abril 26, 2016 a las 13:52 “el argumento de la deflación como uno de las razones para explicar la desviación de déficit producida ”
Me parece una excusa endeble. Por ejemplo, los ingresos presupuestados de la seguridad social eran absurdos. Lo dijo todo el mundo mil veces cuando salieron los presupuestos y la realidad lo ha confirmado.
“Una inflación en el entorno del 2% contribuiría significativamente en el proceso de consolidación presupuestaria?”
No. Un 2% no te genera mucha mas recaudacion a menos que no actualizes las tablas del IRPF por 10 años y eso es equivalente a subir los impuestos.
abril 26, 2016 a las 19:47 Pero, independientemente del grado de indiciacion de nuestros gastos e ingresos, si la inflacion ayuda es porque estas reduciendo gastos reales e incrementado los ingresos reales. Es una subida de impuestos y una reduccion de gasto que en vez de hacerse a cara descubierta se hace de escondidas. Al final del dia estas en el mismo dilema de nuestra entrada: tienes que encontrar 38.000 millones (reales). La inflacion puede hacer que encontrar ese dinero sea mas facil politicamente, pero no te evita tener que encontrarlo.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
lunes, 2 de mayo de 2016
La inflación, la deuda y las expectativas racionales
Kessler. Reflexiones sobre el estado y el poder
Kessler. De vuelta a casa tras la guerra
domingo, 1 de mayo de 2016
"The Grand Coalition" fomenta el extremismo
On paper it might look good: traditional opponents come together in the national interest to form a government with a big majority, providing stability and enabling the pursuit of difficult, yet necessary reforms. In fact it is a disaster, as the experience of several European countries shows. Take Austria: in the first round of presidential elections earlier this month voters delivered a stinging blow to the country’s two main parties — the Social Democrats and the centre-right People’s party, which together make up the governing coalition — and handed victory to the candidates of the far right Freedom party (FPÖ) and the Green party. The voters are in open rebellion against what we in Europe call grand coalition.
"Como todo el mundo sabe, democracia quiere decir "poder o soberanía del pueblo", en contraposición a aristocracia (poder de los mejores o de los más nobles) y a monarquía (mando de un solo individuo). Pero el significado literal no nos ilumina mucho más. Pues el pueblo no manda en ningún lado: quienes rigen en todas partes son los gobiernos (y, desgraciadamente, también la burocracia, es decir, los funcionarios, y a éstos es muy difícil o incluso imposible exigirles responsabilidades). Encima, Reino Unido, Dinamarca, Noruega y Suecia son monarquías y, al mismo tiempo, muy buenos ejemplos de democracias (con la excepción quizá de Suecia, en donde una burocracia fiscal irresponsable ejerce ahora el poder dictatorial). Todo lo contrario que la República Democrática Alemana (DDR), que se designa a sí misma como democracia, por desgracia injustificadamente.
¿Qué es lo realmente importante, cuál es la cuestión realmente importante?"
"Propiamente, sólo hay dos formas de gobierno: aquellas en las que es posible deshacerse del gobierno sin derramamiento de sangre por medio de una votación y aquellas en las que eso no es possible. Ésa, y no la cuestión de cuál es la designación correcta de esa forma de gobierno, es la cuestión verdaderamente importante. Normalmente a la primera forma se la denomina democracia y a la segunda dictadura o tiranía. Pero en este momento no se trata de debatir palabras (como DDR). Lo decisivo es únicamente la destituibilidad del gobierno sin derramamiento de sangre.
Hay procedimientos distintos para llevar a cabo esa destituibilidad. El procedimiento mejor es el de la votación: unas nuevas elecciones o un voto de censura en un parlamento elegido democráticamente pueden derribar a un gobierno. Eso es lo realmente importante.
