"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 28 de abril de 2025

Sobre la probable escasez debido a los aranceles Trump II (actualizado)

Estados Unidos importó bienes de China por valor de 438 mil millones de dólares en 2024. De repente, la mayor parte de ese comercio se está interrumpiendo. Los aranceles sobre los productos chinos son ahora tan altos que ya no tiene sentido económico que las empresas chinas nos exporten productos, ni que las empresas estadounidenses importen productos de China. Como resultado, las reservas de contenedores se están desplomando, y los directores ejecutivos del sector minorista advierten que los estantes de las tiendas en todo Estados Unidos "pronto estarán vacíos".
Pero en muchos casos, los productos fabricados en China no se fabrican en ningún otro lugar. A medida que los minoristas agoten sus inventarios, comenzará a surgir escasez.”


Sabido es que Krugman está denunciando las arbitrariedades de Trump, que parece decidido a romper la economía americana con la inapreciable ayuda de Peter Navarro, un experto de reconocido prestigio en economía comercial. Krugman está seguro que habrá una recesión provocada por la absurda subía de los aranceles. Habla de “desabastecimiento”y “estanterías vacías”:

“Es casi seguro que veremos aumentos drásticos de precios y estantes vacíos en cuestión de semanas, junto con la quiebra de muchos pequeños negocios que dependen de las importaciones, empresas de transporte y más. Una recesión a finales de este año parece más probable que improbable.”
Y en otro post:

“La guerra comercial de Trump está a punto de tener un efecto desastroso en la economía estadounidense, más desastroso de lo que preveíamos incluso los economistas más pesimistas, incluyéndome a mí. Los aranceles siempre suben los precios. Pero la magnitud y la rapidez de los aranceles de Trump, sumadas al efecto paralizante de la incertidumbre sobre el futuro, están a punto de generar un shock de oferta similar al de la COVID-19 en una economía que ya se encuentra en recesión. Este desastre inminente, que debilitará aún más a Trump, hace aún menos probable que nuestros principales socios comerciales le ayuden a fingir que está logrando algo.”

Y aporta un gráfico ilustrativo de la paralización de los puertos por donde entran las importaciones de materias primas y productos intermedios básicos para la economía americana”:



Las importaciones no llegan a puerto, es más, caen, en comparación con un año antes.
Es decir, Trump-Navarro le han hecho un agujero negro a su propia economía que ellos iban a salvar de las garras de la globalización. El análisis era correcto: la globalización había perjudicado a EEUU el que más - eso sí, por culpa de la falta de lealtad de China, que jugó con cartas marcadas; devaluación de su moneda y costes laborales y otros (como medio ambiente) risibles. 
Pero la pueril torpeza de Trump-Navarro va a provocar, probablemente, una contracción económica seria y contagiosa. 


Compresión de deuda

En The Objective hay un artículo muy bueno de Diego Barceló sobre la “complicidad silente del BCE con el gobierno de Sánchez (y otros países). Si no fuera por la “ayuda” de Christine Lagarde a las emisiones de deuda de Sánchez, ahora tendríamos una deuda superior en 272 mil millones (sic) a la actual. El truco ha consistido en que, cuando el BCE ha comprado deuda española, sin perseguir su principal objetivo- controlar la inflación, para lo cual los tipos de interés deberían haber sido más altos  -, se ha dedicado ha controlar que los tipos de rentabilidad de la deuda fueran más bajos - lo que se llama “compresión de  deuda, o intereses” -. 
Esto es una práctica que suele ser usada en momentos muy señalados. Por ejemplo, lo hizo EEUU para desde 1945 pagar la inmensa deuda de guerra. El objetivo era que los tipos de interés no subieran hasta el riesgo de recesión, que además podría haber durado varios años. La Reserva Federal intervenía en el mercado de liquidez y de deuda para mantener los tipos sensiblemente más bajos que los de mercado. En el gráfico siguiente vemos como, en poco tiempo, durante los años 1950-60, la deuda se vio reducida a mínimos gracias a esa manipulación de mercado, con el acuerdo implícito de los dos grandes partidos de gobierno. Luego la deuda volvió a dispararse y se convirtió de nuevo en problema. Solo que ahora no se puede hacer represión porque sería atacada inmediatamente por los mercados). 



Sin esa represión o compresión de deuda, la amortización hubiera durado más y con costes financieros más altos. Por otro lado, la inflación se contuvo y el PIB creció a buen ritmo… es decir, la caída de la deuda/PIB fue sobre todo gracias al crecimiento del PIB. En el siguiente gráfico, vemos el PIB real y el nominal, y hasta el año 1970 aproximadamente, no hubo problemas común la inflación- probablemente porque entonces había un alto grado de “ilusión monetaria”. 


