"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

miércoles, 24 de enero de 2024

La Democracia y su acoso

Algunos dicen que la democracia no es más que un escenario de cartón piedra que oculta la verdad descarnada, la opulencia de los oligarcas. Ortega & Gasset decía de la Restauración, única democracia en España previa a la (maltrecha) de hoy, que era una pura obra teatral de fantasmas. Ahí empezó su demolición.

La democracia eficiente es el método de que los grupos de presión se cedan el poder sin derramamiento de sangre, decía Karl Popper. Funciona cuando todos aceptan que les conviene vivir bajo lámina protección de la Ley.

Lo malo es su debilidad en tiempos apremiantes, en los que es secuestrada a la fuerza por el más populista y mentiroso, bajo el cual su cobijan los más gañanes sin escrúpulos. Así fue en los años 1930. Hitler llego al poder en las elecciones de 1933. No necesitó un golpe de estado. Como le enseñó Mussolini en 1922, no necesitó cambiar ni una coma de la ley.

La democracia, orgullo de Occidente hasta hace poco, faro de los países dictatoriales, está muriendo porque ya sólo una minoría de nostálgicos la añoran. Eso abre la puerta a que sujetos mal encarados, como Trump, como Sánchez, lleguen a la sala de mandos. Casi nadie se preocupa por esa “antigualla”. La falta de memoria histórica hace estragos.

sábado, 20 de enero de 2024

Turchin y las malas vibraciones

Me encuentro con este párrafo en la columna de Jorge Bustos de hoy
Vivimos en una comunidad política esquizoide, dividida, incomunicada. Podría coserse, pero el que manda acaba de incorporar su muro al ideario socialista, sustituyendo todo lo que había en él: ahora el único principio no sujeto a negociación y venta es el cordón sanitario al PP. Cada tribu abreva en noticias diferentes, se indigna por motivos opuestos, relativiza hechos objetivamente graves o aúlla por escándalos manifiestamente postizos. La conversación pública se atomiza, sorda al prójimo. Y una nación que ya no es capaz de sostener una sola conversación consigo misma no puede prevalecer.

Esto me hace recordar a Peter Turchin, con quien me he topado recientemente. Turchin practica una nueva rama de la historia: una historia que analiza tendencias históricas con la ayuda de modelos matemáticos. No es un mago de bola de cristal: él confiesa las limitaciones de su metodología, es poco pretencioso y afirma que no pueda más que predecir tendencias, no el momento exacto en que éstas van a chocar y acabar en crisis.
No he leído todavía su última publicación, 



pero los artículos que hablan de ella dicen cosas escalofriantes. Escalofriantes porque otros muchos analistas y observadores dicen algo parecido a lo que afirma Turchin.
Recojo algunos párrafos de los comentarios de Sergio del Molino (Ethic)

Antes de seguir hay que aclarar que Peter Turchin es un científico riguroso que trabaja en un campo pluridisciplinar aún nuevo, pero cada vez más aceptado entre historiadores, sociólogos, economistas y demás científicos sociales. La cliodinámica (por Clío, musa de la historia) utiliza grandes repertorios de datos históricos (registros demográficos, financieros, todo tipo de documentos cuantificables, etc.) y los mete en modelos matemáticos con algoritmos y ecuaciones para predecir el comportamiento de las sociedades complejas. A su manera, son augures informados, que aciertan mejor cuanto mayor es la calidad y la cantidad de los datos que procesan.”

Dice Turchin que las sociedades complejas (es decir, las organizadas en Estados, desde Mesopotamia hasta hoy) están sometidas a ciclos de unos doscientos años en los que se alternan períodos de estabilidad con períodos de turbulencia que se suceden cada cincuenta o sesenta años. Estados Unidos y el mundo occidental ha entrado en uno de esos períodos turbulentos, y la experiencia histórica dice que pronto estallará de algún modo.

Resumiendo la complejidad en un cuadro sinóptico, Turchin divide las sociedades en tres elementos: el Estado, las élites que controlan ese Estado y el pueblo. Cuando las élites y el pueblo mantienen un acuerdo que beneficia a ambos, la paz está asegurada, pero ese equilibrio es siempre inestable, y lo es aún más en las sociedades abiertas, libres y democráticas, pues también sabemos que la paz de las autocracias es la de los cementerios y de las cárceles: no hay voces alborotadoras porque las han acallado, no porque no haya motivos para alborotar. En una democracia, la agitación se expresa, y con ella, empieza la juerga.

Siempre ha sido difícil predecir el futuro. No es una ciencia, no se puede más que hacer comparaciones entre tiempos históricos diferentes y encontrar similitudes y diferencias cualitativas. Eso hicieron desde siempre los chamanes, como el brujo Nostradamus en la Edad Media, e historiadores (Arnold Thombee) o intelectuales (Oscar Spengler), que han buscado comportamientos de las sociedades más allá de la influencia los personajes eminentes, con más o menos fortuna. 
Pero aún sin acertar plenamente, han dejado resonancias de las que otros han recogido el testigo. El último en hacerlo es Turchin.
Turchin predijo en 2010, hace 14 años, que estos tiempos de hoy iban a ser difíciles, conflictivos y propensos a la polarización política, el último signo del posible estallido de una guerra. ¿Cuándo, dónde? Eso no lo pudo decir en 2010, pero hoy sí: en EEUU, 2024 será un año electoral, en un contexto de polarización y conflicto civil, escisión social, que augura que, gane uno u otro candidato, los perdedores no aceptarán el resultado y se sublevarán, como pasó en 1861 cuando Lincoln ganó las elecciones con la intención de liberar al a los negros. En 1865 estalló la guerra civil.
De todas maneras no hacen falta muchas matemáticas; basta con estudiar lo que pasó en los años treinta previos a la Segunda Guerra Mundial: insatisfacción, pobreza, hiperinflación... polarización y advenimiento de partidos políticos comunistas y su efecto, partidos fascistas (esto se lo debemos a Eichengreen). Al final, Guerra Mundial. El malestar y la insatisfacción crecientes las había predicho Keynes en su rechazo del Tratado de Paz de Paris, que decretó unos pagos de guerra a Alemania y sus aliados imposibles de cumplir. Por eso Alemania se vio inundada de hiperinflación y luego grave recesión, lo que desorientó tanto a la sociedad que ésta se echó en brazos de Hitler...
Hoy vivimos unas tendencias sociales corrosivas similares - cierto, aunque no iguales -. Pero las amenazas existen. Existe la desorientación, la entrega a nuevos grupos políticos radicales que reflejan la fragmentación moral de la sociedad, derivada en unas consignas sin fundamento, poliédricas, ofrecidas a la carta a una sociedad cada vez desorientada. Imposible formar así corrientes de opinión sensatas y estables. La polarización es el signo de nuestro tiempo. El malestar creciente por la caída económica, del empleo, y de la distribución son sus alimentos... y viceversa: la zafiedad creciente alimentan sin duda una economía precaria después de décadas de opulencia.
Esta es la base de Turchin, y debemos recibir su aportación como un avance sobre los anteriores intentos. No es que sus conclusiones fueran distintas, pero sí más intuitivas y menos rigurosas. Son como la culminación final de los intentos de leer en las estrellas, en las religiones y finalmente  en la historia, líneas de tendencias borrosas que Turchin las describe con mayor precisión. 

viernes, 19 de enero de 2024

La decepción Milei

Milei es muy aplaudido porque critica el populismo comunista invasivo de hoy. Yo también lo hago. Pero Milei está abducido por una secta que dice ser una escuela económica: el liberalismo. Yo no creo que eso sea economía. Más bien una alucinación esotérica.

