"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
miércoles, 24 de agosto de 2016
Para leer sin que te suba el calor
Un trozo de verdad
Es muy fácil, señor Tortella: el partido que se define obrero proviene de esa oligarquía intelectual de izquierdas, de grandes familias del régimen anterior, que ha devenido en un partido de horteras desculturizados pero muy ideologizados, cuyo máximo exponente es Zapatero, el amigo de Maduro. Su sucesor de ahora es aún más hueco por dentro. El otro tenía malas intenciones, éste no tiene más que narcisismo a espuertas. No sé si en la Europa del Norte hay otro partido socialdemócrata igual, que ha perdido su identidad hasta convertirse en nada, pero como explicaba en mi post anterior, la izquierda europea ha trazado un lento bucle que la ha llevado a coincidir en muchos aspectos económicos con la derecha europea...."Pero hay más enigmas en el desempleo español que llaman la atención de un no especialista como el que esto escribe. Si tomamos la curva histórica de las tasas de desempleo veremos que, con un grado de aproximación más que aceptable, el desempleo crece cuando el Partido Socialista está en el poder y desciende cuando gobierna el Partido Popular. Este es un hecho fácilmente comprobable, y resulta curioso lo poco que se ha comentado. Algo parecido ocurre si estudiamos las tasas de desempleo por provincias. En general, las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE tienen las tasas de paro más altas. Rara es la vez en que se oye alguna explicación de este raro fenómeno por parte de los dirigentes socialistas. Un partido que se llama obrero debiera estar más preocupado por el paro obrero de lo que parece estar el Partido Socialista Obrero Español. Este es otro enigma relativo al desempleo. Parece existir una correlación entre las políticas del PSOE y las altas tasas de desempleo, y ningún economista de este partido se dirige al público para explicar tan embarazosa coincidencia.
Si nos concentramos en los últimos doce años, vemos que el mandato de J. L. Rodríguez Zapatero puede dividirse en dos tramos: de 2004 a 2007 se alcanzaron tasas relativamente bajas (en torno al 8,5%, altas para Europa), continuando la tendencia descendente del mandato de Aznar; pero a partir de 2007 el desempleo se disparó, llegándose al 22,6 % en el último año de Zapatero. El mandato de Mariano Rajoy, de momento más breve, presenta un cuadro inverso: en 2012 y 2013 se alcanzaron tasas muy altas (en torno al 25,7%), siguiendo la tendencia creciente de Zapatero. En 2012 el Gobierno de Rajoy propuso una reforma laboral que fue aprobada por las Cortes. Los efectos tardaron algo en hacerse sentir, porque la baja de la tasa de paro en 2013 fue de tan sólo centésimas. Pero en los años sucesivos la tasa ha ido descendiendo, hasta lograrse recientemente que bajara del 20% como se anunció a bombo y platillo según antes dije. Este resultado sigue siendo muy insatisfactorio, pero sorprende que ante esta evolución reciente del desempleo el secretario general del PSOE, Sr. Pedro Sánchez, anuncie a palo seco que si gana las elecciones lo primero que hará es derogar la reforma laboral. Esto, sin ninguna explicación adicional, parece indicar que no le parece bien la tendencia descendente del desempleo del PP y que quiere volver a los aumentos que se experimentaban con el Sr. Zapatero. Volvemos a los enigmas españoles del desempleo: el partido que se dice obrero da muestras de querer que aumente el paro obrero. Y el Sr. Sánchez parece generosamente empeñado en rehabilitar el maltrecho prestigio del Sr. Zapatero demostrando que aún se pueden hacer las cosas peor."
