Hasta que irrumpió en escena la generación de los que andan por los treinta, esos y esas que darían un brazo y parte del otro por poder ser yanquis, los españoles, los españoles leídos por ser precisos, siempre soñaron con Francia, que era su ideal. La paradoja es que nosotros queríamos parecernos a los franceses y, al final, crisis del euro mediante, resulta que van a ser ellos los que se acaben mimetizado con los españoles. De hecho, el genuino drama de Francia es que cada día se parece más a España. E igual que en la Península Ibérica el grueso de la industria autóctona ha tenido que ser desmantelada por exigencia expresa del euro, a Francia le ha ocurrido algo no tan distinto. Incapaces, al igual que nosotros, de igualar la productividad de la industria germánica tras perder el escudo protector del franco, también ellos se han visto forzados a ir desmantelando poco a poco su tejido industrial. Un simple dato estadístico basta para ilustrarlo: en 1982, cuando aún el viejo Mitterrand presidía la República, el déficit comercial de Francia con la entonces RFA era de 28.000 millones de francos.
Treinta años después, y en francos constantes, ese mismo déficit se ha multiplicado por cuatro, nada menos que por cuatro, hasta sumar 108.000 millones. Lo dicho, en el fondo, españoles y franceses no somos tan distintos frente a la implacable aspiradora alemana. Francia necesitaría una moneda que valiese un 20% menos que el marco alemán. Pero esa moneda, ¡ay!, no existe. Por eso se está desintegrando el Partido Socialista tras su paso por el Elíseo. Por eso le ocurrió lo mismo antes a Sarkozy. Y por eso puede ganar Le Pen dentro de cinco meses. Porque, aquí, allí y en todas partes, el corolario de la desindustrialización es idéntico: el canto del cisne de la clase media. Tras la industria se van, y para no volver, los buenos empleos indefinidos, los salarios decentes, el acceso a la vivienda, los proyectos vitales consumados y las jubilaciones dignas. Porque, tras la desindustrialización, lo que llega en todas partes, igual en Francia que en España, es el desclasamiento. Por eso, igual allí que aquí, la ira. Le Pen puede ganar.
"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
martes, 31 de enero de 2017
Tiene toda la razón
lunes, 30 de enero de 2017
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Cataluña y sus Hechos consumados
Will Catalonia leave Spain?
The regional parliament of Spain’s semiautonomous Catalonia region voted in November 2015 to begin a process to achieve independence in 2017 — an outcome the Spanish government has vowed to block. But the secessionists, buoyed by the Brexit referendum, say the momentum of nationalist movements in Europe is on their side. Whether they will succeed remains unclear at best.
PSOE, Podemos
domingo, 29 de enero de 2017
El muro lo pagarán los useños
viernes, 27 de enero de 2017
Reagan, un antecedente de Trump
miércoles, 25 de enero de 2017
Krugman versus Trump
Y en el summun de los disparates, Obama ordenó la realización de ejercicios militares en Lituania y Estonia, en las fronteras mismas de Rusia, como si buscara un incidente. Maniobras en la que los riesgos de colisión entre aviones de EEUU y Rusia han sido enormes, algo que los comandantes operativos han evitado (“probablemente” a sugerencia de su antiguo jefe, el mítico y condecorado general James Mattis, nuevo secretario de Defensa, ya que aún no podía darles órdenes). Esa ruptura se hizo clamorosamente patente el pasado día 4 en la base militar Myer-Henderson Hall en Arlington en su discurso de despedida a la Fuerzas Armadas, en la que la mayoría de los asientos estaban vacíos.
