"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 5 de septiembre de 2016

La izquierda

Del blog de Arcadi Espada: 

«La izquierda no es más que un cadáver que suena hueco en cuanto impacta sobre ella un problema.»

domingo, 4 de septiembre de 2016

Inversiones y colocaciones a largo plazo. De haberlo sabido...

Contra lo que dicen los chartistas, la bolsa no es siempre mejor inversión que los bonos. Lean a John Authers, en su articulo en el que resume lo que ha pasado los últimos 10 años. Si hubiéramos sabido... 

My decade started as the credit bubble was reaching bursting point, continued through the worst financial crisis in living memory, and then gave way to an anxious and disliked stock market rally, underpinned by historically low interest rates that have driven ever greater anger. 
How should we have positioned ourselves for this ten years ago? 
If Hindsight Capital LP, my imaginary hedge fund blessed with perfect foresight, had put on a trade in September 2006 when I took over the Long View, it would have invested heavily in the US (up 69.4 per cent compared with a fall of 8 per cent for the world outside the US, according to MSCI), and avoided Europe (down 12.6 per cent). I should also have told my readers to invest in developed (up 28 per cent), more than emerging markets (up only 14 per cent), although a ten-year bet on Brazil would still be looking good (up 60 per cent in dollar terms).
Hindsight also preferred long-dated Treasury bonds to stocks, but it was close; long bonds returned 8.4 per cent per year, against 7.65 per cent for the S&P 500. Outside the US, readers would have been far better off in bonds. It is true that stocks usually beat bonds, but not over the past decade. And we would all be very grateful if we could receive the returns of either US stocks or bonds over the next decade. 
To sum up ten years in one paragraph: a historic speculative bubble in credit finally burst, and the US came out ahead thanks to looser monetary policy and swift action to fix its banks, while emerging markets slowed down, and Europe was left behind thanks to its bloated banking system and badly designed currency.
Los bonos americanos ha dado unas ganancias del 8,4% anual, frente al 7,65% de la bolsa, eso suponiendo que no se cometieran errores de gestión a corto plazo: es posible que la bolsa es una inversión rentable, pero su volatilidad no la hace segura. El resumen es: no ha valido la pena, tanto chartismo y tantos gastos de gestión - que se llevan un buen mordisco -. Un simple y aburrido bono te hubiera hecho más rico, sensiblemente más rico. Claro que había saber qué iba a pasar. Los ingeniosos  austriacos, esos que encajan la realidad a martillazos en su esquemita, apostaron que la política monetaria expansiva IVA a provocar hiperinflación, y que por lo tanto los tipos de interés de los bonos iba a subir a rascar el cielo: quien tuviera bonos se iba a quedar pelado (el precio de los bonos cae al subir el tipo de interés). Gran error de nuestros amigos los magos de Oz. 

Realismo rajoyano

Dos autores sobre un mismo hecho, cada uno con sus puntos de vista. El hecho es el resultado catastrófico de la sesión de investidura. Hay una coincidencia entre ambos, y es que Rajoy era la solución menos mala para España, a pesar de sus errores. Arcadi tiene razón: se ha puesto el acento en la corrupción, y el mayor error de Rajoy no es ese, es la debilidad ante Cataluña. Por su parte, Juaristi dice que Rajoy es el único realista en el escenario de marionetas, "no hay otro realista en el terreno de juego". 
Lo que hay es una distancia sideral entre el PP y el PSOE, distancia artificial que ha construido el PSOE desde siempre, por eso de no perder el voto estéticamente de izquierdas, antifranquista, que poco tiene que ver con la socialdemocracia, pero que a él le ha funcionado de maravilla para tener un plus electoral sobre el PP, que no podía jugar a la frivolidad con Cataluña ni al izquierdismo de salón. Ese plus además se ampliaba sobre el PP, con el san Benito de partido de origen franquista, como todo el mundo sabe, aunque escrupulosamente demócrata y corrupto como el PSOE. Que el PP haya laminado al PSOE no merece autocrítica en este último. Pues debería hacerla, porque su resultado ha sido de liquidación. Es digno de reflexión que haya sido Zp y Snchz, dos energúmenos, el primero el que desató las furias en Cataluña, los que hayan perdido el monopolio de la marca de rojerío, que le ha robado PI. Es para reflexionar QE sea por la izquierda que pierdas tu trozo de pastel, cuando estás jugando a eso, precisamente. En ello tiene que ver la manipulación del gobierno de las cadenas privadas de Tv, que ha convertido la sexta en un fortín de PI. 
En fin, que se fagocitan unos a otros, pero las consecuencias no son las esperadas, como cuando el PSOE se quiso apropiar el 15-M uno hizo más que alimentar a PI. 

Jon Juaristi
REA­LIS­MOS
'ABC'

SE cumplen estos meses los cien años de la ofensiva del Somme, un conjunto de batallas que se sucedieron en el llamado Frente Occidental desde el 1 de julio hasta el 18 de noviembre de 1916 en un desesperado intento por parte de los británicos de aliviar la presión alemana contra sus aliados franceses en Verdun. Las bajas en total ascendieron a más de un millón doscientos mil, entre muertos, desaparecidos y heridos graves de todos los ejércitos contendientes. Fue el verano más sangriento de la Historia, que la cambió de modo radical en muchos aspectos. Por ejemplo, en el de la condición de las mujeres. Hizo más por los objetivos del feminismo la gran matanza de varones en los campos de Flandes que todas las campañas anteriores de heroicas pioneras como la señora Pankhurst. Cambiaron las técnicas militares, las formas de reclutamiento (desaparecieron, por ejemplo, las levas feudales por comarcas). Pero, sobre todo, cambió la política. El Somme se cargó los regímenes deferenciales, restrictivos o censitarios, y alumbró la época de la democracia de masas. Hoy la mayor parte de los historiadores coincide en admitir que, tras la ristra de batallas del Somme, la humanidad entró en un tiempo nuevo. El siglo XX comenzó realmente en el verano de 1916, hace cien años.
Yo creo que, en nuestro siglo, los tiempos empezaron a cambiar drásticamente el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y que la transición al XXI culminó en la misma ciudad y en el mismo distrito seis años después, en agosto de 2007. Cambiaron muchas cosas, pero, sobre todo, cambió la política. El terrorismo ubicuo y la crisis financiera global dieron la puntilla a las distintas versiones del idealismo que dominaban hasta entonces, y se comenzó a llevar el realismo. Incluso las elecciones legislativas de 2011 en España, habitualmente uno de los últimos países occidentales en enterarse de por dónde sopla el viento, demostraron que nada podía sustraerse a esa tendencia. No ganaron los idealistas, ni los del buen rollito ni los indignados. Ganó Mariano.
Y sigue y seguirá ganando, aun en el caso de que hiciera poco o nada por conseguirlo, porque no hay otro realista en el terreno de juego. Yo que Sánchez Pérez-Castejón iría pensando en qué me gustaría ser de mayor, después de que se nos vaya la Pascua, mozas. Tiene Sánchez tantas dotes naturales para la política como servidor para la ópera. Es una lástima, y hablo muy en serio, que lo haga después de haber completado la demolición del PSOE, la única izquierda que alguna vez fue compatible con el bipartidismo. Ciudadanos y Podemos, dos formas terminales del idealismo, la untuosa inquisitorial y la populista vociferante, sobrevivirán enquistados en la administración local hasta las próximas elecciones...

Arcadi Espada,
El Mundo, 
Crisis de secesión y su salida  

Mi liberada:

... Rajoy ha cometido errores en la gestión de los años más difíciles de la democracia española. El principal, el de Cataluña, que es el de permitir que en una parte del Estado no se cumpla la ley. Ningún partido, ni siquiera C's, ha hecho de este reproche la base de su oposición política. El reproche por antonomasia ha sido el de la corrupción. Tiene poco sentido. La corrupción es un problema absolutamente menor comparado con la rebelión del gobierno de Cataluña. Esa rebelión ha bloqueado España y Rajoy no ha sabido impedirlo. No solo eso. Como demuestran las sórdidas conspiraciones del ministro Fernández ha pretendido combatir a los desleales de modo subterráneo, a la manera -moral, no técnica- con que el felipismo combatió a ETA. El fracaso ronda el sainete. Y lo peor: disemina una sospecha de debilidad sobre el funcionamiento del Estado absolutamente desmoralizadora. 

No han de buscarse sofisticadas interpretaciones de este fracaso de Rajoy. El problema, simplemente, ha sido más grande que él. Su descargo es que no ha tenido a su lado a los socialistas. Más allá de la apariencia, la actitud del PSOE ha sido de una gran irresponsabilidad. Ha flirteado estúpidamente con la falsa solución de la reforma constitucional -ninguna que no suponga la autodeterminación satisfará a los nacionalistas- y permite que sea un gobierno en funciones, maltrecho y sin base parlamentaria el que vaya a hacer frente a las próximas patadas nacionalistas a la ley. La unidad ante la rebelión debió ser la misma que ante el terrorismo de ETA, pero el socialismo nunca lo ha entendido así. El socialismo proclama la necesidad de "una solución política para Cataluña". Pero solo lo hace para disponer de un arma más contra la derecha. Rajoy no puede formar gobierno a causa de Cataluña. Pero tampoco puede hacerlo sánchez, y a causa de lo mismo. La única manera de superar el bloqueo pasa por el acuerdo -y por un acuerdo a la larga, no meramente circunstancial- entre los dos partidos mayoritarios. Pero los dos no son igualmente responsables de su inexistencia: uno lo reclama y el otro se niega. 

