"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

sábado, 15 de marzo de 2025

Okupas okupados por okupas de otra banda

En Mataró, cuentan en Vox, aquí, que un grupo “fuerte” de okupas de la ciudad - el Sindicat de l'Habitatge de Mataró -, ha decidido que los okupas in situ de un edificio no eran dignos de esa vivienda, y se ha considerado agraviado; por ende, han tomado el asunto en sus manos y han expulsado a los “invasores”, quedándose con la finca. (Bueno, no niego que pueda ser al revés, porque estoy un poco confundido.)
En todo caso: unos okupas se desalojan entre ellos y las autoridades no pueden hacer nada porque la honorable municipalidad (siempre espesa y ocupada en lo suyo, como es trincar) pues está dividida en sus lánguidos apoyos a unos okupas frente a otros. 
Por lo visto, el Sindicat de l'Habitatge de Mataró está muy bien considerado por la alcaldesa (o alcaldeso), o sea, por el grupo mayoritario del ayuntamiento. (Aquí mejor consulten el artículo referenciado, pues la verdad, sigo confuso).
Esto me recuerda a una novela de Wenceslao Fernández Flórez, “La novela número 13”, que describía el estado de desorden y anarquía (o anarquía y desorden, es lo mismo) durante la República y la guerra civil española. Libro que yo leía cuando preparaba la selectividad, el examen de entrada a la universidad - entonces un examen duro que salvé gracias a los temas que me tocaron -… 
Wenceslao contaba amenamente cosas así, y yo, que entonces vivía una sociedad estable, me partía de risa y me parecía imposible que sucedieran cosas así. No puede ser - me decía -, esto es imposible. 
Bueno pues lo era, como podemos ver ahora que están pasando aquella vieja película en cinemascope a todo color. 
Otro buen libro de Wenceslao es “Haciendo de república”, unos artículos cortos en los que insistía en lo mismo. En uno de ellos contaba como un fallecido ateo había sido enterrado en suelo santo por ser de familia muy influyente. Cuando llegó la república, sus compañeros de partido decidieron enterrarle en suelo non santo; pero para ahorrase el penoso trabajo de cavar, mover, cavar otra vez , etc., decidieron correr la vaya separadora y declarar non santa a tan noble zona. De este pelaje hubo muchas, a juzgar por las numerosas variaciones sobre el mismo tema. 
Pero lo que más me fascinó en mi juvenil imaginación fue, en La novela número trece, la historia de un pueblo gobernado por anarquistas que un día decidieron ir desnudos por obligación, pues eso de vestirse era burgués y reaccionario. El experimento fue un fracaso, porque desnudos somos más feos que vestidos: más vale sugerir que enseñar. Eso lo sabe cualquiera, salvo gente ideologizada, o deschavetada, que es lo mismo.
En resolución, esto es lo de siempre: Libertad sin Orden. Una de las primeras cosas que prefigura la anarquía es suprimir el derecho de propiedad y instaurar el derecho a la Okupación. Pero claro, hay muchos que se encuentran en la anarquía como pez en el agua… sobre todo si están en connivencia con los poderes.

viernes, 14 de marzo de 2025

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que Pablo me a descubierto una nueva veta de análisis de estos tiempos convulsos, he encontrado, a módico precio (2,99 €), un resumen de un clásico:
Despeja el horizonte de ideologías perversas y de la guerra que nos quiere vender Europa.


jueves, 13 de marzo de 2025

Robert Kaplan

ElMundo publica una entrevista con Robert Kaplan, uno de los más clarividentes (y pesimistas) observadores de la geopolítica de hoy. La entrevista se titula con un dicho del autor, 

“La democracia pervive en el tiempo cuanto menos democrática es”

Es una sentencia provocativa, pero verídica, que según el autor es lo que se comprueba al leer la historia de la humanidad. En su nuevo libro, “Tierra Baldía”, explica por qué, en su opinión, estamos en una fase histórica epigonal de la que no se espera que salga nada previsible y tranquilizador (Absténgase de leerlo el que quiere mantener un optimismo incólume ante el futuro). 
Kaplan es un autor interesante porque su instrumental analítico no es científico, sino que se basa en una amplia cultura que le sirve para encontrar analogías y puntos de apoyo tanto en la historia como en la Tragedia griega, o la Novela, que según él es capaz de reflejar una gran verdad que pasa desapercibida a los más sesudos eruditos. No por eso renuncia a ser riguroso en su desarrollo discursivo; su opinión es muy respetada en su patria, EEUU, por la que muestra una gran preocupación.
En Tierra Baldía parte de una comparación (creo que acertada) entre el mundo de hoy en descomposición y lo que fue la desafortunada “República de Weimar”, régimen político de Alemania de entreguerras impuesta a Alemania por los vencedores de la primera Guerra mundial. 

“El mundo entero es un gran Weimar en la actualidad… Al igual que en diferentes partes de la República de Weimar, nos encontramos en una fase sumamente frágil de transición tecnológica y política.”

Fue desafortunada porque fue un régimen diseñado con todo el idealismo pero ni una ración de realismo, que dio lugar a una sociedad descreída, empobrecida por las duras reparaciones de guerra impuestas por los Aliados, lo que desde el primer minuto impregnó a dicha sociedad de un rencor y a la vez una frivolidad cínica degradante: nadie creía más que en el placer inmediato, Berlín era la capital de la fiesta continua mientras su clase media yacía en la calle empobrecida tras una hiperinflación y una posterior contracción en 1929. Efectivamente, el resultado que trajo el destino de ese frenesí fue Hitler, un castigo demoníaco para toda Europa: Hitler.

Weimar fue el ejemplo perfecto de la sociedad actual, borracha de democracia - y de otras sustancias sin tasa -, que no se da cuenta de lo que dice Kaplan: el orden debe ir antes que la libertad, porque sin orden no hay libertad para nadie... De ello eran conscientes los padres de la patria americana, que fundaron una república que, a diferencia de una democracia, gobernarían las elites votadas cada 4 años por el pueblo.
Desde los padres de la patria, incluso de antes, EEUU ha fomentado la excelencia, para Jefferson la base de una sociedad libre y próspera. Este espíritu de superación individual como la base del bien social ya no es de recibo, según Kaplan, y la única manera de contener la deriva hacia el desorden y el caos sería volver a esa creencia… lo cual, piensa, es imposible. La única ventaja de EEUU es que está un poco más retrasado que los demás en la decadencia. (Tengo un amigo militar que cree por eso que EEUU será la Constantinopla de ahora, el trozo del imperio romano último en caer ante los sarracenos). 
Es verdad que los textos de Kaplan son rigurosos en su razonamiento, pero como he dicho, no son científicos; no responden a una ciencia establecida, sea la sociología, la economía o la historia. Sin embargo, te permite ver intuiciones que sientes sobre lo que estás viendo. Digamos que te pinta un cuadro grandioso que ilumina esas intuiciones.

“Las analogías pueden llevarnos por una senda peligrosa. No obstante, a menudo es la única forma de comunicar y explicar. Mientras por un lado una analogía es una distorsión imperfecta, por otro lado puede crear una nueva conciencia, otra forma de ver el mundo. Solo por medio de una analogía puedo empezar a describir la profundidad de nuestra crisis global. Tenemos que ser capaces de tener en cuenta que literalmente todo puede ocurrirnos. Esta es la utilidad de Weimar.”

 Por eso digo que se abstengan los que no quieren renunciar a su visión rosácea que, como decía el mismo Erasmus en su “Elogio de la locura” es necesaria para vivir. Pero, que quieren, Kaplan es fascinante, adictivo. Creo que las dos inclinaciones del ser humano, la curiosidad insaciable versus la locura, son irrenunciables. La curiosidad llevaba a André Gide a pedir a Dios que por favor nunca le revelara el misterio, pues no se podía vivir sin perseguirlo incesantemente. Pero es difícil sobrellevarlo sin la ayuda del olvido, o del aturdimiento de vez en cuando, o… que cada uno ponga su método personal. 
“El sentido de la vida es hallar una idea de qué es la vida”, decía E. J. Lo importante es que haya preguntas, aún sin respuestas.