Es, por consiguiente, falso poner el énfasis (tal y como se hizo desde Platón hasta Marx, y como se ha seguido haciendo posteriormente) sobre la pregunta: "¿Quién debe gobernar? ¿El pueblo (la plebe) o los mejores? ¿Los (bondadosos) trabajadores o los (malvados) capitalistas? ¿La mayoría o la minoría? ¿El partido de izquierdas, el partido de derechas o el partido de centro?". Todas esas preguntas están planteadas de una forma equivocada. Pues, mientras sea posible deshacerse del gobierno sin derramamiento de sangre, la cuestión realmente importante no es quién gobierna. Todo gobierno derribable estará muy fuertemente interesado en comportarse de tal forma que la gente esté contenta con él. Y ese interés desaparece en el momento en el que el gobierno sabe que no es tan fácil deshacerse de él."
Crimen y castigo
Según El País-Metroscopia, así serían los resultados de junio, en intención de voto:
Lo que quiere decir que PSOE y Podemos han perdido la oportunidad de su vida de acabar con el PP y la Constitución del 78. ¿Por qué no lo han hecho? Han estimado que será más fácil aún en las lecciones de junio?
Metroscopia dice que no. Dice que el partido menos castigado va a ser el PP. Que el partido más premiado va ser C's. Y que los más castigados van a ser PSOE (rip) y Podemos (rerip).
Naturalmente, hay que verlo en junio.
Una cosa que me sorprende es que Albert Rivera es el líder más valorado entre los votantes de otros partidos. No sé si eso es bueno o es la apreciación por un tío poco molesto, demasiado flexible, borroso, pero que no liga en los guateques, y por eso le ponen de pincha discos. Albert, te ha faltado cuajo. Has dado muestras de maricomplejines, de querer borrar tu personalidad para que olvidaran lo de la marca blanca. Tus adláteres, como Garicano, pelín elitistas (lo es, como la consejera Elisa de la Nuez). Has estado en demasiadas mesas. Tu pacto de gobierno con el PSOE era inverosímil. Te has plegado al segregacionismo casi racista "Con el PP, nunca" de Sánchez. Te has plegado para vender tu mercancía -la única decente en este mercado- pero ha quedado desvaída.
Así que el gallego os ha dejado jugar y ha ganado. A la hora de ir a la cama, os ha recogido los juguetes y hala, a lavaros los dientes. ¡Y no os olvidéis de decir vuestras oraciones!
Habéis soñado con demoler España y no lo había hecho cuando lo tenias a tiro. ¿Por qué? ¿Hay alguien que tira de los hilos de vuestras marionetas? ¿Habéis recibido avisos, "por ahí no"? ¿De quién?
No, yo creo que a vosotros mismos os han escocido los ojos y encogido los cataplines de ver la que podías montar. Lo que queréis es hacer una revolución de juguete, dentro de un orden. Cambiar nombres de calles, dar cometa a los Okupas, etc. Además, no os podéis ver entre vosotros. No podéis soportar la idea que sea fulano, y no tú, el que se lleve el premio. Estáis continuamente agarrándonos mutuamente de las partes blandas para evitar que uno sobresalga más que otro. Sobre todo ahora que os han quitado los juguetes, el parlamento, la Zarzuela, el "ciudadano Borbón", etc. Eso sí, os creo capaces de romper España aún sin querer. Eso sí, os creo perfectamente capaces de romper España aún sin quererlo. Hala, a la calle, a pelear otra vez.
Sobre la guerra
Esa noche cené solo en el hotel Hungaria y comencé a reflexionar sobre el acontecer bélico en esta pausa en la que, por primera vez desde hacía siete meses, me liberaba de la presencia cotidiana de la guerra en mi vida . La guerra es un estado al que desgraciadamente uno se termina por acostumbrar. En la guerra se entablan relaciones con tanta intensidad y espontaneidad como sólo se dan en la primera juventud (Schoeler, Below). En la vida diaria, sobre todo en medio del fuego, tememos la muerte, como el niño en el teatro teme la caída del telón. ¿Por qué? El confuso y algo iluso miedo a la muerte, se le desentraña a uno poco a poco en la guerra. Uno acaba embotándose paulatinamente ante los proyectiles y la muerte. Y, cosa paradójica, con tanta mayor intensidad se ama entonces la vida: los amigos, la naturaleza, la belleza. La guerra me ha enseñado a amar y admirar muchísimo más a ese hombre, que ella me ha mostrado en todo su terror y maldad, en su grandeza y ternura. Me lo ha mostrado como animal y Dios. En la guerra está permitido todo lo que conduce a un fin. Pero, precisamente por eso, ¿cómo hay que someterse a tales imperativos?