De esta crisis solo se sale de un modo, y es por la articulación de un nuevo gran partido español a la izquierda del PP. Este partido aún puede ser el PSOE: bastará que pedro sánchez castejón, su núcleo de dirigentes y su política sean derogados. Si la solución no la dan los militantes socialistas habrán de darla los que hasta ahora han sido sus votantes, empezando por los gallegos y vascos. Vista la inutilidad del actual partido para la práctica de ninguna política real deberán ceder, según carácter, sus votos al partido Podemos y tumultos asociados, y a C's. Eso es lo que ya ha pasado en Cataluña, vanguardia siempre, y lo que debe pasar en España, si el PSOE dimite de sí mismo. 

Ni que decir tiene que semejante pulverización de la burocracia socialista aumentaría la posibilidad de que C's, ya beneficiado por la corrompida política de los fernández y los moragas del PP, daría a Ciudadanos la posibilidad de convertirse en un decisivo partido español, no solo capaz de lubricar la razón, sino de imponerla. Para ello sería interesante que, más allá de malabarismos, se dedicara a fijar con precisión quién es ahora el responsable de la catastrófica situación española, es decir, quién es el principal aliado objetivo de los que trabajan activa, y exitosamente, por la destrucción del Estado de derecho. Un heroico mainstream, que fue de Álvarez de Miranda a Fernández Ordóñez, permitió salir de la crisis del franquismo. De la crisis de la secesión no se saldrá de otra manera.

Eso creo yo. Estamos tan mal, que de esta crisis no se saldrá más que con otros hombres con más visión de conjunto, menos miedo, que sepan unificar voluntades. 

sábado, 3 de septiembre de 2016

El hambre el el mundo existe porque se quiere

En contra de lo que dicen los "doomsayers", malthusianos, la producción alimenticia en el mundo crece. En contra de lo que dicen los del calentamiento, dicho calentamiento no ha afectado lo más mínimo a la producción de alimentos. Bien administrados, habría alimentos serían suficientes para acabar con el hambre el el mundo, cosa que no se hace porque va en contra de intereses creados, de ideologíasfanáticas  (Greenpeace, ver aquí) y a favor de la desidia de todos. 
Repito que acabar con él hambre el el mundo sería un objetivo alcanzable,  con recursosde sobra, dado el estado de la tecnología, absurdamente combatida por los oponentes a los transgénicos. Que sí, que es mejor que se mueran de hambre los niños antes que desprenderse de una ideología barata del siglo XIX. Total, si es un niño refugiado, su foto da la vuelta al mundo, pero un niño desnutrido más, eso ya no vende. 
Una inversión pública justificadisima que animaría a la inversión privada sería movilizar voluntades para acabar ya con él hambre el mundo. ¿Qué político lo propone? 

Evolución del liberalismo al antiliberalismo

Como habrán notado, no soy austriaco. Pero durante mucho tiempo fui un fan de Hayek y Mises. Hay algunas cosas que todavía respeto de estos dos. No de Rothbard , que me parece un espanto sacado de Juego de Tronos. Siempre pensé, y discutí con un amigo liberal, que a esta escuela le faltaba una macroeconomía. No la tenía por rechazo de ambos autores a tal concepto. El conjunto era la suma armónica de los individuos, según ellos. 

Yo pensaba que la macroeconomía que faltaba era Friedman, un liberal con una teoría monetaria que cubría el vacío macroeconómico de los Austriacos. 

Lo que me ha hecho cambiar ha sido la crisis. La crisis me ha descubierto que los mercados financieros no se auto regulan, que no son eficientes, que provocan enormes sacudidas, y que la mayoría de las recesiones están mal enfocadas por prescindir de las sacudidas financieras en su análisisis. Creo que sin finanzas no habría más que suaves ciclos, en contra de lo que creen los Nuevos Clásicos, Lucas & al. Los mercados financieros tienen reacciones mucho más rápidas, unisireccionales, e imparables que los mercados de bienes y servicios, cuyos precios relativos son más lentos al masificarse. 

Pero sin finanzas y dinero viviríamos en un mundo de trueque: no hubiéramos llegado a ninguna parte. Las finanzas son ineludibles, pues ponen en contacto el presente con el futuro. Sin finanzas estaríamos estancados. Ahora bien, esa conexión presente-futuro no es segura. Está rodeada de incertidumbre y de errores, y la corrección de esos errores por parte de los individuos no lleva necesariamente a la corrección del conjunto, al revés, puede acentuar los desequilibrios. 

En fin, que no creo ni por un momento que la acción y reaccion individuales sean auto correctoras y acaben bien. Pueden producir un desconcierto enorme, y la caída de piezas fundamentales del sistema capitalista - que creo que hay que defender frente a su contrario, el comunismo o sistema administrado desde arriba - puede ser decisiva. 

Cuando las cosas van normal, porque no hay sacudidas financieras, los predios de los bienes y servicios sirven bastante bien de orientación de las decisiones. Pero esa apariencia de normalidad y equilibrio puede estar ocultando un "Cisne Negro", como en 2008. 2008 demostró que a los mercados financieros hay que regularlos, porque producen riesgos sistemicos que no se ven venir. Hay que evitar en lo posible esos riesgos sistemicos, lo que implica regulación y supervisión: injerencia de una autoridad, lo que va en contra de la Escuela Austriaca y la teoría de la Eficiencia de los Mercados, o EMH. 

En cuanto al dinero, creo que en los pánicos, la gente pierde el sentido del precio de equilibrio, y entonces se hace necesaria una política monetaria a los Friedman, porque la gente busca liquidez como sea, a costa de liquidar malamente activos. Hay que evitar esas ventas frenéticas, esa sed de liquidez, esas subidas astronómicas de los tipos de interés, porque sino todo se puede ir al garete, como casi sucede en 2008. 

2008 es el clásico caso que una vez pasado se cree que ganaron los buenos porque tenían razón. No. Ganaron los buenos -se evitó el colapso total del sistema financiero- porque unos hombres se esforzaron por convencer a los politicos que si no se salvaban los muebles, el mundo podía caer en el marasmo total. En otras palabras, no porque era inevitable, sino por chiripa. Alguien les escuchó y convenció al Congreso en el último momento, cuando los mercados de liquidez estaban secos. 

Quizás fue un error de Paulson dejar caer Lehman Brothers, bajo su visión liberal de que el estado no debe salvar  una entidad llena de pufos, pero pienso que si eso agrandó la crisis ya en marcha, quizás esa ampliación del susto tuvo un efecto ejemplarizante. No lo sé. Con todo, creo que el ejemplo ya ha durado demasiado, y que la post crisis se ha gestionado pésimamente, especialmente en Europa. No se puede exigir que una generación entera pague con la frustración su vida activa cuando hay recursos para evitar tanto coste humano. Y creo que ese coste tiene efectos externos sobre la sociedad enormes, como los tuvo en la crisis de los treinta. Hitler no floreció en una sociedad sana y equilibrada. 

Sobre libros

En España hay, según leo a Ignacio Ruiz Quintano en ABC, unos tres mil compradores de libros. Deprimente cifra, ¡vive Dios! Para mí son más importantes los compradores de libros que los escritores. Éstos suelen ser vanidosos, y creen que les siguen legiones de lectores, en contra de lo que dice sus cifras de ventas. Yo estoy con Borges, Jorge Luis, 

"que otros se jacten de los libros que han escrito, 
yo sólo me enorgullezco de los que he leído". 

