"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

jueves, 24 de agosto de 2023

Dudas crecientes sobre Feijóo

La política no debe ser sólo diálogo, negociación, trueque. También debe ser transparencia, lealtad. Feijóo no debería negociar, ni siquiera hablar con Junts, el partido separatista de Puigdemont. Ya sabemos lo que quiere Puigdemont. Y si sabemos eso, ¿sabemos, o intuimos, lo que quiere Feijóo? ¿Sólo le interesa formar gobierno? Qué pobre de espíritu...

No sabemos lo que está en la mente de Feijóo, pero podemos decir: demasiado “negociador”, ¿hasta el punto de de llegar al compadreo, al chalaneo?

Si el político ha conseguido la confianza de sus votantes, ésta no es una confianza ciega. Y Feijóo debería mantener esa confianza, y no parecerse cada vez más a Sánchez, emulándolo tanto que parece no tener ni el más mínimo principio. Feijóo tiene que dar ejemplo, o, como se decía antes, predicar con el ejemplo. Debe ser leal a sus votantes y, si alguno no lo ha entendido, debe explicarlo con actitudes transparentes. 

No sabe uno que pensar de este político, que es la única alternativa a la implosión de España -Gracias, en buena parte, a la lealtad de Abascal, que debe estar royéndose por dentro al ver como la usa -. No sé si la tragedia de España es Sánchez o las malas señales de tránsfuga que está dejando este Feijóo, cuya política no fue tan transparente en Galicia.

Tengamos claro una cosa: si el PSOE y el PP fueran de verdad partidos españoles, los Puigdemont, Otegui, Junqueras y esa recua no serían ningún problema. Pero el PSOE está atrapado por la rama catalana, grupo de verdaderos traidores a España. Y el PP por sus propias ambigüedades.

sábado, 19 de agosto de 2023

La cadete Leonor

La princesa Leonor ya está en Zaragoza ejerciendo sus deberes militares. La Casa Real ha publicado esta imagen.





Esta muy bien, luce hasta un cierto aire marcial. Es el normal, en una familia con larga tradición militar.
En estas horas aciagas para su camino trazado desde que nació, Deseo que su destino se cumpla y que llegado el momento, herede La Corona que lleva su padre, El Rey
Este deseo se basa en la esperanza de que la normalidad democrática, hoy a todas luces vilipendiada y amenazada, siga su camino de normalidad, escrita en la Constitución, muchas décadas. Deseo un largo reinado para su padre y para ella y sus sucesores, que yo no veré.
Es el deseo de alguien meramente razonable. En estos tiempos de amenazas, nada veladas a las leyes del 1978, me declaro monárquirco.

jueves, 17 de agosto de 2023

Escamoteo de deuda

En la imagen pueden ver la deuda pública acumulada hasta marzo.




Es importante tener en cuenta que hay 2 medidas de deuda. En la primera columna, tenemos la deuda total exigible, con un 145% de PIB. 
En la columna 11, obtenemos el dato oficial, mucho menor, de 112,8% de PIB. (El PIB se utiliza como ratio de referencia porque es el recurso con el que se paga la deuda.)
Esta diferencia, no desdeñable, entre el saldo de la columna 1 y 11, de un 32% de PIB, se justifica por la aplicación del Protocolo de Déficit Excesivo (PDE) de Bruselas. Yo lo llamo Protocolo De Escamoteo de Bruselas, porque gran parte de esa cantidad se debe a la consolidación de la deuda entre sectores de las AAPP. Consolidación quiere decir que si hay deuda catalana en poder del gobierno central, esa deuda se borra porque es un débito para el emisor, Cataluña, pero un activo para el tenedor, gobierno. 
Pero yo no estoy del acuerdo, pues como todo el mundo sabe, o debería saber, la deuda de las autonomías no tienen valor, pues no hay demanda. Es invendible. Se la endilgan al estado central, y éste la registra como activo, que compensa el registro del débito a Cataluña. Pero el estado no tiene un activo, sino un papel sin valor, que tendremos que pagar nosotros los españoles. 
¿También los catalanes? Pues no, pues se habla con insistencia de perdonar la deuda catalana, lo que la haría recaer en el resto de España.
observen que esta diferencia ha ido creciendo a lo largo de tiempo: en 2004 era un insignificante 4,3% de PIB.
En otras palabras, las cuentas del Estado son un gran camelo, porque tienen camuflado un agujero sustancioso del 32% que al final se paga. Son activos ficticios que las CCAA nunca van a poder pagar. 
PS. No sé si en los demás países hacen lo mismo, pero, en todo caso, las administraciones territoriales son mucho menos importantes que en España. Luego sus cifras estarán más próximas a la realidad. 

martes, 15 de agosto de 2023

Los populistas

En Argentina les han cogido con el pie cambiado, como en todos los países en que un “populista” derrumba a todo el estamento extractivo que chupan la sangre con el beneplácito de los idiotas que viven bien del sistema. Ej., Italia, gran consternación cuando ganó Meloni.

Estos son movimientos telúricos que no van a regresar al pasado, porque el pasado está muerto. El pasado ha muerto por sus propios méritos. Lo que es claro es que los argentinos querían quitarse las garrapatas de encima. 

Ahora, eso no quiere decir que a Argentina se le presente un brillante futuro. Por lo que he leído de Leili, no es precisamente un portento de equilibrio personal. Todos están expectantes por ver cómo un creyente en la conexión con el más allá, concretamente con el alma de su perro (de los pocos seres que han correlacionado con él). Parece ser que su vida ha sido traumática, de malos tratos etc.

En fin, una incógnita para esta pobre Argentina que de ser uno de los países más ricos del mundo, empezó a decaer y no ha parado. 

Dicen: la derecha dura, la derecha populista... esas etiquetas no significan nada, porque lo mismo dicen de Orbán el húngaro, y le verdad es que en muchas cosas lo ha hecho mejor que bien. Ah, pero defiende a la familia, ah pero da ayudas por tener hijos, ah! Eso no es woke. 

Por lo tanto, eso es una etiqueta en la que han barrido todo lo que no gusta a la izquierda woke y decadente, la izquierda europea, es decir. O la española, que ahora está derribando presas de agua en nombre del medio ambiente, cuando llevamos dos años de sequía. 

El diablo se los lleve. 

Desde la crisis de 2008, han surgido nuevos problemas para los que no hay respuesta. Lo que pasa se parece bastante a los años de entreguerras, los años treinta, de una desorientación total u emergencia de los fascismos. Pero estos de hoy no tienen nada que ver...

De ahí el surgimiento de los partidos populistas, que gobiernan en muchos países de Europa. Sólo les falta llegar a la cabina de mandos de la UE, y no tardarán, si están cada día más fuertes. En el objetivo: la burocracia europea, lastrada por ineficiencia.

¿Bueno, malo? Ni idea. Lo que está claro es que el presente está siendo comido por sus propias termitas que él mismo ha alimentado. A quien se le ocurre derribar presas en un país sin agua.

Roma también se derrumbó por sus propias termitas. Siempre es así.

