valoración del riesgo de cada país. 
El tipo de cambio y su estabilidad es la resultante final de los movimientos de capitales, mucho más voluminosos y rápidos que los de las exportaciones e importaciones comerciales. Los tipos de interés, en un mundo de Libertad de movimientos de capitales, se ven muy influenciados por ellos, aunque hay fuerzas internas influyentes, como el Banco Central. 
Cuando el mercado de tipo de cambio está cerrado, como pasa en Europa con el euro, las fuerzas descritas siguen existiendo, y a veces pueden alcanzar una acumulación difícil de contrarrestar, como sucedió en 2011-12, cuando el anterior presidente del BCE, Trichet, se empeñó en ver una amenaza de inflación, y subió dos veces los tipos de interés (en el gráfico las dos barras presentan las fechas de las dos subidas de tipos del BCE)

Lo que desencadenó la crisis de los bonos, cuando los mercados empezaron a desconfiar que España, Italia, Portugal Grecia e Irlanda pudieran pagar sus deudas públicas, los diferenciales de interés (las llamadas primas de riesgo) se dispararon (como se ve en el gráfico), y hubo que intervenir uno por uno a esos países, salvo España. La subida de tipos en los paises dudosos no sirvió para evitar la fuga de capitales. La situación se calmó cuando Draghi anunció que haría lo que fuera necesario para salvar al euro. Sin eso, probablemente el euro no hubiera sobrevivido. 
En suma, no son los gobiernos los que deciden el tipo de cambio. Los gobiernos van detrás de las decisiones de los mercados, y cuando éstos se vuelven unilaterales no hay manera de hacerles frente. La inanidad de los gobiernos se puede ver en la siguiente imagen,



Donde además de ver de nuevo la explosión de la prima de riesgo, las barras verticales marrones representan las sucesivas “cumbres europeas” para solventar el problema. No hay expresión mayor de inanidad. 

España desconstruyéndose a sí misma

Ahora los pensionistas pidiendo que les aumenten las pensiones, cuando es el único grupo social que ha ganado poder adquisitivo durante la crisis  España rota en grupos de presión, cada uno a lo suyo, en fines totalmente incompatibles. La feministas, en bronca por una discriminaciòn salarial que no existe más que en contados casos. Los independientes, montando bronca por la presencia del jefe del Estado, sin que nadie sepa meterlos en vereda. Prosigue el proces en plan Kale borroca.
Todo incompatible cuando se creen que son intereses concluyentes. Los pensionistas mantienen a sus hijos que tienen un sueldo menor. Los hijos saben que no cobraran jamás pensiones como la de los padres. 
No hay dinero. Como vimos en un post anterior, “lo que ha quedado atrás”en la crisis hemos perdido un 33% se PIB, según los moderados cálculos del FMI. 
Todos estos grupos, pensionistas, feministas, independientes, quieren girar letras hacia el pasado, un pasado que ya no existe. 
Sensación de que esto no funciona, no puede funcionar y no funcionará. El PP, un partido en descomposición. El gobierno, la “Gran”  Soraya y el disminuido Rajoy. Soraya posando siempre para la estatua como Cristóbal Colón. Rajoy escondiéndose debajo de la mesa camilla para leer el Marca. 


Soraya, a modo de Cristóbal Colón: “Tierra! 

Pero no hay tierra, ni agua. ¿Que falla? La tarta. La tarta ha encogido. Hay menos tarta, esa es la verdad. Nosotros, como si no hubiera habido crisis, como si la tarta fuera la misma.  Ver post anterior

domingo, 25 de febrero de 2018

Leyes anti discriminación. Empresas al basurero de la historia

Tomo estas palabras del artículo de Jesús Cacho para sacar mis propias conclusiones.

La última amenaza que se cierne sobre la empresa acaba de dar la cara este jueves con la aprobación, en el Congreso de los Diputados, de una tal ley de igualdad retributiva o salarial que, planteada por Unidos Podemos, ha contado con el respaldo de todos los grupos, incluido el sorprendente Ciudadanos, y la abstención del PP. La iniciativa, un atentado a la libertad de empresa y la autonomía del empresario en la toma de decisiones que son de su competencia, implicaría cambios en el Estatuto de los Trabajadores, la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, la Ley General de la Seguridad Social, y la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Defendida por la portavoz Irene Montero (o Montera), el proyecto de Podemos rivaliza con otro de idéntico tenor presentado por el PSOE, hasta el punto de que los Pablemos, muy ofendidos, han acusado a las huestes de Pedro Sánchez de haberles “copiado”. Se trata de ver quien queda primero en la feria de las vanidades del populismo rampante.

La iniciativa podemita establece que los representantes de los trabajadores tendrán derecho a “tener información en sus nóminas de la retribución media y mediana abonada en la empresa, desglosada por sexo y en atención a la clasificación profesional”, obligación que afectará también a las Administraciones Públicas. Impone a las empresas la realización de auditorías salariales que deberán contener una “evaluación adecuada de los puestos de trabajo, análisis, diagnóstico, actuaciones concretas y monitorización”, con sanciones que en caso de incumplimiento podrían rozar los 200.000 euros. Tanto PSOE como Podemos coinciden en apreciar la concurrencia de “discriminación retributiva, cuando exista una diferencia salarial entre hombres y mujeres superior al 20%”. El proyecto reclama la creación de “unidades especiales” de inspección de trabajo en materia de igualdad de género en cada provincia, fija una serie de “infracciones graves”, y obliga a crear un registro del horario laboral para contabilizar las horas extraordinarias. El trabajador a tiempo parcial, supuestamente ocupado en su mayoría por mujeres, tendrá los mismos derechos que el de tiempo completo. También contempla la creación de una “Dirección General para la Igualdad Retributiva” dentro de la secretaría de Estado de servicios sociales. Entre otras cosas.