Estos secta predica que cuanto más mercado y menos estado, mejor. Eso puede funcionar dentro de un límite. Primero, nunca ha existido algo así, y Segundo, está contrastado históricamente que cuando una sociedad ha estado cerca de eso (EEUU finales del XIX), había más crisis bancarias y económicas que ahora. 

Milei dice que va a bajar los impuestos y los gastos y va a cerrar el Banco Nacional de Argentina. Lo primero disparará a las nubes la deuda. Lo Segundo, la imposibilidad de emitir moneda, aumentará el pánico de los inversores a la deuda, que verán imposible cobrarla. Querrán desprenderse de ella, lo que hará subir los tipos de interés a las nubes. Esto acabará con cualquier signo de actividad, y vendrá una depresión dramática, tipo 1929. 

La ilusa tríada de: controlar la deuda, bajar impuestos, y perder la capacidad de emisión es IMPOSIBLE.

Se volverán a vivir escenas como en la buena película “Nueve Reinas” de 2000, pero pronto de rabiosa actualidad. 

Ah, y ojalá me equivoque!

viernes, 12 de enero de 2024

Josep Pla y Santiago Rusiñol

Josep Pla escribió un libro encantador sobre Rusiñol y su época. Tan encantador que lo releo al cabo de muchos años. Rusiñol amaba la vida bohemia, interminable, nocturna, de muchos amaneceres, con su pipa y su ajenjo siempre a mano. Era único en hacerse amigos. 
De ahí entresaco algunas frases de ese personaje, que debió insólito. 
- “La vida saludable es el arte de alargar la vida haciéndola insoportable.”
- “Las aguas minerales sólo curan cuando están de moda.”
- “Cuándo un médico cae enfermo y necesita un consejo de confianza jamas se llama a sí mismo.”
- “Para las beatas rezar es como hacer el solitario.”
- “Los obreros se alaban por serlo, pero todos quieren cambiar su estado.”
Por lo que cuenta Pla, era un hombre muy triste, pero feliz, como sus cuadros, impregnados de esa melancolía.





jueves, 11 de enero de 2024

Ho tornarem a fer

Ayer pasaron dos o tres cosas que muestran qué mal va el mundo. 

Antes se hablaba de “estado fallido” para señalar país cuyo estado era incapaz de cumplir sus funciones más básicas.

Ayer, en Ecuador (al borde del colapso, un estado incapaz de prestar la mínima seguridad), pero también en Francia (con un cambio de primer npminitro guiñolesco), y no menos España, mostraron lo que hay detrás del decorado de cartón piedra. Un estado de precariedad en manos de grupos de poder insolventes, incapaces de mantener siquiera las apariencias. 

En España, unas bandas de cuatreros nos dirigen a su arbitrio: se comprobó que ya no hay Congreso, sino un chantaje permanente de minorías separatistas que dominan al gobierno de España. Con ese chantaje, se va agrandando las brecha entre ciudadanos de primera y los demás. Esta forma de tomar decisiones a salto de mata, solo te permite ver un camino sembrado de minas para los españoles, que no se sabe cuándo terminará. ¿Cuando alcancen la independencia el País Vasco y Cataluña? 

No, no se conformarán con eso. Habrá más chantaje, porque ellos necesitarán financiación que no van a conseguir en otros sitios. Habrá que sangrar a los ahorradores españoles, pues los de otros lares cerrarán sus bolsas. Sí, seguirán. Seguirán robándonos. “Ho tornarem a fer”, incluso con independencia, como dicen ellos. Mientras quede un euro por robar, lo harán. Porque la independencia no será tal, si no una dependencia de nosotros españoles respecto a ellos, que nos marcarán el paso.

Los de Ecuador, lo de Francia son ejemplos de que no hay unos u otros estados que fallen. Falla todo en nuestro alrededor.

domingo, 7 de enero de 2024

Estrechamiento del campo político

Es una obviedad que España está muy mal. Lo que pasa es que ahí no acaba la cosa: España va a estar mucho peor. En realidad es difícil establecer el límite de este proceso de cancelación de los espacios que hasta ahora ocupaba la Libertad. El aglomerado de partidos que llamaremos el Abusón, no ocupa ya sólo todo el terreno de juego, sino gran parte del aforo. El terreno de juego está inclinado y hay más jugadores de los suyos, como el doble que de los otros. Ahora tratará de ocupar rápidamente el aforo completo, mediante el expeditivo método de no dejar entrar a nadie más, pues pronto se habrán agotado las entradas a la venta: ya sólo entrarán los invitados honorarios. 
Estos invitados serán de variopintos colores políticos, menos del azul PP, pese a que este grupete se ha empeñado en hacer “política de estado” para, con este guiño cómplice, ver si le  regalan algunas pocas entradas para asistir, morbosamente, a su propia defunción anunciada. Les bastará que el número de entradas sea para los Máximos Cabecillas, que los demás ya lo pillarán en las Redes Sociales con su adobo de costumbre, pobres. 
Una vez consumado el acto de exterminación, ya no habrá más oposición que la necesaria para tacharla de “Extrema Derecha” - de hecho la única con la etiqueta de Extrema -: servirá de monigote espantapájaros para que los que no estén ahítos de sangre puedan tirar piedras y exabruptos, que siempre conviene tener en el armario un dispositivo de este tenor, por si acaso. No todo se juega en el escenario.
Al final, como dice Iñaki Ellacuría en El Mundo, por fin alcanzaremos el selecto grupo de países pobres, ahora llamados emergentes, en los que se celebran todos los horrores, pero emerger, no emergen. Y no emergen porque en ellos han sofocado todo brote de oposición, sobre todo demócrata, que es en realidad una cosa de burgueses trasnochados que Marx, Lenin, y Stalin se apresuraron a exterminar (físicamente). Hoy en día los grupos que detentan el poder tienen sus propios burgueses (llamados empresarios & consejeros públicos) para que mantengan encendidas las brasas de una cierta producción. 
Toda negociación del tipo que sea convergerá a la Moncloa, palacio de las decisiones finales...
El mal gusto está garantizado, ah y las sangre, obviamente.
 

