"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 6 de febrero de 2025

El coche de antaño

Antaño, la durabilidad de un coche lo decidía la empresa en función de su estimación de beneficios presentes y futuros. No era una estimación fácil, pero si no la hacías corrías el peligro de que una competidora te absorbiera. 
Recuerdo una leyenda urbana, de izquierdas por supuesto, que decía que los fabricantes hacían coches malos y poco duraderos para que tuvieras que cambiar pronto de coche, lo que era ruinoso para el cliente. 
Lo que entonces era un falso lema  marxistoide más - los coches duraban fácilmente 12 años hasta que se caía a pedazos, y lo cambiabas por otro mucho mejor, con nueva tecnología, más barato y más duradero -…
Pero hete aquí que: los políticos europeos, cada vez más ricos y mas corruptos (y más analfabetos), decidieron limpiar el CO2, culpable universal de un Calentamiento que se sacaron de la manga sobornando a todo científico que se prestara - que eran todos, pues si no, no conseguías fondos de investigación -. Para ello atacaron sin piedad, con impuestos y prohibiciones, la industria europea, líder en ventas en el mundo, y la dejaron moribunda. Para ello crearon un mundo ideal con coches eléctricos a la vuelta de la esquina, que obviamente se acerca la fecha (2030) y el espejismo se deshace. Resulta que el coche eléctrico está muy lejos de lo que prometieron esos analfabetos, aparte de que China los hace mejor y más baratos. Mientras, han arruinado a Alemania, la subvencionadora de toda Europa. Francia está desangrada y a punto de caer en manos de incompetentes, como lo está España. Gran Bretaña? Mejor no hablar. Europa se ha convertido en un parque temático que sólo atrae turismo barato. 
Y ahora estos nefastos políticos, con Van del Leyen a la cabeza, piden “opiniones sinceras” en X. Lo que le contestan es sabroso. 👇👇👇👇

miércoles, 5 de febrero de 2025

La deuda nacional irremisible






Este gráfico muestra la deuda nacional española en % sobre el PIB nominal. Como ven, hay dos medidas de deuda: la Deuda total en circulación de todas las administraciones públicas (en manos de los acreedores que la han comprado, línea superior azul) y la deuda que llamo “Neto PDE” (línea roja). Me explico: esta última es el resultado de hacer unos ajustes a la Deuda total en circulación, ajuste que se llama Protocolo de Déficit Excesivo, PDE. Este PDE es una disposición de la UE que permite restar del total una serie de conceptos, entre los que el más importante es la consolidación de los pasivos que son a su vez activos de alguna entidad pública. Por ejemplo, cuando el Gobierno asume la obligación de pago de una Autonomía, se endeuda para cubrir el pago, pero a la vez adquiere un activo respecto a dicha Autonomía. 
Esto es el legítimo principio de la doble contabilidad, que obliga a contabilizar la contrapartida de todo asiento contable. PERO… pero en este caso se da por supuesto que esa contrapartida del pasivo es un activo que vale lo mismo que el pasivo, LO CUAL no es verdad. No es verdad porque la deuda de las CCAA no tiene mercado: no hay nadie que ofrezca un euro por ella. No vale nada. Las CCAA no tienen potestad para emitir deuda en el mercado. 
Es de suponer que se estableció así para tener controlado el nivel y el coste de la deuda, que siempre será mejor si es la que emite el Estado, deudor perfectamente conocido por los prestamistas, y así no habría riesgo de quiebra y default de una autonomía. Este planteamiento es plausible salvo que resulta que tenemos un Estado central y autonómico voraz que no para de gastar dinero. El PDE se basa en el supuesto de que cada entidad deudora mide su credibilidad emitiendo en el mercado, pero resulta que no, que en España el crédito es del Estado central, y resulta no es lo suficientemente severo con sus polluelos autonómicos porque él mismo es un voraz emisor de deuda. Aparte de estar profetizando a la Cataluña una “inversión de capital” que supondrá sí o sí un nuevo escalón p’alante de nuestra deuda de todos… bueno, menos los vascos y catalanes. ¿Es éste el precio que debemos pagar para que no se vayan de España? En mí opinión es excesivo.
El ajuste PDE está representado el la línea verde, que como se puede apreciar empezó siendo insignificante y ha llegado a cobrar un volumen superior al 30% del PIB. Entonces, la deuda emitida es 137,7% del PIB, mientras que tras el ajuste PDE queda en 104% (datos en el cuadro) que es la deuda oficial-sancionada por la UE. Es de suponer que esto pasa en todos los países, lo que no deja de ser inquietante, porque resultaría que la opulencia europea no es más que gasto adelantado a pagar por ciudadanos futuros. Y éstos no tienen pinta de llegar a ser muy ricos en renta nacional…
La deuda solo tiene una solución a largo plazo. Crecimiento del PIB a mayor ritmo que el tipo de interés devengado por la deuda. Con esta condición, la deuda sería descendente y el PIB (con lo que se paga) sería ascendente. 
La mejor manera de arreglar el problema que se nos viene encima es creciendo a largo plazo con productividad y empleo crecientes, y hacer una congelación de deuda nominal a largo plazo que sea creíble para los mercados. 
Pero este plan está en entredicho por una razón: los pasivos de sanidad y pensiones, de seguir la trayectoria de ahora, llegarían a un 500% de PIB en la siguiente generación… a lo que habría que sumar las demás locuras que se comenten… y el añadido de que nos hemos comprometido a aumentar los gastos militares un buena tajada sin reducir otros gastos sociales. O sea, la cuadratura del círculo. Se empieza a entender por qué algunos piensan que España, y Europa también, están al borde de caer en el subdesarrollo. Además, abruptamente, con grandes colisiones de todo tipo. Cosa que a la gente - adormecida - ni se le ocurre, todo sea dicho. 





lunes, 3 de febrero de 2025

La novela como mapa del alma humana

Hace relativamente poco que me topé con una novela de William Boyd. Creo que fue “Trío”. Después busqué frenéticamente otras suyas, debo decir que con buen resultado: es buenísimo. Es raro que nunca hubiera oído nada de él, pero no es de extrañar si piensas un poco en lo inútiles totales que son los críticos literarios para orientar al lector. Se masturban el intelecto en un ejercicio de narcisismo mediocre. Luego comprobé, por comentarios de algunos editores, que si su nombre no está entre los grandes es por mera injusticia. En todo caso, como a mí no me gusta “hacer carreras” entre escritores, diré solo que es uno de los que más placer me ha dado leer (como decía Borges, si un libro se atraganta , déjalo). En todo caso tiene éxito y una gran red de lectores por todo el mundo. Es que, además, es de grata lectura.
Aquí pueden leer una entrevista reciente,  muy esclarecedora sobre su obra y su visión de la vida. Estoy de acuerdo con todo lo que dice, especialmente con:

“Hay un espacio en el que sí podemos acceder a la vida interna de alguien, y paradójicamente, ese espacio es la ficción. Si quieres comprender cómo se siente una persona en determinados momentos -si está feliz, desesperada, enamorada o rota- la mejor fuente para encontrar respuestas no es un ensayo ni un libro de historia, sino una novela. En un mundo donde todos ocultamos algo, donde nuestras emociones y pensamientos más profundos rara vez salen a la luz, la literatura nos permite asomarnos a lo que realmente significa ser humano.”