domingo, 13 de agosto de 2023

Sobre billetes, depósitos y otras formas de dinero

Europa está avanzando hacia la eliminación física del dinero papel. Me parece un error y un atentado la libertad de elección respecto a la composición de los activos personales. 
Se me ocurren unas cuantas razones para poner en cuestión tan delicada decisión política. Porque en cuestiones de dinero, antes de teorías monetarias hay un gobierno que decide del modelo de gestión y de la propia gestión. Nunca deja de haber una razón político-estratégica.
Incluso en el añorado para algunos patrón oro. En el patrón oro no deja de ser el poder el que decide implantarlo, y luego gestionarlo, aunque la paridad oficial no se altere. Pero esta paridad muy raramente será el precio de equilibrio, porque lo que consigue es fijar la oferta o cantidad de dinero en circulación, no la demanda de dinero. Luego parte de la arriesgada hipótesis de que la demanda de dinero es estable, o que si se mueve lo hace lentamente. 
Pero eso es totalmente erróneo. La demanda de dinero es estable hasta que deja de serlo y tiene cambios furibundos que pueden hacer quebrar todo el sistema bancario, como demostró Walter Bagehot en su inmortal “Lombard Street”. 
Keynes fue el primero que dijo que la demanda de dinero tenía un componente especulativo que lo convertía en el principal activo de referencia, pese a no tener rentabilidad, pero el único realmente líquido, y por ello al que todos miraban cuando de repente surgían sospechas sobre cualquier otro activo, se desataba la búsqueda de liquidez, caían los mercados, y los bancos que eran solventes un momento antes pasan a estar bajo sospecha de su capacidad para hacer frente a la demanda de liquidez del usuario. Sí, una crisis de liquidez puede hacer quebrar al banco, o al sistema bancario, más solvente del mundo, porque hay una demanda de liquidez que a veces se dispara. Y lo hace por las razones más insospechadas. 
Cuando sucede esto, todo el mundo desea imperiosamente cambiar la composición de su cartera de los activos menos líquidos a dinero. Si una cartera está corta de liquidez, su propietario solo tiene una forma de adquirir la deseada, que es vendiendo otros activos. Si esto se generaliza, los mercados de esos activos tiemblan. Repentinamente, el optimismo reflejado en un valor nominal de la economía se desploma, y ese deprime el ánimo de todos de manera contagiosa. 
El patrón oro no tenía remedio para eso, todo lo contrario. Mantenía la oferta de dinero fija, lo que llevaba a que la demanda de tenencias líquidas se hiciera infinita a cualquier tipo de interés, y por mucho que subiera éste, nadie cambiaba su pánico y dejaba de vender activos, que caían a plomo a menos que el Banco Central hiciera algo para parar el aluvión. 
¿Qué podía hacer el BC? Lo que recomendaba Bagehot: abrir la ventanilla sus reservas a cambio de cualquier activo. Es decir, intervenir en los mercados para parar al su caída, y así inyectar la liquidez tan deseada. Lo malo es que no estaba garantizado que tuviera el volumen bastante de reservas líquidas. Porque en aquellos tiempos dominaba la doctrina de que el BC debe tener unos activos “sanos” y “líquidos”, y una avalancha de estas podría dejarle seco aún pudiendo tomar préstamo al extraordinarios de otros bancos centrales, que no estuvieran bajo presión. Pero en 1929 todos los bancos del mundo estuvieron bajo intensa presión...
Lo anterior expone que hay una continua demanda de liquidez, y a veces la liquidez lo representa el oro, otras el dinero líquido, o lo que sea que es aceptado como medio general de cambio. Olvídense de que el Bitcoin y demás engendros pase a ser la encarnación la deseada liquidez, como se ha demostrado con las sucesivas crisis padecidas. 
Desde la crisis de 1929, los instrumentos líquidos han sido el papel fiduciario y los depósitos convertibles de la banca, cuando se confía en el sistema. Obsérvese que depósitos  efectivo van de la mano, pues en caso de crisis y desconfianza en bancos, lo que va a ir a buscar La gente es que “le hágannos efectivo sus depósitos, es decir, hay un aumento de la demanda de éste a costa del depósito bancario. Si se produce una crisis de liquidez como la de 1929, lo que se busca es billetes y depósitos. Puede suceder que los depósitos entren en duda y se busque convertirlos en billetes. Entonces el BC no tendrá más remedio que facturar billetes hasta que los mercados se estabilicen. 
El querer eliminar los billetes como alternativa a los depósitos supone anular esta solución y recortar un grado de libertad para el que sostiene el sistema, es el usuario. No es una decisión sin consecuencias pretender que todo el mundo sólo tenga depósitos y cero billetes. En caso de pánico, la gente querrá tener liquidez física. 
Además, aún en periodo de normalidad, es un derecho disponer de una alternativa al sistema informático bancario. Hay gente, normalmente la más necesitada y lejana a la urbe, que requiere poder disponer de billetes porque en sus circunstancias es más económico eso que tener una cuenta en el banco. Esa gente se siente más protegida así, y tiene derecho a ello.
No es excusa el problema del fraude fiscal, que no debe instrumentar el sistema monetario por sus problemas de recaudación. El sistema fiscal debe ser vertebrado en torno a cuestiones fiscales, no de otra índole. Pero Europa siempre ha tenido la tendencia a aprovechar caminos heterodoxos para recaudar más, lo que por otra parte no es recomendable: hay que poner coto a la insaciable fiscalidad, que tiene claros y documentados efectos negativos sobre la economía. 
Esto viene avalado por el aumento registrado en EEUU de la cantidad de billetes en relación al PIB, sobre todo desde la gran crisis de 2008, como se ve en el gráfico:



Una prueba evidente de que las cosas no han vuelto a la normalidad desde esa crisis (para nada una Gran Recesión), y que la gente demanda más dinero/PIB como forma de liquidez, además de sus depósitos bancarios. Esto, en un país en el que el uso de las tarjetas electrónicas son de uso general. Pero una cosa no impide la otra, y la evolución hacia una supresión del billete debe ser natural, no forzado, como lo fue en el periodo de estabilidad general desde 1950 a 1990, en el que la gente se fue acomodando gradualmente a los avances tecnológicos. Ciertamente, no había sustos, convulsiones, y nadie pensaba en protegerse.
En suma, el cambio hacia un lado u otro de la balanza entre efectivo y depósitos debe ser natural y acomodado a las necesidades del usuario; no debe penalizarse, como ahora, el pago mediante billetes a partir de una cantidad de euros, que sólo responde a perseguir el delito fiscal, objetivo muy loable pero que no debe basarse en entorpecer los delicados mecanismos de la circulación monetaria. 
¿Por qué va a querer la gente un porcentaje de efectivo en su cartera de activos? Ya hemos visto algunos motivos. No debe importarnos si son racionales o no, según este o aquel modelo basado en el racionalismo imperativo. Hay capas de la sociedad marginales, que no tienen ningún tipo de ayuda, y que gestionan sus pequeños haberes como pueden. Si se les quita el dinero, es posible que se le dificulte la vida. 
¿Que hay grandes sectores que emplean dinero negro para evasión fiscal? Que se les persiga por el poder ejecutivo, pero sin necesidad de crear problemas en otros sectores de la sociedad. 



Escuela Florentina

Arnaldo Otegui (ese distinguido político de la escuela Florentina) dice que “para que España sea roja y republicana, primero tendrá que romperse”. 

Como sabe quien tenga dos dedos de frente, si el estado cae, gobiernan las mafias.

El primer estado es el “bandolero listo” (Mancur Olson), que se da cuenta que le es más rentable vender su protección en vez de desvalijar al pueblo cada dos por tres. “Pobre del pueblo que no tenga un estado firme”, decía Napoleón. Él lo sabía muy bien, puesto que sacó del arroyo a su pueblo después de la Revolución.

En fin, que nuestro futuro está en manos de bandoleros sin escrúpulos. Si no hay un milagro, pero no creo en los milagros.

