"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

martes, 25 de julio de 2023

No hay excusa

Según el resultado electoral, la mayoría de los españoles no se han enterado que corren el peligro de dejar de ser españoles. Si no se han enterado en cinco años, ¿por qué habrían de enterarse los dos días que han pasado desde el domingo, y ya puestos, en los próximos meses, cuando seguramente habrá otras elecciones? 
Somo un país que ha mostrado varias veces que le gusta jugar a la ruleta rusa, pero creyendo bobamente que no hay bala en la recámara. Hasta ahora no se ha matado nadie, pero las chances de salir vivos se van reduciendo. 
Y a día de hoy creo que estamos en los momentos decisivos en que la bala destructiva, hasta ahora no inerte, va a dispararse contra lo que se da por llamar el pueblo español, en el que por cierto, he dejado de creer. 
Como decían Fernando Savater, “la culpa es nuestra, de nadie más, por haber nacido en este país”. ¿A quién se le ocurre? 
Debería existir un servicio público que llevara  nacer a los bebés a un país medianamente sensato. Es una utopía, claro. Ningún país aceptaría ciudadanos en esas condiciones. Además, se supone que todos estamos orgullosos del país al que pertenecemos. 
Pues yo no, francamente. No me he llevado mal con este país, pero tampoco bien del todo. Y hoy me llevo muy mal, pues los que se encargan de la cosa pública son unos gañanes, paletos, incultos hasta decir basta, que muestran una superioridad tan arrogante como inmerecida. Hace años, cuando empezó la Transición, yo empecé a participar en política, cosa que había tenido hasta entonces alejada de mí. Me ilusionaba participar en traer la Democracia, creyendo ingenuamente que sería una conquista para el “pueblo”. 
Poco no tardé en desengañarme: en cuanto vi lo que era un partido por dentro. Pasado el tiempo, dejé de votar. Creía que mientras hubiera una alternancia, un acuerdo tácito en los más básico, y se creciera económicamente, yo no tenía de qué preocuparme y podía olvidar ese mundo loco de ambiciosos sin escrúpulos. Pero empezaron los problemas.
Primero, en 1985 se acabó con la independencia del Poder Judicial, que pasó a depender del Congreso, es decir, de la solidez cúpulas de lo sabe partidos. Desde entonces, la renovación de la judicatura ha sido de todo menos normal.
Luego despertaron los independentistas. Sus objetivos de independencia destruirán sin remedio la Constitución y todas las instituciones que se habían ido creando para reforzar la democracia. Luego, al rebufo de ello, surgió él problema soterrado, no menos grave, de la descentralización del poder hacían 17 reinos de taifas que han dan signos de haber superado con creces su límite de incompetencia.
En pocas palabras, todo lo logrado en la Transición, que había suscitado la admiración del mundo, y que nos había permitido pasar de la dictadura a la democracia, está hoy al borde del abismo. 
Hay que reconocer que no somos únicos en el mundo occidental. En todas partes hay movimientos corrosivos de desprecio por la democracia y atracción de nuevas ideas que no son realmente nuevas, y que en el pasado hicieron muchas daño, hasta el punto de abocar a una guerra mundial. 
El mundo cambia, cambian las generaciones, los valores reforzadores de la democracia estable caen al suelo, surgen otros más atractivos a las nuevas generaciones, pero con una carga de disolvente social no percibida por la mayoría. 
Cada país ha evolucionado a su manera hacia el vacío moral, y pronto material. Pero no hay excusa. No son los demás, somos todos. Son ciclos históricos que casi nadie percibe, pero que dejan oquedades profundas. 
No importa, no falta mucho para que acabe tocando fondo lo que conocemos por la Civilización Occidental, hoy bajo sospecha. Seguro que más de un memo lo va a celebrar.

lunes, 24 de julio de 2023

Referéndum en España

No hace falta asustarse mucho por las condiciones objetivas que nos ha dejado en la playa la marea de las elecciones. Basta por sentir frío en la médula.

Ninguno de los dos bloques mayoritarios, derecha e izquierda, tienen mayoría para gobernar, salvo que.

Salvo que Junts, el partido independentista del fugado Puigdemont, con sus 7 diputados decida favorecer a Sánchez con la abstención, algo que ya han ido a sondear mediante emisarios a Waterloo al susodicho Puigdemont. Como recordarán, este se fugó en el maletero del coche aquel asombroso minuto en que Cataluña fue independiente, en el nefasto 1 de octubre de 2017.

Como podrán suponer, la recompensa que exigirá Puigdemont por abrir la puerta a otro gobierno Frankenstein será oceánica, espectacular, que podría dar lugar a una nueva España, o más bien una No-España. Será así porque el desgaste en votos y escaños de ER por el apoyo a Sánchez en esta legislatura ha sido de rasgarse las vestiduras. 

Por lo tanto, Puigdemont exigirá cuanto menos la Luna, es decir, p ej, un referéndum de independencia. Hay que reconocer que, aún fugado, está en mejor situación que el pobre Oriol Junqueras, que ha sido tratado como un apestado por sus antiguos votantes, tratado de traidor por no haber sacado más manteca de su apoyo a Sánchez.

Ahora bien, un referéndum de independencia, si se hace Constitucionalmente, no está al alcance de todo quisque. No. Tiene marcados una serie de procedimientos que, lo hacen una quimera. Y es que antes de poder celebrar un referéndum de independencia, habría que solicitar previamente un cambio de la Constitución. Como leemos en El Confidencial,


“En todo caso, en nuestro sistema constitucional la doctrina decisiva que se ha de tener en cuenta como determinante en sede política es la doctrina jurisprudencial que sobre este punto haya podido sentar el Tribunal Constitucional (TC). Y lo cierto es que el TC ha venido declarando de forma reiterada y constante en los últimos años que un referéndum de autodeterminación no se puede llevar a cabo de forma constitucionalmente lícita sin una previa reforma constitucional que así lo prevea; una reforma constitucional que, por añadidura, sería agravada, pues afectaría al Título Preliminar de la Constitución (artículo 1.2, que residencia la soberanía nacional en el pueblo español, y artículo 2, que proclama “la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”).” (Pido aquí cualquier aclaración de mi asesor Miguel E.)


Entonces? Bueno, hasta aquí la ley. Ahora, las cábalas. Porque claro, Puigdemont, como mostró en 2017, quiere saltarse estos trámites, para él seguro que imposibles. En todo caso, Sánchez caería en delito si le diera a Cataluña un referéndum unilateral sin seguir los pasos marcados.

Claro que tomar el camino ilegal implica la posibilidad del uso legítimo de la fuerza para defender la ley conculcada. Puede ser que Sánchez no usara la fuerza para reprimir el movimiento anticonstitucional (Rajoy la empleó vergonzantemente y permitió que se humillara a los policías enviados en condiciones penosísimas). O que lo hiciera débilmente, permitiendo que triunfara de una manera confusa, cuyo resultado dependería de una fuerte voluntad frente a otra legítima pero no tan fuerte... en fin, son extremos difíciles de imaginar.


Amarga victoria

No se trataba de elegir entre derecha e izquierda, algo ya muy lejos de la normalidad actual. Se trataba de elegir entre nuestro sistema democrático y su demolición.

Lo único que se puede decir viendo esta portada, es que a los españoles no les importa nada que Sánchez vuelva a gobernar con el apoyo de Bildu y de Puigdemont, con el riesgo de un referéndum separatista y el fin de la nación española, cada vez más en un brete de romperse por los cuatro costados. Nadie ha pensado en las consecuencias de ese riesgo. Las fuerzas centrífugas se acelerarán, y la nación, primera en la historia de Europa, desaparecerá. Las instituciones creadas por consenso - Constitución, monarquía parlamentaria, parlamento soberano, leyes para todos, caerán porque nadie estará interesado en defenderlas. La verdad es que este proceso degenerativo ya ha empezado, las leyes no son iguales para todos, y el gobierno y el parlamento han cedido mansamente, sumisamente, a los poderes separatistas, cada vez más fuertes.