Y es verdad. Las lecturas que he hecho en la vida, profesionales o no, por buscar “conocimiento”, rara vez me han llevado a profundizar en el alma humana (por llamarlo de un forma asequible), a la que, increíblemente, tampoco se han acercado ni la religión ni las ciencias más o menos dedicadas a ella. Yo creo que no sabemos nada de ella, si no es a posteriori, sin una teoría mínimamente válida que permita enlazar en una teoría los dispersos y complejos elementos que la habitan. Lo único que hemos descubierto es que hay pulsiones difíciles de catalogar, salvo con etiquetas que no explican nada o muy poco, que son, como mucho, nombres para cajas vacías. Y menos mal que en tiempos recientes se han descubierto productos médicos que dan algo de paz a los que sufren sin saber por qué. Como decía un amigo médico, “no se sabe apenas nada, aparte de que son desarreglos neuronales, y no sabemos por qué determinadas medicinas funcionan y alivian”. 
La literatura ficción es, como decía Vargas Llosa, “la mentira que conduce a la verdad”. A una verdad que está excluida de otras especialidades, como la historia, la psicología, la sociología o la pretenciosa economía. Aparte de las razones aludidas por Boyd, todas estas ramas del saber han partido de una “misconception” de la psique humana, sea de origen religioso, ideológico (como el marxismo imperante hasta hace bien poco), o de un origen psicológico que combina bien (o eso creen algunos) con las anteriores, como la psicología freudiana apareada al marxismo, no sé muy bien por qué. 
Hay novelas y novelas, cierto. Lo único exigible es, en mi opinión, que te evadas leyendo. Sólo a través de la evasión (controlada, desgraciadamente) se puede sacar provecho. Es decir, la primera obligación de una novela (y su lector) es entretener(se). Pero eso, me dirán, ¡es una droga! Pues sí, lo es. Una droga escapista y adictiva - como dice Amor Towless, uno de los mejores novelistas que he leído); sin esa breve elevación sobre la realidad no hay magia, y sin magia no hay alimento. Aparte de esto, no hay teorías: cada lector es un mundo y cada escritor también, y que se produzca la chispa de el encanto depende, como dice Boyd, de la fortuna, algo en total desprestigio hoy pero que sigue gobernando nuestra vida exactamente igual que en la época de cuando lo decía Maquiavelo (por cierto, palabra que debe ser incorrecta porque el diccionario no le la acepta. Pues es el único que acertó con la psicología del poder).
Hoy por hoy el alma humana es indescifrable. La iglesia católica, empeñada en ser una máquina de “salvación”, no ha hecho otra cosa que machacarlas imperiosamente, centrándose más en la amenaza del infierno que en la vida. Imperdonable. No conozco mucho nada o casi nada de la religión  hindú, pero sospecho que ha sido más honesta con la naturaleza humana que la nuestra. Así como el panteísmo greco-romano, por cierto, con unos dioses humanos como nosotros, aunque inmortales. Ahora bien, una religión tiene efectos no es por su teología, sino por su aplicación. No es lo mismo el catolicismo francés que el español. Además, los dogmas van adaptándose con el tiempo hasta ser irreconocibles. Al final todas las religiones perecen, algunas arrastrando consigo la civilización que han orquestado. 
Y por acabar con estas cuestiones, debo decir que la mejor manera de acercase a lo divino es a través de la novela. Eso sí, no sé por qué, ahora ni me viene ninguna a la cabeza. 🧑‍🦲 
De la entrevista de Boyd, entresacó una frase que me ha encantado:

‘Mientras la vida creativa siga siendo un refugio, hay algo que permanece en equilibrio.”

Y hay tan pocas cosas en equilibrio, que aunque sea un equilibrio efímero, de mentira, tiene mucho valor. 

domingo, 2 de febrero de 2025

El arquitecto del euro desconfía de él (entrada publicada en oct 2016)

El arquitecto del euro, Otmar Issing, el arquitecto del euro, que fue durante un tiempo jefe de  economistas del BCE, no se muerde la lengua sobre el pesimismo con que ve el futuro, según nos cuenta Ambrose Evans-Prichard. Dice del euro que es un castillo de naipes y que se derrumbará.


“Realistically, it will be a case of muddling through, struggling from one crisis to the next. It is difficult to forecast how long this will continue for, but it cannot go on endlessly," he told the journal Central Banking in a remarkable deconstruction of the project."

Una engañosa combinación de petróleo barato, QE, descontrol de las finanzas fiscales, ha ayudado a esconder los problemas, que volverán a salir a la superficie. En su opinión el Pacto por la Estabilidad y el Crecimiento (en realidad un pacto-tope para los deficits y las deudas) ha saltado por los aires al infringirse la cláusula de no bail-out del BCE, que con su política libérrima en realidad ha rescatado a coste cero a los países incumplidores. 

"The Stability and Growth Pact has more or less failed. Market discipline is done away with by ECB interventions. So there is no fiscal control mechanism from markets or politics. This has all the elements to bring disaster for monetary union."

"The no bailout clause is violated every day," he said, dismissing the European Court's approval for bailout measures as simple-minded and ideological.

