Con la apariencia de novela, describe punto por punto la trama que llevó al fracaso primero, luego al poder, a Hugo Chávez.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
sábado, 24 de octubre de 2020
La ruina
Con la apariencia de novela, describe punto por punto la trama que llevó al fracaso primero, luego al poder, a Hugo Chávez.
viernes, 23 de octubre de 2020
Sospechas al hilo del debate
jueves, 22 de octubre de 2020
Entre el tremendismo y la rendición
miércoles, 21 de octubre de 2020
Sí señor
14-10-20
Un periodista cualquiera se asoma a la sesión de control de este miércoles y sacude sutilmente la cabeza. "No es esto, no esto. Qué bronco espectáculo. La oposición llama a Sánchez dictador, el presidente llama a Casado antisistema. Qué feo todo". Y en este plan. Pero este análisis bobalicón -cuando no mercenario- delata la profundidad de un charco, el calado propio del periodismo de cabotaje. Ahora alejémonos un poco del cuadro goyesco de octubre de 2020 hasta situarnos en octubre de 2016. Se ve a Pedro Sánchez sacando una urna de detrás de una cortina. Lo hace porque le ha dimitido toda la ejecutiva socialista para forzar su expulsión, porque saben que se propone fundir el PSOE con Podemos y el nacionalismo para construir una hegemonía destituyente, sí, pero electoralmente invencible. Susana Díaz rompe a llorar, hay gritos de pucherazo en la sala. En la siguiente escena Sánchez sale de Ferraz a medianoche en un coche oscuro con los ojos rojos y la mirada fija. Va jurando venganza. Y la obtendrá.
El problema es que el deseo de venganza de Sánchez no se sacia jamás. No lo satisfizo la toma y desmontaje del PSOE. Ni la conquista del poder por censura gracias a una sentencia arreglada y falaz. Se vengó de los barones, se vengó del Rajoy que le vapuleaba en tribuna, se vengó de la dirección del diario El País que desnudó su falta de escrúpulos, se vengó de Rivera por airear su tesis plagiada, se vengó de Franco -con algo de retraso-, se vengó de Pérez de los Cobos y la cúpula de la Guardia Civil, se vengó de Ayuso con la alarma por tumbarle su primera intervención de Madrid en los tribunales. Y se va a vengar de Casado en la carrera de los jueces que le parezcan fachas. Se vengará de todo lo que le ha causado un agravio real o bien uno imaginario. En la lógica psicopática de Sánchez, no importa tanto que alguien le haya humillado de verdad como que él lo sienta así. Él ve enemigos. Europa será el siguiente.
Que a la presidencia del país de Caín haya llegado un hombre gobernado por la pulsión de venganza es como si a un violador lo encierras en la Mansión Playboy. Siempre encontrará cómplices para la orgía. Y en honor a la verdad, no todo el mérito es suyo. Zapatero empezó a inocular en la sociedad un odio metafísico a la derecha democrática que hoy comparte una mayoría de ciudadanos lobotomizados por el narcisismo moral y periodistas convencidos de que Sánchez siempre será mejor a su alternativa. Y lo seguirán manteniendo cuando Europa nos imponga sanciones por haber putinizado el Estado de derecho. Porque Sánchez, el jinete polaco, no cabalga solo: en su aquelarre cainita participan con entusiasmo españoles avergonzados de serlo que prefieren una dictadura de izquierdas a una democracia en la que pueda volver a ganar la derecha. Esos españoles dirigen medios de comunicación, bancos, empresas estratégicas. Son buenos burgueses aterrados ante la mera idea de que la nueva inquisición les coloque el capirote del fascista. Lo mismito que en Cataluña. Una Polonia de izquierdas, si es que esa palabra significa aún algo distinto de despreciar a la derecha. Que a su vez reacciona con una cólera impotente, y en su autodefensa aspaventosa queda fácilmente retratada como el agresor.
Por supuesto, la culpa de Rajoy en esta deriva, ubicándose a años luz de la de Sánchez, debe ser señalada. Y no solo por su rendición ideológica o su renuncia a asumir responsabilidades a medida que se desbordaba la corrupción y se fraguaba el relato que allanaría la censura. Nadie como Rajoy conocía a Sánchez. Y le dejó ganar. Pero es que además algunas de las sendas iliberales por las que Sánchez galopa hoy fueron desbrozadas, aunque fuera tímidamente, por el PP. El sanchismo solo añade brutalidad, descaro y hondura al deterioro democrático.