Obviamente, es una ley que para cumplirse íntegramente exige la creación de una carísima burocracia tanto dentro como fuera de la emplea. El sector público deberá crear una burocracia interna, para su propios empleados, como externa, para controlar las empresas privadas ¿Cuanto tiempo? Imaginen sobre todo a los millones de empresas pequeñas generando el papeleo necesario, cuando realmente la mayoría de diferencias salariales no son por discriminación. Es un lastre para las empresas grandes, uno más, y “a muerte de las empresas pequeñas. El primer efecto no deseado será que las empresas no contraten a más mujeres, y se quiten de encima las que tiene, por qué serán la fuente de una carga insoportable. El rencor añadido que esto puede producir, si es bien dirigido por los mismos grupos que han hecho el daño, pueden ser origen de más conflictos sociales que son la base de supervivencia de estos grupos. Atentos a la deriva a la izquierda de Ciudadanos. Ellos mismos se están metiendo en una trampa insalvable para cuando gobiernen. Hipotéticamente. 
Y todo esto por una falacia. En la empresa no existe discriminacion por sexo. Hay deferencias salarías, pero se deben a consideraciones económicas, como la productividad. Ahora imaginen a 17 comunidades frotándose las manos por el dinero que van a gastar en legislar lo mismo pero a su medida y aplicar las nuevas disposiciones. Miel sobre hojuelas. 

sábado, 24 de febrero de 2018

Lo que ha quedado atrás

La crisis de 2008, o Gran Recesión, como se la llama oficialmente, se ha llevado por delante cantidades incalculables de cosas que podrían haber sido. Por ejemplo, producción y empleo. En Krugman  tenemos el caso de España, que se presenta en este gráfico del FMI en su último WEO.



La línea azul es el PIB real anual de estos últimos diez años (escala izda), y la línea naranja (escala derecha) los porcentajes de distancia de ese PIB al PIB potencial, calculado por los métodos del FMI. Estos métodos son precisamente muy conservadores: como se comprueba en la imagen, tienden a mover su nivel según como se mueva el PIB real. Así, observarán que según el FMI, España ha alcanzado recientemente la igualdad entre PIB potencial y real, lo que querría decir que ya no hay más que hacer, que estamos en equilibrio, y que si la tasa de paro antes de la crisis era 9% (potencial y real) ahora es la que hay, del 16,5%.
Ese el terrible mensaje del gráfico: no podemos bajar mucho de esa tasa si no queremos generar más inflación, que es lo que dice la teoría del PIB potencial. Es el máximo nivel de PIB que no genera más inflación. A la tasa de paro que le corresponde se la llama en inglés por las siglas NAIRU (Non Acelerating Inflation Rate of Unemploymemt). Y no debemos generar más inflación, en el contexto de la UE. 
También quiere decir que si hemos crecido en los últimos dos años al 3% sin inflación, es porque venimos de una situación de debilidad y deflación muy agudas, pero, oficialmente, eso se ha acabado (el modelo del BCE no dice algo muy distinto). Ya dijo Draghi hace meses que las consecuencias deflacionistas de la crisis se han acabado y que toca recoger velas. 
¿Y lo que ha quedado atrás, no se puede recuperar?  
Krugman advierte que, aún aceptando la metodología FMI, si sumanos los porcentajes negativos que nos ha quitado la crisis y su mala gestión por parte de la UE y el BCE hasta que vino Draghi, España ha perdido en 10 años un 33% de PIB. Sumen uds los porcentajes perdidos cada año. Un 33% de PIB es una cantidad fastuosa, inimaginable, y debería explicarse a la gente lo que supone antes de que salga a la calle a montarla y pedir aumento de esto y de aquello. Todos hemos perdido, y lo importante ahora es recuperar lo antes posible: la tarta a repartir es mucho menor que la imaginamos. 
El gobierno comete un error de comunicación enorme e incentiva la bronca social dando el mensaje de que la situación es óptima. Debería decir que, pese a la mejora, se nos ha ido al basurero un 33% de PIB, y que ojalá lo tuviéramos para poder aumentar las pensiones (manteniendo una distribución fija, un 33% más de pensiones), para tener menos deuda/PIB, y poder crear empleo más estable y remunerado. No parece que los votos le estén recompensando. 
Un 33% de PIB y casi el doble de paro. Una cosecha que le debemos en gran parte a la malísima gestión de la UE hasta que llegó Draghi. ¿No se comprende ahora mejor el malestar social? 