Hoy Sánchez, el gran debelador, podrá gobernar con Puigdemont el prófugo y Bildu. Imaginen cómo será, después de sus cinco años de gobierno arrasando leyes e instituciones fundamentales, corroyendo por la base lo más elemental de la economía, todo ello aumentando la deuda a cotas imposibles de gestionar. A España le vienen tiempos recios que, al parecer, nadie ha sabido ver. 

Dios nos bendiga.


domingo, 23 de julio de 2023

Sobre Proust por Paul Souday

He soñado con volver a leer a Proust, que no visito desde 1998-99, cuando en un verano en Francia me animé a embarcarme en él.
Lo Leí primero en español, y además en desorden. Empecé por el cuarto tomo, Sodoma y Gomorra, que me traje de Madrid. Me gustó tanto que fui a una librería del pueblo en que estábamos, Carcassone, y me compré lo demás en francés. 
Al volver a Madrid seguía leyendo a Proust. Seguí en francés con los dos últimos, y llegué al gran secreto reservado por el autor al último libro de la serie, aunque Proust no es una promesa de sorprendente final. Proust se va desvelando a medida que escribe, página a página, eso sí, sin hacer concesión alguna al lector, que debe aceptar una sumisión total al autor si no quiere naufragar en aguas tan turbias y procelosas. 
En fin, que en Kindle he encontrado una muy buena edición de Proust, acompañada además por un estudio crítico excelente de Paul Souday, contemporáneo de Marcel Proust... y he empezado por este estudio para medirme a mí mismo sí las fuerzas van a ser suficientes para embarcarme otra vez en tamaño viaje. Me temo que no, que voy a tener que renunciar a gran parte de la obra, aunque sólo sea para guardar tiempo, cada vez más escaso, a lo nuevo, que me llama con un fuerte tirón con luces prometedoras.
Dice Suday,

“Marcel Proust es eminentemente el novelista de la movilidad, el cambio perpetuo y la ilusión universal.“

Y creo que con toda la razón. Es más, me sorprende que no diga que es el único escritor de la subjetividad, de la acuosidad de la memoria humana y de la identidad que nos presta ésta, que en verdad es inexistente salvo por la existencia que le suponemos porque nos conviene. 
En puridad no hay un yo. No somos un yo único a lo largo del tiempo. Milagrosamente nos lo creemos, es decir, que creemos que somos el mismo que fuimos en el pasado, en la infancia, gracias a recuerdos que llevamos en el fondo de la memoria. San Agustín, gran filósofo, acordaba a la Memoria, que consideraba milagrosa (don De Dios), la posibilidad de creernos únicos y responsables. (Recuerdo que Bertram Russell decía que san Agustín no había sido superado por Hume en su filosofía sobre el tiempo...)
Volvamos a Proust. Proust había leído a Schopenhauer, y guardó su famoso dicterio con la que empieza su obra, “el mundo es mi representación”. No hay mundo de los fenómenos sin un sujeto que lo observe. El mundo no existiría si no hubiera un sujeto que lo observara con su “a priori” de espacio y tiempo, que nos condiciona la percepción de nuestra realidad exterior. 
A Proust le inspiró ésto su subjetividad discontinua tras la apariencia de una realidad puramente ficticia, que nos conforta en una identidad persistente a lo largo del tiempo, acompañándonos hasta el final de la vida, mediante la cual nos concedemos cosas tan dudosas como benefactoras, como la libertad y la responsabilidad. Sin ellas no podríamos vivir en sociedad. Vivimos en sociedad bajo leyes protectoras porque creemos que somos personas portadoras de un yo libre y responsable. Pensamos en el futuro y lo intentamos desentrañar porque creemos que llegaremos a él. 
Todo esto Proust, sutilmente, lo niega, y en su novela nos hace ver que los recuerdos que nos ayudan a creer en la realidad de la vida no son más que espejuelos engañosos, que se disuelven y se recrean bajo muchas formas, agradables o inhóspitas, pero a las que creemos nuestras y verdaderas. 
Leer a Proust, decía André Gide - su descubridor, pese a que al principio desaconsejó su edición - es deambular voluntariamente por un bosque del que no sabemos como hemos entrado, dónde está la salida, pero del que no tenemos prisa en salir... y en realidad no salimos si no cerramos el libro sin haber salido del bosque, que volveremos a encontrar una vez lo abramos de nuevo. 
Sí, eso es la experiencia Proustiana, un deambular sin fin que solo fructifica si persistes en tan entramado ramaje y te dejas seducir por lo que te esté contando en ese momento, aceptando un brusco salto inesperado porque, repentinamente, el recuerdo por el que transita le trae otro nuevo. 
Proust es, según Souday, 

“la incesante movilidad que hace de la vida una serie ininterrumpida de muertes fragmentarias.” 

Si se nos ofrece como descubrimiento, no gozaremos de él si no admitimos este su núcleo central (si es que se puede hablar en Proust de “central”), y si no se acepta que a veces se hace duro de seguir en su párrafos interminables y sus frases en lentos meandros que a veces te llevan a intuir, más que saber, a donde has llegado. 
Definitivamente lo leeré por catas bien seleccionadas de lo que recuerdo que más me gustó hace más de 20 años. Recuerdo que, según Proust, es absolutamente no confiable, una mera ficción que nos hace la vida más fácil... 

sábado, 22 de julio de 2023

Doña Delcy y sus cuarenta maletas

Sánchez ha hecho muchas cosas malas en sus cinco años de mandato. Todo el mundo lo sabe, o debería saberlo, pues los daños dejados han sido profusamente publicados. Ahora bien, siempre hay gente que no quiere enterarse. Siempre hay gente que va por la vida con gafas que le tapan lo que no quiere ver. Por ejemplo, no hay más que leer El País, periódico de referencia durante la Transición, en la que cuajó un prestigio que le sirvió después para tirarlo a la basura, a la abyección más extrema y a la ruina económica. Si hubiera Libertad de prensa de verdad, El País tendría que haber sido hace tiempo liquidado y repartido entre los acreedores por sentencia firme judicial. 
Pero ahí sigue, con muletas financieras de INDRA, sociedad casualmente participada por el gobierno. Cada vez nos parecemos más a los narco corruptos regímenes sudamericanos “amigos”. Y amigos no sólo de España, Gracias a las conexiones de Zapatero & Sánchez, profundas y mal informadas conexiones que dejaron aquí, en navidades de 2018, un sucio reguero de 40 maletas en barajas, traídas por la siniestra Delcy Rodríguez, vicepresidenta nada menos de Maduro, recibida ilegalmente en España, Espacio Shegen, por convicta de tráfico de drogas, pese a lo cual la UE no protestó. ¿Que fue de las cuarenta maletas, qué contenían? Ningún periodista ha investigado tan sabroso asunto. Es extraño ¿no creen?
Tampoco estaba autorizada Delcy a venir a Europa y ha venido, representando al temeroso Maduro, enrrocado, por si le detenían. Y Europa ha consentido en montar una Cumbre UE-CELAC, totalmente estéril, aparte de bochornosa para una Europa cada vez menos alejada de la democracia, algo que hace sólo una década no hubiera pasado. 
Sombría cumbre donde se vieron las caras lo mejorcito de cada casa, aliados de narcotraficantes y evasores de divisas, con políticos tan poco sospechosos como el amigo Sánchez, presidente de turno de Europa (¿que pasará con este cargo de 6 meses si mañana pierde las elecciones? No me ha quedado claro)
No son sólo populistas. Son amigos de dictadores que atracan y pisotean a sus pueblos y consiguen dinero de los cocaleros, que nunca se han sentido tan libres para su tráfico letal. Me pregunto, qué pasará cuando, ya no queda mucho, toda Europa estén gobernada por la derecha? ¿Qué artimañas intentarán los Lula y las Delcys, y los Maduros, para que Europa siga haciendo la vista gorda a sus satrapías, opulentas para ellos y miserables para el pueblo?




jueves, 20 de julio de 2023

Yoli y su Trans

En el debate de ayer se alcanzaron niveles bochornosos, de vergüenza ajena. Abascal le pregunta a Yoli, a propósito de la infumable ley Trans, ¿qué es una mujer para ud? Y Yoli, pillada en frío y sin respuesta, dice, ¿y para ud, qué es? 

