"How can I know what I think until I read what I write?" – Henry James


There are a few lone voices willing to utter heresy. I am an avid follower of Ilusion Monetaria, a blog by ex-Bank of Spain economist (and monetarist) Miguel Navascues here.
Dr Navascues calls a spade a spade. He exhorts Spain to break free of EMU oppression immediately. (Ambrose Evans-Pritchard)

domingo, 30 de marzo de 2014

El 23-F. El Rey, Suárez, Armada y Felipe González. ¿Es factible un gobierno de concentración?

Hoy, tras la muerte de Suárez, empieza a reconstruirse la historia reciente de España. En El Mundo de hoy, es de obligada lectura la entrevista con Pilar Urbano acerca de su nuevo libro sobre el  golpe del 23-F. Confirma lo que otros ya habían dicho: fue un golpe del Rey contra Suárez. Si el Rey fue el  motor, o se subió después, o simplemente tuvo que aceptarlo como mal menor, no quita un ápice al hecho de que el Rey presionó a Suárez para que se marchará desde meses antes al golpe. Y no de buenos modos, sino con amenazas e insultos, incluso con el perro del Rey atacando y mordiendo a Suárez ante la violencia de la discusión (Sic). 
(Para una narración solvente y exacta de la trama, ver Jesús Palacios).
Suárez se marchó al ver que tenía a todos en contra. Felipe González puso como condición para participar que no estuviera Suárez. La operación debería acabar con un gobierno de concentración presidido por el general Armada, muñidor de todo, con Felipe González de vicepesidente, y hasta un comunista, Solé Turá, de ministro; y Fraga, por supuesto. 
La versión más benévola, para el Rey y Felipe González, es que las presiones y amenazas militares eran tan fuertes que aceptaron un plan que podría ser el mal menor. Sin embargo, el rey habló con dos amigos de confianza para proponerles que le ayudaran, y los dos le advirtieron que eso iba a acabar mal, como cuando su abuelo aprobó el golpe de Primo de Rivera. El rey al final se decantó por seguir fiel a la constitución y que el sucesor legítimo de Suárez, Calvo Sotelo, formara el gobierno que debía meter a España en la OTAN como su principal objetivo. Pero cuando el rey había elegido la vía legal, a Armada ya "le habían puesto los patines", y la "operación "De Gaulle" no se pudo parar. Armada quería ser el De Gaulle español, y además contaba con los espadones más conspicuos. Éstos ya le habían enseñado los dientes al rey para que apoyara el golpe. 
Ese nombre, De Gaulle, resumía las pretensiones de los golpistas: querían hacer una operación como la que llevó a De Gaulle, en 1958, al poder, y que fue un éxito constitucional que todavía hoy dura. Esa era la pretensión de los cerebros del golpe, pero los actores no jugaron bien su papel. 
De todas formas, el general Armada no era De Gaulle, ni España es Francia, no se sabe como hubiera acabado un gobierno al filo de la ley compuesto por Armada (y todos las presiones militares detrás de é), Felipe González (ídem con las previsiones de la izquierda marxista del PSOE) y Fraga Iribarne, la derechona, que se había abstenido en el referéndum de 1978 sobre la Constitución y, que por lo tanto, era proclive a no cumplirla o cambiarla. 
En suma, no creo que ese gobierno hubiera sido estabilizador. 
Y esto me lleva a una consideración: este "fracaso" demuestra, para mí, que un gobierno de concentración de los partidos parlamentarios de centro, son muy difíciles en España. No digamos ya del arco parlamentario. No hay la mínima condición necesaria, que es una visión prioritaria común de España. Las diferencias ideológicas cubren demasiadas cosas, se centran en objetivos que deberían ser secundarios en cualquier país normal. Hay demasiada intensidad emocional en la izquierda sobre aspectos totalmente secundarios, como la república salvifica. Y no digamos en los nacionalistas. El arco parlamentario español no tiene una distribución ideológica y práctica normal, con gran mayoría de sentido común en el centro y algo de radicalismo en los extremos. Hay partido a parlamentarios que juegan al promover lo que ellos mismos llaman "el estallido social" como sí eso fuera la panacea de los problemas. Sacar a la gente a la calle es el método más común para presionar al gobierno, 
Es un parlamento dislocado, donde los partidos de centro tienen problemas para controlar sus bases. Es más, el PSOE no es ya ni siquiera un partido socialdemócrata, aunque esa deriva no le ha aportado más que descalabros electorales. Sus propuestas sobre Cataluña son huecas, lo que lleva a pensar que un partido de coalición o concentración con el PP no arreglaría nada que no fuera ceder ante los nacionalistas económicamente, pero cerrando en falso el problema. 
Eso aparte de la gestión de la crisis, que se complicaría con una parte del gobierno tironeando hacia el gasto social. Si ha sido difícil para el PP meterse en el resta et bancario, con un partido de ambos, sería enormemente complicado. Y la "gente" no dejaría de salir a la calle, incluso invitados desde del Parlamento y el Gobierno. 
En suma, un gobierno de concentración podría muy bien ser más débil que un gobierno de mayoría absoluta. Es lo que tenemos, es lo que somos. Lo primero que tendrían que hacer, sin necesidad de un gobierno de concentración, es que la ley electoral reforzara los gobiernos de mayorías. Pero eso es impensable por parte de la oposición. 

sábado, 29 de marzo de 2014

Las verdades y mentiras del ajuste. La supuesta reorientación de laeconomía española

En el primer gráfico expongo cómo ha cambiado la estructura de la demanda desde los años noventa. 
Para ello escojo tres fechas distanciadas, 1995 (fase de recuperación gracias a las devaluaciones de la peseta), 2007 (en la cúspide de la burbuja especulativa) y la fecha más reciente, el último trimestre de 2013. En cada una tomo el porcentaje de PIB de cada gran partida de gasto de la demanda: consumo de hogares, consumo público, inversión o Formación fija de capital privado y público (en las Cuentas del INE. No se pueden separar), exportaciones e importaciones. La suma de esos porcentajes, cada uno con su signo (importaciones en negativo) debería ser 100, pero como no he incluido el sector de instituciones privadas sin fines de lucro, no llega a sumar exactamente 100. 



De todas maneras eso no es lo más relevante. Primero, nótese la constancia en la participación del consumo privado y público, franjas azul y verde del gráfico. Apenas se puede destacar una caída del consumo privado durante la burbuja (señalando probablemente lo destinado al pago de la hipoteca). Este no-consumo, erróneamente, se pensaba que era un esfuerzo de ahorro, pero como luego el bien en el que se depositaba, la vivienda, no cumplió las expectativas, pues fue un ahorro perdido, ruinoso, mientras que la deuda contraída por las familias seguía vigente. Este ahorro ha acumulado se ha hundido junto con el precio de los pisos. 
Con todo, el nivel relativo al PIB del consumo privado se ha mantenido notablemente bien, pese al aumento del paro y la caída salarial. 
Lo segundo es la constancia del total del consumo público, algo que sorprende en un contexto que  se supone de ajuste fiscal. Si el consumo público ha mantenido su porcentaje del PIB, es que el ajuste del gasto ha recaído en la inversión pública (que viene recogida junto con la privada en la franja amarilla). 
La franja amarilla, la FBCF, o inversión en capital fijo, es el gran pagador del ajuste de la crisis, pues cae del 30,9% de 2007 a un 17,9% en 2013. Puede ser que la inversión fija en obra pública y en vivienda fuera excesiva en la cresta de la ola, pero lo cierto es que la inversión está muy por debajo del 21,9% de PIB que representaba en 1995. 
Las consecuencias de esta baja inversión, aparte del aumento de la tasa de paro presente, son muy negativas para la productividad futura, en la medida en que el capital destruido lo ha sido indiscriminadamente, productivo o no. El tejido industrial destruido no se recogerá rápidamente. 
Por último, ha de destacarse el gran cambio en el sector exterior, con un aumento notable del porcentaje de exportaciones (naranja), pero también de las importaciones (rojo), que apenas ha bajado pese a la crisis. En proporción al PIB es obvio que España se ha reorientado al exterior, con el resultado neto de un superávit del 2,4% del PIB (diferencia entre el % de export e import en 2013). Pero este cambio puede no ser definitivo, pues las perspectivas de la demanda externa de exportaciones no son muy brillantes. 

Veamos ahora la evolución a más corto plazo, desde el comienzo de la crisis, pero en sus valores nominales en euros, no como porcentaje del PIB, y el saldo neto exterior, Export-Import, para que se aprecie mejor la caída absoluta del PIB que, no olvidemos, está por debajo el nivel de 2009. La historia es la misma:





Ajuste positivo de las exportaciones netas a costa de las inversiones productivas. Ni las importaciones (que aumentan en paralelo a la exportaciones) ni el consumo público se reducen mínimamente. 
El sostenimiento de unas exportaciones dinámicas y un aumento del empleo exigen que la inversión productiva aumente y otros gastos se contengan; cabe dudar de si esta inercia del consumo público y el desplome de la inversión garantizan una economía sostenible. No parece que haya unos cambios tendenciales en ese sentido, ni en el próximo futuro. 
En suma, el ajuste estructural no ha sido tan brillante. Ha consistido básicamente en un contracción de la inversión. 
¿Qué ha faltado para llegar a un ajuste más sostenible en el futuro? 
Primero voluntad política. La degradación de la política tiene estas consecuencias: es muy difícil reducir el consumo público cuando el paro están alto. 
Segundo, instrumentos potentes adecuados: un Banco Central que tuviera potencia de fuego, y una divisa propia que al devaluarse hubiera facilitado el ajuste exterior sin tan brutal caída de la demanda interna. Y es que el dinero tiene efectos reales, y muy duraderos. En hay más que ver la contraproductiva subida de los ricos de interés reales desde que Draghi hizo bajar los ríos nominales con su OMT, gracias a la deflación galopante. 
La deflación, o la simple desinflación, es perversa porque sube los tipos de interés reales devengados. Prueba: el gráfico adjunto. Arriba, los tipos de interés nominales de la deuda pública a 10 años y del crédito bancario a Hogares y Empresas (interés sintético calculado por el BdE, fuente de los datos). En la linea verde, la inflación del IPC subyacente (IPC menos alimentos no elaborados ni energía, que se supone la inflación más probable en el futuro). Abajo, los mismos tipos de interés pero reales, es decir, deflactados por el IPC subyancente.