Versos de unos de sus últimos libros de poesía. Eduardo García de Enterría, fino crítico literario y "comprador" de libros, aparte de gran jurista, decía que Borges era mejor poeta que narrador. Creo que tenía razón. Comparaba la sencillez y llaneza de los versos de Borges con el barroquismo de nuestros mejores poetas, y es verdad. Nosotros tendemos al barroquismo, a la viguería retorcida,  por naturaleza, 
Además, Borges es un maestro en el arte de leer. De escribir también, pero sobre todo de leer. Tiene un  librito, de cuyo título no me acuerdo ahora, sobre el arte de leer poesía, que es una delicia. A Borges le debo no haberme perdido en la selva de la propaganda, y haber perdido el pudor para decir que alguien no me gusta. Por ejemplo, Lorca. No me gusta Lorca, lo siento. Luego resultó que coincidía con él, con Borges. No tengo nada contra Lorca personalmente, pero me gusta el arte viril. Con ello no quiero decir que sea homófono ni nada de eso, pero prefiero que me hablen de amor viril o de guerra viril. No sé si me explico. Para mí Lorca es como si tuviera mentalidad de mujer española. Para eso prefiero leer a una mujer de verdad. 
Como decía un conocido, "si lees a Nietzsche y a Tagore, si no eres marica te gusta más Nietzsche". 
Bueno, pues todo eso, reducido a un mundo mínimo de tres mil personas. La Tv es otro mundo, ciertamente. Parece un milagro que lleguen a tus manos libros buenos. ¿Y los que se descatalogan y desaparecen? Da un poco igual porque nunca se acaba el filón, al menos para los viciosos. Hace poco leí una novelita de Georges Simenon extraña, alejada de su línea habitual, que aprecié más que un clásico. Se llama "El círculo de los Mahé", 

 

Algo indescriptible lo morboso e inquisitivo que puede llegar a ser. Digno de un clásico, aunque se supone que es un autor de policiacas. Me han entrado ganas de releerlo. 
Tres mil compradores. ¡Qué heroicidad escribir y editar libros! al menos en este país. 
Sin embargo, estoy perdiendo el pulso, ya no me abstraigo como antes. Leo esforzándome, la edad te roba las ilusiones, y leer es una ilusión más. Pero cuando conozco a alguien que no lee, lo que es lo más normal del mundo, me pregunto cómo pueden llenar las horas. Trabajando, claro, ¿y luego? He tenido amigos muy amigos que no leían, si acaso el periódico, otros la Tv y gracias. No puedo entenderlos. No sé si se pierden mucho, porque ellos mismos no pueden imaginar las simas profundas a las que se llega con un libro, que además te acompañan para siempre. Se desvanecen algo, pero siguen ahí, haciéndote compañía, aunque se pierdan las palabras originales. 
Leer a un autor muerto es hablar con el pasado, y hablar con el pasado es una de las experiencias más fuertes que puede haber. No hay experiencia más fascinante que todo sea igual y distinto a la vez. Que el ser humano es el mismo, que las circunstancias materiales y las creencias son otras. Ah, las creencias. Es lo único importante. Leer a san Agustín hoy es descubrir que un genio podía pensar en el siglo V con igual agudeza que lo hace Dostoyevsky. O Tolstoy. 
Por eso me inquieta la chatez de la educación de hoy, de los jóvenes de hoy. Su mundo es plano. Me pregunto si de vez en cuando no sienten una voz que les pide más. Lo importante es sofocar esa voz. Tres mil, no pasemos de ahí. No vaya a ser que sea más difícil manejar el rebaño. 

viernes, 2 de septiembre de 2016

La falta de potencia de la artillería de los Bancos Centrales: fracaso del monetarismo


Estos dos gráficos muestran el fracaso de la teoría Monetarista, en su más simple versión de la identidad MV = PT - cuya aproximación a la realidad  se hace muy a la ligera, cambiando PT por PIB nominal; así, MV = PIBN. 
El fallo, la ligereza, de esta identidad es que ni T es el PIB, ni M es directamente dependiente del balance de Banco Central.
Según la teoría, al aumentar el Balance del banco central, se emite dinero que va directamente al público, que así satisface su súbita huida de los activos a la lucidez. 
Como se ve en los gráficos, esto no funciona. No funciona porque en medio está la banca, que es la que crea dinero al dar créditos. Los gráficos representan la cantidad de liquidez en circulación en EEUU y en la Zona Euro, dividido por el volumen del balance de la FED y del BCE. Si la teorería fuera verdad, al aumentar el balance/emisión del dinero, la relación M3/B debería ser constante, aproximadamente. Pero vemos que no lo es. 
El dinero en circulación (M2 para EEUU M3 para la ZE) no lo crea el banco central, sino la banca privada al conceder créditos. Esos créditos son la contrapartida fundamental de la M2 y la M3. El crédito se convierte en depósitos que son la liquidez con la que funcionamos.
Desde la crisis, vemos que la potencia de crear dinero de la base monetaria ha decaído profundamente.


 


 

Ergo, algo falta en la ecuación MV = PIBN, algo relacionado con el crédito. Algo por la parte de la demanda de crédito, que puede verse anulada por la incertidumbre, o algo por parte de la oferta bancaria, afectada por el mismo síndrome. 
Por otra parte, sabemos que el crédito al sector público no ha tenido problemas, ha seguido aumentando, porque casi nadie se plantea ni remotamente que EEUU pueda hacer default. 
Eso sí que se pensó del Euro en 2012, cuando la crisis de los bonos: algunos países fueron puestos en duda de su capacidad de recaudar suficientes impuestos para pagar sus deudas. Pero eso lo arregló Draghi, que vino a sustituir al incompetente Trichet, quien debería estar procesado (por subir dos veces los tipos de interés en 2011, detonador de la crisis de los bonos). En cuanto Draghi garantizó que ningún acreedor en euros se quedaría sin cobrar, obró el milagro de desinflar la crisis y rebajar ala primas de riesgo a niveles normales, algo que el gobierno se adjudicó a mérito propio. Mentira. 
En todo caso, el sector público tiene la potencia suficiente para aumentar el crédito y la liquidez, cosa que impide la ideología del austerismo, pero de eso ya hemos hablado suficiente. 

El problema de España

El problema de España es que alguien, un día, nos convenció de que ser de izquierdas es lo único decente en la vida. Se me han cabreado "amigos" por decir que he votado a Rajoy. ¿Efecto de la Transición, reacción anti franquista, efecto de la LOGSE? Un poco de todo. Es un efecro propagandístico, la especialidad de Goebels. Es como si el espíritu de  éste hubiera anidado en España y hubiera manipulado medios y escuelas para formar a ciudadanos que respondan a una sola voz ¡yo soy de izquierdas, por supuesto, y por eso soy además independentista! 
Los esfuerzos del PP para mantener los gastos de corte social en sanidad, educación, hospitales, más allá de lo que cabía en el presupuesto, han sido, si no baldíos, casi baldíos, puesto que los beneficiarios de esos gastos votan al Podemos en su mayoría. 
El PP es un partido socialdemócrata de derechas, como lo es el de Merkel, o el de la derecha francesa. Hoy no se puede ser otra cosa en Europa, porque si propones que la gente se ilusione con liberalizaciones, libertad de emprendimiento, etc, te hacen una peineta y te mandan a la oposición. Eso ha lanzado a la derecha a la carrera de ofrendas suculentas para todos, y le ha puesto la cosa complicada a la izquierda, hasta el punto que ésta se ha echado al monte de la ideología del XIX. Patronos y obreros, lucha de clases, etc... 
Miren a Esperanza Aguirre, líderesa del liberalismo,¿cuántos hospitales y líneas de Metro ha hecho? ¿Quién se lo ha reconocido? Cuantos AVES ha hecho este gobierno de la mano de la ministra que es ahora presidente de las Cortes, Ana Pastor? ¿Y carreteras?
De momento, la socialdemocracia de derechas va ganando en votos, porque la oferta de la socialdemocracia de izquierdas es tan vaga, ideológica e inconsutil, que,  aparte del "encaje catalán", que por otra parte no ilusiona ni a unos ni a otros, es calcada de la del PP. Si el PP administra mejor, es igual de corrupto que el PSOE, y dice menos memeces... Blanco y en botella. 
Los de Podemos, por su parte, están cabreando cada vez más al personal por gestionar pésimamente sus recursos donde tienen mando, con la permisividad del PSOE, que es quien les da sus votos. Eso también empobrece electoralmente al PSOE, pero parecen no darse cuenta. 
En fin, que hay un gran vacío socialdemócrata de izquierdas que sólo el PSOE puede reconquistar, pero con otros personajes, claro. Igual de demagogos, pero más centrados en su esencia. 
El PSOE ha perdido el rumbo, y se ha convertido en la mosca cojonera, el perro del hortelano de la política española. La sorpresa vendrá cuando al fin caiga esta panda de  inútiles y vengan otros que serán peores, porque no puede ser de otra manera. Están atrapados, como moscas a la miel, y como el PP, a la ideología europea, y no cambiarán sus prebendas europeas así como así, como tampoco el PP. 
necesitamos otros líderes que nos engañen, pero para eso hay que tener capacidad para engañar y además hacer cosas, y eso está fuera de nuestro alcance. 
Europa está en un impasse. Lo que hemos descrito de España sucede en todos los paises europeos. Dos socialdemocracias, de derechas y de izquierdas, se disputaban el pastel que Europa se encargaba - o no impedía - que creciera. Ahora no crece. De ahí que hayan surgido fuerzas insurgentes, que quieren otra cosa, pero no saben qué. La cosa se mueve, pero no sabemos hacia dónde. La gente, lela, hace cábalas. No vale la pena.  Europa no va a mejorar. España tampoco. Vivan el día. Lo demás es mentira e ineficiencia.
Vamos a unas terceras elecciones. El que se rompa las meninges está mal del coco. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Si quieres ilusiones, vete al cine

Los que votan a PI con alguna ilusión de cambio -que los habrá entre los cinco millones de su cosecha - deberían mirar, como aconseja García Domínguez, al Tsipras, ese rebelde audaz que ahora está hundido por la Troika europea en un marasmo de deudas y exigencias de apretar los cinturones todos los días a sus compatriotas. García Domínguez:

"Si de lo que está hablando entre líneas Pablo Iglesias es de eso, desde luego, no está apelando a ninguna quimera disparatada. Bien al contrario, eso se podría hacer; es más, se debería hacer, claro que se debería hacer. El problema es que, se llame como se llame el próximo presidente de España, su capacidad efectiva para materializar una iniciativa tal tendería a cero. Sin duda, en las convenciones económicas de los tecnócratas del PP y del señor Garicano no hay nada apasionante. Pero, sin embargo, rebosan de algo en extremo perentorio en el universo de los adultos: sentido de la realidad. Y el gran inconveniente que plantea la realidad es que existe, incordio que todos los que han dejado de ser jóvenes descubrieron en su día con algún pesar. En puridad, lo que abandera Iglesias no es una alternativa a nada, sino una simple falacia de composición. Porque su querencia únicamente se antojaría factible dentro del marco supranacional de la Unión Europea en su conjunto. Algo que, huelga decirlo, no va a ocurrir."