That leaves the fourth explanation: the euro is more to blame than the policies and structures of individual countries. The euro was flawed at birth. Even the best policymakers the world has ever seen could not have made it work. The eurozone’s structure imposed the kind of rigidity associated with the gold standard. The single currency took away its members’ most important mechanism for adjustment – the exchange rate – and the eurozone circumscribed monetary and fiscal policy. Joseph Stiglitz
martes, 23 de agosto de 2016
Cosificación. El falso progresismo de los progres
Líneas sueltas
That leaves the fourth explanation: the euro is more to blame than the policies and structures of individual countries. The euro was flawed at birth. Even the best policymakers the world has ever seen could not have made it work. The eurozone’s structure imposed the kind of rigidity associated with the gold standard. The single currency took away its members’ most important mechanism for adjustment – the exchange rate – and the eurozone circumscribed monetary and fiscal policy. Joseph Stiglitz
El PIB, más falso que un euro de madera
El Banco de España estima mensualmente el crecimiento en base a tendencias sin registros contables reales. Después el INE, con datos incompletos, encaja a martillazos los parciales para que sumen la 'estimación' del Banco de España. Justo al revés de como se realiza una contabilidad de verdad, y a como se hace en el resto del mundo, aquí se empieza la casa por el tejado, no por los cimientos. El INE ni da explicación ni corrige sus gravísimas incoherencias, por lo que resulta imperioso que la Comisión audite las cuentas nacionales, es demasiado lo que está en juego. Si no lo hacen, serán colaboradores necesarios en un engaño masivo al pueblo español y a los mercados, y el BCE no podrá exigir legalmente la devolución de la deuda. Una democracia merecedora de tal nombre debe basarse siempre en la transparencia y en la verdad. Si no es así es que tenemos un problema aún más grave del que estamos poniendo de manifiesto aquí. (R. Centeno)
Por las razones explicadas, la riqueza real de España o PIBpm, asciende a879.000 millones de euros en lugar de 1,081 billones oficiales, y esto lo cambia todo. La deuda según el PDE a final de 2015 no sería del 99,2% del PIB, sino del 122%, la deuda total no sería del 122,5% del PIB sino del 151%. El déficit 2015 no sería del 5,4% -poniendo la cifra correcta de la Seguridad Social- sino del 6,6%, y este año será aún mayor porque los ingresos fiscales homogéneos han caído un 2,8% hasta mayo mientras que los gastos -sobre todo por la reducción de los gastos por desempleo- han disminuido mucho menos que los ingresos.
Guerra total entre la asociación de estadísticos superiores y el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Gregorio Izquierdo.El sindicato ha acusado al alto cargo -nombrado por el ministro de Economía, Luis de Guindos- de la existencia durante más de dos años de dos estructuras orgánicas en el seno de la institución -una legal y otra 'de facto'- en la unidad encargada de elaborar las cuentas nacionales. Se le acusa, igualmente, de injerencia del presidente del INE en la elaboración de las notas de prensa y de la descapitalización de personal cualificado que viene sufriendo el instituto.
La dirección del INE lo niega (ver nota completa) y resta representatividad al sindicato, al tiempo que lo achaca a una cuestión relacionada con determinadas retribuciones que han menguado en la nómina de los funcionarios relacionadas con los procesos electorales.
La rebelión ha llegado a conocimiento del secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, su jefe directo, a quien la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (AESE) ha hecho llegar una carta en la que reclaman su destitución. En la misiva, se denuncia la existencia de dos estructuras administrativas paralelas en la unidad que confecciona las cuentas nacionales -el PIB trimestral- y que fue reestructurada en su día.
La duda planea sobre el Instituto Nacional de Estadística. Algunos de los técnicos que elaboran los estudios del ente han comenzado a quejarse en privado de que el presidente, Gregorio Izquierdo, muestra un “especial interés” en los planteamientos y resultados de la EPA y el PIB. Algo que los técnicos consideran una intromisión en sus competencias sin precedente hasta ahora. Inmaculada Rodríguez Piñero, una de las portavoces socialistas en materia de Economía, ha hecho dos preguntas por escrito al Gobierno en el Congreso sobre un presunto exceso de celo del presidente del INE. Aún no han sido contestadas.