martes, 24 de enero de 2017
Réquiem por la socialdemocracia europea
El éxito de la industria exportadora germana se debe a muchos factores. El primero es la ambición de muchos empresarios. Eso les llevó a una fuerte especialización. Como esa focalización implica un mercado pequeño, el siguiente paso ha sido alcanzar un gran mercado. Es decir, vender en todo el mundo. Para ello, crearon fuera filiales propias. Otra premisa de liderazgo es innovar constantemente y estar cerca del cliente. Y para esto se necesita personal altamente cualificado y fiel a la empresa. Son estrategias que se pueden aprender.En España he observado que muchos empresarios están satisfechos con su éxito local. Pero en el mundo global esa actitud puede resultar peligrosa. La clave es combinar la especialización y la internacionalización, sin olvidar la formación de los empleados. Creo que la industria española se ha opuesto a implementar el sistema de formación dual, que permite completar la formación teórica con la formación práctica en la empresa. Y eso es fatal. Una de las razones del elevado paro juvenil en España tiene que ver con la escasa implicación de la empresa en la formación dual. (Cursivas mías.)
lunes, 23 de enero de 2017
Turbulencia Trump
sábado, 21 de enero de 2017
Lucas versus Trump. Historia de las ideas económicas en un Twitter
Si amigos. A eso se viene a reducir la historia de las ideas económicas.Lucas : In economic policy, the frontier never changes. The issue is always mercantilism and government intervention vs. laissez faire and free market.
viernes, 20 de enero de 2017
Inquietante discurso de Trump
- Donald Trump ha inaugurado su mandato con un discurso (que pueden leer íntegro aquí) del que se vislumbran cosas inquietantes. Hay que destacar sus promesas de más proteccionismo contra las importaciones, mayor dureza contra la inmigración, y grandes dosis de populismo. Para populismo, el de Donald. Nada que ver con nuestros populistas, simples comunistas zarrapastrosos que nos quieren convertir en un soviet tercer mundista (oigan a Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid, diciendo que "hay que feminizar la administración" (sic)). Populismo fetén, el de Trump. Con todos sus defectos, yo lo prefiero, aunque algunos perfiles son francamente amenazantes para el resto del mundo.El plan de Trump es utópico. Devolver a los americanos-víctimas de la globalización lo que ésta les ha quitado. Como ya dije aquí, imposible. Eso se perdió para siempre. Las industrias que perecieron por culpa de la globalización no se recuperarán jamás, y menos con tarifas a la importación. Por otro lado, EEUU es el rey de la nueva tecnología, a la que Trump no ha mencionado siquiera en su discurso. Parece que para él esto es anecdótico. No es de extrañar, si escuchamos a Coppola su opinión sobre lo dos hombres clave en el diseño del plan:
Trump's trade agenda was set out in Peter Navarro & Wilbur Ross's paper (pdf) of September 2016. Peter Navarro's most famous work is the documentary "Death By China" which essentially blames China for all America's woes. Wilbur Ross is a businessman who made a fortune from buying up and restructuring manufacturing businesses, some of them protected by George Bush's trade tariffs. Both of them are unashamedly protectionist, labelling countries running large trade surpluses as "cheaters" and "manipulators" and demanding that the rules of international trade be changed to benefit America at their expense. Both of them have been appointed to top trade jobs by Donald Trump.
