"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

lunes, 2 de octubre de 2017

¿Y ahora qué, españoles, catalanes?

Después del fracaso de ayer del gobierno, Europa y el mundo han abierto los ojos. Lo único que han dicho es que, sí, Rajoy tiene la razón legal, pero que la violencia no resuelve los problemas. Los independientes han ganado la batalla de la propaganda. Todos los medios y altos cargos dicen que el referéndum es ilegal, pero invitan a encontrar un camino del diálogo. ¿Qué camino? Mejor haría Europa en respaldar a la nación española, porque esto puede ser el comienzo del fin de muchas naciones orgullosamente europeas. No menos de veinte regiones con derechos históricos están deseando tener un referéndum de autodeterminación. 
Yo, por el contrario, creo que la fuerza es necesaria, pero no como la utilizó Rajoy, mandando a unos pobres policías y guardias civiles sin un mandato firme y claro y el respaldo expreso de de las instituciones. Además, la utilizó en el último momento, cuando cuatro años antes hubiera sido más efectiva. No esgrimir el artículo 155 le restó legitimidad, en gran parte por culpa de Pedro Sánchez (PSOE), que dijo que su apoyo no llegaba hasta allí. 
En todo caso, las cosas han evolucionado hasta un punto en que el Gobierno ha quemado sus naves tontamente, y los independentistas, por su parte, se han metido en un callejón de difícil salida, pero con su honor intacto. Han conseguido que, sin decirlo, la opinión internacional se incline a su favor al ver con malos ojos el uso de la violencia, lo que restringe las posibilidades del 155. Demasiada gente mirando y diciendo chs, chs. 
Así que no cabe esperar una resolución rápida. Si declaran la independencia, el Gobierno se supone que se la va negar. Eso obligará a los secesionistas a demostrar que van en serio, expulsando a todo el funcionariado español, militares y civiles, y autoridades, desde la Delegación del gobierno a autoridades de los puertos (que son españoles), en fin, todo lo que es poder del gobierno nacional, que no es poco, pero comomesta previsto en la golpista ley de transitoriedad . Esto, sólo puede tener una respuesta de Madrid, que no puede ser diplomática, obviamente. ¿Por cierto, se apropiaran de las instalaciones físicas, como las carreteras y el AVE?
Así que me río yo de los melifluos de Bruselas diciendo que de violencia nada. Pero si Madrid opta por no hacer nada por defender lo suyo, en el mejor de los casos  se establecerá un tira y afloja de patadas en la espinilla por debajo de la mesa, en una situación de eterno chanchullo en que nadie reconoce lo que ha perdido. 
En el peor de los casos los secesionistas aprovechan el momento dulce y tiran para adelante, liquidan con brevedad los poderes de Madrid, y se van. ¿Es posible esto? Yo no lo creo. Creo más bien en el escenario de guerra sucia por debajo de la mesa, en la que perdemos todos, pero es la única que nos han dejado los melifluos. 
Luego está el "caso Rajoy". ¿Qué hacer con este elemento? Ha bajado mucho enteros, los apoyos que tenía se han disipado. Pero quizás en el PP no sea fácilmente sustituirle. El primero de la lista es Sorayita, una nulidad, más culpable aún que Rajoy de la postura inane del gobierno. Yo diría que ha sido uno de los allegados que ha mecido las neuronas de Rajoy con el mantra de que la secesión era ilegal, y por tanto, no se produciría. Y de ahí para abajo, no se ve a nadie. Es un castillo de naipes trufados de corrupción. El caso Rajoy es el caso PP. Y es que en España no es fácil renovar cabezas, porque es difícil cortarlas. Miren el ejemplo contrario de Francia, ¿de dónde salió Macron? ¡La cantidad de gente caída en el oprobio! En Francia es cien veces más fácil renovar, porque es mil veces más fácil dimitir o expulsar. 
Esto no es un problema fácil. La alternativa es Pedro Sánchez, un cabeza hueca, y siempre tentado de aliarse con todos los partidos independentistas. Su único lema es que "hay que echar a Rajoy". Así que  no es imposible que la gestión del problema catalán (y Vasco) recaiga en una cabeza vacía. Esta es la opinión de Luis Herrero sobre las intenciones de Pedro Sánchez: 

El plan de Sánchez -informo, no opino- era negociar con Junqueras, si los aurigas del procés se avenían a no forzar la declaración de independencia, generosidad judicial en los procesos abiertos, reforma constitucional y algún tipo de consulta pactada en tres o cuatro años a cambio de elecciones autonómicas y árnica temporal en las demandas independentistas. Esa es la opción de la alternativa: sacarnos de Guatemala para meternos en Guatepeor.

El camino de la solución debe venir de la Unión de los constitucionalistas, o si no, España se desmiembra seguro, lenta o rápidamente, pero seguro. 

domingo, 1 de octubre de 2017

Desde England, Cataluña

El Financial Times, en su editorial "Catalan secessionism is bad for Spain and Europe", está totalmente de acuerdo en que Madrid tiene razón. Sin embargo añade que es unpoblema  para España y para Europa, como dice el título y venimos diciendo aquí tiempo ha. 
En otro artículo, el corresponsal hace un análisis valorarivo de qué puede pasar desde el lunes. Destaco los dos siguientes párrafos porque son los más interesantes. 

What happens next?

The chance of Catalan independence in the short term is, according to most analysts, zero.

Regardless of turnout or result, the vote will have little official legitimacy in the eyes of the Spanish government, the courts or the international community.

But the Catalan government could unilaterally declare independence. 

If that happens, Madrid may be forced to seize control of the region’s administration using an obscure and never-used part of the constitution, article 155.

This would send shockwaves through Catalonia and the rest of Spain, taking the national government into unchartered constitutional waters.

The Catalan government could also tread a more cautious path following the vote, calling regional elections to keep the debate alive.

Many in the Madrid government say they cannot predict what is going to happen after the attempted vote.

Either way, images of armed police preventing ordinary people from voting would be a public relations victory for the Catalan government, raising sympathy for the cause.

Can Madrid solve the Catalonia question?

The Catalonia vote has highlighted the severe strains from the 1978 constitutional settlement, which awarded differing degrees of autonomy to Spain’s 17 regions. 

Spain has to find a new way for its people to live together. Solving the Catalonia question could mean a new deal giving Catalonia greater autonomy.

But for the moment, the Catalan government says that organising a referendum on independence can be the only basis for talks. Madrid says this is unacceptable.

The two sides are more polarised than ever, and the potential conflict on the streets of Catalonia on Sunday is more likely to fuel tensions than calm them.

Observen que el corresponsal, como viene haciendo, da probabilidad cero a que Cataluña logre la independencia. Efectivamente, el problema principal no es ese, sino el debilitamiento de España y de Europa aunque no lo consigan. 
La jornada electoral se está desarrollando más como una verbena que como algo mínimamente serio. Desde el momento que la generalidad ha permitido el censo universal, se ha detectado gente que ha votado en más de un sitio. Eso le quita cualquier respeto a lo que resulte. 
El corresponsal hace un buen recuento de los problemas que se van a presentar desde mañana, entre el que está la debilidad política de Rajoy y la posibilidad de quedarse solo, o al menos que el PSOE le abandone. 
Desde luego sería bueno encontrar vías de dialogo, pero no será con estos representantes de la independencia, que deberían estar en la carcel por sedición. Para mí, lo mejor que podría hacer Rajoy es jugarse todo al  art 155, suspender la autonomía, convocar elecciones generales y negociar con los nuevos representantes, sacados de los que saquen puesto en el Congreso. La autonomía está suspendida y no tiene derecho a elecciones autonómicas. Evitar éstas sería una razón más para actuar así. Con las dificultades que conlleva, Rajoy debería buscar el apoyo explícito de Europa, más allá de las vacías declaraciones sobre la ilegalidad del golpe de estado. 
En suma, Rajoy tiene la ley en la mano, pero es débil políticamente. Debe buscar refuerzos fuera, en Europa, pero efectivos, no nocionales. La teoría la sabemos todos. Y debería olvidarse de dar muestras de debilidad como hace continuamente, véase Guindos recientemente. Tender la mano cuando el contrario no te respeta es rendirse. 

