"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

viernes, 18 de agosto de 2017

El atentado de Barcelona no es sólo de Daesh

No hay mucho que decir del atentado de ayer en Barcelona que nos se haya dicho ya. Una y otra vez nos matan, una y otra vez dedicamos las mismas mentiras bienintencionadas, pero perversas: que no tiene nada que ver con el verdadero Islam. Pues sí tiene que ver, y tiene que ver que las mezquitas de Occidente sean una red de ocultación y comunicación de consignas terroristas. Ha sido DAESH. ¿Y no es DAESH un subproducto del Islam? el Islam NO QUIERE que la sociedad civil rija en sus países. No concibe una sociedad sin estar regida por la Sharia, el Corán, incompatible de raíz con cómo concebimos nosotros la vida ¿Una sociedad así puede ser pacífica y tolerante? A las pruebas me remito. Observen como se juzga y condena en Irán, en Arabia Saudí, nuestro aliado y amigo por la cúpula, por las dinastías. 
Para ellos matar, torturar, lapidar, por sentencia de un juez, es una normalidad merecida según la falta. Cuanto el estado hace eso, ¿como se puede evitar que lo hagan con los infieles, enemigos declarados de Corán de los musulmanes? Es verdad que hay países más tolerantes que otros con los infieles. Es verdad. Pero no es más que un estado de Transición que tarde o temprano enseña sus verdaderos designios. 
Acabar con DAESH, desgraciadamente, no acabará con el terrorismo que se irradia desde muchos países aliados de DAESH, con los que comerciamos y dejamos que se instalen en nuestros países y compren inversiones que les sirven de una eficaz propaganda. Qatar, Fly Emirates, grandes clubs de fútbol, ¿les suena? Pues es una soberbia cobertura a lo que hay detrás. 
Eso quiere decir que ya nos han corrompido. Y seguirán  corrompiéndonos mientras seamos tan débiles. 
Afortunadamente el petróleo tiene los años contados como motor y riqueza de esoso países. Pero todavía tienen cuerda para rato. 

jueves, 17 de agosto de 2017

El Barça ante el 5-1

Ya sabía yo que lo de Neymar era un golpe mortal pese a los 220 millones de euros. El Barça está a rastras de los acontecimientos, y ese Bertomeu con cara de presidente de comunidad de vecinos no sabe por dónde se anda. Sí, tienen 220 millones, pero no saben qué hacer con ellos. 
Chingurri Valverde, pobre, lo siento por él, pero no va a durar tres partidos. Su cara de ayer era un poema. Un poema al desconcierto. Ha llegado en el peor momento. 
 Messi tampoco parece muy animoso. El Barça juega sólo a revolotear por el Área y que le piten penalti. Messi, con esas barbazas, parece que está escribiendo la tercera parte de "Das Kapital" que Marx no fue capaz de terminar. Mucha carga metafísica sobre este Barça, justo cuando deberían sonar las trompetas de la victoria de la independencia. ¿Pero qué jugadores se sienten motivados por eso? Neymar no desde luego, que se ha olido la tostada y ha puesto mucha tierra de por medio. No será el primero. Al Barça le pesa una carga metafisica, histórica, que le han endilgado los políticos, cuando deberían haberle dejado de lado de la política, entre algodones. 

miércoles, 16 de agosto de 2017

El Gobierno ante el 1-o

Esta mañana leíamos la deprimente declaración de Rafael Hernando, líder del grupo parlamentario del PP, en el sentido que el gobierno descartaba el artículo de la Constitución 155 para aplicar a Cataluña. Hoy mismo hemos sabido que el portavoz del gobierno, Iñigo Fdez de Vigo, ha dicho todo lo contrario: que ningún recurso está descartado. Por en medio, unas declaraciones de Pablo Casado tan melifluas como las de Hernando. Es decir, una sensación de desorden y ninguneo (a los ciudadanos) escandalosa. 
El Gobierno debería tener en cuenta que gobierna para todos, incluidos los catalanes no secesionistas. 
No creo que la exposición una estrategia clara, aunque modificable, pudiera ser dañina. Al revés, saber a qué atenernos sería tranquilizador para algunos y no creo que pillara por sorpresa a los secesionistas. Lo que les debe sorprender es, por el contrario, la melifluidad  - o improvisación - del gobierno. 
Pero la impresión que da es que Cataluña es cada vez menos territorio español. Es una sensación que se deduce de la platitud exhibida por la máxima autoridad, que ya debería haber dejado claro que hay un punto de no retorno en que se tomarán medidas perfectamente legales sin paños calientes. No creo que hiciera daño a nadie. 

En Suiza

En ABC, vemos esto como advertencia en la piscina de un hotel suizo 



domingo, 13 de agosto de 2017

Vintage

En Dragolandia, de Sánchez Dragó, esta maliciosa, sin par, graciosa, imagen de una película italiana llamada "Malizia" que no he podido resisistirme a colgar. Lo interesante es el modelo vintage de la bicicleta, claro. 




sábado, 12 de agosto de 2017

Diferencias de renta

En este artículo del FT, un gráfico que muestra cómo las diferencias de renta han aumentado en los paises ricos, pero han disminuido entre países ricos y pobres. 



¿Que decir ante esto de las posturas de los partidos populistas, como Podemos, o el Front National  de Marine Le Pen, o Trump, de que hay que tomar meditas proteccionistas? Esas medidas tendrían un efecto opuesto al gráfico. Por lo tanto irían contra los más pobres. Como todos los Populismos.


Sobre el infierno y la Iglesia

Rubén Díaz Caviedes  

viernes, 11 de agosto de 2017

Déficit exterior, determinantes. Ahorro, inversión, financiación

Como nos explica Charles Wyplosz aquí, los déficits exteriores (y sus correspondientes superávits de otros países) no están más que muy débilmente causados por la competitividad. Sus verdaderas causas son que unos países ahorran más que otros (o hay países que gastan más que otros), por mucho que se ajuste la competitividad. 

España puede hacer grandes esfuerzos en aumentar su competitividad, que si Alemania y los demás países deciden no gastar - ahorrar - en productos españolesy de otros países, nunca se corregirá el desequilibrio que hay entre ambos lados. 

