Bitcoin es una moneda electrónica cuya oferta está determinada por un algoritmo secreto. Eso los ignorantes lo consideran un a maravilla, cuando ya se ha demostrado que no se puede estabilizar una economía con una oferta monetaria de crecimento estable, independientemente de lo que pase con lo demás. Incluso Friedman renunció a ese lema inicial suyo.
Si Bitcoin tiene una oferta que crece según una fórmula, su demanda en cambio es totalmente especulativa (como la del oro cuando el patrón oro). Sube y baja causando una volatilidad de producto que lo hace defectuosos para ser la moneda oficial. Imaginen una unidad monetaria que sube de precio un 100% en un día y cae un 70% el siguiente sobre los bienes y servicios que se supone se transacionan con Bitcoin. La economía se iría al carajo hasta que alguien tuviera el sentido común de buscar otra fórmula.
Bitcoin, una moneda que por definición su oferta es definida por un algoritmo, no sirve para tener un valor estable en relación con los bienes y servicios de la economía, es decir, con el nivel general de precios. Tampoco el oro era óptimo en esta función, pues la escasez de su oferta, o el exceso repentino por descubrimientos de nuevos yacimientos, provocaba deflaciones e inflaciones.
La función del dinero es mantener estable el nivel general de precios, que sea predecible a largo plazo para los agentes, y eso no se logra con automatismos. Hay fuerzas inesperadas que alteran la demanda de dinero. Si eso no se controla con un movimiento contrario del dinero, los vaivenes de demanda se traslafpdan a la economía, con grandes quebrantos o burbujas incontrolables.
Una fuerza ciega y automática no puede comportarse de manera compensadora; al revés, acentúa las fuerzas cíclicas y los desequilibrios financieros. El equilibrio y la estabilidad no debe buscarse en el valor de moneda, sino en un indicador que señale la estabilidad económica, el nivel de precios, o el PIBN.
Como explicaba la ya clásica metáfora del termostato, de Friedman, el termostato controla la temperatura interior de la casa, no la de la caldera. Tanto si afuera la temperatura es de -40 grados, como si es de +10 grados, el termostato da órdenes a la caldera para que le temperatura interior sea de 20%. Unas veces la caldera echará chispas, otros ronroneará suavemente. Lo de Bitcoin sería una caldera que haría lo que le diera la gana en cualquier momento, totalmente ineficiente para mantener la temperatura interior suave y estable.
Bitcoin tiene una oferta regulada, perfecta, ciega. Pero su demanda es caprichosa, dominada por el motivo especulativo. Supongan que para hacerlo oficial, el gobierno decretara que las deudas con hacienda fueran pagables en Bitcoin y sólo en Bitcoin. El infierno. Imaginense los picos de demanda y de precios de Bitcoin cuando devengan los impuestos. Todos comprando Bitcoines, vendiendo otro activos, que caerían, la madre que los parió.
ADDENDA: respuesta a uno que me acusa de superficial.
Pues perdone, ¿de dónde saca ud que es superficial? No creo que un argumento claramente expuesto, y basado en gente contrastada como Friedman, sea superficial.