viernes, 29 de abril de 2016
España, ¿ejemplo de politica keynesiana exitosa?


jueves, 28 de abril de 2016
Tyler Cowen, sobre Europa y Grecia
Tyler Cowen, widely regarded as one of the most influential economists of his generation and hailed by Bloomberg BusinessWeek a few years ago as “America’s Hottest Economist.” Tyler Cowen occupies the Holbert L. Harris Professor of Economics at George Mason University and has studied Europe’s bailout programs.
Asked about what has gone wrong with Greece’s bailouts, Professor Cowen commented that “the bailout programs were never going to work in the first place. The debt is too high and is more of a political weapon than anything which can be paid back. And the Greek economy requires very serious structural reform, more than the Greek people seem to wish to accept. That is two impossibilities in the situation right there, and then on top of that we have a dysfunctional EU, slow global growth across the board, and the refugee crisis. In that setting, can one expect anything other than failure?”
Professor Cowen also does not share the view of those who see a failure only behind the Greek bailout but “success stories” with the other bailed-out countries.
“Cyprus has gone better than expected, but that is mainly because the expectations were so low,” he said. “Spain didn’t have a formal bailout program, and Portugal is looking weaker than it had been, both economically and politically.”
“The big success is Ireland, which has had some quarters of seven percent growth and is definitely back on its feet. But the country still has a long-term debt sustainability problem under the current numbers,” he added.
In terms of what should be done about the extremely high levels of sovereign debt that many eurozone countries carry, Professor Cowen said this: “I’d like to see the European Central bank monetize a big chunk of the Eurozone debt, though at this point that doesn’t seem so likely.”
When I posed the question to him as to why the International Monetary Fund has not yet committed itself to taking part in the third Greek bailout program and whether there are really fundamental differences between the Fund and Brussels/Berlin, Professor Cowen said this:
“It’s all a big bargaining game, and at the end of the day pulling the plug will have to be up to the Greeks. Everyone’s expectations are unrealistic, and everyone knows that, including the IMF and EU and many others too. But who will pull the plug? Tsipras almost did, and then backed away. In my view, sooner or later Greece will leave this arrangement because it simply isn’t workable. I don’t look forward to the resulting economic carnage.”
Asked why he thinks Europe has been unwilling to consider a debt-write off for Greece, Cowen said that “because Italy above all would be next in line, but of course Spain too and others as well.”
When I commented that the Greek debt problem has been overshadowed lately by Europe’s unprecedented refugee migration crisis and whether Europe can manage the refuge/migrant crisis under its present architecture, Cowen offered a grim picture of what may lie ahead.
“No. Europe cannot solve this problem,” he said. “And ultimately it is the same difficulty, namely that the EU isn’t close to having the capabilities to manage the problems it faces. And Europeans have now shied away from institution-building and they are more or less moving back to “every country for itself.” Schengen is breaking down, there will be a vote on Brexit, and heaven knows what will follow when Merkel steps down.”
Asked to what extent he thinks a massive influx of migrants into Europe’s economies can provide a boost to economic growth, Professor Cowen said that “European labor markets are too tightly regulated, and benefits systems are not structured to encourage work. Populations are not so tolerant of Muslims. So, although my general stance is pro-immigration, I don’t see this particular episode as going well. It doesn’t have a lot of the objective conditions on its side. And right now the EU is cutting a deal to keep the migrants bottled up in Turkey, perhaps other locales as well. Greece and the Balkans will bear the brunt of this, Turkey and Lebanon too.