lunes, 1 de enero de 2024

Noche vieja. Hecatombe del solsticio

Ayer, antes de la hora propicia, bajamos hacia el ponto, ya oscurecido, y preparamos nuestro homenaje a los dioses. Sacrificamos un buey, del que en el altar quemamos sus entrañas. El humo subió derecho hacia el cielo, señal de bendición de los dioses del Olimpo, mientras nosotros dimos buena cuenta del resto, bebiendo sin tasa el vino sazonado con miel y especias. 
La noche pasó en un mágico suspiro, y por el horizonte marino empezó a despuntar el divino sol, al que raudos acudimos con nuestras naves, a saludar el nuevo día. A Neptuno le entregamos humildemente los restos de la hecatombe. A la vuelta, ya con la luz divina rozando nuestros pies, regresamos todos a casa de Penelope, que seguía tejiendo en su telar mientras, incansable, esperaba a su Ulises, que nosotros dábamos por perdido. Un día más la cominaríamos a que eligiera quién de nosotros aceptaría por agraciado marido. Ulises no volvería, nos decíamos, los dioses no le han sido propicios. Pronto Itaca será nuestra. 
Pero los dioses nos engañaban. Por la casa merodeaba un sucio mendigo que, maldición, estaba aliado con Atenea, quien le había disfrazado perfectamente a nuestros cegados ojos. Penélope lo presentía y sonreía...

lunes, 25 de diciembre de 2023

Todos tenemos la culpa

¿Por qué el 53% de la población de Cataluña que no es separatista ha mostrado tanta sumisión a la política racista de inmersión lingüística?

Aquí García Domínguez ofrece un hipótesis. 

https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2023-12-25/nueva-cataluna-silenciada/

Yo ofrezco otra, compatible con la suya: porque el reiterado y perverso mal fue pasiva y vergonzosamente tolerado por el consentimiento del Gobierno español, que debería haber sido el defensor de los derechos básicos de los oprimidos. El gobierno español ha dado la espalda a su obligación más elemental: la igualdad de todos los españoles ante la ley. 

No se podía esperar que las demandas individuales, heroicas pero a un alto precio personal (además de sofocadas por los medios), fueran a revertir el estado de flagrante indefensión. ¿O qué esperaban, que los pobres ciudadanos catalanes de segunda salieran aireadamente a la calle? La democracia está para que no se necesiten héroes...

Lo que ha fallado durante décadas es la vergonzosa pasividad/complicidad del Estado, que disponía de unas magníficas instituciones que no quiso utilizar para disponer de una mayoría engañosa en el Congreso. 

Esa complicidad, cuando no sucia colaboración activa, nos ha traído a la oprobiosa situación actual de liquidación del Estado democrático por la abierta conjura del gobierno con los separatistas. Conjura por activa o por pasiva de todos los gobiernos de la Democracia. Recordemos el bochornoso pacto del Majestic de Aznar con Pujol en 1996, o los pactos del Tinell de la izquierda. Todos, a izquierda y derecha, no han asumido sus deberes. Que no vengan ahora ocultando sus graves fallos.

Fallos que irremisiblemente hacen de este estado un estado fallido. Como no tardaremos mucho en comprobar.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

Prosperidad o pobreza. ¿Por qué hay naciones pobres?

Acemoglu, prestigioso economista/historiador, hace un estudio sobre la razón de que haya naciones que no se han enganchado a la prosperidad. Oigamos sus argumentos. Por cierto, fue el primero (junto con su coautor Simon), en usar los términos inclusivos y extractivos. Han editado un libro que compila lo esencial de su gran obra: “Why the Nations Fail”, traducido al español como:




Escojamos algunos párrafos que ayudan a comprender el discurso.


“La prosperidad de un país determinado está determinada por su conjunto económico-institucional: los sistemas y regulaciones que dirigen el comportamiento económico dentro de sus fronteras. Ese panorama incluye las leyes de propiedad, la solidez de los servicios públicos y el acceso a las finanzas. Estas instituciones económicas se dividen en una de dos categorías: extractivas o inclusivas. Las instituciones económicas inclusivas estimulan el éxito económico y están diseñadas para fomentar la participación en actividades económicas. También fomentan la libertad económica. 

En países como Corea del Sur y Estados Unidos, por ejemplo, las reglas del mercado se derivan de las leyes de propiedad privada, así como de sectores bancarios desarrollados y sistemas sólidos de educación pública. Estas reglas permiten a las personas saber que pueden trabajar duro y ser innovadores, con la certeza de que sus esfuerzos serán remunerados y su riqueza será preservada. 

Por el contrario, las instituciones extractivas obtienen ingresos de grupos dentro de la sociedad para beneficio de otros grupos. En Corea del Norte, la familia Kim fundó un régimen que reprimió a la población, prohibió la propiedad privada y concentró todo el poder en una élite selecta. Al igual que las instituciones económicas, las instituciones políticas también pueden ser inclusivas o extractivas. 

La principal característica de las instituciones políticas inclusivas es el pluralismo. Esto significa que varios grupos en una sociedad determinada están representados políticamente y, por lo tanto, el poder se comparte entre ellos. 

Para que las instituciones sean verdaderamente inclusivas, también es esencial que estén centralizadas. La centralización del poder da como resultado el mantenimiento del estado de derecho; No hay necesidad de que estos diferentes grupos luchen entre sí por la superioridad. Si las instituciones políticas carecen de pluralismo o centralización, entonces generalmente se puede decir que son extractivas. El beneficio de las instituciones políticas inclusivas es que dan como resultado un poder compartido entre grupos. Esto conduce a la desaparición de las políticas económicas extractivas y, en consecuencia, a los beneficios económicos mutuos para todos los miembros de la sociedad.

Antes de seguir, observemos que España ha elegido seguir la ruta contraria: someterse a a una cúpula extractiva que amenaza con aumentar los impuestos más y más y nacionalizar toda institución que cree riqueza. Sigamos. A continuación, Acemoglu estudia el ejemplo de Inglaterra, primera nación en despegar económicamente.