Sánchez tendrá éxito porque el odio no necesita gestión. Votamos con las vísceras, ya lo dice Redondo. El 78, una arquitectura de reconciliación, será destruido. Las empresas se irán yendo lentamente, como se fueron de Cataluña, y el hachazo fiscal para seguir vendiendo bienestarismo a las innumerables víctimas de una recesión bananera solo logrará disparar el paro y la fuga de capitales y talentos. España se hundirá en una larga decadencia al tiempo que se acelerará su desmembramiento territorial. Se convocarán referendos, esta vez con el Rey reducido al silencio. Y si para entonces se ha completado la purga judicial, la confederación ibérica, la Yugoslavia del sur, será un programa factible. Sobre esa Commonwealth de Puerto Hurraco, compuesta por terruños partidos y postrados pero orgullosísimos de su identidad histórica, reinará la venganza consumada de Pedro Sánchez. Vuestro progresista, banda de cobardes.
martes, 20 de octubre de 2020
Deuda pública. ¿Cuando mucho es demasiado?
Entonces, ¿cuando la Deuda Pública es demasiada? Depende de la credibilidad de instituciones como el gobierno y el banco central, credibilidad en relación inversa con el tipo de interés devengado. Y nosotros de eso, tenemos poco.
lunes, 19 de octubre de 2020
El PP debería apoyar la moción de censura de VOX
viernes, 16 de octubre de 2020
El tiempo, el cambio generacional
martes, 13 de octubre de 2020
El garrafal error de los tipos de interés negativos
lunes, 12 de octubre de 2020
Dos escenarios para la economía española. ¿Cual cree ud más certero?
FUNCAS (Fundación Cajas de Ahorros), tiene un análisis muy acertado del futuro de la economía española. El dilema de España es cómo se van a utilizar los fondos de ayuda diseñados por la UE para los próximos años. Todo el mundo está de acuerdo que si se usan para hacer reformas necesaria, que aproximen la productividad de España a la de los países UE, no se habrá perdido ni el tiempo ni la ventaja que suponen dichos fondos, y España avanzará más rápidamente. Por el contrario, si, como yo me temo, se despilfarran dichoso fondos en comprar o seducir a la clientela electoral, habremos perdido una oportunidad - una más - para ponernos al día. De FUNCAS traslado aquí su opinión sobre tan grave tema. Como verán, las magnitudes barajadas son muy distintas en un caso u otro. ¿La razón de mi pesimismo? Si en cuarenta años no hemos sido capaces, ¿por qué ahora con un gobierno tan antieconomicista?
“En todo caso, el impacto de las subvenciones y préstamos europeos dependerá en gran medida de las reformas diseñadas para facilitar su uso (además de las medidas destinadas a mejorar la gestión de fondos en España y acelerar la burocracia en Bruselas). Estas reformas coinciden con las que necesita España para abordar sus principales desequilibrios económicos y sociales (educación, mercado laboral, sistema de pensiones y la transición digital y energética). Según varios estudios, las reformas son vitales
para cerrar la brecha de productividad con el resto de la UE, que se amplía en 0,2 puntos porcentuales cada año.
Para analizar el impacto de los fondos de recuperación en la economía con y sin reformas, hemos modelado dos escenarios durante el período presupuestario: 2021-2027 (Anexo 3). Ambos asumen mejoras administrativas para movilizar proyectos y acelerar la aprobación de la financiación en Bruselas.
El primer escenario —status quo— supone la recepción de los fondos europeos en ausencia de reformas encaminadas a reducir los déficits económicos y sociales de España. La ayuda elevaría el PIB a través de medidas de estímulo fiscal e inversión pública. Sin embargo, en ausencia de reformas, el crecimiento del aumento del gasto público sería transitorio y el crecimiento del PIB tendría una tendencia hacia su tasa inercial (estimada en 1,6% anual). El resultado es una recuperación incompleta, una tasa de desempleo por encima de los niveles previos a la crisis hasta 2024 y un continuo crecimiento constante de la deuda pública, que alcanzaría el 133% del PIB en 2027.