La compresión de los tipos oficiales beneficiaron a la inversión privada, y fueron grandes años de la economía de todo los países occidentales. 
¿Justifica esto lo que hace ahora Lagarde, comprimiendo los tipos de interés de la deuda? Primero hay que decir que entre los objetivos del BCE está la preservación del euro, que ya en 2012 tuvo una crisis “existencial”, cuando muchos países perdieron la confianza de los mercados y se dispararon los diferenciales de interés de Deuda entre los miembros del euro respecto a los países centrales. Eso era una manifestación de la debilidad de euro que los mercados no desaprovecharon para especular contra él vendiéndolo en corto. Draghi, recién nombrado Presidente del BCE, pronunció su famosa frase haremos “what ever it take”, lo que quería decir que el BCE estaba dispuesto a comprar sin límite deuda de los países bajo sospecha. Inmediatamente se frenó la especulación y volvió la normalidad; nunca del todo, pues ya para siempre han quedado diferenciales entre deudas según qué países. 
Y ahora es una de las obligaciones de Lagarde: comprando deuda de según qué país cuyo  tipo de rendimiento llega a separarse más de lo aconsejable y podría crear problemas a la ejecución de la política monetaria. Aunque esta expresión sea un poco retórica, pues si se disparan los diferenciales más de una línea, interferirá en la política monetaria, sobre todo cuando ésta es antiinflacionista y deben subirse los tipos de interés: pues si a la vez tiene que comprar deuda para frenar los diferenciales, estará emitiendo más liquidez de la aconsejable monetariamente; a menos que simultáneamente vendiera deuda de otro país para neutralizar el efecto de liquidez indeseado. Es cuestión de que una cosa no invada a la otra. Pero siempre es una amenaza larvada contra el euro y una sospecha de que el BCE no es del todo independiente, al menos a partir de ciertos niveles de tipos de interés reales (es decir, tipos deflactados de inflación), si llega a a ser inferiores o superiores a lo requerido por uno de de los objetivos (aunque Lagarde nunca reconoce el objetivo segundo). 
En el gráfico, el PIB nominal y real de los países euro. Es patente que no se han controlado las presiones inflacionistas totalmente, medidas ola la diferencia creciente entre el nominal (verde)  y real del PIB (marrón).



En otras palabras, no habrá problemas mientras no haya orejones inflacionista que obliguen a subir tipos y comience a aumentar el diferencial entre países. La siguiente imagen muestra la evolución de la inflación, que se desbordó en 2022 por la pandemia, pero luego no se reduce del todo, manteniéndose en un nivel alto hasta recientemente se ha reducido al 2,2%


Año,Tasa de Inflación Promedio (%)
2019,1.2%
2020,0.3%
2021,2.6%
2022,8.4%
2023,5.4%
2024,2.4%
2025,2.2% (hasta marzo)

Por su parte, el balance de BCE ha evolucionado así:





La barra verde es el activo de deuda pública compara con fines de expansión monetaria(“Quantitavity easing”), cuya contrapartida es la franja roja de abajo, depósitos abonados a los bancos por la venta de su deuda pública. Como ven, ahora hay en el BCE un volumen mucho más grande de deuda pública que en hace diez años, cuando empezaron las operaciones de Quantitavity easing dom Draghi para lichar contra la deflación.

domingo, 27 de abril de 2025

Estado actual de la puta guerra

La opinión de Warwick Powell sobre Ucrania. El comienzo fue la culpa de Occidente en su empeño de, con su mentalidad obsoleta de la guerra fría, cercenarle a Rusia su fronteras de seguridad, estrechándolo mediante el método de ingresar en la OTAN los países fronterizos de Rusia (antiguos países del Pacto de Varsovia). Cuando se llegó a Ucrania, Putin no tuvo más remedio que reaccionar. No podía permitirlo. Occidente, en vez de tomar nota de su error y sus consecuencias, se puso del lado de Ucrania y le ayudó con armamento. Ese empeño de Occidente (sobre todo de los más belicosos, U.S. y RU.), fue cada vez más intenso. En 1922, cuando hubo movimientos entre ambos beligerantes para firmar un armisticio, Occidente maniobró todo lo que pudo para impedirlo y lo logró. Aquí, la opinión de Warwick Powell en Substack:

“Obsérvese cómo la cuestión de una "propuesta de paz" para Ucrania es un debate entre las facciones occidentales que han perdido la guerra. Este debate no se produciría si Occidente, en conjunto, estuviera ganando.

Ni las propuestas estadounidenses ni las de la UE/Reino Unido/República de Ucrania prosperarán.

En la actualidad, la postura de Rusia permanece inalterada. Rusia recibe diversas súplicas de los enviados estadounidenses, las escucha con cortesía y dice "no". La razón principal es que EE. UU. (y el resto de Occidente) aún no han abordado seriamente las causas fundamentales. Seamos claros. Estas son:

1. La expansión de la OTAN hacia el este. Lea el borrador del tratado y acuerdo propuesto por Rusia en diciembre de 2021 para comprenderlo. Esto incluye el armamento estadounidense en Alemania.