El problema es financiero, de sostenibilidad financiera. Como dice Wyplosz, Australia está en déficit exterior de un 4% de PIB desde 1975, y apenas ha sido arañada por la crisis. Mientras Australia sea capaz de crear rentabilidad de sus inversiones por encima del coste de intereses que le supone la financiación externa de ese déficit, su deuda exterior no crecerá, porque todos los años devolverá lo que ha tomado prestado para explotar sus grandes recursos mineros. En suma, Australia es un país competitivo con déficit permanente, porque financieramente es viable. 

En la contabilidad de una unidad económica, y por lo tanto de un país, hay cuatro cuentas fundamentales que están interrelacionadas:

1) - La cuenta de operaciones corrientes, o de ingresos y pagos generados por operaciones de compras y ventas en el periodo. De esta cuenta se deduce el ahorro de la economista nómina, restando la renta total del gasto en consumo. Ahorro = Ingresos - Consumo. 

2) - La cuenta de operaciones de capital o inversión, es decir, las operaciones con proyección a largo plazo de inmovilizado con rentabilidades posteriores al periodo. Esta cuenta empieza con el ahorro deducido de la primera. El ahorro es la primera fuente de financiación de la Inversión. El saldo de esta cuenta es el exceso de ahorro disponible para pagar las deudas y sus intereses. Puede ser negativo, por lo que habrá que recurrir a la financiación de otros países para cubrirlo. 

3) - La cuenta financiera, en la que se casan los créditos y débitos generados porque las operaciones en las dos otras cuentas no se liquidan en el periodo. La cuenta financiera se genera porque una parte de la inversión se financia a crédito. Esta cuenta tiene un gran poder desestabilizador, si el crédito acumulado es excesivo y pone en riesgo el esto de la economía. A partir de un nivel de deuda contraída, la economía en su conjunto puede verse en graves dificultades para generar recursos o suficientes para que el servicio de dicha deuda "no se coma" la inversión, el ahorro - y por ello el consumo - y la renta.  

4) - La cuenta de entradas y salidas de liquidez. Los asientos de esta cuenta llevan signo contrario de manera que la suma algebraica de todas ellas sea cero. 

Si un país compra determinado producto al contado, esto sólo se refleja en las cuentas 1) y/o 2), como importación, y en la de liquidez (como pérdida), que es la que cierra las tres primeras cuentas descritas. Pero si ese mismo producto - por ejemplo, una tuneladora para hacer un túnel - se paga por crédito bancario, por leasing, o cualquier forma que no sea al contado, dará origen a diversos asientos que se reflejarán en las tres cuentas descritas. 

La tuneladora será registrada como importación en la cuenta corriente. A su vez, aparecerá en la cuenta de capital como un bien de inversión, que dará lugar a un débito financiero y a una serie de pagos aplazados al acreedor o prestamista. Como es lógico, una exportación similar dará lugar a asientos contables de signos opuestos. 

La suma agregada en cada uno de las cuentas dará un saldo con un signo, la suma de los cuales es por definición cero. Así, la importación, que se registrará com signo negativo en la cuenta corriente, aparecerá con signo positivo en la cuenta de capital. En la cuenta financiera aparecerá como un débito, al que habrá que hacer frente con las devoluciones periódicas al acreedor, que aparecerían en el saldo de liquidez como negativo o salida de ingresos. 

Esto quiere decir que el saldo de cuenta corriente, y de capital, que es el saldo exterior de la economía real, es uno más de las operaciones exteriores y es siempre más dependiente de las demás operaciones que de la competitividad. Porque las operaciones financieras son autónomas, y se mueven no en función de la cuenta corriente y de capital, sino que esta viene frecuentemente decidida por las cuentas financieras. 

Es más decisivo para el saldo de cuenta corriente las decisiones de consumo, ahorro, e inversión, y las decisiones financieras, que pueden ser exógenas al país. 

Si un país decide ahorrar más de lo que invierte sistemáticamente, como hace Alemania, tendrá un superávit permanente. Ahorrar significa consumir menos de lo que se ingresa. Si luego se decide que ese ahí raro sea siempre superior a la inversión, se crea una capacidad de financiación al exterior, que por lógica contable dará lugar a una necesidad de financiación en el resto del mundo. 

La competitividad incide en estas decisiones en el sentido de que cuanto mayor sea, más fácil será ingresar y ahorrar. Pero la diferencia entre consumir más o menos no se ve influida por la competitividad. 

Este superávit recaerá en manos de los bancos y otras entidades financieras, que lo prestarán por ejemplo a Australia, cliente que hemos visto es muy sólido y fiable. O lo prestará por ejemplo a Grecia, que ha sido un país sistemáticamente deficitario por exceso de consumo, por lo que no ha sido capaz de generar renta suficiente para devolver los préstamos recibidos, lo que le ha hecho acumular una deuda insostenible con las consecuencias traumáticas que conocemos. 

Todo esto quiere decir que la suma agregada de los saldos mundiales de cuenta corriente es cero, y que si hay grandes déficit y superávit es por decisiones autónomas que a veces puede controlar un pais, y otras no. Grecia no puede influir en el superávit alemán - no puede convencer a los alemanes que consuman más en turismo griego -, y los alemanes no pueden convencer a los griegos que no compren tantos Mercedes. Sólo hay una variable que podría suavizar y modificar estas decisiones, y equilibrar las cuentas, que es una devaluación del Dracma y una revaluación del Marco alemán, pero ya no existen desde que está el euro. 

Ergo, en un sistema monetariamente cerrado, como el euro, no hay variable de coordinación de decisiones exógenas, como lo es el tipo de cambio. Los desequilibrios financieros sólo se pueden reajustar mediante decisiones internas sobre el ahorro y el consumo, con resultados a veces muy traumáticos, porque la población no es consciente de la necesidad. Además, no hay garantías que los paises acreedores actúen en sentido contrario. Es más, cuando se lanzó el euro, se estuvo pensando en dejar de calcular las balanzas de pagos, pues se pensó - erróneamente - que al ser una zona monetaria única ya no habría problemas: los desequilibrios serían como los internos de un país, cuando resultó ser todo lo contrario. El euro no cumplía con las condiciones de un Área monetaria óptima, entre otras razones porque la movilidad de trabajadores es más limitada que la que existe dentro de un país. El éxodo masivo de trabajadores a las zonas superávitarias reequilibrarían las cuentas por varios canales: se reduciría el consumo del país, los emigrantes enviarían remesas a sus familias en una moneda revaluada (ingresos exteriores), que serían invertidas en capitales productivos. 