Yo debo recordar, en contra de Issing, que si no es por Draghi en 2012, y su "what ever it takes", el euro hubiera implosionado sin duda alguna. Era insostenible una zona monetaria donde algunos miembros pagaban intereses de dos dígitos por su deuda, mientras otros estaban cómodamente en un 2%. Insostenible. El euro ha tenido un momento realmente al borde de la muerte, y fue ese. 
Leyendo el libro de Guindos, que ya hemos comentado, se ve claramente que Europa estaba en una tesitura de o bien rescatar a todos fiscalmente, con un coste enorme para los votantes alemanes, o bien el BCE habría las compuertas del dinero fácil. Se eligió esto último porque Alemania tenía más miedo a la reacción de sus votantes a lo primero que a lo segundo. Que ello no haya sido el fin de los problemas, no es culpa de Draghi, que les regaló un tiempo precioso para intentar hacer una unión bancaria y fiscal de verdad. 
Por las palabras que reproduce AE-P de Otmar Issing, éste cree que su diseño era perfecto. En realidad, el diseño del euro fue una chapuza. Fue empezar la casa por el tejado, poner el carro delante de los bueyes, instrumentar una unión monetaria mal hecha para avanzar hacia la unión política. Ahora se quiere dar el paso definitivo hacia esa unión política, pero son palabras vanas de instituciones de la UE sin fuerza ya, y los alemanes se han callado como zorros. Nunca habrá una unión política cuando la política de cada país está soliviantada y amenazada por el populismo. Aquí lo que pesa de verdad en el euro y su reforma es los votantes alemanes, que nunca permitirán una unión fiscal con los Países del Sur. Un peso que tarde o temprano acabará con el euro. 
Recordemos las palabras de Nick Rowe: ”cuando se crea una moneda, o se crea una nación o se crea un problema”.
Esto es lo que decía yo en octubre de 2016. No hemos hecho más que avanzar a grandes pasos hacia el final del euro, que no puede vivir en continua discordia de los países mientras se financia a déspotas cada vez más endeudados. 
Keynes decía que había 3 maneras heterodoxas de saldar la deuda: declarando default, expropiando la riqueza privada, o desencadenando la inflación mediante la monetización de deuda. La inflación reduce el volumen de deuda real y aumenta la recaudación, como hemos visto en los años de Sánchez, pese a lo cual ha seguido aumentando la deuda. Este último suele ser el preferido por los políticos, pues entra con anestesia social hasta que es demasiado tarde. Cuando te quieres enterar, el país se ha arruinado. Requisar la riqueza es lo mismo, pero de golpe y sin anestesia. 
En el gráfico, el volumen de activos del BCE, que es un indicador de la deuda de los países miembros monetizada:



El problema no es el volumen en sí, si no la heterogeneidad de esa deuda por países. Hasta ahora, el BCE ha podido contener las sospechas de “incontinencia” monetaria por financiación excesiva. 


Desconstrucción concienzuda


Nada mejor para él que dejar las cosas maltrechas. Los empresarios, pequeños y grandes, asfixiados con regulaciones e impuestos que ni dejan de subir. Será difícil cuando se vaya enderezar todo el desastre… lo que acelerará su vuelta, tras un corto reinado de Feijóo el “breve”. En el mejor de los casos. Porque si consigue el cupo catalán, España será ingobernable, porque habrá dejado de ser Nación.
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lunes, 27 de enero de 2025

Por qué ha fracasado la globalización?