2. La pertenencia de Ucrania a la OTAN es un subconjunto de esto, no el principio y el fin de todo.

3. La desnazificación de Ucrania. Occidente se negó a reconocer esto como un problema, a pesar de ser una característica ampliamente reconocida y problemática de la política ucraniana posterior a 2014. Los medios occidentales cubrieron abundantemente el surgimiento de un grupo nacionalista de extrema derecha.

4. Desmilitarización de Ucrania. Occidente, en conjunto, aún no se ha acercado a esto.

5. La cuestión de los territorios está subordinada a estos otros objetivos. El control territorial será el resultado de una victoria rusa completa, lo que permitirá la consecución de los objetivos mencionados y la resolución de las causas fundamentales.

6. Los estadounidenses intentan encontrar una salida sin reconocer la derrota. Los demás en Occidente albergan la esperanza de convertir la derrota en victoria. Si Estados Unidos retira su apoyo militar (es dudoso, pero sigamos de cerca la realidad sobre el terreno), la presión recaerá directamente sobre los sistemas industriales europeos y británicos. En este caso, el fin de la guerra está un paso más cerca.

7. En la situación actual, Rusia continuará la guerra de desgaste. Seguirá avanzando hacia Odesa. Y, a su debido tiempo, contraatacará a Kiev. Un cambio de régimen en Ucrania parece ser la única condición realista para el cese de las hostilidades.

O sea, que falta mucho, que Putin mantiene sus posiciones (no tiene ninguna prisa), Trump es casi una marioneta en sus manos, y los europeos más aguerridos son unos suicidas. 

El Papa y el papado

Lo mejor que he leído sobre el Papa y su papado.

viernes, 25 de abril de 2025

El carácter es el destino

Dado el carácter tornadizo de nuestro querido presidente, es difícil predecir cuál será su próxima jugada. De nuevo, una vez más, y habrá otras, se encuentra en difícil coyuntura, porque sus socios de gobierno “le aprietan”. Por ejemplo la vicepresidenta Yolanda, que siempre amenaza con no apoyarle, para rectificar en el último segundo. Es un juego que ya se sabe cómo acaba. Es decir, es un juego de guiñol, con lobo, donde el lobo es la Fachoesfera y Perico es el bueno que al final gana. Y los niños aplauden y salen encantados con el torrente sanguíneo lleno de azúcar y la mente entontecida, como debe ser. Los niños aquí son mayormente los españolitos. “Españolito que viene al mundo te guarde Dios, pues una de las dos Españas ha de romperte el corazón”.
Esto lo dijo el poeta hace como 100 años, y nosotros seguimos dándonos estacazos como en el cuadro De Goya, con las piernas enterradas para no tener salida. 
“El carácter es el destino”, decía Schopenhauer, y nuca lo olvido, pero no solo pensando en las personas, sino en los pueblos. Sí, hay destino, y cada ciertos siglos, nos volvemos a encontrar con el nuestro. Con nuestras malas decisiones debidas al carácter. No es casual que España haya gozado de cortos periodos de paz y progreso. Los dos últimos, la Restauración (1876-1923) y la Transición (1975-202?), esta última a punto de ser cerrada de mala o muy mala manera. Entre medias, un rasgo genial del carácter de España es el carlismo, que provocó más de tres guerra sangrientas en el XIX y hoy se han hecho carne en los partidos independentistas, sus herederos, la principal causa de decadencia de hoy que los partidos nacionales no han sabido, o querido, estrangular. 
La gente no se da cuenta, embebida en el fútbol y los conciertos, pero ahora mismo somos una nación dividida en indefensa, como lo fue en 1808, cuando el rey entregó a Napoleón las llaves del reino y el pueblo tuvo que levantarse en armas (estacas y navajas) para frenar al invasor. Es la última guerra que, dicen, peleó España frente a un ejército extranjero. Poco antes, en Trafagar, aliados a Francia, sufrimos derrota ante los ingleses. ¿Qué hacíamos en Trafalgar aliados a la Francia napoleónica? 
Una corona corrupta, un valido corrupto, el fin del régimen absolutista. El heredero, un cabronazo, estuvo exiliado en Francia enviando mensajes de amor filial a Napoleón. Pues pasó a ser llamado “El Deseado”, pues el pueblo luchaba en su nombre. En 1812, acabada la guerra y expulsado Napoleón (en buena parte gracias a la intervención de Wellington, digan lo que digan sobre la guerrilla española, pero incapaz de montar un ejército que efectivamente venciera al de Napoleón), vino El Deseado Fernando VII, inmediatamente amado por el pueblo, que por eso anuló en cuanto pudo la Constitución de 1812, sin duda meritoria, pero escasamente representativa más allá de unos ilustrados que la elaboraron y que nadie leyó salvo lo soñadores. 
Ahora también nos refinos por una Constitución fallida y llena de trampas. 
Y esta triste urdimbre es el callado, resistente, duro e imperfecto carácter y destino del pueblo español: encontrarse cada cien años con un déspota que destroza todo y nos obliga a volver a empezar el entramado que luego no sale bien.




jueves, 24 de abril de 2025

Palabras escalofriantes

Krugman vuelve a remachar el mismo clavo. Lógico, pues el clavo es largo y pocos lo han entendido todavía: Trump ha creado un estado de incertidumbre creciente. Sí lo han entendido los que viven del comercio y la industria, que saben van a quedar bloqueadas, tras un pequeño repunte antes de que se hicieran efectivos los aranceles. Luego, la caída cada vez más acelerada. 