España, en el basurero

La cosa va mal. Los colegios electorales abren, se vota, y todo es una fiesta. Todo esto es por la chapucería de Rajoy, que se va a enfrentar a una declaración de independencia. ¿Que hará, será todavía tiempo de esgrimir el 155? En todo caso, a un milímetro estará de dimitir y entregar España a los cuervos, que ya están croando, como Sánchez, como Iglesias. ¡Tan increíble es que un Estado en pleno siglo XXI se vaya al traste, que nadie ha hecho nada para evitarlo! Unos miles de banderitas. Cientos de manifestantes, sin que ningún partido unionista les apoye. Todos somos culpables de lo que nos pase. Así que nadie reclame cuando le reduzcan el sueldo o la pensión, pierda el puesto de trabajo. El final de esta historia es el desaste para todos, catalanes o no. 

sábado, 30 de septiembre de 2017

La Iglesia, como siempre: buenista, hipócrita, pero en el fondo trabucaire

La Iglesia tiene la misma actitud oficial ante los acontecimientos importantes: negar los conflictos, llamar a la conciliación y al perdón, al diálogo y a La Paz. Al mismo tiempo, ella, sutilmente, tiene posiciones muy definidas antes los hechos, lo que pasa es que las posiciones están divididas entre los distintos grupos, y son inconciliables. Así, hay una Iglesia pro etarra, una pro independentista, una comunista, etc, cada una con su nombre y apellidos. Lo que no hay es una Iglesia realmente democrática, que defienda con convencimiento el liberalismo democrático. No la hay. Hay más de cualquier otra cosa que democracia liberal. Para empezar, odian el capitalismo, lo que sintoniza muy bien con este país. Ante esta profunda división, el Papa se esconde... o se regodea porque está de acuerdo. Espero que se entienda que en la expresión liberalismo democrático incluyo la social democracia. Leche de biberón para muchos curas. 
Un ejemplo es el escándalo de la posición oficial frente al secesionismo catalán, que es la que deben seguir los fieles. (De paso, ¿como se entiende que el Obispo Blázquez, que fue descaradamente pro etarra en su paso por la diócesis de San Sebastián, sea el presidente desde hace años de la conferencia episcopal española, la CEE?. Yo no lo puedo explicar, sino es por la gran división y, por ende la enorme mentira que hay que tener para mantener las apariencias.)
Pero vayamos a los hechos. Ante la amenaza de secesión de Cataluña, tenemos los siguientes manifiestos oficiales, con los que los pobres fieles pueden romperse la cabeza, aunque afortunadamente para ellos, que sólo quieren mantener su paz sin más complicaciones, ninguno los lee. Es más, debe ser un gran curativo tener sobre la chepa una institución que te lava tus faltas sean del tamaño que sean. Pues entonces que no se metan en la realidad, que la dejen al margen, que, como decía san Agustín, se ocupen de la Ciudad De Dios. 

1) La declaración oficial de la CEE es lo de siempre: sobada melifluidad que debería darles vergüenza, de la que al final no se sabe que pensar del conflicto. Pero hay un detalle que apenas pasa apercibido, que es la referencia al la Conferencia Episcopal de Cataluña (llamada Tarraconense), como última palabra en la interpretación del conflicto. Es decir, la Iglesia española, que sea por encima de la catalana, se supedita a lo que diga ésta.

2) Bien, pues vayamos a ella, porque como dice la CEE, ha ella se remiten. ¿Y qué nos encontramos? Pues, créanlo o no, nos encontramos DOS, sí dos, declaraciones totalmente antagónicas, una posición mayoritaria, meliflua como es obligado apenas más osada que la de la CEE, y otra firmada por los obispos y agrupaciones eclesiásticas, separatistas, reclamando el derecho del pueblo catalán a autdeterminarse. Así, con un par. Quiero decir una división como un par. 
Imagínense el fiel con un poco de agudeza que lee la declaración de la CEE, y por curiosidad va a la de la "Tarraconense" y se encuentra con un giro de 180 grados ¡qué digo, de 360, si se me permite! Giro que, inequívocamente,  pone en realidad a la Iglesia a favor de referéndum, puesto que la española se ha remitido a lo que diga la Tarraconense... que dice que los catalanes tienen en derecho a manifestar sus deseos y a llevarlos a cabo. ¡Que cristianismo más sutil! Luego, pase lo que pase, cada uno seguirá en su puesto. 

La Iglesia no ha cambiado desde que yo era niño y alumno de un colegio religioso. Tanto es así, que estéticamente sigue trasnochada, como se ve en su emblema, que  no ha cambiado en 60 años: 



Ese logotipo es exactamente igual de feo, estúpido, banal y asexuado que cuando yo era niño. Si no me equivoco tiene un sabor al Concilio Vaticano II, aquel en el que se abrieron las puertas a las ideas comunistas, al todo vale. Los curas - españoles al menos -, siguen hablando igual de gangosos y amanerados que entonces, lo que les da un inevitable aire de hipócritas. Un cura es un cura, pero no es igual catolico y en España (o Italia) que en otra parte, porque la regla del virginato les obliga forzosamente a ser antinaturales. No es la única razón de crítica, pero es lo primero que salta a la vista: ¿por que este tío, jefe de la Iglesia española, es taaann amanerado? Y por qué es tan mentiroso? Y por último, por qué es pro etarra? 

viernes, 29 de septiembre de 2017

De aquellos polvos, estos lodos

De un artículo de Jorge de Esteban,  que hay que leer entero, saco estos dos párrafos imprescindibles:

El ex presidente de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Earn Warren, en una conferencia en 1962 sobre James Madison, manifestó que "los padres fundadores de la Constitución se aseguraron de que el Gobierno federal tuviera el poder necesario para gobernar". Aserto que cobra más fuerza aún en un país extremadamente descentralizado como es el norteamericano, en el que rige la llamada "cláusula de supremacía", desarrollada en el artículo VI de la Norma Fundamental. Este artículo, que debe recordarse especialmente en la hora actual española, dice así: "Esta Constitución y las leyes de los Estados Unidos que se expidan con arreglo a ella, y todos los tratados celebrados o que se celebren bajo la autoridad de los Estados Unidos, serán la suprema ley del país y los jueces de cada Estado estarán obligados a observarlos, aun cuando se encuentre en la Constitución o en las leyes de cualquier Estado alguna disposición que lo contradiga". 

En definitiva, los constituyentes americanos estaban adoptando avant la lettre el principio de jerarquía normativa desarrollado por Kelsen, base de todo régimen auténticamente constitucional. Principio éste que adquiere su máximo rigor sobre todo en los Estados descentralizados. No es extraño, por tanto, que un prestigioso constitucionalista americano haya escrito que "por medio de la cláusula de supremacía, los constituyentes norteamericanos evitaron que el Gobierno federal se convirtiera en un subordinado de los Estados miembros de la misma manera que habían destruido la eficacia de la Confederación original". Y, más adelante, insiste en que "la cláusula de supremacía puede considerarse rigurosamente como la clave de bóveda de la Constitución. Sin ella, no cabría ningún verdadero sistema federal, sino únicamente una débil unión moral entre los diversos Estados. En otras palabras -añade-, quítese esta especial pieza y la maquinaria federal se caería hecha pedazos".

Pues bien, si traigo a colación estas reflexiones americanas es porque aquí se encuentra la clave fundamental para entender lo que está sucediendo en Cataluña, o mejor dicho, en la España actual. En efecto, nuestra Constitución no adoptó este principio esencial de manera radical, tal como sucede en Estados Unidos, sino que todo lo más aceptó una "pseudocláusula de supremacía" insuficiente y vergonzante, pues en su artículo 149.3 dice que: "La competencia sobre las materias que no se hayan asumido por los Estatutos de autonomía corresponderá al Estado, cuyas normas prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las de las comunidades autónomas en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de estas". Luego la Constitución no está siempre por encima de los Estatutos.

En suma, la Constitución española es ambigua, y si algo hay es el principio de subsidariedad del gobierno central frente al autonómico, como si hubiera una armonía predeterminada entre uno y otro, y no el conflicto latente que hemos sufrido al menos desde la I República española. 

jueves, 28 de septiembre de 2017

¿Dónde está el miedo?