Robert D. Kaplan: "La forma de democracia más exitosa es que no exista demasiada democracia"


martes, 11 de marzo de 2025

JF Martin Seco, JL Cebrián, MA Aguilar, et al…

Textos comparativos 
En un ejercicio de documentación, reúno aquí varios textos críticos sobre la nueva guerra propuesta por Ursula Van Der Leyen, (esa incapaz que lleva años manipulándonos), y que ha sido aceptada entusiásticamente por los países miembros, ya que para financiarla se les permite elevar el déficit del Estado sin tener que reducir gastos sociales, que son lo que sostiene el tinglado burocrático de Bruselas. Todos los autores piensan como yo : esta intervención en defensa de Ucrania, entrando nuestras tropas en el campo de batalla, es el camino más recto a la tercera guerra mundial. Por ello me parece que debería abrirse la opinión pública a un contraste de opiniones, debería manera que no sea la acostumbrada humillación del poder sanchista, que no ha hecho ni un gesto de preocupación por nuestros jóvenes que podrían morir allí, por el contrario, que está encantado con esta posibilidad de corrupción añadida. Este contraste de opiniones bien puede empezar por la de los “damnificados” del PSOE, que en algunos momentos fueron defensores de la socialdemocracia - que ya no existe. 
Me permito añadir algún comentario en alguno de los textos. Esta lista se irá ampliando con sucesivas aportaciones.

1) Antonio Caño (The objective marzo 10)

“La amenaza de ruptura de la tradicional alianza defensiva entre Europa y Estados Unidos plantea un reto monumental para Europa… En el caso de España, después de varios años construyendo muros de separación entre nosotros, acentuando lo que nos separa en lugar de lo que nos une y destruyendo todo signo posible de un proyecto nacional, la tarea que para el resto de Europa es gigantesca, para nosotros va a ser casi milagrosa.”


2) JF Martín Seco (Theobjective marzo 11)

“En estos momentos podemos deshacernos en insultos hacia Trump, incluso sorprendernos de sus acciones y abominar de su comportamiento, pero él y con él el giro dado por EEUU no deja de ser otro dato del problema. Por ello, los países europeos, más allá de indignarse, deberían hacer examen de conciencia y cuestionarse si no se han equivocado al alentar una guerra que estaba perdida desde el principio, puesto que la OTAN estaba decidida a no entrar de forma directa. Y desde luego ante la nueva actitud de EEUU, sería una osadía y hasta cierto punto una deshonestidad con Ucrania incitar y dar facilidades para que la guerra continúe. ¿Cuántos países europeos están dispuestos a mandar a sus jóvenes a morir al frente?
Termine como termine la guerra, no es cierto que ello abra el camino para que Rusia invada otro país europeoYa hemos dicho que Ucrania tenía una significación especial. Por muy mal concepto que tengamos de Putin, él sabe hasta dónde puede llegar, y atacar a un país miembro de la OTAN sería comenzar la tercera guerra mundial y no creo que esté interesado en ello. Es precisamente por este motivo por lo que ha querido evitar a toda costa que Ucrania entre en la OTAN.
Lo más peligroso quizás de la situación actual sea la levedad y frivolidad de los mandatarios europeos.
Los gobiernos europeos andan ahora levantando pendones y estandartes presas de la ensoñación de convertir a la Unión Europea en una potencia militar. En realidad, al final todo se ciñe a incrementar la inversión en defensa y en la necesidad de que todos los países gasten más en armas y soldados. El plan de Ursula von der Leyen se reduce a eso, a que de una forma o de otra los Estados se endeuden en 800.000 millones de euros más. Con no contabilizarlos y que no computen en el déficit se soluciona todo. Para esa idea tan brillante no se necesitaba ni Comisión ni reuniones.”

Miguel Navascués. Totalmente de acuerdo con este artículo en el que L’Europe sale desnudada: levedad y frivolidad como dice M.S. Europa es un chiste, y siempre se olvida que si se pudo hacer en 1958 fue porque, previamente, el Plan Marshall de EEUU, en 1948, dio un gran impulso económico a Europa occidental (el Pacto de Varsovia, por orden de Stalin, lo rechazó). Antes d ese Plan, Europa era no sólo una “Tierra baldía” debido a la guerra, es que ya antes de l guerra era una economía reglamentada y asfixiada, con normas que impedían abrirse a los mercados más potentes, es decir, EEUU… que, por cierto, fue el país que hizo el esfuerzo financiero de la guerra en Europa. Porque no fue, ni la anterior, una guerra mundial, fue un guerra europea cuyos países siempre han tenido agarradas bélicas sangrientas con gran empeño y fruición. Y voy a decir un cosa : la UE se montó para que no hubiera más guerras europeas, pero ahora que veo a Alemania armándose por orden de Van Der Leyen, pues vete tú a saber en unos añitos…
3) MA Aguilar. (Voz Populi, marzo 12) 

“Como nos cantan con ardor guerrero los infantes uniformados “aún queda la fiel Infantería que por saber morir sabe vencer”. Saber morir es condición necesaria, pero no suficiente para saber vencer. En todo caso, por mucho que hayan avanzado las nuevas tecnologías, llega el momento en que es imprescindible, más allá de los drones o de los misiles, poner fuerzas sobre el terreno y los soldados que integren esas fuerzas estarán arriesgando sus vidas obedeciendo a los gobiernos que los hayan enviado, los cuales nunca están preparados para recibir a los muertos en acción, ni menos aún para soportar el impacto multiplicado que añaden a esas desgracias los medios informativos y las redes sociales. España, se nos dice, participará en la misión en Ucrania si logra las garantías de seguridad que exige.”

4) Juan Luis Cebrián (Theobjective marzo 12)

“Hemos visto a un Macron, debilitado hasta el extremo, tratar de emular al general De Gaulle precipitándose a protagonizar el diálogo con la Casa Blanca y prometiendo el amparo de la disuasión nuclear a sus vecinos, condición que prioritariamente nos afecta a los españoles. A Starmer competir con él pese a su no pertenencia a la Unión después del Brexit. Y a Von der Layen convocar en última instancia a los representantes de esta y a los jefes de operaciones y de los estados mayores militares de los países miembros. Por lo demás, las declaraciones han subido de tono. Ya se ha definido políticamente que la ilegal invasión de Ucrania es una amenaza, casi una declaración de guerra, a toda Europa.
Y sin embargo la historia y la geografía nos enseñan que no puede haber paz en nuestro continente si no hay un acuerdo de nuestros países con el un día denominado oso moscovita. El olvido de esta realidad ha costado ya en la actual guerra cientos de miles de muertos y heridos y hasta ocho millones de desplazados. Respeto y comprendo la energía patriótica de Zelenski y su ejército cuando prometen y se esfuerzan por su victoria, pero esta es cada día más improbable, sobre todo después del giro decidido por la Casa Blanca.”

5) Jesús Cacho (Voz Pópuli marzo 9)

“Ayer Juan Delgado contaba aquí que “Bruselas impulsa una tasa woke en plena guerra comercial que afectará a miles de pymes”. Se llama 'Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas en Materia de Sostenibilidad' que pretende obligar a los empresarios a comprobar si sus proveedores respetan los derechos humanos y los requisitos medioambientales. La norma dice que obligará a las grandes empresas, pero por ósmosis se extenderá a las subcontratas, a cientos de miles de pymes en toda la UE que verán sus costes disparados.”

MN: Es una pequeña muestra de unos artículos sustanciosos que les invito a leer íntegros. Sus autores vienen de las viejas filas de la social democracia, cuando ésta era sobre todo democrática. Yo participé aquellos años en aquel movimiento ilusionante (ahora sofocado por el autócrata de la Moncloa), cuando el PSOE era otra cosa más fiable, al menos en su parte visible. Supongo que comparto con ellos el sentimiento de indignación que me embarga por la deriva estrepitosa del PSOE de Sánchez- y, como dice Cebrián, del provinciano PP de Aznar -.
Impidamos, con nuestra con nuestras escasas fuerzas, que esta monstruosidad que lleva muy directamente a la III WW, siga adelante. 

lunes, 10 de marzo de 2025

800 mil millones

Según el cálculo de van der Leyen, Europa necesita 800 mm de euros para poner sus defensas a la altura necesaria para defendernos de la amenaza rusa. 
Según el cuadro adjunto, España tiene ya una deuda de 137,7% del PIB. 



