He visto que la conferencia de Larry Summers ha sido muy visitada. Aquí intento ilustrar con un par de gráficos a lo que creo que se refiere.
En el primer gráfico, pueden ver el PIB nominal (no deflactado) en azul, y en rojo la M2, es decir, la oferta de dinero disponible, que es el efectivo en manos del público y los depósitos bancarios.
Es claro que a lo largo del tiempo, ambas magnitudes (indiciadas con el 100 en 2007) siguen un comportamiento hasta que después, de la crisis, parece que mantener el nivel de PIBN cuesta cada vez más cantidad de dinero. Es decir, como se aleje expresar esto de otra forma, la velocidad de circulación de dinero ha caído enormemente (Velocidad = PIBN/M2).
En el siguente gráfico, vemos la base monetaria (azul), es decir, el dinero emitido por FED, otra vez la M2.
De nuevo la eficacia de la base monetaria en convertirse en dinero circulante se rompe en la crisis, y los esfuerzos de la FED por aumentar la liquidez y mantener los tipos de interés bajos son cada ves más improductivos. Esta relación entre base monetaria y oferta monetaria se llama multiplicador monetario. La relación estable entre ambas magnitudes -es decir, un multiplicador estable- se rompe con la crisis y cae vertiginosamente (Multiplicador = M2/Base)
Esto plantea cuestiones interesantes. Primero, ¿puede ser esto el signo más visible de trampa de la liquidez (o ZLB) que, además, no se reduce, sino que va aumentando, a pesar, como dice Larry Summers, de que en 2009 se dio por cerrada la crisis financiera?
Con unas inyecciones de liquidez cada vez más cuantiosas, la FED ha logrado mantener los tipos de interés bajos a lo largo de la curva, pero el efecto sobre el crecimiento y el empleos ha sido mediocre. No estoy diciendo que no hacia falta al revés: son eso probablemente se hubiera caído en una depresión mucho más profunda, quizás más profunda que la de 1930.
Pero la Economía de distinto pelaje (Monetaristas, keynesianos, austéricos, neoclásicos, Lucasianos, etc...) no ha sido capaz de encontrar una respuesta a esta exhibición de impotencia. Porque después de esto, ¿qué queda, salvó seguir intentandolo? ¿Y cuánto tiempo con resultados mediocres?
Porque desregulación no le falta a EEUU. Reducción del déficit están en ello. Presión fiscal, es de las más bajas del mundo. Esfuerzo monetario, por mucho que digan los MM, no ha faltado cuantitativamente. Los austéricos no pueden decir que con esta política se ha disparado la hiperinflación.
Y ¿qué pasará cuando decidan que hay revertir esa política? En Japón, cuando han decidido eso, ha vuelto a caer en l deflación.
Creo que tiene razón Ryan Avent, a quién comente aquí: parece que falta convicción política, que hay demasiada mala voluntad, o división, en Washington, y que eso destroza cualquier asomo de confianza en que los técnicos (FED) tienen la solución si no se ve un apoyo decidido de Washington -y no sólo de la Casa Blanca.
Quiero decir que el mundo está en la frontera en la que la teoría y la técnica no pueden ir más lejos, y debe ser la política que tome decisiones. Pero los políticos están inmersos en el error austérico. Es lo que han mamado. Casi imposible que cambien del diapasón que les aísla de otras ideas. Como decía Keynes, los políticos son esclavos de ideas de un economista que murió hace décadas.
Por no hablar de la ausencia total no ya de voluntad, sino de estructura política en Europa. Así que cuando me dicen que "España sorprenderá al mundo" (Montoro) permítanme que llore desconsoladamente.
Miren el gráfico de Krugman comparando la Europa de hoy con la de 1930, desfavorable a la de hoy.
Algunso comentaristas le han dicho que se debe a que en 1930 estaba en pleno rearme. La respuesta e un post posterior es sencilla: afortunadamente no estamos en guerra, en cualquier caso me están diciendo que la contracción fiscal ha sido perniciosa...
This time around, the good news is that we have peace. The bad news is that Europe’s leaders, lacking the incentive to build up their armies, have listened to prophets of austerity, and cut spending when it should have been going up. And the result is a depression that is well on track to be worse than the 1930s.