Por eso digo escalofriante. Krugman va más allá y dice que pronto las estanterías de los supermercados estarán vacías.

“I’d say never mind the stock market. Focus on the real economy, where everything says that policy chaos will soon take a real toll. The Fed’s Beige Book, which looks what businesses are saying, says that “uncertainty around international trade policy was pervasive across reports.” And this uncertainty will have dire effects on the real economy.
Many forecasters now expect a recession. But the impact of erratic tariffs and tariff threats may occur even before the economy has time to slump.
Preliminary data suggest that imports from Asia, after surging as importers tried to front-run tariffs, are now collapsing. See the chart at the top of this post.
The CEOs of Target and Walmart reportedly warned Trump that we may be seeing empty shelves within weeks.”(º)

No hay comercio, no hay, o no habrá, bienes alimenticios básicos, todo porque el loco de Trump cambia de opinión cada hora y lo anuncia en X, mientras la gente busca certezas y maldice la incertidumbre. Nadie se atreve ya no a invertir, sino a mover las mercancías atascadas en los puertos. ¿Quién podía pensar hace tres meses que llegaríamos a esto?

(º) Yo diría que no se preocupen por el mercado de valores. Concéntrense en la economía real, donde todo apunta a que el caos político pronto tendrá consecuencias graves. El Libro Beige de la Reserva Federal, que analiza lo que dicen las empresas, indica que «la incertidumbre en torno a la política comercial internacional fue generalizada en los informes». Y esta incertidumbre tendrá efectos nefastos en la economía real.
Muchos analistas prevén ahora una recesión. Pero el impacto de los aranceles erráticos y las amenazas arancelarias podría ocurrir incluso antes de que la economía tenga tiempo de desplomarse.
Los datos preliminares sugieren que las importaciones procedentes de Asia, tras aumentar a medida que los importadores intentaban adelantarse a los aranceles, ahora están desplomándose. Véase el gráfico anterior.
Según se informa, los directores ejecutivos de Target y Walmart advirtieron a Trump que podríamos ver estantes vacíos en cuestión de semanas.

martes, 22 de abril de 2025

Opinión que comparto

https://open.substack.com/pub/paulkrugman/p/stop-in-the-name-of-trump?r=u3djn&utm_medium=ios
Krugman está escribiendo a diario unos artículo muy buenos. Recomiendo el último. Hace 20 días yo tenía esperanza en Trump. Totalmente infundada, por lo que ha hecho del mundo, y de su país, pretendidamente para salvarle. No se salva a un país sembrando la desconfianza y la incertidumbre. 
Algunos, o muchos, piensan que hay una estrategia oculta, muy inteligente, detrás del destrozo que Trump está logrando. Se esfuerzan intelectivamente en edificar argumentos complejos que, aparentemente, dan la única explicación posible del Caos creado por Trump. Por ejemplo, Nina Schick, a la que yo creí, un breve periodo, entusiasmado.
Dejémoslo a ver si, por lo menos, consigue parar la guerra, que es la razón por la que deseaba que tuviera razón. Pero, ese tema, aparentemente, se ha enfriado. Le da igual que sigan muriendo miles de personas todos los días. 
Y ¿qué me dicen de Elon Musk, el gran hombre del Renacimiento? Otro tarado que pronto dejará de ser el hombre más rico del mundo, pues su empresa se está hundiendo, según el gráfico de Bloomberg que publica Krugman:



Su empresita, el famoso Tesla, se está desmoronando, en parte gracias al Caos sembrado por “Atila” Trump. Eso en el año que pensaban que iba a florecer…

lunes, 21 de abril de 2025

Trump rompe las estructuras de la economía mundial

Las consecuencias de Trump: La caída del dólar y de la deuda soberana de EEUU

Seguramente no sabía Trump las consecuencias de su famoso movimiento (“geo estratégico”, dicen algunos) de subir los aranceles. Ha intentado rehacer el imperio económico con instrumentos caducos que fracasaron estrepitosamente en los años treinta del siglo XX.

Al jugar con los aranceles ha logrado que los mercados desconfíen del dólar y de la deuda. Como dice Quantum Macro, gráficamente:

“La principal exportación de Estados Unidos son los dólares, ya que es la moneda de reserva del mundo. Cuando Estados Unidos le dice al mundo que no está dispuesto a comprar los bienes globales, el resto del mundo le responde que no va a comprar la principal “mercancía” que EE. UU. vende al mundo: el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro.”