Además, tenemos una estimación de pago de futuras pensiones que, según la legalidad actual de derechos de cobro, como nos cuenta 
Jesús Fernández Villaverde,

“el sistema actual tiene un déficit descomunal que, además, no deja de crecer. Según los datos más recientes de 2024, el gasto en prestaciones contributivas y de clases pasivas ascendió a 226.242 millones de euros, mientras que las cotizaciones sociales y de clases pasivas fueron de 174.250 millones de euros, lo que deja un déficit de 51.992 millones de euros. Si además excluimos las cotizaciones no contributivas, el déficit asciende a 60.136 millones de euros. Habría que añadir algunos gastos inevitables, como de gestión, lo que subiría la cuenta a 66 mm…”

Por razones electorales, hay gastos presupuestarios “intocables” (no hay gobierno que aguantara el intento de recortarlos), como son las pensiones. Seguimos con JFV:

“En 2023, las administraciones públicas tuvieron un déficit del 3,5% del PIB ("gasto intocable" de 31,4% más "gasto tocable" de 14,0% menos una recaudación del 41,9%). Si en 2050 quisiéramos equilibrar las cuentas con las previsiones de gasto actuales, el "gasto tocable" debería caer al 6,5% del PIB. Es simplemente imposible mantener un Estado moderno con un 10,0% del PIB (y mucho menos con un 6,5%) de "gasto tocable". Incluso los Estados liberales del siglo XIX, que no ofrecían muchos servicios públicos que hoy se consideran esenciales, gastaban más.

Dicho en plata, para que el presupuesto no estallara, y a la vez hacer el milagro de no tocar las pensiones, habría que contraer los gatos “tocables” a una cifra ridícula, como un 6% del PIB. Si, además, hemos de añadir una nueva partida de gasto militar, llegaríamos a posiciones imposibles de concebir racionalmente, que solo podría ser bajo una tiranía que reprimiera la sublevación de la calle. Esto sin contar el empobrecimiento que supondrá el efecto colateral en la economía productiva de la inevitable subida del coste financiero, posiblemente la inflación (la financiación demagógica). Ah, por no hablar de la necesidad de contraer la deuda autonómica (333 mm) para redirigirla a gastos militares. (Todo lo contrario del último movimiento del gobierno de cancelar deudas de CCAA a beneficio de Cataluña.)
En resumen: la idea de que Europa será capaz de añadir 800 mm €, más las siguientes partidas (habrá que mantener y alimentar ese ejército, y su correspondiente armamento); sin que la economía productiva se contraiga y, por ende, suba la inflación, y no  se restrinjan los gastos “intocables” por razones electorales, es una sueño inalcanzable dada la deuda que ya tenemos comprometida y la que se avecina. Lo mismo vale para Francia y demás fundadores de la UE, que lo que sí ha logrado de cierto es aislarnos más que nunca de nuestros aliados. 
Aparte de otras no banales observaciones, como que no  hay una nación europea que haga arder el calor patriótico del fuego extinto en el corazón vacío de los europeos, quien más quien menos no muy felices al ver contraerse la pensión, ver contraerse los viajecitos anuales, ver contraerse el trabajo de sus hijos y sus nietos… 
Yo no veo más que ceguedad y confusión de unos dirigentes que nos han traído hasta aquí y deberían dimitir. Deberían reflexionar más y detenerse en la aberración que nos proponen, mientras el mundo se aleja de nosotros a toda velocidad. Estos son cuentos de la lechera pero, además, muy siniestros, en los que el único horizonte es la guerra. ATPC los objetivos de progresar, innovar, crear empleos para los europeos, integrarse en nuestro mundo, al que parecemos renunciar por la alucinación. Iremos al tercer mundo directos y, además, sin ejército, salvo el necesario para montar unas dictaduras que gobiernen lo ingobernable. 

sábado, 8 de marzo de 2025

La clave del éxito de la AI

Por lo que leo aquí, la condición necesaria, sine qua non, para tener IA, es la disponibilidad de energía abundante. La IA es, además de la llave del futuro, una gran glotona consumidora de energía. Por eso ya hay países que sin saberlo se están apeando del futuro. 
Por ejemplo, Alemania, por su nefasta política medioambiental de cerrar centrales nucleares y aumentar su dependencia del exterior al 60% de su consumo. Ha querido implantar la industria solar/eólica, que tienen una gran limitación: no es almacenable, y cuando el sol no sale o el viento no sopla, es carísimo mantener la oferta a un nivel mínimo de uso cotidiano. La alternativa es el apagón. (por razones similares, España es otro candidato a no disponer de IA, es decir, a la pobreza.)
No es ninguna broma: ser pobre es una tragedia, pues te conviertes en un país mendicante de ayuda de otros países, y no está garantizado, como es visible ahora, que estés gestionando por un gobierno dictatorial, encantado de tenerte en la pobreza para repartir las migajas de las donaciones (lo que él no se embolsa) y que le hagas reverencias - y compitas con los demás a ver quien hace mejor de poner el culo en pompa. 
En cambio, como Francia ha guardado sus centrales nucleares - aunque tendrá que hacer fuertes inversiones para reactualizarlas -, se pierde permitir con cierto optimismo su futuro en AI. 
Sí, pero, ¿de donde va a salir el dinero en un país endeudado y con un déficit del 5% del PIB, que quiere además más gasto militar para mandar soldaditos a Ucrania? A y está la puerilidad de nuestros políticos europeos, como Macron, a quien le encantan hacer trucos de magia pero le salen fatal, porque es un chapuzas que no tiene en cuanta la realidad. 
Otro país que lo tiene jodido respecto a la AI es Gran Bretaña; parece mentira que el país que tiene  petróleo en el mar del norte, y tenía centrales nucleares, ha malgastado todo en nombre de un ecologismo que pronto va a perecer, por que la AI es imparable, no se puede renunciar a ella, y su necesidad de energía creciente hará saltar por los aires el discurso de Greta Thunberg - aparte de coger con el pie cambiando a todos los políticos de hoy en día -.
Y sí, vamos camino de ser pobres, sin tardanza. Ya somos innecesarios, irrelevantes, de ahí nuestra gesticulación histriónica con lo de la guerra de Ucrania, que ¡nosotros! Vamos a parar ahora mismo (vean el vídeo en el que Sánchez se pone nervioso cuando le preguntan si va a mandar soldados españoles a Ucrania. De milagro no le da una hostia a periodista al que le temblaba la voz formulando su pregunta, al final de la rueda de prensa).

viernes, 7 de marzo de 2025

Guerra

Resulta que en un pis pas hemos pasado de ser pacifistas-verdes y ahora, deprisa y corriendo, nos quieren meter en una guerra con Rusia. Por cierto, para ayudar a Ucrania, que nunca ha sido más que una provincia de Rusia. Incluso algunos hablan ya de ir a Ucrania a combatir. Europa se ha pegado el lujazo de quitar barreras a los presupuestos para que quepan los nuevos y pimpantes ejércitos. Insensatos…
No tenemos dinero, estamos endeudados hasta las cejas, y tenemos un pasivo de futuro en pensiones y salud agonístico, impagable. Si esas pensiones futuras de nuestros hijos se rumoreaba que no se iban a pagar, ahora quieren mandarlos a la guerra para que se forjen en la batalla y en la muerte, y dejen de ser jóvenes inmaduros a base de hostias.
Vamos a ver: 
no existe un ejército si no hay una nación. La nación europea no existe. No basta salir de la nada un ardor guerreo europeo. 
Eso es una limitación fundamental, porque las economías de escala aconsejan que cada país se especialice en un tipo de arma; pero entonces eso llevaría a que los soldados de cada unidad jerárquica no serían del mismo país. ¿Vamos a tener que aprender a marchas forzadas ese inglés que tanto nos cuesta para medio-entendernos con nuestros compañeros de pelotón?
Esto por señalar dos de los impedimentos de los muchos que surgirán por el pequeño detalle de que Europa no es una entidad nacional, y nunca lo será. 
Veo más efectivo y urgente que España refuerce su capacidad militar, con especial énfasis para cubrir algunos riesgos que han crecido por el flanco sur; y que cada país haga lo mismo. Sería mucho más efectivo que intentar montar un ejército europeo de la nada:
el reclutamiento va a ser difícil, porque será difícil enardecer los corazones de nuestros jóvenes.
Todo esto empieza por la amenaza de Trump de no aportar más en la defensa de Europa, porque sabe muy bien que no somos capaces de construir una patria llama Europa. Pues fingir que existe o que no se nota, es una mentira muy peligrosa.
Sin EEUU no somos nada, menos que un islote desierto en medio de la nada. Necesitamos de nuevo converger con ellos y acordar un periodo razonable para reforzar nuestras defensas en el marco de la OTAN. Es una estructura que ya está ahí, que ha servido para defendernos, pero que ahora EEUU desprecia porque los europeos hemos aportado poco. Pies negociemos mayor aportación y seguir siendo aliados. A lo mejor no es tarde.