Con todo, no hay que olvidar que la movilidad que hubo en los años sesenta de trabajadores españoles a Alemania no fue incompatible con ajustes importantes de la peseta - matizados por los efectos descritos de las remesas de emigrantes, que fortalecen el tipo de cambio. Hoy no se ha dado ninguna de las dos vías de ajuste. 

¿Y qué pasa con las inversiones exteriores, otro canal de ajuste importantísimo? Pues que ahora funciona al revés: las empresas españolas han preferido invertir en el exterior, lo que ha hecho de algunas grandes multinacionales, pero lo que necesitaba España era lo contrario: entradas de ahorro, no salidas. Este es otro capítulo, que necesitaría un artículo para él solo. 

En suma, yo no llego a las mismas conclusiones que Wyplosz. Sigo considerando el tipo de cambio un canal de ajuste decisivo, y ciertamente la Zona Euro no es ni mucho menos un Área monetaria óptima, lo que le impide funcionar con la suavidad de un país en el que la gente se mueve libremente - y mueve sus ahorros libremente - a dónde hay más trabajo. Lo que quiero decir es que las barreras del idioma y culturales son muy importantes, y no se tuvieron en cuenta en la frivolidad general con la que se estableció el euro. No creo que los problemas del euro se hayan acabado. 

Y no es que la flexibilidad del tipo de cambio actúe sólo sobre la competitividad. Actúa mucho más decisivamente por la vía de inversión y financiera, al abaratar o encarecer los bienes de capital del país deficitario.

Por lo tanto, cuando tenemos persistentes superávits de unos países y deficits de otros, tarde o temprano la situación es insostenible. Lo es porque se acumulan deudas, que a partir de un nivel se hacen difícil de pagar. Cuando el pago de la deuda exige una suma superior al ahorro, y hay que detraer vía impuestos renta de los consumidores, del nivel de vida se resentirá, y llegará un momento que sea insoportable la restricción al consumo exigida. 

Veamos un ejemplo: Venezuela: pese a tener el Gobierno el dominio sobre el tipo de cambio, el constante desgaste de éste no ha logrado restablecer la normalidad productiva, y el consumo ha tenido que bajar a prácticamente cero para contener las vías de agua. Pese a ser el consumo cero, el ahorro es cero o negativo, pues los ingresos se han secado. Sólo la donación exterior puede paliar el caos.  Este proceso puede llevar a un descontento tal de la población que de origen a una intervención militar, aunque esto no garantice el restablecimiento de la normalidad. 


jueves, 10 de agosto de 2017

El mayor riesgo financiero de este verano

Me gustaría añadir al excelente articulo del Nicolás Del Moral Garnier un comentario sobre un factor que añade un riesgo sistémico importante a los temas que él desarrolla tan convincentemente. 
El mayor riesgo financiero de este agosto - mes especialmente proclive a crisis financieras, como fue la última, iniciada en agosto de 2007 - es geoestratégico: el continuo desentendimiento entre Trump y el presidente de Corea del Norte, Pyongyang, a quien ha amenazado con desencadenar "Fire and Fury" como jamás el mundo ha conocido. 
Esperemos que no lleguen las cosas a esos extremos, porque la guerra podría extenderse más allá de la localización de ese pequeño pero peligroso país. Lo primero que haria Pyongyang sería desatar un mar de fuego sobre Corea del Sur, como nos cuenta Ambrose Evans-Prichard
Pero aún no llegando al extremo trumpiano - que es como un niño aprendiendo todos los días cómo funciona el mundo: cuando le explicó el presidente de la otra Corea las complicaciones de su plan de cow boy, dijo: "ah, pues va resultar que no es tan sencillo... - los mercados adormecidos, que llevan unos meses con la volatilidad más baja en 150 años, podrían despertar y temblar. 
¿Se puede considerar bueno que la volatilidad sea tan baja, no es un signo de estabilidad? Depende, como nos explica brillantemente Nicolás Del Moral Garnier: la volatilidad baja puede ser anuncio de inestabilidades no esperadas; al fin y al cabo la volatilidad refleja el espíritu con el que el inversor contempla el panorama, y sencillamente puede estar equivocado o no tener en cuenta factores como el que comentamos aquí. Las bolsas siempre corrigen con excesos, arriba o abajo. La verdad es que las bolsas ahora están sobrevaloradas se miren cómo se miren, en el PER tercero más alto de la historia, y ante un evento inesperado, corregirían a la baja - o se despeñarían - y podrían mandar todo al traste. 
A ello hemos de añadir otro factor nada baladí. Como nos explica Gabriel Wildau, China está inmersa en una burbuja inmobiliaria importante, lo cual añade riesgo sistémico a a todo el entramado financiero mundial. 
Resumamos: Trump amenaza a Pyongyang con dejar su país calcinado, lo que no haría más que disparar el riesgo de que Corea del Sur fuera arrasada por los misiles del "loco de la colina", aliado de China que se vería implicada en una guerra diplomática, o algo más, con EEUU, sin ninguna gana en náuseas delicada situación financiera, que no se quedaría estable en todo caso. ¿Que haría Japón? Aún sin llegar a eso, mucho antes, los mercados se irían al garete. 
¿Que tal el panorama? Pues este riesgo no es eludible con derivados ni cosas así. En este caso - esperemos que no llegue - todo, acciones, derivados, bonos se van a la alcantarilla, como sucedió en la anterior crisis. 

miércoles, 9 de agosto de 2017

¡Acabad con el turismo ya!