“Esto plantea la pregunta: ¿por qué Inglaterra? Bueno, todo se redujo a las instituciones políticas ya existentes en el país, que dieron origen a instituciones económicas inclusivas. Las bases iniciales para el éxito se habían sentado mucho antes. La firma de la Carta Magna en 1215 había establecido un embrionario Parlamento inglés. Más crítica aún, sin embargo, fue la Revolución Gloriosa de 1688. Esto permitió a Guillermo III, que contaba con el apoyo del Parlamento, derrocar a Jaime II. A cambio de su apoyo, el ahora Parlamento británico recibió más poder, mientras que el de la monarquía se redujo. A diferencia de los monarcas, los miembros del Parlamento eran elegidos, aunque sólo por los terratenientes. Como resultado, el Parlamento elegido sirvió a los intereses de esta minoría y, al hacerlo, creó instituciones económicas inclusivas que alentaron la participación activa en la economía. En consecuencia, los derechos de propiedad legalmente exigibles quedaron consagrados en la ley, y leyes de protección más estrictas sirvieron para incentivar la inversión y la innovación. 

El Parlamento también reformó el sistema bancario. El Banco de Inglaterra se estableció en 1694. Uno de sus objetivos principales era proporcionar crédito para permitir a los súbditos británicos invertir. El sistema fiscal también fue objeto de reformas. Para fomentar la fabricación, se abolieron los impuestos sobre los bienes manufacturados. Fueron reemplazados por impuestos territoriales. 

Una burocracia estatal en expansión también permitió una recaudación más eficiente de impuestos especiales. La idea era reinvertir impuestos y así estimular la economía. Así fue que durante los siglos XVIII y XIX, la infraestructura del país mejoró radicalmente. Primero se construyeron los canales y luego también los ferrocarriles. Ambos sistemas de transporte permitieron el fácil flujo de mercancías y materias primas.”


Aquí hago un alto para discrepar marginalmente de Acemoglu & co. No pongo en duda su análisis principal, por otra parte no divergente de lo que di dijo Adam Smith, el gigante sobre cuyos hombros avanzamos. Pero me permito una observación: si se pregunta uno qué ha hecho posible el desarrollo de tales instituciones inclusivas frente a otras extractivas, no tengo más remedio que observar que estas instituciones positivas y benéficas han surgido antes y han crecido más en los países que tras la guerra de los 30 años - Guerra de religión entre católicos y protestantes que arrasó a Europa -, se declararon protestantes frente los que cayeron del lado católico. No estoy defendiendo una religión frente a otra. Estoy simplemente observando que los primeros países que alcanzaron un “pacto social” que llevó a la descripción de A & S son Inglaterra, Holanda, EEUU... 

A & S consideran que en la historia se producen por azar hechos decisivos que hacen tomar un giro propicio no no al desarrollo económico. Ponenel ejemplo de la peste negra, que hizo caer la población europea casi a la mitad. Esto, a su vez, encareció la mano de obra, por lo que los señores feudales yo no podían impedir que sus siervos emigraran a otros ligares, como las ciudades, más libres y con mejor salario, que ademas se empezó a pagar en moneda acuñada. Pero si este despertar alcanzó a la Europa occidental, no fue así en la del Este, que siguió penando con el feudalismo durante siglos . 

¿No es la Guerra de los 30 años un “hecho decisivo” que bifurcó el camino económico entre países protestantes y católicos?


domingo, 17 de diciembre de 2023

Solzhenitsyn en España hace 50 años

Hace casi 50 años este señor estaba hablando por TVE mientras yo estaba a punto de acostarme. De repente empecé a oírle, y escuché. Estaba diciendo que nosotros, en el franquismo, teníamos una cantidad de libertades civiles que en Rusia no existían ni en sueños. Por ejemplo, moverse libremente dentro y fuera de España. Por ejemplo, leer varios periódicos más o menos críticos con el gobierno. No ser perseguido por tus ideas. Etc. Léanlo. 

Luego vino la Transición y esos derechos balbuceantes se consolidaron. Ahora tratan de quitárnoslos. 

Ah, y los progres españoles, igual que como los de hoy, le cubrieron de improperios a cual más rocamboleco... hay cosas que nunca cambian!

¿Que diría hoy Solzhenitsyn?


Es conocida, aunque poco, la entrevista y sus consecuencias. La inconformista izquierda intelectual (?) española de entonces puso el grito en el cielo. Al denunciar Solzhenitsyn lo que denunciaba y opinar sobre nuestra situación todos los esquemas de esa izquierda se vinieron abajo.


<<Vuestros círculos progresistas se complacen en llamar al régimen existente “dictadura”. Yo en cambio, llevo diez días viajando por España, desplazándome de riguroso incógnito. Observo cómo vive la gente, lo miro con mis propios ojos asombrados y pregunto: ¿saben ustedes lo que quiere decir esta palabra, conocen ustedes lo que se esconde tras ese término>>.


<<No, vuestros progresistas pueden usar la palabra que quieran, pero “dictadura” no. ¡Si nosotros tuviéramos las libertades que tiene ustedes, nos quedaríamos boquiabiertos, exclamaríamos que es algo nunca visto.


Desde hace setenta años, no tenemos ninguna libertad>>.


Se le echó encima la democrática izquierda, cuando con rigurosidad criticaba lo de allí sin olvidar lo de aquí, un occidente colapsado moral y culturalmente. Hubo quien llegó a decir que  mientras existiesen gentes como Alexander Solzhenitsyn <<perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados a fin de que personas como Alexander Solzhenitsyn, en tanto no adquieran un poco de educación, no puedan salir a la calle>>. (Por cierto, el autor de esta frase fue Juan BENET, escritor ilegible y hoy casi descatalogado).


Fuente: https://generaldavila.com/2018/05/17/jose-maria-inigo-y-solzhenitsyn-un-secreto-sin-contar-rafael-davila-alvarez-general-de-division-r/