Hace dos días, aquí, criticaba la abulia de los mercados ante el desafío catalán. Los mercados se muestran muchas veces insensibles a los riesgos, como demuestra Jeffrey Frankel, que se pregunta si tiene sentido tan exuberante confianza. Confianza que se muestra en indicadores como el VIX, o índice de expectativas de volatilidad, que como se ve en la imagen, está más bajo que  nunca: 



Obsérvese que el VIX alcanzó otro mínimo justo antes de la crisis inmobiliaria y la secuela de la Gran Recesión, que ha durado hasta ahora. Una muestra más del divorcio que hay entre los mercados financieros y la economía real es que éstos se han recuperado, están en nuevos máximos, lo que debería despertar las alertas y el VIX. Pero no es así. Sin embargo, como dice Frankel, tenemos una buena lista de focos de riesgo por delante, desde geopolíticos a financieros, ante los cuales los mercados se muestran adormecidos. 
Sigo diciendo que uno de esos focos, que no es apreciado por el mundo financiero, es el conflicto más que probable de Cataluña con España. Ayer decía Manuel Valls que podría ser un golpe para Europa, y sin embargo apenas se deja ver inquietud en los mercados a tres días del acontecimiento más importante para España en cuarenta años. España es miembro de Europa. La separación de Cataluña supondría la defección del Estado español, como muy bien ha visto Valls, y esto haría temblar los Tratados de la Unión, porque partiríamos de una actuación de cero incluso en cuanto a nuestra pertenencia a la UE, desde el momento que hay partidos dispuestos a acabar con la monarquía, el Estado y precisamente esa pertenencia. 
Yo, como Pablo Planas, en un artículo de hoy, lo veo muy negro. Ya expliqué ayer por qué, y Planas refuerza esa visión con la descripción de la pobre imagen que ha dado el Gobierno. Cabe dudar de que con estas medidas que ha tomado puedan parar el referéndum, que nace, no lo olvidemos de una ley golpista. El lunes día 2, es muy probable que Cataluña declare la independencia según la segunda ley golpista, la de Transitoriedad. No quiero hace aquí un examen minucioso de las probabilidades, sino de las incertidumbres que se abren, sea cual sea el resultado del 1-O. 
Así que me temo que el lunes próximo va a ser un revolcón para todo el mundo, con una reacción virulenta de los mercados, cuando se den cuenta de las consecuencias económinas, financieras, y fiscales para España. Piénsese que las pensiones actuales no se puedan pagar. Piénsese en una subida del tipo de interés como en 2012. En suma, los pronósticos para Cataluña separada no dejan a España al margen. 
Ni Cataluña independiente podrá pagar sus pensiones, ni España la podrá ayudar, porque ella tampoco podrá. Cosas de esta entidad nos jugamos. Por supuesto, sueldos y salarios de funcionarios y no funcionarios, etc, mientras Podemos, aliado con los proetarras, CUP y demás delicias, azuza la ruptura del Estado. 
¿Demasiado extremista? Bueno, puede. Es una exposición de riegos. Riesgos abiertos, sin poder adherirles una probabilidad. Pero si alguien cree que el lunes va a seguir la vida igual de aburrida, está en modo "Sleepwalkers", como dice Pablo Bastida en su comentario al post anterior. Por supuesto, ojalá me equivoque y podamos seguir soñando. 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La independencia de Cataluña, golpe para Europa

No, no es un problema sólo español. Es un problema para las instituciones europeas, lo vengo diciendo desde hace tiempo. Manuel Valls, ex Primer Ministro de Francia, lo dice clarisimamemte: 

El ex primer ministro francés y actual diputado de la Asamblea Francesa Manuel Valls ha alertado hoy de que la independencia de Cataluña supondría “el fin de lo que es Europa” y, por ello, ha considerado que faltan “voces importantes” en la UE que se pronuncien sobre el conflicto catalán.

En declaraciones a la Cadena Ser, Valls ha mostrado su “inquietud” por las consecuencias que puede tener la situación catalana para “España, Cataluña, Europa y Francia”.

“España es uno de los estados-nación más importantes de Europa. Si Cataluña fuera independiente, eso significa consecuencias importantes para Europa y, de una cierta manera, el fin de lo que es Europa”, ha señalado Valls.

Así, ha recordado que “Europa es una federación de estados-nación” y, “si uno de esos estados-nación cambia sus fronteras, las consecuencias pueden ser muy importantes en un momento en que Europa es frágil. Yo no creo que haya un futuro posible para Cataluña sola en Europa. Este futuro es dentro del marco español”.

Es por ello que Valls ha considerado que “es demasiado importante lo que pase en Cataluña para que no haya una palabra fuerte a nivel europeo”, por lo que ha opinado que “quizá faltan voces importantes en Europa que digan, ¡ojo!, aquí hay un debate muy importante para nosotros”.

“Respetar la Constitución”

El ex primer ministro galo ha defendido que “respetar la constitución es el deber de todo gobierno” y que, si él fuera primer ministro y una región francesa quisiera hacer un referéndum de independencia, su reacción sería “hacer respetar la constitución de todas todas”, porque “no se juega con las fronteras”.

Pero Valls, asimismo, ha recordado que “como político y demócrata el diálogo es lo más importante”, y ese diálogo debe existir entre “instituciones catalanas y españolas”.

“Lo que espero es que esta página sea girada y se pueda escribir otra página de diálogo entre todas las instituciones y encontrar la mejor solución política, institucional y pacífica”, ha dicho.

Totalmente de acuerdo, aunque lo del diálogo está muy lejos de ser viable, hoy en día. En esto, de nuevo la iglesia española se vuelve a equivocar, y toma exactamente la misma postura que los curas catalanes, con su tono melifluo habitual. 

La Conferencia Episcopal ha explicado que esta declaración se sitúa en la línea de los deseos y sentimientos “manifestados recientemente de forma conjunta por los obispos con sede en el territorio de Cataluña, a los que denomina “auténticos representantes de sus diócesis”.

Y bueno, ¿que se puede esperar de la Iglesia? Se preguntarán uds. Pues algo más de apoyo a la legalidad, cosa que "el tal Blaquez" (increíblemente, presidente de la Conferencia Episcopal) no hizo ante el nacionalismo vasco  y ETA cuando era obispo de San Sebastián. 
Unos y otros se van perfilando ante el conflicto que va a derivar, casi sin remedio, a la violencia. Los más - ETA, PNV, CUP, Podemos  - empujan contra el gobierno, el ya de por sí débil gobierno nacional, y otros sacan banderas españolas y jamones de guijuelo cuando, ay! Hasta hace poco se la refanflinfaba. Porque es muy emocionante ver a esos grupos que van a dar su aliento a las tropas desplazadas a Cataluña, con banderas y cantando "a por ellos, oé". Si, pero la penúltima encuesta de CESID decía que lo de CAT sólo preocupaba a menos del 3% de los demás españoles... 
Si va a haber hostias, es porque somos españoles, y para todo llegamos tarde y mal. Es impensable esta locura tan avanzada en Francia. Cuando se reacciona tarde, es porque las instituciones son débiles. Esa debilidad es específicamente de España. 
Sé que hay miembros del Govern que quieren dar marcha atrás, pero ya no pueden. Se han puesto en manos de los más locos, y estos han dictado dos leyes golpistas que un gobierno nacional no puede dejar pasar. Habrá enfrentamientos en las calles, y entre los mossos y las fuerzas nacionales. Me dan pena las fuerzas de la guardia civil y la policía, porque no lo van a tener fácil. Son pocos, y por muy profesionales y patriotas que sean, de lo cual no dudo, hasta desde el País Vasco se está animando a la gente a la rebelión violenta, porque el Gobierno "sólo cuenta con tres efectivos por colegio electoral" - dice Otegui. Con esas medidas fuerzas, se corre el riesgo de no poder contener a la calle, apoyada por la policia local, aunque la fiscalía intenta ponerla a las órdenes de un mando nacional. Hay que medir bien el calado de lo que está pasando en otros sitios, como en el País Vasco, donde los grupos pro etarras se están poniendo encima de los hombros del gobierno vasco, le guste o no. En Valencia, por ejemplo, los del Compromis han roto el Gobierno regional por apoyar el referéndum. Esto da una medida del alcance que puede tener un referéndum, aunque sea ilegal, y más una declaración de independencia, en el resto de España. Se abrirán brechas impensables a medida que se cierran otras, si es que se cierran. El domingo va ser un día de muchos despertares a la dura realidad: España, no sólo Cataluña,  está al borde de la rebelión. Europa también va a tener un duro despertar. 