Políticos de ayer y de hoy
HAY MOMENTOS en la vida de todo hombre en los que asume un especial sentido de la responsabilidad. Yo creo haberla sabido asumir dignamente durante los casi cinco años que he sido presidente del Gobierno. Hoy, sin embargo, la responsabilidad que siento me parece infinitamente mayor. Hoy tengo la responsabilidad de explicarles, desde la confianza y la legitimidad con la que me invistieron como presidente constitucional, las razones por las que presento irrevocablemente mi dimisión como presidente del Gobiernoy mi decisión de dejar la presidencia de UCD. No es una decisión fácil. Pero hay encrucijadas tanto en nuestra propia vida personal como en la historia de los pueblos, en los que uno debe preguntarse serena y objetivamente si presta un mejor servicio a la colectividad permaneciendo en su puesto o renunciando a él. He llegado al convencimiento de que hoy, en las actuales circunstancias, mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la Presidencia».
Así comenzaba el importante discurso televisivo de Adolfo Suárez el 29 de enero de 1981 por el que comunicó a los españoles su decisión de dejar el Gobierno después de unos años espectaculares en los que se implantó, tras 40 años de dictadura, la democracia en nuestro país. Seguía diciendo Suárez: «Nada más lejos de la realidad que la imagen que se ha querido dar de mí como la de una persona aferrada al cargo. Todo político ha de tener vocación de poder, voluntad de continuidad y de permanencia en el marco de unos principios. Pero un político que además pretenda servir al Estado debe saber en qué momento el precio que el pueblo ha de pagar por su permanencia y su continuidad es superior al precio que siempre implica el cambio de la persona, que encarna las mayores responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación». Y, en consecuencia, añadía: «Algo muy importante tiene que cambiar en nuestras actitudes y comportamientos. Y yo quiero contribuir con mi renuncia, a que este cambio sea realmente posible e inmediato. Debemos hacer todo lo necesario para que se recobre la confianza, para que se disipen los descontentos y los desencantados. Y para ello es preciso convocar al país a un gran esfuerzo. Es necesario que el pueblo español se agrupe entorno a las ideas básicas, a las instituciones y las personas promovidas democráticamente a la dirección de los asuntos públicos».
lunes, 22 de agosto de 2016
Mister "Ruleta Rusa" Sánchez votará no y no
Una metáfora de la teoría Monetarista
El buen artículo de Francisco Toledo me sugiere una metáfora sobre la teoría mometarista de Friedman, que se basa en la identidad, que saca a relucir Francisco, de la teoría cuantitativa,
MV = PT que es, literalmente, un truismo, dice que la cantidad de dinero necesaria será tanto menor cuando más veloz disculpe el dinero. T es el número de transacciones practicadas en un periodo, P es un símbolo o media del precio de cada una, M es el circulante, V la velocidad de circulación de éste.
M = PT/V. A mayor velocidad, menor es el dinero necesario en circulación para un PT dado.
Ahora, Friedman identifica PT como el PIB nominal (o T con el PIB real y P como el nivel de precios), lo que es aún aproximación muy burda, porque T nunca puede ser igual al PIB. En el PIB sólo entran transacciones de cosas nuevas. La venta de un coche usado no entra. La compra de una acción o bono en el mercado secundario no entra, sí entra un coche nuevo o la compra de una acción a la emisión o mercado primario. Pero en T, lógicamente entra todo, porque T representa la suma del número de transacciones realizadas, sean ontra PIB o fuera del PIB.
Pero dejemos eso y por un momento admitamos que Friedman tiene razón al igualar PT por el PIB nominal. En Friedman tiene una importancia crucial V, la velocidad de circulación. En uno de sus últimos artículos, lo llama el termostato, lo que mantiene constante la temperatura de una casa sea cual sea la temperatura exterior. Si hace mucho frío, la caldera debe estar echando chispas, aunque en la casa la temperatura es constante, y viceversa.
Cuando V baja, pues, Friedman recomienda echas más leña a la caldera, porque V está diciendo que la epconomia se está enfriando.