With regard to the question on whether large scale migration may suppress local wages, Cowen said that there will be a problem all around as “most likely the immigrants will be unemployed and underemployed for quite a while. They also need to learn languages. Most of Europe doesn’t have anything close to a free labor market and that is part of the problem.”
Lastly, when I asked Tyler Cowen what policies he would recommend for Greece so the country can re-boost its economy and put people back to work, “America’s hottest economist” said this:“Do you know the old punchline? “Well, I wouldn’t start from here.” Greece has been deindustrializing for a long time, there isn’t enough to take the place of manufacturing, and tourism just isn’t enough. The interest groups seem intractable. I’d like to see Greece have much more of a free market economy, but that’s begging the question, isn’t it? And there is the ongoing distraction and stress of having to renegotiate the agreements every few years. By the way, I can’t bench press 600 pounds.”
The European Commission, the European Central Bank (ECB), the International Monetary Fund (IMF) and the European Stability Mechanism (ESM) released a joint statement on Thursday on the Greek program and debt sustainability:
“The institutions and the Greek authorities have made important progress on a policy package that could pave the way for discussions on debt sustainability and the conclusion of the first review of the third Greek program. All institutions will continue to work from headquarters with the authorities and member-states on the final elements of an overall policy package.”
Las empresas en Europa, primer trimestre
"Pero en Europa sí que los resultados vuelven a defraudar un trimestre más. Del Eurostoxx 600 ya han publicado 172 compañías. El saldo total de beneficios ha corregido nada menos que un 33.8% respecto al mismo período del año pasado y las ventas un 7.94%. Es verdad que los beneficios del sector energético y financiero han corregido más de un 60% y esto está lastrando claramente el total del índice. En pantallazo del bloomberg podemos ver, aunque la caída es muy abrupta, el número de compañías que ha mejorado ventas y resultados (en verde) es igual que el que ha dado cifras inferiores.
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Las cifras son malas, muy malas. Pero la pregunta es si el mercado contaba ya con ello. Si analizamos las sorpresas respecto a lo que estimaba el consenso del mercado vemos que las ventas han caído más de lo esperado, pero el beneficio de momento está superando previsiones. En definitiva, en Europa seguimos teniendo el mismo problema, y es que las ventas no terminan de repuntar. Los beneficios siguen llegando más por la contención del gasto que por repunte de los ingresos.
En cuanto a la macro, pasa algo similar. Aunque los datos no son espectaculares, sí que están mejorando las expectativas del consenso, que era demasiado pesimista. En el siguiente gráfico vemos cómo desde principios de marzo el índice de sorpresas macro elaborado por Citi está repuntando en Europa, China e incluso Japón. En EE.UU. comenzó a repuntar en febrero, pero en las últimas jornadas está corrigiendo."
miércoles, 27 de abril de 2016
Gobierno en funciones. Ya nada será normal. The "new normal" se acaba
"Nadie era optimista ante la posibilidad de un pacto en el último momento, pero durante unas pocas horas flotó en el ambiente la remota posibilidad de que una propuesta de Compromís pudiera acercar al PSOE y Podemos para alcanzar un acuerdo que evitara las urnas. El PSOE había aceptado 27 de los 30 puntos de una oferta de Compromís y Sánchez proponía presidir un Gobierno con independientes y someterse a una cuestión de confianza en el plazo de dos años. Pero Podemos rechazó el planteamiento de Sánchez, acusándole de torpedear todos los intentos de entendimiento entre las dos formaciones, mientras el líder socialista hacía responsable a Iglesias del fracaso de un Gobierno para desalojar a Rajoy del poder."