En otro escenario, además de actuar en los fondos europeos, asumimos reformas destinadas a cerrar la brecha de crecimiento de la productividad con el resto de Europa y reducir el desempleo y la precariedad laboral. Como resultado, las medidas de estímulo fiscal proporcionarían al PIB un impulso temporal, como en el escenario del statu quo, pero también elevarían el producto potencial al 1,9% anual. Desempleo
se reduciría al 10% para 2027 y la tendencia alcista de la deuda pública se revertiría, cerrando el período en un 124% estimado del PIB. Sin embargo, ese nivel sigue siendo demasiado alto, lo que indica la necesidad de una consolidación presupuestaria.”
domingo, 11 de octubre de 2020
El modelo IS-LM. Qué nos puede explicar
Uds. Buscan su equilibrio entre esas tres actividades: consumo, ahorro e inversión. Cada decisión que tome producirá efectos en las tres, que están representadas por las curvas IS y LM.
IS es el conjunto de combinaciones de PIB y de tipo de interés que equilibran el mercado de "fondos prestables" (o bonos) y de PIB. Supongamos que el tipo de interés de los bonos baja. Eso hará aumentar la demanda de inversión y de gasto. Por lo tanto, habrá un aumento de PIB a lo largo de la curva, de izquierda a derecha. A menos interés, más PIB, Y viceversa.
La LM es la combinación de PIB y de interés que equilibra otros dos mercados, el monetario con el de bonos. Silmutaneamente a la formación de IS, la gente está decidiendo cómo guardar sus ahorro: en dinero o en bonos. Esto determina la demanda de dinero frente a la colocación en bonos. Si aumenta la primera, aumenta el tipo de interés de los bonos (que vimos que influye en IS). Si la gente se pasa a bonos por menos dinero, el tipo de interés de los bonos bajará. Cuando sube el PIB, aumenta la demanda de dinero para transacciones y bajará la de bonos, lo cual aumenta el tipo de interés. Por eso la curva está inclinada a la derecha. A más PIB, más interés. (Esta curva está influenciada por la oferta de dinero, es decir, por el Banco Central).
Tenemos tres mercados: dinero, bonos y PIB. En ello se deciden dos variables, interés (de los bonos) y el PIB. Una curva, IS, es el PIB en función del tipo de interés. La otra es el tipo de interés en función de la demanda de dinero/oferta de bonos.
El punto donde coinciden las dos curvas es el de equilibrio de los tres mercados y dos variables: en ese lugar se equilibran los mercados del dinero, de los bonos (fondos prestables) y del PIB. Se trata de un modelo real, de PIB y tipo de interés reales. Supongamos que el punto de partida es de pleno empleo.
Ahora juguemos con el modelo introduciendo preguntas del tipo, "qué pasa si..." hay un cambio exógeno que perturba estas relaciones y las diferentes respuestas que dan las escuelas Clásica y Keynesiana.
Veamos cómo se desarrollan cada uno de lo modelos en esta cuestión esencial, la inversión.
A) Clásicos: una disminución de la demanda de dinero se convierte en un aumento de la demanda de bonos, que es como un aumento del ahorro. Esto hace bajar los tipos de interés para cada nivel de PIB. La curva LM se desplaza a la derecha. Aumentará la inversión a lo largo de la curva, e IS, LM se cruzan en un nuevo punto, a la derecha. El nuevo punto de equilibrio estará más a la derecha, con un PIB mayor y un interés igual. Este aumento del PIB ha sido gracias al aumento del ahorro y la reducción del consumo. El crecimiento sólo puede venir por esa vía.
Se ha producido un cambio en la composición del PIB: tiene menos consumo y más inversión(= ahorro), y la mayor rentabilidad, como recompensa al ahorro, es el aumento del PIB. La virtud recompensada.
B) Keynesianos: un aumento del ahorro bajara el tipo de interés. Pero no necesariamente aumentará la inversión. La inversión depende de unas expectativas de ventas futuras. Si aumenta el ahorro, disminuye la demanda de consumo y las ventas futuras. Por lo tanto, la inversión puede caer, lo que desplazará la curva IS a la izquierda. Ahora LM-IS se cruzan en un punto a la izquierda del equilibrio, con un PIB menor, (y posiblemente más paro).
Esta es la diferencia más señalada entre el modelo clásico, en que las reacciones de los agentes conducen solas al equilibrio, y el modelo keynesiano, en que los agentes no sólo están pendientes de los precios. La incertidumbre y las expectativas son decisivas. Y si se filtra la idea de que la demanda (y las ventas) serán menores, aunque el ahorro suba no lo hará la inversión, al contrario.
El caso extremo es el de la Trampa de la Liquidez, negada por los clásicos. La trampa de la liquidez es el caso extremo de que en caso de pánico se desate la demanda de atesoramiento de dinero.