martes, 26 de septiembre de 2017

Los bonos no reflejan el "tema" catalán

He leído un comentario de un experto (Paz Viruet, a quien leo y admiro) sobre la falta de reacción de los bonos al riesgo catalán. A mí no me sorprende, porque lo que he visto en la prensa económica extranjera es que suelen dar por hecho que el 1-O se acabará el "tema". 
Bueno, yo n lo llamaría el "tema catalán", como hace el autor, porque si sale mal - y bien, bien, no va a salir - se producirá el armagedon del Apocalipsis, y entonces todos los indicadores, bursátiles y bonos, darán la campanada.
Quiero decir que no es un tema trivial y transitorio: tiene pinta de que el 1-O sea el principio, no el final. 
No hay solución limpia. El tejido de relaciones es tan tupido que no se puede hacer una estimación de pérdidas y ganancias. 
Los riesgos alternativos son: que todo se salde con amistoso apretón de manos, aceptado por el resto de España y Europa (algo difícil de creer), o, en el extremo opuesto, que España se vea cuestionada y que incluso se rompa. Por eso descuento que habrá movida financiera en cuanto a las dudas sobre recaudación fiscal del Estado se extiendan. Porque lo que peor puede pasar es que los tiras y aflojas rasguen el Estado español, algo no imposible. 
¿Por que no hay señales, cómo bien dice el autor, en el mercado de bonos? Porque todos los analistas dan por hecho que el referéndum no tendrá lugar y se acabará el "tema". 
Pues, como he dicho, no hará más que empezar. Los sentimientos acumulados son demasiado visibles como para pensar que se van a rendir si no hay referéndum. No hay más que ver La exaltación de la juventud para saber que en esto les va la vida. La juventud se entrega a este tipo de utopías con más entusiasmo que a una carrera de cinco años, en las que se matriculan "por defecto". La universidad es una plataforma multiplicadora de estos sentimientos románticos, que sólo se viven una vez. Del otro lado no tenemos nada similar sobre España, todo lo contrario. La universidad española está trufada de izquierdismo exaltado, y sabemos que en él cabe, desgraciadamente, cualquier movida que primera romper el Estado español. 
Así que si los bonos no reflejan el riesgo de ruptura, es simplemente porque la prensa económica extranjera no da ni una probabilidad a la secesión, pero tampoco al conflicto que vendrá después del 1-O. Ya veremos si hay o no referéndum, si es significativo (cosa que descarto), y lo sea o no, si se rendirán a la evidencia los separatistas (también lo descarto). 

lunes, 25 de septiembre de 2017

La Falacia del "derecho a decidir"

Me ha gustado mucho un artículo de Lluis Bassets  de El País, donde explica metidianamente claro por qué el le,a propagandístico de los secesionistas "el derecho a decidir" es una falacia. Mejor transcribo sus palabras: 

Volvamos por un momento al principio, a esa extraña publicidad en favor del derecho a decidir que prohibió la justicia antes de que cayera todo el peso del Estado sobre el proyecto secesionista. Era extraña, de entrada, porque el plebiscito ya no va de derecho a decidir, sino de ratificar la ley de transitoriedad y fundación de la república, y significaba por tanto que, quien vote, y vote lo que vote, no expresará una opinión libremente entre elegida entre varias, sino que contribuirá directamente a engordar el quórum de la adhesión a la secesión unilateral que se ha propuesto la mayoría de JxSí y CUP con la votación del 7 de septiembre.

Lo que pasó en el parlamento catalán el siete de septiembre no tiene más que un nombre: un golpe de estado perpetrado por un grupo de parlamentarios sin que los demás supieran qué se votaba u sin derecho a debate ni enmiendas. Por la vía excepcional se aprobaron la ley del Referéndum y la ley de Transitoriedad, que de facto establece un nuevo régimen republicano si se gana el referéndum. Es lo más parecido a un referéndum de Franco, en el que participar en el estrecho o nulo margen je te dejaban era consentir a que siguieran las cosas por la vía dictatorial. 
Bueno, pues eso es lo que alegremente se llama "derecho a decidir" lo que es rotundamente falso dado el nulo espacio que hay para la disconformidad con el procedimiento. 
Ah, bah, ¿por qué os negáis a votar? El que quiera votar NO, que lo haga libremente... Es lo que dicen los separatistas, lo que no es ningún derecho a decidir, porque ya la participación del referéndum, daría pie a seguir adelante aunque el voto fuera NO. 
El derecho de autodeterminación no es aplicable en Cataluña. No es una colonia, aunque a veces parece que tiene complejo de serlo. 


La insuficiente victoria de Merkel, un mal paso para Europa

La victoria de Merkel ha sido pírrica para ella y bastante negativa para Europa. Automáticamente el Plan Macron, de un gobierno fiscal único, se aleja en el horizonte al menos por cuatro años.
Merkel ha bajado del 45% al 33% de los votos, lo que la debilita definitivamente para gobernar. Su aliado hasta ahora, el partido socialista, también ha sufrido grandes pérdidas, todo lo cual ha redundado en beneficio de la extrema derecha, los liberales, y los verdes. Un galimatías de coloresendemoniado  para armonizar.
La extrema derecha ha conseguido 100 diputados, entre ellos extremistas más radicales que Le Pen. Son antieuropeos por excelencia. Pero ellos no van a entrar en las negociaciones para formar gobierno, lo que deja el tablero para el CDU (Merkel) los liberales, y los verdes. 
Los liberales no son precisamente pro europeos, aunque en ellos lo proclamen. Sin embargo, durante la la campaña han hecho alarde de estar en contra del programa Macron, gran esperanza para cerrar los puntos débiles de la Europa financiera, que en caso de nueva crisis volverían a dejarnos inermes ante los movimientos de capitales desordenados, y una nueva crisis como la de 2011-12 no estaría descartada. Seguramente pedirán regir las finanzas; consíganlo o no, en todo caso el futuro gobierno será mucho menos europeista que el de hoy. A ello se añade las demandas de los verdes, que irán por atar en corto la industria automovilista en las emisiones de gas, que es la industria estrella de Alemania. Alemania, al contrario que EEUU o RU, ha mantenido un treinta por ciento de peso de la industria en su economía, lo que la hace fuerte en sus exportaciones. Lo único bueno es que esto redujera el excesivo superávit exterior de Alemania, del 8% del PIB. A su vez, esto podría equilibrar un poco las cuentas exteriores de la UE, ¡si es que los de extrema derecha no consiguen implementar medidas proteccionistas!
Merkel no puede dejar de intentar gobernar, porque unas nuevas elecciones le supondrían, como dice Wolfgang Münchau  otra mella en sus votos. 
En suma, un gobierno más debil, que echa agua sobre la posibilidad de un gran acuerdo Merkel-Macron, y nos deja más débiles antes una situación perentoria de desequilibrio fiscal. Recordemos que las deudas de muchos miembros, como España, han subido a niveles preocupantes, y los nuevos aliados de Merkel y la extrema derecha va a ser menos complaciente en reestructuraciones de deuda y financiación transitoria, incluso de los dispositivos ya existentes como el SME. Un paso atrás en la UE. 
Hoy hemos oído que los mandatarios de la UE apoyan sin reservas la acción del gobierno Rajoy contra la secesión de Cataluña. Nos congratulamos por ello, aunque como Rajoy, han actuado hasta ahora con tibieza y retraso. 