Y otro comentario, profético, éste de Krugman:

El escenario de pesadilla, que vimos desarrollarse en 2008, es que la caída de los precios de los activos provoque una avalancha hacia la liquidez, lo que lleva a ventas forzosas que hacen bajar aún más los precios, y todo el sistema implosiona. De repente, ese escenario ya no parece imposible.”

¿Es reversible el desaguisado? Es muy difícil. No solo por la estrangulación del comercial mundial, como dice Krugman. El presidente ha creado una gran incertidumbre en la mente de los inversores, y la incertidumbre puede ser intratable[1]. El comercio y la inversión mundiales se van a contraer. Es algo sorprendente que el FMI haya diagnosticado que no va a provocar una recesión. Al contrario, muchos, como Krugman, hablan de subida de la inflación y contracción económica (estanflación).

Los tres gráficos siguientes muestran el inesperado resultado de Trump en sus primeros dos meses en La Casa Blanca.





 

El primero representa la repentina caída del dólar frente a euro (en dólares/euro) cuando se anunciaron los aranceles. De un valor de 0,98 €, cayó a menos de 0,88 €. El siguiente gráfico da cuenta de la pérdida de confianza en la deuda soberana americana, no menos repentina, por lo que la Reserva Federal ha tenido que comprar deuda, y el gobierno se verá obligado a pagar un interés más alto cuando requiera emitir deuda[2]. El tercero es el aumento de los índices de volatilidad más allá del nivel alcanzado por la pandemia.




 Los inversores del mundo entero han mostrado una súbita pérdida de confianza en la solvencia y rentabilidad de la deuda americana, y del dólar como moneda reserva, el más utilizado hasta ahora en los mercados mundiales comerciales y financieros. La explosión de la volatilidad hace patente la mayor incertidumbre de los mercados:

 






El tumulto se calmó un poco al suspender por un plazo la aplicación de sus aranceles anunciados, pero no se sabe si va a ser suficiente para restablecer la normalidad anterior. A esto hay que añadir la precaria situación en la que Trump ha dejado a la Reserva Federal, dirigiendo a su presidente Jerome Powell Invectivas que rebasan la norma fundacional de la Fed.  Esto abre la puerta a una motivación añadida de Trump, que estaría buscando una monetización de la deuda.

 

En todo caso, algunos, quizás con precipitación, piensan que el euro podría sustituir al dólar como nueva moneda reserva, si la UE hace reformas, cómo propone Luis Garicano.

El euro hasta ahora no ha tenido mucha vocación de ser moneda-reserva, pese las ventajas que ello, supuestamente, reporta: la principal, tener más confianza crediticia del resto del mundo, y por ello financiarse a costes financieros más bajos (tipos de interés, vencimientos, comisiones, etc.). Pero esto tiene sus contrapartidas: puede convertir a la UE en zona de importaciones neta de capitales, lo que redunda en un tipo de cambio alto y, probablemente, un déficit de Balanza de Pagos permanente, como EEUU en los últimos 45 años, con un déficit de cuenta corriente creciente desde 1990, lo que ha causado una Posición endeudada neta frente al resto del mundo, lo que coloca al país en una evidente debilidad. Véase gráfico:






Los pagos regulares de esta posición endeudada creciente es lo que ha alimentado los mercados mundiales del dólar. En realidad, pese a ello, EEUU no ha tenido que demostrar nada para financiarse en buenas condiciones. Al fin y al cabo, es (o era) la economía más productiva, la que más crece, y la que ofrece más rentabilidad-riesgo tanto privada como pública. Su dólar era tan estimado como para no pagar prima de liquidez: tener dólares era tener liquidez disponible en todo el globo
[3]. Pero es claro que de continuar aumentando la deuda exterior, llegarían los problemas. (Es como si Trump hubiera adelantado esa percepción bruscamente.)

Por su parte Europa no es, obviamente, una nación unida y hegemónica. Es un mosaico de países que tienen intereses comunes, pero algunos opuestos también. Cuando salen problemas agudos, como ahora, automáticamente cada país de peso se presenta como líder del conjunto, lo que da imagen de desunión larvada. No tiene un gobierno central representativo. Tiene una burocracia, la Comisión, con capacidad de emitir normas a los países miembros, pero sin “accountability”; el parlamento no tiene poder legislativo ni de control de la Comisión, cuestionada cada vez más por decisiones perjudiciales para las economías europeas[4]. Estos puntos débiles requieren atención más urgente que intentar hacer del euro sucesor de dólar. Las instituciones de la UE se han quedado en el molde de Maastritch, pero sin contenido. Y sus ciudadanos no tienen “sensibilidad democrática” para exigir un cambio.

Garicano & al hace mención de unos problemas que deberían ser corregidos para convertir al euro en moneda-reserva, centrándolos en el BCE. El BCE tiene funciones muy importantes, pero no es la única raíz de la fortaleza del euro. Lo decisivo es lo que hay detrás: el poder político que apoye a las instituciones económicas. Ese poder unificado, que tiene EEUU desde siempre, no existe hoy en Europa.