jueves, 6 de marzo de 2025

Yeltsin, atónito

En su primera visita a EEUU (1989), Boris Yeltsin, presidente de Rusia (predecesor de Putin), quería que le llevaran a un supermercado americano, a ver si era verdad lo que le habían contado. Sus huéspedes no entendían su interés, pero cedieron y le llevaron a uno que estaba cerca. Su asombro al ver la cantidad y variedad en oferta es patente en la foto. Luego dijo que se le derrumbó el comunista que llevaba dentro. Yeltsin fue el único mandatario liberal, que creía en la libertad. Pero fracasó, simplemente porque a la población no le entusiasmaba la idea. 

Esta guerra hay que pararla ya

Está guerra se está convirtiendo en un matadero de jóvenes cada vez más jóvenes. Occidente ha pedido a Zelensky que baje la edad mínima de reclutamiento a 18 años. Lean lo que dice Julius Strauss, testigo de muchas guerras, además de ésta:

El mayor problema para el ejército ucraniano es la falta de personal, pero las soluciones son complicadas. Mientras algunos en Occidente han instado a Kiev a reducir la edad de reclutamiento de 25 a 18 años, los ucranianos están divididos al respecto. La mayoría piensa que la edad debería reducirse un poco, quizá un año o dos, pero hay una reticencia general a reducirla a 18. "Tengo un sobrino de 19 años", me dijo una mujer ucraniana. "Es un niño. No sobreviviría en el frente". En lo que hay más acuerdo es en que demasiados hombres en edad de combatir están eludiendo el reclutamiento. Se esconden en casa o sobornan a médicos o funcionarios para que los eximan. Endurecer las reglas parece algo obvio, y la mayoría lo apoya, en principio. Pero cuando se trata de amigos y familiares, hay mucho menos entusiasmo. Le pregunté a un joven de unos veinte años si tenía miedo de que lo llamaran a filas. "Aterrado", dijo.

Debido a la escasez de reclutas, a los soldados que están en la reclusión no se les permite regresar a sus hogares. Un soldado-médico, "Volvo", habló en nombre de muchos. Está enojado porque, después de tres años de guerra, no está recibiendo ningún permiso significativo, a pesar de que tiene tres hijos. Estos hombres están cansados, desmoralizados y algunos tienen problemas psicológicos. Pero también son algunos de los soldados más experimentados y efectivos del mundo en este momento. ¿Cómo puede Kiev rotarlos y mantener las líneas? No hay una respuesta fácil.

lunes, 3 de marzo de 2025

Más sobre la verdad del conflicto Rusia-Ucrania

Copio y pego unos enlaces con unas conferencias y entrevistas de Jeffrey Sachs, sobre la verdadera razón del conflicto Rusia-Ucrania-Europa.



Estas declaraciones aclaran un tanto la razón por la que hemos llegado a este conflicto indeseable que ahora, curiosamente, Europa quiere abrazar como cosa suya, cuando EEUU, con la llegada de Trump, ha suspendido su línea geopolítica de dominar el mundo, embarcándonos como sin querer a nosotros. Trump ha denunciado esa línea anterior de geopolítica que seguía EEUU y está buscando una paz que, ante todo, tranquilice a Rusia sobre la estabilidad de sus fronteras. 
Debemos apoyar esa paz porque Europa ha empezado a creerse una especie gran potencia (sin ejército ni nación) y habla como tal, cuando en realidad es un mero castillo de naipes a punto de derrumbarse. ¿Y qué hacen los europeos (o sus líderes que, presuntamente, nos representan) en el peor momento? Llamar a la guerra como niños imbéciles y mal criados. Claro que esto, como dice Jeffrey Sachs en una de las entrevistas, es cosa de le élite, que en el caso del Europa está muy alejada de “su pueblo”, por denominarlo de alguna manera. 
Ucrania no es un cordero indefenso atacado alevosamente por Putin. Lo que ha hecho Putin es el único paso que le quedaba para frenar el cercamiento que EEUU y Europa le han estado haciendo, metiendo a los países limítrofes con Rusia (su cinturón de seguridad) en la OTAN, cuando ambas partes habían acordado, en el año 1991, que si Rusia aceptaba la reunificación de Alemania, los occidentales no aumentarían ni un centímetro el perímetro de la OTAN. Este pacto se traicionó reiteradamente por EEUU, a pesar de las reiteradas protestas de Putin mientras metían en la OTAN a Estonia, Lituania, Bulgaria, Letonia, Rumanía, Polonia, Hungría, etc., todos antiguos países bajo la influencia de la antigua URSS, poniendo en riesgo el cinturón de seguridad de Rusia. El último eslabón iba a ser Ucrania, que nunca ha sido más que una provincia de la Rusia zarista y de la URSS, a la que USA, con la complicidad de la UE, querían colocar el la OTAN. Ello, en la práctica, se traduciría en que pudieran instalarse misiles de corto alcance a poca distancia de Moscú.
No es que Putin sea un angelito y EEUU el demonio. Lo que pasa es que Putin tiene argumentos sólidos para justificar lo que ha hecho, y Trump le da la razón, por eso creo que Trump es el único capaz de alcanzar un alto el fuego y, ojalá, la paz, que una Europa vieja y caduca que de repente quiere jugar a los soldaditos. 
Es curioso que hasta 2008, Europa era reticente a seguir los pasos de EEUU, y desde entonces cambió su línea y se alió con USA en su guerra particular de gran potencia menguante. Una vez iniciada la invasión de Ucrania, hubo otro momento crucial que rememora Sachs, cuando en 2022 Turquía organizó un intento de alto el fuego y de paz que Putin aceptó, pero Zelensky, con el apoyo de EEUU y UE, rechazó. ¿Por qué? ¿A qué jugaban EEUU y, sobre todo, La UE? Resulta que llevamos casi 20 años jugando con fuego y no se nos había comunicado; porque la versión que ha circulado en la prensa nacional, y la extranjera que yo sigo, es la de Zelensky-Caperucita versus Putin-el-lobo, al que han llegado a comparar con Hitler. No es que Trump sea mi héroe; hay muchas cosas que me disgustan de él, pero si estábamos jugando a la ruleta rusa, no lo sabíamos.
A donde nos han llevado. A ver cómo nos sacan de esta peligrosísima situación. De momento, como dice Nina Schick

“The war in Ukraine—now entering its third year—is the biggest issue. Trump has made it clear he intends to end it, one way or another. If that means cutting a deal with Russia, so be it. Let’s get it done.”