Esa parece ser la consigna de este batiburrillo de izquierdas del que nos hemos dotado, gracias a nuestra estulticia mortífera y a una ley electoral que permite llegar a las instituciones a sus más íntimos enemigos. Porque lo de que hay un turismo que no deja un duro y ensucia las calles, además de no pagar impuestos, es una excusa para arremeter por una de las fallas de la fortaleza de la sociedad, que asiste pasivamente a la guerra sucia contra el turista, sea quien sea. 
No veo ninguna razón para controlar los alquileres particulares al turismo, salvo el fiscal, pero eso exactamente igual que captar las rentas de alquiler de cualquier otro tipo. ¿Que molestan y montan follón? Función policial, nada más. Gracias a ese tipo de turismo visite Venecia a un coste razonable, porque los hoteles de "primera línea del "Gran Canale" eran inaccesibles. 
Soy el primero que cree que hay que cambiar el peso excesivo que tiene el turismo en nuestra economía, pero el peso, la proporción, no acabar con él. Se ha exagerado mucho el poco valor añadido que aporta el turismo, lo que genera unos puestos de trabajo de bajo salario. Bueno, eso depende, hay turismo de gran nivel que genera altas rentas, aparte de ser un turismo asociado a hacer negocios como se hacen ahora. Eso aparte del intercambio cultural que conlleva, no sólo para el que viene, sino para el que lo recibe. 
No se puede acabar con el turismo por las bravas, sin que hayan surgido el sector o sectores que le van a reemplazar. ¿Que hay poca industria? No es culpa del turismo. Son los incentivos y desincentivos los que orientan la inversión, y no veo oposición alguna entre el turismo y otros negocios. 
Miremos a Francia, uno de los paises más turísticos del mundo, a la vez que cuenta con una gran industria con multinacionales prestigiosas. Francia sabe muy bien que con el turismo se da a conocer, mantiene su aureola de bello país, limpio y bien gestionado. 
Lo que pasa es que esto es un aspecto más de la ola anti-todo (anti sociedad abierta) de la izquierda de alpargata, que no lleva alpargata, pero que presume de llevarla. Como la mayoría se visten en Zara, esa casa del demonio de Amancio Ortega, del que se sirven para vilipendiarlo por capitalista corrupto, cuando seguramente ha generado más economías externas con sus negocios para los españoles que ningún otro empresario. Porque hay economías externas, aunque estos zopencos sólo ven lo que quieren ver. 
Y es que el turismo forma parte de un entramado de alianza con otros sectores, y todas las marcas prestigiosas se alían para hacer de España un destino atractivo. 

El buen bandolero. Entre la sociedad abierta y la sociedad perfecta

Estoy leyendo una novela policiaca de serie negra. En este tipo de literatura, no hay crímenes de alta sociedad, asesinatos más o menos elegantes; hay gánsters. Unos son malos y otros menos malos. Hay policías corruptos y policías más corruptos aún. 
Los gánsters se rigen por normas que ellos mismos han elaborado, a espaldas de la sociedad e instituciones que tienen alrededor. Son inmorales con esa sociedad, aunque procuran no rozarse con ella si lo pueden evitar: no la quieren derribar. Pero, para conseguir sus fines, corrompen jueces, policías, y políticos. Prefieren ser sus parásitos, no sus enemigos ¿Les suena? 
Estas novelas son una buena escuela de realidad. 
Me ha traído la memoria la frase del gran economista Marcur Olson (Poder y prosperidad): El buen gobernante es el bandolero que deja de saquear la aldea, porque se da cuenta que le es más rentable ofrecerse como guardián de la ley. Así, la productividad económica aumenta, el "botín", sin sangre ni amenazas, se hace más grande, y es simplemente la comisión que recibe para que nadie más saquee la aldea. 
La economía prospera gracias a la Paz, que el buen bandolero se encarga de mantener. 
Esto es una versión más del Contrato Social, en su faceta más importante, que yo llamaría del ramal Hobbesiano: la violencia es inevitable, el poder también lo es, y hay que tener instituciones para contenerlo. Esas instituciones son complejas y delicadas, y dependen de unas creencias sobre ellas de la mayoría de la gente que, cuando se desgastan, empiezan a decaer. 
Los gánsters siempre existirán, y los politicos corruptos también. Siempre habrá quienes intentarán aprovechar las rendijas del sistema para colocarse en mejor posición que la mayoría. Es más, que en España sea la política la principal fuente de corrupción indica bien a las claras que es el Poder la principal fuente del mal. Por un aparte, el poder es simplemente inevitable. No hay sociedad en el vacío, siempre habrá alguien que quiera hacerse con él. La sociedad perfecta, anarquizante, no existe. Es inútil propagar una lucha contra el poder per se. Lo único que se puede hacer es luchar para que no sea unipersonal, que sea democrático, y que responda a la Ley. Limitar el absolutismo del poder es más realista que acabar con él. Poner la sociedad patas arriba y empezar de cero es una utopía que genera mucho más dolor y poder más arbitrario que cualquier otro tipo de contrato social. 
He oído por la radio que una encuesta entre jóvenes da que las chicas en su mayoría quieren ser maestras o profesoras, y los chicos futbolistas. Aparte de que da una idea de lo diferentes que somos ambos sexos, también resalta el idealismo, pues lo único que ninguno  quiere ser es político. Sin embargo, algunos, muchos, lo serán, aunque solo sea por un proceso de ascenso a través de otras profesiones, que les llevará al servicio público y a la política, sin necesidad de ser de un partido. 
Es decir, deduzco que la idea del político en los jóvenes es de un gánster, y no van mal encaminados. Hay algo en común entre la ambición de poder, por muy noble que esa, y la ambición de estar en la cúspide de una organización mafiosa, desde la cual adjudicar la "justicia" tal como lo entienden las reglas particulares  de esa asociación. La violencia que suele imperar en tales medios no es de recibo en la política más o menos transparente de una sociedad abierta, pero las conexiones que hay entre ambos mundos emborronan a veces los límites. 
Las acciones ilegales que tanto criticamos de esas asociaciones criminales no son más que la manifestación de lo que seríamos capaces de hacer cada uno de nosotros en circunstancias parecidas. Por ejemplo, no pagar impuestos. ¿A quien no le tienta evadir impuestos a la vez que ese ufana del dinero que doña para causas nobles? Estos son impulsos que muestran nuestra doblez, a la vez que nuestro afán de que se nos rinda reconocimiento social. Estos impulsos están ahí, y hay que manejarlos con sagacidad para que el resultado social sea positivo. Esto es lo que no entienden los izquierdistas radicales, que la naturaleza humana no se cambia porque derribes la sociedad para empezar desde cero. No hay más que ver cómo se comporta el poder en los países que dicen ser amigos suyos para comprender que la simplificación radical es un apoyo para el poder tiránico y un impedimento muy fuerte para derribarlo. Me refiero, claro, a Podemos y Venezuela. 
Es mejor una sociedad que coordine - siempre imperfectamente - los impulsos individuales dentro del límite de la ley, que la sociedad regida por una regla moralista radical y simple, que al final nadie cumple. La sociedad abierta siempre será imperfecta, mientras que la sociedad perfecta siempre será intolerable. Desgraciadamente, en la izquierda española hay demasiados impulsos perfeccionistas o utópicos que impiden alcanzar una sociedad abierta. Sólo en el PP y en C's veo una visión pragmática y tolerante - realista - de la sociedad.
El "buen bandolero" de Olson lo entiende: mejor que los individuos y las instituciones se coordinen legal y libremente. En cuanto lo entiende, se hace protector de un prototipo de sociedad abierta. 
Pero no nos engañemos. Los grupos de interés siempre existirán, y harán presión por sus intereses particulares, que no son los de la colectividad. Olson decía que en la medida que esos intereses se repartían entre el grupo de interés, y el coste entre toda la sociedad, al final se salían con la suya. 
Un maestro que tuve hace años decía que la democracia no es más que el reparto del poder entre los grupos de interés más fuertes, lo que es una visión un tanto cínica de las cosas. Pero lo que sí es verdad es que los grupos de interés pueden entre todos bloquear las reformas que darían lugar a una sociedad más abierta. 