Como ven, en términos reales los tipos aumentan notablemente desde la crisis de 2012, aunque nominalmente han bajado (por el "Efecto Draghi"). La desinflación ha elevado el coste real del consumo  y de la inversión.
Sólo en caso de que las expectativas de salario real y beneficio real fueran superiores al tipo de interés real devengado, podría considerarse buena a desinflación/deflación. Pero es muy difícil que crezca el PIB con deflación, precisamente porque los tipos reales de interés suben. Mientras el PIB crezca menos que el tipo de interés real, las deudas, pública y privada, en relación al PIB, suben. La deflación es un problema del BCE. 

viernes, 28 de marzo de 2014

Por qué la de-sin-flación es perversa

La deflación, o la simple desinflación, es perversa porque sube los tipos de interés reales devengados. Prueba: el gráfico adjunto. Arriba, los tipos de interés nominales de la deuda pública a 10 años y del crédito bancario a Hogares y Empresas (interés sintético calculado por el BdE, fuente de los datos). En la linea verde, la inflación del IPC subyacente (IPC menos alimentos no elaborados ni energía, que se supone la inflación más probable en el futuro). Abajo, los mismos tipos de interés pero reales, es decir, deflactados por el IPC subyancente.

Como ven, en términos reales los tipos aumentan notablemente desde la crisis de 2012, aunque nominalmente han bajado (por el "Efecto Draghi"). La desinflación ha elevado el coste real del consumo  y de la inversión.
Sólo en caso de que las expectativas de salario real y beneficio real fueran superiores al tipo de interés real devengado, podría considerarse buena a desinflación/deflación. pero es muy difícil que crezca el PIB con deflación, precisamente porque los tipos reales de interés suben. Mientras el PIB crezca menos que el tipo de interés real, las deudas, pública y privada, en relación al PIB, suben. 

DSGE, jugar a los marcianos.

Aleccionado por un amigo, me he puesto a estudiar modelos DSGE, es decir, modelos macroeconómicos con fundamentos en el comportamiento de los agentes individuales. Desde luego el libro que me ha recomendado es muy bueno (Michael Wickens), porque aclara en qué se oponen los modelos DSGE a los viejos modelos keynesianos. Es bueno conocer lo que argumenta el adversario para no hablar de oídas.
A medida que leo no hago más que confirmar mi rechazo hacia los supuestos de los DSGE, pese a su gran capacidad de abstracción y belleza matemática. La belleza matemática no implica mayor acierto. 
Uno de los supuestos básicos es la racionalidad de los agentes en su toma de decisiones. Esto tiene un sentido: los agentes son racionales en el sentido de que usan toda la información disponible para tomar sus decisiones. No sólo las decisiones presentes, sino intertemporales, de un futuro indefinido. Si se equivocan, no persisten en el error. No hay efectos acumulativos de errores sistemáticos, y, sobre todo, no hay "falacia de composición": las decisiones individuales no se ven frustradas por los efectos de éstas en el nivel macro. 
Ambos supuestos son, en mi opinión, totalmente erróneos, alejados de la realidad, y además condicionan los resultados. Es lo que nos ha enseñado la crisis, provocada por unas decisiones individuales erróneas que no sólo persistían en el error, sino que lo acentuaban con el tiempo: cuanto más subían los precios de los pisos, más se endeudaban para comprar pisos. No sólo eso, sino que los profesionales alentaban a la gente a seguir comprando y alimentar el proceso. 
Es verdad que los modelos viejos del keynesianismo son muy imprecisos, y es verdad que las matemáticas corrigen errores de coherencia lógica. Pero eso al precio de perder pie con la tierra. La cirios ha sido provocada por un comportamiento irracional de los agentes, por mucho que se quiera reconvertir eso en racionalidad dada la información (pura metafísica). 
También es verdad que la prolongación excesiva de la crisis no ayuda a la defensa de la racionalidad intertemporal, pues no se observa que los inversores vean más allá del corto plazo y se animen a invertir a largo plazo posterior. Parece confirmarse la cortedad de miras que asignaba Keynes a los inversores, que no tenían datos para proyectar más allá de un par de años, y  la Trampa de la liquidez: por mucho que baje el tipo de interés monetario y de la deuda pública, los inversores no ven claro que vayan a ganar beneficios que les compense los costes de inversión. Los animal spirits se reflejan tanto en la bajísima prima de riesgo de antes de la crisis, como en la altísima que parece regir ahora. 
Los partidarios de estos métodos se excusan en que lo importante son los resultados, no la verdad de los supuestos. Pero ya he sicho que los supuestos condicionan, determinan, los resultados. Si fuera medianamente verdad la microfundation se la que parten, la economía no sería como es. Todos seríamos más o menos capaces de predecir el futuro, tomar decisiones intertemporales, entonces ¿existirían los empresas? No es probable. Seríamos empresarios individuales, subcontrataríamos temporalmente servicios que aumentarán nuestra productividad, pero no seríamos trabajadores por cuenta ajena con un contrario fijo a salario dijo. (Dicho sea de paso, otro sueño de los austéricos). Porque concreción del agente económico como un ser racional, que dispone de información suficiente, que sólo yerra cuando sucede algo inesperado, pero que no repite el mismo error... Ya digo, si todos fuéramos así, no veo por qué seríamos empleados mal pagados en una empresa. Tendríamos una dotación de capital físico y humano, adquirida mediante préstamos en nuestra etapa educacional, tan seguros de nuestoe futuro, y de no cometer errores, que sólo en caso de economías de escala nos asociaríamos con otros agentes para aumentar la productividad. Pero serían contratos de asociación clarividentes, transparentes, y no habría ninguna desinformación ni incertidumbre. 
Esta es una palabra clave para entender la diferencia entre los viejos keynesianos y los DSGEs. La incertidumbre no existe en estos modelos, sólo riesgos susceptibles de ser calculados y cubiertos a un coste óptimo.
Nunca he visto explicado por qué estos modelos no llegan hasta sus últimas consecuencias y diseñan un mundo así, sin empresas, sólo asociaciones de individuos clarividentes que no cometen errores o no los repiten. 
Evidentemente, con estos supuestos sobre los individuos económicos, no hay manipulación posible. El marciano que actúa como agente no pierde el norte de sus objetivos, que sabe que alcanzará aunque tropiece de vez en cuando. Nadie perderá el tiempo en especular en vivienda endeudandose más allá de su capacidad, ni el prestamista le dejará dinero más allá de lo que ofrezca de garantía. No habrá oleadas especulativas y súbitas caídas al cambiar los animal spirits, puesto que estos no existen. No hay interrupciones ni pánicos, el tiempo es continuo, y salvo los ciclos que se explican por choques eventuales no previstos, la economía a largo plazo va creciendo a su nivel potencial. Los ciclos bajos son temporales, y no alejan el nivel de producción de su máximo más que temporalmente.  El para prolongado es un problema de rigidez salarial. El equilibrio general de la economía se concentra en la igualdad entre el ahorro y la inversión, y la variable clave que los ajusta es el tipo de interés real. Por supuesto, esto quiere decir que el inversor concibe cual es el tipo de interés real de hoy y de mañana. 
Si esto es un modelo del que se pueden sacar conclusiones acertadas para un país como EEUU -que es donde se concentra la elaboración de estos modelos- lo que es de dudoso acierto es sacar conclusiones normativas, de que sí eso funciona, debe funcionar en todas las latitudes. Pues no. "Racionalizar" una sociedad sobre bases tan endebles y ficticias es pasar de de la economía analítica positiva a la normativa, es decir, del "probablemente es así" al "debería ser así se pongan como se pongan". 
Y me temo que esos marcianos no existen ni en EEUU. 
Eso si, la lectura es muy aclaratoria sobre la economía del nunca jamás. Seguiré comentando.

jueves, 27 de marzo de 2014

Las perspectivas del gobernador

El gobernador del Banco de España ha tenido a bien ilustrarnos sobre la recuperación en ciernes. Para ello ha dado una conferencia con ilustraciones (http://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/IntervencionesPublicas/Gobernador/Arc/Fic/linde260314.pdf)
Si se ven con cuidado dichas ilustraciones, no sé de donde se saca el ilustrísimo (o excelentísimo) gobernador que las cosas están mejorando. Sobre todo la última, que se refiere al crédito bancario a los sectores no financieros. Efectivamente, ahora, en vez de caer al 6%, cae al 5% anual. Es una mejora, no cabe duda. 
Ante el gráfico, no sé cómo puede ponerse este titular:

"La contracción del crédito a las familias, no obstante, se ha estabilizado y en el caso de las empresas la tendencia de la financiación se ha invertido."

