¿Puede?
Antes de contestar, Wolf describe lo que para él deben ser las condiciones sine qua non para hablar de democracia, es decir, de un país gobernado por "guardianes" y no por "bandidos". La diferencia entre ambos es que los guardianes no quieren llegar al poder en su propio beneficio, sino para gobernar el pais en beneficio de todos. Y aquí está la primera curiosidad: según la prolija descripción de Wolf, que se basa en el libro de Janet Jacobs, "System of Survival", España es una democracia muy defectuosa. Casi casi no lo es. No cumple las condiciones mínimas descritas por Wolf.
Esas condiciones son, aparte de las consabidas imperio de la ley, etc... ¡mercados! Desde luego no hay libertad sin mercados. ¿Hay mercados en España? Mi opinión es que no los hay. Hay supermercados, pero no hay mercados en sectores clave que determinan el coste de una economía. No hay mercado libre energético, y ya por eso, todos los demás mercados están indirectamente intervenidos. Pero no sólo eso: con lo de las autonomías -que es lo primero que tiene que corregir España si querer sobrevivir-, la financiación ha sido intervenida, la prensa es intervenida (necesita que le subvencionen el papel), la TVE es intervenida, y todo lo que huele a propagandista es intervenido. Se subvencionan a sindicatos y empresarios, lo que les hace serviles al poder a la vez que corruptos insaciables. Y por no extenderme, la justicia está intervenida. Cuando uno de la casta, como Miguel Blesa, es salvado in extremis de ir a prisión, y no sólo el ¡fiscal! se pone en su defensa, sino que se querella contra el juez.
De ahí colijo sin grandes esfuerzos que el DNI 000014 y su cónyuge jamás irán a prisión. Olvídense del caso, porque nunca estarán satisfechos, a menos que sean rabiosamente monárquicos.
En suma, la democracia española, tan esperanzadora, ha degenerado en un régimen extractivo, como diría Acemoglu. Desde la corona hasta el último concejal, todos pensando en como aumentar sus rentas y privilegios.
¿Por qué está deriva? Yo apuntaría a un factor que Wolf no menciona, que es la tradición democrática, que es lo que hace anhelar a los "súbditos" ser libres individualmente. Es básico que la democracia sea un sistema de protección de los individuos y de conciliar pacíficamente, mediante instituciones respetadas, los conflictos. Nadie es España que no esté loco confía en los tribunales, y el gobierno en las instituciones que afectan más a su cifa, como Hacienda. Ya nadie cree eso tan bonito que "Hacienda somos todos". En España ha fallado, creo, ese anhelo de los "súbditos", que han preferido ponerse a la cola de la concesiones de un sinecura, renta, subsidio, o cualquier rara avis que volara bajo. En España se crea riqueza con el BOE, y eso mata la democracia. En suma, la inmensa mayoría de los españoles prefiere la subsidiada exclavitud que la libertad personal.
Por eso no soy muy optimista sobre Ucrania. Ucrania, como su propio nombre indica (Ucronía) es una nación que no ha existido como tal nunca. Sus habitantes están enfrentados en dos bandos irreconciliables. Si nadie interviene, lo que habrá es una guerra civil. Una guerra civil incivil, como decía Unamuno, sin prisioneros.
(Por cierto, como puede acabar una Cataluña independiente.)
Así que dejémonos de utopías, o de Ucronías. No hay solución óptima. La democracia no se construye alrededor de una mesa camilla con mapas y fichitas de colores. La democracia definitiva, tras siglos de guerras, en Inglaterra llegó con el primer rey de la casa de Orange: en EEUU con Lincoln; en Francia con De Gaulle, es decir, con grandes fundadores. Sentaron las bases para avanzar hacia la democracia. Fue esencial la prosperidad económica. Democracia y prosperidad van de la mano, no pueden subsistir una sin otra. Cuando la prosperidad falla, la gente se divide, la lucha por el poder se hace cainita e interesada, la sociedad se fragmenta. Como vemos fácilmente alrededor, aunque en realidad lo achacamos a mil razones que siempre han estado ahí. Los catalanes siempre han tenido la funesta manía del separatismo. Pero que ahora estén tan agresivos se debe a la crisis. La crisis produce un malestar social que los políticos desdeñan. Las posiciones se enconan y se ha en mucho más agresivas. Por ahí se van rompiendo las instituciones.
NOTA: una referencia inolvidable es Karl Popper, "Apuntes sobre la Democracia", El País, 1985 (http://elpais.com/diario/1987/08/08/opinion/555372008_850215.html)
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo Miguel. Haces un resumen muy acertado, como siempre. Es que yo creo que lo de las democracias occidentales (el parlamentarismo, el "rule of law", etc.) es como una franquicia que fundaron básicamente Inglaterra y los EE.UU. y los demás la han ido copiando con mayor o menor fortuna. En España se ha hecho lo que se ha podido, en una coyuntura relativamente favorable como fueron los 80 y 90. Pero ya se sabe que la prueba de fuerza de cualquier sistema son las crisis graves. Y no estamos quedando en buen lugar ahora, la verdad... De todas formas, los problemas que apuntas en España, son muy típicos en la gran mayoría de los países del mundo. El poder mueve todos los hilos y siempre habrá élites que están arriba y los vasallos que estamos abajo. Se podrá maquillar de muchas maneras, habrá más o menos movilidad social u oportunidades... Pero la estructura piramidal básica permanece. El gran logro de nuestras "democracias" es habernos inoculado la ilusión de que el pueblo llano tenía alguna posibilidad de influencia sobre el poder real. Pero claramente no es así. Lo que pasa es que el sistema se ha refinado muchísimo y el reparto de la riqueza nos ha adormecido hasta extremos que a nuestros antepasados les dejaría boquiabiertos...
Felicidades, como siempre. Saludos.
Antonio de Badajoz.
Exacta descripción. Clavada.pr cierto, que no es otra cosa lo que decía Popper en un artículo en el Paos, allá por los años ochenta, sobre la Sobetania Popular. Voy a ver si lo reencuentro.
Lo encontré
http://elpais.com/diario/1987/08/08/opinion/555372008_850215.html
Muchas gracias Miguel. Muy interesante.
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