I) En 1990, cuando cayó el Muro del Berlín, se dibujó una sonrisa en la cara de Occidente - es decir, en la cara de sus políticos optimistas, llamémosle liberales bien pensantes -. Un filósofo americano, Fukuyama, fue muy imprudente al decir a los cuatro vientos que “la historia se había acabado” (puesto que desde ya, todos iríamos por la misma senda de libertad y prosperidad). Una osada predicción que con el tiempo le valió infinitos reproches.
El optimismo se contagió a todo el mundo. El progresivo desarme mutuo traería una “rentabilidad de la paz”, que se gastaría en bienes necesarios para paliar la pobreza. Además, el mundo viviría más relajado sabiendo que ya no estaba bajo una amenaza constante de vectores nucleares. Y prontamente se firmaron tratados de desarme entre las grandes potencias, EEUU de Reagan y la nueva Rusia de Gorbachov, que fue el que echó a rodar la pequeña piedra de la duda en los fallos del sistema soviético. Tras décadas de intentarlo una y otra vez, la visión de la realidad en sus países asombró al mundo: nada funcionaba, el abastecimiento de bienes y servicios básicos escaseaba, estaban sometidos a racionamiento; el trabajo era una ficción, unos puestos de trabajo que no producían nada e ideológicamente muy controlados… la Nada más absoluta tras aquella fachada de brillantez comunismo-fraternal invencible. ¿Por qué no se sabía? Estrategia de los políticos occidentales: necesitamos que nuestro pueblo crea que el enemigo es peligroso para que aprueben nuestra política y sus inmensos gastos. 
En todo caso, en aquellos albores del nuevo milenio, el Occidente liberal había ganado por goleada. Había sabido mantenerse firme ante la amenaza soviética y a la vez tener una economía productiva capaz de sostener un “estado de bienestar” (que luego demostró amargamente ser insostenible). Era el momento de conquistar el futuro, haciendo tragar a esos ruinosos países el nuevo Orden mundial. 
Ya he dicho en otras ocasiones que este estado de bienestar para todos tenía un truco: era posible solo en Europa, pues el coste de seguridad militar lo había “delegado” en EEUU, que por su parte no podía tener un estado de bienestar tan generoso… pero durante 50 años funcionó la ilusión europea de que todo era posible: Seguridad militar gratis y Seguridad Social ilimitada para todos. Mientras se iba consolidando la UE, nos vendían que éramos más demócratas y vivíamos mejor que los “pobres” americanos, que, por su parte, empezaron a susurrar que Europa debería empezar a tener su propia defensa, o la menos colaborar más con la OTAN. Concretamente lo decía Kissinger en distintos foros, pero nadie le escuchaba. Mientras seguía en marcha la política a largo plazo de incluir a China entre nosotros por el camino de enriquecerla, lo que empezó a apreciarse en el filo del final del siglo. Pero China nunca aceptó el papel asignado; estaba preparando una estrategia que analizaremos después. 
Pero volvamos al núcleo de la cuestión: ¿por qué fracasó la globalización?
Para mí hay una respuesta escueta que luego requiere una explicación ampliada. La respuesta es:
Fracasó por la ingenuidad occidental de creer que todos los demás países , sobre todo China, iban a jugar al mismo juego que Occidente con las reglas de Occidente. Nos llevamos una buena sorpresa.
Hubo jugadores, singularmente China, que dijo que sí, pero enseguida se dio cuenta que si jugaba con otras reglas, ganaría estratégicamente. Y es lo que hizo. No jugó lealmente, sino como polizón en un barco que no paga pasaje, pero se le tolera porque no se le va a tirar al agua. Ya rectificará. Las reglas, no escritas y firmadas, pero patentes en el llamado “Consenso de Washington”, diseñaban un modelo realmente bonito, bienintencionado… pero pueril.
Reglas que reflejaban el Canon de Occidente alcanzado por esas fechas, extraído de la experiencia de los felices noventa, y que recomendaba mercados libres, estabilidad monetaria, moderación fiscal, no intervenir en los mercados cambiarios… este último elemento es crucial porque fue la clave de bóveda de la infiltración de todos los mercados por parte de China.
Porque China jugó con dos comodines en la manga que nadie quiso ver. Y se le toleró, aparte de quejas tan inútiles como reiteradas de los demás países. El primer comodín fue manipular su Yuan en los mercados financieros. Al mantener el yuan artificialmente bajo, adquiría una competitividad que los demás no podían alcanzar. Y de ahí, el segundo comodín. Mantener la moneda artificialmente devaluada se consigue dejando entrar todas las divisas que ingresas por el superávit comercial. Durante décadas, China tuvo un superávit creciente que le suponía acaparar millones de divisas (dólares en todo caso); etas divisas no las mantenía estérilmente en banco central. Con ellas compraba activos del resto del mundo (deuda pública americana, casualmente), y así EEUU (y otros países) se convertían en Gran Deudor de China. A eso contribuyó especialmente la liberalización financiera de los noventa, que hizo aparecer en los mercados de crédito una nueva oferta de instrumentos sofisticados que, se suponía, iban a abaratar el coste del crédito y de la cobertura contra el riesgo, lo que fue interpretado erróneamente como el fin de las crisis reiteradas en el pasado. Los capitales transnacionales se hicieron más fáciles a la vez que difíciles de desentrañar: la nueva tecnología financiera derivó hacia una opacidad creciente de los riesgos reales. 
En otras palabras, China no solo conquistaba los mercados de bienes occidentales, es que además se apoderaba de una buena parte de las deudas de esos ingenuos. Estos ingenuos eran especialmente bobos cuando se trataba de los liberales a la violeta, que decían (y siguen pregonando) que si un país hace lo que China, peor para él, pues nosotros conseguimos lo que necesitamos más barato…si China se empeña en vendernos gratis y financiar nuestro desequilibrio financiero, allá ella. 
Sí, es cierto, bajaron los costes internos gracias a los artificialmente baratos precios de China, pero la Industria de EEUU pasó de ser el 30% de la economía al 10% en 2015, y sigue… Y claro, la antigua clase media, que antaño era e 61% de la población, pasó a ser solo el 50%, y menguando (datos de Dambisa Moyo). El nuevo Orden, por el que Occidente iba a regular el mundo junto los países que aceptaran esas reglas, benéficas para todos, en realidad estaban destrozando la exitosa estructura social y económica que se estableció en la post guerra. Pero los modelos económicos, en su afán por el rigor científico, habían dejado de lado cosas muy importantes, como la estabilidad social, el optimismo de las clases medias que empezaban a ser deglutidas por una invasión de productos chinos que cada vez eran mejores y más baratos. Y más cosas que la economía usual no consideraba importante.
Por ejemplo, los desequilibrios financieros mundiales gigantescos que se estaban generando. Mientras China se aprovechaba de su ventaja competitiva, y acumulaba activos del resto del mundo, EEUU acumulaba frente a China una deuda creciente. Otros países, como Alemania, que llegó a exportar un 70% de su producción, también se benefició de su productividad durante un tiempo, hasta que llegó el choque inadvertido de la agenda anti calentamiento, que fue la puntilla para todos: nos entregamos con demasiada fe en un proyecto que desde el principio olía a fanatismo, además de estar frontalmente en contra de los objetivos de la postguerra: crecer, crear empleo, aumentos constantes de productividad que permitieran pagar con deshago el estado de bienestar. Ahora esos objetivos se ven con suspicacia y no se habla de ellos en los foros internacionales. 

El crecimiento económico es la esencia de todo lo económico y lo demás. En eso creo que estaban de acuerdo la mayor parte de los economistas, aunque recientemente algunos pregonan unas ideas…
El problema es que el mundo se ha desorientado, es incapaz ya de seguir la lógica de las cosas, y quiere cambios, pero ya; de ahí Trump, y de ahí Meloni, y de ahí…. Hasta que caiga toda la vieja guardia de la esencia del pasado reciente… (España será la última, seguro).
Pero aunque no todos se han enterado, el caso es que lo que ha cambiado es irreversible, aunque se pueda frenar, pero el amargo cabreo de los desposeídos del presente no se andan con sutilezas: buscan sus campeones salvadores entre el ala más radical, aunque no les importe que pisoteen la democracia, que, total, no sirve para nada. 
Sí, efectivamente, muy parecido a la truculenta historia de los años treinta y la llegado al poder de Hitler, con los votos de de casi la mitad del electorado. Hay una regla no escrita pero evidente: cuanto más dura el cabreo más crece éste, y cuanto más crece más extemporánea es la reacción contra la especia de ingenuidad anterior de tantos clérigos que se creían sus propias monsergas. Es lógico que pensaran así los clérigos de entonces, en especial por había gente que les creía… pero tras el derrumbe y el vistazo tras la bambalinas, hay que cambiar de royo. 
De momento el destrozo es total. Las promesas de la globalización se han convertido en horrendas consecuencias. Países holgadamente ricos que están cayendo en la pobreza, orgullos clases medias gracias a la industria y las exportaciones, en declive, y un pesimismo que disuade a los jóvenes de tener hijos, lo que hace de la pirámide poblacional una amenaza. 
La globalización fue ingenua. Se vendió como el elemento clave de la paz y prosperidad perpetuas, y en poco tiempo ese sueño se derrumbó ante millones de ciudadanos que veían esfumarse sus sueños, mientras los políticos vendían una combinación de ilusiones imposible: prioridad, luchar contra el calentamiento, ya que al parecer el tema económico se arreglaría solo. Y mientras nosotros nos íbamos detrás de un imposible, los demás (China y los BRICS) firmaban pero no cumplían ni una coma. 