Europa se reinventa dando piruetas

Europa ha mostrado signos de enorme desconcierto ante el choque entre Trump y Zelensky, lo que ha interpretado erróneamente como su oportunidad para salir al escenario y demostrar que, pese a no contarse con ella en el reparto de la Tragedia, ella es muy capaz de ser la protagonista. 
Aquí les dejo con una selección de párrafos de un analista (https://open.substack.com/pub/yaschamounk )que conoce bien a Europa  - y sus meteduras de pata -, en los últimos años, en todos los foros. Europa no ha comprendido todavía cómo Trump gana en EEUU y que éste ya no es el aliado más fiable…

En el otoño de 2016, fui miembro junior de la Academia Transatlántica del German Marshall Fund, un puesto que da una idea del ambiente general que prevalece en las respetables, aunque un tanto formales y poco imaginativas, instituciones que se dedican a garantizar el buen funcionamiento de la alianza occidental. Unas semanas antes de que Donald Trump se enfrentara a Hillary Clinton, hicimos un viaje por carretera para reunirnos con los principales responsables de las políticas en Berlín.
En cada reunión, nuestro sherpa, Stephen Szabo (un hombre con un comportamiento típico del Middle West tan plácido que es fácil pasar por alto lo incisivas que suelen ser sus preguntas) presionaba suavemente a nuestros interlocutores sobre sus planes para una posible administración Trump. Y en cada reunión, las respuestas de los Verdes y los Demócratas Cristianos, de los Liberales y los Socialdemócratas eran casi idénticas: Trump no puede ganar, 
pero ¿y si lo hace? 
La política exterior estadounidense seguramente no cambiará tanto, pero ¿y si lo hace? 
Las cosas volverán a la normalidad después de Trump. 
Pero ¿y si no lo hacen? Silencio. Encogimiento de hombros. Y luego, en pocas o muchas palabras, el estribillo implícito: Tienen que hacerlo. Porque cualquier otra cosa sería impensable.
Esto marcó el tono de lo que Europa hizo (o más bien, no hizo) durante los siguientes ocho años. Aunque los líderes del continente estaban profundamente desconcertados por la victoria de Trump, trataron su presidencia como una pesadilla única de la que todos despertaríamos eventualmente, con las leyes del mundo que nos rodea mágicamente restablecidas a la “normalidad”. Aceptaron consejos sobre cómo estrecharle la mano a Trump durante las cumbres. Intentaron apaciguarlo con modestos aumentos de sus presupuestos militares o espectáculos suntuosos durante las visitas de Estado. Esperaron el momento oportuno y esperaron a que los estadounidenses entraran en razón eligiendo a alguien como Joe Biden. Y luego, por supuesto, eso fue exactamente lo que hicieron los estadounidenses, aparentemente demostrando que la inacción europea (en realidad nacida de una total falta de imaginación) fue un golpe de genio táctico.
La misma negación de las realidades inminentes ha dado forma a la respuesta europea desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022. En todas las conferencias de seguridad, los expertos y los estrategas militares se preocuparon por el grado en que el apoyo a Ucrania se estaba convirtiendo en un juego político en Washington. ¿Leyó usted acerca de los congresistas republicanos que votaron en contra del último paquete de ayuda?, diría un experto. ¿Ha visto la última publicación de Truth Social sobre Zelensky que Trump envió desde su exilio en Mar-A-Lago?, susurraría otro estratega militar.
Pero la creciente preocupación nunca se tradujo en acciones reales. Si bien Europa ha hecho una contribución significativa a la defensa de Ucrania en los últimos años, los líderes políticos del continente nunca desarrollaron un plan sobre cómo podrían contener a Rusia si una nueva administración en Washington realmente los dejara a su suerte. De hecho, algunos de los mismos políticos que ahora parecen genuinamente conmocionados por la traición de Trump han traicionado a Ucrania por razones políticas. Por ejemplo, ante una ardua lucha por la reelección como Canciller de Alemania, Olaf Scholz promocionó repetidamente su renuencia a hacer más por Ucrania como una muestra de su criterio superior, insinuando que la posición más agresiva adoptada por su principal rival, Friedrich Merz, correría el riesgo de incitar a una Tercera Guerra  Mundial.
Un término que les gusta especialmente a los políticos  europeos es el “efecto Bruselas”.
Según esta idea, repetida hasta el cansancio en discursos y conversaciones privadas durante la conferencia, la verdadera superpotencia de Europa es su capacidad para liderar el mundo en materia de regulación (no es broma). Si la Unión Europea adopta un nuevo conjunto de reglas, las empresas lejanas de Asia o América del Norte que quieran mantener el acceso a uno de los mercados más grandes del mundo tendrán que acatar los deseos de los burócratas de Bruselas. Incluso cuando se trata de tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, insistieron los otros miembros de mi panel, Europa sigue siendo una fuerza con la que el mundo tendrá que contar.
Un problema de esta visión es que demuestra una pobreza de ambición escandalosa. Pensar que el papel que le corresponde al continente que inventó la imprenta y la máquina de vapor, el automóvil y la World Wide Web es convertirse en el regulador en jefe del mundo es (como ya he escrito antes) una reminiscencia del sueño de un niño de crecer para ser vigilante de un pasillo. El otro problema de esta visión es que es un ejercicio de ilusiones. Si bien esta ambición puede ser desalentadoramente modesta, el estado actual del continente la hace completamente irreal.
Tomemos el caso de la IA. Cuando pregunté a los miembros de la audiencia de la conferencia si tenían ChatGPT instalado en sus teléfonos, casi todos levantaron la mano. Cuando pregunté quién tenía DeepSeek, aproximadamente una cuarta parte de la audiencia levantó la mano. Cuando pregunté sobre MistralAI, la tecnología más avanzada de Europa en este ámbito, solo vi una mano. (El ex vicepresidente de la Comisión Europea me señaló con orgullo que no había notado que una segunda persona también había levantado la mano).
Durante la Guerra Fría, los países europeos que estaban sujetos a la esfera de influencia de la Unión Soviética terminaron siendo dictaduras comunistas, todos y cada uno de ellos. Los países europeos que formaban parte de la esfera de influencia de Estados Unidos terminaron convirtiéndose en democracias, todos y cada uno (prácticamente). Tarde o temprano, los estados clientes suelen llegar a parecerse a sus patrocinadores.
La última opción es que Europa haga lo que sea necesario para volver a ser un actor histórico por derecho propio, pero eso exigiría mucha más imaginación y un esfuerzo mucho mayor de lo que casi todo el mundo en Europa parece dispuesto a reconocer. Los europeos tendrían que invertir mucho más dinero en reforzar sus fuerzas militares para poder proporcionar seguridad a su propio continente de manera creíble, por supuesto, pero también tendrían que reconocer que su capacidad para valerse por sí mismos es totalmente incompatible con su resignación implícita a ser el continente de los museos, los monumentos y la mediocridad.
La necesidad más urgente que tiene Europa ahora es invertir en su propia defensa. Después de dos terribles guerras mundiales, países como Italia y Suecia, comprensiblemente, prefirieron gastar dinero en escuelas y planes de pensiones en lugar de en soldados y aviones de combate. Y como Estados Unidos emergió de la primera mitad del siglo XX con vastos recursos y un compromiso permanente con la alianza occidental, pudo externalizar gran parte de su seguridad al Tío Sam.
La era en la que los europeos podían externalizar con fiabilidad su seguridad a Estados Unidos ya ha terminado.

Como me decía un amigo, Europa se ha quedado en un mero parque temático, muy suspicaz cuando se le señala un fallo, y orgulloso de su sistema ordenancista que asfixia la creatividad y la innovación. Entonces parece poco creíble que, de repente, deprisa y corriendo, vaya a tomar las únicas decisiones que la salvarían de la insignificancia galopante que nos acecha. 
Es más, las locuras que están haciendo los últimos días - un verdadero absurdo que es un boomerang que nos va a estallar en la cara -, solo pueden interpretarse como meter palos en las ruedas de un proceso de paz que tenía escasas posibilidades, pero realmente el único que había, porque Putin (que tiene la sartén por el mango) solo confía en Trump. 
Putin tiene la última palabra decisiva porque en cualquiera momento puede dejar las conversaciones sin grandes daños a su economía, que ha florecido durante la guerra. Además, tiene una corte de consejeros no unánime sobre una paz: algunos querrían proseguir la guerra y ampliarla hacia el sur…
Me da la sospecha que Zelensky ya había acordado, previamente a su numerito, montar el pollo para que Europa tuviera una excusa y montar el espectáculo que estamos viendo, y que no lleva a ninguna parte salvo a una posible III WW. Por favor, UE, deja de soñar despierta y haz un acto de dignidad final, no propongas cosas para las que no estamos preparados, aparte de arruinados (lo que sabe todo el mundo). Deja de jugar a la guerra como un niño con una granada en la mano. Piensa seriamente un plan de rearme puramente defensivo, a nuestro alcance, y déjate ya de alharacas. Nos estás metiendo en un avispero que puede acabar con todos nosotros. 
Como dice  Pero el llamado de Sir Keir Starmer a que Europa haga el “trabajo pesado” para salvaguardar la futura independencia de Ucrania servirá de poco a menos que él y otros líderes europeos puedan persuadir a la administración Trump para que apoye su iniciativa. Como dice Con Coughlin , The Telegraph,

“Está muy bien que Starmer llame a una “coalición de los dispuestos” para proteger a Ucrania, que podría implicar el despliegue de tropas y aviones de combate británicos, pero esas promesas servirán de poco mientras los líderes europeos no aborden la cuestión fundamental de sus fuerzas militares, que carecen de recursos y fondos suficientes.”

domingo, 2 de marzo de 2025

España como final

¿Qué es España? Un país, una nación, un estado? No. España es una cueva de malhechores 👇👇👇. Eso sí, desmembrada.

