En esta imagen (de RWER), se ve claramente cómo Irlanda tuvo una burbuja crediticia, mientras Alemania no. En este gráfico, pueden pensar en España cuando ven Irlanda, porque en ambos países sucedido lo mismo. La línea azul es la inflación inmobiliaria de las familias en Irlanda. La línea verde la deuda con. La que se financió esa inversión en vivienda. La línea roja es el endeudamiento de las familias alemanas, que se mantuvo estancado durante la burbuja.
Primero, ¿es una virtud de Alemania que las familias se hayan contenido y hayan ahorrado, mientras los países "cigarras" se metían en deudas ilimitadas?
Rotundamente no: Alemania fue muy virtuosa ahorrando, pero ese ahorro lo prestó a los países como España e Irlanda, de modo que a la "irresponsabilidad" de las familias de estos países, hay una contrapartida: la misma o mayor irresponsabilidad de Alemania, como explico más adelante.
Veamos ahora el papel del euro en esta primera fase de la crisis, la de la burbuja. El euro entró en el momento en que Alemania estaba en una profunda recesión por la reunificación alemana, que absorbió una gran cantidad de recursos públicos. Por eso, el BCE en manos del su primer presidente, WDuidenbergs, bajó los tipos de interés que nivel óptimo para Alemania, pero demasiado bajo para los países de la periferia, que veían ese nivel de interés por primera vez en su vida.
Además, el euro fue aureolado con un prestigio de solidez definitiva para todos los países, lo que redujo casi a cero la prima de riesgo entre países. En suma, los bancos periféricos podían endeudarse fácilmente en los mercados europeos, alemanes sobre todo, y abrir créditos baratos a sus conciudadanos. Eso es lo que explica la diferencia entre la línea verde de endeudamiento en Irlanda (España) y Alemania.
Estos flujos desmesurados de crédito de Alemania a lo países periféricos, como España e Irlanda, explica la burbuja, y no la situación que queda después: una gran deuda de esos países gente Alemania, que por su parte tiene una situación crediticia neta del 37% de su PIB, mientras España tiene una deuda exterior neta del 95% del PIB, e Irlanda del 116%,
Según la teoría DSGE, de perfecta simetría en la información de prestatarios y prestamistas, u racionalidad en las decisiones, las deudas contraídas son responsabilidad de lo agentes contrayentes. Es obvio que em la realidad no existe tal simetría o equidad, que existe un poder de mercado del prestamista, y que lo que es más impenitente, el riesgo de impago y de caída sistémica sobrepasa la responsabilidad individual, que no va a solucionar esos riesgos.