sábado, 23 de septiembre de 2017

Un valiente. Consecuencias varias sobre el golpe de estado catalán

Clemente Polo, a quien conozco, tiene la valentía de vivir en Cataluña y llevar años diciendo la verdad. En este artículo repasa con todo detalle el entramado independentista con el que tiene que lidiar el Gobierno de porque nación. Desgraciadamente, no se ha acometido antes el control de las cuentas de ese montón de instituciones conjuradas para dar un golpe de estado, y tienen - o han tenido hasta ahora - muchos más recursos que las pocas asociaciones defensoras de la Constitución. Estoy de acuerdo con Clemente en todo, aunque hay una cosa que no me va a quitar de la cabeza, y es que muchos castellans han cedido inconscientemente al atractivo de querer ser como ellos, como explicaba en un post anterior. Ahora ¡lo que se les viene encima! 
Sobre esto, sobre lo que se les viene encima, también recomiendo el artículo de Roberto Centeno sobre las consecuencias económicas para los catalanes, si es que consiguen separarse de España. Desmonta todas las milongas que se cuentan los propios scesionistas a sí mismos. Cataluña no tiene ni tendrá la más mínima estructura para ser independiente. Eso está claro. Su nivel de vida sufriría un bajonazo espectacular. Su deuda aumentaría no sólo por eso, sino porque la expulsión del euro - es decir, la expulsión de los préstamos del BCE a la banca, porque el euro podrá circular, pero tendrá que crear un banco central que mita su moneda - provocaría una devaluación de dicha moneda de un 30%, lo que aumentaría la deuda denominada en ella, hasta un 170%-200% del PIB, aunque ahora lo que menos importa son las cifras. 
Oídos sordos a estas verdades son lo que que explica el éxito de la movida en las calles, al menos entre los jóvenes alienados y algún que otro descerebrado. 
Y éste es el mayor problema con el que se choca el Gobierno, que la calle es irracional, y una vez que se mueve es difícil de parar, sobre todo si cuenta con la bendición de tantos medios, como La Sexta y otros imperios televisivos, cedidos graciosamente por este gobierno a un tal Roures, comunista decidido a sacar el referéndum adelante y luego la independencia, sea cual sea el resultado del supuesto referéndum. Esto es lo que le debemos a la funesta estrategia de Soraya Sáenz de Santamaría & cía,  conceder estas cadenas a amigos de los secesionistas, para que C's quedara asfixiado por la trompetería de Podemos y no le quitara votos al PP, estrategia del tipo que siempre se vuelve en contra del que la hace... y del pueblo español. 
Ahora, la funesta SSS y su acólito Rajoy (es lo que parece a veces) tendrán que enfrentarse a su propio error, justo cuando la calle empieza a bullir y cualquier incidente se puede volver contra el Gobierno. Este gobierno está cada vez más sólo, porque el PSOE no aclara su posición. Además, los vascos no están por  la labor de parar la independencia, por lo que ya amenazan con dejar de apoyar al gobierno. ¿Bastarán más concesiones económicas para que se mantengan quietos? 
En todo caso, me temo que esto va para largo. No deja de tener razón Puigdemont cuando dice que sólo cuando España reconozca la independencia, dejará de tener obligaciones con Cataluña, lo que plantea un dilema curioso: España, lógicamente, no puede conceder la independencia, lo cual nos obligará a mantener nuestras obligaciones con los ciudadanos catalanes. Así, la única salida lógica es sacar el artículo 155 de la Constitución y aplicarlo de plano, cerrando las instituciones autonómicas golpistas y sustituyéndolas por una Delegación Excepcional que administre todo el dinero que viene de España. ¿Qué paradoja, no?
Por eso digo que esto va para largo, muy largo tiempo; no será fácil aplicar esa medida sin continuas rebeliones manipuladas por la CUP & Cia, y reproducidas por las cadenas afines. Por cierto, también habría que pensar en cerrar éstas, incluida TV3. Se acumula el trabajo. 

viernes, 22 de septiembre de 2017

Las víctimas propiciatorias del proces

Debe ser un mal despertar de los catalanes españoles ver con qué saña se vuelven contra ellos ahora los grupos dirigidos por los separatistas/comunistas/fascistas, que de todo hay en esa mezcla de odio y superioridad. Porque ellos piensan que han hecho un esfuerzo para integrarse, es más, piensan que lo han conseguido...
Creo que el espléndido artículo de Albert Boadella - espléndido como melancólico - nos da una pista sobre el sueño ilusorio que han vivido esos españoles que son mayoría en Cataluña, y que sin embargo están acosados por la minoría catalanista. Según Boadella, la clave está en el sentimiento que se les inculcó a ellos, el grupo superior, desde el nacimiento, que ellos pertenecían a una tribu especial, tribu que estaba condenada a vivir con unos seres extraños, venidos de fuera, los castellans, a los que había que tratar con distancia y desprecio. 
Pues bien, los castellans se dejaron imbuir por el síndrome de Estocolmo inevitable en estas circunstancias, y creyeron que podrían integrase en ese mundo de superioridad de los catalans, absorber su lengua, imitarles. Es el mismo procedimiento que llevó a los judíos a integrarse - o intentarlo - en el mundo anglosajón y alemán. Les sirvió para ser gaseados en Alemania y despreciados en el mundo elitista anglosajón. 
Los castellans han creído haberlo conseguido. Por eso están ya aparentemente tranquilos con el proces. 
Por eso se ha notado tan poca resistencia de los castellans a cosas tan demnciales como la ley de inmersión lingüística, una de las medidas más protofascistas de la Europa decadente que vivimos. Ahora van a pagar caro su osadía de querer ser catalanes y creérselo. No ha hecho más que empezar. 

jueves, 21 de septiembre de 2017

El Gobierno siente miedo y recula

Nada más subir la temperatura, el Gobierno se achanta y recula. Rajoy habla de mano tendida, y Guindos hace una oferta de reforma constitucional con ventajas fiscales añadidas en el Financial Times. Un signo de debilidad, de que no van a poder con el problema sin victimas en los disturbios que se preparan. ¿Pero no sabían ya que no iba a ser fácil? arrugarse ahora es de nuevo dejar indefensos a los españoles catalanes, que llevan treinta años soportando ser ciudadanos de menor categoría que los catalanistas. Para eso mejor que se vayan y prueben la amargura de estar solos, fuera de España y de Europa. Si todo esto era una partida de póker, si el Gobierno cede cuando por fin lo estaba haciendo bien, no es más que retrasar unos años el problema de España. En cuanto la Constitución se toque, España se va al carajo. Guindos, el oscuro ministro, más conocido en Europa. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

El conflicto Madrid-Barcelona ya ha comenzado

No ha tardado mucho lo que anuncié hace un par de días: la detención de 12 altos cargos del Govern ha tomado imprevistamente a la Generalitat. Puigdemont ha llamado a salir a la calle - de momento "pacíficamente" -. El Gobierno de España, por su parte, acumula efectivos de la Guardia Civil y Policia, suspende permisos,  y ha alquilado buques civiles para alojarlos cerca del foco del conflicto. 
De modo que lo que era inevitable ha comenzado. Reitero que si no se hubiera tardado tanto, los costes y lamentos habrían sido menores, pero más vale tarde que nunca. Y es que ya es un clamor en España que el Gobierno actúe, que es sencillamente suicida que un Estado se desintegre y desaparezca por la locura de unos pocos que han engatusado a demasiada gente. Engatusado: engañado cada vez más groseramente, prometiendo que los catalanes no iban a perder, sino ganar, económicamente con la independencia. Aquí, un informe fiable  de una entidad Cataluña, sobre lo que habría que  recortar las pensiones por la independencia. Seguramente la cifras están edulcoradas, pues no tienen en cuenta el nefasto escenario macro económico, sin moneda propia y un un bajón del PIB, pero un recorte de la pensión media del 15,75% no es desdeñable. Sin embargo, el orondo Oriol Junqueras, Consejero de Economía y Hacienda, dice que las pensiones ni sufrirían un ápice. 
Pero esto no es más que un trozo de la montaña de mentiras con la que han embolingado a sus ciudadanos, los cuales, demostrando que la democracia es un artilugio delicado, se la han tragado. Ni Cataluña independiente permanecerá en la UE, ni por supuesto, en España, por lo que ésta no pagaría las pensiones de los pensionistas catalanes. Ese cuento chino que los que conservarían la nacionalidad española recibirían su pensión de Madrid, uff, menuda trola. 
El Gobierno no puede hacer otra cosa. Y si no me equivoco, esto va a despertar a los demás españoles y hacerles ver que es un problema muy serio. Lo que ciertamente, si lo remata bien, le pondrá la mayoría absoluta en bandeja. Queda mucho por lidiar, pero la primera impresión es que el Gobierno ha cogido por sorpresa a los sediciosos por la contundencia inesperada. Esperemos que esa contundencia sea elástica, que tenga todo el recorrido necesario, porque es la mejor manera de sofocar la sedición con el menor número de victimas