Yo lo llamo la política de inundación, que es lo que ha sido el QE: la V cae estrepitosamente, es como si un lavabo se atasca. En vez de llamar al fontanero, Friedman propone echar más y más agua al lavabo hasta que la presión lo desatasque. ¿Y si no lo consigue? No sabemos, pero Friedman daba por echo que se desatascaba, es decir, que el crédito bancario fluiría tarde o temprano. Lo que haría aumentar V.
No ha sido así, como decía en mi post anterior. El QE ha vertido toneladas de agua en los depositos Bancarios, pero estos no han aumentado el crédito (si en EEUU, pero no en Europa). Lo que sí se ha desatascado es el dinero que va a las bolsas, ue por eso están tan orondas. Hay que destacar el crédito, que no depende sólo de M.
Los bancos centrales impotentes
domingo, 21 de agosto de 2016
Matemáticas y economía
I struggle with maths. Well, ok, as the proud possessor of a maths 'A'-level and a finance MBA I suppose I don't struggle with it that much, really, compared to many people. But in my head I struggle. I look at a page of equations and my eyes glaze over. I can't look at a graph and imagine the equations that explain it. Nor can I look at an equation and work out what shape of graph it would create. I can visualise the forces in a mechanical system, but converting that into algebra is a bit of a problem as I can never remember what the letters stand for. I have the same problem with econometrics too - even when the terms are clearly documented at the top of the page, by the time I'm halfway down it I've forgotten what they mean and have no idea what the equations are supposed to show.
sábado, 20 de agosto de 2016
Bajos tipos de interés sine die
John Williams has written the most thoughtful piece on monetary policy that has come out of the Fed in a long time. He recognizes more explicitly than others that r* (r-star), the neutral interest rate, is now very low and quite likely will remain very low for a long time to come. As he recognizes, this the essence of the secular stagnation concern that I and othershave been expressing for the last 3 years.
I now believe that it just as reasonable to suppose that neutral rates will fall further as it is to suppose they will revert towards historically normal levels. First, there is a kind of hysteresis in rates in which a lower interest rate today tends to lower the neutral rate in the future. To the extent that low rates stimulate spending by pulling forward investment, low rates today reduce neutral rates tomorrow by moving investment forward. Second, major structural factors like rising inequality, slowing labor force growth, lower capital goods prices, slowing productivity growth and more capital outflows from developing countries appear to represent continuing trends. Third, there is the prospect that the growing expectation that rates will be low for a long time decreases the spending of target savers and interferes with financial intermediation.
viernes, 19 de agosto de 2016
IS-LM y su desestimación
Acabar con Rajoy
jueves, 18 de agosto de 2016
¿Por qué cayó el Imperio Romano?
miércoles, 17 de agosto de 2016
Déficit de AAPP. Ni en broma te apuestes tu sombrero, vaquero.
El "boom" turístico. Cómo se reparte la tarta
No hay día que no nos den la matraca con lo buena que va a ser esta campaña turística, en millones de visitantes y miles de millones de euros. La campaña turística se centra en el tercer trimestre, que es cuando todo dios que se precie esta achicharrandose al sol. Los empleos suben destacadamente, hay necesidad de mano de obra, y eso se nota en el aumento de las horas trabajadas, ordinarias y extraordinarias.
Me he encontrando con una cosa curiosa en los datos del INE: se registran la cantidad de horas extraordinarias por ramas de actividad, y cuánta gente de esa actividad disfruta de horas extraordinarias, sean remuneradas o no.
En el primer gráfico, la cantidad de horas extraordinarias en el sector hostelería, pagadas o no, el más sensible a las actividades turísticas. Como ven, es una serie estacional que tiene un gran rebote en el tercer trimestre. Sin embargo, también se ve una gran bajada de escalón del nivel desde el pico de 2008, lo que quiere decir que, pese a la recuperación desde hace unos años, estamos lejos del nivel anterior a la crisis. Los niveles importan. Lástima que no haya datos para antes de 2008 en el INE.