martes, 26 de abril de 2016
Helicopter Money: Desde luego que Friedman era keynesiano
Un trozo de historia y de vida
En verano de 1968 el mercado negro estaba en su auge. Una libra de arroz costaba 18 centavos en los comercios; en negro, 3 pesos; una onza de café: 0,95/5,00; un filete de ternera: 1,00/25,00; unas medias de nailon: 2,00/12,00. Por mis gafas Polaroid me ofrecieron treinta pesos. Había trabajadores vendiendo zapatos cosidos a partir de tapicerías de coches viejos y de cuero robado de la fábrica. En el puerto se desmontaban y destripaban las máquinas de importación para conseguir las piezas de recambio que faltaban por doquier.Ese trasiego se vio favorecido por una «ofensiva revolucionaria» pregonada por el gobierno en el verano de aquel año: cierre de loterías, bares y tabernas; expropiación de los últimos pequeños comerciantes, peluquerías, lavanderías, empresas artesanales y restaurantes privados. Ante la pizzería nacionalizada la cola se alargaba cada vez más. Aparecieron los «turneros» profesionales, dispuestos a esperar vez a cambio de un cigarro o terrón de azúcar para que al día siguiente uno pudiera volver a ocupar su puesto en la fila. Se prohibió la recepción de paquetes procedentes de familiares en el extranjero. Las raciones de tabaco fueron reducidas drásticamente. Todo ello respondía al lema de ¡LUCHA CONTRA EL EGOÍSMO!Las consecuencias fueron devastadoras. Viviendo en uno de los países más fértiles de la tierra, los cubanos de pronto no tenían suficiente para comer. Ya no había fruta ni apenas carne. Pero todavía debió de costarles más renunciar a lo superfluo: el tabaco, el café, el ron. Como la crítica no estaba permitida y era imposible una resistencia abierta, el pueblo se defendió con el estraperlo, el nepotismo, el robo y el soborno. Se había iniciado un nuevo círculo vicioso: cuanto menos había para comer, más policía había, y cuanto menos tenía la policía para masticar, tanto más corrupta se volvía.Cuando aquí quisimos explicarlo recurrimos al viejo tópico del subdesarrollo. Pero parece que nadie sabe exactamente en qué consiste ese fenómeno. Creo que el término se refiere más a un modo de existir que a un concepto abstracto. El mecanismo económico es todavía el aspecto más fácilmente susceptible de ser definido con claridad. Porque se remonta, sin lugar a dudas, a la colonización. Pero más difícil resulta descifrar las formas mixtas que emanan de ahí: la textura marmórea de la autoconcepción de las personas, su idea del poder, de la componenda y de la corrupción.Es en La Habana donde ese conglomerado de elementos se pone particularmente de manifiesto. No sólo porque allí la riqueza y la pobreza se dan la mano en una misma calle. También síntomas tales como el machismo generalizado tienen algo que ver en este contexto. Las referencias a los testículos son constantes. Se trata de tener «cojones». El propio Castro se considera a sí mismo modélico en dicha materia. Es evidente que el rechazo y la persecución a los homosexuales hunde sus raíces en esta cuestión. Asimismo, la peculiar forma de racismo con la que uno topa en el Caribe proviene de la historia colonial. Existe una terminología más rica para los matices en el color de la piel que en otras partes del mundo. Así se explica que un mulato se sienta muy superior a un negro, aunque nadie lo reconozca. Nadie asocia esto a la retórica antiimperialista que, como cualquiera sabe, convierte lo que cualquiera sabe en blanco de su negación. Del tantas veces proclamado objetivo de abolir la prostitución cabe decir algo similar. Y también forman parte del subdesarrollo en sentido nato aquellas transacciones cotidianas en las que la lealtad se trueca por recompensa y la obediencia por indulgencia.
Para acabar de una vez con la deuda española
lunes, 25 de abril de 2016
si al bailout!
Análisis del oro
China: La cuestión de la deuda.