martes, 19 de septiembre de 2017

España, sin Cataluña, un estado fallido

Preferiría hablar de economía, pero qué sentido tiene cuando España está a punto de desaparecer. Esta tarde, en el Congreso, ha pasado una cosa gravísima: el PSOE, el antaño gran partido de la izquierda, ha preferido alinearse con Podemos (comunistas) y separatistas para evitar dar su apoyo a que el Gobierno use el artículo 155 de la Constitución, seguramente el medio más eficaz contra la rebelión de Cataluña. 
Así, el PP, Partido de gobierno, y C's, promotor de la moción, se quedan solos ante el reto catalanista, gracias a la desafección del PSOE, que prefiere poner en riesgo el Estado con tal de debilitar al gobierno. Posiblemente esté coqueteando con una moción de censura pactada con la extrema izquierda de Posemos y los separatistas de toda España. La frivolidad de este partido es apoteósica. 
El riesgo de Cataluña es sencillamente que España sea un estado fallido. Desde luego, el régimen nacido con brillantez en 1978, tan laureado en el mundo, desaparecería, porque, como dice mi amigo Agustín Rosety, "muerto el sujeto Constituyente, muerta la Constitución". Y muerta ésta, habría que empezar de cero, empezando por la cuestión de la forma de estado, monarquia o república, tema sobre el que los partidos de izquierda se lanzarían con gran fruición. También es altamente probable que esta línea sería potenciada por la fuerza centrífuga de otras regiones, que se declararían independientes con mayor facilidad. Si alguien cree que esto transcurriría pacíficamente, es un ingenuo o no quiere ver de frente las cosas. 
Eso sería un golpe del que no nos levantaríamos fácilmente, y también sería un golpe para el proyecto europeo, como es fácilmente entendible. Pero tanto uno como otro, España y Europa, han de reconocer que no han sabido calibrar la gravedad del asunto; deberían haber puesto más énfasis en evitar llegar a donde hemos llegado. 
Soy incapaz de hacer escenarios alternativos sobre este futuro. Sólo puedo decir, como dije en mi anterior artículo, que cuanto más se retarde y más débil sea el Gobierno en su plan de acción, más violencia habrá. No creo que sea una exageración. 
Hasta ahora los mercados han desdeñado este escenario, lo han dado como improbable, y ojalá tengan razón. Pero los mercados se equivocan, tanto más cuanto más grave sea el riesgo en cuestión. Sobre todo en estos riesgos en que es un error manejarlos con una asignación de probabilidad, porque es pura incertidumbre. Pero no es fácil ver que cualquier sesgo hacia un escenario así rompería las compuertas de la metodología usual en los mercados, y los modelos más usados serían inútiles. 
En cualquier caso, la apuesta del gobierno es, o ser débil con la esperanza de un conciliación de última hora difícil de imaginar, o equivocarse en ser demasiado fuerte para evitar males mayores. Los males mayores son los que he sugerido arriba. Debería pensar en evitar a cualquier precio pasar a la historia como el Gobierno que, a semejanza del último Gobierno visigodo, eligió la debilidad y dejó a lo que era ya una nación en manos de los invasores. Como decía Blas de Lezo, tan citado últimamente, lo malo no es la fuerza del enemigo, sino la falta de convicción propia. Un camino irreversible y fatal. 

lunes, 18 de septiembre de 2017

Cataluña. Habrá conflicto

Pase lo que pase con el referéndum, habrá un conflicto serio del Estado con Cataluña. El Gobierno ha tardado demasiado tiempo en poner en marcha la intervención del gobierno catalán, cuando el tren de la insumisión ya ha cogido velocidad de vértigo, y faltan apenas diez días para la fecha del referéndum. 
Durante estos diez días vamos a asistir a escaramuzas más o menos versallescas de uno y otro, lances administrativos, etc, que lo único que van a lograr es que el referéndum, si Rajoy permite que se celebre, será espurio y de resultado ambiguo. Esto será suficiente para los secesionistas para declarar en vigor la ley de transitoriedad, es decir, declarar el día 2 de octubre la independencia. Será un declaración sucia, de escasa ejecución práctica, pero que dará el pistoletazo de salida a la dictadura de la nueva legislación sobre los tibios y la población unionista, mientras el gobierno se preguntará si tiene que ir a proteger los derechos de esa población que es, no lo olvidemos, la mayoritaria. 
Por supuesto que el Gobierno tiene que ir a proteger los derechos de todos los españoles, si no no sería gobierno representativo. Es más, es que tenía que haber ido mucho antes de que este tren se pusiera en marcha. Tarde y mal, sin embargo ha de ejercer su obligación de suspender el autogobierno declarado en rebeldía en nombre de la ley y la Constitución, que declara la igualdad de todos los españoles ante la ley. Tan sólo en nombre de esta idea podría haber intervenido el autogobierno y haberlo sustituido por un interventor general. Hace años que esos derechos están conculcados en diversos aspectos de la vida ciudadana, como la inmersión lingüística, que tendría que haber sido suspendida de raíz. 
Así que es imposible que no haya conflicto, violencia, organización de grupos de resistencia a diversos niveles, acoso a los ciudadanos que hasta ahora vivían su vida al margen de la política... es difícil ser "mesurado y proporcional" como dice el Gobierno que va a ser. El plus de violencia y terror que vamos a vivir se lo hemos de cargar a la espalda de los sucesivos gobiernos que han permitido el desarrollo de esta fuerza, por debilidad y error de pensar que con paños calientes se conformarían. No hay más que ver la declaración del presidente de la patronal los empresarios españoles, de la CEOE, Joan Rossell, diciendo que "el estado de Cataluña ante España es de sumisión". Primero y ante todo, ¿por que este sujeto no es cesado fulminantemente por sus compañeros empresarios o por el Gobierno? 
Tendremos una resistencia frente a la intervención más o menos decidida de Rajoy, persona que hasta ahora no ha demostrado tener la valentía suficiente para ejercer su cargo en situaciones difíciles. No se puede descartar, Dios no lo quiera, la formación de una ETA Catalana, que ya la hubo, por cierto. 
No habrá paz rápida y fácil. Han llegado demasiado lejos y hay demasiados grupos, como la CUP, dispuestos a romperlo todo. Todos tendrán que radicalizarse, moderados o no, si no quieren ser fagocitados por los violentos. El nacimiento frustrado de la República de Cataluña no será un aurora primaveral. 

ADENDA
Mis afirmaciones anteriores no son gratuitas. Se basan en dos hipótesis realistas. 
La primera es que el día 2-O, los separatistas no reconocerán ningún fracaso, por lo que implementarán la ley de transitoriedad y declararan la independencia. Independencia de corto alcance, creo, porque se eoncontraran todas las puertas internacionales cerradas. Y no veo a la UE transigiendo con los Tratados, que expulsan automáticamente a una CAT independiente. 
La segunda es que el Gobierno intervendrá antes o después del 1-O. Lo hará, porque si no lo hace, paseara a la historiara como un gobierno que ha consentido la destrucción de estado. Éste será destruido porque, muerto el sujeto constituido, España, muerta la Constitución. Habría que empezar de cero y en condiciones penosas. La monarquía no tendría sentido. Esto sería un choque para Europa mayor que el Brexit. El desorden sería apoteósico. 
Por eso creo que hay demasiados condiciones de peso como para pensar que Cataluña puede conseguir la independencia. Pero eso no quita que la frustración creada desatará la violencia. 

sábado, 16 de septiembre de 2017

Una montaña de mentiras

En un artículo de Antonio Elorza  se destapa sin tapujos la montaña de mentiras que los independentistas se han ido contando a sí mismos, montaña sobre la cual se yerguen, pero que puede derrumbarse en cualquier momento. La muestra es la carta que han enviado cuatro dirigentes catalanes al Gobierno,  pidiéndoles negociar el referéndum sobre esa montaña de mentiras. Dice Antonio Elorza, 

En uno de los monumentos más singulares de la Antigüedad, el bajorrelieve de Behistún, el rey Darío explica las razones de la derrota de quienes se habían rebelado contra él: eran "reyes mentirosos" y "quien sea rey debe precaverse de la mentira". Darío da cuenta puntual de esos enfrentamientos, como prueba de su verdad y del espíritu de justicia.

Al leer la carta de los cuatro dirigentes catalanes, cabe apreciar que en la actualidad los papeles se han invertido. En una sociedad dominada por los medios y la imagen, quienes hablan son "los reyes mentirosos", para justificar su rebelión, en tanto que el Gobierno les deja el terreno libre y confía solo en sus recursos técnicos para sostener el Estado de derecho. No se cuida siquiera de destacar la mentira de los rebeldes.

La mentira de fondo es incuestionable: según el relato de Puigdemont y los suyos no dejaron de proponer desde el principio un diálogo rechazado por Rajoy. Solo que tras la entrevista Rajoy-Mas de septiembre de 2012, donde fue rechazado el concierto bis, la Generalitat emprendió por su cuenta el camino de la independencia, de manera que hasta hoy el único contenido del "diálogo" hubiese sido aprobar el referéndum. En un atraco político mal puede dialogarse con quien ya ha sacado el revólver. Nunca hubo una oferta catalanista de plantear la cuestión partiendo de cero. Menos dentro del marco constitucional.