Mmmm... dos sujetos que parecen mirar al pasado... Pero intentar recuperar una industria periclitada poniendo en peligro la potencia única de las empresas que gobiernan el mundo de la tecnología, es suicida. Porque es obvio que si se excede en su proteccionismo sobre las manufacturas de otros países, habrá "Retaliations", y están recaerán sobre las industrias punteras americanas. Las mismas consecuencias o similares tendrá intentar que vuelvan a repatriarse empresas nacionales transplantadas a otros países, por el poco amable sistema del palo (castigo fiscal) y la zanahoria (recompensa fiscal), según se avengan o no a volver a reinstalarse en el suelo patrio. Todo esto suena muy inquietante para el resto del mundo. Como hay otros focos de anti globalización en marcha (la pelea de Brexit versus UE), el resultado puede ser traumático para según y quién le caiga la pedrea. Pero es inevitable pensar que el PIB mundial se encogerá, ineludiblemente. Menos PIB, más paro mundial. Otra de las promesas estrella de Trump me convence más: gastar dinero público en rehabilitar las empobrecidas y abandonadas infraestructuras. Es curioso que ahora los republicanos salgan con esto, cuando se han negado en redondo durante el mandato de Obama, pero como ven, las cosas de la política son igual de cínicas en todas partes. ¿Que puede dar de sí la combinación de más déficit público, más impuestos sobre importaciones, una rebaja impositiva a las empresas...? En mi opinión, todo esto junto ha de traer un aumento de la demanda interna, lo que aumentará la demanda de importaciones (Lo normal es que el aumento de la demanda prevalezca sobre la subida de impuestos a las importaciones), que sin embargo soportarán más impuestos: esto tendría que aumentar la inflación, por el mayor coste interno de las importaciones que se trasladaría a precios internos. Aquí entraría cuál será la reacción de la FED, según esta presión inflacionista rebase ciertos límites, pero con reacción de la FED o no, los tipos de interés aumentarán. Habría que ver cómo afecta a la deuda pública la suma neta de rebajas impositivas y aumento de la inversión pública, a coste de interés mayor, pero tarde o temprano saltaran las alarmas. Lo que pasa es que los Republicanos controlan ambas cámaras, por lo que habrá más tolerancia a la deuda. En suma, Trump promete dos cosas incompatibles, que es aumentar la demanda y reducir el déficit exterior, complicado con un plan agresivo de protección contra determinados países, que replicarán también con proteccionismo. Un sudoku complejo con sus derivaciones en el tiempo nada fáciles de predecir. Habrá un impulso inicial a la economía mundial, que luego puede verse desinflado a medida que se caliente la guerra comercial. ¿Hasta dónde llegará esta amenaza? Hay que decir que Trump no tiene razón, pero tiene razones en señalar con el dedo a los chinos (y otros países de la zona), cuya política comercial ha sido de piratería. Los chinos deben rectificar su esquema económico ahora que es una potencia mundial. Pero Trump no debería iniciar el sólo una guerra contra todos. Debería saber quiénes son sus aliados, y hasta ahora cuenta con un Reino Unido a punto de romper con la UE y parece ser que Rusia. Amenazar antes de tiempo no es aconsejable, y es lo que ha hecho hasta ahora. Su discurso de hoy no le desmiente. Amenazador, retador, y populista. Y, desgraciadamente, potenciador de otros populismo en el mundo.
jueves, 19 de enero de 2017
Norte, Sur, escándalo
El paradigma es que no hay paradigma
miércoles, 18 de enero de 2017
Gran golpe diplomático de China
"They talk a good game but the truth is that they have not been the fairest of traders. Talk is easy but are they actually going to open their markets? Are they willing to run trade deficits? I doubt it," said Nariman Behravesh, chief global economist for IHS.
"Xi Jinping's attempt to present China as a beacon of stability is a facade," said George Magnus from Oxford University's China Centre. "The level of credit creation is anything but stable, and it masks very serious issues that have not yet been fully understood by the most of the world."
"China has been one of the biggest beneficiaries of globalisation, but it is not a supporter of what we mean by free trade or a system governed by rules. It relies on subsidies, state aid, and hidden barriers," he said.
martes, 17 de enero de 2017
Los motores de la economía están rugiendo
Una acumulación de datos recientes sugiere que el panorama económico mundial comenzó a alterarse en el segundo semestre de 2016. Desde el verano pasado y a medida que nos adentramos en el nuevo año, la coyuntura muestra cierta aceleración del ímpetu de crecimiento en una serie de economías importantes. Por lo tanto, parece cada vez más probable que nuestra última proyección –según la cual el crecimiento mundial repuntará en 2017 y 2018, dejando atrás el deslucido desempeño del año pasado– se haga realidad. Al mismo tiempo, observamos una dispersión más amplia de los riesgos que rodean este pronóstico a corto plazo, que aún se inclinan a la baja. La incertidumbre se ha agudizado.