Por eso el BCE no siempre ha actuado con fidelidad a sus objetivos antiinflacionistas: estos no son plenamente compartidos por los distintos países miembros partícipes en el Consejo de Gobierno[5]. Algunos de estos tienen un historial de tolerancia a la inflación y a la emisión de deuda, y su monetización, características que hoy se han visto acentuadas desde las sucesivas crisis habidas desde 2008-12, un período no muy brillante para el euro.

El euro no parece tener una sólida base institucional que ha tenido hasta ahora el dólar. Si Trump deja al dólar malherido (lo que no es imposible, porque está dañando sus reputadas instituciones), el euro no tiene por qué tomar el relevo como divisa en la que se facturan los contratos comerciales y financieros. El mercado del dólar se ha sido forjando espontáneamente, a lo largo de los años, fruto de su solvencia, por una parte, y su liquidez, “gracias”a una oferta de dólares alimentada por el pago de la deuda exterior creciente de EEUU.

Pero el posible deterioro del mercado del dólar no hace más plausible un euro-reserva inmediato. Contemplando los pros y contras, esta ambición para el euro podría suponer un riesgo no menor para la UE. Sería mejor arreglar las disfunciones, cada vez más a la vista, y que el euro encuentre su sitio en el mundo como el mercado determine. Otras monedas que han sido, en momentos de incertidumbre, reservas de valor, como el franco suizo, sus países se encontrado con efectos nada saludables para su economía interna, difíciles de corregir. El Banco Nacional Suizo se vio obligado a poner tipos de interés negativos a los depósitos en francos, reiteradamente, para doblegar sus revalorizaciones perniciosas[6], como se puede ver aquí.





[1] La incertidumbre de Keynes, que no se podía estimar como el riesgo.

[2] Recuerden la crisis británica, 2022, cuando la primera ministra Liz Truss decidió presentar una bajada de impuestos. Resultado: caída de la deuda de un rendimiento del 3,78% al 4,99% y de la libra hasta 1,03 dólares/libra, la más baja desde 1985. El BoE tuvo que comprar 65000 millones de deuda. El gobierno sólo duró 45 días.

[3] El papel de moneda-reserva no tiene una explicación cerrada. Hay países, como Suiza, que gestionan con más rigor su moneda, y por eso en ocasiones ha sido una moneda refugio, pero no moneda más usada en las operaciones, como lo es el dólar.

[4] Como la crisis industrial.

[5] Que por cierto, decide por unanimidad, sin saberse el voto de cada país miembro. En la Fed  es por mayoría y se publica el voto de cada miembro.

[6] Krugman, “Macroeconomía de una economía abierta”.


domingo, 20 de abril de 2025

Vargas Llosa

 Me he leído unos 20 artículos, los más favorables y empáticos con la figura y la obra de Vargas Llosa. Algunos son encomiables, otros como un poco forzados por la necesidad de probar, “eh, que yo estuve allí”, lo que desde luego no critico. Están todos bien o muy bien. Claro, no he leído el centón que le ponen a parir por sus ideas liberales, que en estos tiempos lúgubres se llaman “fachismo”. No por nada, sino por que no los he encontrado, ni buscado. Aunque según testimonios, los hay. 

Eso sí, me ha sorprendido mucho que todos citen sus mejores obras por aluvión, es decir todas, sin hacer una selección natural que destaque una sobre las demás. No académicamente, sino porque no todas te habrá llegado al corazón con la misma intensidad. 
A mí no. Respeto mucho la labor de los críticos, pero no al pie de la letra, como orientación. Pero entre las obras de Vargas Llosa que he leído hay una que me llegó al corazón: “Conversación en la Catedral”, ese inmenso despliegue de sabiduría, experiencia personal, es palimpsesto urdido que mezcla con verdadera sapiencia la vida de los personajes - personajes palpitantes- con la decadencia de una sociedad ¡que bien podría ser una de este tiempo!
A partir de la primera frase, frase-flagelo, frase luego mítica, “¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita?”; (que Zavalita, protagonista de la novela, se pregunta a sí mismo), el autor ya te ha puesto en la pista de salida de un largo recorrido de múltiples sucesos personales, imbricados con gran habilidad del autor en el escenario de una sociedad en la que ya nadie cree, a la que va edificando poco a poco a través de la vida de los avatares personales. Grandeza, Vitalidad, Hermosura… resultado de la gran cultura de Vargas Llosa, sobre todo  en los grandes novelistas franceses del XIX, Balzac, Flaubert, etc, que Vargas Llosa conocía a fondo. Vargas Llosa era un lector devorador de clásicos, y de ello se valió para componer una gran novela coral y a la vez de personas palpitantes. 
Eso es la admiración que siento por esta gran novela, una de las cumbres del Siglo XX. No las mayor, ¿pues dónde pondría “El gatopardo”, o “La montaña mágica”, o “El extranjero”? No me arrepiento de haberla leído tres veces, y me estoy planteando la cuarta. 
Habrán intuido que yo tengo la opinión de que cada gran autor tiene una dos obras cumbres. No es desprecio por las otras, es que con éstas he sintonizado más con el autor. Como decía años ha, me atañe más personalmente. A veces, no siempre, mi opinión ha coincidido con los de la academia. No es una opinión objetiva ni lo pretendo.