Este ese el modelo de "reformas estructurales" que nos ofrece Europa, que aboca a que más gente trabaje más horas para conseguir un salario individual mucho menor. De parada, menos ingresos para gastar entre los europeos. Cuando lo que es claro es que falta demanda, DEMANDA, es decir, volumen de ventas, inversiones, crecimiento. No parece que la devaluación interna haya servido de mucho más que para empobrecernos. Por su puesto, haces que la tarta sea más pequeña y luego no crezca, hay menos tarta para repartir entre igual gente, por lo que tienes que reducir trabajadores asalariados. Luego debes conseguir que los que quedan ganen salarios más bajos, para poder repartir menos entre más.
¡Qué bueno es el euro, que nos va a salvar de nosotros mismos! Desgraciadamente, hemos de elegir (eufemismo, aquí no elige nadie), entre las cadenas del euro, o acercarnos peligrosamente a una Venezuela. Esto es España, un pedregal mal gobernado o desgobernado, al que habrá que poner un mando a distancia para que no salte por los aires.
martes, 16 de agosto de 2016
Expectativas, probabilidad y confianza
The state of long-term expectation, upon which our decisions are based, does not solely depend, therefore, on the most probable forecast we can make. It also depends on the confidence with which we make this forecast on how highly we rate the likelihood of our best forecast turning out quite wrong. If we expect large changes but are very uncertain as to what precise form these changes will take, then our confidence will be weak. The state of confidence, as they term it, is a matter to which practical men always pay the closest and most anxious attention. But economists have not analysed it carefully and have been content, as a rule, to discuss it in general terms. In particular it has not been made clear that its relevance to economic problems comes in through its important influence on the schedule of the marginal efficiency of capital. There are not two separate factors affecting the rate of investment, namely, the schedule of the marginal efficiency of capital and the state of confidence. The state of confidence is relevant because it is one of the major factors determining the former, which is the same thing as the investment demand ” (Keynes, General Theory, 12, II).
As Keynes warned, the influence of capital markets reinforces the conflicts between business strategies that favour short-run profits, on one side, and those strategies that favour long-run investment decisions, on the other. This idea is extremely important today, since the global reorganization of markets has been overwhelmed by the financial logic of investment. Within this framework, the corporations’ strategies have turned out to focus on short-term profits and the distribution of dividends to shareholders, that is to say, to investors.
Over the last two decades, the leveraged buyout business model of private equity firms, as the main agent for mergers, has fed a broader process of increased financialization of corporate behaviour. It is relevant to apprehend this recent business trend since private equity firms have been responsible for the employment standards of tens of millions of workers worldwide. While private equity firms have become important in many economic sectors, the experience of workers and trade unions arises deep concerns because of job losses, reduction in payment conditions and entitlements (including retirement incomes), besides the displacement of business and persons.
Recalling Minskly, in contemporary capitalism, corporate behaviour and business instability need to be analysed in a framework where the role of finance is outstanding. Corporate behaviour has been increasingly subordinated to financial commitments and, therefore, finance determines the pace of investment and employment.
El dinero no es pasivo del banco central (afortunadamente)
En Tony Yates tenemos una reflexión sobre la esencia del Hlicopter Money, del que aquí me he mostrado a favor si se hace con rigor, y en contra si se hace al modo Zapatero. O lo que es igual, a favor si se hace a nivel europeo, en contra si se deja en manos de los políticos españoles. Y eso que soy anti euro. Pero hay cosas que hay que dejar de lago para hablar claramente de otras.
Lo que quiero destacar es algo relativo a un debate que tuve con un lector, porque yo decía que el dinero no es pasivo del Banco Central, mientras él insistía que sí. Con la ayuda de Tony Yates me reafirmo en mi postura, que se explica muy fácilmente. El sistema monetario actual es de "Fiat Money ": no tiene que tener ningún activo con el que hacer frente a la exigencia de devolución del tenedor del dinero. En el patrón oro el poseedor de dinero podía acudir al BC y exigir su conversión en oro al precio oficial marcado en el billete. Hoy, lo único que puede exigir es que le den un billete igual.