viernes, 11 de agosto de 2023

El sudoku

La financiación de las Comunidades Autónomas se rige por una ley de 2009, hecha en plena vorágine del nuevo Estatut que Zapatero regaló a los catalanes y que luego fue corregido por el Tribunal Constitucional. De ahí arranco la pesadilla para España del famoso Proces, que llegó a la declaración de independencia por unos minutos de 2017, mientras Puigdemont huía en el maletero de un coche hacia Waterloo. Es increíble que el valiente fugado siga siendo la voz cantante del independentismo.
Zapatero, irredento admirador del separatismo como factor corrosivo de España, hizo una ley de financiación incomprensible, salvo que sea leída como lo que ha resultado ser, un beneficio para Cataluña, que obtiene más financiación que nadie y aporta al resto menos que nadie. 
La ley es casi ininteligible, hasta el punto que el ministro de economía de entonces, Pedro Solbes, la llamó “el sudoku”. 
Es tan abstrusa y está tan llena de excepciones, que es prácticamente encontrarle la lógica en la que debería de basarse. 
Para empezar, ¿debería existir tal ley? ¿No sería más lógico financieramente que cada Comunidad se financiara en los mercados de crédito y bonos, cotizando día a día según la valoración que hicieran los inversores? Eso garantizaría que la captación de fondos fuera al coste de mercado.
En mi opinión, esto dejaría para la cuenta corriente la política de igualdad entre comunidades, con las aportaciones del estado en proporción a los habitantes, que me parece el único criterio válido. 
Es decir, en otras palabras, abogo porque la cuenta financiera sea de responsabilidad completamente autonómica, y que las transferencias de dinero del centro a las comunidades (que pueden ser positivas o negativas), sea de la cuenta corriente de impuestos y gastos del estado, con transferencias de competencias sólo si está probado que así son más eficientes en gestión y coste. Por ejemplo, me parece que la Sanidad no debería estar transferida a las comunidades pues se pierden economías de escala que harían el coste medio mucho más bajo, y eso supondría recursos dedicados a otros fines más prioritarios. Hay muchos otros ejemplos de ineficiencia en servicios por haber sido transferidos por razones políticas, pero que no aguantaría ni un examen de eficiencia económica. 
Esto se puede expresar de otra manera: las comunidades no tienen por qué generar deuda, y si lo hacen debe ser a precio de mercado y con los votantes premiando o castigando la gestión. Eso sería un excelente correctivo de transparencia, y no lo que es hoy, un galimatías inextricable.
Si una comunidad decide emitir deuda, debe explicar en qué lo va a invertir, cosa que no hace ahora cuando se gasta el dinero transferido por el estado, por ende de todos los españoles, en pirulís y demás obras de arte chorras a un coste insultante al que nadie encuentra justificación. 
Las transferencias del centro a las comunidades debe estar avalada por criterios de eficacia vigilada por profesionales, no por políticos como en el caso de los ERTES de Andalucía. El sistema actual, confuso e intrincado, volverá a producir monstruos como aquel de infausta memoria. 

Why not, why not?

Así estamos. Un PSOE nervioso buscando un escaño “como sea”, por lo civil o por lo militar, que dice que le han robado en Madrid. Para ello revuelve Roma con Santiago en la judicatura, aunque ya le han dicho dos veces los jueces que sus motivos alegados no bastan para la revisión de actas. También están nerviosos porque no acaban de fijar a Puigdemont, que no tiene prisa: cuánto más tarde en darle los votos, más botín sacará. Ha dicho que Sánchez va a “mear sangre”. ¿Y España?

España dependiendo de un rupturista de España, al que se le allana el camino sin ningún tipo de escrúpulo. El único socialista que protesta es Sánchez-Page, con la fuerza que le da haber ganado por mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. Page clama en el desierto de una España indiferente o dormida. Le llegará su turno.

En fin, que la clave de la existencia de España está en Puigdemont, el transfuguista. La Constitución y la Ley están contra él, pero ¿qué es eso para los sicarios de Sánchez en el Tribunal Constitucional? ¿Qué quiere un referéndum para irse de España? Why not, why not?

miércoles, 9 de agosto de 2023

El PSOE, ni español, ni socialista

El PSOE ya no es un partido español. Su rama catalana, el PSC, es un partido que se ha quitado su careta y se ha declarado solidario con el movimiento independentista. Sólo esta fractura en sus esencias le inhabilita para gobernar la nación. Tampoco es un partido socialista, pues está proponiendo que la deuda abusiva acumulada por Cataluña sea pagada por el resto de españoles, sean trabajadores, autónomos, empresarios, o pensionistas. Ruiz-Jarabo se pregunta si para librarnos de tal lacra debe morir este partido. Yo hace tiempo que no me lo pregunto, pues la respuesta es obvia. Un partido asociado con maleantes, ex etarras condenados, separatistas que quieren romper este estado para poner una República confederal que se iría al guano nada más nacer... que otra cosa quieren los independentismos, que les perdonen la deuda y les den la autodeterminación para usarla a la primera oportunidad que el PSOE mismo les está preparando, sin capacidad legal de respuesta de Europa, pues sería conforme a las nuevas leyes.

El papel del Rey

El rey no es responsable del caos que nos invade. La Constitución le otorga un papel nada envidiable: el día 17 debe designar al candidato a formar gobierno, que debe ser refrendado por el Congreso. Solo tiene dos opciones posibles: Feijóo, ganador de las elecciones, o Sánchez, segundo, pero que tiene posible formar otro gobierno “Frankenstein”, con separatistas y comunistas. 


Feijóo sólo ha conseguido los votos de Vox, ofrecidos sin condiciones “ante el peligro que supone” un gobierno subastado a la baja entre enemigos de España y nuestra democracia. 

Lástima que el rey no tenga los poderes de Matarella, presidente de la República italiana, que pudo nombrar como último recurso a Mario Draghi, apartidista, como hombre fuerte de transición para evitar males mayores. 

España está a merced de los escasos poderes que se reservó Juan Carlos, heredero directo de Franco, como Jefe de Estado. No quería ni la más mínima sospecha de que deseaba intervenir. No se ha notado cuando las cosas parecían ir sobre ruedas, mientras los separatistas iban socavando o las instituciones claves. El PSOE ha tenido un papel crucial en esa labor de socavado, quizás por sus antecedentes republicanos y federales, y sobre todo por el papel oculto del PSOE catalán, que nuca ha sido español, y sí amigo íntimo de separatistas. Hay que decir que el PCE, partido comunista español, con Carrillo al frente, tuvo un papel crucial a favor de la transición, sin pedir nada a cambio. No como los comunistas de hoy.

Seguimos en una tesitura endemoniada en que otros decidirán entre lo malo y lo peor para nosotros. 

De todas formas, las fuerzas reformistas que pueden enderezar mínimamente el desvarío político y económico en el que estamos se antojan escasas y débiles. En cambio, las fuerzas destructivas, unidas por el mismo deseo de destruirlo todo, nación incluida, parecen impertinentes y seguras. Ah! Europa no hará nada. Primero, porque antes se cambiarán las leyes, para que sea un golpe legal. Luego se atendrá a los hechos consumados.

lunes, 7 de agosto de 2023

El FLA y otras creatividades financieras

Fue el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro quien instituyó el FLA, Fondo de Liquidez Autonómico, que tenía el objeto de facilitar a las CCAA solventar dificultades transitorias de liquidez que no deberían superar un déficit del 1,5% de los presupuestado por tal comunidad.
Es de suponer que una vez superadas las dificultades, serían devueltas al ICO, organismo encargado de gestionarlo. Pero no debió ser así con todas las comunidades, pues mientras la mayoría mantiene un saldo FLA cercano a cero - indicio de que pasado el apuro se ha devuelto los prestado, hay comunidades que que han visto aumentar su saldo deudor con el Gobierno (a través del ICO) de una manera que sólo puede indicar despilfarro de la Comunidad, ruptura de las condiciones establecidas, y gestión dolosa del gobierno con el dinero de todos los españoles. En el gráfico siguiente, de El Debate, vemos las posiciones de cada una de las 17 Comunidades:



Destaca en primer lugar que Madrid Comunidad tenga un saldo cero. Es porque se negó desde el principio a usar este instrumento, Luego indagaremos la razón. 
Todas las comunidades por debajo Andalucía tienen un saldo deudor del FLA que se puede considerar normal, en principio fácilmente enjuagable.
Lo que choca es el FLA delas tres comunidades superiores, en cabeza Cataluña, que debe de tener calificación deudora especial, porque ha acumulado nada menos que 72 mm de € desdén la creación del instrumento. Sospecho que esa categoría especial es meramente política, una cesión más, ilegal, para contentar el insaciable apetito de sentimiento agraviado del tinglado ese independentista, nunca satisfecho con las concesiones que le hacen un pueblo netamente inferior, como es el español. 
Es claro que la acumulación de fondos de cataluña en el FLA no se ha utilizado para saldar otras deudas, que alcanzan la exuberante cifra de 85 mm €, sin que se pueda saber a ciencia cierta si el saldo deudor FLA está solapado, o no, por el saldo total de deuda.
En todo caso, cataluña ha tenido un trato preferencial del que ha abusado; pero ya no lo quiere, ese trato, sino que ha pedido, con el apoyo del PSC - ramal catalán del PSOE - que si quieren el voto de los independentistas se cáceles las deudas de Cataluña con España. Con un par. 
Así les desbrozaríamos el camino a esa independencia que piensan conseguir saltándose todas las leyes, Constitución incluida, con la cartera llena de billetes y vacía de deudas. 
El insigne Montoro no hizo más que lo que hicieron los demás, antes y después: saciar el infinito apetito de los catalanes por chantajear a “Madrit”, esos inútiles que trabajan poco y ahorran menos. Gracias a estas concesiones, en contra del resto de España, Cataluña está cada más cerca de ejectarse de España, con nuestra bendición y ayuda sin tasa.
Madrid es la única autonomía que ha renunciado a las facilidades FLA, prefiriendo acudir al mercado bancario. Es extraño porque, por supuesto, el FLA es mucho más barato para las comunidades usuarias que el mercado abierto. Es en realidad una financiación subvencionada, lo que añade un punto de escándalo al trato de favor a cataluña por motivos políticos. Préstamos subvencionados a nuestras espaldas y renovables al parecer cuando le conviene al deudor, que es siempre. 
El solo hecho de sugerir la quita de esas deudas es un agravio para el resto de españoles que han financiado el FLA vía impuestos y deuda pública. Que el PSC, supuestamente partido español, preste su apoyo, es para que se les caiga de vergüenza a los que les han dado su voto decisivo pensando que era una manera de votar no nacionalista. Sabemos desde hace tiempo como se ha comportado este partido en los momentos más difíciles, siendo su posición esencial para que hayan sido favorecidos los independentistas. Triste trayectoria de este partido y su matriz, el PSOE, con un largo currículum de golpismo, de violencia, que tratan de tapar con la Memoria Democrática, un engendro que sirve para ocultar su vergonzosa actuación durante la República, llamando a la dictadura del proletariado y con un golpe democrático estado suyo en 1934, prolegómeno inevitable de la guerra civil. 
Este partido con ínfulas historias está a punto de vender a España a los separatistas por una investidura que no llegará muy lejos. 

domingo, 6 de agosto de 2023

Sobre el nacionalismo

Leído en “Diario” de la razonable Teresa Giménez,  estén trozo que no tiene desperdicio.

Se puede ser español de varias formas, pero sólo existe una manera de ser catalán: la nacionalista. 
 Nosotros, los catalanes de verdad, somos esencialistas y damos una importancia superlativa a los símbolos: banderas, deportes tradicionales, pegatinas, placas de los coches... Todo esto nos da un sentimiento de pertenencia a una comunidad, a una nación. ¿En qué nos basamos para decir que somos una nación? No nos gusta esta pregunta pero, puestos a responder, cada cual elegirá la suya en función de sus posibilidades, quizás de su grado de cultura. 
 Lo más fácil es decir que es la lengua. ¿O es que la lengua no crea una manera única e intransferible de ver el mundo? Esta teoría es la que más ha triunfado en los últimos cincuenta años (como mínimo). El hombre recibe dentro de la comunidad un idioma y la cosmovisión que se deriva de este idioma. Tenemos una manera catalana de ver el mundo. Si eres muy leído, hablarás de la weltaschauung, que quiere decir «visión del mundo» en alemán. Gracias a esta visión del mundo, un catalán no puede pensar nunca como un extremeño. 
 Ah, pero esto lo ha estropeado la dichosa ciencia. Toda la lingüística moderna ha abandonado esta idea desde que sabemos que el lenguaje es un instinto y que las estructuras sintácticas son universales e innatas. Antes se decía: «Traduttore, tradittore». Se afirmaba que hay cosas que no son traspasables de un idioma a otro. Pero la industria editorial nos demuestra que no hay nada que no se pueda traducir. A veces, hay conceptos o expresiones que cuestan. Sobre todo si sus referentes son subjetivos y afectan a emociones o sentimientos. Pero lo que no se pueda traducir con una palabra se puede traducir en dos, con tres o con una larga frase: no hay nada humano que nos sea ajeno. Si todavía no te has enterado, puedes creer en la weltaschauung de la lengua. Si lees algo, no. 
 También puedes decir que es la historia o el territorio el que origina la nación. Lástima que España tenga tantos siglos de existencia y que «ellos» puedan decir exactamente lo mismo sobre la relación entre Cataluña y España. 
 ¿Qué nos queda, pues? Hombre, como objetivo y racional, nada. Por esto nos acogemos más que nunca a lo subjetivo e irracional: los sentimientos. Y lo reivindicamos con orgullo. «Me siento invadido» o «me siento diferente» en estos momentos es un must: lo que más se lleva. 
 Hoy he leído esto de un compañero muy nacionalista del blog: 
 Y me gustaría añadir que empiezo a sentirme un pelín harto de que si te sientes un pelín más catalán o vasco te digan que te basas en premisas históricas falsas.  Pero, ¿qué tendrán que ver los sentimientos naturales de afecto al lugar dónde has nacido, a sus tradiciones, o a su paisaje, con sentirse «diferente» como excusa para romper vínculos con gente que también son los tuyos? ¿Por qué habría alguien de «sentirse» catalán o gallego? La gente es catalana o gallega. Yo soy catalana, no voy por el mundo diciendo que «me siento» catalana, del mismo modo que no voy por el mundo diciendo que «me siento» mujer. No debo justificar lo más elemental. 
 Pues hay gente que sí, que hace «de la sensación, virtud» e, incluso, virtud moral. Y no es un buen chiste. Como dice la psicóloga evolutiva Judith Rich Harris:  La exclusión y el fanatismo religiosos surgen del tribalismo, la creencia en la superioridad innata y la categoría especial de los que pertenecen al grupo. Estamos en un mundo cada vez más fluido. Los que están arriba pueden ir abajo y aquellos de los cuales nos hemos burlado podrían, un día, pasarnos la mano por la cara.

¿Es que hay alguna manera de ser nacionalista si no es irracionalmente? Yo me considero nacionalista español por defecto, es decir, racional. No puedo ser otra cosa, pues aquí nací. Viví mi infancia aquí con frecuentes incursiones a Francia, pues mi madre era francesa. Tuve oportunidad de elegir ser francés, pero lo sopesé y lo rechacé. 
Decía Antonio Maura, en un momento quizás de ofuscación, que “es español el que no puede ser otra cosa”. Aplaudo la moción. No tengo más remedio que serlo y por eso deseo lo mejor para este país.
Por eso digo una y otra vez que gracias al PSOE, y su largo historial golpista (p ej, en la II República), vamos derechos a un abrupto corte del régimen de la Transición y el fin de la Democracia, régimen muy rara avis en España.
Las razones las he ido diciendo a lo largo de los años, al menos desde que que gobernó Zapatero. 

Las consecuencias del dogma climático

Alejo Vidal Cuadras, que además de político de fuste, es ingeniero y físico nuclear, nos habla en este artículo de la falta absoluta de rigor de la teoría del Cambio Climático. En realidad, de teoría contrastable, científica, le queda poco porque de ella se han apoderado como posesos lo políticos, periodistas, y demás fauna que ha montado chiringuitos con jugosas subvenciones, que pululan por ahí sacando un gran rédito por sus “ulemas” lanzadas repetidamente a todas las esquinas de mundo. Las empresas de todo tipo han olido que deben de dar muestras de sumirse al dogma, y todas compiten a ver cuál es más responsable, creativa, en anunciarse como la quintaesencia de la probidad anti carbono. Diera risa si no fuera por las consecuencias.

Obviamente la verdad ha quedado muy atrás, y en hallar de nuevo la pista nos ayuda Vidal Cuadras. Al final del artículo, además de poner en duda el rigor del argumentario climático, dice que hay una verdad cierta: si vamos tan deprisa como la agenda política 2030 pretende, vamos a encontrarnos con un severo bajón de nivel económico y tecnológico, del que seguramente sólo podremos salir - si es que salimos - contaminando mucho más y más desordenadamente. Es lo mismo que dice el ecologista Bjong Lomborg: el programa a que se han comprometido los políticos es demasiado rápido, va a condenar a mucha gente a la vuelta al subdesarrollo, a la hambruna, y paradójicamente será más contaminante porque buscarán cualquier combustible de antes, como la bosta de animales, la madera, y lo que encuentren, en un mundo nuevo de escasez, con grandes parecidos al de hace dos o más siglos. ya se está imponiendo el ultima de prohibir en Europa los coches de combustible fósil para dentro de una década, con lo que empezará a caer uno de los pilares de muchos países ricos y/o emergentes. Se han oído tímidas protestas. Eso solo será el principio de una caída en serie de castillo de naipes.

sábado, 5 de agosto de 2023

Deseo vehemente de lo sobrenatural

Felix de Azúa nos hace aquí un pequeño, pero excelente ensayo, sobre nuestra constante ansia de lo sobrenatural en cualquiera de sus  manifestaciones, todas ellas en realidad creadas por la imaginación del hombre. Estos contactos con lo maravilloso, reiteradamente glosados en los medios, son la prueba de la insatisfacción de la vida cotidiana, ayuna siempre de de la felicidad huidiza e inaprensible. 