viernes, 18 de abril de 2025

 La flecha del tiempo no vuela hacia atrás. La caída del dólar y de la deuda soberana USA

Seguramente no sabía Trump las consecuencias de su famoso movimiento “geo estratégico” (dicen algunos) de subir los aranceles. Ha intentado rehacer el imperio con instrumentos caducos del siglo XIX. Como dice Niel Ferguson, “La flecha del tiempo no vuela hacia atrás”.

Ha dañado los flujos comerciales mundiales, ha dañado la renta de casi todos los países del mundo… y ha dañado a su propio país, infligiéndole un duro golpe a su crédito financiero y a la confianza en su moneda, ambos difíciles de recuperar.

Al jugar con los aranceles ha logrado, como dice Quantum Macro,

“La principal exportación de Estados Unidos son los dólares, ya que es la moneda de reserva del mundo. Cuando Estados Unidos le dice al mundo que no está dispuesto a comprar los bienes globales, el resto del mundo le responde que no va a comprar la principal “mercancía” que EE. UU. vende al mundo: el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro.”

Y otro comentario, profético, este de Krugman:

Así que Trump ha iniciado una guerra comercial que interrumpirá nuestras propias cadenas de suministro. ¿Recuerdan la COVID-19 y sus consecuencias inmediatas? ¿Recuerdan cómo la escasez se extendió por la economía e impulsó la inflación? Esos tiempos están a punto de volver, causando daños especialmente graves al sector manufacturero que Trump afirma reactivar.”

¿Es reversible el desaguisado? Es muy difícil, como dice Krugman. El presidente ha creado una gran incertidumbre en la mente de los inversores con sus enloquecidos pasos adelante y atrás, y la incertidumbre puede ser intratable[1]. Ha dilapidado su valor crediticio que le concedían sus inversores, como lo muestra la reacción de los mercados financieros.

Los dos gráficos siguientes muestran el sorprendente resultado de Trump en sus primeros dos meses en La Casa Blanca: un tiro directo a las instituciones económicas - y no económicas - de EEUU.El primero representa la repentina caída del dólar frente a euro (dólar/euro) cuando se anunciaron los aranceles. De un valor de 0,98 €, cayó a menos de 0,88 €. El siguiente gráfico da cuenta de la pérdida de confianza en la deuda soberana americana, no menos repentina, por lo que el gobierno se vería obligado a pagar un interés más alto cuando requiera emitir deuda[2].





Los inversores del mundo entero han mostrado una súbita pérdida de confianza en la supuesta liquidez y rentabilidad/solvencia de la deuda americana, y de la seguridad del dólar como moneda reserva, algo  que hasta ahora casi nadie discutía.

El tumulto se calmó un poco al dar marcha atrás en sus aranceles anunciados, pero no se sabe si eso va a ser suficiente para restablecer la normalidad anterior - además de que Trump parece porfiar en ello -. Por no hablar de la precaria situación en la que ha dejado a la Reserva Federal, a la que se ha dirigido públicamente “afeándole” su papel como guardián de la estabilidad de precios e incitando a su Secretario del Tesoro a poner a su presidente Jerome Powell de patitas en la calle[3].

En todo caso, algunos, quizás precipitándose, como el euro se ha revaluado frente al dólar, piensan que quizás el euro tenga la suerte de convertirse en la nueva moneda reserva, si la UE hace bien las cosas, cómo propone Luis Garicano.

Hablemos claramente: el euro hasta ahora no ha tenido mucha vocación de ser moneda-reserva, pese las ventajas que ello, supuestamente, reporta: la principal, tener más confianza crediticia del resto del mundo, y por ello financiarse a costes financieros más bajos (tipos de interés, vencimientos, comisiones, etc.). La contrapartida es que te puede convertir en zona de importaciones neta de capitales, lo que redunda en un tipo de cambio alto y, probablemente , un déficit de Balanza de Pagos permanente, pero financiado holgadamente; como EEUU en los últimos 40 años, con un déficit de Balanza de Pagos creciente desde 1990, lo que ha causado una Posición inversora internacional que coloca al país en una sospechosa debilidad, si bien hasta ahora no reprochada. Véase gráfico:







Hasta ahora, EEUU no ha tenido que demostrar nada para financiarse en buenas condiciones. Al fin y al cabo, es (o era) la economía más productiva, la que más crece, y la que ofrece más rentabilidad-seguridad tanto privada como pública. Por no mencionar su capacidad geo estratégica. Su dólar era tan estimado como para no pagar prima de liquidez: tener dólares es tener liquidez disponible en todo el globo[4] (Trump no parece tener en cuenta el valor implícito de sus contrastadas instituciones).