domingo, 10 de diciembre de 2023

Breve ensayo de la Democracia en la historia

La libertad no es un estado natural del hombre que se haya dado gratuitamente en ningún momento. La historia nos dice lo que decía Hobbes: el hombre natural sería un peligro para el hombre mismo si no hay un estado que marque normas y obligue a cumplirlas. 
La historia de la humanidad es la historia de la sociedad humana y su larga y tortuosa evolución. Desde luego no empezó en un paraíso idílico, de paz y amor, sin conflictos y necesidades. El que diga lo contrario nunca ha leído historia, que es una sucesión de conflictos entre sociedades y estados. 
Siempre ha habido estados, siempre ha habido gobernantes anhelantes de conquista, sea entre grandes estados o meras tribus. El hombre nunca ha cesado de pelear. 
Si somos conscientes de ello, debemos atribuir a una loca fantasía las repetidas llamadas de los filósofos más famosos a vivir en una comunidad inexistente, tan armónica como falsa, que los más sensatos han criticado como inalcanzable. Sus numerosos autores, desde Platón a Marx, pasando por Rousseau, no han dejado de dar la matraca debelando la sociedad real e invitarnos una y otra vez a a derribarla en pos de una utopía sin leyes ni policía, mediante el gobierno de unos sabios imbuidos de infalibilidad total.
La primera utopía que yo conozca fue la de Pelagio, que en los tiempos ariscos de la decadencia de Roma (400 d.d.c), pregonó que era falso lo que decía san Agustín y que el hombre era de nacimiento bondadoso y de natural  pastueño. San Agustín fue un padre de la Iglesia, de conversión tardía tras una vida juvenil ajetreada antes de su conversión. La primera parte de su vida transcurrió en Roma. Le gustaban las diversiones, el espectáculo circense y la lucha de gladiadores. Gracias a eso, era profundo conocedor del alma humana, de la sociedad y del gobierno. Un dicho famoso suyo decía: “Señor, conviérteme pero todavía no”. Luego vino su conversión, su ascenso en la curia y su obispado en su lugar de origen, Hipona, Africa, 
(Entonces el norte de Africa era parte de Imperio Romano, con pleno derecho de ciudadanía.)
En su mejor obra, “La ciudad De Dios”, escrita cuando cayó el Imperio, Agustín se lamentaba de esa caída del Estado en la anarquía. Se declaraba muy consciente de que el hombre debía prestar su atención a la “Ciudad De Dios” tras su muerte; pero en el peregrinar de este mundo había que aspirar a su buen gobierno, aunque no fuera más que una posada de tránsito. Su reflexión sobre el mundo real partía de un concepto básico: el Hombre era un ser imperfecto que nacía en pecado original: estaba muy alejado de la “Bondad natural” que predicaba Pelagio, al que persiguió sin tregua porque sabía que podía acabar con el cristianismo. 
En las luchas religiosas en esos primeros vagidos del cristianismo, Agustín fue un incansable perseguidor de esas doctrinas que aspiraban a imponerse a la entonces no muy sólida Iglesia. Su victoria - ignoró si justa o no injusta- fue ciertamente decisiva en la historia de occidente. 
Schopenhauer era ateo, pero vio claro la importancia del dogma del pecado original, y la imperfección del hombre, como uno de los fundamentos del Estado. Imposible un Estado sin concebir el Hombre como ser imperfecto.
Quien no lo vio tan claro fue el influyente Rousseau, padre de la Revolución francesa, que preconizó que el hombre nacía en la inocencia y era pervertido por la sociedad, empezando por el derecho de propiedad. Había que suprimir ese derecho para que floreciera La sociedad perfecta. Otro utopista que, según Bertram Russell, llevaba en línea recta a Marx y al Comunismo estalinista.
El problema, nunca solucionado del todo, ha sido conciliar la Libertad con la Seguridad. Sólo en el siglo XVII se empezó a vislumbrar esa conciliación, que llegó a despuntar en los Pactos Fundacionales de lo social primeros peregrinos que, huyendo de las persecuciones religiosas en Europa, llegaron a las Colonias americanas en 1620.
(Pero antes tuvo que producirse el grito y la rebelión de Lutero, con su Libertad de Conciencia.)
En el siglo XVIII nació la primera Constitución democrática, la americana - la única que ha pervivido hasta ahora -. (Inglaterra no tiene constitución escrita). El parlamentarismo posterior nació más o menos espontáneamente, sin una doctrina filosófica previa.
A partir del XIX se fue extendiendo la fórmula parlamentaria, que no fue ciertamente fruto de la Revolución Francesa, como piensan algunos insensatos. Dicha Revolución fue inestable y sangrienta, y su fruto real fue Napoleón, que saqueó Europa. Los países europeos nunca se guiaron por ella para sus primeros ensayos democráticos. Se guiaron por Inglaterra y EEUU, que había declarado su independencia en 1776. Esas democracias fueron en su mayoría monarquías, evolucionaron en profundizar la democracia, y así han llegado hasta hoy. Su doctrina apenas se ha resaltado en la Historia. Estos filósofos se llamaban los doctrinarios, y eran practicistas, los primeros estudiosos de la sociedad no utópicos. El más reconocido es Benjamin Constant, cuyos ensayos anti utopistas, anti napoleónicos, se leen todavía. Por eso  - y la desorientación occidental - es más reconocido Rousseau...
En suma, podemos colegir que la democracia no es un producto de la razón, sino una eventualidad histórica falible y, probablemente, efímera. Una vez vez conocida, se puede explicar por la razón. 
Los regímenes autoritarios que han existido han protegido, o tolerado, a veces, la libertad individual. Pero en la historia el Poder ha venido antes que la Democracia. La famosa democracia ateniense de Pericles no fue tal, sino un régimen asambleario en el que sólo tenían derechos los varones que eran propietarios. Además, Atenas fue un Imperio que vivía de sus colonias marítimas (Telasocracia), a las que dominaba con su potente ejército. Seguramente la vida era mejor que en la teocracia persa, o en su enemiga Esparta, pero la mujeres y los esclavos eran oprimidos. 
Los derechos humanos vienen de las mano de esta historia, como una cristalización de la Revolución Americana, que fue la primera en promulgarlos.

jueves, 7 de diciembre de 2023

In dubio pro reo

Como la actualidad no es precisamente alentadora, abro un libro de historia de Ian Kershaw sobre la segunda guerra mundial. Es un tema tan trillado para mí, que pasó las páginas rápidamente. De repente, me encuentro con estos comentarios sobre Hitler, que me sugieren algún parecido funesto con alguien.
Ya en febrero de 1938, los encuentros del Gabinete cesaron por completo, de modo que no existía ya ningún órgano colectivo de gobierno, algo que resulta ciertamente llamativo.  
Todo ello se vio intensificado por la inclinación de Hitler a crear cuerpos plenipotenciarios, que contaban con su apoyo personal y que eran a menudo híbridos partido-Estado, para superar bloqueos y obstáculos en el Gobierno al tiempo que dejaba intacto el esquema ministerial original.
Hitler disponía de un olfato sumamente desarrollado para reconocer la debilidad ajena. Sus éxitos en materia de política exterior hasta 1938 derivaban en su mayor parte de aquella intuición de bravucón, unida a su instintiva inclinación de jugador a realizar apuestas sumamente arriesgadas. 
El primer paso significativo de Hitler en la determinación del nuevo y decidido rumbo de la política exterior alemana (el abandono de la Conferencia de Desarme y de la Sociedad de Naciones en octubre de 1933),  
El dictador se sentía cada vez más seguro y se volvía con ello más audaz. En marzo de 1935 acertó al vaticinar que las democracias occidentales no harían nada si él las desafiaba vulnerando abiertamente el Tratado de Versalles y anunció la existencia de una fuerza aérea alemana y la introducción del servicio militar obligatorio para un Ejército de grandes proporciones. No consultó ni a los mandos militares ni a los ministros para tomar esa decisión[21]. 
A principios de 1936 volvió a adivinar que la debilidad de las democracias occidentales, puesta al descubierto por la crisis de Abisinia, ofrecía una excelente oportunidad para remilitarizar Renania (la zona pactada como neutra en La Paz de Versalles). 
Inglaterra y Francia se callaron.
Su triunfo dio lugar a la siguiente declaración, hecha con intenciones propagandísticas pero reflejo de una ahora ilimitada confianza en sí mismo:
«Camino con la seguridad de un sonámbulo por el sendero que trazó para mí la Providencia[22]».