En el siguiente gráfico de Krugman, vemos en qué consiste.
Un proceso acumulativo de caídas de las cantidades y de los precios conduce a que los agentes, ante la incertidumbre, prefieran tener liquidez a bonos. Incluso aunque el banco central ofrezca cantidades ilimitadas de dinero a interés cero, la gente mantiene sus ahorros en liquidez. La LM es como la del gráfico, plana a interés cero. Corta con la IS fuera de la zona el pleno empleo.
La política monetaria ha alcanzado su máxima eficacia, y no puede añadir más para impulsar el gasto. Lo único que puede mover las cosas es hacer que un aumento de la inflación reduzca el tipo de interés real y eso anime la inversión. O, también, que el gasto público aumente y eso anime las expectativas de ventas.
viernes, 9 de octubre de 2020
El auténtico paro en España. ¿Por qué seguir ciegamente al INE?
1. Es decir - esto ya lo sabíamos - los ERTES en vigor no se contabilizan como parados, pues se supone que al final del ERTE, mediante el cual el gobierno le paga al trabajador una parte de su salario, se reintegrarán a su puesto eventualmente abandonado por culpa de la pandemia. Obsérvese, de todas formas, la lógica burocrática del INE cuando dice, páginas más adelante, queLos resultados de la EPA del segundo trimestre de 2020 continúan reflejando la situación derivada de la pandemia. La ocupación ha bajado en 1.074.000 personas en el segundo trimestre. Hay que tener en cuenta que esta cifra no incluye a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo que, según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, se consideran ocupados. En cambio, la suspensión o reducción de jornada de los trabajadores afectados por ERTE, junto con otros tipos de ausencias al trabajo (como paro parcial por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal), sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 22,59% respecto al primer trimestre. Con ello, el número de ocupados que efectivamente han trabajado en el segundo trimestre se reduce a 13.901.000 (el 35,14% de la población de 16 y más años). El 16,20% de los ocupados (3.015.200) trabajaron desde su propio domicilio más de la mitad de los días, frente al 4,81% observado en 2019. Por su parte, el paro ha aumentado en 55.000 personas. La tasa de paro se sitúa en el 15,33%. Hay que tener en cuenta que no todos los que han perdido su empleo han pasado a clasificarse como parados según la definición de la OIT. Una parte considerable ha pasado a la inactividad, categoría que ha aumentado en 1.062.800 personas. Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas han impedido a 1.628.500 personas buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar. Por ello, no han podido cumplir todas las condiciones que la definición OIT exige para ser clasificado como parado y han quedado clasificados como inactivos. Una visión más pormenorizada de las transiciones observadas entre ocupación, paro e inactividad se obtiene con la Estadística de Flujos, que refleja que 1.034.200 ocupados y 1.107.600 parados del primer trimestre han pasado a la inactividad en el segundo.
En concreto, según las especificaciones de Eurostat para el caso de los ERTE, los suspendidos de empleo se clasifican como ocupados cuando existe una garantía de reincorporación al puesto de trabajo, una vez finalizado el periodo de suspensión.Una serie de Reales Decretos publicados durante la pandemia, que culminan con el Real Decreto-ley 24/2020, de 26 de junio, de medidas sociales de reactivación del empleo y protección del trabajo autónomo y de competitividad del sector industrial, establecen dicha garantía.
1628500 “inactivos”, más los probables ERTES que acaben en el paro a poco que las cosas se tuerzan y no se cumplan las previsiones del gobierno, llegamos a una cifra de parados mucho más alta que la oficial de 15,33% sobre población activa, o de 3.368.000 oficiales. Olvidémonos de los ERTES. Obtendríamos una cifra de 5.160.000 parados, o un 21,2% frente al 15,33% oficial, debido a que el numerador subiría al menos en 1.628.500.Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas han impedido a 1.628.500 personas buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar.
