Hay un querido comentarista que me dice que es seguidor de Rallo, y que Bretton Woods fue un sistema monetario de patrón oro. Sólo quiero decirle que, primero, Rallo no tiene ni pajolera idea de economía (es un simple propagandista de UNA idea, LA idea) y que, desde luego, Bretton Woods NO fue patrón oro. Si eso lo dice Rallo, es ona prueba de su ignorancia, pero, aunque lo crea capaz, lo dudo. Pare él sólo existe un patrón oro legítimo: el suyo, uno que nunca existió, pues Rallo vive en el mundo de nunca jamás de Peter Pan. Estos tipos del Juan de Mariana han sacralizado, mitificado el oro, hasta el punto de que lo han puesto, sin darse cuenta, por encima de todo lo demás, cuando no es más que un instrumento para alcanzar otros fines.
Yo sólo quería mostrar en estabilidad-monetaria-oro que el oro, en su momento más álgido (finales del XIX), no garantizaba la estabilidad financiera (al revés), pero sí que en caso de pánico la tendencia fuera a la deflación y contracción. Una grave deficiencia, a mi entender.
En cuanto a Bretton Woods, no tuvo nada que ver con un patrón oro, salvo de nombre, ya que la obligación de la Fed de atender toda la demanda de oro era meramente nominal. La supuesta disciplina monetaria del oro era constantemente violada con devaluaciones y ayudas al país con dificultades de Balanza de Pagos (lo cual a mí me parece ciertamente mejor que el patrón oro). El sistema funcionó gracias a los controles de capital, y mientras el $ fue lo suficientemente sólido para hacer de moneda reserva. Pero la guerra de Vietman agigantó el déficit exterior USA y la emisión de $, hasta que nadie se fiaba de la paridad oficial oro/dólar, y no hubo más remedio que suspender la conversión y devaluar el dólar. El sistema tenía un fuerte sesgo inflacionista debido a los tipos de cambio fijos, lo que ligaba las políticas monetarias de los demás a los países inflacionistas.
Todo sistema ha sobrevivido más o menos tiempo gracias a la suspensión temporal de sus reglas durante las crisis, como demuestra Bagehot, cuando dice que la ley Peel de 1844 (obligación del BdI de atender toda la demanda de oro) fue suspendida tres veces en 1847, 54 y 68 porque se había quedado sin reservas. No hay sistema que aguante la desconfianza generalizada. Y todas la crisis son eso: desconfianza generalizada de todos en recuperar el valor de sus activos en liquidez, porque nadie compra, todos venden. La profundidad de la crisis está en relación directa con el nivel de endeudamiento acumulado.
Yo sólo quería mostrar en estabilidad-monetaria-oro que el oro, en su momento más álgido (finales del XIX), no garantizaba la estabilidad financiera (al revés), pero sí que en caso de pánico la tendencia fuera a la deflación y contracción. Una grave deficiencia, a mi entender.
En cuanto a Bretton Woods, no tuvo nada que ver con un patrón oro, salvo de nombre, ya que la obligación de la Fed de atender toda la demanda de oro era meramente nominal. La supuesta disciplina monetaria del oro era constantemente violada con devaluaciones y ayudas al país con dificultades de Balanza de Pagos (lo cual a mí me parece ciertamente mejor que el patrón oro). El sistema funcionó gracias a los controles de capital, y mientras el $ fue lo suficientemente sólido para hacer de moneda reserva. Pero la guerra de Vietman agigantó el déficit exterior USA y la emisión de $, hasta que nadie se fiaba de la paridad oficial oro/dólar, y no hubo más remedio que suspender la conversión y devaluar el dólar. El sistema tenía un fuerte sesgo inflacionista debido a los tipos de cambio fijos, lo que ligaba las políticas monetarias de los demás a los países inflacionistas.
Todo sistema ha sobrevivido más o menos tiempo gracias a la suspensión temporal de sus reglas durante las crisis, como demuestra Bagehot, cuando dice que la ley Peel de 1844 (obligación del BdI de atender toda la demanda de oro) fue suspendida tres veces en 1847, 54 y 68 porque se había quedado sin reservas. No hay sistema que aguante la desconfianza generalizada. Y todas la crisis son eso: desconfianza generalizada de todos en recuperar el valor de sus activos en liquidez, porque nadie compra, todos venden. La profundidad de la crisis está en relación directa con el nivel de endeudamiento acumulado.