Por tanto, si formalmente el dinero en circulación figura, efectivamente, como pasivo del BC, es un pasivo sin efectos patrimoniales de éste. Su redención no exige la merma del activo, sino la sustitución de un aparte del pasivo por otra exactamemente igual. Coste cero para el BC. Figura como contrapartida de los títulos que se ha comprado para emitir el dinero, es decir, niños público en su mayoría. Pero estos bonos no son exigibles como redención del billete o depósito bancario.
Eso sí, si el BC abusara de este procedimiento y aumentara el stock de dinero a cada vez mayor velocidad de sustitución, el riesgo que afronta es un aumento de la inflación -que hoy, hasta cierto nivel, vendría de perlas-. Ese es el "pasivo" del BC, un pasivo no contable, porque la,inflación ayudaría a financiar el déficit público. La inflación es un impuesto invisible, siempre que no sea elevada. Supongamos que el BC consigue elevar la inflación del 2% al 3%. A todo lo demas igual, el PIB nominal aumentaría 1 pp más. El déficit público disminuiría 1pp, o más, según sea el multiplicador al PIB de los ingresos fiscales. Que no está mal.
Eso es lo que pretende el HM (ver "Tiempo de Helicopter Money"): que el dinero no se quede en las cajas bancarias y llegue a manos de consumidores y empresarios, y que cambien sus expectativas y aumente la demanda 1pp más. Por ejemplo, un 4% en vez de un 3%. Si se hace con el rigor al que me refería al principio, con tipos de interés cero, esto puede ser el arranque y que se consolide la confianza.
Debe haber una coordinación perfecta entre el BC y el gobierno (es aquí donde no me fío de nuestras instituciones y políticos, cada uno tiene ando de su interés mezquino).
Con todo esto me refiero a medidas excepcionales para sustituir a las medidas actuales de resultados dudosos. No se aumenta la productividad, como dice Kocherlakota, reformando (y mal) la oferta simplemente. Hay que crear mercado, volumen de ventas, para que la oferta se reforme positivamente, para ue le,FED,amad de empleo aumente u deje de "pudrirse" la capacidad laboral, etc. Si no, la productividad aumenta por recorte d plantillas, y ¿verdad que no es eso, no es eso, lo que queremos?
lunes, 15 de agosto de 2016
Disfunctional Belief. Operación De Gaulle. Escasas esperanzas
Venezuela’s crisis is not the result of bad luck. On the contrary, good luck provided the rope with which the country ended up hanging itself. Instead, the crisis is the inevitable consequence of government policies.
In Venezuela’s case, these policies included expropriations, price and exchange controls, over-borrowing in good times, anti-business regulations, border closures, and more. Just consider this small absurdity: President Nicolás Maduro has refused, on several occasions, to authorize printing larger-denomination banknotes. The largest bill currently is worth less than $0.10. This has caused havoc in the payment system and in the functioning of banks and ATMs – a source of untold nuisances to the public.
So the relevant question is: why would a government adopt harmful policies, and why would society go along? The chaos into which Venezuela has fallen may seem to be beyond belief. In fact, it is a product of belief.
Whether policies sound crazy or sensible depends on the conceptual paradigm, or belief system, that we use to interpret the nature of the world we inhabit. What looks crazy under one paradigm may seem like plain common sense under another.
From February 1692 to May 1693, for example, the normally sensible people of Massachusetts accused women of practicing witchcraft and hanged them. If you don’t believe in witchcraft, this behavior seems incomprehensible. But if you believe that the Devil exists and takes over women’s souls, then hanging, burning, or stoning their bodies looks like sensible public policy.
The paradigm of Venezuela’s chavismo blamed inflation and recession on devious business behavior that had to be controlled through more regulation, more expropriations, and more managers in jail. The destruction of people and organizations was perceived as a step in the right direction. By getting rid of those witches, the country would be healed.