De acuerdo con nuestra proyección central, el crecimiento mundial aumentará a una tasa de 3,4% en 2017 y 3,6% en 2018, frente al 3,1% de 2016. Gran parte del avance previsto para este año y el próximo es atribuible a la mejora de la situación de algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo grandes que en 2016 estuvieron sometidas a un grado excepcional de tensión. Ahora bien, a diferencia de nuestro diagnóstico de octubre, en este momento estimamos que la evolución más alentadora que se perfila en Estados Unidos, China, Europa y Japón contribuirá más a las perspectivas internacionales.
La aceleración de la expansión sería especialmente benéfica este año: el crecimiento mundial registrado en 2016 fue el más débil desde 2008–09 debido a las dificultades del primer semestre, que arrancó en medio de sacudidas en los mercados financieros internacionales. Alrededor de mediados de año, la situación general comenzó a despejarse. Por ejemplo, los indicadores globales de la actividad manufacturera de las economías emergentes y avanzadas se encuentran en expansión desde comienzos del verano. En muchos países, las presiones que estaban empujando a la baja el nivel general de inflación se atenuaron, en parte gracias al afianzamiento de los precios de las materias primas.
Las elecciones presidenciales estadounidenses estuvieron seguidas de una significativa revaloración de los activos, distinguida por un fuerte aumento de las tasas de interés internas a más largo plazo, una apreciación del mercado de renta variable y un alza de las expectativas inflacionarias a más largo plazo en las economías avanzadas, y marcadas fluctuaciones opuestas entre el dólar (al alza) y el yen (a la baja). Al mismo tiempo, en las economías emergentes los mercados de acciones en general cayeron a medida que las monedas nacionales se debilitaron.
Naturalmente, los mercados de activos se ajustan en función no solo de sucesos corrientes inesperados, sino también de los cambios esperados. Según la interpretación de la mayoría de los analistas, los movimientos postelectorales anticipan una política fiscal más expansiva en Estados Unidos que le exigirá a la Reserva Federal un ritmo más acelerado de aumento de las tasas de interés. Los mercados son conscientes de que la Casa Blanca y el Congreso están en manos del mismo partido por primera vez en seis años, y de que los cambios apuntan a recortes de las tasas impositivas y, posiblemente, aumentos del gasto en infraestructura y defensa.
Conferencia de presidentes de CCAA
lunes, 16 de enero de 2017
Pensiones
Vamos a explicar esta descomposición de la fórmula que se hace para poder trabajar con variables operativas clave. Si observan atentamente, en realidad se trata de un identidad contable en la que se descompwone el numerador "Gasto pensiones"en distintos elementos. En efecto, Gasto en pensiones es idéntico a
{Número pensiones * pensión media}. Esto lo podemos descomponer en
{Núm pensiones / Núm trabajadores} * {[Pensión media / Salario medio] * Masa salarial}
Podemos introducir arriba y abajo "Pob en edad de trabajar", lo que nos permite tener en cuenta la relación entre ésta y el número de trabajadores
Recolocando los conceptos, obtenemos los siguientes factores, que tiene su propio nombre:
{Núm pensiones / Pob en edad de trabajar} = Tasa de dependencia
{Pob edad de trabajar / Núm trabajadores} = Tasa de empleo
{Pensión media / Salario medio} = Tasa de sustitución
{Masa Salarial / PIB} = Ídem
Estos cuatro factores están llenos de significados en la estimación del peso de las pensiones sobre el PIB estimado en el año para el que se quiere proyectar. Cada uno de ellos factores aumentarán la carga de las pensiones sobre la economía según aumenten ellos. Por ejemplo, la relación {Pob edad de trabajar / Núm de trabajadores} aumenta la carga de las pensiones sobre el PIB, pues hay menos corizantes por cada persona en edad de contribuir a la cotización. Lo mismo pasa con {Núm de pensiones / Pob en edad de trabajar}, como es obvio.