La realidad existe, pero quien más la niega son estos partidos que explotan la parte más endeble de cerebro humano, el cerebro del Sapiens, esa parte que se rinde ante la ilusión de un  mundo mejor, porque el hombre es redimible, según Rousseau. Lo bueno que tienen los anglosajones es que Lutero les enseñó que el hombre solo es redimible individualmente, no socialmente. Las utopías no existen. Saben que las sociedades son imperfectas pero perfectibles, mientras que la parte adoctrinada por la Iglesia de Roma cree que hay un paraíso, pero ese paraíso lo ha trasladado a la tierra. Como los marxistas. No hay ni un cura que crea en la salvación, ergo, como avisó San Pablo, "si no creemos que Cristo resucitó, bien miserables somos".
Aquí, en esta bola llamada Tierra, solo caben dos tipos de sociedades, la socialdemocracia de derechas y la socialdemocracia de izquierdas. Si, además, estás en Europa, debes humillarte ante Alemania, rendirle pleitesía  y o ahogarte en las deudas que ella misma te prestó cuando la burbuja. 
Por eso so he votado a Rajoy, como ya he dicho repetidas veces, porque es el único socialdemócrata que hay en España. Snchz tiene la cabeza a pólvora, y de PI no hablemos. Rajoy es un cínico, corrupto, que conoce muy bien el paño de Bruselas y Berlín y se maneja bastante bien entre nuestros acreedores. Es lo que hay. Si quieres tener ilusiones, vete al cine. Por  eso al salir sientes esa desagradable sensación de realidad. 

miércoles, 31 de agosto de 2016

Efectos del QE sobre bonos privados: más especulación, no inversión

Un importante artículo de Marcello Minenna muestra cómo las nuevas actuaciones de los bancos centrales comprando bonos de corporaciones privadas se ha traducido en mayores volúmenes de emisión por éstas, a un coste de interés mucho menor, lo cual es el objetivo que se estaba buscando. Ahora, las  compañías más importantes se pueden financiar al mismo coste que el gobierno -prácticamente 0% - lo que han aprovechado para refinanciarse...
Sin embargo, esto no quiere decir que estás óptimas condiciones se traduzcan en un mayor volumen de inversión real: las compañías han aprovechado esto para pagar más dividendos y recompensar a sus accionistas con la recompra de sus acciones (buyback), lo que paradójicamente tiene un efecto balsámico sobre las bolsas, pues se reduce el ratio PER, al aumentar la E de los Earnings y reducir el volumen de acciones, tal como decía Varoufakis en su post de Project Syndicate (ver mi post "Por qué los tipos de interés negativos son perniciosos"). 

On the issue, numerous doubts are still in place: in Japan, the big corporations have used the new liquidity trickling from the monetary authorities to the banking and corporate sector to benefit the existing shareholders, both directly by boosting the dividends and indirectly via buybacks. The buybacks have exploded from ¥ 1000 billion in 2012 to over ¥ 4000 billion in 2015, but visible effects have been appreciated only on the stock markets, where the ETF and corporate bonds purchases have been determinant in sustaining the Nikkei index to high levels. The dynamics of corporate investment have been largely unaffected by the BoJ unconventional measures. Paradoxically, the market rewarded these strategies since a reduction of the floating stocks increases by definition the earning per share. Time will tell. Surely, the small businesses, cut off by Draghi’s CBPP, will continue to endure a persistent credit crunch due to the difficulties of the Eurozone banking system, especially in peripheral countries. This is not exactly encouraging from the perspective of growth in countries where the small-medium enterprises are the core of the manufacturing sector, like Italy.

Esto explica perfectamente la disociación entre los niveles bursátiles y la economía real. Recientemente en Inbestia que el clima empresarial en Europa no está precisamente boyante, al bajar a mínimos después del máximo de la última recuperación. 

 

Estamos inmersos en un círculo ¿vicioso? de inflación de valores que lógicamente atrae a los especuladores, sin que éstos tengan en cuenta que esto se parece mucho a una burbuja. Esto tendrá un fin, que será cuando los BC anuncien un cambio de estrategia. Y no será necesario que suban mucho los tipos de interés, pues se está jugando con un margen tan fino, que cualquier modificación en las expectativas puede desencadenar la riada en sentido contrario. Así que cuidado a los pardillos, pero también a los profesionales,  que hay demasiada confianza en que la ruleta siga girando, pero no puede ser eternamente. 

¿Qué hemos aprendido en economía desde 2008?