En fin, destaco las expresiones más llamativas:
“olfato sumamente desarrollado para reconocer la debilidad ajena.”
“intuición de bravucón.”
instintiva inclinación de jugador”
“Audaz y cada vez más seguro”
“Se hizo con el poder absoluto sin tocar una coma de las leyes.”

¿Les suena? A mí sí, mucho. Es la descripción de un psicópata en su camino hacia el poder absoluto en el mundo. 
Es verdad, cada persona es irrepetible. Pero esos rasgos primarios reflejan una psicología en la que se hermanan varias pasiones (amor al riesgo, bravucón, jugador compulsivo, seguridad, medir la debilidad de contrario, etc), un perfil que lo mismo te da un especulador en bolsa, un violador en serie, un matón violento, o un político letal para la paz, la seguridad y la democracia.
In dubio pro reo, dicen. A veces, con personas con este perfil, es mejor apartarlos antes de que lleguen al poder. Pero ya es tarde ¿no?

viernes, 1 de diciembre de 2023

Por qué soy monárquico

Hola! Me llamo Miguel Navascués y no soy monárquico (ni republicano). Pero apoyo sin fisuras esta monarquía que por su iniciativa nos trajo la democracia. Tengo muchas razones para eso, pero sólo voy a  mencionar una que me parece muy importante.

En España, desde que cayó la monarquía absoluta, sólo hemos tenido dos breves períodos de democracia:

- La Restauración, 1875-1923, con Alfonso XII, la Regencia, y su hijo XIII,

- La Transición, 1975-2023 (!), con Juan Carlos I y Felipe VI. Obsérvese la coincidencia de las fechas con un siglo de diferencia!

El primero fue el principal protagonista de la Transición, pues fue su empeño desde el principio.

Es decir, en dos siglos y pico, España solo ha disfrutado de garantías constitucionales dos veces, menos de 50 años cada una. Para pensárselo! Sobre todo los que ahora le exigen al rey “que haga algo” respecto a Sánchez, cuando ellos han estado durmiendo desde 1975 y no se han manifestado, por ejemplo, por el castigo que tiene que sufrir el exiliado Juan Carlos I. 

A veces pienso que el rey Felipe es el único cargo público que es demócrata. A los demás sólo les preocupa su parcela de poder. Sin embargo, está solo, porque este país valora más otras cosas que su Libertad garantizada. Esta Libertad está garantizada por el rey Felipe VI, más que nunca en estos momentos. 

Por eso me uno a este grupo.

martes, 28 de noviembre de 2023

Viva la inflación!

Según leo en El Mundo, la Oficina de Prospectiva y Estrategia (Moncloa) dice que la inflación no es intrínsecamente mala. Cito textualmente:

“En nuestra historia reciente, ha habido períodos de crecimiento económico y de mejoras en las condiciones laborales de la ciudadanía en los que las tasas de inflación eran relativamente altas. Y viceversa: ha habido períodos de caídas intensas de la inflación que no podrían considerarse positivas (en contraposición al aumento reciente) ya que eran el reflejo de una crisis económica (reducción de la actividad y aumento del desempleo). Dicho de otro modo: las subidas y bajadas en la inflación no pueden interpretarse como "buenas" o "malas" de forma constante a lo largo de 40 años de historia. Por eso no sirve como indicador para la brújula", detallan.

Claro que es buena la inflación, sobre todo para ellos, pues supone un ingreso adicional mientras no corrijan los impuestos del efecto inflacionario! Ellos ganan más recaudación, pero nosotros menos renta real, y por ende menos poder adquisitivo!

lunes, 27 de noviembre de 2023

La masa no aprecia la Libertad

En los viejos países europeos, particularmente en España, la masa social que decide las elecciones tiene poco apego a la Libertad. Es así, y hay que tomarlo como un dato. 
El liberalismo, la ideología más proge del siglo XIX - fue el inicio de la primera ideología que perseguía la libertad individual. Fueron los primeros en crear las monarquías parlamentarias, empezando por Inglaterra, la adelantada, en el siglo XVII... España llegó tardíamente, en 1976 con La Restauración. Hasta que emergió el comunismo (“un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”, decía el manifiesto comunista de Marx & Engels), que hizo trizas a largo plazo de las democracias liberales.
Ese aseado régimen, que tenía libertad de prensa, que llegó al sufragio universal masculino en 1902, cayó por las constantes embestidas de los republicanos, separatistas, socialistas - por no mencionar a la Iglesia (el liberalismo es pecado) y a los militares -. 
No dio tiempo a que cuajara el amor a la libertad: desde 1923 a 1975, más de cincuenta años de regímenes dictatoriales, aparte de la República, que fue quizás peor. Y sin quizás. 
Los españoles de entonces eran pobres, y priorizaban saciar el hambre y lo que se podía pillar de ocio, para el que no había mucho tiempo. A la mitad del franquismo la economía creció ostentosamente, y emergió un clase media con poder adquisitivo que afirmó las bases del régimen. 
Eso permitió que una clase dirigente y de profesionales muy solventes decidieran seguir el deseo del rey de establecer una democracia parlamentaria homologaba a los demás países occidentales. Como me decía Jiménez Blanco, diputado de UCD, muchos de los políticos de los partidos democráticos eran profesionales sacados de sus bufetes y colocados en las listas electorales “para situar a España en Occidente”.
Con todo esto quiero decir que la Democracia española, nacida a la muerte del dictador, fue ciertamente “otorgada” por la clase dirigente ilustrada. Sí, fue una democracia otorgada - y afortunadamente digo yo -, porque cuando es la masa liderada a la lucha violenta, el resultado no suele ser la democracia estable. Es mejor unos líderes ilustrados que un Lenin, por ejemplo. La masa nunca se ha conformado con la libertad. ¿Elitismo? Sí. O cierto sentido de la historia. Cuando no hay élites meritorias, se extiende el desorden en todos los rincones de la sociedad.
Como hemos comprobado recientemente, la masa (o mayoría silenciosa) ha elegido votar al salteador de la Ley que promete “pan et circus”, libre okupación y corrupción pública, arrasar las instituciones básicas de la garantía de la Libertad individual, base esencial de la democracia, aparte de endeudarnos sin tasa.
Es verdad que el nivel cultural y de preparación, tanto de la masa como de la elite, ya no es la que era cuarenta años atrás. Ahora el político es uno/a que ha hecho carrera desde joven en el partido, sin estudios ni profesión cualificada, a veces verdaderos analfabetos funcionales con el único mérito de fidelidad a líder y al partido. 
Eso es lo que han elegido los españoles con sus votos. Y eso es lo que vamos a cosechar todos. En el mejor de los casos.