De la P a la Pa

Suscribo esta entrevista de Fernando Suárez, político del franquismo y la Transición, de la P a la Pa. La entrevista está hecha con solvencia, como todas las suyas, por Emília Landaluce, a quien sigo fielmente. 




jueves, 22 de febrero de 2018

La insidia soberanista frente a la debilidad del Estado

Si leemos el artículo de hoy de Jesús Cachonos damos cuenta que el secesionismo catalán va a seguir minando la sociedad Catalana, y por ende, la española. Tampoco entiendo la actitud cómplice de Europa, pero eso ya es otra cosa. 
Ya es difícil rectificar aquel gran error que fue la inmersión lingüística, pero es que para Rajoy y su panda de señoritos no es problema. 
Asi que, adiós Cataluña. Los secesionistas lo han intentado en una chapuza monumental, fácil de parar de momento - el gobierno ha reaccionado con otra chapuza, a todas luces  insuficiente -, pues van a seguir minando, sembrado el odio, y por supuesto la inmersión lingüística, que supone que un alumno de origen castellano ha de aprender el 90% en catalán (porcentaje más alto cuanto más pobre seas, como veremos ahora), mientras que uno de origen catalán sólo ha de aprender el 10% como mucho del temario en castellano. En fin, es una “María”. Al final, si no quieres ser un paria, o aprendes catalán, o emigras. 
Yo comprendo las ansias catalanistas, pero no acepto su política de dominación. Pertenecen a un Estado que aceptaron en el referéndum de la Constitución, y lo que hacen es ilegal. 
Si yo voy a Francia a vivir un tiempo, y quiero que mis hijos aprendan en castellano porque transcurrido ese tiempo voy a volver a España, supongo que encontraré un colegio español. Si por el contrario me quiero afincar en Francia o quiero que mis hijos aprendan francés, intentaré que ingresen en un liceo francés. En fin, haré la combinación que más me convenga. Eso, suponiendo que la política exterior española, ¡lo hace posible! Leemos en García Domínguez (por cierto, C’s derriba hacia la izquierda):

Al parecer, nadie les ha explicado aún a los de Rivera que, dentro de la Europa tolerante e ilustrada, los únicos raritos en ese asunto son ellos. Así, en todos los países plurilingües de la Unión Europea, en todos, lo habitual y normalísimo es que existan dos o más redes escolares paralelas, una para cada lengua en función de la preferencia de los padres.

Sucede en Gales, donde los padres son libres para decidir si el idioma vehicular de la instrucción de sus hijos será el inglés o el galés. Sucede en Finlandia, donde también los padres pueden optar entre centros públicos –o concertados– que imparten la docencia en finés y otros centros no menos públicos o concertados que lo hacen en sueco. Sucede en Eslovaquia, país en el que la población de lengua materna húngara igualmente dispone de la posibilidad de escolarizar a los niños en centros estatales cuyo idioma docente sea el húngaro. Y sucede aquí al lado, en Andorra, donde cabe optar entre tres tipos de centros educativos, los que usan con preferencia el catalán, los francófonos y aquellos en los que se estudia en español. Mas volvamos a Iceta. Porque el primer secretario del PSC va a tener mucho trabajo si habla en serio. Y es que, aunque él simula no saberlo, resulta que los niños catalanes están divididos en las aulas por razón de la lengua desde hace muchos, muchísimos años. Así, a los niños pobres se les sumerge sin mayores miramientos en el sistema público, obsesivamente monolingüe en catalán. Y punto. En cambio, a los niños de las clases medias, los que integran el grueso de la clientela de los centros privados concertados, se les tolera bajo cuerda un régimen mucho más laxo que combina catalán y castellano en proporciones que varían según la orientación ideológica de los titulares de cada centro.

Y a los niños ricos, los ricos de verdad, los únicos que se pueden permitir las matrículas de los colegios internacionales de élite que tanto abundan de un tiempo a esta parte en Barcelona, a esos se les consiente directamente que orillen el catalán, rebajándolo a la categoría de asignatura maría. En la Escuela Italiana, el lugar donde estudian los hijos de Junqueras, los alumnos no oyen una sola palabra en catalán hasta que cumplen 12 años, instante en el que, poco a poco, empieza a introducirse una parte del currículum en ese idioma. En el Liceo Francés ocurre otro tanto de lo mismo: el catalán tiene, en la práctica, la consideración de una simple asignatura. Pero es que en el Colegio Norteamericano de Barcelona ni eso. En ese carísimo centro, quien no quiera estudiar catalán, simplemente no lo estudia. Ahí existe la opción de estar exento de la lengua regional sin mayor problema. Eso sí, hay que pagar. Y mucho. Lo dicho, va a tener trabajo el líder del PSC.

Quiero decir que el gobierno catalán actúa como el gobierno francés, pero ilegítimamente, porque no es soberano. Es más prohíbe o dificulta que haya colegios en español, por lo que fuerza a la no desdeñable cantidad de castellano hablantes a pasar por el aro de la colegiación en catalán. Cosa que Francia no haría. 
Es que el Govern intenta relacionarse con el Gobierno español de Estado a Estado, aunque lo va imponiendo poco a poco. Pero la ley de inmersión lingüística es un desatino debido a la debilidad del gobierno español, que ha mirado para otro lado mientras los catalanistas le arrebatan el poder poco a poco. Es más, ningún Estado trataría así a sus inmigrantes por interés propio. 
Parace ser que la inmersión lingüística no es problema importante para Rajoy. No se siente “concernido” por los derechos de los hispanohablantes de cataluña. Sin embargo es claro como el agua clara que son ciudadanos españoles con plenos derechos de ser defendidos por el gobierno español. Hasta ahora nadie ha pensado en ellos, salvo ellos mismos. Me temo que seguirá siendo así, mientras ellos no se unan en defensa de sus derechos hasta que el Gobierno de España no tenga más remedio que tenerlos en cuenta. De momento, son ciudadanos de segunda y así deben seguir, para bienestar de Rajoy. Así que no le extrañe a Rajoy que los votos se le escapan entre los dedos, porque es patético.