domingo, 6 de agosto de 2017

"¿Quien dice que Trump no sabe qué es el honor?

Un artículo sugerente de Gillian Tett, más allá de la anécdota de Trump. Trump es el presidente de EEUU, y a mí no me tranquiliza nada. No sé exactamente por qué, no me he parado a teorizar en ello, y además, a veces, me encuentro con defensores suyos que me quieren desmentir. 
Leyendo a Gillian Tett entiendo mejor mi desconfianza. 
EEUU es un país gobernado usualmente por un sentido de la Ley, de la burocracia que la defiende (Washington), al revés que los paises como el nuestro, de la Cuenca de Mediterráneo, que, como establecieron unos antropólogos hace décadas, pesa mucho más el sentido del honor y la vergüenza individuales. La familia es la unidad básica sobra la que se erige lo bueno o malo que se haga, grande o pequeño. Como España es un país que no ha erigido su raquítico capitalismo sobre estos valores (ni otros que se sepa), mejor pensemos en Italia y la "Famiglia" sobrevla que sí se ha edificado en EEUU, por ejemplo, grandes emporios, buenos o malos, pero basados en el honor individual y la vergüenza (Honour & Shame). 
Bien, pues como explica Gillian, Trump devela en sus manifestaciones, sobre todo twitteras, que tiene un alto concepto de "su" honor y "su" vergüenza cuando alguien no le sigue o no le hace caso:

Think about it. In recent decades, the ideal of government expressed in Washington DC has been one based on law, institutional hierarchies and bureaucratic process. That, after all, is the normal 20th-century Anglo-Saxon ideal that the White House aspires to — if not always meets. 

But Trump has never run his real-estate ventures under these principles. And he shows scant respect for these ideals now. Instead, he places great trust in family ties, insists on high levels of loyalty from subordinates and takes public revenge if this is breached (as James Comey, the former FBI director, knows only too well). He issues orders through personal channels, not bureaucracies. He makes displays of bravado against self-styled enemies, usually via Twitter, and hates being slighted (or “dishonoured”, as an anthropologist might say). Indeed, he tends to view foreign policy through a similar lens: just look at all those tweets complaining that perceived rivals are “laughing at us”.

Trump nunca admitiría esto, sencillamente porque es un grave defecto para el hombre más poderoso del mundo... y un grave riesgo para los que más o menos dependemos de su protección (nadie, ningún país, es independiente de uno más poderoso que él. Hay potencias de primera y de segunda, pero nadie es independiente). 
Así que ahora sé porque no me fío de este tipo peliteñido y con cara de color zanahoria.

sábado, 5 de agosto de 2017

La condena de la Constituyente de Maduro

Leo en LD que la Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro 

"La Constituyente ha sido rechazada por países como México, España, Colombia, Estados Unidos, México, así como por la Unión Europea, mientras que ha sido reconocida por China, Rusia, Cuba, Bolivia o Nicaragua."

Claro como el agua, diría un castizo. Ha sido condenada por los paises capitalistas, y defendida por los paises comunistas... 
 Ah! Pero es que los países condenatorios son además democráticos, mientras que los otros no. Bueno, pues que cada cual saque sus conclusiones. ¿Puede haber un país comunista y democrático? 

1,2%

Algo así como un ridículo 1,2% es la tasa de españoles a los que les preocupa el "proces" de Cataluña. El tema más mencionado, analizado y ponderado en la prensa se la trae al pairo a los españoles. O piensan que no va a pasar, o que si pasa da igual, y que sus otras preocupaciones como el paro y la corrupción no se ven afectadas por CAT hacia la secesión. 
O cada español vive en una burbuja en la que sólo se tratan ciertos problemas cotidianos. 
Venezuela tampoco es cosa de inquietud para los españoles. Mientras haya articulos en el súper, qué más da que las estanterías de Caracas estén vacías. Sin embargo, hay una Transición de uno a otro posible, es decir, que España se venezualice. Bah! España está en ael euro, y en el euro no pasan esas cosas. Que se lo pregunten a los griegos de Tsipras, amigo de Maduro y de Podemos, si no puede haber escasez en un país europeo. 
Por supuesto, la deuda no es ni mínima minimorum inquietud de los españoles. Ni idea, porque es del estado, y el estado será quien la pague, no ellos. Como las pensiones. El euro se encarga de ello. 
Pues hoy por hoy, la deuda es impagable. Habrá que subir los impuestos, reducir los gastos, sobre todo de pensiones futuras, para poder seguir recibiendo dinero de nuestros acreedores que hasta ahora pagan la fiesta in crescendo. Es decir, cada vez debemos más, y los tipos de interés amenazan con subir. Bah! Para eso está el euro. 
El español vive su momento. Hoy toca la playa. El que se ha quedado en casa por no tener dinero para playa, lo ve por televisión. Y que se caye por favor, no es el momento de romper el hechizo. Hay que dejar que se cuezan a fuego lento al sol, para que los cánceres de piel fructifiquen y lo médicos de la piel se forren. ¿Para que está la Sanidad pública? 