Mentiras sobre mentiras. El TC recortó, no "tumbó" el Estatut, y por ello no pudo romperse el "pacto constitucional de 1978", falsa interpretación pro domo del proceso constituyente. Si se limitó la libertad de expresión, fue desde una Generalitat que controla los medios en régimen de monopolio contra cualquier opinión disidente. No se impiden actos políticos, véase Tarragona. Si hubo querellas contra el Govern y la Mesa del Parlament, fue por haber impuesto sus decisiones independentistas, anticonstitucionales, con absoluto desprecio de las más elementales reglas de la democracia representativa.

Ahora ofrecen un "referéndum pactado". En su ejercicio de propaganda mendaz de cara al exterior, los cuatro dirigentes olvidan un pequeño detalle: el referéndum o plebiscito "de autodeterminación" -por fin salió la liebre del sombrero- ya lo han convocado ellos, e incluso está aprobada una mini-Constitución. Lo están viviendo en régimen de placer solitario. Ofrecer ahora " un diálogo abierto y sin condiciones " es un sarcasmo.

Posiblemente eficaz: los grandes intereses capitalistas -y ahí está el Financial Times- quieren que esto se resuelve como sea. El discurso de Puigdemont lleva dentro la amenaza; el de Rajoy solo es silencio. Ganan los mentirosos.

Estas mentiras son moneda corriente en Cataluña, las llevan sembrado toda la vida, y hubo un momento en el pasado que los demás españoles las creíamos. Creíamos que los catalanes eran más. Más modernos, más civilizados, más europeos, cultos, en fin, todo más. 
En mi paso por la universidad muchos de nosotros veían lógico que se indepedendizaran, esos seres tan superiores. 
Claro, nos habían ocultado su pequeña historia ridícula antes de y durante la República y la Guerra Civil, una historia nada gloriosa, todo lo contrario. Tuvimos que esperar al presente para contemplarlos en su verdadera esencia. 
Decía Josep Pla, un verdadero pero desengañado catalanista, que el no confiaba en los catalanes para gobernarse, y que el catalán era una lengua hablada, como el español, pero a diferencia de éste no tenía una literatura, una historia literaria: una lengua se hace no sólo hablando sino escribiendo literatura. Supongo que después de treinta años de gobierno autonómico, eso se habrá corregido un poco, sobre todo con la inmersión lingüística. 
En todo caso, la Carta de Puigdemont & al al Gobierno (¡y al Rey!) es una chorizada de la cantidad de mentiras que contiene, como demuestra Elorza. Mentiras que llevan acumulándose décadas y que ellos mismos se creen porque las necesitan para tener un suelo sobre el que edificar. 
  Ahora los vemos en su dimensión real, lo que debería hacerles pensar si no era mejor seguir siendo españolas admirados que seres como los demás en su cruda realidad. 

viernes, 15 de septiembre de 2017

JR Rallo toma el rábano por las hojas

En un artículo de Juan Ramón Rallo  vemos por qué la utopía libertaria es un camelo desde sus fundamentos. Dice Rallo en ese artículo, 

En artículos anteriores he explicitado mi defensa del derecho de secesión individual como una manifestación fundamental de la libertad de asociación (y de desasociación) que posee toda persona. Lo anterior no significa que uno pueda ejercer unilateralmente, y al margen del contexto institucional vigente, ese derecho de secesión: significa que el marco jurídico debe modificarse —sin dilación y con las pertinentes garantías para todas las partes implicadas— para habilitar un procedimiento reglado que permita ejercer ese derecho de separación. 

Por consiguiente, uno puede oponerse razonablemente al 'procés', por cuanto este no se desarrolla conforme al marco jurídico actual, y al mismo tiempo puede reclamar la modificación de ese marco jurídico para que deje de cercenar el derecho de separación política (del mismo modo, uno podría oponerse al fraude fiscal y, al mismo tiempo, reclamar que se deje de expoliar tributariamente a los ciudadanos).

Exquisito postureo sólo realizable en la mesa del soñador, que pergeña páginas utópicas, cuando esta creyendo, esto es lo malo, que son realizables.
El libertario toma el rábano por las hojas, y habla de derechos de autodeterminación que no tienen en cuenta el agravio comparativo, los derechos pisoteados, de los demás sujetos de la sociedad a los que se agravia si cada uno de nosotros tuviéramos la capacidad de autodeterminarnos del estado y no cumplir leyes como el servicio militar - y cito este caso porque es un tema muy querido a los oídos de los libertarios, para quienes tal servicio es un atentado a los derechos individuales de un estado que sobrepasa el ámbito de sus competencias. 
Creo que es patente y más que patente la utopía que late en esta postura que fue aportada por Rothbard al liberalismo utópico, diseñando una sociedad en la que lo único que rige es la propiedad privada, el derecho a las armas para defenderla, y la liberación de los padres de cuidar de sus hijos, que son propiedad suya y por tanto tiene el perfecto derecho de no alimentarlos ni educarlos, en cambio si transferir su propiedad a quien le interese. 
¿Cuanto más utópico es esto trasladado a un supuesto derecho de autodeterminación de un territorio como es Cataluña de unas leyes consensuadas por la mayoría? Sí, como propone Rallo, tuviéramos que estar constantemente cambiando el ordenamiento para que cupiera tal aberración, no existiría ni la nación, si el estado de derecho, ni la seguridad suficiente sobre el estado de las cosas y el suelo diario que pisamos. 
Es una dislocación del concepto de naturaleza humana sospechosamente próxima a la de Rousseau, una naturaleza buena y pastueña que siempre va a reaccionar bien a la falta de entramado social firme incorporado en unas leyes estables, una necesidad para cualquier cabeza sensata.
Pero la sensatez no es lo que caracteriza a estos libertarios de salón, que dibujan filigranas irrealizables y reciben parabienes por sus locuras, mientras la realidad se desintegra. 
Otros libertarios conceden la necesidad de un mínimo estado, con las funciones de guardar la seguridad, interna, la seguridad externa, y la libertad individual de sus ciudadanos. Es intuitivo que ya sólo esas funciones - dejemos de lado sin son insuficientes - exigen unas instituciones firmes que no pueden ser sujeto del capricho del derecho de autodeterminación de individuos, y menos de grupos o territorios. 
Por lo tanto, en cuanto se asume la necesidad de una autoridad con unas mínimas funciones que afectan a todos los miembros de una sociedad, por activa o por pasiva, se ha de renunciar a la utopía. 

jueves, 14 de septiembre de 2017

Expectativas (ir)racionales

En RWER, unas declaraciones de Edmund Phelps, premio Nobel de Economía, que fue junto a Friedman el descubridor de la importancia de las expectativas sobre la economista momia real. En ellas discute que los modelos matemáticas sigan basándose en las Expectativas Racionales (ER), por la única razón de que son más fáciles de encajar en las funciones de un modelo matemático. Los economistas economistas de las ER dicen que gracias a esta hipótesis se pueden hacer formulaciones precisas sobre el comportamiento económico macro. Precisas, es posible, ¿pero relevantes? Pregunta Larry Sills.
Se suele pensar que sólo los economistas heterodoxos, desde fuera de la corriente principal, son críticos con las expectativas racionales, pero estas declaraciones de Phelps demuestran que no es así. 
A continuación traslado las declaraciones de Phelps, traducidas por Google:

Pregunta: En un nuevo volumen con Roman Frydman, "Rethinking Expectations: The Way Forward for Macroeconomics", usted dice que la gran mayoría de los modelos macroeconómicos de las últimas cuatro décadas traicionaron su enfoque   "microfundacional". ¿Puede explicar lo que es y cómo se diferencia del enfoque que fue ampliamente aceptado por la profesión? 