La defensora de los derechos a definirse como mujer a los hombre que desean serlo, se queda muda cuando le preguntan ante los televidentes qué es una mujer. Pues Yoli, ahí me has fallado. Tenías que haber dicho, simplemente, “una mujer es aquel o aquella que quiere serlo”. Punto. Para ti y tus huestes desorientadas es eso. No hay otra. ¿Por qué te quedaste muda y en blanco ante tu momento de la verdad? ¿Es que el fondo de ti no te lo crees? Es que no crees que un macho trans tiene derecho a jugar al rugby como mujer y lesionar a tres jugadoras porque pesa 120Kg? 

Yoli, no puedes dejar indefensos a los seres que has engañado, ni a las mujeres a las que has traicionado con la ley del derecho Trans. Porque no puedes, Yoli querida, defender a las mujeres y a los Trans a la vez, es un contradicción palpable. No puedes ni debes. 

Es una aberración que afecta muy gravemente a la mujer. En el mundo de locos en el que tú crees, de derechos nuevos, surrealistas y siniestros, más de uno o una se va a quedar muy jodido en su trayectoria vital, porque se va a encontrar en su vida con barreras infranqueables inimaginables hasta ahora. Sobre todo las que antes se consideraban mujeres y lucharon toda su vida por los derechos feministas, que ahí no había sorpresas grotescas. Nacida mujer, tenía todos los derechos reconocidos de llegar a donde quisiera, fueran cuales fueran sus preferencias sexuales. Un mundo natural, claro, conquistado después de siglos de lucha feminista, pero acorde con la naturaleza. Naturaleza a su vez conquistada por la ciencia, que pasito a pasito ha ido poniendo en claro sus secretos. Secretos que vosotros os habéis saltado con una pértiga olímpica, como en otras cosas de la naturaleza que queréis vencer como niños mal criados.  Que es lo que sois: tergiversadores de todo lo que ha conquistado nuestra civilización, a la que obviamente niegan culturas como el Islam, los comunistas como tú, etc. Sois una pesadilla de la que no nos dejarán despertar si llegáis el poder absoluto, cosa que ya has definido como poder conquistado decapitando reyes (como explique en un post reciente).


miércoles, 19 de julio de 2023

La deuda pública

La deuda pública de España alcanzó 145% del PIB al terminar el primer trimestre de este año. Obsérvese que no es el máximo valor alcanzado, pues en 2020-21, debido a la profunda crisis provocada por la pandemia, la cifra llegó al 171%.
Podríamos poner aquí la deuda en mm de €, pero la referencia al PIB es obligada, pues es la fuente de dinero con la que pagamos la deuda.




Ahora viene el eterno debate sobre la deuda real y la oficial. La real es la que hemos citado: 145% de PIB. La oficial es la misma, sometida a algunos afeites aparentemente justificados, pero que en realidad reduce el peso efectivo de la deuda mediante la consolidación de las deudas de determinadas administraciones públicas (CCAA, por ej) frente a otras AAPP (estado central, por ej) así, si se fijan en la columna 10 del cuadro, la consolidación citada supone una quita (se alivia) de la deuda del 22,3% del PIB, por lo que al final, la deuda oficial, pasada por la túrmix llamada protocolo PDF (ahora lo explico), resulta ser de sólo el 112,8% de PIB. Cifra que es mucho más presentable a efectos propagandísticos. 
¿Que tiene de engañoso el protocolo PDF (Protocolo de Déficit Excesivo)? Pues sencillamente que el único sector del total de administraciones públicas con capacidad de redimir deuda es el estado central. Entonces, decir que la deuda catalana en manos del estado central se cancela porque es un activo de éste, es falso porque tal activo no existe, no es un activo porque no tiene un mercado donde el estado pueda venderlo por un precio. No hay tal mercado. Ídem para las demás administraciones regionales y municipales. Su deuda no es un bocado muy apetitoso para los inversores, que saben que esa deuda en realidad la asume el estado. 
Ergo, es más verídica la cifra total de 145% del PIB que la Segunda de 112,8%. El PDF no es un protocolo, es un eufemismo. Bienintencionado pero inútil, pues los mercados de deuda conocen la realidad. Pero tiene sin duda mejor venta entre los votantes.
Si vamos a las páginas del Tesoro, ahí encontramos, entre otras cosas, cuál es el rendimiento medio de esta deuda, que se puede ver en el cuadro



En la última columna y última fila, vemos que el rendimiento medio de esta deuda (el de mercado, no el nominal de emisión) es del 3,47%. Si aplicamos este rendimiento anual a la cifra de deuda, obtenemos cuánto % de PIB nos cuesta mantenerla, lo que resulta ser en torno al 5% de PIB anual, aparte de las amortizaciones. 
Se trata del PIB nominal, no deflactado, pues la deuda es nominal también. Puede parecer poco un 5% de nuestra renta anual, pero el problema es cuando el principal de la deuda sigue aumentando y ese 3,74% se aplica a un cantidad creciente. El origen de este aumento anual es el déficit público  anual (gastos menos ingresos fiscales).
Para que la deuda se mantenga estable en 145%, que será el objetivo inicial del próximo gobierno, el saldo corriente del gobierno debería ser cero (difícil compromiso con la cantidad de gasto comprometido que hay), y el crecimiento del PIB nominal debe ser no menor que el 5% de PIB que se van a ir a pagar intereses. Si el PIB nominal crece igual o más que los intereses devengados, y si el déficit corriente es cero (mejor sería positivo), la deuda se estabilizará... incluso se reducirá. 
Para reducirla sería necesario registrar superávits continuos todos los años, y que el PIB nominal creciera igual o más que el tipo de interés.
En otras palabras, para no trasladar esta deuda a futuras generaciones, debemos de crecer fuerte (como un 5% nominal anual) y tener todos los años, de media, un presupuesto equilibrado. 
No en balde el candidato a presidente Feijóo ha dicho que su objetivo es crecer para devolver la deuda y crear puestos de trabajo, que en los últimos tiempos, pese a las apariencias oficiales, se están reducciones si se observa la caída de las horas trabajadas, lo que indica que los puestos de trabajo creados son cada vez más precarios y mal pagados. 
Detrás del problema de deuda están las partidas de gasto altas que no tienen visos de moderarse: las pensiones, la sanidad, y tras gastos sociales ineludibles, como ayuda al desempleo. Estas partidas de gasto son un gran volumen relativo en los gasto al totales, y políticamente son intocables. Hay que llegar a grandes acuerdos políticos para intentar reducir su peso paulatinamente, porque si no, tarde o temprano supondrían la quiebra de España. Suena fuerte, pero es así. 

lunes, 17 de julio de 2023

El fracaso de Europa

Me gustaría no verlo, no decirlo, pero ahí está: Europa es un gran fracaso a largo plazo. Las instituciones tienen muy mal entierro, porque sus creadores y sucesores no quieren reconocer que se ha perdido la batalla. Por eso, en vez de morir y ríndeles funerales, Las instituciones suelen convertirse en zombies llenos de funcionarios que creen que hacen algo importante. Algo así como “El astillero” de Juan Carlos Onetti. 