viernes, 4 de agosto de 2017

Para cuando pase el verano

Después del verano vendrán otras complicaciones a amargarnos la vida. El verano, con todos los mandatarios de vacaciones, difícil es que pase algo relevante, si no es una crisis financiera, muy frecuentes en agosto. 
Salvador Sostres es un escritor y periodista excesivo, pero que está dando en el clavo en muchas cosas. Yo no coincido con él en muchos de sus excesos. No es políticamente correcto y eso le ha valido la censura de su propio periódico, el ABC. El ABC es un periódico acomplejado por su pasado, ciertamente infumable, pero que censure a sus propios escritores no le va a limpiar la imagen, todo lo contrario. Por eso no tengo más remedio que reproducir una imagen del artículo en papel, porque en la web de ABC es inencontrable. Aunque no se vea bien, hagan un esfuerzo por leerlo. La verdad es la verdad la diga Agamenón o la diga su porquero...  



Sostres tiene un artículo espeluznante sobre cómo ve el futuro. Coincido básicamente con su visión, aunque me permito refugiarme en las probabilidades, que espero sean bajas. )Sí, ya, curioso método de tranquilizarse de manipular las probabilidades, pero es lo que hacen todos los economistas, especialmente los bolsistas.)
Pero ¿no es lo que intenta Pedro Sánchez desde que es diputado? Sí, cierto, huele a 36  - al menos en Qatarluña, provincia de Qatar. La mayoría no lo desea, pero es verdad que esa mayoría no sabe que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, como las que tienen muchos que votan a esa constelación de partidos antisistema, incluido el PSOE, que, por cierto, con la vuelta de Sánchez ha conseguido un gran subidón en intención de voto. Por cierto, el modelo venezolano constitucional es toda una referencia para algunos. Pero al menos Venezuela no está por dividirse, en cambio España sí. La plurinacionalidad de Pedro Sánchez es la mayor amenaza.

Opiniones sobre Cuba. Leonardo Padura

En el FT, una entrevista con el escritor Leonardo Padura (al que no he he leído todavía), en la que refleja algunas opiniones interesantes sobre la Cuba de hoy. Curiosa y amena entrevista, que nos desvela un autor atractivo para los amantes de la literatura policiaca realista. 
Padura es lo suficientemente famoso para poder haber emigrado, pero no quiere: su Cuba es fuente de inspiración para su obra, y tiene miedo de perderla. Sin embargo, es muy crítico con lo que pasa en Cuba, y algunos de sus libros ha tenido problemas de censura. 
En Cuba, dice, no hay muertes por hambruna, pero se da el "síndrome del camello". La escasez endémica de alimentos, el no saber qué comerás al día siguiente, el repetido "no hay" en las tiendas de alimentos, ha creado una ansiedad por la cantidad, y por llenar el estómago por encima de la calidad del sitio en que se come. Un restaurante es considerado bueno si se come abundante.
La "apertura" de Obama trajo mínimos cambios, pero muy apreciados por los cubanos, que vieron aumentar el turismo americano, tras décadas de sequía. Pero Trump ha acabado con ello, y Padura dice "Hemos vuelto a la pesadilla de siempre", de la que se encarga Raúl Castro, con su reconocida eficiencia para perseguir la propiedad privada y todo lo que huele a productividad
La entrevista me ha despertado la curiosidad y ya me he bajado "El hombre que amaba los perros" de Amazon. 

martes, 1 de agosto de 2017

Falacia de la Composición y ciencias de la complejidad

En Anxo Sánchez, hay un interesantísimo artículo sobre la (in)estabilidad del sistema financiero y la esterilidad con la que hoy se afronta el problema. La esterilidad se deriva de que se pretende hacer de la estabilidad de cada entidad la del conjunto del sistema. Como hemos visto en el post anterior "Invertir en Bolsa...", en todos los mercados financieros se produce lo que Keynes llamaba "La Falacia de la Composición", que dice: la racionalidad de los individuos que participan en un sistema o mercado no garantiza el equilibrio del mismo. Las decisiones de cada uno, siendo perfectamente explicables individualmente, pueden llevar a la quiebra del sistema. Keynes lo aplicaba a toda la economía, pero creo que la idea le surgió de su experiencia y conocimientos financieros. 
Es lo que nos explica Anxo en su artículo, aunque más sofisticado, pues habla de modelos que se han introducido desde la física (él es físico), con  el fin de ampliar la eficiencia de los modelos usados por la regulación. Hasta hoy, la regulación se basa en someter a disciplina a cada uno de los bancos y actores participantes, sin tener en cuenta el conjunto. Ergo el conjunto puede petar pese al buen comportamiento de los actores. 
Los de "Las ciencias de la complejidad", por el contrario, pretenden introducir métodos de regulación del conjunto.
Supongamos un sistema A en equilibrio, con cada banco cumpliendo sus ratios de capital y de liquidez. Un cambio en uno de los actores o en su relación con los demás puede arrastrar a todo el conjunto a la quiebra y, como sucedió en 2008, a poner a la economía al borde del precipicio. 
No hace falta, repetimos, que la variación sea irracional. Puede ser un aumento del apalancamiento de uno de los bancos sobre otro, pero como éste está ligado por relaciones dedudas-activos con los demás, un error puede transmitirse a todos los bancos, sanos o insanos. Eludiendo la complejidad matemática del artículo, traslado aquí un parrafito de Anxo que explica muy bien lo que quiere decir: 

Es decir, los datos individuales de los bancos no son suficientes para determinar la estabilidad del sistema, y cuando un banco se expone a otro sin tener en cuenta la relación de este con los demás puede alterar la estructura de todo el sistema. El mecanismo básico (pero no el único) es la aparición de ciclos, que hacen que una vez que se inicia un proceso de contagio se vaya amplificando al recorrer el ciclo una y otra vez. Esto ocurre también en simulaciones más realistas.