Arcadi Espada

Artículo de Arcadi Espada. Imprescindible

(Ejercitar) Pasé parte de la semana reuniendo informaciones y comentarios de militares españoles sobre la defensa y la guerra. Uno de ellos acababa nuestra conversación con la famosa frase de Jean Monnet, en su Mémoires (Fayard, 1976): «Siempre he pensado que Europa se haría en las crisis y que sería la suma de las soluciones que se dieran a estas crisis». En efecto, Europa no ha sido nunca el resultado de un solo acto. El militar añadía: «O esta crisis se resuelve con un gran acto de creación o se llevará por delante a la Europa que conocemos y amamos». Y es de este final del que voy a partir.
Cuando acabó la Guerra Fría, Europa tomó una decisión racional: reducir su inversión en Defensa. Había caído el Muro y había acabado la Historia, según la vulgata que se hacía de Fukuyama. El nacionalismo, que causó las dos guerras mundiales del siglo XX, y el autoritarismo eran amenazas del pasado. La democracia liberal había vencido. Los ejércitos europeos siguieron siendo ejércitos, pero en miniatura. Lo dijo bien Josep Borrell: ejércitos bonsái. Desde principios de este siglo los recursos de la defensa europea han estado por debajo del 2% del PIB. Al fin de las amenazas seculares se unía la justificación de que los americanos acudirían siempre al rescate. Los europeos trataron de pagar la deuda acompañando a Estados Unidos en su transitorio afán de democratización del mundo. Acompañándolos, pero sin apenas muertos. Nadie como España llevó la desinversión en defensa hasta el extremo. En 2019: 0,9%. En 2020: 1%. En 2021: 1%. Hoy está en el 1,3%. Los militares suelen tener en la cabeza a Napoleón. Sus tres necesidades imprescindibles para la guerra fueron: «Dinero, dinero y un poco más de dinero». Pero uno de esos militares, Teodoro López, jefe del Estado Mayor de la Defensa, matizaba hace unos meses que el dinero debe gastarse en el clásico Si vis pacem: «Aunque mantener una disuasión efectiva sin duda es caro, en términos económicos el conflicto armado lo es mucho más. Pero si encima se pierde, es absolutamente inadmisible» (La Verdad, 14 de marzo de 2024). Europa observó perpleja, con ejércitos subfinanciados y una cultura de defensa casi inexistente, la Ucrania invadida. De repente se veía a sí misma como la vio el citado Borrell: «Una herbívora en un mundo de carnívoros». La perplejidad ante la guerra fue la sorpresa de no tener con qué hacer la guerra.
Los ucranianos, sin embargo, no tuvieron otro remedio que hacerla. Muchos militares españoles han estado y están en contacto con sus compañeros ucranianos. Allí. Pero también aquí: instruyéndose en las unidades y curándose en los hospitales. Las cifras que revelan son desoladoras. La población, la primera: ha pasado de 40 a 30 millones en apenas tres años. Ocho millones de ucranianos han huido al extranjero. Otro millón está combatiendo. Y el último que queda son heridos, prisioneros o forman parte de la población de los territorios ocupados. Es verdad que Rusia no ha ganado la guerra y el avance de sus tropas es mínimo. Pero Ucrania encara un grave problema de reclutamiento. Trump, ese canalla de reality, tenía razón el viernes ante Zelenski cuando le espetaba que ya no tenía soldados. El gap entre sus necesidades y lo que puede reclutar es aproximadamente del 30%. Esta falta de efectivos se ha compensado en parte con la tecnología. Solo en lo que va de año Ucrania ha usado más de 40 mil drones en el campo de batalla. A pesar de ello, hay una palabra que se repite en Kiev y en todos los que llegan de Kiev. Es colapso. La ayuda norteamericana no va a continuar. Y la ayuda europea es insuficiente para proseguir la guerra. Tiene razón el canalla show: solo de Estados Unidos depende cuánta derrota se añada a la paz. Europa no tiene armas. Ni tampoco tiene hombres capaces de morir por Europa. Desde 2022 todos los que han muerto por Europa son ucranianos: ahí acaban todas las declamaciones.
La cándida pereza europea no solo afecta a la inversión. Hay un problema profundo de mentalidad que aflora allá donde se excave. El Pacto Verde europeo, por ejemplo. Establecía regulaciones que excluían o limitaban la financiación a sectores que no se consideraban sostenibles o éticos. Entre ellos la industria de defensa. El resultado fue que bancos e inversores europeos abandonaron el sector o restringieron su financiación. Pero además de dinero hace falta investigación. Bastará este titular de hace 20 años del diario El País: «Once universidades renuncian a desarrollar investigación militar». Es muy instructivo leer los estatutos de la Universidad Autónoma de Madrid o de la de Barcelona. Esta frase, por ejemplo, del capítulo de contratación de la universidad madrileña: «Quedan excluidos aquellos contratos y cursos que sean de naturaleza bélica y cuyos resultados deban ser secreto militar». Y esta de los Principios de actuación de su homóloga barcelonesa: «La Universidad fomenta la cultura de la paz, el progreso social y la igualdad, y renuncia a la investigación directamente orientada a finalidades militares».
117.000 militares forman las Fuerzas Armadas españolas. De ellos, 75.000 pertenecen al ejército de tierra. No llenan ni donde Mbappé. La profesionalización de las Fuerzas Armadas –un resultado, por cierto, del Pacto del Majestic– coincidió con la austeridad a que obligó la adopción del euro. Lo que condujo a nuevas reducciones de unidades y personal, a la limitación del mantenimiento y a las dificultades de adquisición de nuevos materiales. El reclutamiento no funcionaba por las míseras condiciones económicas que se ofrecían en aquel tiempo de bonanza. Pero antes de mejorarlas se optó por una solución que lo dice todo, absolutamente: la reducción a 70 del coeficiente intelectual mínimo de los nuevos alistados. En las Fuerzas Armadas modernas queda poco lugar para estos coeficientes. Los medios son tecnológicamente complejos, incluso en primera línea de fuego. El reclutamiento mejoró a partir de 2006 con la Ley de Tropa y de Marinería y la crisis acabó haciendo el resto. Pero otra vez están surgiendo dificultades para completar la plantilla de las unidades que más sufren en combate. Y esto ocurre en tiempos de paz –relativa. Ahora cabe imaginar lo que sucedería ante una guerra, por limitada que fuera, en una comunidad de hijos únicos y perros ya con hermanitos. No es posible sostener un Ejército con la natalidad bajo mínimos. Otra vez Napoleón, ahora contemplando la inmensa línea de cadáveres franceses en Eylau: «Une nuit de Paris réparera tout cela».
La palabra ejército procede del latín exercitus, que significa «ejercitar mucho». La vida del Ejército no es la guerra, sino la preparación permanente para la guerra. En los últimos años se ha trasladado sin matices la legislación de la conciliación laboral a las Fuerzas Armadas. Un padre o una madre con hijos menores de 12 años está en su derecho de no acudir a maniobras. Se concilia. No se ejercita. Un inmenso despropósito. Valdrá el ejemplo imaginario de los bomberos, un servicio 24/7. El conductor concilia de 8 a 10, el responsable del grupo de presión de agua, de 13 a 14. Por lo que el turno de 8 a 15 solo está disponible para actuar de 10 a 13 y el resto de las horas no puede acudir al incendio. No solo un despropósito. Un fraude a la comunidad. Luego está la disciplina. España ha alineado su legislación militar disciplinaria con la de Europa. Para decirlo con suavidad: una legislación adecuada a la Europa postheroica en la que la cobardía es incluso un valor.
De modo que este es el escenario. Un protectorado abandonado por su protector. ¿Ejército europeo? Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, cifra en cinco años la formación de ese Ejército. Un brindis al sol, que en cualquier caso no ilumina la siniestra zona de sombra en Ucrania. Hay ejército cuando hay Estado. Sin Estado, solo hay mercenarios. Mis militares creen que la única salida realista es fortalecer el pilar europeo de la OTAN. Por ejemplo, Europa ha de tener sus propios Awacs, los aviones de detección temprana de amenazas, o sus propios Himars, el sistema de lanzamiento de cohetes de artillería que, aun con las limitaciones impuestas por Estados Unidos, usa Ucrania. Esto exige mucho gasto. Adquirir las capacidades del que las tiene, que son inevitablemente los americanos, ahora sometidos al canalla Survival, e invertir en I+D para desarrollarlas autónomamente en el futuro. Pero hay una condición: Europa debe unir sus industrias de defensa. Y eso lo pondrá difícil el nacionalismo. Los nacionalismos.
Los europeos quisieron expulsar a la guerra de la realidad. En estos casos se echa mano de una frase –mejorada– de Ortega, de La rebelión de las masas: «Toda realidad ignorada prepara siempre su venganza». Va bien aquí Ortega. Unas líneas después escribía: «Europa será la ultranación». A diferencia de tanto imbécil de nuestra época, sabía manejar el prefijo.
(Ganado el 1 de marzo, a las 12:21, enterado de que Donald Trump va a hacer del inglés la lengua oficial de Estados Unidos, porque este rústico provinciano ignora que el inglés es la lengua oficial del mundo).