La UE porfía una y otra vez por imponer su criterio obligado a los países de la UE, que, como tales, son soberanos y no se les puede obligar si no es por unanimidad. Esa palabra es la clave de la UE: la estéril unanimidad, por la que no se rige ningún país en el mundo. En el mundo hay dos tipos de países: los demócratas, con elecciones que determinan la mayoría gobernante, y las autocracias, donde el autócrata puede decidir contra la mayoría, pero estaría loco si lo hace a menudo: si quiere durar tendrá que tener un apoyo tácito de la mayoría social. Véase el ejemplo de Endorgan en Turquía, que ha renovado su mandato con una inflación de tres dígitos, que la mayoría social le perdona porque la economía crece y se crean puestos de trabajo. La gente se ha acostumbrado porque el daño que hace la inflación es a las rentas fijas, pero no a las rentas revisables, como los salarios. Que se jodan los rentistas!

La UE no puede gobernar por mayoría simple. Hay una regla de votos cualificados, que además se llega apenas a utilizar, pues se intenta “legislar” por consenso, es decir, por unanimidad. Cuando hay votaciones cruciales - como cuando algunos países quisieron expulsar a Grecia del Euro -, Alemania y Francia votaron “no”, y nunca se ha ido contra la decisión de estos  países fundadores clave, sin los cuales no se hubiera creado la histórica Unión. Sí alguien no sabe por qué Francia y Alemania son los únicos decisivos, no ha entendido nada del tinglado de la UE.

Sin embargo, el Euro se creó contra toda lógica económica pensando que forzaría con el tiempo la Unión Política, es decir, el trasvase de soberanía a un ente llamado UE. Pura ilusión, pues no hay manera que un país soberano, como Alemania y Francia, cedan irreversiblemente su soberanía por “un plato de lentejas”. Antes de eso, que eso para el euro, dicen entre dientes. 

Recientemente hemos asistido a decisiones de Francia y Alemania, según ellos en nombre de la UE, para acercarse a la China o Rusia sin contar con nadie, ni con la OTAN, ni EEUU, ni otros países miembros. Un ejemplo más de que la UE es, cada vez más, una cáscara vacía sin representatividad ni poder, que a veces nos endilga normas que cada gobierno nacional podría rechazar por no sujetarse a Derecho. 

Sin embargo, España, País muy inestable social y políticamente, necesita del fantasma de Europa. Hay muchas decisiones desde la Transición que se han decretado “porque lo exige Europa”. Dependemos de un Zombi y esto funcionara mientras creamos en él.

domingo, 16 de julio de 2023

Chaves Nogales y Azaña, “grandes estadistas”

En El Mundo, hoy, Arcadi Espada, con su lucidez habitual, nos desnuda a dos cabezas visibles que pasan por ser iluminarias de la (nefasta) República española que trajo la guerra cicil. He dicho trajo. Lo repito: trajo.
En un breve pero sustancioso párrafo, Arcadi desmonta al recién descubierto por Federico Jiménez Losantos & al como una lumbrera de la República, Chaves Nogales, que resulta no es tan lúcido como nos han querido vender. Tras la guerra civil, Chaves se atreve a decir que no habrá estado español si no se comprenden las maravillosas fuerzas separatistas, que en su opinión son la verdadera fuerza nutricional de un estado español “vigoroso”. Veamos más de cerca el texto de Arcadi:

Decía Chaves: «España no es una, sino varias. Querer unificarla es matarla. Al no saber esto el falangismo [el franquismo] no pudo crear un Estado. Hay que aceptar el separatismo catalán, el separatismo vasco y el separatismo innato de todo español, esa formidable y milagrosa fuerza centrífuga, que es lo mejor que tienen los españoles. Conseguir que esas fuerzas converjan en una superestructura (que no en un imperio), pero conforme a nuestro genio de la raza, que es un nacionalismo hijo del genio francés y adoptado por el gregarismo alemán, sería volver a la grandeza de España. Los únicos partidos posibles son los que están abiertos, de par en par, a la diversidad española».

Hace bien Abelardo Linares, en su artículo introductorio, al advertir de la sorpresa que pueden causar estas palabras de Chaves: «Pero no son en realidad demasiado sorprendentes. Se corresponden con los intentos de la Segunda República de lograr un Estado que acogiera la diversidad dentro de un proyecto común». Desde luego. Y se corresponden, además, con la visión que Chaves tenía del nacionalismo. Hay que leer en este sentido el amplio y entusiasta reportaje ¿Qué pasa en Cataluña?, que escribió para su periódico Ahora en febrero de 1936, y que Xavier Pericay recogió en Cuatro historias de la República (Destino, 2002). Su prevención frente al nacionalismo victorioso es nula, y equiparable a aquella benevolencia del ateneísta Manuel Azaña cuando en 1930 les dijo a un grupo de políticos catalanes: "He de deciros también que si algún día dominara en Cataluña otra voluntad y resolviera remar ella sola en su navío, sería justo el permitirlo y nuestro deber consistiría en dejaros en paz, con el menor perjuicio posible para unos y otros, y desearos buena suerte, hasta que cicatrizada la herida, pudiéramos establecer al menos relaciones de buenos vecinos".


Exactly. Es lo que siempre he pensado cuando me reprochaba a mí mismo que no podía tragar los escritos del “gran” Chaves Nogales, subido a los altares por la mediación de propagandistas como Jiménez Losantos & al. 
En cuanto a Azaña, no me pilla de sorpresa, pues ya sabía, desde que leí el magnífico estudio de José María Marco, que Azaña era un alucinado que pensaba que, como los separatistas catalanes eran republicanos, ¿que cosa más lógica que se entusiasmaran con él, la quintaesencia del republicanismo, y que le apoyarían sin fisuras en su peana de Dios vivo de la República? Es más, Azaña confiaba más en ellos que en La España no republicana, que era mayoría.
Repito, ¿No es de una lógica aplastante? Resultado: dos declaraciones de independencia en la corta vida de la II República, dos: 1932 y 1934, la segunda cuando el fracasado golpe de estado de los republicanos y PSOE contra su “amada” República, creada por ellos apenas dos años antes, repentinamente rechazable porque no admitía la “dictadura del proletariado” y ¡horror!, permitió que la derecha llegara al gobierno en 1933... 
Es curioso como esas trazas mentales invisibles son a la vez indelebles: pasa el tiempo y siguen ahí, con otros personajes dados a la ilusión vana, a la peligrosa ensoñación. Por ejemplo, el PSOE de Zapatero y Sánchez, que se creen capaces de domeñar el separatismo a base de besitos, cucamonas y cesiones y alianzas contra natura.
España no tendrá un sistema político estable mientras no se vea el
separatismo como una fuerza disolvente que sólo puede traer conflictos recurrentes, como los está trayendo ahora y promete que seguirá trayendo. Lo que hizo el infame Zapatero: traerse a la Moncloa a Artur Más para pergeñar un estatuto a la carta, que luego tuvo que enmendar el Tribunal Constitucional. Una prueba viva de que en el PSOE sobreviven fuerzas vivas, como el republicanismo, el federalismo y el marxismo (pese a borrarlo Felipe González), único signos de identificación a los que todos se a aferran pies no hay otros. Por eso hoy están de acuerdo con Podemos y los separatistas en aliarse en una tendencia para borrar al rey y la constitución, tendencia que no decrecerá...
Más de un siglo ha pasado desde desde que apareció esta tendencia disgregadora, y ahí la tenemos, cada día más joven.