II) Como dice Dambisa Moyo en “Edge of Chaos”, 



“Growth is the sine qua non for free markets, free people, and the rule of law”.

GROWTH MATTERS—POWERFULLY—TO ORDINARY people. When economic growth wanes, everyone suffers. Stagnation exacerbates numerous social, health, environmental, and political problems. The very essence of culture, community, and people’s individual expectations about the kinds of lives they can lead become dimmer, coarser, and smaller in the absence of growth.

Lo que es, ciertamente, poner las prioridades en su sitio, pues lo que se estaban valorando más en estos últimos tiempos era el bueno rollito, los derechos identitarios, salvar la Tierra, y pasar de ser rico para ser feliz, a lo que llegarás sin tener nada. Y si alguien tiene que pagar la factura, otra ronda de impuestos a los contribuyentes (que cada vez son menos).

(Continuará)

domingo, 26 de enero de 2025

Encontrado en Borges

Solomon saith: There is no new thing upon the earth. 
So that as Plato had an imagination, that all knowledge was but remembrance; 
so Solomon giveth his sentence, that all novelty is but oblivion. 

FRANCIS BACON, Essays.

(Salomón dice: No hay nada nuevo sobre la tierra. 
 Platón sentencia que todo conocimiento no es más que remembranza.
Salomón dice que toda novedad no es más que olvido.)


Trump el sospechoso

Hay que reconocer que Trump no es tonto. No hay más que echar un vistazo al mapa para comprender su “sueño” sobre Groenlandia:


Una inmensa extensión de terreno, casi inhabitado (59.000 ha), y con riquezas en el subsuelo, conocidas y por conocer, en el mundo tecnológico que se nos viene. Trump ha soñado en voz alta y ha dicho “qué bien si esa tierra inhabitada fuera nuestra”. “La compraremos”.
No lo ha dicho por decir. Lo ha dicho pleno de sentido; es claro que Rusia le había echado El ojo y China necesita sus materias primas como el agua. Es decir, más pronto que tarde empezarán a conspirar para hacerse con ella y garantizarse las materias primas del futuro. 
Entonces, me viene una pregunta: ¿por qué co——s Europa, que lleva desde fundación mirándose el ombligo, no ha hecho ni un movimiento de acercamiento a una isla que es, además, del estado Danés, y que éste lo haya ido soltando con acuerdos de autonomía que han llevado al final, a que Groenlandia se saliera de la UE, sin que nadie haya pestañeado,… 
La UE ha tenido años y años para aprovechar la situación de ventaja y, mediante negociaciones pacíficas, podría haber consolidado el status europeo de la isla, mejorar la vida a los 59000 ha, y explotar conjuntamente sus riquezas que nosotros tenemos que comprar a países hostiles. Pero no; ni una mueca. Ni una señal de alarma, y eso que los habitantes estarían, seguro, deseando seguir en la UE, ¡a cambio de algo claro! Por ejemplo, escuelas, sanidad, universidades, que para  tan poca gente no sería tan caro… ¡E incentivos para emigrará allí y contribuir a su enriquecimiento, coño!
Sí, lo han oído bien: hasta hace unos 10 años Groenlandia era un Estado autónomo del Estado danés. Estaba en la UE. Al parecer, nadie se dio por aludido. 
Esto deja negro sobre blanco lo que ha sido la UE: un nido de garrapatas infatuadas, que ha malgastado el dinero a espuertas en mirarnos el ombligo, y gastarnos el dinero de nuestros hijos en bagatelas, mientras mirábamos de reojo a los “fascistas” americanos, que nos cubrían nuestra seguridad sin tener la mínima conciencia de ello. ¡Americans go home coño! ¿Y ahora, de qué nos extrañamos?
Uno de los últimos logros de la UE es el famoso tapón de las botellas de refrescos 




que no puede caerse, pero que consigue que el contenido se esparza alrededor del vaso y manchar todo lo que hay en un par de metros… Un gran adelanto ecológico. 
Mientras, en nombre de esa ecología, la industria alemana se ha ido al garete y el país lleva dos años sin crecer. Mientras, nos estamos alejando de las decisiones mundiales importantes y de la inversión en la tecnología que va a ser clave ya. Y mientras, nos amenazan todos los días con una guerra contra Putin para la que hemos de dedicar un buen pedazo de nuestras renta para hacerle frente; para qué, me digo, si la tenemos perdida de antemano. 
Es decir, ahora que se habla de la generación perdida de los milenials, que no van a poder vivir como sus padres (por lo que ya están con razón muy cabreados), ¿les decimos con una sonrisa que tienen que prepararse para una guerra letal, y además queremos que se pongan a tener hijos? 
Mejor mirar para otro lado. Por cierto, ¿con qué patriotismo les animamos a que “defiendan con ardor Europa” que no es más que un tinglado de burócratas que dedica sus meninges a idear taponcitos reutilizables? 

sábado, 25 de enero de 2025

Frase del día

De Gregorio Morán sobre Trump en Vozpopuli:

“El mundo no cambiará con él de Emperador, es que el mundo ha cambiado para hacerle Emperador.”

Muy buen artículo.

Orden nuevo o viejo?

Como decíamos ayer (https://www.miguelnavascues.com/2025/01/fallecimiento-del-excepcional-regimen.html), el mundo de ayer se viene abajo. Lo expresa genial Jasón Steinhauer, en un interview el El Mundo de 25 de enero: El siglo XX se ha acabado, y lo de Trump ha sido el último clavo en la tapa del ataúd.👇👇👇



Y especialmente para Europa UE. Fin del cuento de hadas que todavía Von der Leyen quiere representar cuando ya nadie le hace caso. En David ni la atendieron los ordenanzas. 
Viene un orden nuevo, desconocido, ¿o es un nuevo orden viejo, una repetición de otra era pretérita? Creo que no. Creo que el tiempo es unidireccional e irreversible, y que cualquier decisión que se tome hoy con parámetros de hoy será inservible, papel mojado.
Eso viene a decir Ana Palacio, en un artículo muy recomendable de El Mundo (25 enero), donde pone a parir a la UE y la presidenta de la Comisión, doña Úrsula, que quiere hacer frente al desorden mundial que se nos viene con escopetas de perdigones, matasuegras  y evocaciones del mercado interior, que nuca ha existido plenamente: 👇👇👇 