Esto es un recuento a vuela pluma de la distancia cambiante que siempre ha habido entre la brillantez teórica y los acontecimientos reales. No es más que una invitación melancólica a la humildad del economista.
La Economía va con retraso respecto a la economía real. Siempre ha sido así. La Gran Depresión, que siguió al Crash de 1929, pilló a contrapié a todos los economistas de postín. Tan posteriormente como 1967, Milton Friedman escribió con Ana Schwartz su "Hisoria económica de EEUU", que giró la atención hacia los acontecimientos monetarios; aunque, sin embargo, hoy se han desvelado errores de bulto. Pero al menos fue un avance tras cuarenta años. Irving Fisher, en 1933, había descubierto la "Debt Deflation", pero después de una terrible plancha que le había llevado a pronosticar que la bolsa americana había alcanzado un "Plateau" permanente. 
Hay que decir que antes, Keynes descubrió las raíces de aquella crisis, pero Keynes fue combatido  con ardor en EEUU, y al final, gracias a Friedman y su sucesor Lucas, fue destronado (también hay que reconocer que lao keynesianos habían abusado de Keynes). Ahora bien, nótese que Keynes también llegó detrás de los acontecimientos. Su libro fue terminado en  1936, siete años después de la mayor crisis de la historia. Su afán principal, ya desde 1920 ("Laa consecuencias económicas de La Paz") era evitar otra guerra mundial, pero no lo consiguió: sus teorías fueron aplicadas por Franklin D. Roosevelt, pero Europa quedó inmersa en el magma de la postguerra de la I guerra mundial. Roosevelt no pudo evitar que Hitler llegara al poder...
En 2008 se creía en la "Great Moderation" - aunque la academia era muy suspicaz con esta idea. La Great Moderation era la descripción de lo bien que había ido todo en la década de los noventa, desde que Clinton llegó a la Casa Blanca. Una combinación de política fiscal de equilibrio, bajos tipos de interés, y baja inflación, junto con una era de innovación tecnológica, crearon una ambiente mágico de que casi todo era posible. Greenspan, presidente de la FED, considerado como el mago que manejaba todo, fomentó mucho la creencia de que se había llegado al máximo de equilibrio económico y progreso, llegando a justificar la burbuja Dot-Com como una valoración acertada del progreso tecnológico que se esperaba en el futuro. En cuanto a la burbuja informática que estalló en 2000, le llevó a su definición de política monetaria como una cuestión de gestión de riesgos alternativos, justificando que ante la duda era mejor bajar los tipos de interés y evitar una hecatombe que subirlos por un riesgo inflacionario. Se creía firmemente en Friedman, y que la política monetaria era la única eficaz frente a los ciclos económicos. Los ciclos financieros ni se consideraban. Pocas alusiones se ven en los discursos de Greenspan a los desequilibrios financieros. Incluso los enormes deficits exteriores de EEUU eran tratados por él como una consecuencia lógica del desarrollo de nuevas técnicas financieras que permitían más capacidad de financiación. Se fue en 2005 en loor de multitudes, tres años antes del desastre que su bonancible actitud causó. 
2008 pilló a todos por sorpresa. Con un voluntarismo encomiable, Bernanke, Geithner y Paulson salvaron el sistema financiero a un coste razonable, pero no reconocieron los errores que habían llevado a su derrumbe. 
Se desempolvó a Hyman Minsky, un "oscuro" economista keynesiano, muerto en los noventa, que había desarrollado un modelo que advertía que el capitalismo era inherentemente inestable, y que cada cierto tiempo se vería sometido a sacudidas financieras, si no se volvía al espíritu regulador que emergió de la Gran Depresión y de Roosevelt, cuyas instituciones reguladoras habían sido desmontadas al calor de la creencia cada vez más difundida de que los mercados financieros eran eficientes, por cual habían desaparecido de las ecuaciones de los modelos como problema. Hay que decir que Minsky era "oscuro" porque, pese a ser buen matemático, fue desdeñado por los académicos por no formular sus ideas matemáticamente, algo que consideraba contraproducente en economía (como Keynes). 
Pese al impulso que Krugman y otros dieron a Minsky y a la importancia de la inestabilidad financiera, el mundo oficial siguió confiando en la política monetaria como única arma contra lo que se consideraba tan solo una severa recesión, pero nada más. Tan sólo hace tres años Larry Summers empezó hablar de "Secular Stagnation", estancamiento secular, un concepto keynesiano que decía que la economía caída en una depresión no salía por sí misma del estado de postración. 
Debemos consignar que en Europa las cosas fueron mucho peor. En Europa, bajo el tratado de Maastritch y las condiciones rigurosas impuestas por Alemania para firmarlo, ni la política monetaria ni la fiscal se consideraron necesarias, al revés: Europa se aferró a la idea "ordoliberal" alemana de que la austeridad fiscal y la contención monetaria antiinflacionista era la respuesta para devolver la confianza a los empresarios. El estado en que quedó la banca -y sigue estando- y los efectos letales de la contención fiscal, la subida de impuestos y reducción de gastos, encerraron a la zona en una recesión retroalimentada por las autoridades. Sólo cuando llegó Draghi en 2012, tras el "error Trichet" (que al subir dos veces los tipos desencadenó la crisis de los bonos soberanos), se estabilizó la situación, cuatro años después de que la FED y el Tesoro USA hubieran empezado su tarea de limpieza y su política del Quantitative Easing (QE). Tan tarde como en 2015 fue cuando el BCE empezó tímidamente su QE, a inyectar liquidez comprando bonos. 
Por lo tanto, Europa va muy por detrás de su aprendizaje que, inevitablemente, va siempre detrás de los acontecimientos. Es más, Europa no ha comprendido que se están formando fuerzas disgregadoras de la que el Brexit no es más que una manifestación civilizada, a la que se ha querido vilipendiar sin tener en cuenta que detrás hay un ejército de Bárbaros dispuestos a arrasar Roma y dejarla laminada. 
Mientras en EEUU, que pese a todo crece, se habla y discute de nuevas medidas y corrección de errores, a la luz de que los Bancos Centrales no tienen el poder que creían (véase mi post siguientes: "El fracaso del monetarismo") en Europa existe un desconcierto total que curiosamente da lugar a que los líderes sólo hablan de cerrar filas en torno a una idea descabellada, "más Europa", aunque nadie sabe cómo se practica eso. Mejor dicho, cada uno tiene su propia idea de esa idea, lo que hace temer que el resultado será una parálisis total camuflada de muchas Cumbres Europeas. Lo que se considera la "Constitución Europea" no es más que un Tratado  internacional, rechazado en referéndum por Francia e Irlanda, un pilar poco firme en el ánimo del ciudadano europeo, cada vez más escéptico de las iniciativas europeas. 
En EEUU se discute la entrada de la política fiscal, en una "policy mix" que algunos llaman "Helicopter Money", que al final consiste en la financiación directa por la FED del déficit público, que sería aplicado a gastos en infraestructuras y educación, con el fin de movilizar a la inversión privada. Un concepto mal comprendido y peligroso en manos de políticos festivaleros. 
Esta idea en Europa es un lejano eco, una señal de humo de los "índios" keynesianos, tribu más asentada en EEUU - aunque en minoría-, que aquí no se ha sabido interpretar más que al pie de la letra, como Draghi subiéndose a un helicóptero y tirando billetes por la ventanilla, y a quien Dios se los dé san Pedro se los bendiga. Absurdo. 
Por lo tanto, algunos se mueven a tientas, por medio de la prueba y error, y cuando no sale bien rectifican, que es la filosofía anglosajona al final. Pero antes hay siempre un grande debate público, aunque san los politicos los que toman las decisiones finales. Esas decisiones siguen la regla de Popper ("La sociedad abierta y sus enemigos"), de que lo que se hace en nombre de la sociedad debe ser,  a ser posible, reversible. Una ilusión óptica pero que tiene cierta utilidad desde el plano de la convicción. 
En Europa preferimos discutir de principios. Nadie sabe exactamente cuáles son esos principios, y se empieza a confundir la democracia con un desideratum que obliga a no matar las ratas porque son seres vivos, o a no obligar a los padres a vacunar a los niños en nombre de una libertad de dudosa ley. Son principios no compartidos por todos los miembros, por lo que hay gran confusión. Una larga lista de supuestos derechos está en el candelero, aunque sin priorizar, cuando los derechos universales del hombre están descubiertos desde hace siglos y fijados el la Carta de Naciones Unidas. Querer inventar derechos todos los dias no nos hace más democráticos, sino más confusos e ineficaces. 
Alemania el país líder, no es un gran ejemplo para los demás. Ha cometido los mismos errores que España en su política energética, igual de demagógica, e igual de dispendiosa. Difícil confiar en un país cuyo liderazgo consiste en ser el único que va bien económicamente. 
Montones de gente seudoilustrada no ha entendido que si un país va cada vez mejor mientras los otros, atados a la única moneda, van como en galeras, algo no funciona. Así, se oye a muchos "expertos" decir que Alemania va bien por sus propios méritos. Es posible, pero no es sostenible, esa es la cuestión. Si no se entiende eso, es que estamos muy retrasamos no ya con la visión del futuro, sino con el pasado remoto. Seguimos anclados en un patrón oro pero sin saberlo. 
Francia ha optado por un modelo nórdico de gran presión fiscal (56% del PIB) pero sin la flexibilidad que permite a esos países exhibir bajas tasas de paro. Desorientación, falta de consenso, desconfianza mutua, y grandes alharacas de "Más Europa". No hay más. 
Resumiendo, salvo Minsky "el oscuro", nadie supo ver el descarrilamiento financiero de 2008, ni nadie supo ver la severidad de la post crisis. Nada menos que Friedman, en 1998, antes de morir, daba su bendición a Greenspan, por lo bien que había manejado "el termostato" (velocidad de circulación del dinero). 
 Es más, algunos predijeron y firmaron manifiestos contra lo único que podían hacer los Bancos Centrales, amenazando con una hiperinflación inminente que nos llevaría a ser Zimbabue. Esto todavía lo afirman. No ha habido inflación, ni rastro, sino una deflación reptiliana que impide subir los tíos de interés. No es la voluntad de los BC los que mantienen los tipos de interés a largo plazo bajos o por debajo de cero, sino la deflación y sus expectativas.
Estamos en lo que se ha llamado "New Normal", porque la única capacidad que tenemos es la de metaforizar. Pero este "New Normal" no es sólido, no es estable, porque el dinero creado que no ha ido a inversión real; ha llevado, como explica magistralmente Varoufakisa las empresas a financiar y refinanciar recompra de sus acciones (buyback), para tener contentos a sus accionistas a coste cero

(Suppose that, sleep-deprived, you then switch on the radio or TV only to hear that US Federal Reserve Chair Janet Yellen and European Central Bank President Mario Draghi are considering reducing interest rates further. Will you rejoice at the prospect that your financing costs will fall? Will you be motivated to invest your own money now that it earns lower (perhaps even negative) interest?
No and no. Your reaction is most likely to be one of alarm: “Oh, my God! If Janet and Mario are considering another interest-rate cut, they must have good reason to believe that demand will remain low!” So you abandon your investment plan. “Better to borrow money at almost no cost,” you think, “and buy back a few more of my company’s shares, boost their price, earn more on the stock exchange, and bank the profits for the rainy days that are coming.”)

Esto, a su vez, ha hinchado las bolsas, alejándolas de los fundamentos reales (inversión real estancada o cayendo). Un simbiosis perfecta entre los tipos de interés negativos y las bolsas exuberantes, como confirma Marcello Minenna, quien demuestra que la liquidez obtenida por las corporaciones cuyos bonos son comprados por el BCE no va a ampliar capacidad, sino a recompensar a sus  acconistas pagando dividendos y recompra (buyback) de acciones, lo que hace bajar los PERs bursátiles artificialmente (aumenta E y baja las acciones en circulación).
Nada tranquilizador ante cualquier aleteo de las alas de una mariposa en algún lejano lugar.

martes, 30 de agosto de 2016

Por qué los tipos de interés negativos son perniciosos

Buena explicación de Yanis Varoufakis...