miércoles, 12 de julio de 2023

La guerra subterránea

Ahora las cosas son más así complicadas. Entonces, en la segunda gran guerra y después, ser espía tenía un fuerte aroma a romanticismo. Romanticismo que abarcaba el heroísmo, el peligro, el amor tan intenso como breve, aparte de las consecuencias colaterales: muertes y ejecuciones en el campo de batalla. Fueron los tiempos de la guerra fría, Rusia soviética contra Occidente: sobre todo USA y Gran Bretaña.
Lo que no se podía ni imaginar estos, es que la tradición se cocinara en sus propias sedes, y que grandes espías occidentales (bueno, británicos. Pues EEUU tardó más) fueran traidores que se vendieron a la URSS de Stalin por pura ideología. Los “cinco” de Cambridge, nombrados

Kim Philby (nombre en clave: Stanley), Donald Maclean (Homer), Guy Burgess (Hicks), Anthony Blunt (Johnson) y, también casi con seguridad, John Cairncross (Liszt). Blunt llegaría incluso a ejercer como asesor artístico de la Reina. (El Mundo)


Le hicieran un agujero enorme en sus dispositivos de espías. Los cinco eran ricos, famosos en sus círculos de alta clase. Fue la jugada maestra de Stalin: reclutar, no a gente con necesidades monetarias, sino justamente a los que menos lo necesitaban, y por ello menos sospechosos de estar vendiendo secretos a a su peor enemigo. 
Por eso tardaron tanto en descubrirlos, aunque las evidencias eran muchas. Pero ¿cómo sospechar que los más guapos, listos, y ricos espías “al servicio de su High Majesty” iban a ser los traidores? De hecho a medida que fueron delatándose, no los pudieron prender y juzgar por Alta Traición, dado el escándalo nacional que se hubiera desatado. Hubiera sido como declarar que en el entorno de la reina y las capas sociales mas altas habían infiltrados  que tomaban nota en los cócteles o cenas de la High Society, enviando además toda la información secreta que pasaba por sus manos a la KGB. O sea, una declaración de incompetencia de toda la cadena de mando durante 20 años. Hubo purgas, pero también siguió larvada la traición.
La guerra del espionaje la ganó, sin duda alguna, el Este, principalmente Rusia, pero tampoco fue manco el agujero que hizo en Alemania Occidental  & aliados la Otra Alemania, la del Este. En 1972 tuvo que dimitir el canciller de Alemania Occidental, Willy Brandt, porque su colaborador más íntimo, Günter Guillaume, supuesto refugiado del Este, estaba espiando para la RDA y la URSS. 

(Brandt y su “espía preferido”, Günter Guillaume. Foto Wikipedia)
La esencia del espionaje no ha cambiado: se espía porque el enemigo lo hace. Tienes que contrarrestar eso.Cuánto más complejo es el mundo, más necesitas saber qué se está cociendo en los países amenazantes, al menos en sus planes estratégicos. Para ello infiltras a los tuyos en sus ambientes más protegidos, y no puedes asegurar que no se convierte en espías dobles.
El servicio secreto de Israel, el Mossad, tiene un gran prestigio, demostrado en muchas y soñadas  “misiones imposibles”.
Ahora bien, la ventaja la llevará siempre Rusia, porque tiene menos que responder de sus fracasos y es libre de ejecutar al que se descubre dando información al enemigo, o cometiendo errores. Rusia empezó antes, además. En la Segunda Guerra Mundial ya esperaba a sus aliados occidentales, mientras éstos lo consideraban país aliado. Tomaron una gran ventaja para la guerra fría. 
La bomba nuclear de la URSS fue gracias al espionaje soviético en EEUU, que se incorporó tarde al espionaje y contraespionaje. Cuando se quiso dar cuenta, los rusos habían conseguido anular el monopolio del arma estratégica. 
Ahora se ha sumado China, que es de esperar tenga su propio sistema.
El espionaje es la guerra previa a la guerra, en el sentido que no hay líneas morales: todo está permitido en el nombre del patriotismo. Cualquier nación que se precie lo ejercerá, con más o menos eficiencia. 

lunes, 10 de julio de 2023

¿Debate o pelea de gallos?

No voy a asomarme al debate de hoy entre Feijóo y Sánchez. Me niego a creer que ese espectáculo de pelea de gallos ensangrentados, matándose a picotazos y arañazos, sea de alguna importancia en mi vida. Espero que el sentido de mi vida y la de los demás no dependa de un espectáculo tan lejano al verdadero sentido que pueda tener la política en este momento. 
No me refiero a que la política sea o no transcendente. Tampoco invito a los demás a no verlo. Que cada cual piense y haga lo que quiera. Lo que me niego a aceptar es que el nauseabundo espectáculo sea decisivo como nos quieren vender. Y si lo es, mal estamos. 
¿No prohíben las peleas de gallos? Pues con mayor razón, este espectáculo para simples, en el que la gente se va a regocijar de la sangre, la simplificación superlativa y la victoria/derrota de uno u otro, por otra parte intrascendente; pues ninguno tendrá la más mínima oportunidad de exponer sus razonamientos, ni comunicarlos claramente, si no es distorsionados por la pasión y las instrucciones de los asesores, los únicos se benefician del espectáculo fríamente, nublando la realidad como siempre hacen. 
Aquí a lo que se juega es a una lucha de mentiras agresivas de uno a otro bando y a una distorsión enorme de la realidad. Lo que quede en pie tras la la pelea será una mentira, gane quien gane. 
Si lo ven Uds, que lo disfruten, pero no se dejen engañar.

Sobre la adicción oculta

“Con la lluvia, la temperatura descendió y, estando todavía encendido el fuego de la chimenea, me acerqué a él como única solución momentánea posible. En el campo, el único sistema para combatir el aburrimiento es andar, divagar, mirar el paisaje, distraerse con las pequeñas —o grandes— cosas que uno va encontrando. Pero cuando llueve y la temperatura es desapacible, uno se acerca al fuego instintivamente y con un libro en la mano se pone a leer —hasta donde es posible—. 
En este mundo tan complejo hay muchísimas personas que no han nacido para leer. Hay otras —una pequeña minoría— que leen pase lo que pase y en todos los tiempos de su vida. Cuando son jóvenes leen todo lo que se les presenta, las cosas más inverosímiles. Cuando llegan a una cierta edad continúan realizando esta forma de su espíritu. Ahora se publican muchos libros —como nunca se habían publicado—. El negocio de la venta de papel impreso —negocio a veces favorable, a veces contrario— es inenarrable. Cuando se ha nacido en la predisposición para leer, uno desearía acercarse a todo lo que se publica. Es imposible. Por otra parte, hay papeles que caen de la mano, que son ininteligibles, plúmbeos, aburridísimos. 
Yo formo parte de esta cofradía. Me gusta leer. Probablemente, la única cosa que me ha apasionado en la vida ha sido leer. He pasado una cantidad desorbitada de horas leyendo. De esta cantidad, la mayoría de las horas han sido perdidas. A mí me ha gustado leer libros que, por una razón u otra, a veces por una razón enormemente trivial, me han enseñado algo, como me ha gustado hablar con las personas que me han subrayado algún matiz de la vida. Lo demás me ha interesado poco, francamente. Pero soy incapaz de protestar si ante un libro o una persona no encuentro lo que hubiera deseado.
Siempre creí que una de las cosas más difíciles de la vida es llegar a disponer de un grado de expresividad real e inteligible para las personas acercadas a ella. Es muy complicado y, en general, de una práctica imposible. Así pues, habiéndose puesto a llover en la tarde del lunes de la última semana de Cuaresma, me acerqué al fuego, con el primer volumen de las obras de Antón Chéjov, publicadas por la Pléiade de París.”

