Un ejemplo de esas razones, que rezuma en los textos de esta secta, lo tenemos en este de Huerta de Soto, de inenarrable desconocimiento y dogmatismo pari passu con su dios Mises, al que cita:
No necesita comentarse. La prueba de que ese dogma es una religión es que se dejan e hablar a los discípulos si osan desviarse un milímetro de la doxa. Por cierto, que el tal discípulos fue uno de las mejores economistas conservadores de los años de pos guerra. Pero se le ocurrió cuestionar los tipos de cambio fijos y el patrón oro, y se la juraron en el aquelarre ese de la "Mont Pelerin Society", que no ha producido un papel digno para la historia salvo los de Hayek. Menudas tenidas debían ser esas reuniones...En lo que se refiere a Ludwig von Mises, es bien conocido cómo se alejó de su dilecto discípulo Fritz Machlup, cuando éste comenzó a defender en 1961 los tipos de cambio flexibles en el seno de la Mont Pèlerin Society. En efecto, según R.M. Hartwell “Machlup’s support of floating exchange rates led von Mises to not speak to him for something like three years” (Hartwell 1995, 119). Mises podía entender que los macroeconomistas sin formación académica sobre teoría del capital como Friedman y sus acólitos de Chicago y, en general, los keynesianos, defendieran los tipos flexibles y su siempre implícito inflacionismo, pero lo que no estaba dispuesto a perdonar es que alguien que, como Machlup, había sido su discípulo y, por tanto, verdaderamente sí sabía de economía, se dejara llevar por el pragmatismo y las modas pasajeras de lo políticamente correcto. De hecho, Mises llegó a comentar a su mujer que no podía perdonar a Machlup porque “he was in my seminar in Vienna; he understands everything. He knows more than most of them and he knows exactly what he is doing” (Margit von Mises 1984, 146). La defensa que hace Mises de los tipos de cambio fijos corre en paralelo a su defensa del patrón otro como sistema monetario ideal a nivel internacional. Así, en 1944 en Omnipotent Government Mises escribió: “The gold standard put a check on governmental plans for easy money. It was impossible to indulge in credit expansion and yet cling to the gold parity permanently fixed by law. Governments had to choose between the gold standard and their –in the long run disastrous- policy of credit expansion. The gold standard did not collapse.
Otro párrafo recargado de soberbia seguridad:
Es decir, que desde la segunda guerra mundial no ha habido libre empresa, ni propiedad privada, sino socialismo, etc, por culpa de los tipos de cambio flexibles, la existencia de bancos centrales, y la falta de un coeficiente del 100% de los depósitos. Toma ya.La conclusión de todo el análisis teórico realizado es que el actual sistema monetario y bancario es incompatible con una verdadera economía de libre empresa, adolece de todos los defectos enunciados por el teorema de la imposibilidad del socialismo, y es una fuente continua de inestabilidad financiera y de perturbaciones económicas. Se hace imprescindible pues, un profundo rediseño del sistema financiero y monetario mundial, que solucione de raíz la fuente de los problemas que nos aquejan y que debe fundamentarse en las tres reformas siguientes: (a) el restablecimiento del coeficiente de caja del 100 por cien como principio esencial del derecho de propiedad privada en relación con todo depósito a la vista de dinero y sus equivalentes; (b) la abolición de todos los bancos centrales, innecesarios como prestamistas de última instancia si se cumplimenta la reforma (a) anterior, y que como verdaderos órganos de planificación central financiera son una fuente continua de inestabilidad
Qué insania. Que arrogante suficiencia. Se pone, sin ser consciente, en la posición del revolucionario que quiere arrasar con todo. Es un epígono mediocre de gente como Hayek, que por lo menos dejó algunas cosas servibles. Pero la cerrazón de esta gente lleva a cuestionarlo todo, y de ahí su revolucionarismo.
Es decir, me da igual que hayan descubierto una teoría del dinero mejor. De todas formas, la teoria de Menger (fundador de al escuela), es universalmente reconocida. El problema es el uso que hacen de ella para construir castillos en el aire. Asi, Huerta de Soro, en el papel citado, llega a una defensa a ultranza del euro como garantía de "la propiedad privada, la libertad"...
¿Cuando el euro ha obligado a decir al verdad a Zapatero o Rajoy? bueno, pues según él, gracias al euro, no han mentido:Pues bien, el establecimiento del euro en 1999 y su culminación efectiva a partir de 2002 supuso la desaparición del nacionalismo monetario y de los tipos de cambio flexibles en la mayor parte de la Europa continental.
El euro como “proxy” del patrón oro (o por qué los defensores de la libre empresa y de la libertad de mercado deben apoyar al euro mientras su única alternativa sea la vuelta al nacionalismo monetario)...
Y: "Solo cuando los tipos de cambio son fijos los gobiernos se ven forzados a decir la verdad a los ciudadanos.
O sea, que sus cojonudo que el euro sea más irreversible que el oro. Para terminar, el deliro de grandeza/Conviene ahora resaltar dos diferencias significativas del euro en relación, tanto con el sistema de monedas nacionales ligadas entre sí con tipos de cambio fijos, como respecto del propio patrón oro. Empezando con la diferencia con este último patrón, es preciso constatar que abandonar el euro es mucho más difícil de lo que en su día fue salirse del patrón oro. En efecto, las monedas ligadas al oro mantenían su denominación local (franco, libra, etc.), por lo que fue relativamente fácil, a lo largo de los años treinta del siglo pasado, romper el anclaje con el oro, en la medida en que los agentes económicos, conforme a lo indicado por el teorema regresivo del dinero enunciado por Mises en 1912 (Mises 2012, 83-134), siguieron utilizando sin solución de continuidad la moneda nacional, ya no canjeable por oro, apoyándose en la capacidad adquisitiva de la misma justo antes de la reforma. Esta posibilidad está hoy completamente cerrada
Pues bien, no hay cosa que más nos haya aproximado al socialismo que la pobreza que ha creado el euro. Como su teoría liquidacionista en los años treinta empobreció al mundo y subvertido las sociedades que luego fueron conquistadas por los extremistas de uno y otro signo.Resulta, pues, hasta cierto punto divertido (a la vez que patético) constatar cómo la legión de ingenieros sociales y políticos intervencionistas que, en su día encabezados por Jacques Delors, diseñaron la moneda única como un instrumento más de sus grandiosos proyectos de unión política europea, hoy ven con desesperación algo que en ningún caso parece que pudieron prever: que el euro ha terminado actuando de facto como el patrón oro, disciplinando a ciudadanos, políticos y gobernantes, atando las manos de los demagogos y poniendo en evidencia a los grupos de presión (encabezados por los siempre privilegiados sindicatos) e incluso cuestionando la sostenibilidad y los fundamentos mismos del Estado del Bienestar.