Europa, como tingladillo mantenido en pie gracias a que EEUU no nos miraba (aunque no estaba contento), está muerta. Ahora quiere resucitarse a sí mismo mediante conjuros: creen ¡todavía! En el Mercado Único como en el Santo Grial. Con Trump quedará reducida, en el menos malo de los casos, a un chiringuito vacío. En el peor, algunos países se desangrarán y morirán como nación. Le dará la patada final cuando le venga bien a él y a sus futuros socios (¿?). 
Europa está muerta. Como no está enterrada, hiede. Ya solo queda una carcasa maloliente de la que se quieren aprovechar tipejos como Sánchez y Úrsula von der Leyen, intentando aferrarse al sillón, porque mando mando, ya tienen poco, salvo para hacer el mal. Pero viene una tribu de bárbaros del norte, como en la caída de Roma, a la que llaman “extrema derecha” (fango facha en España) y están dispuestos a colaborar con Trump en cancelar la Democracia, la que, en verdad, ha sido un blip cortísimo en la senda del Sapiens en la Historia. ¿Qué dirían los futuros historiadores, caso de que los haya?
No se asusten si alguna vez ven la foto de Abascal en la Moncloa, Sánchez huido a Dominicana o donde diga Trump. Las cosas ya no serán igual en todos los sentidos. Lo siento, pero los primeros culpables son los votantes adormilados. Os han comprado con migajas y tenéis lo que tenéis. Nada está garantizado salvo la incertidumbre. Gocemos del espectáculo que nos ha tocado vivir, desde luego excepcional y único. 

jueves, 23 de enero de 2025

 Tengo que contestar aquí a los comentarios recibidos en el post anterior. Son muy sabrosos e inquisitivos. Y sí, es inquietante que EEUU se convierta en nuestra principal amenaza de invasión, por lo civil o por lo criminal. Es lo malo del presente: las alternativas de futuro son enloquecedoras. Por eso digo que estamos en un punto y aparte. O unos puntos suspensivos. Nada será igual. Nos predican que la democracia es lo menos malo (y lo creo), pero la democracia se ha acabado por desinterés de la gente tanto de los países demócratas como no demócratas. Si acaso habrá elecciones-referendos con ganador asegurado, pero no me imaginado a Trump (ni a Sánchez) sometiéndose a los jueces y al parlamento. Las instituciones serán, como mucho, cámaras de asesores, de opinión no vinculante, y el gobierno de la ley está ya desapareciendo por la escotilla… o sea, como Napoleón. Aquí la duda es si el tonto Bolaños, o el no menos tonto Albares, seguirán fingiendo que son muy listos… ¿qué pasó con Iván Redondo, aquel super ministro que era la hostia de listo? Pues eso. 

miércoles, 22 de enero de 2025

Fallecimiento del excepcional régimen europeo de libertades

En “El Confidencial” del viernes pasado, podemos leer:

La cuenta atrás para la investidura de Donald Trump se está viviendo como un auténtico psicodrama en las capitales europeas. Excepto Giorgia Meloni, a la ceremonia no han sido invitados los principales líderes del continente, —tampoco es la tradición hacerlo— pero sí Javier Milei, Xi Jinping, el británico Nigel Farage, el francés Éric Zemmour, el belga Tom Van Grieken, el polaco Mateusz Morawiecki o el español Santiago Abascal. En Washington se va a escenificar el lunes el entierro del orden liberal tal y como lo hemos conocido, pero también la soledad y angustia a la que está abocada la Unión Europea. El European Council on Foreign Relations (ECFR), uno de los think tank estrella de ese viejo mundo en retirada, presentó esta semana un sondeo global en el que se intentan plasmar los humores sociales de once países europeos y trece potencias mundiales. 