Pues feliz no es quien se declara feliz. Y quien así se considera, qué casualidad, tienen una historia maravillosa de estas para pregonar.

Antes, estos impulsos eran encuazdos por las Iglesias, que pugnaban entre sí para monopolizar el márchamo de la verdad. Toda una organización se encargaba de dictar doctos títulos irrefutables bajo penas graves.

Ahora ya no hace falta. Pero las autoridades de antaño ven con suspicacia la aparición de nuevas apariciones fuera del canon prescrito.

jueves, 3 de agosto de 2023

España, en su peor momento desde la Transición

España está en un riesgo cierto, y creciente, de desaparecer como unidad política. Es un riesgo cierto porque hay muchas evidencias de ello, y es creciente porque veo que se desmoronan los últimos focos de resistencia habidas hasta ahora.
Como dice Vidal Cuadras, en un excelente artículo en el Vozpopuli de ayer, 
“Hay cosas tan desagradables de asimilar que la gente automáticamente da por hecho que eso no puede pasar”. Es una reacción tan natural como inepta: da lugar a amargos despertares. En la inminencia de la I guerra mundial se pensaba, y se creía, que iba a ser una cosa tan horrorosa para todos, incluso vencedores, que no podría pasar. Sucedió y, efectivamente, fue mucho peor de lo imaginado. El armisticio y La Paz de Paris fue el origen de la II Guerra Mundial.
Las elecciones en España de la semana pasada serán una elecciones recordadas sombríamente. El resultado muestra el exceso de confianza de un pueblo que ha dejado todo el poder efectivo en manos de sus enemigos más peligrosos. Sólo una semana más tarde, antes de que se forme gobierno, nuestros peores enemigos ya están haciendo proyectos, sin ocultarse, para acabar con el sistema político y la Nación. En todo caso van a encender una mecha que podría llevarnos a una situación sin retorno, cosa que bien lo saben ellos, y lo desean. 
España lleva ya más de un siglo sumisa a una ideología que, increíblemente, ha sobrevivido hasta hoy, pese a que no tiene ninguna base real. Esa ideología se nutre da la Leyenda Negra contra España que tejieron sus enemigos cuando era el mayor Imperio del mundo. Su desarrollo fue tan normal como cuando ha existido un Imperio odiado por los pueblos sometidos, es un arma política perfectamente lógica. 
Lo que no es lógico es que con el paso del tiempo, el Imperio desapareciera, y la Leyenda se consolidara ¡por su absorción y difusión por los propios nativos del pasado Imperio! España ha tenido periodos de melancolía sobre sí misma que le ha hecho mucho daño, por inhabilitarla para la acción positiva y renovadora. 
En el siglo XX, con un régimen homologable a cualquiera de Europa (monarquía parlamentaria, elecciones, libertad de prensa...), España se enredó en un periodo de negatividad, en parte muy difundido por su mejor generación literaria, la generación del 98 (llamada “de plata”). Estos escritores se leyeron y vendieron muy bien en España y en el extranjero; por otra parte, ese espíritu no dejaba de estar correlacionado con las demás culturas cercanas, en unos momentos de gran desconcierto. Culturas post románticas, despertadas con resaca del entusiasmo del romanticismo, y caídas en la desorientación por las sucesivas crisis, especialmente la de entreguerras de 1919 a 1940.
En todo caso, España se impregnó de esa cultura teñida intensamente de ese pesimismo con raíces en la Leyenda Negra. Su contraseña más conocida era “echar las siete llaves al sepulcro del Cid” (Joaquín Costa). Es decir, renunciemos a nuestra épica, nuestra historia, y empecemos de cero. Este comenzar de cero casaba muy bien con las nuevas ideologías republicanas y socialistas (por no hablar de los anarquistas), que soñaban con romper definitivamente con el pasado y “demoler” todo antes de edificar una nueva sociedad.
Cuando la I gran guerra, España se declaró neutral y eso le benefició económicamente. Pero el fin de la guerra en 1918 no fue, ciertamente, una circunstancia positiva del todo, agravada además porque España fue orillada en todas las negociaciones y tratados de paz, pese a su papel de intermediario neutral oferente de elogiados servicios sanitarios y de refugiados. España y los países europeos entraron en una fase de desorientación. Un poco antes, en España 1917, habían empezado a verse conflictos graves que pusieron en vilo la existencia del estado. Ya anteriormente, los conflictos coloniales y sucesivas derrotas en Marruecos dieron alas a nuevos grupos de interés con gran fuerza combativa, como el anarquismo y el socialismo, cuya acción contra la totalidad del régimen, sin un recambio preciso que no fuera la dictadura de proletariado o la anarquía, iba a ser reiterada y persistente. A ello se unió un nuevo nacionalismo, asociado por naturaleza destructiva a las fuerzas de izquierda. Los tumultos reiterados tuvieron un amplio eco en el continente por las redes correligionarias ya vigentes. Ese eco fue favorable a las fuerzas de la izquierda.
Eso fue lo que más tarde, en la República y guerra civil, iba a encarnar lo esencial del espíritu antiespañol. Espíritu que ha pervivido hasta ahora, y que esencialmente es la negación de cualquier virtud a la historia de España: es decir, la Leyenda negra en su esencia. 
Lo malo es que enfrente no había una fuerza coherente que defendiera los elementos más destacados del régimen político, como hemos dicho homologable al resto de Europa. La oposición radical, cuando logró representación parlamentaria, actuó con la intención, declarada en alta voz, que su objetivo era acabar con la monarquía y el régimen “burgués”. Eso fue una característica de España: el radicalismo político de los partidos de izquierdas, nunca bien avenidos con la socialdemocracia progresista europea, más inclinados a la dictadura del proletariado leninista.
Tras varios forcejeos, una dictadura y una malhadada República, lo consiguieron por un breve periodo antes de la Guerra  Civil...
Volvamos al presente. Nos encontramos con una situación que se encadena, de una manera sutil, con lo que acabo de resumir sobre el “pesimismo contra España”. 
Hoy, después de las elecciones del 23 de julio, estamos ante una confabulación apenas disimulada de los que hoy encarnan ese odio a la esencia española, la cual ha demostrado ser perfectamente compatible con la más exigente democracia. Pero los nacionalismos no quieren esto. Su odio a España les lleva a querer destruir lo que nos une, sin importarles lo que pase después, pues ellos ya “se habrán ido”. A esta fuerza, en principio minoritaria, sería perfectamente controlable por la gran mayoría. Lo que pasa es que esa mayoría está fragmentada por la mitad, una de las cuales se encuentra muy a gusto compartiendo destino con el separatismo y hacer su tabula rasa. Esa mitad, que es el PSOE, el partido hegemónico de la Transición, se ha inclinado desde hace un par de décadas al plan destructor de los separatistas, pero haciendo el hincapié en su radicalismo socialista y su desdoro por la monarquía democrática parlamentaria. Incluso han querido cambiar la historia para apropiarse de la evolución política, entroncándola con la II República que ellos dominaron y demolieron  con fruición. Es que era una República “burguesa”, aunque, irónicamente, ellos mismos la habían levantado. 
Hoy, como antaño, está presente ese espíritu de demolición a cero, por ser un estorbo la democracia de hoy para instalar una República, con derecho de autodeterminación, en realidad una España troceada en varios estados nacionales en un viaje sin retorno hacia lo desconocido. Todos los movimientos que se han hecho hacia ese precipicio no han sido del todo enfrentados y anulados por los sucesivos gobiernos. Al revés, se han alentado y se les ha facilitado el camino. Ahora mismo se asiste a un mercadeo bochornoso entre independentismos y terroristas por un lado, y un partido que se supone es de estado, cuando es el que más ha hecho para acabar con el estado nacional desde que su ramal catalán se hizo campeón de los separatistas. El resultado electoral propicia este dislate: una situación de impasse cuya resolución está en manos de un par de grupos anti españoles, muy minoritarios, pero decisivos. 
Esta estrambótica situación pone en peligro la democracia del 78 y al mismo Jefe del Estado, el rey Felipe VI, primera pieza a caer en el proceso de ruptura de España. 
Llegado aquí, cedo la palabra al elocuente y melancólico artículo de Fernando Savater, ayer en El País. Mejor no se puede decir.