 

(a quien no estimo, precisamente), sobre el efecto contraproducente de los tipos de interés cero y negativos para la economía, incentivando, en vez de la ingestión real, la inversión financiera y las operaciones de buyback.
Imagine you are an entrepreneur with money in the bank, or have a bank eager to lend large sums to invest in your business. You spend sleepless nights wondering whether you should invest in a new product – that is, whether you should exploit your access to money to cause an array of others to work on your behalf. In our current Great Deflation, what worries you most is your customers’ future purchasing power and sentiment. Will they be able and willing to buy your new product at high enough prices and quantities?
Suppose that, sleep-deprived, you then switch on the radio or TV only to hear that US Federal Reserve Chair Janet Yellen and European Central Bank President Mario Draghi are considering reducing interest rates further. Will you rejoice at the prospect that your financing costs will fall? Will you be motivated to invest your own money now that it earns lower (perhaps even negative) interest?
No and no. Your reaction is most likely to be one of alarm: “Oh, my God! If Janet and Mario are considering another interest-rate cut, they must have good reason to believe that demand will remain low!” So you abandon your investment plan. “Better to borrow money at almost no cost,” you think, “and buy back a few more of my company’s shares, boost their price, earn more on the stock exchange, and bank the profits for the rainy days that are coming.”
And so it is that the price of money falls, even as the supply of it burgeons. Central bankers who never predicted the Great Deflation are now busily trying to find a way out with economic and econometric models that could never explain it, let alone point to solutions. Unwilling to question the political dogma that central banks must be apolitical, they refuse to think of money as more than a “thing.” And so they continue the search for a technocratic fix to a problem crying out for a philosophically astute political solution.
It’s a futile quest. Once the price of money (interest rates) hit zero, central banks tried buying mountains of public and private debt from commercial banks to give them an incentive to lend freely. The ECB went so far as to pay banks to lend to business while, at the same time, punishing them for not lending (via negative interest rates for excess reserves).
But bankers and businesses, viewing these measures as desperate responses to self-fulfilling deflationary expectations, went on an investment strike, while using the central-bank money to inflate the prices of their own assets (stocks, art, real estate, and so forth). This did nothing to defeat the Great Deflation; it only made the rich richer, an outcome that somehow reinforced central bankers’ belief in central bank independence.


Secular Stagnation. Como combatirlo

Magistral artículo de Michael Spence , 

 

Nobel de economía, sobre los instrumentos disponibles para combatir el Estancamiento Secular. 
El Estancamiento Secular ese esa enfermedad que padecemos y de la cual los doctores españoles no se han enterado, y quieren curar con aspirina y sangrías.

Los rincones oscuros de nuestras almas

En "Crepúsculo en Oslo", Anne Holt, gran escritora Noruega, narra una de sus historias policiacas. Me gusta la novela policiaca. De ésta saco este trozo que me parece magistral, al menos desde el punto de vista del género. Al menos, aunque creo que transciende el género. Es un interrogatorio a un testigo, Trond Andersen, de un crimen, una mujer con la que iba a casarse. No la ha matado él, pero había ocultado cierto rincón oscuro de su vida, por vergüenza. Su nivel narrativo  me recuerda a"Crimen y Castigo", de Dostoyevsky, la mejor novela policiaca que he leído. El policía, Yngvar Stubø, hace una reflexiones que quizás ningún policía se hace... Pero la novela no es la realidad. Lo que daría por contar ficciones así y no cosas de la pedreste economía. 