Si ha habido más empleo y han subido los cotizantes, que me digan cuantos de esos nuevos empleos son de las AAPP, porque han vuelto a contratar
Luego, el gráfico de proyecciones, en el que se  muestran más optimistas que cualquier organismo, es patético. Siento no poder reproducirlo, pero uds lo pueden ver en el link que les he dejado. En todo caso, debería explicar con qué crédito se va a financiar ese aumento previsto de la inversión en bienes de equipo. Sobre todo porque en el gráfico de tipos de interés no se ve ninguna tendencia a reducirse la brecha del tipo de interés de referencia respecto a su homólogo en Alemania: Italia y España siguen pagando un diferencial de interés privado importante, aunque la prima de riesgo de la deuda se haya reducido. Ese diferencial al riesgo privado ha aumentado en los dos últimos años. Lo cual nos enlaza con la inflación. La inflación es "exitosa" porque se ha reducido el diferencial con Europa, pero eso puede suponer morir de éxito: el tipo de interés real es más alto que nunca. Parece ser que el gobernador ha dicho que gracias a la caída de la inflación, va a mejorar el consumo (¿?) Supongo que es de ese motivo que se sacan de la manga un aumento del consumo de los hogares desde el -2,1% de 2013 al +1,1% de este año. Creo que la desinflación (o deflación) juega precisamente en contra del consumo, sobre todo del consumo de bienes duraderos. En esto se nota el "clasicismo" del gobernador, cuanto menos inflación, mejor. 

En suma, han pasado cosas buenas en 2013, pero no hay nada que indique que se vaya a sostener. Desde el lado financiero la empanada sigue siendo brutal, aunque se haya reducido un poco;erp como el mismo gobernador reconoce, 

"Continúa el proceso de desendeudamiento de sociedades y hogares, aunque los niveles son todavía excesivos y el crédito sigue soportando el grueso del ajuste"

¿Qué quiere e decir "el crédito sigue soportando el grueso del ajuste"?
Supongo que se refiere a que no hay crédito porque los clientes bancarios están muy endeudados y no tienen buenos activos que ofrecer como colateral. Que es la excusa que ponen los bancos: no es asumible el riesgo de crédito de la mayoría de los demandantes. Pero también es cierto que la banca está agujereada: no da crédito porque hay un agujero negro de créditos dudosos que la banca tiene que provisionar, y ese por eso no se ha terminado. Es, por lo tanto, un círculo vicioso: no hay demanda de crédito y no hay oferta de crédito. 
Por cierto, en la zona del euro pasa 3/4 de lo mismo, como se ve en este gráfico del crédito bancario.

Me gustaría ver un estudio sobre la relación entre crédito y crecimiento, porque parece que esta gente ha descubierto que no hace falta el primero, que hemos alcanzado una economía de trueque y autofinanciada! que no necesita de una industria intermediaria del dinero. El sueño de los austéricos. 

La mirada lúbrica del inquisidor

Facebook ha censurado la página de uno de sus usuarios, en la que colgó fotos de su familia viviendo en plena naturaleza. Horror: Algunos de los niños salían desnudos. Escándalo: la página fue denunciada por otros usuarios, y Facebook la censuró.
La pueden ver el El Condidencial, y les recomiendo que las vean porque son muy hermosas y no tienen ninguna malignidad; a menos que uno la busque desde que se levanta.
Si hay gente que se escándaliza por ver las fotos de unos niños desnudos corriendo por el campo, o piensa que eso es pornografía infantil, entonces es que San Pablo tenía razón cuando decía que los mandamientos de la ley judía incitaban al pecado que a nadie se le había ocurrido. 
El caso es que Facebook las ha censurado a petición de unos usuarios, que a lo mejor se la han cascado en la oscuridad de sus retretes, antes de escandalizarse y llamar al inquisidor. El inquisidor suele actuar rápidamente, prohibiendo el material y quedándoselo él para su uso privado. 
Todo esto por unas imágenes inocentes y graciosas, incluso hermosas, de un fotógrafo que se complace en fotografiar a su familia con todo el pudor del mundo. 

Mientras, ud puede encontrar pornografía infantil en internet, pero claro, la inocencia se cotiza más alto. La mirada del voyeur cree encontrar más incitación en la inocencia. El atractivo de un niño es tanto más lúbrico cuanto más desprotegido e inocente sea lo que está haciendo. Ya no se puede ver en un niño, vestido o desnudo, jugando con un gato, lo más bonito de la creación. Hay que censurar, no vaya a ser que alguien... 
Por otra parte, estos autonombrados "protectores de la infancia" serán partidarios del aborto. Seguro. Y seguro que si en Facebook te declaras antiabortista te censuran. La corrección es la correción. En todo caso hoy hay un tottum revoluttum en nuestra mente en que la privacidad se puede asaltar sin remilgos, con violencia autorizada, mientras que si alguien expone la belleza inocente, es censurado. 
Son los tiempos que vivimos. Matar a un inocente non nato no es pecado, mostrar su desnudez inocente, sí. Los jueces progres van de cacería y matan animales hermosos e inocentes, se hacen fotos sin pudor con sus trofeos y su cara de asesinos sanguinarios, pero luego se muestran partidarios y defensores de la violencia callejera, del aborto, y de las dictaduras de izquierdas. Todos quieren dar lecciones de ética, sin que ni ellos sepan de dónde viene es ética, porque en su cabeza sólo caben consignas. ¿De dónde viene la ética de los que nos quieren enseñar ética, que quieren prohibir y bendecir lo que a ellos les parece bien o mal? No de la mirada inocente, desde luego. No del deseo de proteger a los débiles, si no es a los débiles seleccionados por ellos. Un feto no es débil, ni es humano. Un niño protegido por sus padres, que se baña desnudo en un río, es una víctima del abuso sexual, y su padre un proxeneta. 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Política pro inflacionista

Este es un gráfico de Krugman en el que se visualiza qué pasa si la inflación es demasiado baja -como parece que puede pasar en Europa durante un largo periodo, según las propias declaraciones de Draghi. Para Draghi no pasaría nada, porque no cree que se llegue a la deflación. En cambio, para Krugman, una inflación demasiado baja, aunque sea positiva, es peligrosa. Veamos el porqué. 
En la zona en la que estamos ahora, con alto nivel de paro, muy baja inflación (no vista desde hace muchas décadas), y un BCE impotente para bajar el tipo de interés nominal, la única esperanza es que el BCE, mediante una convincente política inflacionista, convenza a la gente de que el tipo de interés real (nominal menos inflación) va a bajar hasta un nivel estimulante para la inflación. No se trata del tipo de interés del interbancario, que es el accesible al Banco Central. Se trata de los tipos a largo plazo, influyentes en las decisiones de gasto de consumo duradero y de inversión. Para que tal política alcance sus objetivos, ha de ser basada en una de adquisición de bonos a largo plazo que mantenga y reduzca los tipos a largo plazo. Para qué sea convincente, a de ser sostenida en el tiempo. 
El gobierno, por su parte, podría apuntalar tal política financiándo a menor coste obras de infraestructuras y/o del definitivo rescate financiero que todavía está pendiente. 
En el gráfico, se representa la demanda y la oferta de la economía en función de la tasa de inflación. A mayor inflación, más nivel de producción, simplemente porque el tipo de interés real es más bajo. 
La curva de demanda es por ello positiva: la línea azul (recordemos que subir la inflación es el único medio para reducir el tipo de interés real).
La inflación. Por lo tanto, aumentara la oferta de PIB, con el límite de que los salarios reaccionen con atraso a la inflación esperada y anunciada como objetivo. Eso es lo que representa al Curva de Philips, que es el comportamiento de la oferta y demanda de trabajo a la inflación. Mientras esta curva no sea completamente vertical, as convierte en al curva de oferta en función de la inflación. 




Por lo tanto, hay punto óptimo de convergencia en que una tasa de inflación permite absorber el desempleo, mientras las curvas no cambien, y a la vez reducir más deprisa la tasa de deuda/PIB. Si el BCE anuncia ese objetivo de inflación, el PIB de la zona podría aumentar hasta reducir significativamente el paro, eso si, según cual fuera la curva de Phillips de cada país. 
Krugman dice que con un objetivo de inflación como es el de ahora, el sacrosanto 2% máximo, sería insuficiente y la demanda se quedaría corta respecto a la oferta. El banco central debería ir a un objetivo más alto, y cuanto más alto fuera el objetivo, más alcanzable sería el punto de cruce entre las dos curvas en el máximo bpniveld e producción. 
Sin embargo, el BCE ha dado señales contradictorias sobre la amenaza de deflación. Mucho menos se ha hablado de baja inflación como riesgo. 
Las declaraciones recientes de Weidsmann, presidente del Bundesbank, y miembro del Consejo del BCE , han sido peculiares. Ha venido a decir que no se descartan operaciones de QE, aunque lo que no admitiría es que con esas operaciones se financiará a gobiernos que "no han hecho sus deberes" de reducir el déficit. En todo caso entrarían en la compra de bonos del BCE bonos de otros países, Alemania , por ejemplo, o incluso títulos privados de suficientes garantías... 
¿Se equivoca Krugman, no tendrá razón el gobierno y Alemania, que las cosas irán mejor poco a poco, aunque los tipos de interés sean altos y la inflación baja? ¿Nos estamos desviando hacia una decadencia a la japonesa, de deflación y bajo crecimiento? ¿Puede funcionar el euro con una baja inflación (o una deflación) sin que eso frene el desendeudamiento y permita un crecimiento fuerte? Es verdad que siempre la inflación mejor es la más baja? 
Según la respuesta, estamos un mundo u otro, ambos totalmente opuestos. El tiempo dirá quién tiene razón. En el post anterior puede apreciarse las razones que llevan a concluir que la política del euro está equivocada, 

Gráficos de Krugman sobre el euro

Krugman ofrece parte del material estadístico de sus cursos de Princeton.
Este último está dedicado a la crisis del euro. No se lo pierdan. Casi no necesitan comentario, pero ahí va mi comentario general:
-Los países del euro han ido peor que EEUU desde la crisis.
- Los países del euro han ido peor que el resto de la UE desde la crisis.
- Los países que tenían menor deuda pública son los que ahora tienen más y aumentando. 
- Los países del sur y más endeudados soportan un tipo de interés real superior a los del norte.
- Los países del sur soportan un diferencial de interés con Alemania superior al que había antes del euro.
- Los países con más presión austérica han visto aumentar más su deuda pública/PIB.
- El empleo ha sido independiente de la trayectoria de los salarios, en unos países estos han descendido y en otras han aumentado, pero el empleo ha caído en todos los periféricos.
-Finalmente, aplicando la regla de Taylor para el tipo de interés monetario óptimo del BCE, para Alemania debería ser positivo y como del 3%, y en la periferia debería ser negativo en esa cantidad. 

