"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James
martes, 1 de abril de 2014
La realidad y la ficción se entrelazan. La pasión de la historia
lunes, 31 de marzo de 2014
Ah, la hiperinflación junto a la depresión de los austéricos!
El BCE y la deflación
domingo, 30 de marzo de 2014
Realismo versus perfección formal
El 23-F. El Rey, Suárez, Armada y Felipe González. ¿Es factible un gobierno de concentración?
(Para una narración solvente y exacta de la trama, ver Jesús Palacios).
sábado, 29 de marzo de 2014
Las verdades y mentiras del ajuste. La supuesta reorientación de laeconomía española
viernes, 28 de marzo de 2014
Por qué la de-sin-flación es perversa
DSGE, jugar a los marcianos.
jueves, 27 de marzo de 2014
Las perspectivas del gobernador
La mirada lúbrica del inquisidor
miércoles, 26 de marzo de 2014
Política pro inflacionista
Gráficos de Krugman sobre el euro
Principios y líneas rojas. De Suarez a Zapatero
La voy a contar para quitarme el asco del vomitivo artículo de Zapatero de hoy en El Mundo (y ya de paso de las nauseabundas declaraciones de Mas ante el cuerpo presente de Suárez), donde hace una agiografía de Adolfo Suárez que en realidad es utilizarle aviesamente para elevar su es adapta talla a la del muerto. Es a eso que se llama ser el muerto en el entierro, porque los hay, y muchos, que les gustaría a veces estar en una caja de pino, muerto y alabado por todos. Leerlo es un verdadero insulto a la inteligencia. Para este felón Suarez era, sobre todo y nada más, talante. Como él mismamente.
Y ahora cuento la anécdota de Martín Prieto (que me perdone si no fue él pero no creo deshonrar a nadie).
En una visita a España de Hasan, rey de Marruecos, padre del actual rey, hubo una cena en la Zarzuela a la que asistía nuestro rey Juan Carlos I, Hasan y Suárez, entonces presidente del gobierno. Bromeando como suele ocurrir en esas ocasiones, "entre risas y veras", el rey Hassan amenazó a Juan Carlos que un día tomaría Ceuta y Melilla por sorpresa, y no pasaría nada.
Suárez se levantó de la mesa y dijo que esas cosas ni en broma, pero que por seguir la lógica de los acontecimientos, si él era presidente, inmediatamente mandaría bombardear Rabbat, como muy bien sabía Juan Carlos I, allí presente. Parece ser que la sonrisa se le borró de la cara al rey marroquí, y al rey Juan Carlos, que hasta entonces estaba siguiendo la broma.
La anécdota es esa. Suárez sabía cuales eran sus obligaciones, y no bromeaba con ellas. No era todo talento de negociación, por mucho que logró llevar la transición a buen término convenciendo a unos y otros. Tenía principios y líneas rojas.
Si no se tienen principios, y líneas rojas -como no los tenía Zapatero, que fue el que puso el país patas arriba escribiendo con Artur Mas el borrador del Estatuto que rige hoy en Cataluña- ni el talante de los cojones ni nada, sirve para mantener un país en pie.
Es nauseabundo que a este sujeto malévolo le den un a página para que exprese su vaciedad a costa de la figura, la única que tenemos, de esta malhadada historia de España. El Mundo debería tener un cierto sentido del pudor, y no dejar mancillar el buen nombre de el único presidente que hemos tenido con sentido del deber u una cierta idea de España. Ya está bien el "todo vale" de hoy. No todo vale.
Por cierto, no unieron decir con esto que Suárez debió ser eterno presidente de España. Lo único que digo es que sus sucesores no estuvieron a la altura de la historia. Él sí, porque el destino le tocó con su varita. Pero los demás nos han traído a esto de hoy. Que Dios les perdone, yo no.
martes, 25 de marzo de 2014
Generación perdida. Dejemos ya de hablar de mercado de trabajo yhablemos del mercado empresarial
BDE luego yo conozco gente próxima a mi que perdió su empleo al comenzar la crisis, y por su edad veo muy difícil su reincorporación a la normalidad de un empleo duradero.
En dicho artículo hay un gráfico sobre el paro juvenil en Europa. Hay tres lecturas sucesivas: primero, que el paro juvenil en la UE es mucho más alto que en EEUU, aunque allí están muy preocupados, porque sigue siendo más alto que las cifras pre crisis. Segundo, que el paro juvenil en España es más del doble que el de la UE. El de Alemania es más bajo que el de EEUU. Tercero, que a lo máximo que puede aspirar España es acercarse penosamente a la UE. Desde luego no a EEUU y menos a Alemania. Detrás de esas cifras hay unas instituciones que ni podemos soñar con ellas, tanto de libertad como de organización social. Un país y sus resultados sociales son fruto de una concatenación de cosas, no sólo de una variable económica como el salario y la inversión.
Por eso insisto tanto en la inversión directa extranjera como fuente de esos cambios inumerables que necesitamos para competir de verdad.