No es una impresión nueva. Es el último clavo en el ataúd de la presencia internacional de Europa, ese orgulloso paquebote, con ínfulas de buque, botado en 1945 con la bendición y ayuda del único vencedor de la segunda WW. Pues EEUU fue el ganador de esa guerra de la que salió sin un rasguño y económicamente boyante, pese a sus deudas inevitables. Esta opulencia económica se invirtió sabiamente en recuperar a un Europa devastada, perdedora de facto, si bien EEUU se preocupó muy mucho de reflotarla físicamente (plan Marshall, 1948) y sobre todo en su herido orgullo. Necesitaba una Francia fuerte como centro político en torno al cual se formara una fuerza, inexistente entonces, que hiciera frente a la amenaza soviética, que ya se había apropiado de sus países satélites. La reconstrucción económica era muy importante, empezando por Alemania, país invasor derrotado, con el enemigo a las puertas en la vanguardia de de Alemania del Este, punta de lanza amenazadora de las intenciones soviéticas. 
La reconstrucción política no fue menos brillante. Cuando acabó la guerra, no casualmente, los partidos más fuertes en Europa occidental eran los comunistas, todos bajo la disciplina de Moscú, que tenía un efectivo ejército de propaganda con numerosos agentes en todos sus antiguos aliados, incluido EEUU. Era una propaganda eficaz porque no se dirigía a pregonar las bondades del comunismo, sino al camino más sutil de desprestigiar y agigantar todos los fallos, presentarlos a la luz de sus propias reglas morales. El ejemplo más conspicuo fue el caso “Saco y Vanzetti”, un vulgar crimen de dos italianos ilegales que atracaron una tienda y asesinaron al dueño. Apenas fue comentado en la prensa, hasta que los agentes en la URSS vieron que sacándole punta podían armar un escándalo… y es lo que hicieron. Les buscaron a los victimarios un abogado de esos de causas perdidas, especialista en agigantar la compasión por dos asesinos indefensos ante la voracidad de la justicia americana, nada democrática, vengativa con los más desfavorecidos. Consiguió ocupar la primera plana, como en tantas películas de Hollywood que hemos visto. Convirtió a Saco y Vanzzeti en héroes indefensos dignos de un juicio justo. 
Pero al Comitern soviético lo que menos le interesaba era salvarlos, al revés. Dejó que los condenaran a muerte: mejor dos mártires para siempre que dos héroes en unas semanas caídos en el olvido. Y así fue como la sociedad americana se dividió entre buenos y malos, con al gran apoyo de Hollywood, donde ya se habían infiltrado muchos simpatizantes de una causa que no era pro comunista, sino contra el podrido capitalismo y la “farsa” de la justicia democrática. Eso minoría fue creciendo, expandiéndose, y llegó a convertirse, tras pasar por muchos disfraces, en el movimiento actual Woke
Es claro que la caída del Muro de Berlín no fue un freno a esa dinámica negacionista que acabó infiltrando todas las instituciones, hasta La Casa Blanca. El “renacimiento” liberal de los años 80, propiciado por Reagan y Thatcher, duró veinte años que hicieron creer que “la historia se había acabado”, pero con el amargo despertar de la Gran Recesión (Gran Crisis, en realidad) en 2008 se desvaneció ese sueño de Paz y Prosperidad eternas. La Nueva Rusia democrática se bajó de ese tren y regresó a sus posiciones de partida eslavófilas. En los momentos críticos Rusia le ha dado la espalda a occidente, aunque en las dos guerras mundiales fuera nuestro aliado. Lenin aprovechó la primera para hacer su Revolución, Stalin rompió con y se enfrentó a sus aliados frente a Hiler. Putin se apoderó de Rusia gracias al caos desatado por el intento de atraerla hacia Occidente cuando la caída del muro de Berlín.
Esta simplificación excesiva (pues no habla de eventos cruciales, como Cuba, la crisis de los misiles, Vietnam, etc.), pretende constatar la sospecha, o conjetura, de que el gran Buque europeo no había avanzado más que bajo la sombre protectora de USA, gran proveedor de la Seguridad (es verdad que con la contribución no desdeñable de Gran Bretaña), y por ende financiador indirecto del famoso Estado de Bienestar que los americanos no se podían permitir. Porque hay una evidencia clara: mientras EEUUA ha mantenido voluntariamente la seguridad de Europa, lo ha logrado con una ínfima presión fiscal inferior al 30%, mientras Europa se gastaba un 40% (y mucho más) de su renta en el bendito estado de bienestar. Pero es que en aquellos lares apostaron con naturalidad por la eficiencia, y en Europa, en cambio, por el dispendio, bajo la ilusión del todo es gratis, de amargo despertar actual. 
Todo este aire de fiesta se ha acabado. Los nuevos mandatarios de USA son conscientes de este gratis total a sus espaldas, y Europa es consciente de que ha sido un parque temático y que sus consignas tardías no tendrán ningún efecto. Llegan nuevas banderas políticas, y no se sabe bien como se articularán con el Nuevo Orden. Nuevo Orden que todavía no está pergeñado, a la espera que el duelo USA-China se defina (Iran ha perdido la guerra contra Israel, y por lo tanto Rusia). Europa estará entre esas dos aguas, pero lo que es casi seguro es que su crisis es de largo plazo. Su demografía es decadente, su productividad languideciendo, y su renta per capita menguante, mientras EEUU es obscenamente rica en esos tres frentes, algo que China no puede decir… (ver https://marcusnunes.substack.com/p/who-has-the-better-prospects). 
Ni por supuesto Europa. Entonces es una ilusión que Europa, en los próximos años, de una vuelta completa y se ponga a construir un sistema defensivo autónomo a costa, sí o sí, de su Estado de Bienestar catatónico. Se vislumbra un futuro nebuloso, muy incierto, salvo que el viejo Orden a muerto. 
CODA: en el Mundo, hoy. El siglo XX se ha terminado. Exactamente lo que he dicho:



Jason Steinhauer





martes, 21 de enero de 2025

 Los crímenes del glacial es espectacular.







 Pido perdón a los lectores. No consigo entrar en mi propio blog, y no sé la razón. Y eso que pagué un montón de pasta para estar a salvo de jaqueos. 

Tengo una aplicación en la que escribo que, de momento, funciona. Lo que no puedo hacer es poner comentarios. A ver si un Hada madrina saca la varita mágica…

sábado, 18 de enero de 2025

Gráficos

Tres gráficos comparativos China-EEUU de población, productividad y crecimiento. No van tan bien los chinos, bueno, van de culo…

Recomendaciones sobre el post anterior

Los siguientes, que son los primeros , se dejan leer. Los posteriores no valen la pena.
 







El deseado

Con el paso del tiempo - esa enfermedad silenciosa y letal, que diría Borges -, ya me siento demasiado perezoso para viajar por el mundo a sitios remotos, con los que me conformo soñar. Parece una actitud poco vital, sí; pero con todo, desde la comodidad de mi sillón no me he privado de conocer sitios fantásticos, de los que no tenía idea de su existencia. 
Uno de ellos, al que me he prometido ir en mi segunda vida, es la misteriosa y recóndita Patagonia argentina, un lugar entre el ser de La Argentina habitual y la grandiosa nada de Polo Sur. 

Lo he conocido por las primeras novelas de Cristiano Perfumo, que transcurren en la Patagonia - además de una de sus obras, “Los crímenes de glacial” que nos invita visionar las fascinante zona sur del país donde están los gigantescos glaciales próximos al la Antártida -.

Sí: es así, en Argentina hay sitios como La Ciudad de la Plata

Iguazú, Buenos Aires, La Pampa, La Patagonia y los glaciales. Un ensueño de bellezas, naturales o arquitectónicas increíblemente diversos. Iguazú es bien conocido. (No tengo ni idea si, por ejemplo, La ciudad de la Plata está suficientemente promocionada para el turismo, pero les recomiendo que lean sobre su fascinante historia, fundada tan reciente como en 1882.)
Supongo que a muchos la Patagonia no les resultaría especialmente bella, pero es que no la han visitado como yo lo he hecho, desde el confort de mi salón. Lean a Cristiano Perfumo y encontrarán la fascinación de una “Tierra baldía”, casi deshabitada, salvo por auténticos colonos separados por cientos de km, donde se caza y se come el guanaco, y se cultivan alimentos que fatalmente acaban quemando el polvo y la sequía, que poco a poco acaban con todo lo que sea verde. Vivir allí es casi sobrehumano; lo sería desde luego si no fuera por la joya que se encuentra en la costa atlántica - costa bravía, peligrosa para los navíos -: un puerto llamado, no casualmente, Puerto Deseado, o brevemente Deseado, que fue un puerto de corsarios ingleses que querían robar a la corona española aquellas tierras. Una de las naves inglesas que arribaron allí se llamaba “Desirée”, que da una explicación al nombre del puerto, aunque pienso que el refugio encontrado por las sucesivas expediciones, la primera por Magallanes (dando la vuelta al mundo), después de luchar con una tormenta bravía, justifica tan hermoso nombre. 
El Deseado es la luz de la normalidad civilizada en esa Patagonia extraña, pero fascinante. Una Patagonia cruzada por un viento cargado de tierra, donde apenas florece nada, y vive el guanaco y otros animales, que permiten creer a sus colonos (no sé si habitantes) que existe una actividad civilizada llamada caza. 