Josep Pla, “Calendario sin fechas”.

NOTA: en febrero, publiqué esta cita de un autor del que no me acuerdo:

El vicio más adictivo 
Ah, pensé al ver la esquina de un libro que asomaba entre los pliegues de las sábanas, ¿cómo no me habré dado cuenta? El pobre hombre padece la adicción más peligrosa que existe.

Me volveré loco si no encuentro pronto al autor. 
(Creo que es una cita de Myron Bolitar, personaje de Halan Coben, pero no sé en qué novela.)
Me ha sacado de la inopia “doña” Teresa, gracias mil. El libro es la mejor novela de estos tiempos, 
“Autopista Lincoln, de Amor Towless, que tiene un excelente “Un caballero en Moscú”. Muchísimas gracias!

sábado, 8 de julio de 2023

Esa España loca, esa España Negra, esa España muerta

Nos cuenta Garcia Domínguez en el tweet citado que, en Cataluña, más de la mitad de la población no sabe que el presidente de su Generalitat es un tal excelentísimo monsieur Pere Aragones. Generalitat que primer sistemáticamente, insidiosamente, la ley de la enseñanza del 25% de español en los colegios. Ley que se pasa por el forro de sus caprichos monsieur Aragones, con la complacencia del gobierno español y, hay que decirlo llorando, de esos catalanes que están el riesgo de que les desgajen de España.
https://twitter.com/jg_dominguez/status/1677227182689533956?s=21
Hay que joderse. Los españoles prefieren vivir el minuto que ver el huracán que les puede caer encima. España sigue siendo un país ciego, o loco, y por ello vendrán tiempos convulsos, negros, y al final la muerte.
Aquí se suele decir que bah, nunca pasa nada. Debe ser que consideran una guerra civil un asunto menor. Es.

martes, 4 de julio de 2023

Idea de la guerra

La guerra de Ucrania nos está mandando un aviso tenebroso. Me temo que, sin quererlo, todos estamos implicados en esta guerra que yo espero que se contenga en la geografía en la que hoy tiene lugar.
Detesto la guerra con todas mis fuerzas. Casualmente, acabo de leer un libro que habla de la guerra, aunque no sea su tema central. Casi mejor, porque las descripciones del protagonista son subjetivas, y por ende, reflejan mejor el destrozo de la guerra en el alma de los hombres que no tienen más remedio que ir. Un destrozo para toda la vida, que el paso del tiempo no puede curar, pues el olvido es imposible. Durante toda la vida, con más o menos intensidad, se recuerdan obsesivamente las horrendas imágenes a las que se ha tenido la mala suerte de asistir. 
El libro se llama “Oona y Salinger”. El autor es un escritor francés, Frédéric Biegbeder. Yo lo he leído en francés, pero está traducido. Trata de la relación, breve y truncada por la guerra, que tuvieron Oona O’Neill y JD Salinger, antes de que ambos se hicieran famosos por muy diferentes razones. Ella era la hija de Eugene O’Neill, premio Nobel de literatura, y él llegaría a ser un gran escritor, de un solo libro, del que se llegarían a vender decenas o centenares de millones de ejemplares: El Guardián entre el Centeno, supongo que les sonará. 
Ese amor apasionado lo truncó la guerra, pues Salinger fue reclutado en el año 1942 cuando EEUU declaró la guerra al Eje. Por su dominio del francés y el alemán, fue formado en el contraespionaje, en el que a su vez formó y aleccionó a centenares de nuevos reclutas. Eso le evitó algunos riesgos físicos, pero los horrores que cuenta que vio inducen a pensar que hubiera preferido morir antes que guardar indeleblemente esas imágenes. 
No voy a reproducir ninguna, pero sí que cuando participó en el desembarco de Normandía, el Día D, en una las últimas arengas a los soldados, el jefe de la unidad les dijo- cito de memoria - “cuando desembarquéis los de la segunda oleada, no os paréis a ver los heridos y muertos de la primera, pues seréis liquidados sin remedio. Mejor pasad por encima de ellos, así no caeréis todos. Los del primer ataque sabían que iban a morir. Se inscribieron el el casco “ave cesar, los que van a morir te saludan”.
¿Cómo podían aguantar de pie, sin dormir, 50 horas, viendo alrededor a sus compañeros  caer tronchados por las balas y las dinamitas? todos iban adecuadamente colocados, dopados, con anfetaminas y alcohol, que les quitaba el miedo y les sostenían físicamente. Todos los ejércitos tenían su farmacia donde no faltaba las ni las anfetas y el vodka. Se llamaba el “cóctel báltico” a la combinación pastilla y snarp, usado por los alemanes.
A Salinger la dos guerra le truncó tanto su vida, que fue incapaz de escribir algo sobre ella, salvo en las cartas que le escribía a su amor Oona, quien por su parte rompió con él y siguió su vida, y cuando tenía 17 años se casó con Charles Chaplin, casi 40 años mayor. (lean el libro, si quieren saber más.)
Acabada la guerra, Salinger fue incapaz de volver a ser normal, y se refugió en el centro un cerrado de un bosque. Así, hasta el final de sus días.despies de Guardián, no volvió a publicar nada.
La guerra me parece una monstruosidad, iba a decir inhumana, pero trágicamente es lo que ha hecho el hombre con más denuedo y frecuencia. Dudo que haya un sólo año de la historia en que no haya habido una guerra en algún rincón de mundo.Ergo la guerra es más que humana, humanísima. Debemos aceptar que está arraigada en el genoma humano. 
Me metería a pacifista, si no fuera por que todos los más pacifistas que he leído han sido vitalmente fracasados y no han conseguido nada. Nadie les ha hecho caso. 
Poco antes de 1914, Norman Angels Publicó “La gran ilusión” que pretendía mostrar que la guerra no tendría lugar precisamente por la enorme cantidad de bienes que se habían acumulado en La Paz, que serían destruidos, dejando a lo suyo países miserables destrozados. Fue un best sellers que no tubo ningún efecto pese a su amplia difusión. En realidad estaban todos de acuerdo con él, pero la I WW fue una concatenación de decisiones neutras, pero todas juntas llevaron a una guerra de grandes matanzas mundiales.
Vean por ejemplo a Stefan Zweig, o su amigo ROMAIN ROLLAND... Igual que los ilusorios   intentos tras La Paz de formar organizaciones - Sociedad de Naciones, ONU, etc - para evitar otra guerra... que siempre llega tarde o temprano. Esa es la historia de la humanidad. 
Los pacifistas raramente han podido parar o siquiera frenar una guerra cuyos mecanismos psicológicos y materiales parecen cobrar autonomía un amplió vez puestos en marcha. Lo suyo que ya se han encarrilado a ella ya están programados para seguir adelante, pase lo que pase. Además hay tratados internacionales firmados, que pautan las primeras decisiones, no necesariamente directamente al frente, sino a un paso más que recorre la cadena que, fatídicamente, desemboca en el campo de batalla. Se llama la cadena de mando. La cadena de mando del enemigo tiene por obligación reaccionar a esa propuesta que ha llegado a la mesa, en la que más los presentes se enfrentan a un escenario muy distinto. Su decisión tendrá que ser la más dura pues sino, el enemigo deduciría un signo de debilidad. Habrá discusiones, pero será el jefe de mayor categoría el que debrá ponerse en la posición decisiva, difícilmente amistosa, pues el riesgo de transmitir imagen de debilidad o dubitativa al enemigo obedece alentar a éste a atacar antes.
Eso hace desarrollar una lógica infernal que favorece los acontecimientos que luego, tras la exterminación, serán lamentados. 
Pero los señores de la guerra son instruidos así. No tienen una lógica alternativa. Muchos no quieren la guerra, pero ellos pertenecen a una cadena de mando que sólo en caso de insubordinación, severamente castigada, puede interrumpir la férrea lógica... que volverá a funcionar en cuanto se solucione el pequeño desbarajuste y se repare el eslabón interrumpido.
Todo esto no quiere decir que no haya guerras justificadas, como la defensa contra un ataque alevoso. Cuando Churchill no quiso rendirse a Hitler, sabía que éste iba a intentar invadir y aniquilar Gran Bretaña, pero tenia la fundada sospecha que hitler no cumplía su palabra: era inútil firmar con el una paz con puntos falsos.
Sí, hay guerras justas que sin inevitables. Las guerras justas no evitan, sin embargo, las muertes, atrocidades mentales y físicas, que pueden ocupar para toda la vida el alma herida.