domingo, 26 de noviembre de 2023

Crisis económicas y crisis de valores

La gente están inquieta y no reacciona con la normalidad de tiempos estables. Lo que se llama el centro social (usualmente la clase media), tiende a disiparse y surgen grupos sociales extremos que piden con ansiedad que las cosas cambien, aunque no necesariamente a lo de antes. Lo de antes era una sociedad estable, trabajadora, que creaba riqueza cada año con su esfuerzo y ahorro. Ahorraban no sólo porque fuera rentable; lo hacían para guardarse de imprevistos, para los años de retiro, y especialmente para sus hijos. Estos tenían como perspectiva básica superar económicamente a sus padres. De esta manera los hijos eran también una inversión para la vejez de los padres. Eso unía a las generaciones entre sí. 
 Pero de vez en vez, suceden crisis que hacen tambalearse al mundo, distorsionando la mente a la gentes, que miran ansiosas alrededor buscando un ancla y no encuentran más que proyectos extremistas que se han apoderado del mercado político. Ya no se tiene confianza en los partidos de siempre, cuya cotización cae en picado. 
En suma, el péndulo del tiempo ha empezado a bascular y a ir de unas a otras posiciones límite, sea de derechas o de izquierdas.
Creo que fue en este libro 

En el que el economista Barry Eichengreen explicaba la gran crisis de1929 y sus terribles consecuencias para el mundo. No voy a entrar en detalles económicos que serían largos y tediosos para los profanos. Baste decir que esa terrible crisis convulsionó a todos los países; ante la amenaza de que se contagiaran del comunismo nacido poco antes en Rusia (que estaba ganando atractivo popular en el resto de Europa), las clases medias (o lo que quedada de ellas tras la ruina) se aferraron al único gancho disponible, que era los nuevos partidos fascistas. ¿Qué atractivos ofrecían? Primero combatir el comunismo que asomaba la cabeza - pese a que los fascistas habían nacido de partidos socialistas que se hicieron nacionalistas. Segundo, ante el desorden e inseguridad permanente, ofrecían orden y seguridad garantizada. Para ello exhibían su amor por la fuerza a la que la democracia había renunciado. Tercero, ante el pasado huido y la amenaza comunistas, la única fuerza de “futuro” parecía ser esta síntesis entre las glorias históricas, la patria, y una promesa, demostrada a nivel local, de gestión eficiente.
Así nacieron en los años veinte y treinta, en muchos países europeos, regímenes fascistas que se contagiaron desde el primero en Italia, a Centroeuropa, especialmente Alemania. No hubo ningún país que en mayor o en menor grado no se contagiara,en reacción a las crecientes simpatías comunistas y anarquistas.
Así explicaba Eichengreen la relación causa efecto (aunque no exclusiva) de la crisis financiera con la aparición de los comunismos, alentados por los soviéticos, y la reacción posterior del fascismo. 
Acción y reacción. Ley del péndulo cada vez más oscilante y esquizoide. 
Exactamente lo que está pasando ahora, si bien con modismo distintos. Hoy no hay comunismo ni fascismo, sino una argamasa de creencias irracionales que suele llamarse Populismo. La razón en la que, mal que bien, se asentaba la democracia ha desaparecido de las creencias de la gente. La gente tenían unas creencias básicas que confluían en asentar la democracia occidental. Como decía Ortega y Gasset, las ideas racionales se asientan en las creencias de las que se ha perdido la huella (ídem Hayek).
Eso ha estallado en miles de astillas. Lo que cree la gente hoy es algo elusivo, de tipo chamánico o mágico, sin racionalidad alguna. Se originan en cuevas ignotas y se divulgan por las redes sociales, las grandes propagadoras de la nueva no-fe que ha sustituido a las creencias de antes. 
Por ejemplo, ahora los padres jóvenes no vacunan a sus hijos. No creen, o directamente odian, a la ciencia. ¿En qué se basan? Su círculos de amistades y su iPhone les ha pasado la consigna: los malévolos meten cosas malas en la vacunas. Pásalo. ¿Debemos esperar una generación que morirá prematuramente, o cogerá enfermedades erradicadas, como la polio? Hay gobiernos que no se oponen, o incluso lo promocionan, como el sexo infantil, o el desecho a definirse Trans...
La crisis financiera de 2008 alimentó esta cadena de disparates que estaba difundiéndose. 
Pero, ¿qué se puede esperar cuando los hijos de hoy no tienen expectativas de futuro, salvo la certeza de que no alcanzarán el bienestar de sus padres? Esa crisis pudo haber sido tan devastadora como la de 1929, pero esta vez los bancos centrales tenían la lección aprendida de aquella, y suavizaron el golpe... pero solo por unos años. Ahora estamos viendo los estragos que salen de debajo de la alfombra. 
En suma, la cadena de ideas y creencias que nutría la vida en los países occidentales, había empezado a disgregarse mucho antes y a ser sustituidas por otras desarticuladas, mágicas. Cuando llegó la crisis de 2008, las sociedades ya no estimaban tanto su derechos protegidos por la ley, su creciente esperanza de vida gracias a los avances científicos, el cada vez más brillante futuro de sus hijos. El morbo se infiltró en todas las instituciones, a todos los niveles. 
Esto se ha visto en todos los países, en todas las latitudes con igual o distinta etiqueta.
Si queremos entender lo que pasa en España, debemos mirar alrededor.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Por quién doblan las campanas