Lo mismo que se modeliza para los bancos puede hacerse para La Bolsa, y en mi debate con Enrique Zurita creo favorece mis posiciones. La Bolsa es en su conjunto un riesgo sistémico por mucho que sus participantes sean racionales y eficientes. No es la intromisión del intruso analfabeto la que desestabiliza La Bolsa. Es el propio sistema. La clave está, por supuesto, en el apalancamiento, sin el cual no habría tantos riesgos cruzados invisibles, o "Cisnes negros". 

¿Por qué leer?

Leer es una (in)actividad injustificada. Se dice que es bueno porque forma. Leer ficción es desdeñado incluso por grandes escritores, como Pla. Pero he aquí un breve texto de Emilio Renzi (Diarios) que justifica la lectura de grandes ficciones. La literatura es una gnosis irreemplazable por otras fuentes. 

"En realidad la literatura muestra la opacidad del mundo, nunca sabe uno nada sobre la gente, incluso sobre aquellos que están cerca y a los que amamos, sólo sabemos lo que nos dicen pero nunca lo que piensan porque siempre nos pueden mentir; en ese sentido, las novelas se leen porque son el único modo de ver a una persona por dentro. Yo conozco mejor a Anna Karénina que a la mujer con la que vivo hace años."

Y no sólo que nos mienten, es que ellos mismos se engañan, aunque no se mientan. Y luego está la incapacidad de expresión. Balbucean. Tropiezan con las palabras o la falta de ellas. Al final sabes cómo tus seres más íntimos van a reaccionar porque llevas años registrando esas reacciones, que ni ellos mismos conocen. ¿Pero no es lo que hacen muchos animales? 
La opacidad del mundo. Creo que es radicalmente cierto. Incluso para nosotros mismos, somos unos grandes desconocidos. Por mucho que científicamente sepamos que estamos constituidos por un cerebro que hace tales y tales funciones, que siente tales emociones o forma tales ideas, la verdad es que no nos conocemos ni conocemos a nadie. 
La lectura de grandes obras te abren el mundo, al menos una rendija, por la que puedes vislumbrar el otro lado de las cosas. Te consolida vagas intuiciones que habías tenido. Te desvela sentimientos que no podías sospechar, como lo que dice Proust sobre el sadismo, o sobre el amor, al que le quite la capa de melifluidad con la que se suele contemplar. 
¿Y los celos? ¿Puede haber amor sin celos? Yo no lo creo. 
Y luego está lo que decía Proust, de que leer un clásico es hablar con un antepasado muerto, con el pasado. 
Hay miles de cosas que nunca te enseñarán las ciencias. Y no digamos la "ciencia lúgubre" (la economía), que sólo sabe hablar de un aspecto del ser humano, para construir modelos que sólo explican (¿?) lo que hacen grupos sociales en sus relaciones económicas, más complejas que lo que dicha ciencia puede tener en cuenta. Por no hablar de la psicología, que se arroga una preponderancia totalmente injustificada. Según Bloom, el gran crítico literario, Freud estaba celoso de Shaspekeare porque había produndizado más y mejor que él en el  alma humana. 
Quizás la gran ventaja - la gran aportación -, de la literatura, es la capacidad de hablar metafóricamente. Se avanza mucho más a través del rodeo de una gran metáfora que balbuciendo palabras pobres y mal enlazadas. Y es que hasta las ciencias exactas como la física tienen que recurrir a la metáfora para explicar lo que describen los modelos matemáticos. ¿Qué es un "agujero negro" sino una metáfora? (Y no muy eficaz, por cierto). 
Lean el ensayo de Ortega y Gasset sobre "Las dos clases de metáforas". Impagable. 

lunes, 31 de julio de 2017

Invertir en bolsa: Respuesta a Enrique Zurita

Enrique Zurita me hace un comentario muy acertado en "Alumnos aventajados", al cual respondo desde mi punto de vista, que no es exactamente contrario al suyo.

Bueno, habría que hablar largo y tendido de esto, aunque por supuesto lo que digo en mi texto es una butade. Pero no es verdad que, como Keynes (que fue un gran jugador de Bolsa) el resultado de La Bolsa es racional, aunque los jugadores creen que lo es. Pero adolecen de la Falacia de la Composición, que es pensar que porque cada uno es racional, el resultado conjunto lo es. 
Grandes crisis bursátiles demuestran que el resultado para el conjunto no tiene nada que ver con la quedo racuonalidad de los jugadores. 
No tengo ningún reparo moral que oponer a jugar en Bolsa, pero La Bolsa SÍ es un casino. Lo decía Keynes. Es imposible predecir racionalmente el resultado. Y la valoración objetiva de un acción  -si es que tal cosa existe - puede que no se dé única en la realidad más que por fugaces momentos, arrastrado conocí lo es por los movimientos generales. 
La Bolsa no se rige por lo que cree cada uno que vale un título o conjunto de ellos, sino por lo que los demás piensan que van a pensar los demás lo que vale o valen. Como decía Keynes, es como un concurso de un periódico sobre cuál es la chica más guapa de una serie de fotos. El premio es jugoso. Por ende, cada uno no votará a la que le gusta más, sino a la que creen que los demás votarán. Desde ese momento, se introduce un sesgo que anula las cábalas más o menos justificadas que han hecho los técnicos y chartistas. 
Pero eso sí, hay gente que sale de La Bolsa ganando dinero. Eso no está en contradicción con lo que digo. Otros pierden, quizás la mayoría. Que nadie ose atribuirse el  mérito, ha sido suerte o mala suerte. Lo demás es engreimiento, como explica muy bien Taleb en "El Cisne Negro". 
E idem para cualquier tipo de activo susceptible de especularse con él. 
Keynes decía que no le gustaban nada las fluctuaciones de los mercados totalmente irracionales, pero que cerrar La Bolsa sería un error porque restaría una cualidad a los títulos que son necesarios para la inversión, que es la  liquidez, es decir, la posibilidad de venderlos en cualquier momento. En efecto, si cerráramos las bolsas, tener una acción o millones sería un riesgo de liquidez costosisimo de compensar o cubrir con otra operación financiera. Por lo que casi nadie invertiría. No se trata de cerrar. Se trata de imponer medidas reguladoras que amortigüen riesgos sistemicos, "Cisnes Negros" en los que todos pierden un gran patrimonio y dejan una situación de grandes endeudamientos cuyos activos que financian se han derrumbado. Lo que pasó en 1933,..., 2008, etc, etc. 
Lo irónico es que nos hemos colocado en una situación similar a la de 2007, con bolsas enormemente revaluadas, con deudas que no han bajado nada, sino que han subido. La ironía es que la inversión real no ha subido. No deja de ser una situación absurda... y peligrosa. 