—No soy así —dijo Trond Arnesen, desesperado—. ¡En realidad, no soy así! Sobre la mesa que lo separaba de Yngvar Stubø había cinco sobres reunidos con una goma de pelo. Todas las cartas estaban dirigidas a Ulrik Gjemselund. Las grandes letras mayúsculas eran las mismas que adornaban la primera hoja de un filofax que había junto a la pila de cartas. —Trond Arnesen —leyó Yngvar Stubø martilleando el dedo índice contra el papel—. Tienes una letra muy característica. 
Podemos acordar que no es preciso un análisis grafológico, ¿no? ¿Zurdo?
 —¡ De verdad que no soy así! ¡Tiene que creer lo que le digo! Yngvar se balanceó sobre la silla. Se cogió las manos detrás de la nuca. Se pasó los pulgares por los pliegues. Rítmicamente dejaba que el respaldo pegara contra la pared. Se quedó mirando al chico, sin decir nada. Tenía una expresión chata y neutral, como si estuviera esperando algo o a alguien, y se estuviera aburriendo. —Tiene que creerme —insistió Trond—. Nunca he estado con… ningún otro chico. ¡Se lo juro! Y esa noche, esa noche, fue la última vez que iba. Si yo me iba a casar y… Grandes lagrimones le corrían por la cara. Moqueaba por una de las fosas nasales. Se secó con la manga, pero era incapaz de calmar el llanto. Los sollozos sonaban como los de un niño pequeño. Yngvar se balanceaba adelante y atrás. La silla golpeaba. Tam. Tam. Tam. 
—¿ No podría dejar de hacer eso? —dijo Trond—. ¡Por favor! Yngvar continuó balanceándose. —Sigue. —Me emborraché tanto —dijo Trond—. Sobre las nueve estaba ya como una cuba. Hacía mucho que no veía a Ulrik y entonces…, sobre las diez y media, salí para tomar un poco de aire. Salí del pub para despejarme un poco. Y, bueno, quedaba muy cerca. La calle Huitfeldt, quiero decir…, y entonces… 
La silla de Yngvar cayó de golpe sobre el suelo. El joven pegó un fuerte respingo. La taza de plástico con agua de la que acababa de beber se volcó. El policía cogió las cartas. Quitó la goma y ojeó los sobres una vez más sin abrir ninguno de ellos. Después volvió a poner la goma diligentemente, y metió todo el montón en una carpeta gris. Trond reconocía al policía amable que había estado en la reconstrucción. Era imposible leerle los ojos, y casi no decía nada. 
—Sigo escuchándote. 
—Ha sido bastante difícil —dijo dócilmente, tomando aire entre los hipidos—. Ulrik ha estado…, dice que…, en realidad había pensado contarlo. Quería decir la verdad, pero cuando me di cuenta de que pensabais que me había pasado toda la noche en el Smuget, no entendí bien por qué…, pensé que… —De pronto echó la cabeza hacia atrás—. ¿No podría decir algo? —se lamentó, y se echó bruscamente hacia delante, apoyando las manos sobre la superficie de la mesa—. ¡Podría decir algo, hombre! 
—Tú eres el que tiene que hablar. 
—Pero ¡no tengo nada más que decir! Siento muchísimo no haberlo dicho inmediatamente, pero es que… ¡Yo amaba a Vibeke! La echo mucho de menos. Nos íbamos a casar, yo era tan… ¡Tiene que creerme! —Ahora mismo no tiene mucho interés lo que yo piense —dijo Yngvar tirándose del lóbulo de la oreja—. Pero me importa mucho saber cuánto tiempo te ausentaste de la despedida de soltero. —Durante una hora y media, ya lo he dicho. Desde las diez y media hasta las doce. Medianoche. Palabra de honor. Pregunte al resto, pregúnteselo a mi hermano.
—Está claro que la última vez que preguntamos se equivocaron. O, si no, mintieron, todos ellos. Juraron que estuviste toda la noche. 
—¡ Eso creían ellos! Por Dios, era todo un caos, y yo me fui sólo un rato. Tendría que haberlo dicho inmediatamente, pero… me daba vergüenza. Me iba a casar. —Eso ya lo sabemos —dijo Yngvar con dureza—. Lo has dicho unas cuantas veces. —Tendría que haberlo dicho —gimoteaba el joven—. Pero es que me daba tanta…, pensé que… —Pensaste que te ibas a librar —dijo Yngvar Stubø, la voz tenía una inflexión extraña—. ¿No es verdad? Se levantó, se puso las manos a la espalda y recorrió lentamente la habitación. Trond se plegaba; dobló la nuca y encogió los hombros, como si tuviera miedo de que le fueran a pegar. —Lo interesante —agregó Yngvar, la voz había adquirido algo fingidamente paternal, un tono medio afable, medio estricto—. Lo interesante es que me acabas de contar algo que no sabíamos. 
El chico había dejado de llorar. Se secaba lágrimas y mocos con la punta de la camisa, y por un momento dio la impresión de estar más aturdido que desesperado. —Ahora no entiendo lo que quiere decir —dijo mirando al policía directamente a los ojos—.
 Es obvio que han hablado con Ulrik y aquella noche… 
—Te equivocas —dijo Yngvar—. Ulrik no quiere hablar con nosotros. Está metido en una celda en Grønland y no suelta prenda. Hasta cierto punto tiene derecho a hacerlo. A no soltar prenda, quiero decir. Así que sobre esto de que has mentido a propósito de tu coartada, no teníamos ni idea. Hasta ahora no.
 —¿ En una celda? ¿Qué ha hecho? ¿Ulrik? Yngvar se detuvo a un metro del joven. Colocó el codo derecho en la mano izquierda, y se acarició la nariz con expresión pensativa. —Tan tonto no eres, Trond. 
—Yo… 
—¿ Tú qué? 
—Francamente, no tengo ni idea de qué va esto. 
—Hummm. Está bien. Así que quieres que crea que has estado con Ulrik de…, de formas no superficiales, se podría decir… Yngvar señaló con la cabeza la carpeta con los documentos. Las cartas asomaban levemente de la apertura. La cara de Trond se puso como un tomate. 
—Yo… 
—Sin saber nada de la relación de Ulrik con sustancias prohibidas —continuó Yngvar—. Con todos mis respetos, me cuesta mucho creerlo. Trond tenía pinta de haber visto, por un momento, al mismísimo diablo, con cuernos en la frente y rabo en llamas. Tenía los ojos abiertos de par en par, la boca se le abrió y los mocos empezaron de nuevo a caer sin que hiciera ningún ademán de querer secárselos. Las palabras se convirtieron en sílabas sin sentido. Yngvar se mordió pensativo los nudillos, sin la menor intención de ayudarle. —Drogas —consiguió por fin decir Trond—. De eso yo no sabía nada. ¡Lo juro!
—Tengo una cría en casa —dijo Yngvar, y empezó de nuevo a deambular, dando grandes zancadas, de un extremo a otro de la estrecha sala de interrogatorios—. Tiene casi diez años y posee una fantasía envidiable. —Se detuvo y sonrió—. Miente todo el rato. Tú dices «lo juro» con más frecuencia que ella. Eso no refuerza exactamente tu credibilidad. 
—Me rindo —murmuró Trond, y daba la impresión de que lo decía en serio, se recostó en la silla y repitió—: Me rindo, joder. Los brazos le colgaban sueltos a ambos lados del cuerpo. Echó la cabeza hacia atrás. Cerró los ojos. Separó las piernas. Se quedó sentado como un adolescente desgarbado. 
—Supongo que tampoco sabías que Ulrik se prostituía —dijo Yngvar con tranquilidad, miraba fijamente la larguirucha silueta para no perderse el más mínimo detalle. No ocurrió nada. Trond Arnesen se limitó a quedarse ahí sentado, con la boca abierta, las rodillas bien separadas y las manos balanceándose al compás. 
—Del tipo más bien exclusivo —añadió Yngvar—. Pero eso no lo sabías, claro. Porque seguro que tú nunca pagabas. Tampoco esta vez el joven reaccionó. Se quedó mucho rato sentado inmóvil. Incluso las manos le colgaban quietas. Sólo un temblor en los párpados mostraba que había estado escuchando. En el denso aire de la sala de interrogatorios no había más ruido que la respiración constante de Yngvar y el zumbido del sistema de ventilación, que apenas se oía. 
—No deberías haber escrito esas cartas —dijo Yngvar en voz baja y con rabia, no sabía bien por qué—. Si no hubieras escrito esas cartas, ahora todo estaría bien. Estarías sentado en tu casa. En tu hogar. Contarías con la simpatía de todo el mundo. Antes o después remontarías tu vida. Eres joven. Dentro de medio año habría pasado lo peor y habrías podido continuar. Pero tuviste que escribir las cartas. No fue muy inteligente, Trond. «Estoy siendo malvado», pensó, y se sacó del bolsillo de la camisa un grueso puro con su funda de aluminio. «Lo estoy castigando por mi propia decepción. ¿Qué es lo que me decepciona? ¿Que haya mentido? ¿Que tuviera secretos? Todo el mundo miente. Todo el mundo tiene secretos. No hay vidas intachables sin vergüenzas, sin tacha ni mácula. No lo estoy castigando por ser inmoral, he visto demasiado y he comprendido lo suficiente como para hacer eso. Estoy decepcionado porque me ha engañado. Por una vez decidí creer. Mi vida laboral transcurre entre las mentiras y las infidelidades de los demás, entre sus deserciones y sus traiciones. Sin embargo, había algo en este muchacho, en este hombre inmaduro. Algo de candor. Algo auténtico. Pero me equivoqué, y por eso lo castigo.» Olió el puro. Desenroscó un poco la tapa y olisqueó. 
Trond se levantó lentamente de la silla. Tenía los ojos llenos de lágrimas. Una fina línea de saliva le caía de la comisura izquierda de la boca. Tomó aire entre hipidos. —Nunca pagué —dijo, y se cubrió la cara entre las manos—. No sabía que a otros les cobraba. No sabía que tenía a otros…, además de a mí. Después lo volvió a dominar el llanto. No se dejaba consolar por nada, ni por la mano vacilante de Yngvar sobre su hombro, ni por el abrazo que le dio su madre cuando la llamaron media hora más tarde y llegó agitada y muerta de miedo, ni por el tosco abrazo de chico de su hermano en el aparcamiento, antes de que lo montaran en el asiento trasero.
 —Hace mucho tiempo que es mayor de edad —respondió Yngvar a las numerosas preguntas de su madre—. Tendrá que preguntarle a él de qué se trata. 
—Pero… tiene que decirme si…, es él…, si fue él quien… 
—Trond no mató a Vibeke. De eso puede estar segura. Pero ahora no está nada bien. Cuídelo mucho. Yngvar se quedó de pie en el aparcamiento bastante tiempo después de que las luces traseras rojas del coche de Bård Arnesen hubieran desaparecido. Mientras estaba ahí sin abrigo, la temperatura cayó un grado o dos; había empezado a nevar. Se quedó bastante quieto, sin saludar a la gente que salía del edificio y se despedía antes de meterse tiritando en los coches para ir a sus casas a reunirse con sus propias familias, sus propias vidas torcidas. En momentos como éstos recordaba por qué la pasión que en tiempos sintió por su trabajo se había reducido a un mitigado y poco frecuente sentimiento de satisfacción. Seguía pensando que lo que hacía era importante. Seguía encontrando desafíos en su trabajo todos los días. Sacaba partido de su amplia experiencia y reconocía que era valiosa.
También la intuición se había reforzado con los años, y se había vuelto más precisa. Yngvar Stubø era un defensor de lo correcto y lo justo, a la manera antigua, y sabía que nunca podría ser otra cosa que policía. A pesar de todo, ya no sentía triunfo ni alegría desbordante cada vez que resolvía un caso, como le había pasado cuando era más joven. Con la edad cada vez se le hacía más difícil vivir con los destrozos derivados de cada investigación. Descalabraba vidas, ponía destinos cabeza abajo. Desvelaba secretos. Los lados oscuros de las vidas de las personas eran sacados de los cajones y los armarios olvidados. El próximo verano Yngvar Stubø cumpliría cincuenta años. Llevaba veintiocho de ellos siendo policía y sabía que Trond Arnesen era inocente del asesinato de su prometida. Yngvar se había topado con muchos como Trond Arnesen a lo largo de los años, con sus debilidades y sus mentiras vitales; personas corrientes que tenían la desgracia de que cada uno de los rincones oscuros de su vida eran enfocados por la investigación. Trond Arnesen mentía cuando se lo amenazaba y era huidizo cuando pensaba que merecía la pena mentir. Era como la mayoría de la gente. Nevaba cada vez con más intensidad y la temperatura caía constantemente. Yngvar seguía ahí de pie, sintiendo el placer de estar con la cabeza al descubierto y poca ropa en un sitio abierto con mal tiempo. El placer de tener frío. 


Debate sobre la responsabilidad de Alemania en

He mantenido un debate con Mente Inquieta sobre el tema de la responsabilidad de un país excedentario permanente. Creo que es suficientemente interesante para reproducirlo. Estoy radicalmente en desacuerdo con Mente Inquieta 

Mente inquieta: 