Entonces uno se pregunta cual ha sido la aportación del euro. ¿No? 

Principios y líneas rojas. De Suarez a Zapatero

En estos grandes días españoles, en que disfrutamos de grandes y luctuosos funerales en los que podemos sentirnos, por fin, "muerto en en el entierro" (asignando al verdadero protagonista dichos y hechos apócrifos), nadie recuerda ya la anécdota que contaba, quiero creer,  Martín Prieto sobre Adolfo Suárez.
La voy a contar para quitarme el asco del vomitivo artículo de Zapatero de hoy en El Mundo (y ya de paso de las nauseabundas declaraciones de Mas ante el cuerpo presente de Suárez), donde hace una agiografía  de Adolfo Suárez que en realidad es utilizarle aviesamente para elevar su es adapta talla a la del muerto. Es a eso que se llama ser el muerto en el entierro, porque los hay, y muchos, que les gustaría a veces estar en una caja de pino, muerto y alabado por todos. Leerlo es un verdadero insulto a la inteligencia. Para este felón Suarez era, sobre todo y nada más, talante. Como él mismamente.
Y ahora cuento la anécdota de Martín Prieto (que me perdone si no fue él pero no creo deshonrar a nadie).
En una visita a España de Hasan, rey de Marruecos, padre del actual rey, hubo una cena en la Zarzuela a la que asistía nuestro rey Juan Carlos I, Hasan y Suárez, entonces presidente del gobierno. Bromeando como suele ocurrir en esas ocasiones, "entre risas y veras", el rey Hassan  amenazó a Juan Carlos que un día tomaría Ceuta y Melilla por sorpresa, y no pasaría nada.
Suárez se levantó de la mesa y dijo que esas cosas ni en broma, pero que por seguir la lógica de los acontecimientos, si él era presidente, inmediatamente mandaría bombardear Rabbat, como muy bien sabía Juan Carlos I, allí presente. Parece ser que la sonrisa se le borró de la cara al rey marroquí, y al rey Juan Carlos, que hasta entonces estaba siguiendo la broma.
La anécdota es esa. Suárez sabía cuales eran sus obligaciones, y no bromeaba con ellas. No era todo talento de negociación, por mucho que logró llevar la transición a buen término convenciendo a unos y otros. Tenía principios y líneas rojas.
Si no se tienen principios, y líneas rojas -como no los tenía Zapatero, que fue el que puso el país patas arriba escribiendo con Artur Mas el borrador del Estatuto que rige hoy en Cataluña- ni el talante de los cojones ni nada, sirve para mantener un país en pie.
Es nauseabundo que a este sujeto malévolo le den un a página para que exprese su vaciedad a costa de la figura, la única que tenemos, de esta malhadada historia de España. El Mundo debería tener un cierto sentido del pudor, y no dejar mancillar el buen nombre de el único presidente que hemos tenido con sentido del deber u una cierta idea de España. Ya está bien el "todo vale" de hoy. No todo vale.
Por cierto, no unieron decir con esto que Suárez debió ser eterno presidente de España. Lo único que digo es que sus sucesores no estuvieron a la altura de la historia. Él sí, porque el destino le tocó con su varita. Pero los demás nos han traído a esto de hoy. Que Dios les perdone, yo no. 

martes, 25 de marzo de 2014

Generación perdida. Dejemos ya de hablar de mercado de trabajo yhablemos del mercado empresarial

Me recomienda un amable comentarista anónimo este artículo de Bloomberg, "Lost Generation", sobre los efectos de un desempleo tan prolongado en Europa. El artículo habla de una generación perdida que nunca volverá a  trabajar. Ojalá fuera ese el peor de los males,  porque la historia demuestra que una generación perdida puede ser el caldo de cultivo de unos conflictos incontrolables.
BDE luego yo conozco gente próxima a mi que perdió su empleo al comenzar la crisis, y por su edad veo muy difícil su reincorporación a la normalidad de un empleo duradero.
En dicho artículo hay un gráfico sobre el paro juvenil en Europa. Hay tres lecturas sucesivas: primero, que el paro juvenil en la UE es mucho más alto que en EEUU, aunque allí están muy preocupados, porque sigue siendo más alto que las cifras pre crisis. Segundo, que el paro juvenil en España es más del doble que el de la UE. El de Alemania es más bajo que el de EEUU. Tercero, que a lo máximo que puede aspirar España es acercarse penosamente a la UE. Desde luego no a EEUU y menos a Alemania. Detrás de esas cifras hay unas instituciones que ni podemos soñar con ellas, tanto de libertad como de organización social. Un país y sus resultados sociales son fruto de una concatenación de cosas, no sólo de una variable económica como el salario y la inversión.



Tendríamos que haber pensado en ello antes de meternos en el euro, porque, evidentemente, hay una correlación entre esas cifras  y nuestra capacidad de ajuste. Y es que nuestra capacidad de ajuste, o falta de ella, no es cuestión de nivel salarial, sino de entramado industrial, calidad de gestión, cultura empresarial, etc.
Por eso insisto tanto en la inversión directa extranjera como fuente de esos cambios inumerables que necesitamos para competir de verdad.
Un contraejemplo: Arturo Fernández ha vuelto a ser elegido presidente de la CEOE de Madrid. Es un sujeto que está procesado, y sin embargo, la CAM le apoya. No sólo eso, sino que en su candidatura va la mujer de González, que había tenido que dimitir de no sé que cargo por el asunto del pisito "resortes" en Marbella. Arturo, cual rey de la Tabla redonda, ha prometido que no será vicepresidenta (lo que denota una mala conciencia como un océano de grande).  
Todo esto es delirante. Pero no es anecdótico. Estos son los empresarios corruptos, que sólo medran a la sombra del poder, que luego piden liberalizar los salarios. ¿Cuándo se van a liberalizar ellos del poder? Para mi el gráfico demuestra que España necesita librarse de estos garrapatas que nunca serán creadores de capital productivo, que sólo quieren un mercado sonde haya libertad absoluta para el contrato temporal y barato, y a tiempo parcial, sin garantía de una carrera, proyección o nada que se le parezca.
La corrupción irradia desde los poderes a todos los sectores sociales. Si lo sindicatos están podridos, también lo están estos empresarios paniaguados que no tienen ni visión del futuro. Sólo saben ir al trántrán de la conexión del BOE, y ahí se las den todas. 
El mercado de trabajo se ha liberalizado un buen trecho, pero el mercado de empresarios sigue siendo de cortesanos apegados al poder. 
Por lo menos que no sean ellos los únicos. Que se abra el mercado a nuevos empresarios, pero no enchufados y familiares. Por lo menos que a estos los echen de España. A chupar a otro sitio. Por lo menos que dejen de hablar todos, desde el ministro hasta el Banco de España, del mercado de trabajo. A ver si tocan otros palos. 

lunes, 24 de marzo de 2014

El euro, perfecta orquestación a la baja

El euro y el BCE son tan ineficientes, que los economistas anglosajones están continuamente dándole al magín para sugerir algo que puedan hacer para suplir esa ineficiencia. Menos mal que hay gente como Jeffrey Frankel con inventiva para sugerir caminos alternativos; de todas formas, probablemente no le harán caso, pues para eso somos la quintaesencia de la ortodoxia, los defensores del austerismo en su estado más puro.
Frankel propone que el BCE, ya que tiene más o menos prohibido comprar bonos de los países del sur, que compre bonos del tesoro americano. Eso redundaría en dos efectos: aumentaría la oferta de euros en los mercados, y el euro se devaluaría. Ambas cosas tienden a contrarrestar las tendencias deflacionistas de la zona, y ha aumentar la demanda interna de dicha zona. 
(De paso conviene o prestar que ambas cosas son inseparables: no hay aumento de la oferta de dinero sin que éste se devalue.)
Además, como segunda derivada eso ayudaría a los países emergentes que se encuentran con la necesidad de hacer una política restrictiva para sostener sus divisas. Cuanto más se devalue el euro y sea mayor al demanda del resto del mundo, mejor para esos países. 
¿Qué se apuestan a que no? Primero, tal propuesta seguro que es tachada de oportunista, favorable a los intereses del Tesoro americano. No voy discutirlo, pero ¿qué pasa si además nos resuelve un problema nuestro porque no somos capaces de solucionarlo comprando nuestros bonos? 
El problema de la deflación no es que España tenga una tasa cercana a cero de inflación. Es que TODOS estemos cercanos al cero. Eso anula toda la supuesta ventaja obtenida mediante la austeridad interna frente a Alemania, pues ahora resulta que ésta se está devaluando internamente más que nosotros. Siempre dije que la devaluación interna era jodida, si los demás países del euro seguían el mismo libreto u las ventajas alcanzados por unos se anulaban inmediatamente porque los otros también ajusten costes internos. 
Para entenderlo, imaginen un país como España cuando existía la peseta, y en una crisis, desde el gobierno se decreta que cada región debe recortar sus gastos y contraer su demanda, a la vez que lo hace también el gobierno central. Además, para reforzarlo, se dice al Banco de España que suba los ríos de interés. Evidentemente, la contracción de la demanda de todos, agudiza la caída y el paro de todos. Es una contracción perfectamente orquestada que puede llevar a la ruina. 
Pues el euro es una perfecta orquestación a la baja. 
Frankel propone una vía alternativa, menos perfecta, pero efectiva en algún grado, para salir del atolladero. Esperemos los comentarios. De todas manera es obvio que implica una feroz crítica al euro, al BCE y a los mandatarios del euro. 
Como dice Krugman , ¿es bueno que los costes laborales caigan constantemente? Eso sería una barbaridad. Si damos como bueno que la inflación sea moderada, pero mayor que cero, pata evitar los problemas de la deflación y/o o de la trampa de la liquidez, no podemos pretender que los costes salariales bajen constantemente. De media tenderán a igualarse con la inflación deseada (2% oficialmente). Entonces, según el gráfico, ¿son los salarios de Francia demasiado altos? No -dice Krugman-, están en ña media de la inflación deseada, spn los salarios de Alemania los que son demasiado bajos. Lo que amenaza con que la inflación siga cayendo, obviamente. 