martes, 6 de octubre de 2020
Extractos del Informe Anual del BDE
2. Desequilibrios financierosEn cualquiera de los dos escenarios, la caída del PIB español sería muy elevada en 2020. De media, este año el retroceso ascendería, respectivamente, al −10,5 % y al −12,6 %. En el caso de España, se pone aún en mayor medida de manifiesto que en el de otros países que, a pesar de que el origen de la crisis es una perturbación que en principio tiene un carácter transitorio, sus consecuencias tendrán un grado de persistencia relativamente elevado. En este sentido, el nivel de PIB proyectado al final de 2022 todavía se situaría, en el primer escenario, en torno a 2 puntos porcentuales (pp) por debajo del nivel previo a la pandemia, a finales del año pasado, y en más de 6 pp en el escenario menos favorable.El impacto de la crisis sobre la utilización del factor trabajo está siendo muy severo. Una parte de este efecto se ha producido a través de la finalización de relaciones laborales, lo que ha hecho que, a finales de septiembre, la afiliación a la Seguridad Social fuera un 2,3 % inferior a la que había un año antes (casi 440.000 personas). Además, una parte aún mayor de la disminución en el uso de este factor productivo se ha materializado en forma del recurso a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). De hecho, a finales de septiembre, todavía permanecían en situación de suspensión total o parcial de su actividad laboral casi 730.000 trabajadores (cifra aún muy elevada, si bien es cierto que es casi un 80 % inferior a los máximos de abril).La serie de afiliación efectiva, construida descontando de las cifras de afiliados a la Seguridad Social los trabajadores en situación de ERTE, mostraba todavía, con datos medios mensuales, un descenso interanual del 6,2 % en septiembre, mes en el que se mantuvo la senda de progresiva recuperación observada desde mayo, aunque a un ritmo menor que en los meses previos. Además, la heterogeneidad es muy elevada por ramas productivas.En los próximos trimestres se espera que el empleo, en términos de horas trabajadas, siga un perfil muy similar al de la actividad económica y muestre caídas superiores al 10 % en 2020 y una recuperación posterior. Por lo que respecta al paro, su aumento se está viendo contenido a corto plazo por el recurso a los ERTE. De media anual, la tasa de desempleo aumentaría significativamente este año (hasta el 17,1 % de la población activa en el primer escenario y hasta el 18,6 % en el segundo) y también en 2021, antes de comenzar a descender en 2022 (período en el que, de media anual, se situaría en el 18,2 % y el 20,2 % en un escenario y otro).Los riesgos que subyacen a los escenarios para la actividad económica que el Banco ha publicado permanecen orientados a la baja y no se pueden descartar desarrollos más desfavorables que los contenidos en el segundo escenario, es decir, el más adverso de los dos considerados. En particular, no parece que podamos desechar, a la luz de la evolución reciente de la epidemia, el recurso adicional a medidas de contención más severas que las contempladas en los escenarios. Además, la incertidumbre acerca del plazo necesario para disponer de un tratamiento médico eficaz es elevada, y existen ciertos riesgos de que se demore hasta más allá de mediados del año próximo. Por último, en el plano exterior subsisten incertidumbres, en particular en torno a la posibilidad de que las negociaciones sobre el brexit concluyan sin un acuerdo al final del período transitorio o de que se recrudezcan las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.El impacto sin precedentes que la pandemia ha tenido en la actividad económica ha supuesto un aumento muy significativo de los riesgos para la estabilidad financiera global. La contundente respuesta de la política económica —de las autoridades monetarias, fiscales y supervisoras—, así como el efecto de la profunda reforma financiera internacional implementada en la última década, están ayudando a mitigar y gestionar estos riesgos. De hecho, hasta el momento el sistema financiero está actuando como factor mitigador, y no amplificador, del impacto de esta crisis.