Las bolsas se ha desentendido de China, y han dado por bueno el discurso oficial de ese país. Ensimismadas, han vuelto a su falsa seguridad, sin tener en cuenta que las bolsas están dominadas por la macroeconomía mundial, como se ve en eta gráfico:
Es decir, el riesgo de spillover ante cualquier evento -no sólo chino- es real. Lo que pasa es que China, como veremos, es de los paises más endeudados, desde luego el emergente más endeudado, y sobre todo el que a más velocidad lo ha hecho. Por su parte, China, mientras, está intentando convencer al mundo que está muy bien, que ha crecido un 6,7% en el primer trimestre, y que sus deudas están controladas.
Sin embargo, la actualización de los datos de deuda por parte de varios organismos (ver Wildau-FT), dicen que China tiene una deuda del 247% de PIB. Es una deuda normal para un país avanzado, pero desmesurada en comparación con los paises de su nivel de renta.
J
China lleva décadas escondiendo deuda debajo de la alfombra (metiéndola en los activos de los grandes bancos públicos) y generando nueva deuda para forzar el crecimiento. Sin embargo, ese crecimiento es tres veces más lento que el aumento de deuda. Obsérvese que la mayor parte de la deuda es de corporates, lo que la hace en principio menos segura. Además, una buena parte de esa deuda es externa, créditos bancarios extranjeros que han crecido a gran velocidad, según el GFSR del FMI.
Growth in cross-border banking in the past ve years has been striking, and if the recent pace keeps up, China will emerge as a major global banking
hub in the medium term. Bank lending is the main channel of financial linkages between China and the rest of the world. During 2010–15, cross-border bank lending to Chinese entities rose more than five times, to more than $1 trillion, and Chinese bank lending abroad increased three times, to about $600 billion (Figure 2.1.1 and April 2015 GFSR, Chapter 2). As Chinese firms continue their overseas expansion, Chi- nese banks are likely to follow.
En el gráfico de arriba también se ve que, en 2009, China forzó la máquina: dio un gran impulso a la deuda para contrarrestar la crisis, lo que consiguió, pero para mantener la dinámica tuvo que seguir generando deuda. El año pasado creció un 15%, mientras el PIB crecía un seis y pico.
En el siguiente gráfico, se ve como el impulso dado a la deuda en aquel año, hizo que subiera a velocidades siderales, desde una posición controlable del 150% de PIB al 250% actual.
Ya no se puede dar otra "patada a seguir": esa deuda, en la medida que sea interna, podria ser absorbida por el PBoC (Banco Central), es decir, convertirla en deuda pública a plazos y tipos más benignos, pero la parte que sea externa habrá que pagarla al vencimiento. Pero da la impresión de que China no crece lo suficiente para rectificar sus desequilibrios. Por lo tanto, no queda más remedio que moderar el crédito, lo que se traducirá, casi irremediablemente, en un menor crecimiento (Michael el Pettis hace un modelo de control de la deuda con un recorte mínimo del crecimiento, aunque reconoce que es muy optimista. La ley de "hierro" de la historia es que moderar el crédito hace tambalear la economía real).
¿Muere la ética en manos de la estética?
domingo, 24 de abril de 2016
The Great Moderation: por qué el monetarismo ha muerto
The Instability of Moderation
Brad DeLong writes of how our perception of history has changed in the wake of the Great Recession. We used to pity our grandfathers, who lacked both the knowledge and the compassion to fight the Great Depression effectively; now we see ourselves repeating all the old mistakes. I share his sentiments.
But watching the failure of policy over the past three years, I find myself believing, more and more, that this failure has deep roots – that we were in some sense doomed to go through this. Specifically, I now suspect that the kind of moderate economic policy regime Brad and I both support – a regime that by and large lets markets work, but in which the government is ready both to rein in excesses and fight slumps – is inherently unstable. It’s something that can last for a generation or so, but not much longer.
By “unstable” I don’t just mean Minsky-type financial instability, although that’s part of it. Equally crucial are the regime’s intellectual and political instability.