Nadie se da cuenta de que la victoria de la extrema derecha en Holanda y, sobre todo, lo que está pasando en España, hace caer el velo que ocultaba la crisis de Europa como proyecto de integración. 
En Holanda han votado a Geet Wilders, un anti islamista que en quiere sacar a su país de la Unión Europea. Holanda ha sido - hasta ahora - uno de los seis países fundadores y uno de los más más convencido pro europeos. 
Pero lo de España es peor. Un país que malvende su democracia sin que en Europa, salvo cuatro políticos concienciados, tiemble el suelo, es un signo definitivo de derrumbamiento de los grandes sueños de la la plena integración.
Recordemos: entramos en Europa en 1986 para consolidar nuestra democracia recién estrenada, asentar nuestra economía en los mercados mundiales, y subir un escalón definitivo en nuestra posición en el mundo occidental. Los que estaban en contra (franquistas nostálgicos y comunistas) demuestran a las claras que era de nuestro máximo interés. 
Pero España entró en una evidente decadencia con Zapatero, y no casualmente; Europa y todo Occidente también. Ahora nos hemos desembarazado de la democracia, y Europa ha mostrado su completa inanidad en todo sus esplendor, con una sesión parlamentaria bochornosa incapaz de tomar una mínima decisión*. Como decía la europarlamentaria húngara, en perfecto castellano, “Españoles, no esperen nada de Europa. Sólo se inquieta por los gobiernos de derechas”. 
Cuando se hizo la arriesgada jugada del euro, se pensaba que la integración política vendría por pura necesidad. Falló el pronóstico. El fatal endeudamiento desde la crisis financiera y la pandemia pone al euro cada vez más en cuestión. El Banco Central Europeo tendrá que bajar los tipos de interés para financiar una inmensa deuda. Eso generará un efecto de segunda ronda: inflación, que ayudará a financiar la deuda transitoriamente, pero causará un malestar creciente en la población cargada más y más de impuestos y pérdida de poder adquisitivo. 
Eso sí, en esta sociedad insatisfecha y desnortada no esperen más que reacciones convulsas y desbordantes como la de Holanda, o como la de Argentina, moviendo el péndulo al otro extremo. El malestar puede reprimirse muchos años, por eso cuando explota va violentamente al lado opuesto, arrastrando con él todo lo muerto y lo vivo. 
Las campanas no sólo tañen para Europa, sino para todo Occidente, la civilización más civil, democrática, justa de la historia, que hizo sus primeros balbuceos en el Siglo XVII.  

*Federico Jiménez Losantos en El Mundo 24 dic.

“La sesión del Europarlamento que abordó el peligro letal que para la democracia española y la propia Unión Europea supone la Ley de Amnistía, incluido el lawfare, fue uno de los espectáculos más eurófobos que cabe recordar. Sólo el desprecio y la burla a los principios de la UE explican la vileza del PSOE y demás socialistas, los comunistas y los Verdes, tan severos con Polonia y tan complacientes con Putin, que ahora resulta que es un "asunto interno" de España. Tenía toda la razón ayer Arcadi al enumerar las muchas traiciones de la UE a nuestro país en todo lo referido al golpe de 2017, con Bélgica y Alemania a la cabeza, y bastaba ver la cara y la sonrisa de idiota del prófugo Puigdemont para comprobarlo. Pero la palma del desprecio la ganó el comisario Reynders, esperanza de los lelos y que dice que el golpe de Sánchez es un "asunto interno" que "observará".”


lunes, 20 de noviembre de 2023

El cínico

Fernando Savater nos recuerda, en “TheObjective”, La eterna disyuntiva entre Hipocresía y Cinismo. Hipocresía es aparentar una cosa que no se es, mintiendo u ocultando a los demás la verdad. Por ejemplo, uno que se hace el santurrón escondiendo sus malas intenciones. Cuando alguien dice “hrermanos!”, hay que salir corriendo y no parar. Se da mucho en las clerecías. 

Cinismo es un paso más adelante. Cínico es el que miente, pero alardea de que miente. Cuando un cínico dice: “nada es verdad ni mentira, por lo tanto todo vale”, hemos alcanzado un grado superior de indefensión.

Cuando llegamos al cinismo generalizado - que es lo que vamos a conocer gracias al psicópata - es mucho peor que la hipocresía, porque detrás del cínico hay un escalón de poder aveces enorme, que le habilita para actuar. En poco tiempo le coge un gran cariño a ese escalón y se dedica con ahínco a aumentarlo hasta elevarse sobre lo demás. 

Es lo que lleva haciendo cinco años un tal Sánchez, escalón a escalón; primero en el partido, luego en el gobierno, hasta el gran salto final reciente con el que se ha apoderado de España con sus colegas delincuentes, a los que va a amnistiar generosamente por el apoyo recibido. 

Todo con la aquiescencia bobalicona, o cínica, de los que votan sin meditar las consecuencias de sus pequeños actos.

Bueno, tampoco se han dado por enterados en el mundo, Europa en concreto. Sea por hipocresía, sea por cinismo. Es decir, maldad.

El alemán Manfred Weber ha dado la voz de alarma sobre lo que está sucediendo al Sur de Europa, pero es la voz de un profeta en el desierto. La amiga de Sánchez, Úrsula von der Leyen, no hará nada. 

Estamos vendidos a los cínicos del mundo.





viernes, 17 de noviembre de 2023

Es triste, pero cierto

Es triste, pero cierto. 

Hemos constatado de primera mano la debilidad intrínseca de la Democracia, la nuestra y la de otros. En España - como en todas - esta debilidad intrínseca es, creo yo, porque la democracia estable se basa, en última estancia, en una conciencia cívica que en España no existe. Además, la democracia del 78 se dotó de unas reglas no suficientes para reforzar la estabilidad, empezando por una ley electoral que prima vergonzosamente al número de diputados separatistas-terroristas. Muy pocos lo han señalado. En las últimas elecciones ha sido un dato escandaloso, pero ya venía fraguándose desde el 78.

Nadie hizo nada porque el que conseguía ganar tenía que reforzarse con el apoyo de partidos enemigos de España. “Grandes Pensadores” decían que así se involucraban más en la gestión de gobierno. Los grandes ingenios que decían eso son los que ahora se lamentan rasgándose las vestiduras, un gesto fariseo inútil. 

La constante cesión de competencias ha sido un error mortal que no les ha apaciguado, al revés. Estamos ahora en el apogeo de esa mentira, pero no se descarta que traspasemos nuevos límites. 

El régimen del 78 ha muerto. Es una cáscara vacía que se derrumbará según cuánta prisa tengan esas fuerzas para darle el empujón final. Están en posición de ventaja los separatistas para decidirlo fríamente. Depende de sus cálculos de interés económico. Cuando extraigan la última gota de sangre, se marcharán.


jueves, 16 de noviembre de 2023

No es Sánchez, es España

No es Sánchez, es España. Sánchez, con la inestimable colaboración de los españoles, ha acabado con la Nación y con la Democracia. Ambas. No hay Democracia sin Nación. Primero fueron las naciones. Mucho después vino la democracia. Ergo será muy difícil reconstruir las dos. 

Desde luego que pasará a la Historia, no por desenterrar a Franco, como él ha dicho. Pasará a la historia en la misma casilla que FERNANDO VII, su predecesor com triturador de constituciones, la Constitución de 1812 en ese caso. Como Sánchez, simuló que la defendía, pero luego llamó a los “Cien hijos de San Luis” para romperla y asentarse en el absolutismo más bochornoso de la historia de España... hasta ahora claro. Estamos camino de algo aún más bochornoso todavía. Y doloroso.


Aquí, un elegante artículo de José Montano


https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2023-11-16/franco-murio-cama/