La reforma fiscal y su alcance en el contexto del euro

La reforma fiscal no será la  del informe de los sabios encargado por el gobierno. Ya lo ha dicho Montoro: no habrá subida del IVA, y esa era una de las piezas básicas del informe de sabios: sustituir IRPF por IVA, de manera que la recaudación sería igual aproximadamente.
A Montoro no le ha gustado y ha dicho que no. A Montoro le gusta tener pastoreando a sus grupos de clientes, a los que les baja el IVA y les concede excepciones fiscales según le pete. Pero, con todo,  yo creo que se depositan demasiadas esperanzas en le reforma respecto al empleo. Por ejemplo, José Carlos Diez (http://economia.elpais.com/economia/2014/03/20/actualidad/1395343809_224753.html) 
Es otro economista, uno más, que sólo ve la política microeconómica como la base de la creación de empleo. Según él, 

"El trío Rajoy, Montoro y Lagares ya estaba en la reforma de 1997. La herencia recibida en 1995 era una economía que crecía un 4%, que creaba 300.000 empleos anuales, con crecimientos de exportaciones del 10%, con equilibrio en la balanza exterior, sin apenas deuda externa, con crecimiento de ingresos fiscales del 7% y una presión fiscal del 38% del PIB, superior a la actual. El déficit primario estaba próximo al equilibrio y la deuda pública era casi la mitad que la que Rajoy dejará al final de la legislatura."
"La bajada de impuestos de 1997 fue uno de los mayores errores de nuestra política económica en las últimas décadas ya que coincidió con la entrada en el euro y fue muy inflacionista. Ahí estuvo el origen de nuestra pérdida de competitividad y la burbuja inmobiliaria que nos ha provocado 6 millones de parados. Por eso es tan preocupante que el mismo trío haga la reforma fiscal en 2014. Ahora el PIB nominal está estancado, hay deflación en los salarios y en la mayor parte de bienes de la cesta de la compra, la deuda externa es del 170% del PIB y la deuda externa neta amentó en 2013 hasta el 95%. La deuda pública está en el 100% y falta aún reflejar saneamiento bancario que está inacabado y el déficit eléctrico. El déficit público real debe estar próximo al 8% del PIB viendo el aumento de la deuda pública el pasado año y especialmente tras asistir impávidos al inexplicable aumento de 16.000 millones de deuda pública en enero."
Vayamos por partes: la economía española no iban bien en 1995 por razones fiscales. Iba bien porque la peseta se había devaluado cuatro veces en 1993. Por eso las exportaciones crecían, la economía crecía. Es más, los ingresos fiscales iban bien por razones cíclicas. Pero el error más gordo es decir que la bajada de impuestos de 1997 implementada por Aznar fue la única causa de la burbuja especulativa. La burbuja especulativa fue, en primer lugar, mundial. En España se potenció por los bajísimos tipo de interés que imprimió el BCE al empezar su andadura. El motivo no era otro que ayudar a Alemania, que se estaba arrastrando por culpa de su unificación. Alemania necesitaba bajos tipos de interés y los tuvo. Nosotros necesitábamos lo contrario, y nos dijeron que nos las apañáramos. A juzgar por la drástica caída de la deuda pública, la bajada de impuestos no fue tan negativa. 
Una muestra más del menosprecio de este país y sus "expertos" (¿?) a la potencia de fuego de la política monetaria sobre la actividad. Cuando hablo de política monetaria me refiero a macroeconomía, es decir, a demanda agregada. Está demanda agregada no se mueve por consideraciones de eficaz asignación de recursos, es decir, de política impositiva. 
Pero nada, siguen empeñandose en crear empleo cambiando los impuestos -que hay que cambiarlos, sin duda alguna-. Pero no se espere de ello un acelero del empleo.
La creación de empleo va a ser cada vez más dura, porque el tiempo que pasa una persona en el paro le hace menos contratable. Eso se llama histeresis del mercado de trabajo. La culpa la tiene la caída de la demanda agregada brutal que hemos tenido desde 2008. Y eso no se va a arreglar con mejor asignaciones de recursos, y más exportaciones, aunque nadie dice que sean malas. Lo que pasa es que nunca serán suficientes para recuperar el pleno empleo.
El pleno o empleo necesita reforzar la demanda interna. Es iluso pensar que los empresarios van a surgir como setas y van a invertir frenéticamente si no ven a quién le van a vender su producción. No se necesitan sólo mercados externos. ¿Qué pasa con toda la oferta de servicios internos, que es lo que realmente crea empleo?
Si la debilidad de la demanda crea histeresis en la oferta de trabajo, eso quiere decir que el volumen de demanda afecta a la eficacia de la economía. Un largo periodo de años de debilidad de demanda deteriora la valodad de la mano de obra, su productividad potencial, por muchos cursillos que se subvencionen a los parados. El trabajador se mantiene competente trabajando, y pierde cualificación en el paro. 
Es más. Para llegar a la transferencia de los trabajadores de la construcción a otros sectores, estos no sólo pueden ser exportación. La demanda agregada juega u papel esencial en acortar el periodo de reestructuración interesectorial. Si es que se quiere de verdad crear em pelo; a lo lejos es que se resignan a vivir con la alta tasa de paro. Casi casi estoy seguro de eso. 
El euro es inamovible, dicen todos. Pero no está de más no cerrar los ojos a las consecuencias del euro, que no se disipan. 
El euro impide hacer una política de equilibrio macroeconómico. Eso no les importa a los sabios nuestros, porque para ellos hace mucho que sólo les importa la microeconomía. Si ésta va bien, lo demás no importa. Se han hecho una serie de reformas en ese sentíos, pero como no han traído resultados palpables, pues se vuelven a buscar otras, a ver sí suena la flauta. 
La flauta sonará cuando la política macro de la UM sea eficaz. Eso exige buscar el equilibrio común, no de un sólo país. Es decir, exigiría un poco más de inflación en Alemania, un poco más de gasto interno, para que la nivelación de la competencia entre países miembros fuera posible. Pero ni lo sueñen. 
Miren que birria de Unión Bancaria han diseñado: un fondo común de los bancos de 55 mm de euros, una verdadera Mota se polvo que se gastará en cuanto salga al aire el verdadero agujero que queda en la banca española. Con eso, y la prohibición del BCE de hacer de prestamista de última instancia, la crisis no se ha solucionado ni se solucionará, como dice Soros (ver post anterior). 
El estado español está hecho trizas, pero la gobernanza europea es un puro dislate. Su mezquindad no tiene límites, como veremos si vuelven tiempos de zozobra, 


domingo, 23 de marzo de 2014

El desengaño de Soros sobre Europa

Una entrevista con George Soros, muy interesante. Destaco lo que dice de la UE y de la Unión Bancaria recientemente acordada, que se ha alabado tanto aquí (ver editorial de El Mundo el sábado). La opinión de Soros refuta completamente el optimismo del solar patrio.