3. Potencial futuroPor su parte, el aumento del ahorro de los hogares no destinado al servicio de la deuda, consecuencia de la fuerte caída del consumo, parece haberse canalizado hacia los depósitos b ancarios, que mostraron un avance interanual del 7,1 % en julio. No obstante, no se dispone de información actualizada de la distribución de este ahorro dentro del sector de hogares, por lo que es difícil valorar hasta qué punto este desarrollo ejerce un efecto mitigante sobre el mayor grado de presión financiera para determinados colectivos de hogares.En conjunto, por tanto, la posición financiera del sector privado no financiero se ha deteriorado. Las consecuencias de este deterioro sobre los resultados de las entidades crediticias se manifestarán en su plenitud en los próximos trimestres. También es evidente que las mejoras experimentadas por el sector bancario español en la calidad de su balance y en sus niveles de solvencia en la última década lo han colocado en una mejor situación para absorber esta crisis y para seguir facilitando la financiación que la economía precisa.En todo caso, las cuentas de resultados de los bancos se han visto ya negativamente afectadas. En concreto, en la primera mitad del año 2020 el resultado neto consolidado del conjunto del sistema bancario español fue negativo por un importe de alrededor de 9.500 millones de euros, lo que supone un retroceso de casi 20.000 millones respecto a los beneficios registrados en junio de 2019, que se traduce en una ROA del −0,5 % (1,1 pp menos que en junio de 2019) y una rentabilidad sobre patrimonio neto (ROE) del −7,3 % (15 pp menos que un año antes).Esta evolución negativa se debe, en particular en el caso de las dos entidades de mayor tamaño, al deterioro de los fondos de comercio de sus filiales en el extranjero, lo que ilustra que, en el caso de una crisis global como la actual, la diversificación internacional del negocio de los bancos españoles será previsiblemente menos útil que en pasadas crisis para la contención y mitigación de sus efectos.De hecho, el resultado neto para el conjunto del sistema bancario español habría sido positivo si no se tuviese en cuenta este deterioro de los fondos de comercio y otros ajustes extraordinarios. En todo caso, el deterioro de la rentabilidad se debió también a la mayor dotación de provisiones en anticipación de futuros deterioros de activos, de manera que las pérdidas por deterioro se duplicaron en comparación con 2019, lo que explica que, para el resto de los bancos sin presencia internacional, la reducción de beneficios fuera, en promedio, del 60 %.Con ello, la rentabilidad del sector se ha situado muy por debajo de la que exigen los inversores. Como resultado, la evolución de la ratio precio-valor contable (Price-to-Book) —que compara la capitalización bursátil de los bancos cotizados con su valor contable en libros— mostró en España, al igual que en el resto de los países europeos, una marcada contracción en marzo, al descender hasta niveles en el entorno de 0,4, aunque posteriormente se recuperó en alguna medida.
4. ConfianzaCometeríamos, sin embargo, un enorme error si pensáramos que la mera recepción de los fondos permitirá que nuestro país extraiga los mayores beneficios posibles de estos. Como condición inicial, es preciso establecer la capacidad de diseñar y desarrollar un volumen suficiente de nuevos proyectos, de modo que los recursos no sean destinados a la financiación de gasto que se hubiera llevado a cabo en todo caso o a sufragar proyectos de escaso valor añadido. Además, una ejecución temprana de estos proyectos permitiría que la recuperación de la economía española fuera más robusta, una vez cesen las limitaciones impuestas por la pandemia. Por último, es crucial que la elección de los proyectos sea tal que se maximice la magnitud de su impacto en la actividad económica y las finanzas públicas, lo cual se vería favorecido si la distribución de los recursos se articulara en torno a un plan de reformas estructurales cuyo diseño partiera del objetivo de fortalecer el crecimiento a largo plazo de la economía. De hecho, la introducción de las mejoras de naturaleza estructural que necesita la economía española podría verse facilitada mediante la aplicación de parte de los recursos procedentes del fondo europeo. Algunas de estas mejoras estructurales pueden requerir de una cierta inversión para su puesta en marcha o para suavizar los costes de transición, como en algunos de los casos a los que me referiré a continuación, por lo que emplear recursos financieros públicos para estos fines estaría, en mi opinión, plenamente justificado.Por lo tanto, según la rapidez con que se ejecuten los fondos, su naturaleza –préstamos o transferencias desde el presupuesto comunitario- y, sobre todo, según el grado en que se destinen a fortalecer el crecimiento, el impacto sobre la actividad en los próximos años de estos fondos puede variar entre apenas unas décimas de PIB a varios puntos. Así, por cada 10.000 millones de ejecución temprana de transferencias europeas destinadas a inversiones productivas el impacto estimado sobre el PIB durante los próximos dos años se situaría en el entorno de tres décimas. Por el contrario, si se destinase ese mismo importe a la financiación del gasto, el impacto sobre la recuperación apenas llegaría, en promedio, a una décima del PIB durante los próximos dos años.La piedra angular de cualquier estrategia encaminada a mejorar la dinámica de la productividad, favoreciendo así las oportunidades de todos los ciudadanos y una transición hacia una economía más sostenible, debe girar en torno a dos dimensiones en las que España presenta un déficit preocupante: el capital humano y el capital tecnológico.