En ElMundo, hoy, una entrevista clave con Isabel Díaz Ayuso.
Isabel Díaz Ayuso: "Primero la amnistía y ahora la deuda catalana. Nos tratan como idiotas"@elmundoes
https://www.elmundo.es/espana/2025/03/01/67c33ffce9cf4ae1758b4570.html
Qué dice? Que hay un plan deliberado para acabar con España, forjado a tres bandas con Sánchez, catalanes y vascos. Los datos lo confirman. La condonación de la deuda catalana es demoledora. No es una condonación es una transferencia de esa deuda al resto de España.

sábado, 1 de marzo de 2025

En realidad Europa solo habla de unidad, pero no la practica

Europa no hace nada unida, aunque lo pregone, y en materia de defensa nada que no decidan los países vehiculados a través de la OTAN. 

Pasé los primeros años de mi carrera trabajando en política europea, y lo que vemos en este momento parece un déjà vu. Ya fuera la crisis de la eurozona, la anexión de Crimea o la crisis migratoria, el patrón nunca cambió: Europa habla de unidad, hasta que llega el momento de la decisión. Luego, cada nación mira por sí misma. 
Teníamos una frase para esto: proponer y fingir. Y todavía se aplica. Cada crisis se enfrenta con soluciones a medias, que se postergan hasta que la siguiente emergencia obliga a repetir lo mismo.

Nina Schick, ex-ayudante del Secretario General de la OTAN.

Y ahora que Trump está tensando todas las cuerdas que se encuentra por el camino, ¿quién ha ido a balbucear a La Casa Blanca como ovejitas?
Pues ha ido Macron por Francia, Stamer por Gran Bretaña, y se han postulado como parnerts de EEUU individualmente. 
Alemania ya está cayendo en un vacío energético (cerrando nucleares, postrándose ante el gas de Putin), y vacío industrial (menosprecio de la innovación tecnológica) creado por ella misma. Así que es difícil que se postule a EEUU para algo. No tiene nada que ofrecer, aparte de ser un bulto sospechoso por sus obligaciones con Putin. 
Claro que Francia ni GB tienen algo que ofrecer. 
A la vez, la UE quiere figurar en la foto finish del posible (aunque cada vez menos probable) Tratado de Paz Rusia-Ucrania. Trump se lo ha cargado y tiene difícil retomar el hilo… lo que aprovecha Europa para levantar la voz y dar palmaditas en la espalda al proscrito de La Casa Blanca: el inefable Zelensky. 
En realidad hemos sido una mierda suspendida en el aire y el cordel que nos sostenía se ha roto. ¿A qué seguir?

Desolación

De repente, en pocos días, mi sueño de una paz en Ucrania ha saltado por los aires. Ayer asistimos a un espectáculo nuevo, aunque hay que reconocer que muy acorde con la extraña época que vivimos, de niños caprichosos armados hasta los dientes con arsenal nuclear, riñendo en público ante el mundo en la sede de la gran democracia americana, de la que ayer, me temo, se oficializó la caída definitiva. 
No me cabe duda que la culpa de la ruptura entre Zelensky y Trump la tiene este último. Ya le conocíamos. Yo le había concedido un margen de esperanza porque, ahora mismo, es el único que podía lograr la paz en Ucrania. Pero, de repente, quiso basar su pobre argumentación en echar la culpa de la guerra a Zelensky, llamándole dictador y poniéndolo a los pies de los caballos de Putin - que debe estar frotándose las manos. Es como si Trump le dijera a Putin, “mira, te entrego al mierdecilla éste atados de pies y manos, y tú y yo vamos a acordar una paz en la que, por cierto, me quedo con la riqueza del subsuelo que tienen estos pringaos sin explotar. 
No se puede denostar e insultar más y mejor a una persona que, lo quieras o no, tendrá que figurar y firmar los papeles del Tratado. Puede que Zelensky sea un mequetrefe que nos ha engañado a todos (yo creo que tiene zonas turbias); pero si estás a cinco minutos de liquidarle sin mancharte, dejándole que represente su último papel de la muerte del cisne, se lo merezca o no… por lo tanto, no lo menosprecies; a mí no me extraña que ayer se enfureciera. De Trump ya sabíamos que no era un un demócrata, como dice acertadamente Gabriel Tortella. Ahora, que fuera un bocazas que pisotea sus escasas probabilidades de hacer historia y lograr una paz en una guerra que podría llevar a la “Tercera”, pues que quieren que les diga: es desolador, pero me lo tengo merecido, pies ya conocíamos de sobra el percal de estos críos maleducados que rigen el mundo.   
Por cierto, en Europa también. No creo que Europa vaya a alzarse con ese trofeo que menosprecia el bocazas de Trump, entre otras cosas porque ni estamos unidos, ni tenemos potencia, y además Putin lo lo permitiría, pies somos sospechosos de raíz por haber intentado meter en la OTAN todo país del cinturón de seguridad de Rusia. Y en eso tiene toda la razón Putin, por muy dictador que sea. 
Ahora sientes un escalofrío en retrospectiva al recordar el plan de Trump de hacer un resort de lujo en Gaza… es que, cuando los oyes, te das cuenta donde hemos caído todos. 

De mi amigo Marcus Nunes:

Trump turned what was supposed to be a “photo op” preceding the private negotiating between the parties, which would be followed by a press conference and Q&A, into a TV show!

“Deal” (on taking possession of Ukraine´s rare earth minerals) was the most frequent word uttered by the President. And at the end he was happy to shout at Zelensky a version of his most famous meme; “You´re fired”! For being ungratedul and disrespectful in this “cherished Oval Office”.

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But this was not supposed to be a TV show. It’s real geopolitical diplomacy centered on a real war on the European continent with real implications for the stability of the Atlantic Alliance and the U.S.-led world order around the globe. 

There will be consequences, and they will almost certainly be negative for U.S. security and that of its allies.

The US economy will feel the pinch, and it won´t be painless.

If you have the stomach, watch the whole “episode”. If not, move to the last 10 minutes.

(De mi amigo Marcus Nunes:


Trump convirtió lo que se suponía que sería una simple foto previa a la negociación privada entre las partes, luego seguida por una conferencia de prensa y una sesión de preguntas y respuestas, en un ¡espectáculo televisivo!

La palabra más repetida por el presidente fue “acuerdo” (sobre la toma de posesión de los minerales raros de Ucrania). Y al final, fue feliz gritándole a Zelensky una versión de su meme más famoso: estas despedido por ser ingrato e irrespetuoso en este venerado Despacho Oval!

Pero esto no se suponía que fuera un programa de televisión. Es diplomacia geopolítica real, centrada en una guerra real en el continente europeo, con implicaciones reales para la estabilidad de la Alianza Atlántica y el orden mundial liderado por EE. UU.

Habrá¡ consecuencias, y casi con toda seguridad serán negativas para la seguridad de EE. UU. y la de sus aliados.

La economía estadounidense se resentirá, y no será indoloro.