viernes, 17 de enero de 2025

A mí la historia del músico Azagra, hermano de Sánchez, me recuerda “Ciudadano Kane”, aquella película con la que comenzó - y acabó- la carrera de Orson Welles en Hollywood. Recordarán que en aquella historia del malhadado magnate de la prensa, ciudadano Kane, cuando obtiene el éxito y se encumbra como el mayor editor de prensa, se casa una una mujer mediocre que se empeña en que es una gran cantante de ópera. 
El ambicioso Kane decide demostrar que es así, que su mujer ha de triunfar, y para eso está él, con su poder y su dinero, además de los críticos de ópera con los que cuenta en plantilla. 
Kane (como su creador Welles) desea que lo que es suyo brille con luz propia, o ajena si es menester. Y su mujer, que desafina más que un loro acatarrado, debe triunfar. Primero quiere sobornar a los directores de orquesta, pero solo consigue juntar a determinados empresarios que montan unas exhibiciones carísimas a su mujer en varias ciudades, con el estruendoso fracaso esperado. No tarda mucho Kane-Welles en echarle la culpa a ella y desengañarse de este y otros fracasos. Al final, melancólico y desengañado, se encierra en su fastuosa casa, llena de objetos de lujo, muchos sin desembalar. 
Tenemos aquí al hermano de un hombre poderoso, (que no se llama Azagra), gracias al cual éste ha hecho un poco de ruidito en cuatro escenarios pagados y adobados por dinero público (del contribuyente, en suma); otros tantos fracasos que no han llenado ni la mitad del aforo. Los títulos de las obras de D. Azagra son peculiares, por decir algo. Visto lo cual, se ha llegado a la “salomónica” decisión de buscarle un enchufe en una diputación de las más pobres de España. Pero ha sido tan torpes los que se han prestado al chanchullo, que no ha habido más remedio que llevar el asunto a los tribunales. 
Es ahí, ante el riesgo evidente de que te embista  un morlaco llamado “justiciero”, donde de David Azagra ha sacado lo mejor de sí mismo. Es decir, su impavidez, su pasotismo, su desdén incluso por su vida (y la de su hermanísimo, personaje ya en la historia por desenterrar a un tal Franco). 

El fiscal general y el relato

La Fiscal Lastra, fiel a su deber, pregunta al Fiscal General:
« Álvaro, ¿esto lo has filtrado tú?», a lo que su superior le contestó: 
«Eso ahora no importa»; « Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato (...). Es imperativo sacarlo».
El “relato” es lo único que les importa a estos desalmados. « Su relato ». Sea desenterrar a Franco, sea imputar ilegalmente a un ciudadano, hay que dominar el relato.
¿Por qué un juez que ha llegado a la cumbre de su carrera se presta y se humilla a prevaricar cuando se lo pide su capo (quien dijo: la fiscalía,  ¿de quién depende? Pues eso). Sin embargo la fiscal Lastra mantiene su dignidad bajo la presión del fiscal general.
Otro fiscal, Julián Salto, mantiene su honor profesional, aunque también presionado por su jefe para que se apunte a la conspiración del “relato”.
¿Por qué esta obediencia ciega? El “relato”. Hay que controlar el relato. Curiosa abnegación. Toda una vida profesional al estercolero. Como si se le hubiera aparecido el mismísimo dios, su dios. El que les ha prometido pasar la historia por haber desenterrado a Franco. Como si necesitara limpiar manchas maldicientes de su familia, su hermano, su “pareja”, su comportamiento ominoso en Paiporta, manchas que nunca se borrarán en el libro divino de Debe y del Haber… 
“Sí, pero desenterré a Franco”. 
Y ese “relato”, tan nauseabundo, ¿a quién le importa? 

domingo, 12 de enero de 2025

Groenlandia. Yanquees, go home

En el mapa que he captado en wikipedia (donde pueden encontrar abundante información sobre el territorio autónomo pero protegido por Dinamarca), se ve efectivamente que Groenlandia está más cerca de EEUU que de Europa. Pero por la historia que se cuenta en la fuente citada, no parece que los americanos protestantes hayan visitado mucho el predio… por lo que dice la fuente, fue descubierto por los vikingos, y siempre dependió de los países nórdicos, que desde finales del primer milenio mandó sucesivas expediciones de colonización. Si no cuajaron esos intentos fue por la adversa climatología, que a veces arrasaba las cosechas. Fue un protectorado autónomo de Dinamarca desde 1980, que le concedió la total autonomía menos en política exterior y financiera. Ahora ha subido mucho su cotización porque el avance tecnológico ha puesto en el mercado abundantes materias de su subsuelo ignoradas hasta ahora, como las llamadas “tierras raras”.
Trump, ese tipejo infatuado, se ha puesto a soñar despierto, y en uno de sus sueños se veía invadiendo Groenlandia si no se la vendía Dinamarca a buen precio. Es una bravuconada de matón de patio de colegio, intolerable desde las formas de la diplomacia actual. A la vez es un ejemplo de que no le falta un detalle del prototipo de chulo acosador de mujeres, que casualmente lo es, como demuestra una sentencia de un jurado a la que el juez no ha querido aplicar sanción. (Desdeño citar cómo decía que había que tratar a las mujeres para que cayeran rendidas.)
Ya sabemos que es un bocazas que rara vez cumple sus amenazas, pero resulta que millones de personas esperan maravillas de este chulo. La liberación de las cadenas mentales que nos ha imprimido el Woke. 
Yo me temo nuestros cerebros ya están achicharrados por décadas de mala educación y desinformación como para que eso sea posible. Pero es lo que pasa con la historia: se van formando capas superpuestas de generaciones a las que van abrasando poco a poco con una concepción del mundo y de la vida tipo Walt Disney… cuando llegan las últimas capas a consolidarse y empiezan la propuestas de acabar con esa aberración - lo que exigiría un proceso de larga duración -, lo único que puede permear la mostrenca mentalidad media es una consigna rápida, sin estructurar ni argumentar. 
Y así se mueve el mundo, a saltos grotescos que a veces, entre salto y salto, los dioses dejan posarse eso que llaman una civilización.