Una de las funciones de la política económica es, precisamente, contribuir a dar un horizonte de mayor certidumbre a empresas y familias. Esta es una tarea que atañe a todos los niveles institucionales, tanto en el contexto nacional como en el internacional.
viernes, 2 de octubre de 2020
La extrema importancia de las expectativas y la confianza
Hay que tener en cuenta, además, que esa subida del ahorro se concreta entre activos muy líquidos, pues el público puja por vender sus activos y recuperar fuertes posiciones de liquidez por miedo y para poder hacer frente a sus pagos de deuda. Esta es la razón de que la FED aumente la emisión de liquidez mediante sus operaciones de QE, para intentar reponer la velocidad de circulación de dinero.
Mientras el consumo, lógicamente, caía a pique. Es decir, en España, en el segundo trimestre, hemos sido teñido un episodio similar al de EEUU que luego fue corregido parcialmente por la actuación de la FED y el gobierno, mientras que en España, hasta el momento, ha primado el miedo a la incertidumbre y una ausencia de confianza.
En suma, la economía de EEUU se está recuperando antes, como veremos seguramente en el PIB del tercer trimestre, que ya se estima alcanzará un crecimiento trimestral del 6,8%, lo que lo dejaría a un 4,4% del máximo de 2019.
lunes, 28 de septiembre de 2020
¿Por qué las empresas españolas no crecen de escala?
Frenos legales al crecimiento de la empresa
Cuando una empresa alcanza 50 trabajadores, los sindicatos pueden promover que se constituya un comité de empresa de 5 miembros que ya liberan 75 horas al mes. Por ley, no solo el número de miembros sino también el número de horas que libra cada uno de ellos crece con el tamaño. Su número pasa de 5 hasta un máximo de 75, cada uno de los cuales libra hasta 40 horas en las empresas de más de 750 trabajadores. (Se trata de un aumento que no parece tener justificación en el coste: de hecho, sería de esperar una reducción puesto que la representación laboral disfruta de economías de escala, como indica el que se suelan acumular las horas de libranza en los “liberados” sindicales).
Más gravoso aún que este coste directo de la representación es quelas relaciones laborales se hacen más rígidas y burocráticas, pues los comités son más activos como órganos fiscalizadores, y la empresa ha de negociar con ellos casi cualquier cambio relevante y no sólo los relativos a las condiciones de trabajo o a los novísimos planes de igualdad.
Además, muchas otras regulaciones laborales rigen solo a partir de cierto tamaño. Así, las que emplean más de 50 trabajadores están obligadas a contratar al menos un 2% de ellos con discapacidad y a preparar un detallado “plan de igualdad”. También varían otros muchos costes. Por ejemplo, a raíz del Covid, las cotizaciones sociales de los ERTE se bonifican con 20 puntos porcentuales más en empresas con menos de 50 empleados.
Ya fuera del derecho laboral, muchas otras regulaciones contables y fiscales también se tornan más estrictas al aumentar el tamaño de la empresa. Por ejemplo, las empresas con más de 50 empleados que excedan los 2,85 millones de activos o los 4,7 millones de facturación no pueden formular cuentas abreviadas, y han de someterse a auditoría anual, establecer canales de denuncia interna y organizar una compliance office independiente si aspiran a la eximente de responsabilidad penal. Asimismo, las que rebasan los 6 millones de cifra de negocio han de liquidar el IVA mensualmente, ven aumentar sus pagos fraccionados y son vigiladas por unidades de Hacienda especializadas en grandes empresas. Es lógico que se observe también otro agolpamiento de empresas en los 6 millones de ventas.
A lo escrito en el artículo, que está bien puesto en razón, habría que añadir los requisitos que se piden, a partir de 50 empleados, en cuanto a otro comité... El comité de seguridad y salud...
28 de septiembre de 2020, 12:53
Exacto, la legislación de riesgos laborales se puede resumir en un artículo: la empresa (el empresario) siempre tiene la culpa.}
Así es muy difícil que empresas pymes lleguen a convertirse en fuertes multinacionales que sean dominantes en precio. Las empresas españolas son la mayoría precio aceptantes, con márgenes estrechos, por lo que cualquier soplo de viento las elimina del mercado, externo, pero también interno, pues en España también compiten con las extranjeras. Además, las expymes al crecer dejan hueco para nuevas pymes.
domingo, 27 de septiembre de 2020
New York Times sobre España y la pandemia
sábado, 26 de septiembre de 2020
Libertad acosada
A los españoles, hoy como ayer, y como siempre, les gustan las caenas. Pocos países hay, si hay alguno, en los que asuste tanto la libertad.(Sánchez Dragó, en “esos días azules”)