domingo, 30 de julio de 2017

La democracia en el alero

Lo de Venezuela es espantoso. Años y años de degradación, retroceso, deconstrucción de lazos sociales, de instituciones democráticas. Violencia, víctimas. Hambre, desnutrición, falta de los más elemental. 
¿Quien tiene la culpa? No se puede decir que "el pueblo tenga la culpa", aunque sin su actuación... lo que pasa es que al pueblo le ponen delante decisiones ya marcadas. El pueblo votó desde hace décadas partidos que se suponía venían a acabar con la corrupción, pero se enganchaban, una vez en el poder. 
Luego vino el golpe de estado de Chávez. Y a partir de ahí, los cambios, amparados por votaciones, de la Constitución y de la legalidad. Antes de Chávez la corrupción era relativa. Después fue firmemente establecida, acompañada de decisiones de mala gobernación, que llevó a un país con petróleo y recursos, a quebrar. No se puede ser más ineficaz, más inhábil contra sí mismo: el bandolero que es tan tonto que  por no hacer lo mínimo se le vuelve el pueblo en contra. 
Al pueblo le ponen delante las decisiones ya tomadas: los candidatos, ¿quién los elige? Véase España: los candidatos son elegidos por una pequeña cúpula de los partidos, con la misión de ganar y quedarse en el poder lo máximo posible. Demagogia a raudales. Promesas alocadas, imposibles, que sin embargo la gente vota conscientemente. Clientelismo descarado. Como un cesto de cerezas podridas, tiras de arriba y suben todas en dos tirones. 
Es como el juego de los trileros, ¿dónde está la bolita? tú te fijas bien en los movimientos de las manos, crees racionalmente que la bolita está a la derecha, pero sale en el cubilete de la izquierda. ¿Tienes la culpa? Al fin y al cabo, tu voto es una millonésima parte del resultado. Se trata de que el mayor número de votantes señale tu cubilete, y en eso influyen montones de factores que confluyen en la ilusión, la mentira deseada, el embeleco. Al final, tú te comes el marrón. ¿Eres responsable? Sí, en la medida que crees en la ilusión, crees que éste, y no aquel, va solucionar los problemas que, por supuesto, no tienes ni idea de cuáles son, ni su importancia relativa. Todos los partidos, por ejemplo, prometen elevar las pensiones y mantener el sistema indefinidamente. Y la gente lo cree. 
Ahora se han puesto en marcha nuevas técnicas electorales, gracias a la nueva tecnología, que acentúa este sesgo. Cada distrito electoral está perfectamente perfilado por sus preferencias, y las promesas se ajustan a ellas. Así ganó Trump. 
Trump es una especie de Chávez, dispuesto a torcer las instituciones para salirse con la suya. ¿Quién iba a imaginar a EEUU, el país de las instituciones ejemplares, caer en ese riesgo? 
Los medios de comunicación van por detrás, asignando una carga de racionalidad al electorado que ya es muy escasa. La libertad de expresión, está en manos de intereses espurios. Las redes sociales acentúan el sesgo, sea hacia el candidato que sea. Por eso han ganados nuevos candidatos inesperados, rompiendo la "estabilidad" del turnismo entre partidos viejos, que es lo que daba continuidad. Echaremos de menos esa continuidad. ¡La perfección no existe! 
Hay que decidir si el hombre-mujer es bueno, racional y responsable, o es fácilmente manipulable. Quizás nos convenga volver a al turnismo viejo, de partidos algo corrompidos pero conocidos, que de vez en cuando hacen la escena teatral de rasgarse las vestiduras y lanzar fuera, a la noche, a unos cuantos que carguen con el mochuelo de la corrupción. Catarsis. O seudo catarsis. Mientras la gente se conforme con ir tirando, y mirando no muy de cerca, a la vez que los políticos se frenan por su interés en su latrocinio, el carrusel puede seguir girando. 
Ahora bien, hay cosas que tienen que funcionar. La economía debe funcionar. Hemos de reparar cosas que no se han reparado. Porque el malestar económico es una bomba de relojería que, cuando estalla, tira la mesa de juego y llama a un Chávez. ¿Hay que sobornar al pueblo? Hay lo, para que haga la vista gorda. ¿Hay sin embargo que hacer las cuentas con cierto rigor? Hay lo. Entre medias, hay que respetar la vida privada, base de la democracia. Y ¿en esas estamos?

PS. Esta nota puede parecer muy cínica a algunos. Lo es, pero es que yo soy un escéptico. Soy un escéptico de la naturaleza humana, y por eso me llamó a mí mismo conservador. Escéptico, conservador, ¿entienden? Esto no quiere decir que no crea en la división de poderes o, al menos en un sucedáneo de ello, porque división de poderes sólo ha existido en la cabeza de Montesquieu: nunca se ha aplicado totalmente. Pero, en fin, en España brilla por todo lo contrario. 
Lo que quiero decir es que corrupción, desidia, vesania, siempre habrá. El problema es reducirlo a lo mínimo inevitable.