Un contraejemplo: Arturo Fernández ha vuelto a ser elegido presidente de la CEOE de Madrid. Es un sujeto que está procesado, y sin embargo, la CAM le apoya. No sólo eso, sino que en su candidatura va la mujer de González, que había tenido que dimitir de no sé que cargo por el asunto del pisito "resortes" en Marbella. Arturo, cual rey de la Tabla redonda, ha prometido que no será vicepresidenta (lo que denota una mala conciencia como un océano de grande).
lunes, 24 de marzo de 2014
El euro, perfecta orquestación a la baja
La reforma fiscal y su alcance en el contexto del euro
domingo, 23 de marzo de 2014
El desengaño de Soros sobre Europa
El valor de Suárez
La vieja y la nueva política
Conste, pues, que no he hecho aquí la crítica, cien veces repetida, de los abusos y errores que unos partidos, unos periódicos, unos Ministerios vengan cometiendo. Sus abusos me traen sin cuidado para los efectos de la nueva orientación política que busco y de que hoy os ofrezco, como la previa cuadrícula, la pauta de conceptos generales donde habrá de irse encontrando en sus detalles. Los abusos no constituyen nunca, nunca, sino enfermedades localizadas a quienes se puede hacer frente con el resto sano del organismo. Por eso no pienso como Costa, que atribuía la mengua de España a los pecados de las clases gobernantes, por tanto, a errores puramente políticos. No; las clases gobernantes durante siglos — salvas breves épocas — han gobernado mal no por casualidad, sino porque la España gobernada estaba tan enferma como ellas. Y o sostengo un punto de vista más duro, como juicio del pasado, pero más optimista en lo que afecta al porvenir. Toda una España — con sus gobernantes y sus gobernados —, con sus abusos y con sus usos, está acabando de morir.
Y como son sus usos, y no sólo sus abusos, a quienes ha llegado la hora de fenecer, no necesita de crítica ni de grandes enemigos y terribles luchas para sucumbir.
Mis palabras, pues, no son otra cosa sino la declaración de que la nueva política ha de partir de este hecho: cuanto ocupa la superficie y es la apariencia y caparazón de la España de hoy, la España oficial, está muerto. La nueva política no necesita, en consecuencia, criticar la vieja ni darle grandes batallas; necesita sólo tomar la filiación de sus cadavéricos rasgos, obligarla a ocupar su sepulcro en todos los lugares y formas donde la encuentre y pensar en nuevos principios afirmativos y constructores."
No deja de sorprenderme la justeza del diagnóstico, la adecuación de las metáforas, de la España de hace cien años a la de hoy. Si existe una cosa llamada España -cosa que niegan muchos- se ve en estos paralelismo históricos, en los que es innegable que hay una continuidad en la manera de ser una nación. Somos españoles, no somos alemanes ni franceses ni americanos.
Como entonces, ahora los ocupantes de las instituciones parecen fantasmas que sólo hablan con el espejo. Mouriño decía que los jugado era del Madrid tardaban en salir al campo porque necesitaban antes mirarse al espejo. Como si no confiáramos en nuestra conciencia, necesitamos confirmarnos permanentemente en el espejo. No importa lo ue piensen los demás de nosotros. Importa lo que pensamos que piensan los demás.
El gobierno no quiere tomar decisiones que le perturben su existencia plasmatica y fantasmal. Se ha recostado en Europa para no tomar decisiones. La prensa fantasmal, en manos de Corifeos fantasmales, repiten que lo que se no hace es lo único que se puede no hacer. No se puede hacer nada más, estamos en Europa.
Suárez fue el único valiente que tomó decisiones con riesgo de su vida. Ayer lo dije: "llevó a España de la legislación franquista a la constitución de 1978" en tres años convulsos, en los que todos los demás querían matarlo, anularlo, desprestigiarlo, pisotearlo.
No disponemos de las claves de su cese (disfrazado de dimisión), pero en su discurso de despedida se veían claras alusiones a presiones muy dolorosas: como dice Miguel Ángel Mellado en El Mundo, hoy:
'Hay silencios elocuentes, al no citar en los agradecimientos ningún nombre propio. Y frases enigmáticas que anticipaban, sin mencionarlo, el golpe en ciernes. «Me voy sin que nadie me lo haya pedido» (sólo podía pedírselo el Rey; ergo, excusatio non petita, accusatio manifesta). «Con el convencimiento de que este comportamiento, por poco comprensible que pueda parecer a primera vista, es el que mi patria me exige en este momento» (¿incomprensible, en ese momento, al no querer decir que se iba para evitar la asonada militar?). «Es necesario que el pueblo español se agrupe en torno a las ideas básicas, a las instituciones y a las personas promovidas democráticamente en la dirección de los asuntos públicos» (¿no, por tanto, a las personas que llegaron o pudieran llegar por maniobras ajenas a las urnas, por más que se presentaran bajo supuestos parámetros de la Ley?). Lo que no contó Suárez y martilleó su mente hasta olvidarlo todo es que en el golpe de Armada estuvo involucrado el aparato del Estado y hubo una trama civil de primer nivel, dentro y fuera de la política. Se tragó como un sapo el otro papel del Rey, de Felipe González, de Fraga, de banqueros como Escámez... Hoy, los aún vivos, derramarán lágrimas en el adiós."
Hay empezó una cosa que ahora, como sino Ortega,
Toda una España — con sus gobernantes y sus gobernados —, con sus abusos y con sus usos, está acabando de morir.