miércoles, 21 de febrero de 2018

La recompra o “buyback” de acciones de la propia empresa

Hay una práctica habitual en Wall Street de recomprar las propias acciones para recompensar a los accionistas que las detentan, y de paso bonificar a los altos ejecutivos.
La práctica tiene un origen de eludir fiscalmente la carga sobre los dividendos. Teóricamente se podría recompensar igual a los accionistas vías dividendos o vía buyback, pero esta última no paga impuestos, de ahí su interés. 
Hay que decir que esta forma de actividad son de acciones “de segunda mano”, no de la emisión, por lo que no aparecen en el PIB, pues no añaden VA bruto. Es un simple intercambio de posesión por dinero de algo que ya se emitió, Y como muchas otras actividades bursátiles, no crean riqueza, sólo la distribuyen. 
Dicho eso, en Wall Street son una verdadera plaga, como se puede ver en la imagen siguiente, que tomo del FT, en un artículo dedicado al tema:



Como se ve, con la reciente caída de La Bolsa, se ha agudizado el buyback, pues es tanto más económico cuanto más bajas estén las acciones. Al recomprarlas, se las hace subir, con lo que el accionista revaloriza su cartera. La empresa puede amorrizarlaa, o utilizarlas como pago de bonus a los altos ejecutivos. 
En cuanto a su sentido económico puro, es difícil encontrarlo. Como vemos en el siguiente gráfico, 



Las subida de La Bolsa desde 2009, año en que empezó la recuperación del PIB en EEUU, hemos asistido a un PIB (verde) y a un inversión empresarial (roja) muy pausados en su aumento, mientras La Bolsa aumentaba hasta máximos, según todos sabemos. 
Por lo tanto cabe preguntarse por la verdadera utilidad del buyback y otras actividades, que mueven mucho dinero pero que no hace casi nada por el crecimiento y la productividad. Quizás convendría igualar el efecto fiscal de una y otra forma de recompensar. Taxar el dividendo tiene un fin moral, supongo, pero ningún sentido económico más que activar otro tipo de caminos para recompensa del capital. De todas formas, los recientes recortes de impuestos anunciados no parecen que vayan a tener el efecto deseado de impulsar la inversión de capital, dice el autor de artículo citado:

De hecho, las compras de sus propias acciones por parte de las empresas parecen haber jugado un papel en revertir la corrección reciente del mercado bursátil (lo cual es de agradecer). La mesa de recompra de Goldman Sachs disfrutó su semana de mayor actividad tras la carnicería de febrero, mientras los directores financieros aprovecharon la caída del 10% del S & P 500 y el final del apagón, según David Kostin, estratega jefe de acciones de Goldman Sachs. . Si bien el gobierno de EE. UU. Espera que los recortes de impuestos del año pasado generen una gran cantidad de inversiones, los primeros signos son que principalmente servirá para revivir las recompras y los dividendos luego del leve desplome de 2016-17. Si bien las estimaciones de consenso para "gastos de capital" - jerga corporativa para inversiones en fábricas, tiendas, oleoductos y otros activos - han aumentado en un 3 por ciento para 2018 desde que se aprobó el impuesto, las compañías S & P 500 han anunciado recompras de $ 171 mil millones desde Diciembre, según el Sr. Kostin. Cisco es un buen ejemplo. El grupo de tecnología anunció la semana pasada planes para usar  $ 25 mil millones de los $ 71 mil millones en efectivo que mantiene en el extranjero para comprar nuevamente sus propias acciones, elevando su programa general de recompra a $ 31 mil millones. Eso equivale a aproximadamente el 14 por ciento de la capitalización de mercado completa de Cisco.
Las expectativas de que los recortes fiscales se reciclen abrumadoramente en los mercados han ayudado al índice de recompra S & P 500 -que consiste de las 100 empresas estadounidenses que recompran la mayor parte de sus acciones- a superar al mercado bursátil en general este año, después de la mayoría de 2015 -17, notas de Oxford Economics. Eso puede ser una mala noticia para las esperanzas de un boom económico impulsado por la inversión. Pero para los inversionistas en alerta sobre la inminente era de una política monetaria más estricta, esta actual generosidad corporativa será un tónico vital.

Sería dramático que no viéramos ningún boom de la inversión salvo las carreteras y los puentes que La Casa Blanca ha promedio arreglar y fabricar, financiado con denda pública, pues los impuestos, como se ha dicho van a disminuir drásticamente. Con un poco de suerte, el plan de Trump, como todos sus planes no se cumplirá del todo, y el déficit sería menor. 

lunes, 19 de febrero de 2018

EL genial Walter Bagehot

En relación con el post anterior, sobre el papel de prestamista de última instancia del Banco Central, hay un precedente que es conveniente conocer. 
Hace mucho que leí a Bagehot, por lo que escribir sobre él es una audacia que espero se me perdone. Tampoco soy un eximio historiador, ni mi memoria es lo que era. Pero un intercambio de comentarios con Rafael Manzano me ha picado el gusanillo de poner en conocimiento de todos uno de los pioneros sobre cuyos hombros marchamos, y que hoy desgraciadamente apenas se menciona, pese a ser una fuente en vigor de conocimiento. 
Como digo, hace años leí su libro (no sé si principal, porque tiene otro sobre el sistema político británico muy afamado) “Lombard Street”, una delicia para economistas. 