lunes, 3 de julio de 2023

Woke ha venido para quedarse

¿Quienes son los grandes referentes intelectuales de la izquierda?

En un absurdo artículo de El País, se encuesta a grandes líderes de la izquierda sobre qué intelectual le ha influido más en su vida. Como dice el columnista, los resultados son absurdo, tanto respecto a la realidad como a la insignificancia actual del intelectual señalado. Hay todavía alguien que jura su Fe por Marx, y otros por una no binaria sexual, lo que me parece un despropósito fundar tu vida sobre un aspecto tan irrelevante. Otros dicen que Gramsci, cuando este señor apenas se ha leído en España ni se ha cotejado su valor en unas elecciones. 

En realidad estamos viviendo una profunda transformación de la izquierda de (como diría el otro Marx - el auténtico -, Groucho), “de la nada a la más absoluta miseria”. 

En 1989 cayó estrepitosamente el Muro de la vergüenza (Berlín), y los comunistas se quedaron sin ideología que vender. Ya no se podían ganar las elecciones  con el viejo y acabado abuelo. El famoso - y engañoso - Eurocomunismo era un trampantojo fenecido también. 

El marxismo, además, como doctrina, estaba llena de fallos clamorosos; pero eso no importa, el problema es que ya no vendía. El comunismo rancio se hundió, y poco a poco fue sustituido por otra cosa, muy pringosa, que irradió de EEUU: el Woke, que está ahora mismo dinamitando las esencias de su país de origen e infiltrándose en la izquierda europea. Ah! Pero no sólo en la izquierda, sino en todos los sectores sociales incluidos los de derechas, puesto que el Woke no es una ideología de partido, sino  una infiltración en toda forma o institución de pensamiento. El Woke ha abrazado y asfixiado al rancio comunismo, transmitiéndole una nueva (y podrida) sangre que lo liquidará totalmente, como otras ideologías del pasado a derecha e izquierda. 

Lo siento, pero veo radicalmente incompatible el duro marxismo con el Woke. 

Aunque cosas más raras se han visto. 

No es la primera vez en la historia que un “despertar” agita las conciencias y determina un futuro. Por ejemplo, el romanticismo, que después de varios giros, fue la base sentimental que dio origen al nazismo. Al menos es lo que dice Isaías Berlin, el gran especialista en los heterodoxos. 

No debemos menospreciar estas cosas que nos auguran amargos amaneceres...

Detrás de los movimientos más absurdos, banales, desdeñados por ilógicos o pueriles, duerme su largo sueño el huevo de la serpiente, esperando su momento. La historia es así.


sábado, 1 de julio de 2023

La lucha contra la inflación

Como se ve en el gráfico abajo, si deflactamos los tipos de interés de la deuda a 10 años, por la inflación del IPC subyacente (a), resulta que la zona Euro no ha logrado que subiera el tipo de interés real - al contrario- mientras que EEUU sí lo ha conseguido, logrando recuperar la confianza en la FED.
Esto nos da una clara advertencia: EEUU está más cerca que Eurolandia en vencer la inflación, cosa en lo que además está cada día más cerca, pues ya está en el 3% y su inflación subyacente en el 5%. 
 

Eurolandia en cambio tiene una inflación total y subyacente más altas, y con un tipo de interés real (crecientemente) negativo, siempre hay más incentivo para que la demanda suba. No es suficiente subir los tipos nominales si la inflación sigue siendo más alta.
El solo hecho de que la curva de tipos de interés reales sea cada vez más negativa es un mensaje de que no se ha ganado ni una batalla contra la inflación. 
Por lo tanto, el BCE debe mantener la guardia alta, pues tiene muchos países miembros con inflaciones de dos dígitos, mientras que otros, como (oficialmente) España, se acercado al 2%. Eso aumenta la disparidad entre los países regidos por el BCE, un problema si se acercan problemas del sistema bancario - que parece se han disipado. A cambio, la economía nomse ha enfriado tanto como se esperaba en el primer trimestre, aunque técnicamente los países de euro están en recesión. Ahora se pronostica que ésta será breve y ligera... Pero ahí sigue la inflación, de la que muchas rentas no se han podido proteger: los componentes que más han subido son los más importantes para las rentas más bajas, como la alimentación.
Con todo, España ha sido más afortunada, pues ha logrado una inflación del 1,9%, con uma subyacente del 5,9%, todavía más alto de lo conveniente.
Hay que decir que hace tres mese las expectativas para hoy eran que habría una fuerte recesión inducida por una crisis bancaria, de la que vimos algunos conatos en el primer trimestre con varios grandes y mediados bancos quebrando. Se tomaron medidas profilácticas y parece que surtieron efecto. Las catástrofes previstas no se han producido. Las expectativas negativas se han reducido mucho, centrándose en una posible middle recession. Los agoreros, como el famoso Nouriel Roubini, han tenido que plegar velas y comerse sus sombríos pronósticos que, yo confieso, los asumí. Una prueba más de que  la Economía no ha  avanzado mucho desde Adam Smith, a pesar de la dosis letal de matemáticas que le han insuflado.  Y menos un en el sector financiero, que es un arcano cerrado para nuestros modelos.  

(a) la inflación subyacente es el IPC restando los componentes más volátiles, como alimentación y energía.

viernes, 30 de junio de 2023

El mar tranquilo de...