Estamos ante una grave crisis política, en la que lo que ha caducado, QUIEN HA PERDIDO, no está dispuesto a hacerse a un lado y lo nuevo, QUIEN HA GANADO, carece del empuje necesario para abrirse paso. El bloqueo está servido, para más escarnio, en plena presidencia española de la Unión Europea. Y lo más escandaloso es que asistimos a una obscena búsqueda de votos, a cualquier precio, por parte del perdedor de las elecciones para evitar su propio funeral.

Esta extraña circunstancia pone a prueba el reinado de Felipe VI. Ha llegado el momento de la verdad. Tendrá que demostrar su capacidad de arbitraje, con el riesgo, haga lo que haga, de que media España sufra una fuerte decepción y se vuelva contra la Corona. La gran pregunta que muchos nos hacemos en estos momentos críticos es:

¿Puede encargar la formación de Gobierno a un político que ha perdido las elecciones y que se presenta en La Zarzuela con el aval de un fugado de la Justicia, que dio un golpe contra el orden constitucional, y con el voto de una serie de formaciones cuya razón de ser consiste estrictamente en acabar con la UNIDAD DE ESPAÑA y cargarse la Constitución, empezando por la Monarquía?

La prudencia del Rey no consiste, pues, en conformarse con cumplir un engorroso trámite, haciéndose fotos en palacio a la puerta de su despacho con cada uno de los representantes de los partidos. El arbitraje exige actuar con tacto, pero con determinación, pensando en el bien de la nación… y lo que está claro es que el “bien de la Nación” no es entregar el PODER a quien lo quiere para destruir esa Nación. ¡Majestad, hay que salvar la UNIDAD de España, tiene que mojarse!.”

Bibliografía. 
Julián Juderías, “La Leyenda Negra”
Jose María Marco, “La Libertad traicionada”
Ibidem, “Azaña, el mito sin máscaras”
Stanley Payne, “En defensa de España”
Ibidem, “El camino hacia el 18 de julio”
Ibidem, Alcalá Zamora, “El fracaso de la República conservadora”
Pío Moa, “Los orígenes de la guerra civil”
Ibidem, los personajes de la República vistos por sí mismos”


Lectura política de las deudas comunitarias

En el gráfico (que tomo de El Debate), la deuda acumulada por las 17 Comunidades Autónomas hasta la fecha, de más a menos endeudadas:




Como podrán adivinar, esta clasificación no es obra del azar, sino de la política que se practica a espaldas de los ciudadanos. 
Esta deuda, aclaremos, no es deuda estrictamente debida por cada Comunidad. Es la deuda que se ha gastado esa comunidad a lo largo de su existencia, pero en verdad ésta no se hace cargo de su devolución. Aunque no se dice, es consabido que tiene la garantía del estado. Es decir, el estado se hace cargo de ella, por lo que no hay ninguna responsabilidad financiera de la comunidad que registra la deuda. 
La deuda es, matemáticamente, la suma de los déficits generados anualmente. Las comunidades que apenas registran deudas - que son la inmensa mayoría - No la han necesitado porque sus presupuestos han sido equilibrados. Eso debería haber sido la tónica general, pero no ha sido así. Cataluña, Valencia y, a mayor distancia, Madrid y Andalucía, registran una deuda sustanciosa, sobre todo las dos primeras. Nótese que Madrid no tiene deuda FLA, que ahora pasamos a explicar.
FLA fue un dispositivo creado por Cristóbal Montoro, en el gobierno de Rajoy 2012-18, para ayudar con liquidez a las Comunidades más afectadas por la crisis del 2008, la Gran Recesión. Si nos atenemos a su nombre, Fondo de Liquidez Autonómica, debería ser ayuda líquida a corto plazo para solventar pequeños baches transitorios de Tesorería, con devolución a corto plazo, pero la realidad es que se han ido acumulando hasta alcanzar cifras que ocupan gran parte de la deuda total. Es decir, ha sido un modo de financiación irregular pero sistemático, que también tiene una explicación política.
¿Por qué Cataluña es con mucho la Comunidad más endeudada? Porque desde 2004, empezó a ser un problema político en gran parte creado y potenciado por Zapatero, presidente del gobierno de 2004 a 2012. Zapatero fue quien resucitó el nuevo estatut de Cataluña cuando en Cataluña lo daban por muerto. Cataluña tenía un estatuto de acuerdo a la Constitución. A principios del 2000, empezaron a sacar la cabeza los movimientos independentistas, apoyados por el PSC, la rama del PSOE en Cataluña, en realidad un partido que manda sobre su homólogo en Madrid. 
Se considera el PSC partido español, pero es rotundamente falso. Actúa a la chita callando a favor de los independentistas. Este papel es crucial para entender la fuerza que muestra el independentismo frente al gobierno central, sobre todo cuando es el PSOE quien gobierna.
Por ejemplo, el PSC ha apoyado la propuesta de que el gobierno condone o perdone la deuda total de Cataluña. 
Pero vayamos al principio. Con el inestimable apoyo del PSC, los partidos catalanes, como se ve en el gráfico, han dispuesto de una financiación de facto muy superior a las demás comunidades, lo que demuestra que el constante chantaje de Cataluña a España les ha funcionado. Con ese dinero han financiado sus embajadas, sus propagandas políticas, sus instituciones pro separatistas, sin escatimar lo que fuera necesario.
Porque esta deuda nunca se va a devolver, y además piden que se les perdone en premio por apoyar la gobernación del nuevo gobierno de Sánchez. Es de suponer que el siguiente paso sería acceder a la independencia una vez limpios de deudas, cómodamente instalados en los mercados internacionales, eso sí, con moneda propia pues se prevé que no entren en el euro (al menos al principio). Una situación óptima para la flotación de un nuevo país si es bien gestionado, pero eso es otra historia. Hasta ahora no han dado muestras de saber gobernar su “pequeño país”, pese a la financiación ilimitada que se ve en el gráfico.  
La condonación de la deuda de las comunidades más endeudadas sería un agravio para las comunidades más ahorrativas, en el doble sentido de que tendrán que pagar con sus impuestos esas deudas políticas, y que ellos no han disfrutado de esa financiación ventajosa. 
Pero es en lo que estamos. Un país dividido en dos bloques. Uno, el defensor del orden constitucional; el otro, en manos de los separatistas, cada vez más potente pues cuenta con el “gran” partido PSOE, a través de su ramal catalán, que admite y potencia todas las locuras separatistas. Esto es innegable, empezando por el que debería llamarse “Estatut Zapatero”.
No se puede descartar, además, que el PSOE tenga un plan de sustitución del régimen de la Transición por una República bananera a su medida. Muestras de ello han dado de sobra.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Curioso: con España partida en dos bloques, se habla de cancelar deudas autonómicas