Respuesta: En el marco basado en las expectativas que planteé hacia 1968, no pretendíamos tener una comprensión correcta y completa de cómo las empresas o los empleados formaron expectativas sobre los precios o los salarios en otros lugares. Nos volvimos a lo que pensábamos que era una hipótesis plausible y conveniente. Por ejemplo, si los precios de los competidores de una empresa fueron reportados a ser más altos que en el pasado, se podría suponer que la compañía espera que sus precios sean más altos esta vez, también, pero no tanto. Esto se llama "expectativas adaptativas": adaptas tus expectativas a nuevas observaciones, pero no desechas el pasado. Si la inflación subió el mes pasado, se podría suponer que la inflación volverá a ser alta pero no tan alta. P: Entonces, ¿cómo se transformaron las expectativas adaptativas en expectativas racionales? R: Los "científicos" de Chicago y del MIT vinieron a decir, tenemos una teoría bien establecida de cómo funcionan los precios y los salarios. Antes, utilizamos una regla general para explicar o predecir las expectativas: una regla de este tipo es tomada del aire. Dijeron, seamos científicos. En su opinión, la forma científica es suponer que los formadores de precios y salarios forman sus expectativas con cada comprensión de los mercados como el economista experto que busca modelar o predecir su comportamiento. El enfoque de expectativas racionales es suponer que las personas en el mercado forman sus expectativas de la misma manera que el economista que estudia su comportamiento forma sus expectativas: sobre la base de su modelo teórico. 
 
P: ¿Y cuál es la consecuencia de este golpe? 

 R: Fanatismo por una cosa. Se supone que no se debe preguntar qué hacer si un economista tiene un modelo de mercado y otro economista un modelo diferente. La gente en el mercado no puede seguir a los dos economistas al mismo tiempo. Uno, si no ambos, de los economistas, debe estar equivocado. Otra cosa: es una característica importante de las economías capitalistas que permiten la especulación por parte de personas que tienen opiniones idiosincrásicas y una característica importante de una economía capitalista moderna que los innovadores conciben sus nuevos productos y métodos con poco conocimiento de si las cosas nuevas serán adoptadas innovaciones. Los especuladores y los innovadores tienen que rodar sus propias expectativas. No pueden llamar al profesor local para aprender cómo hacerlo. Los profesores deberían estar llamando a los especuladores y aspirantes a innovadores. En resumen, las expectativas son variables causales en el sentido de que son las causas. No son efectos a ser explicados en términos de algunas causas inventadas. 

 P: Así que en lugar de vivir con variabilidad, ¡escribe una fórmula en piedra! 

 R: Lo que llevó a expectativas racionales fue el miedo a la incertidumbre y, peor aún, la falta de comprensión de cómo funcionan las economías modernas. Los expectationists racionales querían embotellar todo eso y reemplazarlo con modelos deterministas de precios, salarios, incluso los precios de las acciones, por lo que la matemática se veía como la matemática en la ciencia del cohete. El curso del cohete puede ser modelado mientras que el curso de una economía moderna viva no puede ser modelado a tal extremo. Produce una fórmula de expectativas que parece científica, porque tiene toda nuestra comprensión incompleta y no totalmente correcta de cómo funcionan las economías dentro de ella, pero no puede tener la comprensión incorrecta e incompleta de las economías que tienen los especuladores y aspirantes a innovadores. 
 
P: Una de las cuestiones que tengo con las expectativas racionales es la suposición de que tenemos información perfecta, de que no hay costo en la adquisición de esa información. Sin embargo, la profesión de economía, incluyendo a los responsables de la política de la Reserva Federal, parece haber sido secuestrada por Robert Lucas. 

 R: Tienes razón: la gente está muy desinformada, lo cual está muy lejos de lo que suponen las expectativas racionales. ¿Por qué están mal informados? Creo que no prestan mucha atención a la vasta información que hay por ahí porque no saben qué hacer qué hacer con ella si la tuvieran. La falacia fundamental en la que se basan los modelos de expectativas racionales es que cada uno sabe cómo procesar la información que recibe de acuerdo con la única teoría correcta del mundo. El problema es que no tenemos un modelo "correcto" que pueda ser certificado como tal por la Academia Nacional de Ciencias. Y mientras operemos en una economía moderna, nunca puede haber tal modelo.

martes, 12 de septiembre de 2017

La partera de la historia ...

... es la guerra, decía Karl Marx. ¿Estamos ante momentos históricos, épicos? Depende. Depende de si los independentistas consiguen lo que tienen a su alcance. Dios te libre de vivir momentos históricos. En todo caso, son momentos en que sólo pueden ganar La Paz y la Democracia frente a la Revolución si aquellas utilizan todos los recursos que tienen para impedir que que venza ésta. Recursos contundentes  - no papelitos rellenos de sentencias un nadie ejecuta -, aunque ampliamente justificados por las leyes democráticas.
La independencia de Cataluña sería una revolución porque el Estado español, fundado en 1978, se quedaría desnudo. Quedaría como el reloj de Salvador Dalí, derretido, y habría que empezar de nuevo, literalmente. No es que España perdería un territorio; es que lo perdería todo, el territorio pero también el Estado - su propia identidad - que habría que refundar, con las fuerzas disponibles, entre las que están los comunistas de Podemos. Como buenos comunistas, encantados de partir de cero y con las demás fuerzas desmoralizadas, desarticuladas. No hay solución de continuidad automática: muerto el sujeto Constituyente, muerta la Constitución. 



Por eso me extraña no sólo que el Gobierno no haya sido más contundente y no haya jugado la carta del 155 (articulo de la Constitución que permite intervenir una autonomía si cruza determinadas líneas rojas); me extraña más aún que la endeble Europa, en unión con el gobierno, no haya hecho más gestos de apoyo a éste, o no haya presionado a éste para que actuara. Por ejemplo, anunciando que Le respaldaría en caso de sacar el artículo 155. No vale con decir que es una cuestión interna de un estado miembro, porque no lo es. 
Porque Cataluña se va a convertir en un problema mayor para Europa, un problema seguramente más grave que el Brexit, que además está a la vuelta de la esquina, con su revolución amenazante. 
Europa dice que quiere ser un estado - o tan eficiente como uno -  pero todavía no pone los medios para ello. No nos conviene a nadie a esperar que sucedan los hechos y actuar entonces, porque los hechos van a ser irreversibles a partir de ya. 
A partir de ya vamos a asistir a hechos inusitados. Ejemplo: el BCE se va a encontrar con una banca catalana, demandante de fondos, a la que en teoría no podrá servir. ¿Qué hará? Deberá recibir órdenes del Consejo de Europa, ¿habrá que esperar a que se convoque y se reúna? Porque Cataluña querrá seguir en el euro, al menos hasta que consiga emitir una moneda mínimamente fiable, cuando debería ser expulsada desde la declaración de independencia (que ya está formulada en la ley de Transitoriedad). 
Otro ejemplo: qué pasará con la deuda de Cataluña? La deuda de Cataluña está denominada en euros, pero lo más seguro es que la prima de riesgo suba como el corcho de una botella de champán, a menos que Madrid no la asuma... ¿pero no sería eso una debilidad irresponsable, una más, de Madrid? 
No es más que ejemplos de la improvisación con la que se han esperado acontecimientos. Los acontecimientos ya están pasando, y estamos a punto de encontrarnos com situaciones como las anteriormente descritas.
Porque la victoria de la revolución y el desorden es fruto directo de la debilidad con la que se le hace frente. Y España tiene una larga trayectoria de rendición ante las fuerzas oscuras. Como dice FJL

¿Hay solución política a esta descomposición? Por supuesto, pero exige luchar contra este consenso de agua tibia en que se ahoga la nación. Hay un precedente de rendición ante el enemigo exterior de España, que es el 2 de mayo de 1808. La Corona, la Nobleza, la Iglesia y el Ejército no querían luchar contra un poder invasor y, por eso mismo vulnerable, pero que se reputaba invencible: el ejército de Napoleón. Fue el pueblo de Madrid, y con él el de España entera, incluida por supuesto Cataluña, el que se rebeló contra la humillación de verse tratados como siervos por los soldados extranjeros. Su resistencia heroica, por no decir suicida, y las fechorías de la Grande Armée acabaron arrastrando al Ejército, la Iglesia y parte de las clases dirigentes a una lucha que no habían querido entablar.

Pero el Gobierno de hoy no quiere responsabilidades, quiere que su estrella le solucione los problemas, y su estrella lleva directamente a estrellarse por inanición. Mariano Rajoy, Soraya Sáez, el PP, están ya en las páginas de historia al lado de los que el dos de mayo se quitaron de en medio, yendo como corderos a Bayona a entregarse a Napoleón. Por lo menos este era quien era, no un Puigdemont en manos de la CUP. 
Preparémonos para vivir emociones fuertes. Lo malo no es perder un territorio. Ya es malo perderlo. Pero mucho peor es perder la razón de ser. 
Y para Europa, no hay cosa peor que un estado miembro pierda su razón de ser. Porque Europa está a medidas de consolidarse, en un camino que ya va siendo largo, por lo que se asienta en los estados que la componen.