Por lo tanto, La estimación de cada uno de estos factores para el futuro nos dice cuál será la carga del gasto en pensiones sobre el PIB. Esta carga es ahora mismo del 10,7% del PIB. El 10,7% se explica por: una tasa de dependencia del 31%. Una Tasa de empleo del 55,8% (de 1,79 por cada empleado). Tasa de sustitución del 44%. Masa salarial / PIB del 44%. Veamos las proyecciones que hace Rallo para 2050:
Proyectemos lo que se espera de cada uno de los factores para ver cuál será este peso dentro de X años. Como dice el autor citado,
Si la edad de jubilación se mantiene en los 67 años, la tasa de dependencia se ubicará en torno al 64% en 2050. Si la tasa de sustitución no cae del actual 43,9%, el gasto en pensiones sobre el PIB dependerá de cómo evolucionen el empleo y su productividad. Si somos optimistas y consideramos que la tasa de empleo podrá aumentar hasta el 70% de la población en edad de trabajar sin que se hunda la productividad de los trabajadores (por ejemplo, una masa salarial en torno al 48% del PIB), el gasto en pensiones públicas aumentaría por encima del 19% del PIB. Si somos menos optimistas y la tasa de empleo se queda en el 60%, el gasto alcanzará el 22,5% del PIB. Es decir, sin elevar la edad de jubilación o sin reducir la pensión media en relación a los salarios medios, el gasto en pensiones tenderá en cualquier caso a duplicarse.
Por lo tanto, vemos que la sostenibilidad de las pensiones en relación a los recursos es función de que se retoquen algunos puntos que constituyen mitos bien aferrados en la conciencia de la gente, que piensa que su pensión "se le debe" porque ha cotizado. En realidad su pensión no está relacionada con la cotización. Su pensión esta cubierta por lo que cotizan los que hoy trabajan, y por eso se llama un sistema de reparto. A ello ha se añadirse los impuestos, cuando las cotizaciones no son suficientes para cubrir el gasto total.
Concretamente, es necesario aumentar la edad de jubilación como primera provisión, algo que hasta ahora no se ha aceptado fácilmente cuando se ha planteado. Tampoco es bien aceptado reducir la tasa de sustitución, o pensión media / salario medio; o lo que es lo mismo: el cálculo de la pensión por años de cotización.
En sentido positivo, estas medidas no muy populares podrían ser paliadas si el PIB, el empleo y la productividad aumentaran más, lo que reduciría la tasa empleo (es decir, aumentaría el número de trab / Pob en edad de trabajar) y aumentaría el PIB, el denominador de todos estos factores. Si España creciera robustamente, con aumentos de empleo y productividad constantes, habría más trozo de tarta para dedicar a las pensiones. Al final, el nivel de las pensiones dependen del PIB, pero las previsiones de crecimiento para España no son muy halagüeñas, dado el panorama demográfico decadente que se nos presenta. Esto podría ser sustituido, en parte, por la productividad, con la que no podemos contar mucho, dada nuestra trayectoria. La tendencia de España es a sustituir capital por trabajo - el paroxismo de esto fue la burbuja del ladrillo - y denegar el desarrollo tecnológico, lo que frena la productividad.
Cuando hablamos del PIB hablamos del PIB disponible, es decir, no afecto a otro gasto ineludible. Por ejemplo, debemos quitar de él la parta de pagos de impuestos por la deuda, un compromiso imposible de incumplir a menos que haya negociaciones con los acreedores. Por eso dediqué los dos post anteriores (aquí y aquí ) a la necesidad imperiosa de más inflación, para que el PIB nominal crece más y se acelere la cancelación de la Deuda, que es una cantidad nominal. Francamente, lo de mayor inflación como paliativo no se puede aplicar para el problema de las pensiones, a menos que se diera la suficiente ilusión monetaria para que la recaudación fuera siempre por delante del gasto.
En suma, debemos esperar una corrección lenta del problema, siempre por detrás de las necesidades.
sábado, 14 de enero de 2017
¿Por qué es buena la inflación?