Soros se declara resignado sobre el Punto alcanzado en la UE. Se declara convencido en que el euro está para quedarse. Esto es aparentemente bueno:

"George Soros: If you mean that the euro is here to stay, you are right. That was confirmed by the German elections, where the subject was hardly discussed, and by the coalition negotiations, where it was relegated to Subcommittee 2A. Chancellor Angela Merkel is satisfied with the way she handled the crisis and so is the German public. They reelected her with an increased majority. She has always done the absolute minimum necessary to preserve the euro. This has earned her the allegiance of both the pro-Europeans and those who count on her to protect German national interests. That is no mean feat.
So the euro is here to stay, and the arrangements that evolved in response to the crisis have become established as the new order governing the eurozone. 
Pero
"But the prospect of a long period of stagnation has not been removed. It’s generally agreed that the eurozone is threatened by deflation but opposition from the German Constitutional Court and its own legal departments will prevent the European Central Bank (ECB) from successfully overcoming the deflationary pressures the way other central banks, notably the Federal Reserve, have done...
... The prospect of stagnation has set in motion a negative political dynamic. Anybody who finds the prevailing arrangements intolerable is pushed into an anti-European posture. This leads me to expect the process of disintegration to gather momentum. During the acute phase of the euro crisis we had one financial crisis after another. Now there should be a series of political rather than financial crises, although the latter cannot be excluded."
This confirms my worst fears. It’s the nightmare I’ve been talking about. I’m hopeful that the Russian invasion of Crimea may serve as a wake-up call. Germany is the only country in a position to change the prevailing order. No debtor country can challenge it; any that might try would be immediately punished by the financial markets and the European authorities.
Sobre la Unión Bancaria
"Soros: In effect, the banking union will leave the banking system without a lender of last resort. The proposed resolution authority is so complicated, with so many decision-making entities involved, that it is practically useless in an emergency. Even worse, the ECB is legally prohibited from undertaking actions for which it is not expressly authorized. That sets it apart from other central banks, which are expected to use their discretion in an emergency.
But Germany was determined to limit the liabilities that it could incur through the ECB. As a result, member countries remain vulnerable to financial pressures from which other developed countries are exempt. That is what I meant when I said that over-indebted members of the EU are in the position of third-world countries that are overindebted in a foreign currency. The banking union does not correct that defect. On the contrary, it perpetuates it.
Schmitz: You sound disappointed.
Soros: I am. I left no stone unturned trying to prevent this outcome, but now that it has happened, I don’t want to keep knocking my head against the wall. I accept that Germany has succeeded in imposing a new order on Europe, although I consider it unacceptable. But I still believe in the European Union and the principles of the open society that originally inspired it, and I should like to recapture that spirit. I want to arrest the process of disintegration, not accelerate it. So I am no longer advocating that Germany should “lead or leave the euro.” The window of opportunity to bring about radical change in the rules governing the euro has closed.
Schmitz: So, basically, you are giving up on Europe?
Soros: No. I am giving up on changing the financial arrangements, the creditor–debtor relationship that has now turned into a permanent system. I will continue to focus on politics, because that is where I expect dramatic developments.
Lo cual creo totalmente acertado. El euro se va a quedar. Lo cual no quiere decir que se han solucionado los problemas. El euro se queda porque Alemania ha permitió, eventualmente, a Draghi  desarmar las expectativas de riesgo de ruptura. Pero lo ha hecho mezquinamente, no para siempre, sin romper la dinámica de países acreedores y deudores. Esto parece contradictorio, pues podría pensarse que los ataques contra el euro podrían volver si los peoblemas de fondo (los países deudores) no se resuelven. No se van a resolver, pues la receta aplicada, austeridad y más austeridad, no resuelve el problema. Pero mientras exista el convencimiento que en último extremo volverán a dar un susto a los mercados, el euro se va a quedar... Hasta que un golpe inesperado, como una victoria de Lepen, suscite dudas. Como áureo referido de. Mitterrand de 1992 sobre Maastritch... O un inesperado referéndum catalán... 
Lo que nos lleva a la derivada política. La política es de nivel nacional y de segundo orden en eficacia, pues satisface a cada vez menos gente. El Frente nacional lepenista es un ejemplo de que el descontento se agrupa y emerge. España, como en tantas cosas, está a la cola del pelotón de la renovación política, metida en el lodazal de un mundo paralelo y casos o que sólo se agita en Twitter, un mundo en el que los personajes no se enteran de nada y se mienten a sí mismos, y buscan la felicidad en hundirse unos a otros en la charca nacional con saña. De eso se aprovecha el PP para prolongar la mentira y quedarse con la merienda, que por cierto, es cada vez más magra. Así que coincido con Soros, menos en lo inesperado.

El valor de Suárez

Ha muerto Suárez, el funcionario franquista de camisa azul que trajo la democracia a España. Si no hubiera sido él, ¿qué final hubiera tenido la transición? 
Es una paradoja que un franquista, ministro del Movimiento -esa fumada franquista que no se creía ni Franco- , trajera una democracia intachable y homologable frente al exterior. Pero él lo hizo, mediante un proyecto que desde el principio fue acosado por la derecha franquista y por el PSOE. No por el PCE de Sanriago Carrillo, que estuvo a la altura de la historia. El PSOE no lo estuvo.  Quiso llevar adelante su propio programa radical rupturista, y al final tuvo que someterse a la evidencia para no quedarse marginado: Suárez ganó el referéndum por la reforma Política, y la abstención promulgada por el PSOE fue un fracaso. Pero la gente ni se enteró. 
De la ley a la ley, Suárez construyó un régimen democrático occidental. Sus aliados más leales fueron también antiguos falangistas, como Torcuato Fernández Miranda, y su fiel escudero Rodolfo Martín Villa. Conocían a España mucho mejor que los alucinetas que vinieron luego. 
No lo tuvieron fácil, y por eso dudo que otros, con su demostrada cobardía, hubieran podido salir adelante. A Suárez lo quisieron derribar tanto los franquista nostálgicos e inmóvilistas como el PSOE, que le veía como un obstáculo para llegar al poder. No tuvieron empacho en conspirar con militares para acelerar la caída de Suárez, que había cometido el enorme pecado de traer la democracia intachable sin ser del PSOE. Intolerable: el PSOE quería monopolizar la marca democrática, cuando precisamente los franquistas y el PCE se la estaban arrebatando. 
Al final le montaron un golpe de estado. Para intentar evitarlo, presentó su dimisión, pero el golpe siguió adelante hasta que se dieron cuenta de que algunos compañeros de viaje eran impresentables ante Europa. 
Suárez aguantó todas las amenazas, que no eran pocas. En los funerales por los militares víctimas de ETA los franquistas no se mordieron la lengua para insultarle y amenazarle. Su valentía para mantener su hoja de ruta está fuera de toda duda. Era tan valiente como cabe esperar de su mandato, lo cual no se espera de sus sucesores, que son de una acrisolada y repugnante cobardía. 
La democracia no la debemos al PSOE, ni a la oposición a Franco, sino precisamente a la joven guardia franquista, que asumieron como un deber en el que debían inmolrase homogeneizar España con Occidente y Europa. Sin embargo, por eso mismo, a Suárez le costó mucho convencer a los masones como Giscard D'Estaing y al socialdemócrata Smitd que él era el reformador. En parte, por ell aleccionamiento del PSOE a sus padrinos europeos. El PSOE se las arregló para que España no entrara en la Unión Europea hasta 1986.
La historia e así: el PSOE fue tan cobarde como lo fue durante la época de Franco, en la que sólo los comunistas se jugaron el bigote. 

La vieja y la nueva política

Discurso de Ortega y Gasset en 1914... Sobre la España de hoy

En 1914 Ortega y Gasset hizo un famoso discurso que aún resuena en la España moribunda de hoy:

"La España oficial consiste, pues, en una especie de partidos fantasmas que defienden los fantasmas de unas ideas y que, apoyados por las sombras de unos periódicos, hacen marchar unos Ministerios de alucinación.

Conste, pues, que no he hecho aquí la crítica, cien veces repetida, de los abusos y errores que unos partidos, unos periódicos, unos Ministerios vengan cometiendo. Sus abusos me traen sin cuidado para los efectos de la nueva orientación política que busco y de que hoy os ofrezco, como la previa cuadrícula, la pauta de conceptos generales donde habrá de irse encontrando en sus detalles. Los abusos no constituyen nunca, nunca, sino enfermedades localizadas a quienes se puede hacer frente con el resto sano del organismo. Por eso no pienso como Costa, que atribuía la mengua de España a los pecados de las clases gobernantes, por tanto, a errores puramente políticos. No; las clases gobernantes durante siglos — salvas breves épocas — han gobernado mal no por casualidad, sino porque la España gobernada estaba tan enferma como ellas. Y o sostengo un punto de vista más duro, como juicio del pasado, pero más optimista en lo que afecta al porvenir. Toda una España — con sus gobernantes y sus gobernados —, con sus abusos y con sus usos, está acabando de morir.

Y como son sus usos, y no sólo sus abusos, a quienes ha llegado la hora de fenecer, no necesita de crítica ni de grandes enemigos y terribles luchas para sucumbir.

Mis palabras, pues, no son otra cosa sino la declaración de que la nueva política ha de partir de este hecho: cuanto ocupa la superficie y es la apariencia y caparazón de la España de hoy, la España oficial, está muerto. La nueva política no necesita, en consecuencia, criticar la vieja ni darle grandes batallas; necesita sólo tomar la filiación de sus cadavéricos rasgos, obligarla a ocupar su sepulcro en todos los lugares y formas donde la encuentre y pensar en nuevos principios afirmativos y constructores."

No deja de sorprenderme la justeza del diagnóstico, la adecuación de las metáforas, de la España de hace cien años a la de hoy. Si existe una cosa llamada España -cosa que niegan muchos- se ve en estos paralelismo históricos, en los que es innegable que hay una continuidad en la manera de ser una nación. Somos españoles, no somos alemanes ni franceses ni americanos. 

Como entonces, ahora los ocupantes de las instituciones parecen fantasmas que sólo hablan con el espejo. Mouriño decía que los jugado era del Madrid tardaban en salir al campo porque necesitaban antes mirarse al espejo. Como si no confiáramos en nuestra conciencia, necesitamos confirmarnos permanentemente en el espejo. No importa lo ue piensen los demás de nosotros. Importa lo que pensamos que piensan los demás. 

El gobierno no quiere tomar decisiones que le perturben su existencia plasmatica y fantasmal. Se ha recostado en Europa para no tomar decisiones. La prensa fantasmal, en manos de Corifeos fantasmales, repiten que lo que se no hace es lo único que se puede no hacer. No se puede hacer nada más, estamos en Europa. 