Societies’ conceptual paradigms for understanding the nature of the world they inhabit cannot be anchored only in scientific fact, because science can at best establish the truth of individual beliefs; it cannot devise an overarching belief system or assign moral value to outcomes.
Politics is about the representation and evolution of alternative belief systems. Harvard’s Rafael Di Tella has shown that the fundamental determinant of public policy choices is the public’s beliefs. In countries where people regard the poor as unlucky, they want redistribution; where they regard them as lazy, they don’t. Where people believe that businesses are corrupt, they want more regulation; and, with enough regulation, the only successful businesses are corrupt. So beliefs may even be self-perpetuating.
As Epley and Gilovich explain in their introductory essay,"This idea is captured in the common saying, “People believe what they want to believe.” But people don’t simply believe what they want to believe. The psychological mechanisms that produce motivated beliefs are much more complicated than that. ... People generally reason their way to conclusions they favor, with their preferences influencing the way evidence is gathered, arguments are processed, and memories of past experience are recalled. Each of these processes can be affected in subtle ways by people’s motivations, leading to biased beliefs that feel objective ...
DE GAULLE Y LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA'ABC' - 2016-08-15Será difícil que alguno de estos presuntos líderes recuerde un acontecimiento de hace setenta años, fundamental en la historia de la Europa de posguerra. A comienzos de 1946, el general De Gaulle renunciaba a la presidencia del gobierno provisional de la República francesa. Poco después, en el famoso discurso de Bayeux, definió mejor los motivos de su marcha y esbozó un proyecto de salvación nacional: Francia no podría restaurarse sobre las cenizas de la III República. Un presidente, situado por encima de las contingencias políticas, resguardado de las presiones paralizantes de quienes se consideraban a sí mismos representantes de una parte de la sociedad, defensor de la independencia nacional y de la continuidad fundamental de Francia, había de disponer de un poder ejecutivo votado directamente por los electores.He estado leyendo en estos días de calma sin paz y de bloqueo sin reposo las memorias de Charles De Gaulle. Su calidad literaria y su profundidad son impensables en quienes se atribuyen la representación de una nación como la nuestra , en los que para dolor diario de los ciudadanos, se empeñan en hablar en nuestro nombre. Como siempre que leo estas páginas conmovedoras, me ha sobrecogido el vigor abnegado y la elegancia clásica de un hombre tan arraigado en el destino histórico de su patria. Un hombre para todas las estaciones, que advertía a los franceses del peligro de caer en lo que la República no podía permitirse: la mediocridad, la flaqueza moral, la bajeza cívica. Y lo justificaba desde el principio: «Durante toda mi vida, me he hecho una cierta idea de Francia. En ello me ha inspirado el sentimiento, pero también la razón. Francia solo puede ser ella misma situándose en el alto nivel que le corresponde; que solo grandes empresas pueden compensar los fermentos de dispersión que el pueblo lleva consigo; que nuestro país, tal como es entre los otros, debe –a riesgo de un peligro mortal– mantener una alta visión de las cosas y permanecer siempre erguido. Para decirlo con brevedad: según creo, Francia no puede existir más que en la grandeza».Esa memorable «grandeur» no puede identificarse, como tantas veces se ha hecho, con la posición de Francia en el mundo. Era eso, claro está. Pero era, sobre todo, el deber de los líderes de la nación de encarnar la unidad, la voluntad y los derechos fundamentales de toda la sociedad . Que la República dejara de enfangarse en la querella de intereses legítimos, pero nunca generales, para entregarse a una autoridad que velara por los principios y la vigencia de la nación a la que no debía someterse continuamente al azar. Ya que no disponemos en España de las condiciones institucionales que llegaron a plasmar esta generosa ambición, rindamos homenaje a un hombre con tan profundo valor de contraste en estos tiempos mezquinos. Ese patriota que viene a recordarnos, en las tardes desapacibles de este verano de nuestro descontento, lo que nos puede costar a todos los ciudadanos no disponer de líderes con la suficiente talla y el necesario sentido histórico para hacerse una cierta idea de España.