Si tienes estómago, mira todo el episodio. Si no, ve directamente a los últimos 10 minutos.)

miércoles, 26 de febrero de 2025

El perdón de deuda de las CCAA

El anunciado perdón de deuda del Estado central a las comunidades es, por supuesto, un mero baile contable. No es distinto de lo que pasaba hasta ahora: una CCAA se endeudaba para financiar sus inversiones (con poca o ninguna coordinación con el gobierno; somos así de desmañados), y contabilizaba esa deuda como pasivo suyo. Periódicamente, el gobierno central le compraba esa deuda a la CCAA, ella la daba de baja del pasivo, y el gobierno la asentaba como activo. Como he dicho muchas veces, eso en sí ya es perverso, pues esos asientos de deuda no tienen valor de mercado. Si el gobierno quisiera vender ese activo para recuperar liquidez, descubriría (como bien sabe) que obtendría cero euros. Por lo tanto, salvo unos pocos casos especiales, el que financia al final a todos es el gobierno central, con cargo a impuestos y/o nueva deuda pública.
Y es lo que sucede e en esta caso. Al perdonar una cantidad de deuda a las CCAA, está haciendo lo mismo de siempre: pasarle al débil contribuyente la deuda contraída por una CCAA.
Con la diferencia que ahora reparte arbitrariamente la deuda perdonada a cada CCAA, con intención política aviesa. 
Antes, al menos, había neutralidad política, sin segundas intenciones: había un cierto pacto en la ley de financiación de las CCAA (2014), que obligaba a las CCAA a una especie de OK del gobierno sobre cuanto se podía endeudar. Ahora eso se ha roto, quiere beneficiar a Cataluña para que le vote sus trapisondas ERC, cuando ésta ya se ha gastado libérrimamente un porrón de deuda que el gobierno le va a quitar de encima. 
Es un acto nefasto, que augura que con este pendejo España está cada vez más rota sin que nadie se entere. Obviamente, Cataluña va a seguir gastando lo que le dé la gana y pasando periódicamente la factura a Madrid, mientras sigue apropiándose de servicios públicos centrales, lo que irremediablemente llevará a que cada vez paguemos más impuestos en favor de Cataluña. En otras palabras, Cataluña se esta apropiando de instalaciones y servicios centrales pero que seguimos pagando todos los demás.
Para consagrar este estado de cosas para siempre, se establecerá que Cataluña goce del sistema de cupo del que se beneficia el País Vasco. Claro, sería un desastre ya. Porque la economía vasca, creo, no llega al 6% del PIB español, pero Cataluña es un 20%. El palo económico que a va ser esto para el resto de España va romper España, a menos que se establezca una dictadura que queme la Constitución y su artículo que dice : “Todos los españoles son iguales ante la ley”. En todo caso, el conflicto entre autonomías entre sí y españoles con españoles va a ir in crescendo, que es lo que nos gusta a los españoles; eso sí, dejándolo pasar hasta que el conflicto llegue a su máximo enconamiento. Nos gusta ir a por todas. 

martes, 25 de febrero de 2025

La traición de España a España

Éste no es un país para viejos. Ni tampoco para gentes normales, trabajadoras, con familia y una hipoteca a 30 años. La sima en la que hemos caído hace normal que la mayoría de los jóvenes sean mileuristas, y se vean impelidos con fuerza a salirse de las líneas de la normalidad - normalidad cada vez menos normal. Todo tiene solución, que es adaptarse y aguantarse. Por ejemplo, compartir un piso con coleguis, con o sin la pareja, para poder tener un techo que nunca será tuyo. Tener hijos es una heroicidad.
La normalidad se terminó hace muchos años, cuando la globalización, bendecida por los popes de la política y economía, permitió a China, manipulando su tipo de cambio y sus salarios, disponer de una ventaja competitiva insalvable. China conquistó todos los mercados de bienes, hizo un agujero en las balanzas de pagos de, por ejemplo, EEUU, que no ha vuelto a estar equilibrada desde… vean imagen de la caída del déficit americano:



Además, gracias a sus excedentes comerciales logrados por una política mercantilista, China acumuló un gran patrimonio internacional frente al resto del mundo, un desequilibrio financiero creciente que fue el detonante de la crisis financiera de 2008. 
Los gobiernos de los países occidentales tendrían que haber amenazado a China con levantarle aranceles proteccionistas, como medida disuasoria, si no dejaba de hacer una competencia desleal. Se le permitió seguir con sus grandes excedentes de activos con los que compraba por el mundo, en la país fallidos, enclaves de gran interés geo estratégico. Es claro que los intereses de China son a largo plazo, posicionándose arteramente para pasar a ser la primera gran potencia. Todavía le falta, pero cada vez menos. De momento EEUU es el que le hace frente. Trump ha revuelto el escenario pisando fuerte. De momento a conseguido parar la guerra de Israel. Esperemos que lo haga con la de Ucrania, pese a que Europa está empeñada en ponerle bastones en las ruedas para no caer en la Nada. 
Y este simple esquema de intenciones se está Jugando nuestro próximo futuro, y lo que veo es que los analistas más conspicuos están empeñados en defender una causa que es una entelequia, como expliqué ayer. Hoy por hoy, el que tiene poder y capacidad para lograr la paz es Trump. Si no lo logra, tendrá que responder por ello, pero de momento es el único con recursos, con acceso a Putin, y que ha frenado las ambiciones de Zelensky, que sigue empeñado en meter a Ucrania en la OTAN, que sería  el primer disparo de la IIIª Guerra Mundial. 
Mientras, nuestro inefable líder se aprovecha del escenario convulsionado para ganar posiciones internas. Se hace pasar por el “único socialdemócrata que queda en Europa, un tipo que con su fiel Zapatero cubre a la dictadura de Maduro, el matón del subcontinente. Un tipo que concede una quita de deuda arbitraria a las CCAA, a favor de Cataluña sí, pero también a las demás, lo que va a llevar inevitablemente al enfrentamiento entre ellas. Ha sido lo bastante ladino para enmerdar el campo de juego repartiendo quitas de deuda que agraviarán a todos contra todos, no todos contra Cataluña. Imaginen, con los personajillos políticos que mandan en la comunidades, mirándose de reojo unos a otros por un supuesto agravio comparativo. Ah, claro, que esa quita de deuda no la regalan los reyes magos, sino, sorpresa, va a cargo de tus castigados bolsillos. Como dice Javier Portillo en Voz populi,

También mete un caballo de Troya en Génova, 13. No solo porque las comunidades gobernadas por el PP —la mayoría— tienen criterios e intereses distintos sobre el perdón de la deuda, sino porque con el mero hecho de obligarles a posicionarse con un mensaje pactado —e impostado— de "reestructuración" para no hacer suya la condonación que propone el Ejecutivo, Sánchez ya les ha ganado el dichoso relato. Por último, abona a María Jesús Montero, la titular de Hacienda recién elegida jefa del PSOE andaluz, el campo para disputarle a Juanma Moreno (PP) la bandera de los servicios públicos con la que hacer campaña. Y a Salvador Illa, presidente catalán, le abre el grifo de las políticas públicas para regar, con más recursos, su gestión al frente de la Generalitat.

Lean también, por favor, los comentarios de Daniel Lacalle en El debate,

El economista jefe de Tressis señala que todos sabemos que Cataluña es una de las regiones que más deuda ha aumentado, a pesar de que tiene unos impuestos altísimos y recibe enormes transferencias del Estado. «Quitar esa deuda a Cataluña y pasarla al resto de comunidades significa que, cuando esas comunidades tengan que alcanzar su máximo de gasto y déficit van a tener que reducir gastos para asumir el aumento de los intereses por esa deuda. Aquí no se está condonando nada. Esa deuda sigue asimilada dentro de las cuentas nacionales, que consolidan todas las cuentas de las administraciones del Estado».

Esto va a ser la muerte de España como entidad política reconocida. A nuestra endeblez tradicional, este tipo nos va a meter un chute de endeudamiento aniquilador. Yo veo claro que está encantado de hacer daño a España, cuanto más mejor. En eso y otras cosas, es digno discípulo de Azaña, Prieto, Largo Caballero, y todos esos alucinados que casi se llevan por delante a la Nación. Tras cuarenta años de dictadura y una Transición, nuestros enemigos mortales no son extranjeros, sino los mismos traidores que hace 90 años.