En él explica cómo funciona el sistema bancario, que relación tienen con el Banco de Inglaterra, y por qué hay crisis profundas recurrentes que pueden llevarse por delante todo el sistema y la economía. 
Primero, hay que decir que considera a los  mandatarios del BdI unas nulidades. En realidad son personalidades que han tenido éxito en la industria y el comercio, pero no tienen ni idea de banca. Aconseja que los dignos mandatarios del BdI deben ser banqueros que sepan algo de ese negocio.
Esta es la causa principal de que cuando hay una crisis, lo mejor que se les ocurre es subir los tipos de interés para defender el oro del Banco (no olvidemos que cuando se escribía el libro, 1873, estaba en vigor el Patrón oro), y negar acceso a la ventanilla de descuento a toda entidad sospechosa de dificultades. El mejor sistema para crear una crisis contagiosa de liquidez, y luego de solvencia, porque toda crisis de liquidez se convierte en una de solvencia. 
Bagehot decía que la causa primera de una crisis sistémica podría ser, por ejemplo, una mala cosecha, que afectaba a las exportaciones y por ende, a las entradas de oro. El oro entonces estaba en poder del sector privado, que lo liquidaba, si quería, en el Banco de Inglaterra, por la paridad-oro oficial que se consideraba sagrada y el orgullo del país (otro día contaré qué problemas causó defender esa paridad en el periodo de entreguerras). Pero si el oro entrante bajaba drásticamente por la caída de exportaciones (y esto no es más que una causa más), los exportadores iban a su banco a comprar oro, o q descontar letras, para reponer el nivel que consideraban normal. Los bancos, a su vez, iban al BdI a hacer la misma operación. Según la cantidad de gente que intentara obtener oro - según fuera el volumen de demanda  -, el BdI se encontraba con que su nivel de oro bajaba más de lo que se creía conveniente, cono lo que empezaba a imponer elementos disuasorios como elevar el tipo de interés o negar el acceso a la ventanilla de descuento a algunos bancos. El BdI estaba pillado entre dos obligaciones. Una, la obligación, según las reglas del patrón oro, de dejar que la contracción de oro causara una caída de los precios, para restaurar la competitividad y aumentar las exportaciones. ¡Pero la causa inicial no era una pérdida de competitividad, sino una mala cosecha! Encima de esa mala cosecha, se suponía que los precios deberían caer, lo que llevaba a una deflación perniciosa. 
El BdI, para amortiguar este tipo de consecuencias, tenía acuerdos con el Banco de Francia y el de Alemania para prestarse oro, que en realidad no necesitaba moverse físicamente. Esos acuerdos funcionaron y paliaron algo el efecto contractivo, pero el BdI no dejaba su objetivo central que era no perder oro. 
Lo que enseña Bagehot es que es un error fundamental, porque en el camino mueren entidades solventes sin comerlo ni beberlo. Lo que él propone es todo lo contrario: que el BdI acepte como colateral o como adquisición cualquier tipo de activo al tipo de interés de descuento, aunque las reservas de oro bajen. Ya se repondrán una vez normalizada la situación. 
Asi se procedería a aliviar el mercado de descuento - fundamental entonces como hoy lo es el mercado de repos entre bancos y banco central - y otros mercados que cuando funcionan mantienen estable la demanda de liquidez (el oro, por aquellos tiempos), y de paso se evitaban los efectos de una deflación y de pobres - Entonces el paro significaba de verdad pobreza y hambre, más si hubo una mala cosecha. 
Esa es la importancia que tiene Bagehot, consciente, creo, de que un problema de liquidez general se puede convertir en un problema de solvencia, por muy buenos que sean los ratios de capital de una entidad. 
Recomendación: leer sobre (o a) Bagehot y descubrir que los problemas de hoy viene de lejos, y de paso que el patrón oro no funcionaba tan bien. 

sábado, 17 de febrero de 2018

La próxima vez, no habrá una FED que nos salve. Jugamos sin red.

Lean con atención lo que sigue. Es la explicación que da Ambrose Evans-Pritchard sobre la decisiva intervención de la FED en 2008 para evitar que el mundo se colapsara. 
Pero esto se ha acabado. La ley Dodd-Frank ha endurecido las leyes y disposiciones que permitían estas decisiones de la FED, lo cual ha sido considerado muy peligroso por Bernanke y otros altos cargos. En otra crisis sistémica, la FED tendrá que pedir autorizaciones engorrosas al Tesoro, y por lo tanto a Trump. Se encontrará seguramente con un muro. La burocracia se impondrá a las decisiones salvadoras. Ah, pero ¿Que creen uds que no habrá otra crisis igual? Tengan por seguro que sí. Las deudas en el mundo han aumentado multiplicándose por siete, y un impago encadenado y sistémico sin una intervención de la liquidez, más fuerte que en 2008, que impida colapsar los mercados más elementales, será la bomba final. 
Lean lo siguiente. 