Un nuevo crujido del débil cordón que nos une: varias comunidades, lideradas por Cataluña, claro, quieren que les condonen la deuda. Lo de Cataluña es claramente un paso previo a independizarse limpios de deuda. Lo de otros, como Valencia, del PP, un modo de recuperar capacidad financiera, al tiempo que se escinde un poco más lo que nos une...
En esta tesitura árida del verano post elecciones, la búsqueda desesperada de apoyos de investidura hacen estallar un tema oculto, que se presenta ante nosotros con todo su nauseabundo olor.
Y es que los catalanes del Junts (partido, como saben, de Puigdemont, el fugado, que negocia con Sánchez un apoyo de investidura y/o gobierno), apoyados por el Partido Socialista Catalán, se están manifestando por una quita (o condonación) de su deuda ante la banca y el estado central. La cifra de deuda de Cataluña asciende a 85 mm de €. Aparte de eso hay una cantidad en el epígrafe FLA de 72 mm €, por lo que temo que la deuda de Cataluña sea la cifra de ambas cifras.
FLA es el fondo líquido de ayuda del gobierno central, creado por Cristóbal Montoro, ministro de hacienda en 2011-18, para puntuales momentos de falta de liquidez de las CCAA, se supone que devueltos en breve plazo. 
Pero me temo que esto no es así: me temo que se trata de una financiación por tiempo indefinido, y por tanto una financiación encubierta, a coste de interés cero, nada de liquidez a corto. 
Una quita de deuda por parte del gobierno central es un agravio para las Autonomías menos endeudadas, que de repente sus ciudadanos pasan a ser titulares de una deuda que no han generado.  
La elevada cifra de 85 mm de deuda de Cataluña, y de otras comunidades, nos está diciendo a gritos que el sistema de financiación de comunidades es un apaño grosero insostenible. Y es así porque se entrevé la mano de la política más rastrera, guiada por un juego de presión por cual el que  más chantajea se lleva la mayor capacidad financiera a coste por debajo del mercado, pues tiene garantía del estado.
En este juego injusto, la deuda de cada una de las comunidades acaba pagándola el estado central, es decir, todos los españoles, pero en un reparto arbitrario e injusto para las comunidades que menos se han endeudado. La deuda nacional sería engrosada sustancialmente, como veremos más adelante..
Se dice, y es correcto, que el fuero fiscal especial concedido a País Vasco y Navarra, es un agravio contra el resto de España. Eso es muy cierto. Durante muchos años los catalanes aspiraron a ese estatus. Pero eso sería dar fecha de cierre a la nación. Como no se les podía dotar con él a las claras, se transitó por los calabozos más tenebrosos de la administración (por supuesto, como tantas otras cosas, a espaldas del ciudadano, donde no hay pactos escritos): simplemente se hizo la vista gorda a su endeudamiento, que tarde o temprano asumía el estado central, y se dispuso un canal de préstamo camuflado de anticipo de liquidez, el FLA del que hemos hablado. 
Así todos contentos. El gobierno porque acallaba a los catalanes, los catalanes porque por la vía de los hechos disponían de un holgado régimen similar al Vasco Navarro, es decir, de alta capacidad de gasto, y al resto de España porque no se enteraban. Los españoles votan por ideología, creencias, no por los hechos, que además no son transparentes.
Pero qué pasa: que los catalanes quieren más (siempre quieren más) y quieren independizarse, incluso los socialistas del PSC, ramal del PSOE; por ello quiere limpiarse de la deuda acumulada, que sería una lastre para su tesoro recién puesto en los mercados exteriores. No se puede fletar un flamante bote con un lastre tan grande de 85+72 mm... hay que votar a Sánchez la investidura, si sólo si, nos limpia la deuda esa, que total es suya - como todo lo  malo que nos pasa, porque nos oprime -, y fletamos la Independencia libre de cargas que manchen nuestro nombre. Como tendremos nuestra propia moneda, tendremos una capacidad de emisión de deuda casi ilimitada... porque en principio no estaremos en el euro, pero ni falta que nos hace. Ya llegará.
Y ya han empezado a chirriar las quejosas piezas de la nave nacional, que en vez de levantarse a una contra el complot catalán, se parte por intereses particulares: hay regiones que han echado sus cuentas y, oye mira, que si a los catalanes y tal, a nosotros nos conviene, por ejemplo Valencia  (del PP) lo ha dicho.
Conste que esta operación de endilgarle al estado central la deuda es fraudulenta, y a costa de todos los españoles que pagan impuestos. En un sencillo ejercicio aritmético sobre el cuadro de abajo, vemos que la deuda pública total pasaría del 113% de PIB al 145%, sumando las partidas que se habían colgado bajo el honesto título de “consolidación” (consolidación espuria, pues los activos de las CCAA en manos del estado central no son activos vendibles).



En efecto, las tenencias de deuda de CCAA en el activo del estado son nada menos que del 26% del PIB (más 3,6% de municipios, y otro tanto de las empresas públicas), y ésta es la cifra del problema que ha estallado: una deuda de un cuarto del PIB español que las corruptas autonomías quieren pasarle al estado aprovechando que el Partido Socialista Catalán ha levantado la liebre. Como para fiarse de estos.
Y ¿cual sería el siguiente paso de las Autonomías “liberadas”? Pues el paso lógico, es moverse hacia la independencia si nadie se lo impide. Así es soberana para imponer un nuevo sistema impositivo libre de cargas financieras, lo que de salida, no está mal. Un movimiento este que se antoja irreversible dada la poca afición de los demás políticos en cumplir la Constitución.
Debemos ser conscientes que en este juego, mortal de necesidad, no hay partido decente: todos juegan al juego “del último que cierre la puerta”. El mismo PP se ha escindido en dos.
En otras palabras, la declaración de independencia es un riesgo cierto. 
Sencillamente, no se debe tolerar. Debe sofocarse este incendio de verano por la vía más rápida posible. Y acordar por mayoría cualificada una solución definitiva a este gravísimo problema. ¿Es concebible? Soñar no ocupa lugar...

lunes, 31 de julio de 2023

El camino hacia la Guerra Civil. 1934 según Stanley Payne

El levantamiento de los socialistas españoles de 1934 fue la acción insurreccional mejor organizada y la que contó con mejor armamento de todas las registradas en Europa occidental y central durante el período de entreguerras. 
En contra de lo que señalarían con posterioridad sus defensores, esto no se debió a una reacción defensiva a la desesperada y en el último momento, sino a una agresión cuidadosamente planificada que retóricamente llevaba gestándose más de un año y tácticamente nueve meses. Como ha escrito Santos Juliá, «lo que tenían en mente los socialistas no era, como lo definirá después Luis Araquistáin para los lectores de Foreign Affairs, una “revolución preventiva”, sino un proyecto de responder a una supuesta provocación con el propósito de conquistar todo el poder para el partido y el sindicato socialista, que actuarían de consuno en el empeño»[8]. Gabriele Ranzato observa: «[…] Los socialistas se iban preparando para la revolución con independencia de la marcha de Gil-Robles hacia el poder, y por cierto no era indispensable para impedir a este ejecutar sus planes, dar vida a la comuna asturiana, matar a curas y burgueses, o arrestar al presidente de la República, según estaba previsto en los planes de los revolucionarios»[9].
Cuando El Socialista proclamó el 25 de septiembre de 1934 que «renuncie todo el mundo a la revolución pacífica, que es una utopía. Bendita sea la guerra», hablaba totalmente en serio. Mientras tanto, entre abril y junio de 1934 Manuel Azaña y otros líderes republicanos de izquierda realizaron una serie de maniobras que insistían en el carácter hiperlegítimo de un Gobierno izquierdista.
Por una parte, a pesar de la falta de apoyos parlamentarios, intentaban alentar u obligar al presidente Alcalá-Zamora a nombrar un Ejecutivo de coalición minoritario compuesto por la izquierda moderada, cuyo propósito sería convocar nuevas elecciones a la mayor brevedad posible. 
Si Alcalá-Zamora no cedía, la alternativa era presionarle con una especie de pronunciamiento civil o una toma del poder pacífica. Parece que lo que Azaña tenía en mente a finales de junio era una entente entre los republicanos de izquierda, la Esquerra catalana y los socialistas. Así se podría haber instaurado un Gobierno alternativo en Barcelona, que, con el apoyo de una huelga general socialista, habría desatado una crisis de magnitud suficiente como para convencer al presidente de la República de que ese Gobierno debía asumir el poder. El proceso no habría sido del todo pacífico, porque una huelga general hubiera implicado inevitablemente cierta violencia, si bien no habría sido una insurrección. Azaña se dejó llevar por su propia retórica. El 1 de julio proclamó con grandilocuencia que «Cataluña es el único poder republicano que queda en pie en la península», una sentencia absurda y ajena a la realidad. Y añadió otra ridícula afirmación: que la situación del momento era igual a la registrada antes del derrumbe de la monarquía. Pero aún fue más allá, ya que, invocando el levantamiento militar violento de diciembre de 1930, señaló que «unas gotas de sangre generosa regaron el suelo de la República y la República fructificó. Antes que la República convertida en sayones del fascismo o del monarquismo, […] preferimos cualquier catástrofe, aunque nos toque perder»[10]. Pero en 1934 los designios de Azaña se revelaron inviables, porque los socialistas, con la vista puesta en la revolución, rechazaron la colaboración con la «burguesía», aunque fuera con los republicanos de izquierda. Alcalá-Zamora se negó a permitir que la izquierda constituyera un Gobierno extraparlamentario. Pensaba continuar con la fórmula del Ejecutivo centrista en minoría, dirigido por los radicales, negando para siempre a la CEDA cualquier oportunidad de participar en el mismo. Sin embargo, José María Gil-Robles, jefe de la coalición derechista, anunció antes de la apertura de las Cortes, el 1 de octubre, que su partido exigiría varias carteras en una coalición de Gobierno con apoyo parlamentario mayoritario, lo que otorgaría a la República su primer Ejecutivo normal (y mayoritario) en un año. Alcalá-Zamora solo podría haberse opuesto a esta exigencia convocando nuevas elecciones, algo completamente absurdo tan cerca de las elecciones recientes.
Así, tres ministros cedistas, todos ellos de los sectores más moderados del partido, entraron en un Gobierno centro-derechista dominado todavía por Alejandro Lerroux y los radicales. Este paso, absolutamente normal en una democracia parlamentaria, fue utilizado por los socialistas para justificar el levantamiento revolucionario planeado por ellos mismos durante nueve meses. La insurrección se inició el 4 de octubre en nombre de la Alianza Obrera (una nueva formación revolucionaria constituida junto a otros grupos obreros menores) y de Esquerra Catalana. La izquierda aducía que tanto Hitler como Mussolini habían tomado el poder legalmente, amparándose en una minoría de escaños para entrar en un Gobierno de coalición, analogía esta que giraba en torno a la estigmatización de la CEDA, a la que se tachaba de «fascista», aunque esta nueva formación católica, pese a algunos ocasionales excesos retóricos de sus líderes, siempre había respetado la legalidad. 
A diferencia de los socialistas y otros grupos obreros de izquierda, la CEDA se había abstenido de recurrir a la violencia y a la acción directa, a pesar de que algunos de sus afiliados habían sido asesinados por aquellos. Como señaló irónicamente el veterano socialista Julián Besteiro, en ese momento el Partido Socialista Obrero Español tenía más rasgos propios de una organización fascista que la CEDA. 