Suárez fue el único valiente que tomó decisiones con riesgo de su vida. Ayer lo dije: "llevó a España de la legislación franquista a la constitución de 1978" en tres años convulsos, en los que todos los demás querían matarlo, anularlo, desprestigiarlo, pisotearlo. 

No disponemos de las claves de su cese (disfrazado de dimisión), pero en su discurso de despedida se veían claras alusiones a presiones muy dolorosas: como dice Miguel Ángel Mellado en El Mundo, hoy:

'Hay silencios elocuentes, al no citar en los agradecimientos ningún nombre propio. Y frases enigmáticas que anticipaban, sin mencionarlo, el golpe en ciernes. «Me voy sin que nadie me lo haya pedido» (sólo podía pedírselo el Rey; ergo, excusatio non petita, accusatio manifesta). «Con el convencimiento de que este comportamiento, por poco comprensible que pueda parecer a primera vista, es el que mi patria me exige en este momento» (¿incomprensible, en ese momento, al no querer decir que se iba para evitar la asonada militar?). «Es necesario que el pueblo español se agrupe en torno a las ideas básicas, a las instituciones y a las personas promovidas democráticamente en la dirección de los asuntos públicos» (¿no, por tanto, a las personas que llegaron o pudieran llegar por maniobras ajenas a las urnas, por más que se presentaran bajo supuestos parámetros de la Ley?). Lo que no contó Suárez y martilleó su mente hasta olvidarlo todo es que en el golpe de Armada estuvo involucrado el aparato del Estado y hubo una trama civil de primer nivel, dentro y fuera de la política. Se tragó como un sapo el otro papel del Rey, de Felipe González, de Fraga, de banqueros como Escámez... Hoy, los aún vivos, derramarán lágrimas en el adiós."

Hay empezó una cosa que ahora, como sino Ortega, 

Toda una España — con sus gobernantes y sus gobernados —, con sus abusos y con sus usos, está acabando de morir.

sábado, 22 de marzo de 2014

Adolfo Suárez y la Transición

Casi cuarenta años. Veinte años de ilusiones y veinte de desengaño, más o menos.
Aunque he leído mucho sobre la transición, prefiero recordar a Adolfo Suárez desde mi memoria de aquellos años.
Yo entonces era del PSOE, y Suárez  era nuestro enemigo. Con gran orgullo participé de interventor de mesa en las primera elecciones de 1977, aquellos elecciones a las Cortes Constituyentes. Éramos  tan jóvenes y tan tontos que creíamos que esas elecciones las había hecho posible el PSOE, el único partido realmente intachablemente democrático para nosotros. Pero esas elecciones las había hecho posible, las había creado de la nada, Adolfo Suárez, con su ley para la Reforma Política, que se intentó boicotear desde el PSOE, pero cuyo referéndum fue un éxito de participación. La abstención propiciada por nosotros, los jóvenes idiotas, fue un fracaso. 
Suarez no tuvo ni un apoyo desde el principio. Desde el principio todos le tildaron de advenedizo e intentaron derribarle: los militares, el PSOE, y gente de su propio partido, como Garrigues Walker, que se creía el Kennedy español. El único que le apoyó fue Santiago Carrillo. Debe ser de las escasas cosas decentes que hizo - aunque sus motivos eran que no le comiera el PSOE. 
Ahora, desde la perspectiva de los años, veo claro que Adolfo Suárez era el único personaje, de ese tiempo convulso, honrado y valiente. Porque entonces había que ser valiente para ser presidente del gobierno. Los muertos caían a su alrededor, y los deudos exigían venganza inmediata. Porque ETA tampoco estaba interesada en la consolidación del régimen, obviamente. 
Bueno, no sólo él: algunos que le rodeaban también demostraron valor. 
Hizo una cosa que ahora se me antoja que ningún otro pudo haber hecho, con sus estúpidos sueños de "Ruptura" frente a "Reforma", y rechazo de la monarquía. Suárez se marcó un guión de trasnformacion legal, " de la ley a la ley", y contra el ninguneo de todos, dentro o fuera de España, lo consiguió. Consiguió llegar en tres años, desde que se muere franco a finales de 1975, a finales de 1978 que se aprueba la Constitución, llevar a España de la ley franquista a la nueva ley refrendada por todos, la nueva Constitución española. Casi nadie se lo ha agradecido, menos ahora que vamos a tener ocasión de ver y oír las grandes jeremiadas de sus mortales enemigos de entonces. 
A partir de ahí empezaron a envenenarse las cosas, y no han dejado de hacerlo hasta hoy. 
Primero, el odio que tenían a Suárez por su éxito cristalizó en el Golpe de Estado del 23 F. Como dice Federico Jiménez Losantos, lo más significativo de Suárez es como le echaron, montándole un golpe de estado para descabalgarle. Hay indicios de que esa movida fue sólo por ambiciones personales irreprimibles, ni una gota de patriotismo corría por las venas de los conspiradores. 
Todos contra él. Nadie con un mínimo sentido patriótico, o de la prudencia, para apoyarle en momentos de dificultad, porque si le apoyaban a lo mejor no se iba, y Felipe tenía prisa por ser Presidente. Pero las embestidas más crueles fueron las de su propio partido, los varios submarinos del PSOE, como Fernández Ordóñez, luego ministro de exteriores con Felipe, o el mismo Garrigues. 
Lo peor es que tras el tumulto y el golpe, empezó la deriva hacia la desconstrucción, avalada y a ratos jaleada desde el gobierno. Desapareció el sentido de la honradez y del deber que tenía Suarez, un funcionario del franquismo que sólo poseía eso: un fuerte sentido del deber. No consiguió quitarse el sambenito de su origen porque se cuidó muy mucho de recordárselo el PSOE, a él y a todo el mundo. No tuvo apoyo exterior, al revés, cosechó el desdén que sembraban sus enemigos internos. No parece que el Rey, a quién había servido con lealtad, le pagara con la misma moneda. 
Y cuando las cosas parecían encarrilarse tras el 23 F y la primera victoria de Felipe, todo lo tejido  empezó a destejerse. Comenzó la sistemática deslealtad a la Constitución, y las primeras reclamaciones de reformas, al poco de ser refrendada. Desde el principio hubo un sesgo muy fuerte de ilegitimidad de la derecha por su origen, lo que inclinaba la balanza fuertemente a que España fuera de izquierdas. A ello contribuía que el PSOE y el PC tenían un fuerte componente federalista. Eso les daba una solidez electoral en País Vasco y Cataluña que, sin embargo, no supieron conservar por su frivolidades separatistas. 
En resumen, no creo que la constitución sea mala; es como todas, un símbolo; eso sí, torpedeado por todos, especialmente la izquierda. 
Ahora hemos llegado al punto final de esta historia de desamor y rencor en la que nadie gana, todos perdemos, pero que sin embargo parece imparable. Incapaces de unirse  para defender la constitución, Cataluña se independiza, a menos que, tarde y mal, el gobierno use su legítimo derecho al uso de la fuerza de la ley, algo que le da pánico. Intentemos imaginar cual sería la postura del PSOE, que tanto ha contribuido a degradarlo todo. Nunca cejarán en su empeño de cambiar la Constitución, de volver al punto cero, y de alimentar el odio, que es lo único libre realmente en España. 
Las instituciones erigidas entonces no eran malas; lo que las ha envilecido ha sido el comportamiento de los políticos, que no han sido capaces de reformar lo que estaba mal y consolidar lo que estaba bien. Con unos políticos tan cobardes y venales, ni las mejores instituciones del mundo hubieran sobrevivido. 

viernes, 21 de marzo de 2014

El déficit de inversión, no de ahorro

La economía ortodoxa se basa en un error que Keynes denunció; pero se sigue enseñando y manejando como hipótesis cierta, o al menos, inconscientemente, esta detrás de las políticas de los gobiernos. En realidad, la base de la política de la UE se basa en la aceptación tácita de esa idea: hay que impulsar el ahorro siempre, en cualquier tiempo y lugar.

El error es definir el ahorro como la decisión intertemporal básica de la economía. El ahorro, según esta teoría, es la decisión de aplazar un consumo, lo que merece un premio. El premio es el tipo de interés. El tipo de interés es la recompensa por no consumir ahora. Se llama el "premio  a la desestimación de las necesidades futuras", que es una expresión más formal. El no fe es miope, u valora más el consumo hoy que en el futuro. Por ellos EBE ser recompensado por aplazar ese consumo. 

Esto es un jucio ético, porque en la realidad nadie está dispuestos a "premiar" a nadie por sacrificarse,  si no obtiene a cambio algo. Ese algo es el beneficio empresarial esperado de tomar el ahorro a préstamo. Es decir, si no hay inversores reales, no hay recompensa para el ahorro. Salvo, claro está, la recompensa de la hormiga, que es llegar a la vejez con una cantidad atesorada, pero que no ha rentado nada. La hormiga no gana un tipo de interés.

El inversor puede ser el gobierno o un empresario privado: ambos se endeudan para invertir y ganar  un beneficio, y ese beneficio es, en todo caso, la fuente de la que sale el tipo de interés que cobra el ahorrador. El gobierno racional espera que su inversión aumente la recaudación fiscal, y/o la recaudación en votos; el empresario, el beneficio. Pero lo que hay que entender es que si al final de la transmisión de fondos desde el ahorrador al inversor, no hay inversión real, no hay recompensa al ahorro. Al final de todas las operaciones financieras ha de haber una inversión real y un beneficio.