Lo que salvó al capitalismo en 2008 fue la intervención épica de la Fed para apuntalar el papel comercial y los mercados de valores respaldados por activos, y para evitar una implosión de la industria del mercado monetario. Supuso $ 1.5 trillones de préstamos de emergencia para detener el círculo vicioso. Los eventos se movieron con la velocidad del rayo, en el caos, con visibilidad cero. "La Reserva Federal prestó a instituciones individuales no bancarias cuyo incumplimiento habría sido extremadamente perjudicial para el sistema financiero y el estado de la economía", dijo Stanley Fischer, ex vicepresidente de la Reserva Federal en un discurso en 2016. "Las instalaciones fueron muchas y variadas, y se desarrollaron según fue necesario, porque el sistema financiero de los EE. UU. Es complejo y, a medida que la crisis se desarrollaba, la naturaleza de la siguiente fase fue en gran medida imprevisible. De haber cesado ese flujo de crédito, la severa recesión resultante habría sido mucho más grave ", dijo.  El jefe de la Fed de Nueva York, Bill Dudley, ha hecho el mismo argumento, describiendo cómo la institución tuvo que intervenir con "respaldos de financiación" cuando el pánico hizo que las contrapartidas cerraran el crédito a compañías sólidas en 2008. 

Lamentó que la Fed no pueda proporcionar un interruptor de este tipo hoy. Puede actuar solo in extremis, con un retraso y bajo severas restricciones. Las crisis financieras no esperan que las burocracias se pongan al día. Bear Stearns informó a la Fed un jueves que quebraría ese viernes. Cuando el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Hank Paulson, nogó ña ayuda a Lehman Brothers, y a su libro de pasivos de $ 660 mil millones, pensó que el impacto podría ser contenido. En cuestión de días, el colapso había engullido a la mayor compañía de seguros del mundo, AIG, y luego amenazó con engullir todo lo demás. "Dejar ir a Lehman Brothers fue como tomar un avión a 40,000 pies, apagar los motores y dejarlo caer al suelo en una ciudad. Luego, me sorprendió que causara destrucción masiva ", dijo un sobreviviente de Lehman. Una vez que la bomba explotó, las ondas de choque globales fueron instantáneas y violentas. Fue la Reserva Federal la que salvó el sistema financiero europeo, evitando una reacción en cadena de los incumplimientos cuando los mercados de financiación en dólares del resto del mundo - eurodólares - se congelaron y se hizo casi imposible renovar los créditos en dólares a tres meses. El Banco Central Europeo y sus pares no podrían crear los dólares que se necesitan desesperadamente para apuntalar los mercados interbancarios de Europa. La Reserva Federal respondió avanzando líneas de swap de liquidez en dólares estadounidenses a los bancos centrales del otro lado del océano, eliminando todos los límites durante el salvaje fin de semana del 14 de octubre de 2008. Los swaps totales aumentaron a $ 580bn. La Fed puede, en principio, seguir haciéndolo hoy, sujeto a la aprobación del Secretario del Tesoro de EE. UU. Y, por lo tanto, de la Casa Blanca de Trump. Mi pregunta es si la Fed de hecho vacilaría -y por cuánto tiempo- bajo las restricciones políticas implícitas del Washingto trumpiano.

Repito: sin creen uds que no habrá otra crisis, incluso más grave que la de 2008, desengáñense. El mundo está totalmente desequilibrado, y encima Trump ha echado gasolina al fuego con su programado déficit fiscal de 1 billón de dólares en diez años, lo que llevará la deuda otra vez por encima del100% del PIB. El mundo está demasiado conexionado para que esto no tenga consecuencias.
Contra lo que creen los libertarios, el capitalismo no es estable. Tiene que tener disponibles mecanismos de rescate que respeten lo más posible las cuestiones de “moral Hazard” (que es en lo último que pensar cuando las cosas se ponen salvajes). (Ellos dirán que son esos mecanismos los que desestabilizan la economía: siempre es fácil autoconvencerse en contra de lo que fue la historia.)
El mundo ahora es enormemente inestable, por razones sociales, y por razones de desequilibrio económico, como el que analizábamos ayer, aquí.

Jugando a perder la vida

“El bitcoin ha arruinado mi vida” dice Antonio Andrés Henche. Léanlo si quieren. Yo no entiendo sus aspectos más crípticos (nunca mejor dicho). Pero vale la pena echarle un vistazo y asomarse a la obsesión quimérica. 
Tampoco entiendo que gente inteligente e informada se deje arrastrar por una pasión que es como la ruleta: si no dejas de jugar, al final pierdes. 
El invertor de Bitcoin inventó el infierno para gente como Antonio, expertos en informática. Y para mucho otros soñadores, que creen que es una forma más de ganar dinero, lo que no es en absoluto: es una forma de engancharte hasta que caes al suelo ko. 
Por lo menos empiezan a aparecer historias reales, no artículos sesgados para ilusos. Si alguna vez se mete, que sea sabiendo seguro la puerta de salida, si es que tal cosa existe. Según Antonio, no. El mundo de Dostoyesky este muy cerca, el mundo de las obsesiones sobre la razón. 

viernes, 16 de febrero de 2018

Ahorro, inversión, tipos de interés. La brecha creciente entre el Euro y EEUU

En el gráfico, los tipos de interés a 10 años de EEUU y Alemania (como representación del euro, ya que no tenemos una serie para el Euro),



Obsérvese que después de veinte años de similitud, como si sólo se pudieran separar brevemente, desde hace seis años se produce un decoupling creciente del tipo de interés USA, que llega a alcanzar un diferencial del 2%.
¿Qué diferencias macroeconómicas justifican tal comportamiento? Como vemos en el gráfico siguiente, los precios no, pues en los últimos años han convergido las tasas de inflación del IPC deambos paises. 