Evolución versus Revolución

Poco a poco hemos convertido a los niños en adultos sin periodo de transición. Antes era mas natural. Se concebía al niño como como algo obvio: un ser con derecho a ser protegido y adiestrado para su futuro. Ahora se conciben como un ser portador del derecho a toda una panoplia de derechos, sin límite a ser feliz. Uno de los derechos que se le han concedido hoy es el de definir él mismo su sexualidad, lo que es opuesto la concepción anterior a ser protegido en su invalidez, pues se le incita a tener deseos, a detentar derechos, que le condicionarán la vida para siempre, como explica Fernando Savater en este art. 

La concepción de la infancia anterior, milenaria, ha pasado por múltiples culturas y civilizaciones. En todas ellas el niño era un ser desvalido, digno de ser protegido, y digno de tener un futuro cuando alcance su madurez. No todo has sido tan humano en todo momento. En ese viaje en el tiempo se ha ido depurando de adherencias (como el infanticidio que los Espartanos decretaban a los mecidos con taras), gracias a la impregnación de creencias religiosas más humanas cada vez. Evidentemente, la visión del cristianismo, del ser humano portador de valores absolutos, contribuyó a una visión de la infancia más armónica con una sociedad centrada en torno a la familia, que cumplía un papel crucial en la sociedad. Ahora se ha querido crear una sociedad sin esa pieza, la familia, y tratar a los niños como seres maduros capaces de decidir, por ende, no necesitados de protección.

Lo que quiero decir es que muchas instituciones que han sobrevivido siglos, debido a su utilidad personal y social, han germinado en creencias básicas, no racionales, pero que aguantan victoriosas el análisis más racionalista. 

El primer ataque a esa concepción tradicional vino de la Ilustración más radical, sobre todo el marxismo y sus teoría sobre la familia, a la que había que destruir por ser un factor conservador. Por supuesto que la familia es un factor conservador, es lo bueno que tiene. Es que una sociedad estable debe tener esos contrapesos conservadores que han demostrado su utilidad a través de los siglos. 

Los siglos van depurando y seleccionando las ideas y creencias que fortalecen a la sociedad. A veces la razón ayuda a ese proceso evolutivo, otras veces lo destruye. es claro que los valores actuales quieren hacer tabla rasa de todo, lo que vale y lo que no, como este supuesto derecho de un niño a elegir sexo, a sentirse frustrado supuestamente por haber nacido ”equivocado”. Una brutal injerencia en su infantil conciencia y su inherente desvalimiento.

Creo que las peores pesadillas de la humanidad han sucedido cuando la opinión general ha creído en la posibilidad de comenzar de cero, de una Tábula Rasa que permitiría eliminar todo lo vicioso y desde el nuevo comienzo, contar sólo con elementos positivos. en la Historia es fácil ver que esos “Renacimientos de cero“ acaban siempre en grandes tragedias y tres o más generaciones perdidas.

viernes, 28 de julio de 2023

Diálogo de catalanes

Diálogo entre una catalana normal y otra separatista (del “Diario” de Teresa Giménez Bartet). Tiene visos de ser auténtico.
Elisabet está hecha polvo por lo de Carod y la tregua de ETA. No porque haya ido el tio a hablar con ellos, sino por la manera que se le echan todos encima, criaturita. Me envía este mail: 
 Estoy muy y muy triste por lo que está pasando. Aunque no pienses como yo, ¿verdad que me comprendes? Hoy estoy de luto. 
 Elisabet 
 Pobre chica, me está preocupando. La llamo y le digo que venga a casa, que hablaremos. Cuando llega nos sentamos en el sofá y tomamos una infusión. Está hundida. 
 —Nena, ¿qué? —le digo. 
 —Ya ves. 
 — Os gusta liarla y, luego, mira... 
 —Tenemos derecho a nuestros ideales. 
 —¿La independencia? 
 —Somos diferentes a los españoles. No sé como tú no té das cuenta, pero lo somos. 
 —¿Y si no me doy cuenta porque no hay nada de qué darse cuenta? ¿Y si es un problema tuyo? 
 —No me siento a gusto en España. Fíjate, siempre me siento más en mi casa cuando voy a París, a Berlín... 
 —Vaya... Pero ve con cuidado, no sea que los parisienses o los berlineses te vean a ti igualica que una extremeña. 
 —Seguro que no. 
 —Flipo contigo... ¿En qué los ves diferentes? ¿Tanto lo son? 
 —Totalmente ¿No ves lo atrasados que estánn? Te lo digo yo que yo voy a Madrid semana sí semana no. 
 —Pues si crees que en España hay tanto atraso, y siendo cómo tu eres una persona tan solidaria... ¡ayuda a elevarles el nivel! ¡Haz algo de tipo social para todos! 
 —¿Yo? ¡Con esta soberbia que tienen! Mira, yo me siento... invadida. 
 —No jodas que hay invasores... Quizás hay extraterrestres entre nosotros y yo no me he enterado. 
 —No te burles de mí. 
 Pero sí que tengo ganas de picarla. De hacerle reír, pero también de picarla. 
 —Quizás te pasa como a estos que van a Montserrat no sé qué día del mes a ver ovnis. Ven un montón. Sólo los ven ellos, pero los ven siempre. 
 Y así, con este juego, pasamos el rato hasta que ya se va. 
 Algo más tarde me llama mi hijo. Dice que se da de baja del Barça. Que la cosa está muy mal y que mucha gente dejará de ir al campo, aunque no se den de baja como él. Le pregunto en broma si ahora cambiará el Barça por un equipo que gane más partidos. Pero se lo toma en serio. Me considera