Intellectual instability
The brand of economics I use in my daily work – the brand that I still consider by far the most reasonable approach out there – was largely established by Paul Samuelson back in 1948, when he published the first edition of his classic textbook. It’s an approach that combines the grand tradition of microeconomics, with its emphasis on how the invisible hand leads to generally desirable outcomes, with Keynesian macroeconomics, which emphasizes the way the economy can develop magneto trouble, requiring policy intervention. In the Samuelsonian synthesis, one must count on the government to ensure more or less full employment; only once that can be taken as given do the usual virtues of free markets come to the fore.
It’s a deeply reasonable approach – but it’s also intellectually unstable. For it requires some strategic inconsistency in how you think about the economy. When you’re doing micro, you assume rational individuals and rapidly clearing markets; when you’re doing macro, frictions and ad hoc behavioral assumptions are essential.
So what? Inconsistency in the pursuit of useful guidance is no vice. The map is not the territory, and it’s OK to use different kinds of maps depending on what you’re trying to accomplish: if you’re driving, a road map suffices, if you’re going hiking, you really need a topo.
But economists were bound to push at the dividing line between micro and macro – which in practice has meant trying to make macro more like micro, basing more and more of it on optimization and market-clearing. And if the attempts to provide “microfoundations” fell short? Well, given human propensities, plus the law of diminishing disciples, it was probably inevitable that a substantial part of the economics profession would simply assume away the realities of the business cycle, because they didn’t fit the models.
The result was what I’ve called the Dark Age of macroeconomics, in which large numbers of economists literally knew nothing of the hard-won insights of the 30s and 40s – and, of course, went into spasms of rage when their ignorance was pointed out.
Political instability
It’s possible to be both a conservative and a Keynesian; after all, Keynes himself described his work as “moderately conservative in its implications.” But in practice, conservatives have always tended to view the assertion that government has any useful role in the economy as the thin edge of a socialist wedge. When William Buckley wrote God and Man at Yale, one of his key complaints was that the Yale faculty taught – horrors! – Keynesian economics.
I’ve always considered monetarism to be, in effect, an attempt to assuage conservative political prejudices without denying macroeconomic realities. What Friedman was saying was, in effect, yes, we need policy to stabilize the economy – but we can make that policy technical and largely mechanical, we can cordon it off from everything else. Just tell the central bank to stabilize M2, and aside from that, let freedom ring!
When monetarism failed – fighting words, but you know, it really did — it was replaced by the cult of the independent central bank. Put a bunch of bankerly men in charge of the monetary base, insulate them from political pressure, and let them deal with the business cycle; meanwhile, everything else can be conducted on free-market principles.
And this worked for a while – roughly speaking from 1985 to 2007, the era of the Great Moderation. It worked in part because the political insulation of central banks also gave them more than a bit of intellectual insulation, too. If we’re living in a Dark Age of macroeconomics, central banks have been its monasteries, hoarding and studying the ancient texts lost to the rest of the world. Even as the real business cycle people took over the professional journals, to the point where it became very hard to publish models in which monetary policy, let alone fiscal policy, matters, the research departments of the Fed system continued to study counter-cyclical policy in a relatively realistic way.
But this, too, was unstable. For one thing, there was bound to be a shock, sooner or later, too big for the central bankers to handle without help from broader fiscal policy. Also, sooner or later the barbarians were going to go after the monasteries too; and as the current furor over quantitative easing shows, the invading hordes have arrived.
Financial instability
Last but not least, the very success of central-bank-led stabilization, combined with financial deregulation – itself a by-product of the revival of free-market fundamentalism – set the stage for a crisis too big for the central bankers to handle. This is Minskyism: the long period of relative stability led to greater risk-taking, greater leverage, and, finally, a huge deleveraging shock. And Milton Friedman was wrong: in the face of a really big shock, which pushes the economy into a liquidity trap, the central bank can’t prevent a depression.
And by the time that big shock arrived, the descent into an intellectual Dark Age combined with the rejection of policy activism on political grounds had left us unable to agree on a wider response.
In the end, then, the era of the Samuelsonian synthesis was, I fear, doomed to come to a nasty end. And the result is the wreckage we see all around us.