 
Ergo, en Alemania hay un tipo de interés real negativo y desde luego mucho menor que el de EEUU.
Lo único que puede explicar esto es una notable diferencia en la tasa de ahorro a favor de Europa, que es obvia y demostrable en la comparación de las Balanzas de Pagos entre ambas zonas, que no están midiendo la dimensión de la demanda interna, y con ello, la diferencia de ahorro. 



La BdP/PIB de la zona Euro es más estable y está en signo positivo, mientras que la de EEUU, aunque ha mejorado su déficit, está en zona negativa, y la brecha parece que se abre. Hay que decir que detrás del superávit de la zona Euro juega un papel esencial el enorme superávit de Alemania, que es superior al 7% del PIB (el mayor del mundo, más incluso que China), la otra cara de la moneda de su inmenso ahorro. 
Los tipos de interés tienen un componente de expectativas muy importante, y el diferencial marcado y creciente están diciendo que se prevé para EEUU un aumento de la demanda interna, del déficit exterior, a cuenta del déficit público que se espera genere la nueva ley ya aprobada de Trump, un aumento del déficit en el momento cíclico menos indicado, con el PIB casi seguro por encima del potencial. Es decir, la inflación va a crecer, como anuncian los tipos de interés, casi inevitablemente. 
Mientras, en Europa, el excedente de ahorro y la férrea disciplina impuesta por Alemania, que poco va a cambiar, mantienen el tipo de interés en Alemania y muchos países del euro en tipos reales negativos. 
Luego es de esperar que en los tres gráficos asistamos a un aumento de los diferenciales, por razones macroeconómicas, concretamente porque el ahorro neto se va a mantener estable en la zona Euro, mientras que en EEUU lo más seguro es que aumente en desahorro. 
¿Es económicamente correcta la posición de exceso de ahorro de Alemania y de la zona Euro? Todo signo positivo de la tasa de ahorro tiene otra cara de la moneda, que es una inversión en capital más baja de la que se pudiera alcanzar. Aquí se traslucen dos filosofías distintas, una que prioriza la inversión, sea pública (Trump) o privada, y otra que prioriza el guardar siempre un excedente para el futuro. Lo que pasa es que en Alemania ese futuro ya dura mucho (se renueva y refuerza todos los años), porque cada vez es mayor el ahorro neto que impide una tasa de capital mayor, también en los otros países de la zona. La menor demanda de capital comparada entre ambas zonas se deja notar por ejemplo en la diferencia del crédito acumulado en los sectores no financieros (familias, empresas y Estado), como vemos aquí, 



Diferencia que se tiene que notar en otros instrumentos financieros de captación de capital, como la renta variable. (Es más, sospecho que las diferencias de comportamiento en los mercados de renta fija que comenta Hugo Ferrer tienen una parte de la explicación en estas diferencias que detectamos.)
El futuro está en el equilibrio intertemporal entre ahorro e inversión, y la actitud de Alemania es criticable porque comprime el capital y porque la razón última es un euro que le beneficia, tanto frente al dólar como frente a los demás países de euro. Lo sano es que Alemania se revaluara frente al mundo, pero sin forzar la revaluación de sus compañeros en el euro. Pero tampoco EEUU va en dirección tranquilizadora.

jueves, 15 de febrero de 2018

El PIBN como objetivo monetario, una entelequia

En The Corner  hay un artículo de Benjamin Cole típico de este grupo al que pertenece de los NGDP Advisers, que son los que proponen cono única regla de oro que el Banco Central persiga como objetivo una tasa - o un nivel - del PIB nominal. El PIB nominal es igual al PIB real mas los precios. De manera que si el PIB nominal crece un 5%, y el índice del deflactor del PIB un 2%, el PIB real habrá crecido un estupendo 3%. 
Lo que no explica Cole es como consigue el BC que los precios y el Pib le obedezcan para obtener tan oprimo resultado. Durante diez años hemos asistido a una incapacidad de muchos bancos centrales para elevar la inflación lejos del nivel cero, o deflación, sobre todo en Europa y Japón. 
Sin embargo, para Cole Japón es un ejemplo de éxito en el sentido que su alto nivel de deuda y déficit públicos no hay impedido una política del Banco de Japón ultraexpansiva, sin que la inflación apenas llegue al 1%. Si, respondo yo, pero el PIB no ha crecido un 4%, ergo la regla del PIBN al 5% como óptimo no se cumple. En definitiva, Cole pide a la FED que no argumente con el déficit fiscal de Trump que se nos viene encima para decir que es inflacionista y tendrá que subir más aún los tipos. 
Si el mega déficit de Trump no es inflacionista, es que el resto de la economía está muerta. 