La explicación se entiende perfectamente, igual que se entendía en el artículo anterior. A mí no me convence porque me parece un punto de vista demasiado teórico, mientras que en el mundo real hay multitud de factores que no se están recogiendo en una explicación tan teórica. Casi diría que es un ejemplo de "Si los hechos no encajan en la teoría, cambie los hechos"
Hay muchos factores (políticos, históricos, geoestratégicos,...) que pesan mucho en el mundo real y que no se están teniendo en cuenta en una explicación tan de manual de teoría económica de primero de carrera, que por otra parte no tiene nada de novedosa, porque llevo leyendo opiniones similares desde que estalló la crisis griega en 2010. El punto de vista me recuerda un poco a los que anticipaban una inevitable hiperinflación como resultado de la impresión masiva de dinero por los bancos centrales (que no digo que no suceda en el futuro, pero a día de hoy, ni está ni se la espera). Y es que la realidad tiene una tremenda habilidad para saltarse las afirmaciones de la teoría económica. Cómo dicen los que tienen que tomar decisiones importantes: "Los economistas son buenos cartógrafos, pero malos pilotos", dando a entender que son buenos explicando los hechos pasados, pero casi nunca son capaces de anticipar lo que va a suceder en el futuro.
Por supuesto que el desequilibrio comercial actual es un círculo vicioso que va a tender a incrementarse hasta que algún cambio lo reequilibre. Las dos "soluciones" más predicadas por los teóricos serían una ruptura del euro o la unión fiscal de la UE, y que los alemanes financien nuestro exceso de gasto vía transferencias.
El problema es que la realidad es la que es y la realidad tiende a imponerse a la teoría. A mí lo que interesa es poder anticipar el futuro que va a suceder realmente, por eso tomo con mucho escepticismo los modelos tan teóricos. Los alemanes, cuya opinión tendrá un gran peso en las decisiones adoptadas, defienden sus intereses, y ponen sobre la mesa otras soluciones, cómo que se acabe con el abultado fraude fiscal en los países del sur, que se racionalice el despilfarro en el gasto público y otra serie de cosas que ellos ven de sentido común para que todos "tiremos del carro" y no sean ellos los que tengan que solucionarlo todo. Me hacen mucha gracia las soluciones del estilo de "pues rompemos el euro y devaluamos" o, "que los alemanes nos perdonen las deudas y ya está". Yo respeto todos los puntos de vista (incluso los teóricos que na hay forma de encajar en el mundo real) pero me parece que resumir una situación tan compleja como ésta (que además se da en un entorno internacional que es incluso más complejo, con los chinos esperando a que occidente cometa errores estratégicos para comenzar su asalto a la cima del poder mundial) tratando de encajarla en un modelo teórico planteado hace un siglo, creo que es una pérdida de tiempo. La realidad nos sorprenderá en un sentido o en otro, incluso es posible que el euro se rompa, y luego los que ahora pensáis que esa sería una solución válida tengáis que explicarnos los pavorosos efectos secundarios que tendría esa ruptura.

Miguel Navascués:

Perdone, pero no tiene ninguna razón. Precisamente por que la realidad es terca y se impone. ¿No tenía razón Francia en La Paz de Versalles de exigir unas indemnizaciones a Alemania que se sabía que no podría pagar? Precisamente Keynes dio un portazo, avisando que eso traería otra guerra, después de la ruina de Europa Central. Lo que dicen las teorías son a veces muy congruentes con la realidad, pues dicen: si ud hace eso, puede suceder esto, pero si hace lo contrario, esto otro. Lo que dice lo que llama ud teoría, que no es teoría, es una simple identidad contable, es que si un país tiene continuamente superávit y otro tiene continuamente déficit, y no se soluciona por las únicas vías que hay, el malestar social puede traer conflictos que lleven a la guerra. 
Eso es lo que da teoría explica según las circunstancias, según sea una region de un país o un país frente a otro. Es más, el patrón oro era más racional, pues en él cabían ajustes de precios internos simétricos, al alza en uno a la baja en otro, que reequilibraba los flujos de oro, siempre que los paises cumplieran con sus reglas y dejaran que subieran y bajaran los precios. 
Lo que ni se puede hacer es pretender que solo una parte se ajuste, mientras la otra no permite que le afecte internamente. 
Además, esta ud metiendo consideraciones en su argumento que no vienen al caso. Ya sabemos que romper el euro sería un problema, por la cantidad de deuda denominada en él. Precisamente por eso es menos malo salvar al euro con una unión fiscal, y que poco a poco se absorban las deudas, que se rompiera involuntariamente por llegar a situación insostenible. Y no es verdad que se trata de que Alemania subvencione. Se trata de que acepte de que si hay moneda única, debe haber unión fiscal. 
Hay dos caminar alternativos y excluyentes. Seguir haciendo el tonto, hasta que el euro estalle, o hacer las mínimas reformas hacia una unión fiscal y quizás, política. Esto lo veo difícil, pero es lo que hay. 

30 de agosto de 2016, 11:21

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  • lunes, 29 de agosto de 2016

    El continuo desgaste del prestigio de la FED

    ¿Por qué se ha empeñado la FED en masoquizarse a sí misma anunciando repetidamente, durante más de un año, que va a subir los tipos y luego tener que suspender la decisión? De nuevo, otra vez, ha anunciado que antes de fin de año, y quizás dos veces, tendrá que subir tipos, y quizás, otra vez, tendrá que envainársela. Como dice Larry Summers

    "For nearly a decade, since the mid 2008 FOMC meetings where many believed that the worst had past, the Fed been too serene about the economic outlook and a return to past regularities.  When the Fed predicted last December that it would raise rates four times in 2016, market participants saw a disconnect from reality.  It has been that way for a long time.  Figure 1 shows the Fed’s forecasts of its future monetary policies since they began releasing them.  The Fed has always believed that rate increases and normalization were around the corner but never been able to deliver.  Figure 2 looks at the current situation showing the “dots” reflecting Fed forecasts and the market’s prediction of future interest rates.  The divergence between the market and even the dovish end of Fed forecasts is clear."

     Es un desgaste  constante de su prestigio, que ya se ha dejado notar en las encuestas. 
    En el gráfico, por donde van las previsiones de tipos de la FED y por donde va lo que predice el mercado, el OIS, el tipo que anticipa perfectamente cuál va a ser el tipo de interés oficial. 

     

    Por ejemplo, los miembros del FOMC, comité que decide los tipos de interés oficiales, prevén para 2017 un 1,625% de mediana, el OIS es del 0,76%. Cuanto más nos vamos al futuro, de mayor calibre es la divergencias años. En 2018, una previsión del FOMC de 2,375% al 0,88% de los mercados. Infame. 
    Una subida de tipos en los meses que hay por delante sería muy peligroso para los mercados y las economías tambaleantes, mientras que la inflación del 1,2% de EEUU no justifica estas prisas. Larry Summers: 

    "Even if the September employment report is strong, I do not see a case for a September rate increase.  There is no imminent danger of repeating the 1970s experience where inflation expectations ratcheted up leading to stagflation.  If a greater than 1/3 chance of a rate increase in September was not in markets, the cost of credit for small business would be lower and mortgage rates would decline.  Employers would be more confident about hiring.  And pressures would be removed from emerging markets.  The world economy would be more robust."

    Alemania y su responsabilidad: explicación

    He visto con bastante preocupación que la mayoría no entiende por qué Alemania es responsable de su superávit enorme. Vuelvo a explicarlo en este post, que espero sea definitivo. Alemania es responsable porque existe el euro. Si no existiera, no lo sería, esa es la esencia. Ahora la explicación. 
    Quizás no me he expresado bien. No es fácil explicar porque un desequilibrio permanente obliga a las dos partes a ajustarse, no sólo al que está en déficit. Un superávit permanente frente a un déficit permanente, con dos monedas soberanas para ambos, se resuelve con la devaluación del deficitario y la revaluación correspondiente del superavitario. Así se reequilibran las posiciones contables de ambos, revaluando activos y pasivos. 
    Pero no hay esta posibilidad en el euro. Estamos como dos regiones de un país. En ese caso, un país normal, las regiones deficitarias con el resto reciben de manera automática, dado el sistema fiscal personalizado, transferencias del resto que palían el desequilibrio. Cuando hay una razón extra, como una catástrofe, esa transferencia se aumenta por razones humanitarias. Pero siempre hay un juego de transferencias que se deriva del sistema fiscal. En EEUU, por ejemplo, el aumento del paro en un estado hace que reciba más subvenciones que otros de ayuda al desempleo. Eso palía el déficit entre la regional deficitaria y el resto. Además de eso, hay la posibilidad de que se movilicen trabajadores de la región deficitaria a las demás, y que transfieran parte de sus rentas a sus familiares de origen. Todo esto genera transferencias a favor de la region deficitaria. Que, a su vez, pagará menos impuestos, puesto que tiene menos renta. 
    En suma, Extremadura, una región más pobre que la media española, pagará menos impuestos, recibirá más transferencias, emigrarán más al resto, etc. 
    Es decir, en un país normal, esas transferencias ni se discuten, son efecto del sistema fiscal debatido en el parlamento.
    Entre países, el sistema normal de ajuste es el ajuste del tipo de cambio. 
    En Europa eso no existe, pero tampoco existe la unión fiscal. No existe el sistema de transferencias que hay en cualquier país. Sin el cual no podría existir. 
    Alemania no permite ni uno ni otro ajuste. Sin el euro, Alemania se revaluaría, y perdería competitividad. La actividad aumentaría en los paises deficitarios, que exportarían más a Alemania. 
    Luego el euro obliga (no moralmente sólo, por eficacia) a que haya una unión fiscal, incluso una unión política, para que el juego de transferencias fuera similar al de un país normal. 
    En las discusiones de Bretton Woods, Keynes hizo mucho hincapié que al ser el los tipos de cambio fijos, los ajustes de desequilibrios deberían obligar a a las dos partes. 
    No sé si así se entiende. Pero si no se entiende esto, no se entiende por qué estamos atrapados en una trampa. Porque Alemania siempre se va a negar a abrir cualquiera de las dos vías, y siempre obligará a que el ajuste lo haga el país deficitario con grandes sacrificios. 
    Así que Alemania sí es responsable del ajuste, al igual que el país deficitario. 
    Por otra parte, con tantos derechos de cobro acumulados corre el riesgo que un día alguien no pague, y se arme la de san Quintin.