No sabemos aún si Europa, si es que desea hacer del euro moneda reserva (podemos poner en duda que Alemania tenga esa ambición), será capaz de corregir ciertas grietas que los inversores internacionales conocen bien. Pero Europa no es una nación poderosa, hegemónica, económica y militarmente. Europa es un mosaico de países que tienen cosas en común, pero no un alma nacional[5]. Europa es vocacionalmente exportadora e inversora en el exterior, no deficitaria. Ha logrado formar una burocracia incapaz de tomar decisiones vitales. La entrada de los países del Este en la UE y la OTAN (con gran riesgo para la seguridad y contrarréplica de Rusia), ha aumentado la diversidad cultural y lingüística, lo que no ha dejado de desgastar la unidad. Es claro que todos los países miembros de la zona euro, no podrían encajar la conversión en un país deficitario a cambio de una moneda-reserva.

Garicano & al hace mención de un racimo de problemas que deberían ser corregidos para convertir al euro en moneda-reserva, según él centrados en el BCE. El BCE tiene funciones muy importantes, pero no es la raíz de la fuerza del euro (Como no lo es para el dólar la Reserva Federal.). Lo decisivo es lo que hay detrás, el poder político que apoya las instituciones.

En el fondo, hay un solo problema de raíz: la UE no es una unidad política (ni lo será en breve). EEUU sí lo es. La UE lo ha intentado, sin resultado patente.

Por eso el BCE no ha actuado siempre con fidelidad a sus principios; por la sencilla razón de que no son compartidos de la misma manera por los distintos países miembros. Entre estos, hay unos que priorizan la estabilidad de precios (Alemania, Holanda, Dinamarca…), y otros que no, al menos con el mismo rigor. Algunos de los países tienen un historial de tolerancia a la inflación y a la emisión de deuda y su monetización, características que hoy se han visto acentuadas desde las sucesivas crisis habidas desde 2008, con un aumento peligroso de la deuda (de momento interna). Esto determina que el BCE tenga cada vez más dificultades en resistir a las presiones de los países menos rigurosos para que rebaje su rigor antiinflacionista. El BCE ha estado al borde de la extinción en 2012... una situación de alto riesgo que podría volver a repetirse.

El papel de moneda reserva de una divisa no la decide sólo el país emisor, sino su demanda en los mercados mundiales. El euro no parece tener la sólida base institucional que ha tenido hasta ahora el dólar. Es difícil ver como probable que si Trump deja al dólar malherido ( no es imposible), el euro le sustituya como divisa en que se facturan los  contratos comerciales y financieros. El uso del dólar se ha sido forjando espontáneamente, fruto de una gran cantidad de dólares en el mundo[6]. Quizás no sea plausible un euro-reserva inmediato. Es difícil imaginar una UE muy deficitaria por cuenta corriente, por ello endeudada, emitiendo euros al mundo y recibiendo el espaldarazo de los mercados mundiales. Si es así, quedará un mundo multipolar financieramente más inestable, sin las pautas imperantes hasta ahora en las transacciones comerciales y financieras, por ello más costosas… desde luego, a Trump esto le importa poco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] La incertidumbre de Keynes, que no se podía estimar como el riesgo.

[2] Recuerden la crisis británica, 2022, cuando la primera ministra Liz Truss decidió presentar una bajada de impuestos. Resultado: caída de la deuda de un rendimiento del 3,78% al 4,99% y de la libra hasta 1,03 dólares/libra, la más baja desde 1985. El BoE tuvo que comprar 65000 millones de deuda. El gobierno sólo duró 45 días.

[3] Esto da pie a una explicación alternativa: Trump estaría buscando que la FED monetice la deuda. Si es así, la inflación sería para él un mal menor. Adivinar sus intenciones es arduo. Por eso hay tantos hermeneutas espontáneos que se han equivocado.

 

[4] El papel de moneda-reserva no tiene una explicación completa. Hay países, como Suiza, que gestionan con más rigor su moneda, y por eso en ocasiones ha sido una moneda refugio. Pero moneda más usada en las operaciones, como es el dólar, es distinto. Es liquidez fácilmente asequible y fiable. Eso solo lo puede hacer un país como EEUU, que todos los años aumenta la masa de dólares cuando paga su deuda creciente. Los intentos de China de que el yuang sustituya al dólar han fracasado. China es una país superavitario.

[5] Un “alma nacional” es algo indefinible que no se compra con dinero. Todos los países parecen tener una menos España

[6] Krugman tiene la tesis de que el dólar es demandado… porque a partir de una masa crítica, se ha hecho costumbre, como el Windows, el teclado QUARTY, etc.  Es más económico hacer lo que hacen los demás.