En el gráfico pueden ver las variaciones del PIB nominal y real de EEUU. La diferencia entre ambas es el % que han crecido los precios, el deflactor del PIB. Como ven, hasta la crisis pocas veces se ha cumplido esa regla, pues el PIBN ha crecido muy por encima de un 5% anual. ¿Exigiría eso según la regla de oro, un política más restrictiva? Incluso entre 1990 y 2008, es obvio que el crecimiento es excesivo, en ese periodo al que pusieron el triunfal nombre de “The Great Moderation”. 
Es paradójico que esa en la década de la crisis deflacionista cuando el PIBN crece al 5%... lo cual no satisface a nadie, como sabemos. ¡Ya le hubiera gustado a Yellen conseguir una inflación del 2% y un crecimiento real del 3%!
Lo que pasa es que el Banco Central, por muy monetarista que sea uno, no tiene los poderes para conseguir un crecimiento del PIBN a la carta. No puede decretar que el crecimiento nominal sea as aeternum. 
Hay otras razones de tipo técnico que ponen difícil seguir esta regla, como lo que se tarda en conocer el PIB trimestral provisional, y mucho más el definitivo. Además, de todas formas, la regla de Taylor demuestra que la FED sigue siempre su doble mandato, de la menor tasa de paro posible con una inflación estable del 2%. Es decir, siguen un objetivo de PIB real y uno de precios, la suma de los cuales, oh sorpresa, es el PIBN. ¿Entonces? bueno pues parece que hay especie de magia que si tú convences a la gente que el PIBN va a crecer un 5% anual, lo hace. Francamente, no me lo creo. No creo que toda se pueda resumir a una variable que sintetice a las demás, y que todo se armonizará dentro de ese PIBN mágico del 5%.


miércoles, 14 de febrero de 2018

Los precios de enero en EEUU confirman los temores de más subidas de tipos de interés

En EEUU, el IPC de enero ha subido más de lo que se esperaba, un 2,1% interanual (de enero a enero). El índice sin alimentos ni productos energéticos también ha desbordado lo esperado, con un 1,8%.



Ahora, se da por hecho que (FT)

Los inversores esperan que el banco central de Estados Unidos eleve las tasas de interés al menos tres veces este año, con el próximo cuarto de punto potencialmente en marzo, y ahora hay casi un 20 por ciento de posibilidades de al menos cuatro aumentos en 2018, según a los cálculos de Bloomberg a partir de los precios de los futuros de los fondos federales. A principios de enero, el mercado de los fondos federales implicaba que los inversores pensaban que había aproximadamente un 10 por ciento de posibilidades de que cuatro tipos de interés aumentaran este año.

Según Bloomberg, 

El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió a 2.86  2,9%, mientras que los futuros de acciones estadounidenses cayeron, ya que las cifras renovaron las preocupaciones de los inversionistas de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés a un ritmo más rápido de lo anticipado. Los datos siguieron a las cifras de salarios a principios de este mes, que fue lo que provocó un repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro y comenzó una caída en las acciones que las llevó a la primera corrección en dos años.

Sin embargo, aparte de una ligera caída, las bolsas se han rehecho y se mantienen firmes. Pero el horizonte de tipos de interés desatado las dos semanas anteriores se consolida. Ahora se concede una probabilidad del 80% de que en marzo la FED aumente su tipo un cuarto de punto. 


martes, 13 de febrero de 2018

Las bolsas se estabilizan. Un crash está lejano todavía

Una serie de valoraciones ha cambiado el tono de la psicología del mercado. Sobre todo la excepcional baja volatilidad que hemos tenido hasta el primer día de la caída, tardará el volver. La corrección ha sido en su conjunto moderada, pero la volatilidad ha venido para quedarse. 


Gráfico de Gavyn Davies. FT

Como dice Martin Wolf, esto no es malo, pues enfría la excesiva euforia que había. Las razones que se han aducido para explicar la corrección no parece que vayan a ser problema en el próximo futuro. 
La inflación esperada, medida por el breakeven bond (bono deflactado a la emisión) apenas se ha movido, y los tipos de interés deflactados por esa inflación están a niveles que no se espera que vayan a rebotar estentóreamente.

Gráfico de Martin Wolf. FT

Parece mentira que estos pequeños movimientos alcistas hayan sido capaces de desencadenar la tormenta bursátil, pero cuanto más tiempo, más alto se ha subido,  y más euforia hay, así ocurre. Para mí el exceso de confianza - La más baja volatilidad en muchos años - es el indicador clave. Un poco de incertidumbre aumentará la prudencia, creo yo, aunque haga las ganancias menos seguras. 
De todas formas, debemos tener en cuenta la enorme diferencia del ciclo entre EEUU y Europa, que se aprecia en el siguiente gráfico, ques la comparación del desnivel del tipo de interés a 10 años en EEUU (azul) y Alemania, el benchmark de Europa:



Parece como si Europa estuviera en un limbo en el que no hay problemas de inflación ni tipos de intereses excesivos, al contrario. Lo único que pasa es que hemos tardado mucho más que EEUU en salir de la crisis; bueno, por la diferencia de niveles yo diría que no hemos salido todavía. 
EEUU tendrá  problemas de sobrecalentamiento, inducidos por el mega programa de expansión fiscal de Trump, que hará subir los tipos en interés sí o sí. 
Veremos como nos afecta esto a nosotros. Lo lógico es que el dólar se apreciara, por la entrada de capitales esperada atraída por la mayor rentabilidad. Trump parece no tener ni idea de economía.