Leyendo a..., me he encontrado esto:

Hay rincones del mar en estas calmas soleados o sombreados que aparecen de una tal tersura, de una limpidez tan prodigiosamente filtrada, de una inmovilidad tan grande que el agua parece un cristal sólido. La superposición de capas de agua parece aumentar en términos de estática obsesión la claridad del fondo. Azules en la superficie, verdosas en las zonas intermedias, las aguas del fondo son de una pura cristalinidad. Asomarse a uno de estos remansos es un espectáculo que, quizá por su misma precariedad, transporta de las imágenes constantes. La arena del fondo está rizada en curvas suaves. Las matas de algas, verdinegras, se mueven dulcemente como si un imposible viento las agitara. Las lisas, a bandadas, nadan, sonambúlicas, rozando las curvas de la arena. A veces, una de ellas se tumba un momento sobre la arena y la plata brillante de su vientre da un destello brillante. Los erizos de mar contraen o erizan sus puntas de un negro azulado. Los pequeños salmonetes, como siempre, están inmóviles en el fondo cálido del agua. Las rocas del remanso señalan, en miniatura, una geografía grandiosa por la que culebrean extraños —pequeños cangrejos, gambas, pintarrajeados— minúsculos animales... Todo parece vivir y moverse dentro de un silencio grave. El agua es caliente. A veces, un soplo de viento riza la tersa superficie y un pedrusco rosado del fondo, pulido y suave, llega a tener por reflejo del viento un pálpito de color de piel rosada... Cuando pasa una nube lejana, su sombra se arrastra un momento por el fondo inmóvil del agua. Las plantas acuáticas parecen sorber la luz que cae a chorros y contraerse ligeramente con el paso de las sombras fugaces. Este es el tiempo de junio, las calmas de mar en junio, aunque estas calmas son siempre de escasa duración y como resultado de un milagro. La naturaleza no tiende al acuárium. La materia se fatiga de su mismo placer, la naturaleza parece aburrirse soberanamente de su propia calma, como si se intoxicara de su propio olor, el mar vuelve a su incesante forcejeo, a sus continuados y ciegos —inútiles— embates. La paz remansada ha existido un momento —y quizá no ha existido más que en nuestra imaginación—. Se levanta un ligero vientecillo, se deshacen las lejanas neblillas azuladas, las pequeñas olas levantan un ligero espumarajo y una vela latina, hinchada como una mejilla joven, pasa a lo lejos, alada y rauda. La calma se pierde... ¿Ha existido? ¿Ha sido un recuerdo, una ilusión, un deseo proyectado hacia fuera por evasión o fatiga insoportable? 
10 DE JUNIO DE 1944

jueves, 29 de junio de 2023

Feijóo se explicó

Por fin conocemos un poquito mejor a Feijóo, que resulta ser un señor normal que lleva treinta años ejerciendo de político en España y Galicia, con gran éxito de gestión. En Galicia gobernó 4 legislaturas seguidas. En suma, es un político contrastado por un currículum perfectamente meritorio, garantía para darle una oportunidad de que deshaga los entuertos acumulados por Sánchez, que no son pocos y sí muy graves para nuestra convivencia democrática. 
¿Votarían Uds a un señor que, como Sánchez, ha metido mano en tribunales, leyes, estadísticas básicas como el índice de precios, las cifras de paro, la contabilidad nacional (PIB), ha gobernado emitiendo una cantidad de deuda inexplicable más que por intereses suyos particulares, ha inculcado la Constitución, y, en fin, ha dejado el marco institucional democrático hecho un pringue?
Feijóo viene - si la gente no vuelve a votar al mentiroso obsesivo compulsivo-, a arreglar todo lo que ha deshecho y roto Sánchez como un niño mal criado que rompe los juguetes según se los dan, y coge rabietas olímpicas si no le suministran más. Por ejemplo, disfrutó como un enano con el Falcon, hasta que se cansó, y alquiló otro más guay que era de una rica y famosa familia. El Falcon se le quedó pequeño. Ha volado muchos más días que los tres anteriores presidentes juntos. 
Esperemos que los augurios  se cumplan, y podamos mandar a este vitriólico sujeto a su casa. Es más, yo propongo pagarle unas vacaciones indefinidas en una isla en pacífico, por donde pase una barca correo una vez al mes. Bueno, mejor al año. Los únicos momentos relajados que nos ha concedido MI YO ha sido cuando se iba de vacaciones.
Estoy haciendo un sesudo estudio para explicar por qué razón hay tanta gente que, como obnubilados, le siguen votando. Ya presentaré mis conclusiones si es que las alcanzo.

miércoles, 28 de junio de 2023

Vamos en volandas hacia el tercer mundo

 España lleva 20 años sin aumentar su productividad (incluso perdiéndola), que es la clave de bóveda de la economía de una sociedad. España perdió el tren de la revolución tecnológica de los noventa, aquella que permitió a ciertas economías, como EEUU, dar un gran salto en productividad además de ganar empleo. El empleo que se perdió en actividades ya obsoletas se ganó con creces en las nuevas actividades punteras, y la tasa de paro bajó por debajo del 4%. Otras economías se desenvolvieron bien en ese cambio de modelo, y su aumento de capacidad de movilización de recursos los dotó de más renta para atender a los grupos sociales que no se habían enganchado a ese tren. 
Como dicen los catalanes con su golpe de estado de 2017, “lo volverem a fer”. quiero decir que España, indefectiblemente, se perderá la oportunidad de subirse a la siguiente ola de progreso, porque aquí estamos obsesionados con dos temas bien asentados en nuestra mente colectiva. 
Uno es la sacralidad del problema distributivo, una sinrazón que nos han infiltrado en la escuela, y es que lo que deben hacer los políticos es igualar las rentas que perciba la gente, independientemente de su aportación a la renta total. Por eso hay tantos izquierdistas en España. Incluso los grupos independentistas son todos de izquierdas, lo que no permite predecir una economía sana en caso de que lograran la independencia. De hecho, en renta per capita y otros baremos internacionales, como en nivel educacional, Cataluña está muy por debajo de otras comunidades y otros países. Todo por la nefasta política de la inmersión lingüística, que como era de prever, daña enormemente el nivel de comprensión de los alumnos.
Otro mantra que nos impide meternos en el nuevo pelotón de los países avanzados es el de la tendencia centrífuga de nuestro estado cuasi federal, o mejor dicho, más allá de federal, en el que la delegación de políticas estatales ha sido subastada sin prevención en función de los intereses de los gobiernos de turno. Es decir, no sólo el independentismo, sino el poder real delegado a las 17 Comunidades, impide la coordinación mínima para hacer una política de temas básicos (educación, sanidad, asistencia social) que no sea muy cara y mal gestionada, además de fuente de desigualdad. 
Es claro que nos hemos acostumbrado a insensateces como que la política educativa haya sido transferida a las CCAA, y recibamos con indiferencia noticias reiteradas de sus efectos , como en lo comentado ante de la educación catalana y su fracaso. Fracaso de todos, porque, en primer lugar, el estado central ha sido incapaz de defender los derechos de los castellano parlantes, curiosamente la mayoría de los catalanes. De paso, la Constitución, como en otros temas graves, salta por los aires en su defensa del español como lengua común de todos. 
A todo esto, hay que sumar la venalidad de los últimos gobiernos socialistas, que han jaleado e incentivado estas debilidades del Estado porque les convenía para mantenerse en el poder. También hay que referirse a la debilidad manifiesta de los gobiernos no socialistas. En las últimas décadas, hemos asistido a un constante avance del desgaste de la Constitución y otras instituciones por la fuerza de los más hechos de los que desean acabar con el régimen parlamentario actual. 
El el gráfico, la productividad multifactorial de España desde los años cincuenta.



Como ven, España hizo un excelente trabajo entre el año1959 y 1989, con un aumento de productividad de más de 100%. Eso facilitó, sin duda, la Transición política a la Democracia. Desde entonces, la productividad no sólo no ha aumentado, sino que ha ido cayendo lentamente hasta un -9% acumulado, en tres décadas (1989-2019) que determinan una tendencia, que viene de larga data, muy preocupante. 
Porque los factores condicionantes que han propiciado esta decadencia, que hemos desarrollado antes, están tan enraizados que no se ve cómo se podrían corregir. 
Por eso digo que España, país tercermundista cuando empezó su carrera ascendente, corre el riesgo a volver a ser un país desenganchado de los demás países occidentales; incluso muchos países del Este de Europa, antiguos miembros del Pacto de Varsovia, lo están haciendo mejor en su normalización económica.