Muchos no ha entendido mi post anterior. Sin embargo, es fácil. Estamos en deflación: los tipos de interés son negativos, y las deudas son enormes. Un poco de inflación cambiaría todo eso. Los tipos de interés se normalizarían, los margenes empresariales aumentarían, y las deudas disminuirían.
Empecemos por las deudas. Algunos me han dicho que las deudas han de pagarse. Eso presupone que se pueden pagar. Para pagar las deudas, La renta del deudor debe aumentar a una tasas mínima superior al tipo de interés devengado. Si no es así, la tasa deuda/renta no deja de crecer, lo que hace más difícil aún la devolución. Entonces, como decía Keynes en su "Tract on Monetary Reform", hay tres salidas:
- una quita de deuda o un impuesto de capitación igual a lo que se quiere cancelar de la deuda. Dudosa aceptación voluntaria de los votantes.
- una reestructuración de plazos e intereses, que es una quita con otro nombre, pero que ha de cumplir con que el tipo de interés debe ser menor al crecimiento anual de la renta (o PIB). Esto exige una negociación que muchas veces es dificil, y que debe ser impulsada por un tercero - FMI, por ejemplo - por la cantidad de intereses opuestos en liza.
- un aumento de la inflación, que eleve la tasa de avance de la renta nominal por encima del tipo de interés devengado. Si con ello aumenta la probabilidad de pago de la deuda, los acreedores lo aceptarán. Si no lo hacen, peor para ellos. Estamos suponiendo que estamos en niveles de deuda no redimibles precisamente porque la renta aumenta menos que el tipo de interés.
Por lo tanto, la inflación es deseable, sobre todo, sobre todo, cuando se está en una depresión deflacionista. Aún así, las bajas tasas de inflación son problemáticas, porque hacen caer a muchas rentas en zona peligrosa. Así, se puede decir que la inflación es un impuesto especial que viene a reemplazar otros métodos menos aceptables.
Con todo, olvídense de que lo normal es inflación cero. La Ilusión Monetaria existe. Es lo normal, lo que está en la naturaleza imperfecta humana. No existe la precisión. Nadie sabe cuál va a ser la inflación el mes que viene, ni el año que viene. Dentro de un margen, no es un problema. A partir de un nivel elevado, la inflación se convierte en un problema. La deflación es un problema mayor.
jueves, 12 de enero de 2017
El tan esperado regreso de la inflación
Algunos están convencidos que las deudas han de pagarse. Eso presupone que se pueden pagar. Para pagar las deudas, La renta del deudor debe aumentar a una tasas mínima superior al tipo de interés devengado. Si no es así, la tasa deuda/renta no deja de crecer, lo que hace más difícil aún la devolución. Entonces, como decía Keynes en su "Tract on Monetary Reform", hay tres salidas:
- una quita de deuda o un impuesto de capitación igual a lo que se quiere cancelar de la deuda. Dudosa aceptación voluntaria de los votantes.
- una reestructuración de plazos e intereses, que es una quita con otro nombre, pero que ha de cumplir con que el tipo de interés debe ser menor al crecimiento anual de la renta (o PIB). Esto exige una negociación que muchas veces es dificil, y que debe ser impulsada por un tercero - FMI, por ejemplo - por la cantidad de intereses opuestos en liza.
- un aumento de la inflación, que eleve la tasa de avance de la renta nominal por encima del tipo de interés devengado. Si con ello aumenta la probabilidad de pago de la deuda, los acreedores lo aceptarán. Si no lo hacen, peor para ellos. Estamos suponiendo que estamos en niveles de deuda no redimibles precisamente porque la renta aumenta menos que el tipo de interés.
Por lo tanto, la inflación es deseable, sobre todo, sobre todo, cuando se está en una depresión deflacionista. Aún así, las bajas tasas de inflación son problemáticas, porque hacen caer a muchas rentas en zona peligrosa. Así, se puede decir que la inflación es un impuesto especial que viene a reemplazar otros métodos menos aceptables.