El error proviene de pensar en términos de economía de trueque. En ese caso, el ahorrador y el inversor pueden ser el mismo sujeto, lo que hace que coincida la recompensa de los dos actos. En cuanto se introduce el dinero, y la intermediación, ya no es así. La decisión individual de ahorrar, sumada para todos los sujetos, no lleva necesariamente al equilibrio que se obtiene cuando el sujeto A/I es el mismo.

Esa concepción errónea lleva al teoría, también errónea, de que el ahorro automáticamente crea inversión a nivel agregado. Al aumentar el ahorro, baja la recompensa que recibe, por lo que el coste de la inversión se reduce, y ésta aumenta.

 Falso: el ahorro es una decisión, como admitía Keynes, de no consumir. Pero una vez hecha, el sujeto debe decidir si se arriesga a prestar ese ahorro, o lo atesora. Si lo atesora, ha subido el ahorro, pero estérilmente:  ese ahorro no va al mercado de préstamos, el coste de la inversión habrá subido ante la menor oferta de préstamo.

No hay premio por no consumir, sólo lo hay por prestar (arriesgar) ese no-consumo. Y sólo si hay un inversor al final de la cadena, por muy sofisticada que sea, puede haber premio. La inversión financiera  no produce renta ni no financia inversión real. 

Además, a nivel agregado un aumento del ahorro es idéntico a una caída del consumo. Eso puede afectar a las expectativas de ventas y beneficios y contraer la inversión, que es lo contrario de lo que prevé la ortodoxia. 

En España, ¿qué falla, el ahorro o la inversión? El superávit exterior es, por definición, el ahorro nacional menos la inversión nacional. Ese superávit actual declara un ahorro superior a la inversión. El proceso por el que se ha llegado es natural: al estallar las crisis, las deudas aumentaron respecto a los activos y a la renta (PIB). La gente se ve impelida a consumir e invertir menos para hacer frente a esas deudas. Ahora bien, por muy natural que sea a nivel individual, a nivel agregado resulta un proceso de contracción de rentas, cada vez más reducidas para hacer frente a la deuda. Lo que desencadena otro aumento del ahorro, menor producción y precios... 

El proceso al que hemos asistido paso a paso: crisis, > ahorro> contracción > deflación...,  es un ejemplo de cómo  las reacciones naturales individuales no son buenas colectivamente. Una vez desencadenado, no puede ir más que a una situación peor que la inicial: es decir, a un aumento de las tasas deudas/rentas. 

La economía es psicología (también)

Robert Shiller, premio Nobel de economía, diserta sobre los "animal spirits" y como hacer para insuflarles confianza.
Se basa en una visita a Japón, donde aprecia que la política de Abe ha funcionado. Es el país que más ha reducido su diferencial con el PIB potencial.
Como sabrán, la política de Abe ha sido de corte keynesiano. Y ha funcionado, según Shiller, porque ha conseguido alentar el apetito por el riesgo, el ánimo empresarial, los animals spirits, en definitiva.
Incluso defiende la política de revigorización de cierto espíritu nacional, de cierto patriotismo, que Abe ha sabido transmitir.
Shiller dice que sabe que no es trasladable a todas las latitudes, pero que esa vigorización del optimismo debería intentarse en tantos países que están todavía muy por debajo de la línea se flotación.
Bien, pensemos en Europa, España, y qué se podría hacer para devolver la confianza a los principales actores económicos, los inversores. Shinzo Abe no ha dicho a los japoneses, ¡levántate y anda! Lo que sería una muy mala señal. No, les ha puesto delante un compromiso: acabar con la deflación, crear una inflación positiva, mediante dos palancas: una política del Banco de Japón expansiva, y una política de gasto público para reforzar la confianza en que su decisión es firme. ¡Horror! Oigo como lloran las plañideras habituales de nuestro solar económico, poblado por austéricas y lindo-progres de la economía matemática (que pregonan lo mismo), ¡horror!!!
Pues Shinzo Abe no ha sido muy original: esta haciendo lo mismo que hizo Franklin Delano Roosevelt en los treinta, ¡y sin matemáticas!
Ciertamente, que no tenemos palancas como Japón. Ni como EEUU en los treinta. Sólo podemos intentar engañar a los inversores, con cuentos panglossianos como los que destila el gobierno.
Tampoco tenemos gobernantes patriotas como Shinzo. Ni siquiera son capaces de levantar la moral cerrando de una puta vez el caso Cataluña, como sí eso no fuera un fuente de desmoralización.
Este gobierno no hace más que llevar los problemas al futuro a ver si se resuelven solos. Mientras, la moral se va minando. Ya sé que el euro nos impide luchar contra la deflación, otra fuente de desconfianza en el futuro. No podemos más que reducir el déficit, cuando lo importante sería acabar con despilfarros, reorientar el gasto, pero no reducir ahora su volumen. Vale, no podemos. ¿Entonces, que nos queda, genios economistas matemáticos? porque abaratar el despido no es suficiente para levantar la moral, me temo. No es lo prioritario. Puede que sea contraproducente. Entonces, ¿qué cojones hacemos? 

jueves, 20 de marzo de 2014

Salvadores de la patria. Elitismo de izquierdas

 Un artículo en VOX Populi () me trae a la memoria un disparate de esos que sólo pueden ocurrir en España. Se trata del infamamte  artículo de Luis Garicano y su amigo Jesús Fernández () , cuando eran grandes popes reverenciados de la economía española, artículo en el que proponían sin rubor lo siguiente: 

"Para ello, necesitamos urgentemente un nuevo gobierno, con apoyo de todos los partidos mayoritarios y de nuestros expresidentes, compuesto por políticos competentes y técnicos intachables con amplios conocimientos de su cartera. Este gobierno debe trabajar con tres prioridades. Primero, poner de verdad en marcha las reformas necesarias reconstruyendo la confianza de inversores extranjeros, contribuyentes españoles y socios europeos. Segundo, afirmar, sin ambigüedad, el compromiso absoluto con el euro y la construcción europea. Y, tercero, plantear a nuestros socios, desde la confianza generada por un gobierno coherente y serio, una ayuda económica en condiciones para resolver el único problema que no podemos resolver solos: el agujero creado por la burbuja inmobiliaria en el sistema financiero, a cambio de un control europeo de los bancos rescatados y de un sistema regulador común."

Para contextualizar este párrafo y valorarlo en su justa medida, esto se escribió cuando: A) había llegado Rajoy a la Moncloa. B)  en Italia hubo un golpe de estado de la UE para liquidar a Berlusconi (un sátrapa, pero un sátrapa elegido en les urnas) por un gobierno supuestamente tecnócrata -es decir apolítico- dirigdo por Monti, un eurócrata de cuando el esplendor de Europa (es decir, de cuando antes de Maastricht).
Hizose. Se líquido a Berlusconi (recuerden las risitas de Merkel y Zarkosy en ua rueda de prensa a costa del sentenciado Berlusconi). Se puso a Monti. Fracasó la operación. ¿Por qué? Pues por no reconocer que el problema de Italia no es Italia, es el euro. Pero la ilustración esa así: si la sociedad no se adecua a una institución, se la mete con calzador. 

 Las buenas intenciones no están reñidas con la torpeza, como explicaba muy bien el Cándido de  Voltaire. Garicano & Fernandez, querían hacer lo mismo ( es decir, acabar de someter a España al euro) pero, no cuando el bobo solemne de Zapatero estaba en la Moncloa, donde los acogía con calor y amistad frecuentemente (según dice el artículo de VP), sino cuando el PSOE había cedido el gobierno al PP en las urnas. Es decir, todo lo que se habían callado, lo que le habían tragado a Zp...  Se lo reprochaban al nuevo gobierno, porque Rajoy, para ellos, no es suficientemente de izquierdas o simplemente, no los recibía en la Moncloa, con o sin calor. Si alguien merecía que le destituyeran del gobierno por agredir a España, no era ciertamente Rajoy, sino Zapatero, el que se lanzó por la cuesta del nacionalismo catalán y fue un desastre económico. 
A saber lo que piensan estas lumbreras sobre lo que hizo Zp en su atentado contra la Constitución, pero no hay más que leer a don  César Molinas, del que ya hablé aquí (), quién afirma sin rubor que Cataluña es Europa, España no; o no tanto.
No hace falta apuntar el respeto que tienen estos individuos por las instituciones cuando éstas no se adecuan a sus ambiciones. De estos salvadores, protégeme Señor. 

En todo caso, hay que reconocer que Rajoy, al menos, no ha desintegrado la Constitución; no ha sido un Nerón zapateril, y ha hecho más que Zp para ajustarse a Europa. Es más, ha intentado recomponer lo que el otro había roto frívolamente. Les gustará o no, pero Rajoy ha hecho más que el ilusorio gobierno soñado por G&F. 

Prefiero pensar que son torpes panglossianos a cínicos. Digamos que su incultura de ilustrados a la violeta canta. Son economistas que no dirigen la palabra a los que no saben matemáticas ni inglés, es decir, al 99% de la población (). Tras ese barniz de científismo ocultan una inclinación ideológica, como todo el mundo, pero en plan más hipócrita. Ideología que es de izquierdas, lo que es incompatible con sus mohines de economistas/elitistas. Esos mohines los hacen en EEUU o RU la derecha más derechona, pero los economistas españoles de élite no saben en qué país habitan. Son todos practicantes de la escuela DSGE, y a la vez son de izquierda caviar. Lo cual es Incompatible: al menos que sus modelos demuestren que se puede ser buen economista y no levantar la voz contra un miserable que ha dejado España llena de agujeros. 

Si de verdad quieren salvar España, que se reseteen. Para empezar, que aprendan lo que ha significado la izquierda, el PSOE, en la historia de España.